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1181© 2019. Elsevier España, S.L.U. Reservados todos los derechos EPIDEMIOLOGÍA, 1181 FISIOPATOLOGÍA, 1181 EVALUACIÓN CLÍNICA, 1182 Anamnesis, 1182 Exploración física, 1183 Electrocardiografía, 1184 Pruebas de laboratorio: biomarcadores, 1184 Pruebas no invasivas, 1185 Pruebas de imagen invasivas, 1185 Evaluación del riesgo, 1186 TRATAMIENTO, 1186 Medidas generales, 1186 Tratamiento de la isquemia, 1187 Tratamiento antiagregante, 1189 Tratamiento anticoagulante, 1193 Anticoagulantes orales más antiplaquetarios de larga duración, 1194 Sangrado: evaluación del riesgo, prevención y tratamiento, 1195 Tratamiento invasivo o conservador, 1195 Tratamiento hipolipidemiante, 1196 Alta y atención posthospitalaria, 1196 SUBGRUPOS DE ESPECIAL INTERÉS, 1196 Personas mayores, 1196 Mujeres, 1197 Diabetes mellitus e intolerancia a la glucosa, 1198 Enfermedad renal crónica, 1198 Insuficiencia cardíaca, 1198 Angina variante de Prinzmetal, 1199 Síndrome cardíaco X, 1199 Cocaína y anfetaminas, 1199 PERSPECTIVAS FUTURAS, 1199 BIBLIOGRAFÍA, 1200 DIRECTRICES, 1203 60 Síndromes coronarios agudos sin elevación del segmento ST ROBERT P. GIUGLIANO Y EUGENE BRAUNWALD La cardiopatía isquémica se manifiesta en clínica como angina crónica estable (v. capítulo 61) o como síndrome coronario agudo (SCA).1 El espectro del SCA abarca el infarto de miocardio con elevación del segmento ST (IMEST) (v. capítulos 58 y 59) y los síndromes coronarios agudos sin elevación del segmento ST (SCA-SEST), que abarcan el infarto de miocardio sin elevación del ST (IMSEST) y la angina ines- table (AI) (fig. 60-1); en la exploración inicial, ambos muestran una presentación clínica similar. Algunas características ayudan a separar el SCA de la angina crónica estable, como: 1) el inicio brusco de los síntomas en reposo (o con un esfuerzo mínimo); una duración de los síntomas de, al menos, 10 min si no se aplica tratamiento inmediato; 2) dolor, opresión o molestia intensos en el tórax, y 3) patrón progresivo de angina que aparece con más frecuencia o intensidad o que despierta al enfermo del sueño. El electrocardiograma (ECG) de 12 derivaciones y los marcadores de la necrosis miocárdica son herramientas esenciales para separar los tres tipos de SCA. Los pacientes con los síntomas habituales (v. capítulo 56) sin una elevación persistente (> 20 min continuados) del segmento ST en al menos dos derivaciones electrocardiográficas continuas, pero con una elevación de los biomarcadores miocárdicos > 99% del valor normal, son catalogados de IMSEST. Aquellos sin síntomas típicos y con marcadores negativos seriados de necrosis miocárdica son catalogados de AI, diagnóstico que comporta un pronóstico más favorable. EPIDEMIOLOGÍA A pesar del descenso en la mortalidad cardiovascular (CV) durante las últimas tres décadas,2,3 las enfermedades cardiovasculares y circulatorias siguen siendo las primeras causas de muerte en el mundo y dieron cuenta de más de 54 millones de muertes en 2013.4 En 2016, se calcula que, en EE. UU., más de 1,1 millones de pacientes experi- mentaron un episodio de SCA, el 72% de ellos un infarto de miocardio (IM).5 La fracción de SCA atribuidos al IMSEST sigue aumentando, mientras que la del IMEST disminuye; los motivos son diversos: 1) mayor uso de medidas profilácticas, como el ácido acetilsalicílico, las estatinas y la abstinencia del tabaco; 2) envejecimiento de la población, con una mayor prevalencia de diabetes y enfermedad renal crónica (ERC) y unas tasas más bajas de tabaquismo, y 3) uso más amplio de los análisis de la troponina que poseen más sensibilidad para la necrosis miocárdica y que desplazan el diagnóstico desde una AI hacia un IMSEST.6 FISIOPATOLOGÍA La patogenia del SCA-SEST pasa por cuatro procesos que operan en solitario o combinados: 1) desestructuración de una