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798 Capítulo 39 ACCIÓN Y SOSTÉN: LOS MÚSCULOS Y EL ESQUELETO Los animales muestran una sorprendente diversidad de funciones musculares, adaptadas a partir de una asombrosa uniformidad de la estructura muscular. Los vertebrados han desarrollado tres tipos de músculos: esqueléticos, cardiacos y lisos. Todos trabajan bajo los mismos principios fundamenta- les, pero difieren en cuanto a su función, apariencia y control (tabla 39-1). Los músculos de los invertebrados se asemejan FIGURA 39-1 Sistemas muscular y esquelético Estos dos sistemas trabajan en armonía para per- mitir la coordinación de los movimientos. Se muestran algunos de los músculos y huesos prin- cipales. El esqueleto axial, que forma el eje del cuerpo, se muestra en color azul. El esqueleto apendicular 39.1 UNA INTRODUCCIÓN A LOS SISTEMAS MUSCULAR Y ESQUELÉTICO El sistema de músculos y huesos que mueven y dan apoyo al cuerpo animal son una maravilla de ingeniería. El vuelo de un murciélago, el salto súbito de un felino, la gracia con que se desliza una bailarina de ballet, al igual que los movimientos que haces cuando caminas hacia el salón de clases, dependen de un humilde pero al mismo tiempo elegante mecanismo. Las células musculares realizan sólo una actividad: ejercen fuerza al contraerse. Sin embargo, bajo la influencia de la selección natu- ral, esta sencilla fuerza unidireccional se aplica al complejo andamiaje óseo que ha sido moldea- do en elementos estructurales como alas, manos y aletas, y su acción es coordinada por el sistema nervioso. La capacidad resultante para moverse confiere a los animales la habilidad necesaria pa- ra buscar su alimento, localizar nuevos lugares donde vivir, huir del peligro y, en ocasiones, mo- verse de tal modo que inspiren temor. Los músculos y el esqueleto también realizan funciones mundanas y al mismo tiempo cruciales. Bombear la sangre a través del sistema circulato- rio, impulsar el alimento por el aparato digestivo y respirar son algunos de los procesos esenciales que dependen de la contracción muscular. El esquele- to de los animales terrestres proporciona un ar- mazón contra el cual los músculos ejercen fuerzas para mover el cuerpo (FIGURA 39-1). Casi todos los animales dependen del sostén de un esquele- to, ya sea dentro o fuera del cuerpo, para mante- ner su forma y proteger los órganos internos. Si no tuviéramos esqueleto, seríamos un montón de tejido trémulo y sin forma. 39.2 ¿CÓMO TRABAJAN LOS MÚSCULOS? Todo trabajo muscular requiere que los múscu- los se contraigan y se alarguen de manera alter- nada, aunque están en actividad sólo durante la contracción. El alargamiento que sigue a la con- tracción es pasivo, y ocurre cuando los músculos se encuentran relajados y son estirados por otras fuerzas. Un músculo relajado puede estirarse por las contracciones de los músculos opuestos, por el peso de alguna extremidad, o por una fuerza como la presión del alimento que desciende por las pa- redes musculares del estómago. cráneo mandíbula clavícula esternón húmero costilla vértebras discos intervertebrales pelvis cúbito radio cóccix fémur frontal trapecio deltoides pectoral mayor bíceps tríceps braquial oblicuo externo recto abdominal cuadríceps gemelo tibial anterior rótula tibia peroné huesos del tarso metatarsianos falanges huesos del carpo metacarpianos falanges
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