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818 Capítulo 40 REPRODUCCIÓN ANIMAL a) b) FIGURA 40-7 Los rituales de cortejo sincronizan la liberación de espermatozoides y óvulos a) Los rituales de cortejo entre peces luchadores siameses (Betta splendens) aseguran la fecundación de los óvulos de la hembra, pues el macho y la hembra sueltan espermatozoides y óvulos de forma simultánea. El macho intercepta los óvulos a medida que caen, los escupe hacia su nido de burbujas que flota arriba de ellos y cuida a la descendencia durante sus primeras semanas de vida. El desove en el caballito de mar requiere que el macho y la hembra orienten sus cuerpos de forma que la hembra pueda de- positar sus óvulos en la bolsa del macho. PREGUNTA: Además de asegurar la liberación sincronizada de gametos, ¿qué otras venta- jas tienen los rituales de cortejo? regular, no se autofecundan. Los óvulos no están listos para la fecundación inmediatamente, y esta demora les permite mez- clarse con los espermatozoides de otros individuos de la mis- ma especie. Algunos animales comunican su disposición sexual envian- do señales visuales, acústicas o químicas. Las señales químicas son muy comunes entre invertebrados inmóviles o poco acti- vos, como los mejillones y las estrellas de mar. Estos animales secretan al agua sustancias llamadas feromonas, las cuales son detectadas por otros miembros de la especie. Normalmente, cuando la hembra está lista para desovar, descarga óvulos y una feromona sexual al agua. Los machos cercanos, al detec- tar la feromona de apareamiento, liberan rápidamente millo- nes de espermatozoides. Los espermatozoides en sí son atraídos por una sustancia producida por los óvulos de algu- nos animales, y muy probablemente de casi todos. Algunas “feromonas de óvulo”, que se han detectado en animales tan diversos como las estrellas de mar y el ser humano, ayudan a garantizar la fecundación. La sincronización temporal, por sí sola, no garantiza una reproducción eficiente. Los corales, las estrellas de mar y los mejillones desperdician cantidades enormes de espermato- zoides y óvulos porque los gametos se liberan en puntos rela- tivamente distantes. En algunas especies de animales móviles es posible asegurar la sincronía temporal y espacial, median- te comportamientos de apareamiento. Casi todos los peces, por ejemplo, tienen algún tipo de ritual de cortejo en el que el macho y la hembra se acercan mucho y liberan sus gametos en el mismo lugar y al mismo tiempo. Las danzas de cortejo del caballito de mar y de los peces luchadores siameses son ejemplos exquisitos de ello (FIGURA 40-7). La hembra del ca- ballito de mar, cargada de óvulos, se aproxima al macho e ini- cia una elaborada danza en la que ambos participantes se acercan, oscilan e inclinan la cabeza antes de que sus colas se entrelacen y sus cuerpos se alineen cara a cara. En una inu- sual inversión de roles sexuales, la hembra inserta un tubo pa- ra depositar sus óvulos en la bolsa ubicada en el abdomen del macho. Cuando deposita sus óvulos en la bolsa, el macho libe- ra una nube de espermatozoides desde una abertura en la parte inferior; luego sella los óvulos fecundados en su bolsa. Unas cuantas semanas después, los huevos eclosionan y el macho da a luz a perfectos caballitos de mar en miniatura. Las ranas y los sapos asumen una posición de apareo característi- ca llamada amplexus (FIGURA 40-8). En las orillas de estan- ques y lagos, la rana macho se monta en la hembra y presiona los costados de su abdomen. Esto la estimula para que libere óvulos, que el macho fecunda al liberar muchos espermato- zoides. Los sapos dorados que aquí aparecen en amplexus fueron alguna vez abundantes en los bosques neblinosos de FIGURA 40-8 Los sapos dorados en amplexus El pequeño macho sujeta con fuerza a la hembra y la estimula para que libere óvulos. Se cree que los sapos dorados se extinguieron.
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