placa ateromatosa inestable, motivada, al menos en parte, por inflamación1 (fig. 60-2); 2) vasoconstricción arterial coronaria; 3) estrechamiento intraluminal gradual de una arteria coronaria epicárdica causado por una ateroes- clerosis progresiva o una reestenosis después de la colocación de una endoprótesis (stent), y 4) desacoplamiento entre el aporte y la demanda de oxígeno (v. capítulo 57). El conocimiento de las interacciones com- plejas entre estas vías sigue evolucionando. Así, en estudios recientes se han detectado concentraciones elevadas de la proproteína convertasa subtilisina/kexina de tipo 9 (PCSK9), un factor de riesgo para una ateroesclerosis más grave, marcador de placas vulnerables y facilitador de la desestabilización de la placa con el SCA consiguiente.7,8 (Véanse también los capítulos 44 y 58.) Hay tres tipos de desestructuración de la placa arterial coronaria que pueden precipitar trombosis: rotura de la placa, erosión de la placa y calcificación nodular disruptiva con protrusión hacia la luz (fig. 60-3).9 La rotura de la placa sigue siendo la más frecuente, pero la erosión de la placa determina un porcentaje cada vez más alto de episodios de SCA.10 En la tabla 60-1 se resumen las diferencias entre las características esenciales de la rotura de la placa y de la erosión superficial como causas del SCA. La vasoconstricción, si produce una obstrucción dinámica del flujo arterial coronario, puede obedecer a un espasmo de las arterias coronarias epicárdicas (angina de Prinzmetal) o a una constricción de las arterias coronarias musculares intramurales pequeñas. Esta última se puede dar por la liberación de vasoconstrictores desde las plaquetas, una disfunción endotelial (síndrome cardíaco X; v. capítulo 89), estímulos adrenérgicos, el frío, la cocaína o las anfetaminas (v. capítulo 80). A veces, operan varios mecanismos a la vez. La activación de la cascada de la coagulación y de las plaquetas desempeña una función cardinal en la creación del trombo después de la desestructuración de la placa (v. capítulo 93). La primera etapa en la formación del trombo es el daño vascular que provoca la adhesión de las plaquetas a las paredes arteriales a través de la unión de la gluco- proteína (GP) plaquetaria Ib al factor de von Willebrand subendotelial. La exposición de las plaquetas al colágeno subendotelial o a la trombina circulante o a ambos causa la activación de las plaquetas, que cambian de forma, lo que provoca su desgranulación, con la liberación de difosfato de adenosina (ADP) y tromboxano A2 (TxA2), que, a su vez, activan aún más las plaquetas y la expresión plaquetaria de GP IIb/IIIa. De manera paralela, el factor tisular expresado por el núcleo de la placa ateroesclerótica, Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en enero 13, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 1182 EN FE RM ED A D ES C A RD IO VA SC U LA RE S AT ER O ES CL ER Ó TI CA S VII con abundantes líquidos, activa la cascada de la coagulación, cuando se expone a la sangre circulante. El complejo entre el factor tisular y los factores de la coagulación VIIa y Va hace que se forme factor X activado (factor Xa), que, por su parte, amplifica la producción del factor IIa activado (trombina). Esta cascada continúa con la conversión del fibrinógeno en fibrina inducida por la trombina. Los sistemas plaquetarios de la coagulación convergen, pues la trombina también activa las plaquetas de una forma potente. La GP IIb/IIIa plaquetaria se une al fibrinógeno circulante, con lo que las plaquetas se agregan y producen, en última instancia, un trombo de plaquetas y fibrina, parte del cual puede embolizar distalmente y causar una necrosis miocárdica. Cuatro observaciones respaldan la función cardinal de la trombosis arterial coronaria en la patogenia del SCA-SEST: 1) los hallazgos necros- cópicos de