Química de los medicamentos anestésicos

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Química de los medicamentos anestésicos 
Los medicamentos anestésicos son sustancias químicas utilizadas para inducir la 
pérdida temporal de la sensibilidad y la conciencia, permitiendo la realización de 
procedimientos médicos y cirugías sin dolor y sin que el paciente esté consciente 
de lo que está sucediendo. Estos medicamentos se clasifican en tres categorías 
principales: anestésicos locales, anestésicos generales e hipnóticos-sedantes. 
Anestésicos locales: Los anestésicos locales son fármacos que bloquean 
temporalmente la conducción de las señales nerviosas en una región específica del 
cuerpo, lo que impide la transmisión de señales de dolor desde esa área al cerebro. 
Estos medicamentos se administran en el área donde se realizará un procedimiento 
menor, como una cirugía dental o una incisión localizada. 
El mecanismo de acción de los anestésicos locales se basa en su capacidad para 
bloquear los canales de sodio en las neuronas, lo que impide la generación y 
conducción de los impulsos eléctricos responsables de la sensación de dolor. 
Algunos ejemplos comunes de anestésicos locales incluyen la lidocaína, la 
bupivacaína y la prilocaína. 
Anestésicos generales: Los anestésicos generales son medicamentos que inducen 
un estado de inconsciencia y pérdida total de la sensibilidad en todo el cuerpo. Son 
utilizados para procedimientos quirúrgicos más invasivos o aquellos en los que el 
paciente necesita estar profundamente sedado. Los anestésicos generales se 
administran generalmente por vía intravenosa o inhalada para inducir un estado 
anestésico. 
Los anestésicos generales actúan sobre el sistema nervioso central, inhibiendo la 
actividad cerebral y produciendo un estado de inconsciencia. Los agentes comunes 
utilizados en la anestesia general incluyen el propofol, el sevoflurano, el desflurano 
y el isoflurano. 
Hipnóticos-sedantes: Los hipnóticos-sedantes, también conocidos como 
anestésicos intravenosos, son medicamentos que se utilizan para inducir la 
sedación y la relajación del paciente antes de procedimientos médicos y quirúrgicos. 
A diferencia de los anestésicos generales, los hipnóticos-sedantes no producen un 
estado de inconsciencia completa, sino que inducen un estado de sedación y 
disminución de la ansiedad del paciente. 
Algunos ejemplos de hipnóticos-sedantes incluyen el midazolam, el lorazepam y el 
propofol (que también se utiliza como anestésico general). 
El uso de medicamentos anestésicos debe ser administrado por profesionales de la 
salud capacitados para garantizar la seguridad del paciente durante los 
procedimientos y para evitar complicaciones asociadas con la anestesia. Además, 
el tipo de anestésico utilizado y la dosificación dependen del procedimiento, la salud 
del paciente y otros factores individuales.