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Larra y el periodismo en su época

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Larra y el periodismo en su época
Por: Raúl Martín Hernández Juárez
	En la España del s. XIX, Larra juega un papel fundamental dentro de la creación de un retrato de la idionscrasia de la sociedad en que le toca desarrollarse, mediante la fundación de los denominados “artículos de costumbres” en su país. Aunque cabe mencionar que este título, si bien es entendido por la corta extensión de este tipo de textos, la subjetividad explícita de sus temáticas y su lenguaje, el estar insertados dentro de un periódico; queda una cierta duda de su veracidad, en el sentido histórico, debido a la inserción de historias paralelas en los textos, con el fin de conseguir su empresa moralizadora y reformadora en la sociedad española que tan dañada retrata.
	 Es común que sus textos se puedan creer emparentados con el periodismo, desde el punto de vista moderno como lo conocemos, por la etiqueta de “artículos”, pero es sabido que las condiciones de la época son cambiantes y, en ese momento histórico, y mirándolo desde nuestros tiempos, vemos características más literarias que periodísticas. Una de ellas, la encontramos en la estilística de su escritura; hoy en día muy difícilmente encontraremos frases en un periódico con la calidad estética y los recursos retóricos como lo hizo Larra en sus textos, poniendo por ejemple la frase escrita en “El día de difuntos de 1836” en que hace referencia a las campanas como “el bronce herido que anunciaba con lamentable clamor la ausencia eterna de los que han sido” (s/n) ; esta falta de este tipo de recursos en los géneros periodísticos puede deberse a la búsqueda de una objetividad rigurosa que dé credibilidad y seriedad al medio donde se está publicando. 
	Otra característica, ya mencionada arriba, que aleja a Larra del periodismo es la inserción de historias paralelas ─que pueden ser completamente ficcionales─ con un fin contextualizador y moralizador, que se entiende completamente por la ideología de la época, muy a la manera de El Conde Lucanor, es decir hablar de una situación concreta para después establecer una enseñanza para que pueda ser puesta en práctica en la sociedad y de ese modo tratar de mejorarla. Dicha empresa fue el motivo de vivir de Larra, pues muy a pesar que realizó críticas duras contra los vicios de la burocracia en la política, las malas costumbres que, a su juicio, no dejaban avanzar hacia el desarrollo e Ilustración a su España, siempre se notó el dolor que todo esto le causaba por ser su tierra. 
	La parte que menos se puede poner en duda es la de costumbrista, debido a la temática que aborda en sus textos, nos habla de las fiestas, la indumentaria de las distintas clases sociales, los refranes de la época, los oficios que se realizaban, las manifestaciones artísticas que entonces se daban, los ritos que llevaban a cabo en distintas fechas del año; sin embargo hay que destacar que su labor escritora no se limita a la mera descripción realista de todas estas cosas, sino que funcionaba como crítica social a través de su lenguaje sarcástico, irónico y un tanto burlón; característica que quizá le valió todo el cúmulo de seguidores en sus corrillos literarios e intelectuales porque se atrevió a retratar la vida de otro modo, con otro estilo, divergente para su época. Esta cualidad artística también hace que sea un escritor que en nuestros tiempos pueda ser, si bien no más conocido o difundido, por quién sabe qué mala jugada de la Crítica o las Editoriales; sí más atractivo, ya que nos ofrece una narrativa de calidad, sin tantas descripciones realistas que en nuestros ya no son tan bien recibidas, como sí lo son las críticas satíricas hacia cierto sistema, ya sea político, social o económico, entre tantos. 
	Por último, no podemos olvidar mencionar la visión a futuro que poseía Larra, fue un escritor que veía más allá de lo que le dictaba la época, sabía que se podía realizar un cambio si se trabajaba en ello, pero también era consciente de lo difícil de esta labor y no podía dejar de tener una visión un tanto resignada, con base en todas sus vivencias. Fue un escritor bastante consciente de su labor escritora, y esto puede verse de manera muy clara en las alusiones que hacía al lector de ese texto que él estaba produciendo, rompía esa barrera que a veces separa a escritor y lector y se aventuró a hacer una referencia directa a un lector específico, podemos creer con la finalidad de hacer los textos más personales y, así, poder involucrar más a la sociedad en todo lo que a él le preocupaba. 
Bibliografía
* JUAN Manuel, Infante de Castilla. (1971) El Conde Lucanor: o, libro de los de los enxiemplos del Conde Lucanor et de Patronio. Madrid: Castalia.
 *LARRA, Mariano José de. (11 de enero de 1833) “Vuelva usted mañana”. Alicante: Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. Consultado el 24 de septiembre de 2016. Disponible en línea: http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor-din/vuelva-usted-manana--0/html/ff7a5caa-82b1-11df-acc7-002185ce6064_2.html#I_1_
*LARRA, Mariano José de. (9 de junio de 1835) “Modos de vivir que no dan de vivir. Oficios menudos”. Alicante: Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. Consultado el 24 de septiembre de 2016. Disponible en línea: http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor-din/modos-de-vivir-que-no-dan-de-vivir-oficios-menudos--0/html/ff79e55e-82b1-11df-acc7-002185ce6064_1.html#I_1_
* LARRA, Mariano José de. (2 de noviembre de 1836) “El día de difuntos de 1836. Fígaro en el cementerio”. Alicante: Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. Consultado el 24 de septiembre de 2016. Disponible en línea: http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor-din/el-dia-de-difuntos-de-1836-figaro-en-el-cementerio--0/html/ff79053a-82b1-11df-acc7-002185ce6064_1.html#I_1_
* LEÑERO, Vicente y Marín Carlos. (1986) Manual de periodismo. México: Grijalbo. 
		Martes 27 de septiembre de 2016

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