Logo Studenta

Infamación de la próstata

¡Estudia con miles de materiales!

Vista previa del material en texto

180 
MORFOLOGÍA: Son grandes, con un tamaño entre 5 y 10 
cm de diámetro. El aspecto es heterogéneo, con zonas 
sólidas y a veces cartilaginosas y quísticas. La hemorragia 
y la necrosis indican normalmente una mezcla con 
carcinoma embrionario, coriocarcinoma o ambos. 
Están formados por un una colección heterogenea 
desordenada de células diferenciadas o estructuras 
organoides, como tejido neural, haces musculares, 
islotes de cartílago, grupos de epitelio escamoso, 
estructuras similares a la glándula tiroides, epitelio bronquial o bronquiolar y fragmentos de 
pared intestinal o sustancia cerebral, todo esto en un estroma fibroso o mixoide. Los elementos 
pueden ser maduros (parecidos a distintos tejidos del adulto) o inmaduros (compartiendo 
características histológicas con el tejido fetal embrionario. 
 
En el niño, los teratomas maduros diferenciados siguen evolución benigna. En el hombre 
pospuberal, todos los teratomas se consideran malignos por la capacidad de metástasis. 
 
TUMORES DEL ESTROMA Y CORDONES SEXUALES 
 
 Tumores de las células de Leydig: Elaboran andrógenos e incluso corticoesteroides. Son 
frecuentes entre los 20 y 60 años. Producen tumefacción del testículo y ginecomastia. En niños 
se manifiesta con precocidad sexual. Es benigno. 
 
MORFOLOGÍA: Nódulos circunscritos, menores de 5 cm de diámetro. La superficie de corte es 
homogénea y de color marrón dorado, claramente diferenciada. Microscopicamente, las 
células de Leydig neoplásicas tienen un aspecto similar a sus homologas normales, porque son 
grandes y redondas o poligonales. El citoplasma contiene goticulas lipidicasm vacuoladas o el 
pigmento lipofuscina, y en el 25% de los tumores tiene cristaloides de Reinke. 
 
 Tumores de las células de Sertoli: Son hormonalmente silentes. Se presenta como una masa 
testicular firme con una superficie de corte homogénea, blanca grisácea o amarilla. 
PROSTATA 
1. INFLAMACIÓN 
1.1 Prostatitis bacteriana aguda: En la mayoría de los casos se deben a cepas de E. coli, otros bacilos 
gramnegativos, enterococos y estafilococos. Los microorganismos se implantan en la próstata por el 
reflujo intraprostático de la orina desde la uretra posterior o desde la vejiga de la orina, pero en 
ocasiones se diseminan por la próstata desde vías linfohematógenas procedentes de focos de infección 
a distancia. Aparece por manipulación quirúrgica de la uretra o la propia próstata, como en sondajes, 
citoscopia, dilatación uretral o resección prostática. Produce fiebre, escalofríos y disuria. En el tacto 
rectal, es enormemente sensible y de consistencia pastosa. 
1.2 Prostatitis bacteriana crónica: Difícil de diagnosticar y tratar. Se presenta lumbalgia, disuria y molestias 
perineales y supracúbicas, si bien puede ser prácticamente asintomática. Tienen antecedentes de 
cistitis, uretritis. La mayoría de los antibióticos penetran mal a la próstata, por lo que las bacterias 
encuentran un lugar seguro del parénquima y se diseminan constantemente hacia las vías urinarias. Se

Continuar navegando