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CAPITULO 6: La foto de Lucía se habían filtrado por todos lados, toda la escuela la tenía. Era el centro de atención, todas las miradas estaban sobre ella. Le llegaban mensajes y llamadas burlándose.
Lucía, no aguantaba más. Una vez que entro al aula Renata Vera y Cecilia la bombardearon con preguntas, Lucía repitió muchísimas que no quería hablar. Las chicas se fueron muy enojadas. Luego del recreo sus compañeros le había hecho afiches con la fotografía a los cuales pegarían por toda la escuela. En este punto, ya no aguantaba más y tuvo que irse de la escuela.
CAPITULO 7: Antonio le dice a Leo si se enamoró una vez, pero de la chica más linda del colegio. Leo muy confundido le pregunto que tenia de malo, y él le contesta, que al ser la más linda, tenia mucha competencia y no logra conquistarla.
Leo empieza a decirle Antonio para que era buena ya que se está deprimiendo un poco, y este le dice que es muy bueno escuchando, pero Antonio no le subió mucho el ánimo le pidió a Alba una computadora ya que las que tenían en casa no le andaba el wifi o las estaba usando su tío Norberto. Cuando logro juntar el dinero y comprarla, se las envió por correo. Apenas la ve Norberto decide quedársela con la excusa de que le daría mejor uso. Antonio ya no tenía forma de expresar todo el odio que sentía hacia su tío.
CAPITULO 8: Un día cuando Lucía era pequeña encontró un perro callejero en la puerta de la casa de su abuela, no le costo mucho convencerla, lo único que tuvo que hacer fue firmar un acuerdo donde decía todas las condiciones para que se quedara. 
Lucía intento escaparse, subió al autobús con el poco dinero que tenía, las cosas no iban como a ella le gustaría.
Había empezado a llover al escuchar las palabras de su abuela decidió volver a su casa, tuvo que ir corriendo ya que un hombre la perseguía (no era con mala intención). Una vez que entro a su casa pudo darse cuenta por la mirada de sus padres que ya lo sabían todo. Ella trato de explicarles pero no le creyeron. 
CAPITULO 9: Mientras estaban cenando, Norberto conto que iba a entrar en un concurso de libro, explicaba que su libro trataba de una mujer soltera que deja su hijo y se va a trabajar a Estados Unidos, ese fue el momento en el que Antonio se dio cuenta que estaba hablando de su madre. Norberto daba a entender que su madre trabajaba en un club nocturno, en vez de un supermercado como le había dicho su hijo (todo esto lo hacía para hacer enojar a Antonio, ya que su madre no le estaba dando dinero hace tres meses.
CAPITULO 10: LucÍa mientras se dirigía a su clase de joyería hippie, pero se dio cuenta que estaría sola ya que no es muy divertida, pero que eso era lo que ella buscaba, silencio y soledad. Delfina (la profesora de la clase) le dice las normas que hay en ese taller, una de ellas es que no se puede usar el celular, pero Delfina quedo muy sorprendida al descubrir que una adolecente de 16 años no use el celular.
Cuando empezaron a hacer las pulseras, la primera fue negra, gris y marrón con líneas homogéneas y algunos nudos más ajustados que otros, esta pulsera la representaba a ella, la segunda fue con cinco colores (que ninguno era negro) que representaban a su hermana.
CAPITULO 11: Un camión de basura había roto la patineta de Antonio, por lo que tuvo que tomar en autobús. Él pensaba que había sido un día muy malo hasta que vio una chica con lágrimas en la cara, eso fue lo que más le “atrajo” de ella. Cuando se bajaron, Antonio optó por seguirla ya que por alguna razón querría que ella llegue a salvo a su casa. La chica se da cuenta de que la perseguían y empezó a correr, Antonio corre junto con ella, y una vez que se llega a su casa él le dice que no se preocupara, a lo que ella responde gritando que se alejara, da un portazo y entra a su casa.
CAPITULO 12: Lucía se cruza con Álvaro en la escuela y él le ofrece su ayuda.
La directora pide una condición para que Lucía pueda quedarse en la escuela, era que escribiese una carta de disculpas. Más tarde en el autobús toda apretada y con el piso todo mojado, gracias a una frenada, tuvo que agarrarse de un tubo para no caerse, en el cual otra persona también lo hizo, se miraron y ambos se pidieron disculpas.

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