trombos en las arterias coronarias, localizadosde manera característica en una placa ateroesclerótica rota o erosionada; 2) la visualización por tomografía de coherencia óptica (v. fig. 60-3) o por angiografía por tomografía computarizada (ATC) de la ulceración de la placa, de irregularidades del casquete fibroso de la placa de ateroma, o de ambas, hallazgos ambos compatibles con una rotura de la placa y la formación de trombo; 3) la elevación de los marcadores séricos de la actividad plaquetaria, la producción de trombina y la formación de fibrina, y 4) la mejoría de los resultados clínicos con los tratamientos antiagregantes y anticoagulantes. EVALUACIÓN CLÍNICA Anamnesis El SCA-SEST secundario a ateroesclerosis es muy poco habitual en los hombres menores de 40 años y en las mujeres menores de 50 si no concurre ningún trastorno genético, del tipo de la hipercoles- terolemia familiar, pero su incidencia aumenta de forma incesante a partir de ese momento. Los pacientes con SCA suelen referir factores tradicio- nales de riesgo para la cardiopatía isquémica (CC) (v. capítulo 45). Sin embargo, así como los factores de riesgo coronario miden de una manera fidedigna el riesgo en las poblaciones, no ayudan tanto en la evaluación de casos concretos. El síntoma inicial del SCA-SEST suele ser una sensación opresiva, de peso o de claro dolor en la región retroesternal (v. capítulo 56) y, aunque se parece a la angina estable de esfuerzo, suele resultar más intenso y durar más tiempo (> 10 min). La irradiación a la cara cubital del brazo izquierdo, hombro, cuello o mandíbula es habitual, pero los síntomas se pueden localizar en cualquier lugar entre la oreja y el epigastrio.11 Las molestias se pueden acompañar de otros síntomas, como sudoración, náuseas, dolor abdominal, disnea y síncope. Las características que favorecen el diagnóstico son la exacerbación de los síntomas por el esfuerzo físico, la precipitación por la anemia grave, infecciones, inflamación, fiebre o trastornos metabólicos o endo- crinos (p. ej., tiroideos). Las manifestaciones atípicas, como disnea sin dolor torácico, dolor limitado al epigastrio o indigestión representan «equivalentes anginosos». Estos hallazgos atípicos prevalecen más en las mujeres, personas mayores y pacientes con diabetes, enfermedad renal crónica o demencia y llevan a un infradiagnóstico e infratratamiento, así como a una evolución menos favorable. El dolor torácico de carácter pleurítico, postural o que se des- FIGURA 60-1 Síndrome coronario agudo (SCA). La mitad superior de la figura ilustra la progresión en la formación de la placa, y el inicio y las complicaciones del SCA sin elevación del ST (SEST), así como el tratamiento en cada etapa. La sección numerada de la arteria indica el proceso de la aterogenia desde: 1) la arteria normal; hacia 2) la presencia líquidos extracelulares subóptimos; hacia 3) la etapa fibroadiposa, y hacia 4) la expresión procoagulante y el debilitamiento del casquete fibroso. El SCA ocurre con: 5) la desestructuración del casquete fibroso, que representa el estímulo para la trombogenia. 6) La reabsorción del trombo puede ir seguida de la acumulación de colágeno y del crecimiento de músculo liso. La formación del trombo y el posible vasoespasmo coronario reducen el flujo sanguíneo en la arteria coronaria afectada y producen dolor torácico isquémico. La mitad inferior de la figura ilustra los correlatos clínicos, anatomopatológicos, electrocardiográficos y analíticos (biomarcadores) del SCA y el abordaje terapéutico global. El descenso del flujo puede deberse a un trombo totalmente oclusivo (lado derecho) o que produce una oclusión subtotal (lado izquierdo). La mayoría de los pacientes con elevación del segmento ST (flecha blanca gruesa) sufren un IMQ, y algunos (flecha blanca fina), un IMSQ. Aquellos sin elevación del segmento ST