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Informe-de-Resistencia-de-Materiales

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Universidad Nacional Autónoma de México Facultad de 
Estudios Superiores Plantel Aragón 
 
INGENIERIA INDUSTRIAL 
 
 
CLASE “ mecánica de materiales” 
 
 
 
trabajo 
 
 
 
 
GRUPO:2804 
 
 
 
NOMBRE DE LA PROFESORA: MARTHA BERENICE FUENTES 
FLORES 
 
 
 
NOMBRE DEL ALUMNO: CORTES HERNANDEZ RICARDO 
 
 
 
 FECHA DE ENTREGA: 13 DE FEBRERO DEL 2023 
 
 
 
 
 
 
Introducción 
 
Leonardo da Vinci resumió el ideal renacentista del sabio de múltiple talentos – pintor, 
escultor, narrador, músico, científico, matemático, arquitecto, ingeniero- con una sed de 
conocimientos y una curiosidad insaciables; fue múltiple y fue uno, y cada arista de su genio 
estaba determinada por las otras del conjunto. 
En ningún momento debe perderse de vista que la fama única de la que el florentino gozo en 
su tiempo, y que filtrada y purificada por la crítica historia ha permanecido sin opacarse hasta 
nuestros días, se basa en la, igualmente única, universalidad de su espíritu. La universalidad de 
Leonardo es más que polifacetismo, era una fuerza espiritual, propia de si, que género en él un 
deseo ilimitado de conocimiento y que guio su forma de pensar y comportarse. Un artista con 
disposición y talento, encontró que sus ojos eran su principal vía al conocimiento; para 
Leonardo la vista fue el más alto sentido del hombre, porque la sola visión reunía los hechos de 
la experiencia de modo inmediato, correcto y certero. Por tanto, cada fenómeno percibido se 
convertía en un objeto de conocimiento. Saper vedere ( Saber ver ) fue el gran lema de sus 
estudios sobre la naturaleza y las creaciones del hombre. Su creatividad llego a todo dominio 
donde se usara la representación gráfica: por ello fue pintor, escultor, arquitecto, ingeniero y 
científico. 
Excluido por nacimiento de casi todas las profesiones, Leonardo era, también, un amasijo de 
contradicciones y conflictos; rara vez cumplía con un encargo; viajaba mucho para su tiempo; 
quería vivir plenamente y llegar al fondo de todos los fenómenos, y explicar las cosas; hacer 
todo lo que pudiese y anotar todo lo que presenciaba. Escribió en contra de la guerra, pero 
diseño armamento para varios líderes militares; era un maestro de la pintura, acaso el más 
grande de todos los tiempos, pero parece que se cansó del arte. Se mostraba desdeñoso 
respecto del legado cultural, pero se sumergió en el saber clásico; creía que el ser humano era 
la suma expresión de la divinidad, pero despreciaba a la humanidad. Y, aunque fuese el genio 
por antonomasia, podemos resumir sus aportes en tres campos principales: el arte, la ciencia y 
la ingeniería. 
Se han escrito numerosas obras en estos cinco siglos donde se interpreta a Leonardo como 
artista; se ha dicho mucho menos sobre sus ideas científicas y apenas después del decenio de 
1960, tras la recuperación de los códices de Madrid, se ha rescatado a Leonardo como 
ingeniero. 
Leonardo estudio y recibió el influjo de las tendencias teóricas, y observo y se acercó a las 
tendencias prácticas de la evolución científica. 
Por una lado, era eminentemente práctico, sabia modelar y hacer manualmente muchas cosas, 
amaba de verdad el campo. Del otro, leyó a los sabios antiguos y conoció también a otros 
genios que le infundieron la comprensión de la técnica y los principios teóricos. 
 
Conforme con lo anterior, este informe se centra en el ingeniero Leonardo sin pretender 
abarcar las otras múltiples facetas del universo de Da Vinci, pero sin olvidarlas Como señala 
Usher. Es bajo ese enfoque que se pretenden poner de relieve, y justipreciar, los trabajos 
tecnológicos de Leonardo, con el fin de señalar su verdadero lugar en la historia de la 
ingeniería. 
 
