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Si todo sale bien, el tubo polínico llegará al poro del inte- gumento de un óvulo y penetrará en el gametofito femenino. La punta del tubo se rompe y libera los dos espermatozoides. Uno de ellos se une con el óvulo, un proceso llamado fecun- dación, para formar el cigoto diploide que, al desarrollarse, producirá el embrión y finalmente un nuevo esporofito. El segundo espermatozoide entra en la célula central grande y su núcleo se fusiona con los dos núcleos ya existentes, para for- mar un núcleo triploide (con tres juegos de cromosomas). Des- pués de varias divisiones por mitosis, esta célula dará origen al endospermo triploide (3n), un tejido que almacena alimento dentro de la semilla. La fusión del óvulo con un espermato- zoide y de los dos núcleos centrales con el segundo esperma- tozoide se conoce como doble fecundación, un proceso que es exclusivo de las plantas con flor. Las otras cinco células del gametofito femenino sufren degeneración poco después de la fecundación. 43.4 ¿CÓMO SE DESARROLLAN LOS FRUTOS Y LAS SEMILLAS? Aprovechando los recursos de la planta progenitora, el game- to femenino y los integumentos que rodean al óvulo se desarro- llan para producir una semilla. La semilla está rodeada por el ovario, que se desarrolla para formar un fruto (FIGURA 43-12). Luego de cumplir con su misión de atraer polinizadores y pro- ducir polen, los pétalos y los estambres se marchitan y caen a medida que el fruto crece. El fruto se desarrolla a partir del ovario Cuando comemos un fruto, estamos consumiendo el ovario maduro de una planta (en ocasiones acompañado por otras partes de la flor). Los alimentos que comúnmente llamamos frutos (manzanas, bayas, duraznos, naranjas, plátanos) por lo general son dulces y jugosos, pero muchos de los que conoce- mos como “verduras”, como aguacates, calabacitas, tomates y pimientos (véase la figura 43-12), en realidad son frutos. Tam- bién es posible que los frutos tengan cubiertas duras, rasposas o incluso con alas o con púas. Las diversas formas, colores y texturas de los frutos sirven para la misma función; ayudan a dispersar las semillas lejos de la planta progenitora, en mu- chos casos sacando ventaja de la movilidad de los animales (véase “Guardián de la Tierra: Dodós, murciélagos y ecosiste- mas perturbados”). Por ejemplo, los abrojos que se adhieren a tus calcetines cuando caminas por un campo en el otoño probablemente sean frutos especializados que te solicitan dis- persar sus semillas. La semilla se desarrolla a partir del óvulo Dentro del óvulo ocurren dos procesos de desarrollo distintos para producir la semilla (FIGURA 43-13). Primero, la célula central triploide se divide rápidamente. Sus células hijas ab- sorben nutrimentos de la planta progenitora y forman un en- dospermo lleno de alimento. Segundo, el cigoto se convierte en el embrión (figura 43-13a, b), mientras las otras cinco célu- las del gametofito femenino degeneran. Tanto en las monoco- tiledóneas como en las dicotiledóneas, el embrión consta de una raíz y un vástago embrionarios (figura 43-13c). La por- ción del vástago incluye uno o dos cotiledones, u hojas de semilla, que absorben las moléculas de alimento del endos- permo y las transfieren a otras partes del embrión. Cuando comemos chícharos, frijoles, maíz, arroz o trigo, nos beneficia- mos del alimento que estas plantas almacenaron en las semi- llas para sus propios embriones. Mientras tanto, las cubiertas exteriores o integumentos del óvulo aumentan de grosor, se endurecen y se convierten en el tegumento de la semilla que rodea y protege esta última. En las monocotiledóneas (término que significa “un cotile- dón”), por lo regular, el cotiledón absorbe parte del endosper- mo durante el desarrollo de la semilla, pero la mayor parte del endospermo se conserva en la semilla madura para utilizarse directamente en la plántula germinada, como se ilustra con un grano de maíz en la FIGURA 43-14a. Los cereales como el arroz, la cebada y el trigo son monocotiledóneas. En el caso del trigo, molemos el endospermo para producir harina y a veces consu- mimos el embrión de la semilla como “germen de trigo”. sépalo filamento ovario estilo antera pétalo estigma flor del pimiento frutos del pimiento pared del ovario óvulo fruto del pimiento “carne” del pimiento semilla embrión maduración FIGURA 43-12 Desarrollo del fruto y las semillas en un pimiento Los frutos y las semillas se desarrollan de las partes de la flor. La pared del ovario madura para convertirse en la “carne” del pimiento. Cada ovario alberga muchos óvulos, los cuales se desarrollan en semillas. El cigoto dentro de cada semilla se desarrolla en el embrión.
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