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Índice 
Introducción	3
Pregunta problema	4
Objetivo general	4
Objetivos específicos	4
Marco teórico	4
Antecedentes	9
Diseño de investigación	10
Bibliografía	11
 
Introducción
En este trabajo de investigación nos proponemos a analizar y describir las desigualdades de género que se identifican en los profesionales de salud dentro de las instituciones, ya que la desigualdad es un fenómeno social, jurídico y cultural en el que se presenta discriminación entre las personas a razón de su género. 
Al momento de iniciar la búsqueda de investigaciones previas sobre la temática, hemos observado que muchas de ellas se remiten a la conceptualización de género, perspectiva de género, desigualdades, feminización, entre otros. 
El concepto sobre genero refiere a identidades, comportamientos socialmente aceptados, estereotipos, modelos, rasgos sociales y psicológicos que forman a una persona, lo que “debería” ser según su sexo biológico.
El eje principal es plasmar las desigualdades que se dieron en el pasado y que siguen ocurriendo en el presente entre las mujeres y hombres, con respecto a lograr cargos jerárquicos, toma de decisiones, diferencias salariales y la imposibilidad de lograrlas si los mismos profesionales las naturalizan.
De este planteo, se desprende como interrogante de esta investigación: ¿Cuáles son las desigualdades de género que se identifican en la trayectoria profesional del personal de salud de las instituciones privadas en el segundo semestre del 2023?
Teniendo como objetivo el análisis de las desigualdades de género existentes en los puestos de trabajo personal de salud del sector privado.
 
Pregunta problema
¿Cuáles son las desigualdades de género que se identifican en la trayectoria profesional del personal de salud de las instituciones privadas en el segundo semestre del 2023?
Objetivo general
Analizar las desigualdades de género que se identifican en la trayectoria profesional del personal de salud en las instituciones privadas en el segundo semestre del 2023.
Objetivos específicos
* Explorar las desigualdades de género en la inserción laboral del personal de salud
* Describir las condiciones laborales del personal desde una perspectiva de género.
Marco teórico 
Teniendo en cuenta los objetivos propuestos en el trabajo de investigación, a continuación, se detallarán algunos conceptos, ideas e información sobre el tema a tratar para hacer más sencillo su entendimiento.
Según Aspiazu (2016) el género es una construcción social y cultural que históricamente representa espacios y roles distintos para hombres y mujeres, así como sistemas legítimos de dominio masculino. El género conceptualiza a los patrones de identidad, los modelos a seguir, los estereotipos, los comportamientos socialmente aceptables y a los rasgos sociales y psicológicos que conforman el "debe ser" de una persona según su sexo biológico. Así, hombres y mujeres de la sociedad definen e imponen distintos tiempos, espacios, responsabilidades y tareas. Además, analizando los puestos de trabajo desde una perspectiva de género, también se pueden identificar desigualdades y situaciones perjudiciales de desventaja para las mujeres. 
Para tener otra mirada sobre género lo citamos a Gómez que propone que el género no se refiere ni a la mujer ni al hombre, si no que se aplica a las desigualdades entre ellos en cuestiones de asignaciones que se les otorga como responsabilidades, herramientas, accesos, toma de decisiones, entre otras. 
Según Gómez (2002) 
El concepto de género no se aplica a la mujer en sí misma ni tampoco al hombre, sino a las relaciones de desigualdad entre mujeres y hombres (o entre los ámbitos masculinos y femeninos) en torno a la distribución de los recursos, las responsabilidades y el poder. (Pág. 455).
Además, es importante describir en este trabajo qué implica la perspectiva de género y cómo se relaciona con las relaciones de poder.
El poder, es una fuerza nacida de conciencia social destinada a conducir la búsqueda de un bien común. Éste, se manifiesta como un medio para.
Las relaciones de poder, se dan en la interacción entre dos o más personas, reguladas por normas sociales, aunque esto no quiere decir que alguien posee el poder sobre alguien que no, sino que las relaciones de dominancia social son relaciones económicas, sociales o políticas de la sociedad.
Reconocer las relaciones de poder entre hombres y mujeres que son generalmente favorables a los hombres como grupo social y discriminatorias a las mujeres; que estas relaciones son social e históricamente construidas; trascienden los marcos sociales y se articulan con otras relaciones sociales como clase, etnia, edad, orientación sexual y religión. La perspectiva de género se apoya en conceptos epistemológicos que abordan la realidad en términos de género y sus relaciones de poder.
Las relaciones de poder en el trabajo, se expresan en relaciones salariales y particulares de organizarlo, con tareas, la autoridad, y el poder entre sus integrantes de acuerdo al puesto que ocupen.