 
Biografía 
 
Nació el 15 de abril de 1452 en Vinci, en el valle del río Arno, la Toscana, territorio de los 
Medici y República de Florencia. 
Hijo ilegítimo y primogénito del notario Piero Fruosino di Antonio da Vinci, y de Caterina, una 
campesina. Su bautismo tuvo lugar en la cercana iglesia parroquial de Santa Croce, pero tanto 
el padre como la madre no asistieron al no estar casados. Leonardo no tuvo apellido en el 
sentido actual, y "da Vinci" simplemente significa "de Vinci": su nombre de nacimiento 
completo fue "Lionardo di ser Piero da Vinci". La inclusión del título de "ser" indica que su 
progenitor era un caballero. Su madre encontró un marido que aceptó su situación 
"comprometida". Pasó sus primeros cinco años en la aldea de Anchiano en casa de su 
progenitora, y desde 1457, en casa de su padre y abuelos. En 1452, su padre Piero se había 
casado con Albiera Giovanni Amadori, de la que no tuvo hijos. 
En 1460 se trasladó a Florencia, donde se formó. Su madrastra murió en 1464, cuando la 
familia ya vivía en Florencia, y fue enterrada en San Biagio. Ser Piero se casó tres veces más: en 
1464, con Francesca di Ser Giuliano Lanfredini, que también murió sin descendencia; con 
Margherita di Francesco di Jacopo di Guglielmo, en 1475, que finalmente le dio seis hijos; otros 
seis tuvo con su cuarto y último matrimonio. Leonardo tuvo así doce hermanastros y 
hermanastras, todos mucho más jóvenes que él (la última nació cuando Leonardo tenía 
cuarenta años), y con los que no tuvo mucha relación pero sí gran cantidad de problemas por 
la herencia de su padre. 
En torno a 1466 asistió al taller de Andrea del Verrocchio, donde se inicia en diversas 
actividades, desde la pintura de retablos y tablas, hasta la elaboración de grandes proyectos 
escultóricos en mármol y bronce. En 1472 fue admitido en el gremio de pintores de Florencia, 
y en 1476 todavía se le menciona como ayudante de Verrocchio, en cuya obra El bautismo de 
Cristo (c. 1470, Uffizi, Florencia), pintó el ángel arrodillado de la izquierda y el paisaje de 
matices neblinosos. Su primer encargo fue un retablo para la capilla del Palazzo Vecchio, del 
ayuntamiento florentino aunque no llegó a ejecutarse. 
Su primera gran obra, La adoración de los Magos (Uffizi), que dejó inacabada, se la encargaron 
los monjes de San Donato de Scopeto, cerca de Florencia, hacia 1481. Otras obras de este 
periodo son: la Madonna Benois (c. 1478, Ermitage, San Petersburgo), el retrato de Ginebra de 
Benci (c. 1474, Galería Nacional, Washington) y el inacabado San Jerónimo (c. 1481, Pinacoteca 
Vaticana). En 1482 se puso al servicio de Ludovico Sforza, duque de Milán, tras haberle escrito 
una carta en la que el artista se ofrecía como pintor, escultor, arquitecto, además de ingeniero, 
inventor e hidráulico y donde afirmaba que podía construir puentes portátiles, que conocía las 
técnicas para realizar bombardeos y el cañón, que podía hacer barcos así como vehículos 
acorazados, catapultas y otras máquinas de guerra y que incluso podía realizar esculturas en 
mármol, bronce y terracota. Ayudó al matemático italiano Luca Pacioli en su célebre obra La 
divina proporción (1509). La obra más importante del periodo en Milán son las dos versiones 
de la Virgen de las rocas (1483-1485, Louvre, París; década de 1490-1506-1508, National 
Gallery, Londres), donde aplica el esquema compositivo triangular que encierra a la Virgen, el 
Niño, san Juan y el ángel, y donde aplica por primera vez la técnica del sfumato. De 1495 a 
1497 trabaja en su obra maestra La última cena, pintura mural para el refectorio 
del monasterio de Santa Maria delle Grazie, Milán. Además realizó otras pinturas, dibujos y 
modelos para la cúpula de la Catedral de Milán. Su mayor encargo fue el monumento ecuestre 
en bronce a tamaño colosal de Francesco Sforza, padre de Ludovico, para su ubicación en el 
