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Botiquín de las emociones

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Botiquín de las emociones
Publicado en 25/02/2021
A lo largo de nuestra vida vamos viviendo distintas situaciones, algunas de las cuales suelen repetirse conforme a patrones cíclicos, que producen un desequilibrio en nuestro sistema emocional. He aquí una guía para afrontar nuestras necesidades cotidianas. La idea es tener a mano una serie de elementos prácticos que nos permitan en cada momento apelar a las energías espirituales para armonizar nuestras emociones.
Amor y miedo.
Los dos sentimientos básicos a partir de los cuales se originan todos los demás son el amor y el miedo.
Al amor se vinculan la felicidad, el gozo, la paz, la libertad. El amor es creativo. Produce júbilo, interés, sensación de éxito y logro, apreciación del arte.
El amor es una fuente de transformación porque tiene una frecuencia de vibración energética muy alta que no nos separa sino que nos une, que no nos lastima sino que nos sana.
Al miedo se asocian la ira, el enojo, la violencia. El miedo es destructivo. Del miedo, surge el enojo que potenciado por la ignorancia (ya sea por desconocimiento y/o falta de conciencia) genera la violencia.
La palabra emoción proviene de la raíz “moteras” que significa movimiento. Se trata de información fisiológica que suministra nuestro cuerpo para responder a las situaciones y experiencias que vivimos día a día.
La ira, agresión, rabia, enojo hacen que la sangre fluya a nuestras mnos, que el ritmo cardíaco y la temperatura corporal aumenten y que el rostro enrojezca.
El miedo, el temor, el terror y la angustia hacen que la sangre fluya rápidamente hacia los músculos y genera el impulso a correr y huir.
La felicidad, el placer, la alegría, la satisfacción producen relajación y hacen que estemos tranquilos.
La tristeza y la depresión producen una disminución de la energía y la actividad, el ritmo corporal se vuelve lento.
La alegría nos induce a la conservación o reproducción de lo que origina. La tristeza nos motiva al cambio y a la reconstrucción.
Podemos comenzar con la siguiente práctica para armonizar nuestras emociones:
Usemos nuestras manos. Con ambas vamos a realizar el gesto llamado To, que consiste en colocar nuestros dedos indice y medio juntos, mientras los demás están replegados y sostenidos por el dedo pulgar.
Colocamos las manos a la altura de cada oreja, inspiramos y al exhalar decimos EZ FATAZ tres veces.
Volvemos a repetir este ejercicio dos veces más.
Con el paso de los días podemos incrementar la cantidad de respiraciones y mejorar la armonía en nuestras emociones.
El mantra es una invocación de sanación muy útil además, cuando se hace necesario encontrar tu propio camino.

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