experimentan una AI o un IMSEST (flechas rojas gruesas) y su distinción depende de los biomarcadores cardíacos. La mayoría de los pacientes que acuden con un IMSEST presentan un IMSQ; solo algunos presentan IMQ. El espectro de presentaciones clínicas que forman la AI, el IMSEST y el IMEST se conoce como SCA. Esta guía clínica práctica sobre el SCA-SEST contiene secciones sobre el tratamiento inicial antes del SCA-SEST, al inicio del SCA-SEST y en la fase hospitalaria. La prevención secundaria y los planes de atención a largo plazo deben iniciarse de manera temprana ya dentro del hospital. Los pacientes sin una causa cardíaca componen el grupo más amplio que acude a los SU con dolor torácico (flecha discontinua). AI, angina inestable; Dx, diagnóstico; ECG, electrocardiograma; IM, infarto de miocardio; IMEST, infarto de miocardio con elevación del ST; IMQ, infarto de miocardio con ondas Q; IMSEST, infarto de miocardio sin elevación del ST; IMSQ, infarto de miocardio sin ondas Q; SU, servicio de urgencias. (Tomado de Amsterdam EA et al. 2014 ACC/AHA non-ST-segment elevation ACS guideline. J Am Coll Cardiol 2014;64(24):e139-228; y Libby P et al. Current concepts of the pathogenesis of the acute coronary syndromes. Circulation 2001;104:365-72.) Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en enero 13, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 1183 Sín d ro m es co ro n ario s ag u d o s sin elevació n d el seg m en to ST 60 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n d el ito . cribe como «puñalada» no suele deberse a una isquemia de miocardio. Las manifestaciones clínicas pueden aparecer de forma repentina y los síntomas recientes ocurren con una fuerte intensidad tras un esfuerzo mínimo (categoría III de la Canadian Cardiovascular Society [CCSC]) o bien en reposo (categoría IV de CCSC); otras veces, la angina progresa (se torna más frecuente, más intensa o más duradera) o bien ocurre poco después de haber sufrido un IM.12 Exploración física Los hallazgos de la exploración física pueden ser normales, si bien los pacientes con territorios extensos de isquemia miocárdica muestran, en la auscultación, un tercer o cuarto tonos, o ambos, o crepitantes pulmonares. Rara vez, se aprecian hipotensión, frialdad y palidez de la piel, taquicardia sinusal o un shock cardiógeno franco; estos hallazgos ocurren muchas más veces en el IMEST que en el SCA-SEST. A veces, se detectan posibles causas precipitantes del SCA como fiebre, hiperten- sión rebelde, taquicardia, bradicardia profunda, enfermedad tiroidea y hemorragia digestiva (HD). Signos como el pulso débil, la taquipnea y la taquicardia en presencia de campos pulmonares limpios y pulso paradójico con distensión venosa yugular pueden llevar a diagnósticos alternativos gravísimos, como disección de aorta, embolia pulmonar o taponamiento cardíaco. FIGURA 60-2 Vías inflamatorias que predisponen a la rotura y trombosis de las arterias coronarias. El corte transversal de una placa de ateroma en la parte inferior de la figura revela el centro lipídico que contiene células macrofágicas espumosas (amarillo) y linfocitos T (azul). Las células del músculo liso arterial (rojo) presentes en las capas íntima y media son la fuente del colágeno arterial (estructuras helicoidales triples). Los linfocitos T activados segregan la citocina interferón γ, que inhibe la producción del nuevo colágeno intersticial, necesario para reparar y mantener el casquete fibroso que protege la placa (parte superior izquierda). Los linfocitos T también activan los macrófagos de la íntima al expresar el ligando de CD40, que se une al receptor CD40 del fagocito. Esta señalización inflamatoria determina la sobreproducción de las metaloproteinasas de matriz (MMP) 1, 8 y 13, que catalizan la etapa inicial que limita la descomposición del colágeno (parte superior