patio del castillo Sforzesco. Sin embargo, en diciembre de 1499, la familia Sforza fue expulsada 
http://www.buscabiografias.com/biografia/verDetalle/151/Andrea%20del%20Verrocchio
http://www.buscabiografias.com/biografia/verDetalle/3981/Ludovico%20Sforza%20el%20Moro
de Milán por las tropas francesas. La estatua quedó inacabada y fue destruidapor arqueros 
franceses que la usaron como diana. 
En 1500 regresó a Florencia. En 1502 comenzó a servir a César Borgia, duque de Romaña, hijo 
del papa Alejandro VI. En su calidad de arquitecto e ingeniero mayor del duque, supervisó las 
obras en las fortalezas de los territorios papales del centro de Italia. En 1503 fue miembro de 
la comisión de artistas encargados de decidir sobre el adecuado emplazamiento 
del David de Miguel Ángel (1501-1504, Academia, Florencia), y además ejerció de ingeniero en 
la guerra contra Pisa. Al final de este año comenzó a planificar la decoración para el gran salón 
del Palacio de la Signoria con el tema de la batalla de Anghiari. Realizó numerosos dibujos y 
completó un cartón en 1505, pero nunca llegó a realizar la pintura en la pared. El cartón se 
destruyó en el siglo XVII. Durante su segundo periodo florentino, realizó varios retratos, de los 
que sólo se conserva el de La Gioconda (1503-1506, Louvre, París), también conocido 
como Monna Lisa. Parece ser que sentía una gran predilección por esta obra ya que la llevaba 
consigo en sus viajes. La Mona Lisa, más conocida como la Gioconda, esa mujer de rostro 
enigmático, existió realmente: fue Lisa Gherardini, segunda mujer de Francesco del Giocondo, 
un rico comerciante de seda florentino, según el historiador florentino Giuseppe Pallanti, que 
llegó a la conclusión de que la figura pintada por Leonardo entre 1503 y 1506 fue real. 
En 1506 vuelve a Milán al servicio del gobernador francés Carlos II Chaumont, mariscal de 
Amboise. Un año después le nombraron pintor de la corte de Luis XII de Francia, que residía 
por entonces en la ciudad italiana. Durante los seis años siguientes pasó su tiempo entre Milán 
y Florencia. De esta misma época parece ser la segunda versión de la Virgen de las 
rocas y Santa Ana, la Virgen y el Niño (c. 1506-1513, Louvre, París). Desde 1514 a 1516 
Leonardo vivió en Romabajo el mecenazgo de Giuliano de Medici, hermano del papa León X. 
Se alojaba en el Palacio del Belvedere en el Vaticano, ocupándose fundamentalmente de 
experimentos científicos y técnicos. 
Pintor sublime, escultor, ingeniero de vanguardia, inventor original, músico, arquitecto 
innovador, estratega audaz, escritor excéntrico, maestro exigente… está considerado uno de 
los más grandes genios de la humanidad. Se cree que pudo diseccionar unos treinta cadáveres 
con los que dibujó con detalle y claridad gran parte de los órganos del cuerpo. 
Leonardo da Vinci fue estrictamente vegetariano, llamó a los omnívoros "devoradores de 
cadáveres". Parece ser que nunca tuvo relación con mujeres a excepción de su amistad con 
Cecilia Gallerani. Mantuvo en secreto vida privada. En Florencia, cuando Leonardo era aprendiz 
de Verrochio, se presentó una denuncia contra el pintor acusándolo de pederasta. Sus 
protectores consiguieron que eludiera el juicio público. Su sexualidad ha sido objeto de 
controversia y parece ser que tuvo relaciones íntimas con sus discípulos Salai y Melzi. En 1476, 
Leonardo y otros tres jóvenes fueron acusados de sodomía, aunque los cargos fueron 
desestimados por falta de pruebas. En cualquier caso, Leonardo permaneció soltero y sin hijos. 
El 23 de abril de 1519, redactó testamento ante el notario Guglielmo Boreau, manifestando su 
deseo de ser enterrado en la iglesia de Saint-Florentin, con una ceremonia fúnebre 
acompañado de capellanes y Frailes Menores, así como sesenta personas pobres, cada uno 
con una antorcha. Leonardo murió el 2 de mayo del mismo año en Amboise, Reino de Francia. 
 
