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Biologia la Vida en La Tierra-comprimido-732

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700 Capítulo 34 NUTRICIÓN Y DIGESTIÓN
que revisten el intestino delgado, esta fase final de la digestión
tiene lugar durante la absorción de los nutrimentos por las cé-
lulas epiteliales. Al igual que en el estómago, grandes cantida-
des de secreciones mucosas de células especializadas en el
revestimiento del intestino delgado protegen a este último
contra la autodigestión.
Tal vez conozcas a alguien que tiene 
y quien seguramente experimenta inflamación, espasmos y
diarrea después de consumir leche. De hecho, muchos mamí-
feros —incluida la mayor parte de la población humana—
producen grandes cantidades de lactasa durante la infancia,
cuando la leche es el alimento primordial, pero producen una
escasa cantidad de esta enzima cuando son adultos. Conside-
remos que, una vez transcurrida la infancia, la leche deja de
estar disponible para los mamíferos; los seres humanos sólo
comenzaron a tener acceso de nuevo a la leche luego de que
domesticaron otros mamíferos. Los descendientes de euro-
peos nórdicos y occidentales, en su mayoría y de manera inu-
sual, continúan secretando lactasa durante la adultez.
Casi toda la absorción se efectúa en el intestino delgado
El recubrimiento del intestino ofrece una enorme 
área superficial para la absorción
El intestino delgado no sólo es el principal lugar donde se
efectúa la digestión química, también es el principal sitio de
absorción de nutrimentos a la sangre. El intestino delgado tie-
ne numerosos pliegues y proyecciones, gracias a los cuales po-
see una área superficial interna unas 600 veces mayor que la
de un tubo liso de la misma longitud (FIGURA 34-14a). Dimi-
nutas proyecciones cilíndricas llamadas vellosidades cubren
toda la superficie plegada de la pared intestinal (FIGURA 34-
14b). Las vellosidades, que miden aproximadamente un milí-
metro de longitud, hacen que a simple vista el revestimiento
intestinal tenga un aspecto aterciopelado, y oscilan suave-
mente en el quimo que pasa por el intestino. Este movimien-
to aumenta su exposición a las moléculas que han de digerirse
y absorberse. Las células epiteliales que cubren cada vellosi-
dad tienen proyecciones microscópicas llamadas microvellosida-
des (FIGURA 34-14d). En conjunto, estas especializaciones del
revestimiento del intestino delgado le confieren una enorme
área superficial de unos 250 metros cuadrados (casi el tama-
ño de una cancha de tenis).
Contracciones no sincronizadas de los músculos circulares
del intestino, llamadas movimientos de segmentación, revuel-
ven el quimo hacia atrás y adelante, de forma que los nutri-
mentos entren en contacto con la superficie absorbente del
intestino delgado. Cuando ya no hay más que absorber, ondas
peristálticas coordinadas llevan el residuo al intestino grueso.
Los nutrimentos son transportados a través 
de la pared intestinal de diferentes maneras
Entre los nutrimentos que el intestino delgado absorbe están
agua, monosacáridos, aminoácidos y péptidos cortos, ácidos
grasos producidos por la digestión de lípidos, vitaminas y mine-
rales. Los mecanismos por los que se efectúa esta absorción son
variados y complejos; muchos nutrimentos se desplazan por
medio de proteínas portadoras, ya sea por transporte activo o
por difusión facilitada (como se describió en el capítulo 5).
Cada vellosidad del intestino delgado cuenta con un abasto
abundante de capilares sanguíneos y un solo capilar linfático,
llamado quilífero, para llevarse los nutrimentos absorbidos y
distribuirlos por todo el cuerpo (FIGURA 34-14c). Casi todos
los nutrimentos pasan a través de las células que revisten el
intestino delgado y entran en la sangre por los capilares en las
vellosidades, pero el glicerol y los ácidos grasos (producidos
cuando la lipasa ataca a los triglicéridos) siguen una ruta dis-
tinta. Una vez que se difunden a las células que revisten el 
intestino delgado, estas subunidades de triglicéridos se en-
samblan o sintetizan en partículas llamadas quilomicrones,
que consisten en triglicéridos, colesterol y proteínas, que lue-
go se liberan dentro de las vellosidades. Los quilomicrones,
quilífero
del sistema
linfático
arteriola
vaso
linfático
vénula
capilares 
microvellosidades
glándula
intestinal
pliegues del
revestimiento intestinal
pliegues
a) Intestino delgado c) Vellosidad d) Células epiteliales
vellosidades
b) Micrografía de los
pliegues del revestimiento
intestinal
FIGURA 34-14 Estructura del intestino delgado
Los pliegues macroscópicos del revestimiento intestinal están recubiertos de b) diminutas proyecciones cilíndricas llamadas vellosida-
des, que se observan en esta micrografía como salientes de la membrana plegada. c) Cada vellosidad contiene una red de capilares y un
vaso linfático central llamado quilífero. La mayoría de los nutrimentos que se digieren entran en estos capilares, pero los lípidos entran
por el quilífero. d) La membrana plasmática de las células epiteliales que cubren cada vellosidad presentan microvellosidades. PREGUN-
TA: ¿Qué aspecto tendría la anatomía del aparato digestivo si los pliegues, vellosidades y microvellosidades del intestino delgado no
hubieran evolucionado?

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