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BioquimicaYBiologiaMolecularParaCienciasDeLaSalud-562

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culas intactas de IgG resuelve la molécula en cuatro cadenas
independientes, iguales entre sí, dos a dos; a las de mayor
tamaño, con una masa molecular cercana a 53 kDa, las deno-
minaron cadenas H (pesadas, del inglés heavy), y a las otras
dos, más pequeñas, de unos 22 kDa, las llamaron cadenas L
(ligeras del inglés, light). 
La Figura 31-2a representa una molécula típica de una Ig,
del tipo IgG, de fórmula general, L2H2, que, con pequeñas
variaciones, puede hacerse extensiva a todas las unidades bási-
cas de los restantes tipos de Ig: IgA, IgM, IgD e IgE. Estas Ig
se pueden encontrar de forma soluble tras ser secretadas por
las células plasmáticas o ancladas en la membrana de los lin-
focitos B, donde actúan como receptor antigénico (BcR). 
Las cadenas ligeras son comunes para todas las clases de
anticuerpos y existen sólo dos formas diferentes, kappa y
lambda (κ y λ), mientras que las pesadas son antigénica 
y químicamente específicas de cada tipo de Ig, existiendo de
ellas cinco clases o isotipos: γ(IgG), α(IgA), µ(IgM), δ(IgD)
y ε(IgE). En todas las Ig caracterizadas, las parejas de cade-
nas L y H son siempre del mismo tipo; por ejemplo, κ2γ2
para una IgG, o λ2µ2 para una IgM, pero nunca se encuentra,
por ejemplo, una κλµ2.
Las cadenas L se dividen en dos zonas o dominios, apro-
ximadamente iguales en tamaño (100-110 aminoácidos), una
de las cuales es muy variable de un anticuerpo a otro, por lo
que se denomina VL, mientras que la otra no varía de un anti-
cuerpo a otro, por lo que se llama constante, es decir, CL. En
cuanto a las cadenas H, poseen también un dominio variable
en su extremo amino terminal, muy semejante en tamaño a
las VL y denominado, por tanto, VH, pero difieren en que
poseen varios dominios constantes, los CH, que según el tipo
de Ig varían entre tres (caso de las IgG, IgA e IgD) y cuatro
(en las IgM y E), y que se denominan CH1, CH2, CH3, y CH4,
respectivamente. 
Los dominios V y C poseen escasa homología secuencial
entre sí, mientras que las parejas VH y VL, CH1 y CL o CH2 y CH3
sí son homólogas entre sí: cada uno de estos dominios posee
entre 90 y 110 aminoácidos y contiene en su zona central un
péptido cíclico cerrado por un enlace disulfuro entre 2 Cys
distantes entre 40 y 70 residuos. Al plegarse, dichos dominios
forman una estructura terciaria basada en fragmentos de lámi-
nas β antiparalelas unidos por puentes disulfuro. Todas las
moléculas que poseen estos dominios se incluyen en el exten-
so grupo de la Superfamilia de las Inmunoglobulinas, aunque
algunas tengan funciones distintas, como, por ejemplo,
muchas proteínas de adhesión celular. Entre CH1 y CH2 está la
región bisagra, de unos 10-15 residuos, muy rica en Cys y Pro;
las Cys están implicadas en la formación de los puentes disul-
furo entre las cadenas H, mientras que las Pro confieren una
gran flexibilidad a la zona (Fig. 31-3), necesaria en la forma-
ción de redes reticulares de complejos con los antígenos. 
31.3.2 Generación de la diversidad
Ha sido de gran importancia el descubrimiento de los meca-
nismos genéticos que, a partir de unos pocos genes, ofrecen
la posibilidad de sintetizar millones de inmunoglobulinas
diferentes. Cada cadena H o L está codificada por diversos
segmentos distribuidos en el ADN de la línea germinal. Los
genes de las cadenas H se forman con cuatro porciones dife-
rentes: los que van a codificar la región variable son los V (de
variabilidad), los D (de diversidad) y los J (de unión del
ingles joint) (véase la Fig. 19-14), mientras los segmentos
codificadores de la región constante son los C. Similarmente,
los genes de las cadenas L se originan con tres porciones dis-
tintas: V y J, para la región variable y C, para la constante.
Las regiones C de las cadenas L y H de todos los individuos
de la misma especie se codifican por segmentos génicos de
unas 200 kb, como los Cγ (en IgG), o Cε (en IgE), Cα (en
IgA). 
En las células germinales (Fig. 31-4), los segmentos de
una misma clase están agrupados, separados del resto por
intrones, de modo que, por un lado, se encuentran los seg-
mentos V y, por otro, los D y J. A medida que los linfocitos
B maduran en la médula ósea, mediante la denominada
recombinación somática, los segmentos V, D y J se aproxi-
man y se forma el gen VDJ, tras lo cual el conjunto V-D-J se
agrupa con el correspondiente segmento C, quedando con-
formado un gen completo para una cadena H. En las cadenas
L, participan los segmentos V, J y C. Por tanto, cada linfoci-
to B maduro tiene los genes de sus cadenas H y L necesarios
para producir un determinado tipo de inmunoglobulina, pri-
mero, en forma de IgM e IgD, previa e independientemente
de que se encuentre con el antígeno al que va dirigida. 
Los programas de reordenamiento durante la recombina-
ción somática favorecen la diversidad. Por ejemplo, partien-
do de 200 segmentos V, 15 D y 6 J, se pueden originar 18 000
segmentos VH, que podrían combinarse con cada uno de los
correspondientes VL, para dar un determinado Fab de una Ig.
La respuesta inmunitaria | 543
Figura 31-3. Zona bisagra de las cadenas H que confiere flexi-
bilidad de la zona central de una inmunoglobulina.
zonas bisagra
ricas en Cys y Pro
31 Capitulo 31 8/4/05 15:10 Página 543
	BIOQUÍMICA Y BIOLOGÍA MOLECULAR (...)
	CONTENIDO
	PARTE III EL NIVEL MOLECULAR EN BIOMEDICINA
	31 LA RESPUESTA INMUNITARIA
	31.3 ESTRUCTURA DE LAS INMUNOGLOBULINAS
	31.3.2 Generación de la diversidad

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