Leonardo, El Genio 
http://www.buscabiografias.com/biografia/verDetalle/3051/Cesar%20Borgia
http://www.buscabiografias.com/biografia/verDetalle/4327/Alejandro%20VI
http://www.buscabiografias.com/biografia/verDetalle/8818/Miguel%20Angel%20Buonarroti
http://www.buscabiografias.com/biografia/verDetalle/3566/Luis%20XII
http://www.buscabiografias.com/biografia/verDetalle/5699/Leon%20X
Leonardo fue un polímata que abarcó diversos campos como anatomía, arquitectura, arte, 
botánica, ciencia, escritura, escultura, filosofía, ingeniería, música o poesía. 
Suele ser descrito como un arquetipo y símbolo del hombre del Renacimiento, genio universal, 
además de filósofo humanista, cuya curiosidad infinita solo puede ser equiparable a su 
capacidad inventiva. 
Prueba de ello son: 
• Anticipó el principio de inercia, que después Galileo demostró experimentalmente 
 
• Demostró experimentalmente la imposibilidad del ‘‘movimiento continuo’’ como 
fuente de energía, adelantándose en esto a Stevin de Brujas. 
 
• Aprovechó el conocimiento de esta imposibilidad para demostrar la ley de la palanca 
por el método de las velocidades virtuales, un principio que ya enunciaba Aristóteles y 
que utilizaron más tarde Bernardino Baldi y Galileo. 
 
Como ingeniero e inventor, Leonardo desarrolló ideas muy adelantadas a su tiempo, tales 
como el helicóptero, el carro de combate, el submarino y el automóvil. 
Muy pocos de sus proyectos llegaron a construirse puesto que la mayoría no eran realizables 
aún en esa época. Como científico, Leonardo da Vinci hizo progresar mucho el conocimiento 
en las áreas de anatomía, la ingeniería civil, la óptica y la hidrodinámica. 
El ingeniero Fernando Torres Leza, que participó en la construcción de 15 de las máquinas 
ideadas por Leonardo en sus Códices de Madrid, opina acerca de los ingenios mecánicos 
propuestos por Leonardo: “pueden funcionar perfectamente, lo cual desmiente a quienes lo 
han considerado un genio sólo ocurrente”. 
 