Cuando buscamos el origen de las desigualdades de género en las profesiones sanitarias podemos remontarnos a hechos históricos. Desde la creación de las universidades en Europa en el siglo XIII hasta finales del siglo XIX cuando las primeras mujeres comienzan a estudiar y practicar la medicina, solo los hombres eran quienes ejercían la profesión debido a la marginación y exclusión a la que eran sometidas. Las prácticas y valores utilizados en la profesión médica estaban totalmente basados en conductas y comportamientos masculinos.
El incremento en la incorporación de mujeres al ámbito sanitario en el siglo XX fue también acompañado de marginación interna y creación de espacios profesionales cargados de valores de género. Los hombres las limitaban y las mujeres procuraban establecerse en la profesión.
Para introducirnos un poco más en el tema, definiremos feminización.
Feminización: dar presencia o carácter femenino.
El concepto de feminización, como lo vemos plasmado en los textos citados lleva una connotación negativa, ya que parte de la construcción cultural de género que no ha sido definido en condiciones de igualdad por la sociedad. En esta sociedad, el hombre ha dominado y subordinado a la mujer 
El sector salud ha sido un campo históricamente feminizado. Con esto decimos, que los puestos de salud en su mayoría, siempre fueron ocupados por mujeres, quedando a cargo de tareas con mayor carga de cuidados. Sin embargo, los tipos que definen la feminidad hoy son muy distintos a los que eran hace unas décadas. 
Su mayor manifestación, es el aumento del número de mujeres en puestos profesionales que tiende a la feminización de la profesión, ya que las mujeres históricamente han ocupado puestos de menor calificación o se vinculaban a tareas de cuidados. Aunque esto no quiere decir que este crecimiento no siga implicando desigualdades de salario, ocupación en puestos de decisión y otras que iremos desarrollando a lo largo del trabajo. 
Hay un fuerte impulso a la feminización de la profesión, como se ha dicho últimamente. El aumento de la inscripción en profesiones médicas y afines confirma esta tendencia. Según los datos del censo de 2001, el cambio más significativo es en la atención médica. Del 25% de graduados en el grupo de edad de más de 50 años, el 56% de los más jóvenes eran mujeres. La única ocupación que mostró la tendencia opuesta fue la enfermería, donde la proporción de hombres graduados en enfermería aumentó del 8% para los mayores de 50 años al 22% para los menores de 40 años. Sin embargo, este potente proceso de feminización del personal sanitario no significa que se haya alcanzado la igualdad de género, ya que las desigualdades siguen siendo tan marcadas. Además, las médicas continúan enfocándose en áreas típicamente ocupadas por mujeres, como pediatría, nutrición, neonatología, dermatología y ortopedia ginecológica, mientras que los médicos masculinos, como traumatología y cardiología, continúan enfocándose en estas áreas las principales especialidades y cirugía.La feminización de los empleos profesionales de la salud no supuso ganancias significativas en la igualdad de ingresos. La obtención de un título de grado es un requisito clave para la mayoría de puestos de dirección y liderazgo, especialmente en el sector sanitario, donde la gran mayoría de puestos de liderazgo están ocupados por profesionales. La antigüedad es también un factor determinante para la obtención de puestos de decisión en el sector. A pesar de las mejoras en la salud de las mujeres en lo que se refiere a la registración y estabilidad laboral, persisten las disparidades de ingresos. Una de las características más conocidas que distinguen a mujeres y varones argentinos, es su posición en los lugares de decisión. Los hombres tienden a ocupar puestos de toma de decisiones, y la diferencia es aún mayor entre el porcentaje de mujeres trabajadoras y el porcentaje de acceso a puestos de dirección y jefatura. Los logros educativos de las mujeres de la salud y su mayor antigüedad en sus instituciones de trabajo, cumplieron un rol clave en la expansión de sus capacidades y el acceso mayoritario a actividades profesionales.
Tras lo dicho anteriormente, es bueno mencionar lo que Aspiazu obtuvo en las entrevistas realizadas a dirigentes sindicales de la Federación de trabajadores de la sanidad Argentina (FATSA), de la Asociación de profesionales de la salud de la provincia de Buenos Aires (CICOP) y del sindicato de salud pública (SSP).
El difícil acceso de las mujeres a puestos jerárquicos, como jefaturas o direcciones, confirma la percepción de que para ellas hay más limitaciones. Varias sindicalistas lo mencionan reiteradamente como un hecho que evidencia la existencia de obstáculos mayores para las mujeres en la carrera de ascenso. No apareció en los relatos un intento de explicación de sus causas, pero sí el reconocimiento de su existencia: si yo me pongo a pensar en este hospital, en las jefaturas de servicio siempre hay hombres. Por más que se haya feminizado el sector. Pediatría el 90 %, el jefe de servicio es varón. Cirugía, varón. Jefe de sala, varón. Salud mental, psiquiatría varón. Traumatología, varones. Terapia intensiva, varón. Neonatología. si dos mujeres hay en neo. (secretaria en comisión directiva provincial de CICOP). (pág. 6).
