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16 Capítulo 1 INTRODUCCIÓN A LA VIDA EN LA TIERRA estar más alejado de la realidad, como volvemos a descubrir una y otra vez en nuestra propia vida. Hace algunos años, vimos a una abeja buscar el alimento en una espiga de flores de lupino. Las flores de esta planta, miembro de la familia de los guisantes, tienen una estructura compleja, con dos pétalos en la mitad inferior de la flor, que cubren tanto las estructuras reproductoras masculinas (estam- bres) cargadas de polen, como las estructuras reproductoras femeninas (estigma), que reciben el polen dentro de una par- te tubular. Hace poco averiguamos que en las flores de lupi- no jóvenes (FIGURA 1-12A), el peso de una abeja que se posa sobre esos pétalos comprime los estambres, y extrae y coloca el polen sobre el abdomen de la abeja (FIGURA 1-12B del estado de Washington, donde las praderas alpinas se lle- nan de colores en agosto (FIGURA 1-13 Tubo que contiene el polen polen estambre a) b) El polen sale hacia el abdomen de la abeja. FIGURA 1-12 Las adaptaciones complejas ayudan a garantizar la polinización En las flores de lupino jóvenes, los pétalos inferiores forman un tubo que cubre las estructuras reproductoras como los estambres, que sueltan el polen dentro del tubo. b) Cuando el peso de una abeja que busca alimento presiona el tubo, los estambres son em- pujados hacia adelante, lo cual hace que el polen salga del tubo del extremo hacia su abdomen. Algo de polen se adhiere al abdomen y podría caer en el viscoso estigma receptor de polen de la siguien- te flor que visite la abeja, logrando así polinizar la flor. FIGURA 1-13 Lupinos silvestres y abetos subalpinos Cada verano miles de personas visitan Hurricane Ridge en el Par- que Nacional Olímpico del estado de Washington, para contem- plar con asombro el monte Olympus, pero pocos se toman la molestia de investigar las maravillas que ofrece.
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