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RESPUESTAS A LAS PREGUNTAS DE PIES DE FIGURA A7 Figura 35-8 El consumo de alcohol tiende a causar deshi- dratación. Al beber grandes cantidades de lí- quidos (incluidos los que tienen base de alcohol) se disminuye la osmolaridad de la san- gre por debajo del valor de referencia, lo que detiene la liberación de ADH y el estímulo del flujo de orina, así como la pérdida de agua. Pe- ro el efecto de la retroalimentación negativa resultante se suprime (por ejemplo, aumento en la osmolaridad de la sangre), porque la libe- ración de ADH se interrumpe debido a los efectos del alcohol. Así, continúa la pérdida de agua incluso después de que se eleva la osmo- laridad sobre su punto de estabilidad. CAPÍTULO 36 Figura 36-5 Ciertos glóbulos blancos (por ejemplo, los mo- nocitos) son capaces de tener una locomoción parecida a la de las amibas, por medio de la cual los glóbulos cambian de forma para exten- der sus protuberancias que les ayudan a mo- verse. Estas propiedades parecidas a las de las amibas permiten a los glóbulos blancos fluir a través de pequeñas aberturas de la pared capi- lar. Los glóbulos rojos no presentan estas mis- mas características de las amibas; conservan una sola forma y por consiguiente se mueven a través de espacios pequeños de la pared capilar. Figura 36-6 La combinación de componentes variables y constantes permite a un anticuerpo realizar no solamente las funciones que son únicas de una molécula de un anticuerpo en particular (como reconocer y enlazarse a un antígeno específi- co), sino también llevar a cabo funciones que son comunes en todos los anticuerpos en una clase dada (por ejemplo, realizar la respuesta apropiada para neutralizar al invasor). Las re- giones variables brindan las propiedades únicas; las regiones constantes aportan las propieda- des universales. Figura 36-10 Las células T citotóxicas se activan por antíge- nos en la superficie de la célula blanco, de ma- nera que es de esperarse que las membranas de las células cancerígenas contengan moléculas distintivas anormales. Éste es de hecho el caso; las células cancerígenas presentan antígenos a tumores específicos. CAPÍTULO 37 Figura 37-6 La participación de las células nerviosas en los ciclos de retroalimentación permite a las seña- les del nervio sensorial funcionar en los ciclos. Así, los sucesos como cambios de temperatura, de los niveles de glucosa y de la presión pueden activar y desactivar la liberación de hormonas; la información acerca de tales sucesos no puede comunicarse rápidamente por medio de mensa- jes químicos. Figura 37-7 El enanismo puede tratarse administrando hor- mona del crecimiento a los individuos afectados; es mucho más difícil detener la producción exce- siva de una hormona (especialmente de la hipófi- sis, como la hormona del crecimiento). La desorganización de la hipófisis con toda seguridad interferirá también con la liberación de muchas que hace converger los rayos luminosos en- trantes. Figura 38-25 Los no depredadores con visión binocular tien- den a ser especies cuyos estilos de vida hacen que la percepción de la profundidad sea espe- cialmente importante. Algunos ejemplos inclu- yen a los monos que tienen que hacer saltos precisos de un árbol a otro, y los murciélagos que tienen que hacer vuelos rápidos de preci- sión hacia donde se encuentran las flores o los frutos. En tales especies, las ventajas de la vi- sión binocular probablemente son más impor- tantes que el riesgo de la depredación que resulta de un campo visual estrecho. Figura 38-29 Existen varias razones por las que las marsopas carecen de orejas grandes: 1. Aunque las orejas grandes probablemente favorecerían la habili- dad de las marsopas para detectar la presencia y dirección de retorno de un eco, el arrastre hi- drodinámico ejercido por las orejas resultaría costoso para un animal que debe nadar suave- mente en el mar, por lo que se convierten en una característica no seleccionada. 2. El sonido viaja mucho mejor en el agua que en el aire, así que el eco de los sonidos de localización que emite una marsopa no son tan débiles como los sonidos de localización que emite un murciéla- go. 3. Las marsopas atrapan presas mucho más grandes que las que atrapan los murciélagos, lo que contribuye a que el eco sea mucho más fuerte. 