Los puestos jerárquicos no solo toman decisiones, sino que también significan niveles salariales más altos. También discutieron el tema con los sindicalistas, algunos afirman que existe una brecha salarial entre hombres y mujeres que realizan el mismo trabajo, mientras que otros afirman que no existe tal brecha. Sin embargo, no se llegó a un acuerdo entre los miembros del sindicato, ya que algunos afirmaron querer discutir la brecha salarial con todo lo relacionado al trabajo no remunerado realizado por mujeres. Es importante enfatizar esto porque la independencia económica de las mujeres es el punto de partida para la igualdad.
Mientras se produjeron avances en la reducción de las brechas del trabajo registrado, la estabilidad laboral y en menor medida el acceso a puestos de decisión, persisten desigualdades en el ingreso y la distribución de uso del tiempo. Los notables logros educativos de las mujeres de la salud impulsaron el acceso de un gran número de trabajadoras a puestos de calificación ocupacional. Más allá de la calificación ocupacional, en un sector que se caracteriza por brechas de ingreso, la desigualdad de género en el ingreso total evidencia barreras a las que están expuestas un gran número de mujeres por sus dificultades para acceder de forma más plena al mercado laboral.
Persisten estereotipos de género en las instituciones hospitalarias, es decir, representaciones extendidas sobre las formas de ser, actuar y pensar de mujeres y varones. Estos impregnan la expresión de los rasgos de carácter y personalidad. Refuerzan distintos comportamientos, actitudes, experiencias y expectativas. Se expresa a través de suposiciones generalizadas sobre las habilidades “únicas” de las mujeres en comparación con los hombres, afectando a los rasgos de sus actitudes, formas de vinculación y formas de liderazgo. Una de sus más claras manifestaciones, es una cultura de desconfianza en la capacidad de las mujeres para realizar determinadas tareas. El control, el manejo de situaciones de riesgo y estrés, y el liderazgo, a menudo se asocian con atributos masculinos.
En otras palabras, todavía existen definiciones estereotipadas de roles y actividades específicas de género en los hospitales: las expectativas de género se construyen a partir del comportamiento de las mujeres en el trabajo, ya menudo deben ajustarse a los estándares masculinos de comportamiento y trato de los pacientes y usuarios del modelo de sistema de salud. 
En este sentido, se observan mejoras. Aunque no es suficiente para impulsar la igualdad en tareas más jerárquicas y responsables, la proporción de mujeres directrices y hombres directivos ha aumentado, lo que supone un reciente avance hacia un patrón de trabajo más igualitario.
Para hacer una reflexión final del tema, cuando se afirma que las cuestiones de género reciben poca consideración en el liderazgo sindical y sanitario, se habla del aumento de las mujeres en el lugar de trabajo y de la percepción pública de las desigualdades y dificultades a las que se enfrentan. También hay que decir que estas desigualdades que vemos en el sector salud también se ven en otras actividades. Lo que sorprende, sin embargo, es que los trabajos en el campo de la medicina están altamente feminizados, tienen un alto nivel de mantenimiento en su trabajo, son altamente especializados y tienen trascendencia social por los servicios que brindan. En otras palabras, a pesar de ser una región con más mujeres que hombres, enfrenta por igual diferencias, desigualdades y desafíos. Hay inseguridad laboral y exceso de trabajo (muchos trabajadores calificados tienen que hacer el llamado trabajo no declarado). Se trata de una respuesta a la relación de doble empleo de los empleados que, además de trabajar en instituciones públicas, también realizan trabajos por cuenta propia en el sector privado y en la educación y la investigación, y las dificultades que ello conlleva en el sistema de salud. Existe discriminación y discriminación de género que afecta negativamente a las mujeres en términos de salario, calificaciones y clase. Se necesitan políticas grupales e individuales, acciones y estrategias sindicales para reducir la brecha de género y garantizar la igualdad de oportunidades. Sin embargo, es importante enfatizar que a menos que se acepten estas desigualdades de género y se naturalizan las diferencias, es imposible abordarlas en el terreno.
Antecedentes
Un primer antecedente corresponde a Aspiazu, 2016, quien realizó "Heterogeneidad y desigualdades de género en el sector Salud: entre las estadísticas y las percepciones sobre las condiciones de trabajo". En este trabajo se analiza la problemática social y las condiciones de trabajo en el sector de la salud desde una perspectiva de género, dónde identifica los avances y limitaciones en la integración de enfoques de género en el sector.