derecha). El ligando de CD40 tambiénhace que los macrófagos produzcan un exceso del factor tisular procoagulante. Estas consecuencias diversas de la señalización inflamatoria contribuyen, cada una por su parte, a la inestabilidad del casquete fibroso de la placa. (Tomado de Libby P. Mechanisms of acute coronary syndromes and their implications for therapy. N Engl J Med 2013;368:2004-13.) FIGURA 60-3 Imágenes representativas de la forma de la placa mediante tomografía de coherencia óptica. Izquierda. La rotura del centro necrótico de la placa con rotura del casquete delgado que la cubre representa el proceso fisiopatológico más habitual del síndrome coronario agudo (SCA). Centro. Erosión de la placa con un trombo en contacto directo con una placa íntima rica en células musculares lisas y matriz proteoglucánica. Derecha. La forma menos habitual de placa que causa el SCA es el nódulo calcificado, una placa muy calcificada con una zona circundante de fibrosis. Se observan fisuras en la lámina calcificada de la placa, con formación de hueso y fibrina intercalada, con un casquete fibroso desestructurado y un trombo suprayacente. El nódulo calcificado produce más SCA en los hombres mayores que en las mujeres o en los jóvenes. (Tomado de Eisen A, Giugliano RP, Braunwald E. Update on acute coronary syndrome. JAMA Cardiol 2016;1(6):718-30.) Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en enero 13, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 1184 EN FE RM ED A D ES C A RD IO VA SC U LA RE S AT ER O ES CL ER Ó TI CA S VII Electrocardiografía Las anomalías más habituales en el ECG de 12 derivaciones son la depresión del segmento ST y la inversión de la onda T, que ocurren más veces cuando el enfermo se encuentra sintomático. Es importante comparar con un ECG reciente, porque la depresión dinámica del segmento ST, a veces de tan solo 0,05 mV, representa un marcador sensible (aunque inespecífico) del SCA-SEST. Las depresiones mayores del segmento ST auguran un pronós- tico más sombrío. La elevación pasajera del segmento ST durante menos de 20 min se da hasta en el 10% de los pacientes y hace sospechar una AI o un vasoespasmo coronario. Las inversiones profundas (> 0,2 mV) de la onda T son compatibles, pero no necesariamente diagnósticas, con un SCA-SEST, mientras que las inversiones aisladas y de menor magnitud de la onda T no resultan especialmente útiles, debido a su escasa especificidad. Más de la mitad de los pacientes con un SCA-SEST definitivo muestran un ECG normal o poco diagnóstico. La isquemia puede darse en un territorio que no se encuentre adecuadamente representado en el ECG convencional de 12 derivaciones (v. más adelante), o bien el paciente sufre un episodio de isquemia que se omite en el ECG inicial, de manera que hay que repetir el registro cada 20 a 30 min hasta que remitan los síntomas o se establezca o descarte el diagnóstico de IM. La angiografía coronaria detecta la lesión responsable en la arteria coronaria circunfleja en un tercio de los casos de SCA-SEST de alto riesgo.13 Como el ECG convencional de 12 derivaciones no representa bien este territorio, hay que plantearse el estudio de las derivaciones posteriores V7 a V9 (incrementando la ganancia hasta 20 mm/mV) en los pacientes con una historia compatible con SCA y un ECG inicial poco diagnóstico. De manera análoga, el SCA ocasionado por una afectación aislada de la rama marginal aguda de la arteria coronaria derecha no se suele ver en el ECG convencional de 12 derivaciones, pero se puede sospechar a partir de las derivaciones V3R y V4R. Así pues, vale la pena registrar estas derivaciones adicionales cuando se sospeche un SCA y el ECG de 12 derivaciones parezca normal. La monitorización continuada del ECG en los días siguientes al SCA-SEST permite identificar a los pacientes con un riesgo más alto de episodios