Los Códices De Leonardo 
 
El legado de Leonardo a través de los Códices comprende estudios en prácticamente todos los 
campos del saber: geometría, hidráulica, física (Códice Forster), tratados de pintura (Códice 
Urbinas), arquitectura y matemáticas (Códice Arundel). 
Algunos códices eran especialmente novedosos en la época e incluso peligrosos, para el que se 
dedicaba a los estudios en ciertas materias perseguidas por la Iglesia. Se descubre en los 
manuscritos del Castillo de Windsor, a un Leonardo volcado durante 30 años en la anatomía 
médica, mediante las disecciones de cadáveres, algo poco común en su época. En el Códice 
Leicester se abordan, entre otros, temas de Cosmología e Hidráulica. El estudio del vuelo de 
los pájaros, analizado en el códice del mismo nombre. 
Otros tratados sobre navegación e ingeniería militar, que ocupan un lugar destacado en los 
monumentales Códice Atlántico, Manuscritos A-M de Francia y Códices de Madrid. 
Este ingente caudal de conocimiento permaneció durante siglos celosamente guardado, y 
desperdigado, por las bibliotecas de la nobleza europea. El valor que se daba a estos 
manuscritos era el de un curioso objeto de colección, más que como fuente de saber; 
actualmente se encuentran en bibliotecas nacionales de distintos países resguardados del paso 
de los años. 
 
Los Códices Madrid l y ll 
Leonardo fue un apasionado por los ingenios mecánicos. En sus tratados sobre Mecánica 
manifestaba su opinión al respecto de esta disciplina ‘‘La mecánica es el paraíso de las ciencias 
matemáticas, porque con ella se alcanza el fruto matemático. Es la más noble de las ciencias 
puesto que vemos que por medio de ella realizan sus acciones todos los cuerpos animados que 
poseen movimiento’’ 
A la muerte de Leonardo, sus proyectos y anotaciones, que comprenden los actuales Códices 
Madrid I y II, pasan a manos de su ayudante Francesco Melzi, que posteriormente legó a su 
hijo Orazio. Unos cincuenta años más tarde Pompeo Leoni, escultor al servicio de Felipe II, los 
compró a Orazio y los trajo a España. 
Al morir Leoni, en 1608, los manuscritos pasaron a las manos de Juan de Espina, un amigo de 
Francisco de Quevedo y Villegas, que según habladurías de la época “Era un caballero que vivía 
sólo en una mansión de Madrid y sus servidores eran todos autómatas de madera”. 
Es en 1623 cuando Don Carlos, Príncipe de Gales, en su visita a Madrid,se interesó por los 
manuscritos, Espina se sintió en un compromiso y se los regaló. De este modo, los Códices 
llegan a la Biblioteca Real en 1712, en la que por diversos motivos permanecen perdidos hasta 
1966. 
Según Martín Abad (responsable de Manuscritos de la Biblioteca Nacional) , los motivos de 
esta “ larga pérdida” son varios: ‘‘Por el trasiego de la biblioteca regia por cuatro sedes 
distintas, por una fatal confusión de signatura y por el aura de Da Vinci, que cegó a muchos 
para adosar su fama a la del genio’’ 
Por caprichos del destino, en 1966, durante unas tareas de inventario de la Biblioteca Nacional 
de España de Madrid, aparecieron dos volúmenes titulados como Tratado de estática y 
mecánica en italiano (1493) y Tratados varios de fortificación, estática y geometría en italiano 
(1491) cuya autoría correspondía a Leonardo da Vinci. 
 
 
 
 
 
 
 
 
Estos códices son 
dos volúmenes 
que contienen 197 páginas, están encuadernados en cuero rojo, están escritos en un italiano 
dialectal con una incorrecta concordancia. 
Además de los diseños de un gran número de ingenios mecánicos, incluyen una relación de 
116 libros que utilizó en la época que los escribía entre los que figuran por ejemplo algunas 
gramáticas latinas básicas. 
En los Códice I y II Leonardo nos describe mecanismos que no fueron construidos hasta 
muchos años después de su muerte y que evidencian, sin lugar a dudas, su tremenda 
inteligencia. 
Codex Madrid I, es básicamente un tratado de mecánica, compuesto de 12 cuadernillos de 16 
folios cada uno escrito aproximadamente entre los años 1492 y 1497, y está escrito al revés. En 
una fecha imprecisa le fueron arrancados 8 folios y se conserva un total de 191. 
A pesar del predominio de la mecánica, en él podemos encontrar asimismo algunas 
anotaciones de óptica y de astronomía. Tiene una estrecha correspondencia con el Códice 
Atlántico, de la Biblioteca Ambrosiana de Milán, presentando una serie de elementos como 
balanzas, pesos, engranajes, resortes, maquinarias de relojes, tornillos, bisagras, etc., 
esbozados en el Códice Atlántico, y desarrollados en el Codex Madrid, con dibujos con gran 
detalle y calidad. También se le han encontrado correspondencias con el Códice Forster y el 
Manuscrito H del Institut de France, de París. 
El Codex Madrid II tiene un carácter distinto. De igual dimensión y encuadernación que el 
Codex Madrid I, consta de 157 folios. En este cuaderno de notas podemos hallar una gran 
variedad de estudios: croquis topográficos, problemas de náutica, arquitectura e ingeniería 
militar, geometría y algunas notas dispersas sobre cuestiones personales (el listado de libros 
de su biblioteca, o de sus piezas de ropa, por ejemplo). 
Los escritos de Leonardo resultaban de difícil lectura, pues escribía al revés de derecha a 
izquierda. En conjunto sus códigos resultaban caóticos, carentes de orden y método, 
rellenando huecos con anotaciones de temas no relacionados, etc, lo que le impidió ejercer un 
mayor protagonismo en la historia de la ciencia y del pensamiento. No obstante, en el Códice 
de Madrid I, se pueden apreciar páginas cuya edición es realmente exquisita, transmitiendo 
una claridad meridiana y un claro objetivo: compartir sus conocimientos. 
Los Códices hay que interpretarlos como lo que eran realmente, notas de campo, desarrollos 
de ideas en los que trabajaba Leonardo y que en el futuro pretendía ordenar y pasar limpio. 
Los manuscritos son de gran importancia en la obra de Leonardo, ya que contienen cerca del 
15% de las notas de Leonardo que hay referenciadas hoy día, pero también son importantes 
por la calidad y relevancia de los temas que en ellos recogidos, representan uno de los 
tratados de ingeniería más importantes de la época. 
 
