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Biologia la Vida en La Tierra-comprimido-486

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las especies con concha, se encarga de secretar esta última.
Los moluscos tienen también un sistema circulatorio bien de-
sarrollado, una característica que no se presenta en los anéli-
dos: el hemocele, o cavidad sanguínea. La sangre se vacía
dentro del hemocele, donde baña directamente los órganos
internos. Este arreglo, conocido como sistema circulatorio
abierto, también está presente en la mayoría de los artrópo-
dos. El sistema nervioso, como el de los anélidos, consiste en
ganglios conectados por medio de nervios, pero la mayoría de
los ganglios se concentran en el cerebro. La reproducción es
sexual, pero algunas especies tienen sexos separados, y otras
son hermafroditas. Aunque los moluscos están enormemente
diversificados, en la FIGURA 23-13 se muestra un diagrama
simplificado del plano corporal de un molusco.
Entre las muchas clases de moluscos, explicaremos con
más detalle tres de ellas: los gasterópodos, bivalvos y cefaló-
podos.
Los gasterópodos tienen un pie que les permite reptar
Los caracoles y las babosas, conocidos en conjunto con el
nombre de gasterópodos, reptan sobre un pie muscular, y mu-
chos están protegidos por conchas de muy variadas formas y
colores (FIGURA 23-14a); sin embargo, no todos los gasteró-
podos poseen concha. Por ejemplo, las babosas de mar care-
cen de concha, pero sus colores brillantes advierten a los
posibles depredadores de que son venenosas y que tienen un
sabor muy desagradable (FIGURA 23-14b).
Los gasterópodos se alimentan por medio de una rádula,
una banda flexible de tejido cubierto de espinas con la que
raspan algas de las rocas o sujetan plantas o presas más gran-
des (véase la figura 23-13). La mayoría de los caracoles respi-
ran por medio de branquias, que por lo general están
encerradas en una cavidad ubicada debajo de la concha. Los
gases también se difunden con facilidad a través de la piel de
casi todos los gasterópodos, y la mayoría de las babosas de mar
dependen de esta modalidad de intercambio de gases. Las po-
cas especies de gasterópodos que viven en hábitat terrestres
(incluidos los destructores caracoles y babosas de jardín) res-
piran por medio de un pulmón simple.
Los bivalvos se alimentan por filtración
Entre los bivalvos se incluyen vieiras, ostras, mejillones y al-
mejas (FIGURA 23-15). Los miembros de esta clase no sólo
aportan una exótica variedad a la dieta humana, sino que ade-
Aunque los animales invertebrados causan o transmiten muchas
enfermedades al ser humano, algunos hacen una importante
contribución a la buena salud de la humanidad. Consideremos
a las sanguijuelas, por ejemplo. Durante más de 2000 años, los
curanderos empleaban estos anélidos parásitos para el trata-
miento de casi todas las enfermedades o lesiones del ser huma-
no. Durante buena parte de la historia de la medicina, el
tratamiento con sanguijuelas se basaba en la esperanza de que
estas criaturas chuparan la sangre “contaminada” que se creía
era la causa principal de las enfermedades. Sin embargo, al
descubrirse la causa verdadera de muchas enfermedades, de-
clinó el empleo de las sanguijuelas en la práctica médica. Para
el inicio del siglo XX, las sanguijuelas dejaron de formar parte
del equipo de la medicina moderna y llegaron a ser el símbolo
de la ignorancia de una época muy lejana. Sin embargo, en la
actualidad el empleo de las sanguijuelas con fines médicos ha
retornado de manera sorpresiva.
Actualmente las sanguijuelas se utilizan para tratar una com-
plicación quirúrgica conocida como insuficiencia venosa. Esta
complicación es especialmente común en la cirugía reconstruc-
tiva, como la reimplantación de un dedo lesionado o la repara-
ción de un rostro desfigurado. En tales casos, los cirujanos con
frecuencia encuentran dificultades para volver a conectar todas
las venas que normalmente retiran la sangre de los tejidos. Con
el tiempo, crecerán nuevas venas, pero mientras tanto, la san-
gre se acumula en el tejido reparado. A menos que se elimine
el exceso de sangre, ésta formará coágulos que quitan oxígeno
y nutrimientos al tejido cercano. Por fortuna, las sanguijuelas
pueden ayudar en esto: se colocan en la parte infectada, y de
inmediato se ponen a trabajar haciendo una pequeña incisión
sin provocar dolor y chupan la sangre hasta llenar su estómago.
Para ayudarse en su tarea de remoción de la sangre, la saliva de
las sanguijuelas contiene una mezcla de sustancias químicas
que hace que se dilaten los vasos sanguíneos, lo que evita la
formación de coágulos. Aunque este compuesto químico de 
la saliva es una adaptación que ayuda a las sanguijuelas a con-
sumir la sangre con mayor eficiencia, también ayuda al pacien-
te porque acelera el flujo de sangre hacia el tejido dañado. De
esta forma, las sanguijuelas brindan un tratamiento efectivo y
sin dolor en los casos de insuficiencia venosa, por lo que han
vuelto a adquirir importancia como ayudantes médicos para la
humanidad.
Otro animal invertebrado que se utiliza en la práctica médi-
ca es la mosca azul, o mejor dicho, sus larvas conocidas común-
mente como gusanos (FIGURA E23-1). Estos gusanos de la
mosca azul han probado ser eficaces para tratar heridas y úlce-
ras del tejido que se está muriendo o que ya ha muerto. Si no
se eliminan esos tejidos, pueden interferir con la cicatrización u
originar infecciones. Tradicionalmente, los médicos se encargan
de retirar el tejido muerto de las heridas por medio del bisturí,
pero los gusanos ofrecen un tratamiento alternativo cada vez
más común. En este tratamiento, se aplica a la herida un venda-
je con gusanos estériles nacidos el mismo día de la aplicación.
Los gusanos consumen el tejido muerto o por morir, secretan-
do enzimas digestivas que no lesionan los tejidos ni los huesos
sanos. Después de unos cuantos días, los gusanos crecen hasta
adquirir el tamaño de una semilla de arroz, y luego se retiran.
Este tratamiento se repite hasta que se limpia la herida.
Ayudantes de cirujanosENLACES CON LA VIDA
FIGURA E23-1 Las larvas de la mosca azul pueden limpiar las
heridas.

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