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Biologia la Vida en La Tierra-comprimido-814

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782 Capítulo 38 EL SISTEMA NERVIOSO Y LOS SENTIDOS
de llevará a las neuronas por arriba del umbral durante un
lapso relativamente prolongado, provocando una alta fre-
cuencia de potenciales de acción a lo largo de sus axones. En
algunos receptores sensoriales muy pequeños, los potenciales
de receptor directamente hacen que se liberen neurotransmi-
sores sobre neuronas postsinápticas, las que a la vez producen
potenciales de acción que viajan hasta el sistema nervioso
central. En estos casos, un potencial de receptor grande pro-
voca la liberación de una gran cantidad de transmisores en la
neurona postsináptica, llevando a su potencial de membrana
por encima del umbral y produciendo una frecuencia alta 
de potenciales de acción. Como ya vimos, la frecuencia de po-
tenciales de acción es el recurso con que cuenta el cerebro para
determinar la intensidad de un estímulo.
Algunos receptores, llamados terminaciones nerviosas li-
bres, consisten en ramificaciones de las dendritas de las neu-
ronas sensoriales; otros receptores tienen estructuras
especializadas que les ayudan a responder a estímulos especí-
ficos. Muchos receptores sensoriales forman cúmulos en órga-
nos sensoriales, como los ojos, los oídos, la piel y la lengua. Su
actividad eléctrica, después de ser procesada por el cerebro,
da origen a las percepciones subjetivas de luz, sonido, tacto 
y gusto que se describen como nuestros “sentidos”. En las si-
guientes secciones nos centraremos en algunos sentidos que
determinan la forma en que los seres humanos percibimos el
mundo.
38.7 ¿CÓMO SE DETECTAN LOS ESTÍMULOS
MECÁNICOS?
Los mecanorreceptores se encuentran por todo el cuerpo. In-
cluyen receptores en la piel que responden al tacto, la vibra-
ción o la presión; los receptores de estiramiento en muchos
órganos internos; sensores de posición en las articulaciones; y
receptores en el oído interno que nos permiten detectar el so-
nido (véase el apartado 38.8).
La piel de los humanos y la mayoría de los demás vertebra-
dos es extremadamente sensible al tacto. Directamente deba-
jo de la piel e incrustados en ella hay varios tipos de neuronas
mecanorreceptoras, cada una con una dendrita que produce
un potencial de receptor cuando su membrana se estira o se
comprime (FIGURA 38-17
producir sensaciones de comezón o cosquilleo, así como de
contacto. Las terminaciones de otros receptores están ence-
rradas dentro de capas de tejido conectivo; por ejemplo, el
corpúsculo de Pacini, que responde a cambios rápidos en la
presión, como vibraciones o una punta filosa. La densidad de
los mecanorreceptores en la piel varía considerablemente en
la superficie del cuerpo. Cada centímetro cuadrado de la ye-
ma de los dedos tiene docenas de receptores del tacto, pero en
la parte posterior de los dedos existe menos de un receptor
por centímetro cuadrado.
Los mecanorreceptores en muchos órganos huecos, como
el estómago, el intestino, el recto y la vejiga urinaria, dan la
sensación de estar llenos cuando perciben estiramiento. Los
mecanorreceptores en las articulaciones, que a menudo res-
ponden también al estiramiento, nos permiten saber si nuestros
codos están flexionados o estirados, y qué tanto, sin tener que
mirarlos. Imagina qué tedioso sería tener que observar con
detenimiento el tenedor en su camino hacia nuestra boca ¡pa-
ra evitar picarnos en la cara!
38.8 ¿CÓMO SE DETECTA EL SONIDO?
Todo objeto que vibra produce un sonido: un tambor, las
cuerdas vocales o la bocina de un equipo de sonido. Estas vi-
braciones se transmiten a través del aire y son interceptadas
por nuestros oídos, los cuales son complejas estructuras que
detectan la dirección, el tono y la intensidad del sonido.
El oído convierte las ondas sonoras en señales eléctricas
El oído humano, y el de la mayoría de los vertebrados, consta
de tres partes: el oído externo, el medio y el interno (FIGURA
38-18a). El oído externo está formado por el pabellón auricu-
lar y el canal auditivo. El pabellón auricular es el cartílago 
cubierto de piel unido a la superficie de la cabeza. Recoge on-
das sonoras, las modifica y las convierte en formas que el ce-
rebro utiliza para determinar la ubicación de la fuente de
sonido. El canal auditivo, lleno de aire, conduce las ondas so-
noras al oído medio, que consta de la membrana timpánica o
tímpano; tres huesecillos llamados martillo, yunque y estribo;
y el tubo auditivo (también llamado la trompa de Eustaquio
Tabla 38-2 Algunos tipos de receptores de los vertebrados
Tipo de receptor Tipo de célula sensorial Estímulo Ubicación
Termorreceptor Terminación nerviosa libre Calor, frío Piel
Mecanorreceptor Célula pilosa Vibración, movimiento, gravedad Oído interno
Terminaciones nerviosas especializadas 
y terminaciones nerviosas libres en la piel 
(corpúsculo de Pacini, disco de Merkel) Vibración, presión, tacto Piel
Terminaciones nerviosas especializadas 
en músculos o articulaciones (huso muscular, 
órgano tendinoso de Golgi) Estiramiento Músculos, tendones
Fotorreceptor Bastón, cono Luz Retina del ojo
Quimiorreceptor Receptor olfatorio Olor (moléculas en el aire) Cavidad nasal
Receptor del gusto Sabor (moléculas en agua) Lengua
Receptor del dolor Terminación nerviosa libre Sustancias químicas liberadas Distribuidos por todo 
por tejidos lesionados el cuerpo

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