 
 
 
 
 
Aportes de Leonardo Para La Ingeniería 
 
Podría decirse que antes que ingeniero, Leonardo fue científico racional ya que, a pesar de que 
hizo extenuantes esfuerzos para enseñarse a sí mismo y llegar a ser un erudito en idiomas, 
ciencia natural, matemática, filosofía e historia, como una mera lista del amplio contenido de 
su biblioteca puede atestiguarlo, siempre fue un empírico de la observación visual. Pero 
precisamente así —gracias a su genio— desarrolló su propia “teoría del conocimiento”, única 
en su clase, en la cual el arte y la ciencia forman una síntesis. Frente a todos los logros del 
genio creativo de Leonardo, se hace irrelevante la cuestión de cuánto acabó y cuánto no. La 
cuestión crucial es la fuerza intelectual inherente a cada una de sus creaciones. Esta fuerza ha 
permanecido operativa constantemente hasta el día de hoy. 
En Leonardo, la mecánica también provino de la práctica artística, con la cual se hizo muy 
familiar como arquitecto e ingeniero. Durante toda su vida Leonardo fue un constructor 
inventivo, siempre se sintió a sus anchas con los principios de la mecánica de su época y 
contribuyó de muchas maneras a su avance. Parece ser que el estudio de las armas, la ballesta 
en particular, resultó fundamental para que dirigiera su atención a los temas de la mecánica 
teórica. Las áreas que le interesaron, en su denominación moderna, fueron: el principio de la 
suma de velocidades, la ley de composición de fuerzas, el concepto de fibra neutra y el papel 
que desempeña el centro de gravedad en la conducta de un cuerpo en movimiento. 
Con el transcurso de los años su interés en la mecánica pura se mezcló cada vez más con su 
interés en la mecánica aplicada. Leonardo se dio cuenta de que las fuerzas que trabajaban en 
las leyes básicas de la mecánica operaban en todas partes en el mundo orgánico e inorgánico. 
Ellas determinaban, lo mismo, la naturaleza inanimada como la animada, así como al hombre. 
Finalmente, fuerza llegó a ser el concepto clave para Leonardo, que como virtù spirituale 
(propiedad espiritual) conforma y rige el cosmos. Por ello escribió: “La instrumental o 
mecánica es la más noble y útil de todas, puesto que por medio de ella ejecutan sus acciones 
todos los cuerpos vivos que tienen movimiento”. 
Siempre que Leonardo sondeaba los fenómenos naturales, reconocía la existencia de fuerzas 
mecánicas primigenias que gobiernan la forma y función del universo: en sus estudios sobre el 
vuelo de los pájaros, en el cual basó su idea juvenil sobre la factibilidad de aparatos voladores 
y lo llevó a una investigación exhaustiva sobre el elemento aire; en sus estudios del agua, el 
transportador de la naturaleza, en el cual estaba interesado tanto en las propiedades físicas 
como en las leyes de movimiento de las corrientes; en sus investigaciones sobre las leyes de 
crecimiento de las plantas y los árboles así como de las estructuras geológicas de la tierra y la 
formación de las co linas; y finalmente, en sus observaciones de las corrientes de aire, que 
evocaban la imagen de la llama de una bujía o la pintura de un pedazo de nube o una voluta de 
humo. 
En resumen, las manifestaciones ingenieriles —que no pueden separarse de las artísticas, 
arquitectónicas y científicas— se ven en sus construcciones civiles, en las máquinas de guerra 
terrestres, las máquinas para volar, las máquinas de uso civil, las máquinas hidráulicas y 
marítimas. 
Obras Civiles 
Para la construcción del canal a base de esclusas que salvara los obstáculos naturales entre 
Florencia y el mar, Leonardo proyectó túneles e inventó máquinas, como excavadoras, grúas y 
calandrias. Los obreros trabajaban a base de pico y pala; las tormentas de otoño provocaban 
corrimientos de tierra y, en consecuencia, hubo que suspender las obras. Pisa todavía resistió 
el asedio cinco años: cayó cuando los florentinos consiguieron que un pirata bloqueara la 
salida al mar. Las grúas y aparatos elevadores servirían para otra obra: Leonardo propuso 
elevar el baptisterio de Florencia con la ayuda de cabrias hidráulicas para colocarlo sobre un 
pedestal más alto que descansaría sobrearcadas. Puede señalarse, también, que Leonardo 
estaba muy interesado en los puentes modulares retráctiles. Este proyecto complejo fue 
diseñado para superar el foso frente a una villa —probablemente de Carlos d’Amboise, el 
gobernador francés de Milán— para mantener alejados a los intrusos. 
Mecánica Aplicada 
Como hemos señalado, lo más novedoso de las contribuciones técnicas de Leonardo es su 
análisis de los componentes (los órganos) de las máquinas, llevado a cabo durante el decenio 
de 1490. Él consideró las máquinas como ensambles de distintos dispositivos elementales, y 
sistemáticamente las descompuso en sus órganos básicos estudiando su rendimiento, es decir 
desarrolló lo que podríamos llamar la anatomía de las máquinas. Consideremos algunos de sus 
elementos preferidos, tomados de la exhibición del Istituto e Museo di Storia della Scienza, 
Florencia. 
El tornillo y la rueda dentada : 
Leonardo clasificó metódicamente los diferentes tipos de tornillos. Buscó medir su potencia y 
especificar sus aplicaciones potenciales en las máquinas y las operaciones mecánicas. También 
diseñó máquinas para hacer tornillos. Dedicó especial atención a los piñones, concentrándose 
en los perfiles de los dientes y clasificando con precisión los tipos de movimientos producidos 
por varias combinaciones de ruedas dentadas y piñones. 
Poleas, bloques de poleas, ejes y rodamientos : 
Leonardo hizo énfasis en las ventajas del uso eficiente de los conjuntos de poleas y las poleas, 
sobre todo para facilitar el levantamiento de cargas pesadas. También analizó muchos 
sistemas para soportar ejes móviles en particular para disminuir la fricción. Sus diseños de 
rodamientos para ejes verticales y resistentes a la presión son notables. 
Mecanismos de cigüeñales y volantes : 
Leonardo sugirió el uso de mecanismos de cigüeñales para convertir el movimiento rotatorio 
en lineal, como en el resorte de la máquina de cuerda automática del Códice de Madrid I. 
También analizó en detalle el papel de las ruedas volantes en facilitar y regular el movimiento 
de los ejes rotativos. 
Resortes y levas : 
Leonardo diseñó lo que se puede llamar correctamente un catálogo visual de resortes. Recalcó 