recurrentes. Las depresiones del segmento ST registradas durante esta monitorización en la primera semana del SCA-SEST se asocian a un mayor riesgo de reinfarto y muerte. Pruebas de laboratorio: biomarcadores Algunos biomarcadores que reflejan las distintas causas del SCA-SEST ayudan al pronóstico, por ejemplo, los marcadores de la necrosis miocítica, el estrés hemodinámico, el daño vascular (sobre todo, renovas- cular), la aceleración de la ateroesclerosis y la inflamación (fig. 60-4). Las troponinas específicas del corazón I (cTnI) y T (cTnT) son los biomar- cadores de elección para detectar la necrosis miocárdica, pues separan el SCA-SEST de la AI. Como la sensibilidad de las diferentes troponinas varía en la práctica clínica, la recomendación consensuada es definir el IM por una elevación de la cTnI o de la cTnT > percentil 99 del intervalo normal del análisis concreto empleado;14 en los casos característicos con una presentación clínica compatible con SCA se produce una elevación pasajera y una caída posterior. Sin embargo, pese a que la elevación de la troponina en presencia de una molestia isquémica suele denotar necrosis miocárdica, existen muchos otros mecanismos para la liberación de las troponinas, como la apoptosis, la liberación celular de productos de la degradación proteolítica de la troponina, el aumento de la permeabilidad de la pared celular y un recambio normal de miocitos.15 Más aún, hay una gran variedad de trastornos clínicos que se asocian a elevación de las troponinas sin ser IM (tabla 60-2). Aun con los análisis menos sensibles de troponina, del 60 al 70% de las personas que acuden a los servicios de urgencias (SU) con dolor torácico presentan cTn detectable, pero solo una minoría son diagnosticados de IM agudo.16 A medida que se va disponiendo de análisis de troponinas de alta sensibilidad (hsTn)17 que detectan concentraciones ultrabajas de la troponina en el 90% de las personas sanas, la consideración del contexto clínico en el que se eleva la troponina cobrará cada vez más importancia si se desea evitar un diagnóstico erróneo y un cribado inadecuado de los pacientes. (Véanse también los capítulos 56 y 58.) Los análisis de cTn de cuarta generación que se realizan actualmente en EE. UU. son menos sensibles que los análisis hsTn de algunos países europeos. Por eso, para descartar el IM con las pruebas menos sensibles se necesitan dos análisis negativos de cTn con un intervalo mínimo de 6 h. Sin embargo, con los nuevos análisis de hsTn (aprobados en EE. UU. en 2017) se puede clasificar a casi dos tercios de los pacientes que acuden a los SU con un probable SCA como de «riesgo muy bajo» para IM o muerte de origen cardíaco en los 30 días siguientes con tan solo una medición inicial inferior a 5 ng/l (valor predictivo negativo [VPN]: 99,6%).18 Toda variación absoluta de la hsTn mayor de 9,2 ng/l resulta aún más predictiva del IM agudo que una medida aislada o la diferencia relativa entre dos mediciones.19 El uso de las diferencias absolutas entre las hsTn permite aplicar protocolos rápidos, en tan solo 1 h, para incluir o descartar el IM hasta en el 77% de los casos no seleccionados que acuden a los SU con un dolor torácico agudo;20,21 los resultados son comparables al método de las 3 h.22 Además de su utilidad para el diagnóstico y el pronóstico tempranos, las cifras de cTn que siguen al SCA facilitan la estratificación del riesgo en un plazo intermedio (6 meses siguientes). Cuando no existían análisis de hsTn, las directrices de la European Society of Cardiology (ESC) de 201523 recomendaban la evaluación de la copeptina, la porción carboxiterminal de la prohormona de la vasopresina, para mejorar la sensibilidad diagnóstica del IM agudo.24 FIGURA 60-4 Enfoque multimarcador para la estratificación del riesgo en el SCA. Metabolismo de la glucosa* = hiperglucemia o hemoglobina