4. La cabeza de una marsopa es mucho más grande que la de un murciélago, así que la separación entre sus oídos, aun sin las orejas, es todavía relativamente grande, lo que permite la localización precisa de los sonidos. CAPÍTULO 39 Figura 39-4 Ni los filamentos gruesos ni los delgados se acortan. Ambos conservan la misma longitud durante toda la contracción, pero el sarcómero como un todo se acorta cuando los filamentos delgados se deslizan hacia el centro del sarcó- mero. Figura 39-8 La gruesa coraza (o caparazón) ofrece buena protección contra los depredadores, pero resul- ta muy pesada. El agua ayuda a soportar al exoesqueleto y reduce la energía requerida pa- ra moverlo por todas partes. En tierra firme, el alto costo de energía de la coraza es prohibiti- vo, especialmente en los animales voladores (como en la mayoría de los insectos). CAPÍTULO 40 Figura 40-2 Mitosis. (En los animales, la meiosis ocurre só- lo como parte de la reproducción sexual). Figura 40-4 La mejor hipótesis es que tener crías genética- mente diversas ofrece una ventaja principalmen- te ante las tensiones ambientales impredecibles que surgen durante el invierno. Durante el ve- rano, es seguro llevar a cabo una estrategia de reproducción que haga énfasis en un gran núme- ro de crías; en cambio, una hembra que pasa el otoño produciendo crías genéticamente diversas con más probabilidad tendrá algunas que sobre- vivirán en el invierno. otras hormonas. (Muchos casos de gigantismo son causados por tumores en la hipófisis, los cuales pueden tratarse por medio de cirugía). Figura 37-10 Un alto nivel de TSH indica que la glándula tiroides está produciendo una cantidad insu- ficiente de tiroxina (condición denominada hi- potiroidismo). Cuando circula muy poca tiroxina en la sangre, la hipófisis anterior no recibe una señal de “apagarse”, lo que hace que se produz- ca una corriente continua de TSH. Figura 37-12 Los niveles de glucosa en la sangre serían bajos y descenderían rápidamente aun después de haberla repuesto por medio del alimento. Des- pués de ingerir algún alimento, la glucosa eleva- da de un individuo estimula la producción de insulina, la cual reduce los niveles de glucosa, estimulando así la producción de glucagón. Pe- ro las células corporales no reciben los mensa- jes de glucagón que las estimulan a liberar glucosa. Los niveles bajos de glucosa persisten- tes estimulan la producción de glucagón adicio- nal, de manera que la circulación de éste resulta elevada pero sin ningún efecto. Figura 37-15 Tal vez permanecerían en la forma de renacua- jo y no sufrirían metamorfosis para convertirse en ranas. CAPÍTULO 38 Figura 38-4 Con base en la evidencia, la toxina debe actuar en la parte postsináptica de la sinapsis al blo- quear los receptores neurotransmisores. Si la toxina actuara bloqueando la liberación de neu- rotransmisores de la neurona presináptica, entonces al agregar un neurotransmisor a la si- napsis generaría un potencial de acción postsi- náptica. Si la toxina actuara evitando que se abrieran los canales de sodio, entonces no sería posible estimular un potencial de acción en la neurona presináptica. Figura 38-5 Las áreas sensibles tienen mayor densidad de neuronas sensibles al tacto. Esto permite dos tipos de sensibilidad incrementada: 1. La ma- yor densidad de receptores significa que el he- cho de tocar cualquier parte en particular en el área sensible de la piel tiene mayor probabili- dad de estimular cuando menos un receptor del tacto, lo que permite al cerebro determinar con más precisión la ubicación del estímulo. 2. Una mayor densidad de receptores significa también que un toque con una fuerza determi- nada estimula un mayor número de neuronas, lo que el sistema nervioso central percibiráco- mo un estímulo más fuerte. Figura 38-10 Una espina dorsal lesionada o dañada impide la sensación de dolor porque no hay comunica- ción con el cerebro, pero no interrumpe el cir- cuito reflejo, lo cual requiere sólo la transmisión dentro de una pequeña porción de la espina dorsal. Figura 38-22 Para la miopía, la córnea se aplana, lo cual di- verge los rayos luminosos entrantes antes de que lleguen al cristalino. Para la hipermetro- pía, se rebajan los bordes de la córnea, de ma- nera que ésta adquiere una forma redondeada
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