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Biologia la Vida en La Tierra-comprimido-813

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¿CÓMO FUNCIONAN LOS RECEPTORES SONSORIALES? 781
presentes se interpretaban e influían en la conducta. Sin em-
bargo, los nuevos descubrimientos están transformando rápi-
damente nuestra idea del funcionamiento del cerebro.
En las últimas décadas, hemos comenzado a entender las
bases neuronales de por lo menos algunos fenómenos psico-
lógicos. Muchas formas de enfermedad mental, como la esqui-
zofrenia, la enfermedad maniaco-depresiva y el autismo, que
antes se pensaba eran resultado de traumas infantiles o de la
ineptitud de los padres, ahora se reconocen como resultados de
desequilibrios en los neurotransmisores o de anormalidades
estructurales del encéfalo. Los estudios también han revelado
un importante factor de heredabilidad (y, por lo tanto, una ba-
se biológica) de características que antes se consideraban ex-
clusivamente resultado del aprendizaje, como la timidez y el
alcoholismo.
Sin querer, Phineas Gage proporcionó en 1848 una ilustra-
ción impresionante de la relación entre la estructura física del
encéfalo y la personalidad.Gage,que trabajaba como capataz en
la construcción de ferrocarriles, estaba preparando una carga
explosiva cuando ésta detonó. El estallido hizo que una vari-
lla de acero con un peso de seis kilogramos le atravesara el
cráneo, dañando sus dos lóbulos frontales (FIGURA 38-16).
Aunque Gage sobrevivió muchos años después de su accidente,
su personalidad cambió radicalmente.Antes del percance, Gage
era concienzudo, trabajador y agradaba a todo mundo. Des-
pués de su recuperación, se volvió impetuoso, mal hablado e
incapaz de trabajar para alcanzar una meta. Investigaciones
posteriores han implicado al lóbulo frontal en la expresión de
emociones, el control de la agresión, el reconocimiento del
comportamiento adecuado y la capacidad para trabajar en pos
de una recompensa.
Otros sitios de lesiones han revelado más especializaciones
anatómicas. Un paciente con daños en áreas muy pequeñas
del lóbulo frontal izquierdo de la corteza cerebral fue incapaz de
dar los nombres de frutas y verduras (aunque podía nombrar
cualquier otra cosa). Otras víctimas de daños cerebrales han
desarrollado una incapacidad selectiva para reconocer rostros
o, en un caso reciente, reconocer cualquier objeto que no sea
un rostro, lo que sugiere que el cerebro tiene una región espe-
cializada para reconocer caras, distinta de la región que le
permite reconocer objetos en general. Los investigadores han
identificado las neuronas individuales en los lóbulos tempora-
les de monos que son selectivas para orientaciones particula-
res de rostros, como una imagen de archivo o una vista de
frente. El área de asociación del lóbulo parietal posterior pa-
rece integrar información de varios sentidos diferentes, capa-
citando al individuo para reconocer su propio cuerpo y su
relación con el ambiente. Las personas que sufren daños en
uno de los lóbulos parietales en ocasiones pierden conciencia
de un lado de su cuerpo y también de los objetos ubicados en
ese lado. Por ejemplo, es posible que ignoren la comida en un
lado del plato o que se pierdan porque no reconocen los co-
rredores en un lado del edificio. Un paciente no reconoció su
propia pierna y trató varias veces de sacarla de su cama del
hospital. Sin embargo, con el tiempo, otras áreas del cerebro
tienden a compensar el daño y restablecer la percepción.
En otros tiempos, una buena parte de lo que averiguamos
acerca de la relación mente-encéfalo en el ser humano provino
del estudio de víctimas de daños cerebrales como los causa-
dos por accidentes cerebrovasculares, traumatismos, tumores
o cirugía. Por lo regular, no se conocía el alcance exacto de los
daños antes de que una autopsia lo revelara. En la actualidad
nuevas técnicas nos permiten conocer mejor el funcionamien-
to del encéfalo normal, no sólo del encéfalo enfermo (véase
“Investigación científica: Neuroimágenes: Una mirada al inte-
rior de la ‘caja negra’”). Estas técnicas, y las cada vez más
avanzadas que se usarán en el futuro, abrirán ventanas cada
vez más grandes para ver al interior del encéfalo humano y
permitirán comprender más claramente cómo se genera la
mente humana.
38.6 ¿CÓMO FUNCIONAN LOS RECEPTORES
SENSORIALES?
La palabra receptor se usa en varios contextos en biología. En
el sentido más general, un receptor es una estructura que
cambia cuando un estímulo de su entorno actúa sobre ella y
ese cambio genera una señal. El receptor podría ser una pro-
teína de membrana que cambia de forma cuando se une con
una hormona o un neurotransmisor específico, como vimos en
capítulos anteriores. En neurobiología, un receptor sensorial
podría ser toda célula especializada (por lo regular, una neu-
rona) que produce una respuesta eléctrica a estímulos especí-
ficos, es decir, una célula que traduce estímulos sensoriales 
al lenguaje del sistema nervioso. Todos los receptores senso-
riales producen señales eléctricas, pero cada tipo de receptor
se especializa en producir su señal únicamente en respuesta a
un tipo dado de estímulo del entorno (tabla 38-2).
La estimulación de un receptor sensorial produce una se-
ñal eléctrica llamada potencial de receptor. La amplitud del
potencial de receptor varía según la intensidad del estímulo:
cuanto más fuerte sea el estímulo, mayor será el potencial de
receptor. En algunos receptores sensoriales neuronales, el po-
tencial de receptor hace que la célula rebase el umbral y se
generen potenciales de acción; un potencial de receptor gran-
FIGURA 38-16 Un accidente revelador
Con base en estudios del cráneo de Phineas Gage, los científicos
han generado por computadora esta reconstrucción del camino
que siguió la varilla de acero que atravesó su encéfalo impulsada
por una explosión.

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