La investigación cuenta con datos estadísticos disponibles y entrevistas con trabajadores de la salud y líderes sindicales. El trabajo concluye que a pesar de la creciente presencia de las mujeres en el ámbito laboral, político y sindical, continúa la falta de conciencia de la desigualdad de género y la sexualización de la desigualdad hace que sea difícil verlos como cuestiones transversales en acción.
Un segundo antecedente corresponde a Valdés, 2018, quien realizó "Género en el sector salud: feminización y brechas laborales" para el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. En este trabajo brinda información y propuestas para alcanzar una mayor igualdad en los recursos humanos en el sector salud, dónde además estudia y analiza las características sociodemográficas; identifica brechas de género en la inserción, en las especialidades y en el acceso a cargos jerárquicos; ylas condiciones laborales.
La publicación cuenta con entrevistas a médicas y médicos sobre sus entornos laborales, gráficos estadísticos y censos. Este termina con recomendaciones para reducir de forma más efectiva y acelerada las brechas de género persistentes en el sector. Este trabajo contribuye a visibilizar las brechas entre varones y mujeres en el sector de la salud.
Diseño de investigación 
En nuestro trabajo realizamos un estudio cuantitativo porque utilizaremos un procedimiento estandarizado para recolectar datos y así probar o refutar nuestra hipótesis basándonos en medidas numéricas de nuestro estudio y análisis estadístico posterior; para recolectar información de nuestra muestra de personas acerca de los aspectos estructurales u opiniones acerca de nuestro tema específico, planteando la problemática que nos ha motivado a investigar.
Es un estudio de alcance descriptivo ya que el objetivo es describir las desigualdades de genero que se identifican en la trayectoria profesional del personal de salud en las instituciones privadas, dónde también será trasversal ya que se estudiara el fenómeno en un tiempo determinado que será en el segundo semestre 2023. A la vez es de carácter exploratoria, si bien no es un fenómeno novedoso la desigualdad de género en el ámbito laboral, es una problemática que no está claramente definida, y nos permitió determinar con mayor profundidad los problemas en el ámbito de la salud.
Población y muestra 
 
Se tomará una muestra de 100 (cien) casos, a los que se realizara encuesta individual, cerrada y auto administrada. En dicha encuesta explicitaremos que la misma sea de carácter anónimo, voluntario y se garantizará la confidencialidad de los datos suministrados. La población se encuentra compuesta por el personal de salud que se desempeñan en instituciones privadas en el año 2023. La unidad de análisis para esta investigación serán todos los profesionales de salud que desempeñan tareas en las instituciones.
Hipótesis
El nivel de conocimiento e información sobre las desigualdades de genero en la inserción laboral del personal de salud. ES MEDIO
El nivel de conocimiento e información sobre las condiciones laborales del personal desde una perspectiva de género. ES BAJO
Bibliografía
●	Amaya Pavez Lizarraga. 2018. VOL. 58 NÚM. 2 (2018): CUADERNOS MÉDICOS SOCIALES. Perspectiva de género en la formación de profesionales de la salud. Recuperado de: https://cuadernosms.cl/index.php/cms/article/view/277.
●	Aspiazu, 2016. Heterogeneidad y desigualdades de género en el sector Salud: entre las estadísticas y las percepciones sobre las condiciones de trabajo. Recuperado de: http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1851-31232016000100005. 
●	Género en el trabajo: brechas en el acceso a puestos de decisión. 2014. PNUD. Buenos Aires.
http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1851-31232016000100005&lng=es&nrm=iso&tlng=es 
●	Martínez,2020. Continúa la desigualdad de género en el sistema de salud mundial. Recuperado de: https://ar.oceanomedicina.com/nota/actualidad/continua-la-desigualdad-de-genero-en-el-sistema-de-salud-mundial/
●	Pautassi, L. "El empleo en salud en la Argentina. La sinergia entre calidad del empleo y calidad de la atención" en Rico, N. y Marco, F. (coord.) Mujer y Empleo. La Reforma De La Salud y La Salud De La Reforma En Argentina. CEPAL/GTZ/Siglo XXI, Bs. As. 2006.
●	Petrone, P. 2014. Avances y retrocesos de la feminización en los equipos de salud. Buenos Aires: Dunken.
●	René Mauricio Valdés, 2018, GÉNERO EN EL SECTOR SALUD: FEMINIZACIÓN Y BRECHAS LABORALES. PNUD.
●	Schraiber; d'Oliveira. 2014. La perspectiva de género y los profesionales de la salud: apuntes desde la salud colectiva brasileña. Recuperado de : http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1851-82652014000300002.
●	Williams, G., Duré, M.I. y Dursi, C. Médicos en Argentina. Red Federal de Registros de Profesionales de la Salud. Observatorio Federal de Recursos Humanos en Salud. Ministerio de Salud de la Nación. Argentina. 2013.
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