su utilidad en cerraduras y en la relojería, y propuso soluciones a la fuerza regulada. También 
diseñó una máquina para hacer resortes. Su interés en las levas, así mismo, está ligado a la 
misma determinación de mejorar y regular los relojes, como se muestra en sus estudios de los 
escapes del péndulo y en los escapes con impulsor y leva sinusoidal. 
Transmisión con banda : 
Algunas veces Leonardo hizo uso de cuerdas y correas para generar movimiento rotatorio o 
lineal alternado a partir de movimiento rotatorio continuo, como el producido por una rueda 
hidráulica o un animal. 
Máquinas de guerra : 
Como ingeniero, son muchos los inventos atribuidos a Leonardo, desde un diseño para la 
fabricación de un helicóptero (modelo dotado de alas giratorias equipado con amortiguadores 
para conseguir un suave aterrizaje) o un vehículo automóvil hasta el común rallador de pan, 
pasando por una práctica sierra para mármol, una máquina para fabricar maromas, 
perchadoras de cardas para perchar el paño, modernas puertas de batientes para las esclusas, 
máquinas para tallar tornillos y limas; máquinas de guerra tales como el carro blindado, 
vehículo accionado mediante una manivelas que utilizan la fuerza muscular, y dotado de una 
coraza en forma de cono, las embarcaciones sumergibles (submarinos) o los trajes para buzos 
de combate; una máquina para pulir espejos, fusiles de repetición y una grúa móvil que 
facilitaría las labores de construcción, consiguiendo elevar pesadas cargas; su excavadora 
flotante pretendía conseguir que los ríos fuesen navegables; su molino de aire caliente, basado 
en el principio de la rueda de palas y en el aprovechamiento del calor residual, que se hace 
funcionar mediante un motor de palas que, instalado en una chimenea, gira a consecuencia de 
la ascensión de gases de combustión caliente. El mismo sistema será utilizado en otra de sus 
máquinas, pero haciendo que el motor sea movido por agua. Es un precedente de los 
medidores de caudal inventados más tarde. Sin embargo, ninguno de estos inventos pasó del 
estadio del diseño, ni fue utilizado, a pesar de que Leonardo no solo diseñaba extraordinarias 
máquinas sino que también se ocupaba de resolver todos y cada uno de los problemas 
relacionados con la construcción de las mismas. 
Maquinas De Uso Civil : 
Cada idea le lleva más lejos: para trabajar el metal necesitaba 
instrumentos nuevos. Confeccionar limas a mano era una 
tarea muy trabajosa y de resultado incierto. Así, Leonardo 
construyó una máquina que ejecutaba dicha labor; inventó 
“un método para que las limas se estriasen solas”: una gran 
mole suspendida del techo proporcionaba la fuerza motriz; al 
elevarse ésta por medio de una manivela, ponía en 
movimiento una rueda dentada, que a cada rotación 
disparaba un martillo, al mismo tiempo que un husillo 
empujaba automáticamente el bloque con la lima. El inventor 
no olvidó consignar el trazado oblicuo del cincel en la punta 
del martillo y así lo especifica en un croquis lateral. 
Para mover grandes masas precisaba instrumentos de palanca. Leonardo se enfrentó una y 
otra vez con el problema de multiplicar la fuerza del hombre. Estudió las transmisiones a base 
de tornillos y ruedas dentadas, y proyectó grúas formidables para erigir columnas. Para esto 
necesitaba maromas y sogas. La cordelería era un oficio antiquísimo, y Leonardo inventó un 
ingenio para trenzar sogas, que él pensaba que acabaría con el gremio de los cordeleros. 
Máquinas hidráulicas y marítimas : 
Sus hermosos diseños son insuperables, siempre que se ha intentado confeccionar maquetas a 
partir de sus dibujos, éstos han perdido parte de su encanto, pues los prototipos, soportes 
pasivos de la contemplación ajena, nos recuerdan cosas a las que 
hoy ya estamos acostumbrados; un traje de buzo, muy parecido a 
los que se usan en la actualidad, aunque la capa protectora sea de 
cuero en vez de goma; aletas para nadar, iguales a las utilizadas por 
los hombres rana durante la última guerra; un vapor de ruedas, que 
no es, claro está, un vapor en el sentido estricto de la palabra sino 
un barco movido por paletas que giran impulsadas por manivelas o, 
en los proyectos más acabados, por los pies: largos estribos 
desembocan por medio de correas de transmisión, en un 
mecanismo de engranajes que mueven el eje de la rueda de paletas. 
Un barco de doble fondo, de construcción sobria en apariencia y 
casi elegante, que sin embargo en aquella época barco de paletas 
resultaba ser una tarea insoluble. 
Maquinas Para Volar : 
En una de sus fases iniciales de investigación, Leonardo 
visualizó máquinas volantes complejas con alas que se baten. 
La máquina era operada con la fuerza muscular de un piloto 
acostado, que activaba las alas moviendo las piernas y los 
brazos. En otro proyecto, el piloto está erguido y mueve el 
aparato con los brazos, las piernas y la cabeza. Leonardo 
también consideró el uso de un motor de resorte que podía 
volverse a enrollar durante el vuelo. Planeó ensayar los 
vuelos y diseñó sistemas de seguridad para los choques 
usando pieles infladas de animales absorbedores de impacto. 
En 1502 Leonardo diseñó un puente de 240 metros para un proyecto de ingeniería civil del 
sultán otomano Beyazid II de Estambul. El puente debía servir para franquear el estuario 
conocido como Cuerno de Oro. Beyazid abandonó el proyecto porque consideró que la 
construcción sería imposible. La visión de Leonardo fue resucitada en 2001 cuando se 
construyó en Noruega un pequeño puente basado en su concepto. El 17 de mayo de 2006 el 
gobierno turco decidió construir el puente de Leonardo sobre el Cuerno de Oro. 
Durante la mayor parte de su vida, Leonardo estuvo fascinadopor el vuelo. Produjo 
numerosos estudios sobre el vuelo de los pájaros así como planos de varios aparatos 
voladores, como un helicóptero primitivo denominado «tornillo aéreo», un paracaídas y un ala 
delta de bambú. Pese a que la mayoría se considera irrealizable, el ala delta ha sido construido 
y, tras añadirle unos estabilizadores, ha volado con éxito. Es posible, sin embargo, que 
Leonardo estimase que los sistemas de vuelo similares a los de los murciélagos eran los que 
presentaban mayor potencial.24 También inventó el túnel de viento aerodinámico para sus 
experimentos. 
 
