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38.10 ¿CÓMO SE DETECTAN LAS SUSTANCIAS QUÍMICAS? Mediante los sentidos químicos que utilizan quimiorreceptores (véase la tabla 38-2), los animales encuentran alimento, evitan materiales venenosos, localizan sus hogares o encuentran una pareja y conservan la homeostasis. Los quimiorreceptores en ciertos vasos sanguíneos grandes y en el hipotálamo del encé- falo supervisan los niveles de moléculas cruciales como azúcar, agua, oxígeno y dióxido de carbono en la sangre; también esti- mulan las actividades que mantienen estos niveles dentro de estrechos límites. Los vertebrados terrestres tienen dos senti- dos distintos para detectar las sustancias químicas fuera del cuerpo: uno, llamado olfato, para las moléculas que flotan en el aire, y otro, llamado gusto, para las sustancias disueltas en agua o en la saliva. Los receptores olfatorios detectan las sustancias químicas en el aire En el ser humano y en casi todos los demás vertebrados, los receptores del olfato son células nerviosas situadas en un par- che de tejido epitelial cubierto por moco en la porción supe- rior de cada fosa nasal (FIGURA 38-26). El epitelio olfatorio humano es pequeño, en comparación con el de muchos otros mamíferos (los perros, por ejemplo), cuyo sentido del olfato es cientos de veces más agudo que el nuestro. Los receptores olfatorios tienen dendritas parecidas a pelos que se proyectan hacia la fosa nasal y están envueltos en una capa de moco. Las moléculas odoríferas en el aire, como las producidas por una taza de café, se difunden al interior de la capa de moco y se unen a receptores en las dendritas. Los humanos producimos unas 500 proteínas olfatorias di- ferentes, pero cada neurona de un receptor olfatorio expresa sólo un tipo. Cada proteína receptora se especializa en unirse a un tipo específico de molécula y estimular al receptor olfa- torio para que envíe un mensaje al cerebro. Muchos olores son mezclas complejas de moléculas que estimulan varias proteínas receptoras, de manera que nuestra percepción de olores surge de las respuestas de múltiples receptores. 788 Capítulo 38 EL SISTEMA NERVIOSO Y LOS SENTIDOS estimulación aproximadamente igual de conos rojos y verdes. Entre el 4 y el 8 por ciento de los hombres tienen dificultad para distinguir el rojo del verde porque poseen un gen defec- tuoso para el fotopigmento rojo o verde en el cromosoma X (véase el capítulo 12). Los bastones dominan en las porciones periféricas de la re- tina. Estos receptores —que son más largos que los conos y contienen mucho más pigmento— son bastante más sensibles a la luz que los conos y, en general, son los que nos permiten ver con luz tenue. A diferencia de los conos, los bastones no distinguen colores; a la luz de la Luna, que es demasiado te- nue para activar los conos, vemos el mundo en tonos de gris. No todos los animales tienen bastones y conos. Los anima- les que están activos casi exclusivamente durante el día (ciertos lagartos, por ejemplo) sólo tienen conos en la retina, mientras que muchos animales nocturnos (como las ratas y los huro- nes) o los que viven en lugares donde hay poca iluminación (como los peces del mar profundo) tienen principalmente (o exclusivamente) bastones. La visión binocular permite percibir la profundidad La ubicación de los ojos de los vertebrados en la cabeza está determinada por el estilo de vida del animal. Los depredado- res y los omnívoros tienen los dos ojos dirigidos hacia delan- te (FIGURA 38-25a), pero casi todos los herbívoros tienen un ojo en cada lado de la cabeza (FIGURA 38-25b). Los ojos ha- cia delante de los depredadores y omnívoros tienen campos visuales ligeramente diferentes, pero con un traslape extenso. Esta visión binocular permite percibir la profundidad y calcu- lar con exactitud la distancia a la que está un objeto. Ambas capacidades son importantes para un gato que está a punto de saltar sobre un ratón y para un mono que salta de una rama a otra. En contraste, los ojos tan espaciados de los herbívoros ca- si no tienen traslape en sus campos visuales; se sacrifica la exactitud en la percepción de la profundidad a favor de un campo visual de casi 360 grados. Esta visión permite al ani- mal, que suele tener depredadores, detectarlos cuando se acercan desde cualquier dirección. a) b) FIGURA 38-25 La posición de los ojos difiere en los depredadores y en las presas a) Casi todos los depredadores, como este búho, y los primates tienen los ojos al frente; ambos ojos pueden enfocarse en un blan- co para ofrecer visión binocular. b) Casi todos los animales herbívoros que son presas, como los conejos, tienen los ojos a los lados, para avistar mejor a los posibles depredadores. PREGUNTA: ¿Por qué algunos herbívoros o frugívoros, como los monos y los mur- ciélagos que comen fruta, tienen los ojos al frente?
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