 
 
 
 
https://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Beyazid_II_de_Estambul&action=edit&redlink=1
https://es.wikipedia.org/wiki/Cuerno_de_Oro
https://es.wikipedia.org/wiki/Leonardo_da_Vinci#cite_note-Vezzosi3-30
La Máquina De Sumar : 
 
Vale la pena mencionar otro aspecto del genio de Leonardo. El doctor Roberto Guatelli fue un 
experto en Leonardo da Vinci reconocido mundialmente y había construido incontables 
réplicas de sus diseños, con la ayuda de sus cuatro ayudantes incluido su hijastro Joe 
Mirabella. Poco después del descubrimiento de los cuadernos de Madrid, en 1967, fue a 
examinar la copia que tenía la universidad de Massachusetts y encontró la imagen de una 
calculadora similar a una que había visto en el Códice Atlántico. Usando los dos esquemas, el 
doctor Guatelli construyó una réplica en 1968, la cual fue usada en una exposición de la IBM. 
En la explicación de la réplica se dice que es un aparato para hacer cálculos, una versión 
primitiva de la calculadora actual. El mecanismo de Leonardo mantiene una relación constante 
de diez a uno en cada una de sus trece ruedas para registrar dígitos. Por cada revolución del 
primer manubrio, la rueda de las unidades gira levemente para registrar un nuevo dígito entre 
0 y 9. Consistente con la relación diez a uno, la décima revolución del primer manubrio hace 
que la rueda de las unidades complete su primera revolución y registre cero, lo que a su vez 
hace girar la rueda de las decenas de 0 a 1. Cada rueda adicional que marca las centenas, los 
miles, etc., opera en la misma proporción. Al bosquejo de Leonardo se le hicieron ligeros 
refinamientos para dar una vista más clara de cómo cada una de las trece ruedas puede 
operarse independientemente y seguir conservando la relación 10/1. El diseño de Leonardo 
muestra pesas en los extremos para demostrar la uniformidad de la máquina. Sin embargo, la 
réplica provocó gran controversia, pues algunos profesores argumentaban que el dibujo de 
Leonardo no era de una calculadora sino de una máquina de proporciones. Una revolución del 
primer eje ocasionaría 10 revoluciones en el segundo eje y 1013 en el último. Tal máquina no 
podría construirse debido a la enorme fricción que se produciría. Se decía que el doctor 
Guatelli “había usado su propia intuición e imaginación para ir más allá de lo establecido por 
Leonardo”. La votación quedó empatada, sin embargo la IBM retiró la controvertida réplica de 
ºla exhibición. El doctor Guatelli murió en setiembre de 1993 a la edad de ochenta y nueve 
años. El paradero de la réplica se desconoce, posiblemente esté en una bodega de la IBM. 
Joseph Mirabella todavía tiene su taller en Nueva York, con muchas réplicas a mano. 
 
 
Conclusión 
La alegría que supone redescubrir ideas y hallazgos modernos en los dibujos de Leonardo no 
debe inducirnos al error de considerarlo descubridor original de todo, el inventor por 
antonomasia, pues muchas de sus ideas eran conocidas desde mucho antes. Hay que 
comprender que el logro de un artista es un fin en sí mismo y de valor permanente a pesar de 
los cambios en estilos y gustos con el tiempo. El logro de un ingeniero, por el contrario, es 
meramente una contribución al flujo de logros, en los cuales la identidad de las obras 
individuales es eclipsada por todas las circunstancias naturales de la vida social. Los que están 
al principio de las cosas atraerán menos la atención que quienes las llevan a la aplicación 
práctica. Así Leonardo echó los cimientos de nuevas ciencias experimentales; se alejó del mero 
empirismo hacia conceptos de la ciencia de la mecánica aplicada aptos para la aplicación 
general en el mundo industrial, en ese sentido fue el primer ingeniero moderno. 
Leonardo tuvo menos influjo porque sus escritos no tuvieron la suficiente difusión y algunos se 
perdieron. ¿Qué hubiera pasado si Galileo y Kepler los hubieran conocido? Cuenta la leyenda 
que Leonardo murió preguntando si algunos de sus bocetos se había llevado a la ejecución. 
Aunque los historiadores dudan de la veracidad de este relato, lo cierto es que ese 
pensamiento aparece escrito en sus cuadernos, reflejando cuánto le pesaba no haber logrado 
más. 
Es cierto que, de la maquinaria esquematizada en sus notas, las características más novedosas 
eran demasiado avanzadas para la técnica de su tiempo. Sin embargo, muchos de sus inventos 
fueron puestos en práctica por Leonardo y sus seguidores, de modo que aun sin sus 
manuscritos estos aparatos ejercieron una poderosa influencia en su tiempo. De acuerdo con 
Usher, la influencia de Leonardo es claramente perceptible durante el siglo siguiente a su 
muerte, directa o indirectamente. Leonardo se merece la fama en nuestra profesión no tanto 
por ser un ingeniero practicante sino por ser un profeta del futuro de la ingeniería y mientras 
más se estudia su legado más se comprende esa dimensión genial del gran florentino. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Bibliografía 
 
- Sanz de Cepeda, E., Leonardo da Vinci, Reus, Madrid, 1944, p. 92 
 
- White, Michael, Leonardo. El primer científico, Plaza & Janés, Barcelona, 2002, 
p. 103. 
 
- http://www.seas.es/blog/automatizacion/leonardo-da-vinci-un-genio-de-la-
mecanica/ 
 
- Sprague de Camp, L. The Ancient Engineers, Barnes & Noble, New York, 1993, 
p. 362. 
 
- Foley, Vernard y Werner Soedel, “Contribución de Leonardo a la mecánica 
teórica”, Investigación y Ciencia, N.° 122, Nov., 1986, p. 84. 
 
- Bérence, Fred, Leonardo de Vinci, obrero de la inteligencia, Gandesa, México, 
1954, p. 71. 
 
- https://es.wikipedia.org/wiki/Leonardo_da_Vinci 
 
- http://geotecnia-sor.blogspot.pe/2012/01/historia-de-la-geotecnia-
precursores-de.html 
 
- http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=43003211 
 
- Vinci, Leonardo da, Cuadernos de Notas, Edimat Libros, Madrid, 1999 p. 265. 
http://www.seas.es/blog/automatizacion/leonardo-da-vinci-un-genio-de-la-mecanica/
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