glucosilada (HbA1c) elevada; BNP, péptidonatriurético cerebral; CD40L, ligando de CD40; CrCl, aclaramiento de creatinina; CRPas, proteína C reactiva de alta sensibilidad; NT-pro-BNP, pro-BNP N-terminal. (Modificado de Morrow DA, Braunwald E. Future of biomarkers in acute coronary syndromes: moving toward a multimarker strategy. Circulation 2003;108:250.) TABLA 60-1 Características principales de la rotura y la erosión superficial de la placa ROTURA DE LA PLACA EROSIÓN DE LA PLACA Lípidos abundantes Lípidos escasos Poco colágeno, casquete fibroso fino Proteoglucanos y glucosaminoglucanos abundantes Descomposición del colágeno intersticial Descomposición no fibrilar del colágeno Inflamación abundante Pocas células inflamatorias Apoptosis de células musculares lisas Apoptosis de células endoteliales Predominio de macrófagos Afectación secundaria de neutrófilos Predominio masculino Predominio femenino Concentración elevada de colesterol de las lipoproteínas de baja densidad Alta concentración de triglicéridos Modificado de Libby P, Pasterkamp G. Requiem for the “vulnerable plaque”. Eur Heart J 2015;36:2984-87. Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en enero 13, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 1185 Sín d ro m es co ro n ario s ag u d o s sin elevació n d el seg m en to ST 60 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n d el ito . Algunos otros biomarcadores ayudan a determinar el pronóstico y guiar la atención. De estos, los más utilizados en los casos de SCA-SEST son los péptidos natriuréticos (es decir, el péptido natriurético cerebral [BNP] y el pro-BNP N-terminal). Los péptidos natriuréticos (NP) se elevan de manera proporcional al grado de distensión (sobrecarga) ventriculares y se correlacionan con el riesgo de episodios adversos, del tipo de muerte, insuficiencia cardíaca (IC) e IM de una manera gradual. Aún más importante, la elevación de un NP basal apunta a los pacientes que posiblemente más se beneficien de los tratamientos antiisquémico e hipolipidemiante intensivos y de una revascularización coronaria tem- prana. De manera análoga, la proteína C reactiva (CRP), marcadora de la inflamación, se eleva después del SCA-SEST y el grado de elevación se corresponde con los resultados cardiovasculares (CV) a largo plazo. Asimismo, la CRP detecta a los pacientes con SCA-SEST que precisan un tratamiento más intensivo de los factores de riesgo, es decir, lípidos, glucosa, presión arterial (PA) y peso. En la tabla e60-1 se resumen otros biomarcadores novedosos y prometedores del SCA. Los enfoques multimarcador (p. ej., evaluación simultánea de cTn, CRPas y BNP) pueden mejorar aún más la estratificación del riesgo en los casos de SCA-SEST.25 El análisis lipídico no ayuda tanto al pronóstico individual, pero la determinación del colesterol de las lipoproteínas de baja densidad (C-LDL) y de los triglicéridos, junto con la de la glucosa o la hemoglobina (Hb) A1c, permite conocer los factores de riesgo no controlados; si estos se combaten adecuadamente, es posible reducir el riesgo de posibles episodios CV (v. capítulo 45). De la misma manera, el análisis sistemático de la oxigenación arterial, hematocrito y función tiroidea denotan afecciones susceptibles de tratamiento que ocasionan SCA secundario.26 Pruebas no invasivas Las pruebas no invasivas de los pacientes con un SCA-SEST conocido o sospechado cumplen una serie de funciones importantes: 1) establecer la presencia o la ausencia de CI importante; 2) diagnosticar la CI como causa de la elevación de cTn en casos que podrían tener otra explicación (v. anteriormente); 3) evaluar la extensión de la isquemia residual tras iniciar el tratamiento conservador para guiar la estrategia futura; 4) localizar el territorio de isquemia antes de revascularizar a un paciente con enfermedad de varios vasos, y 5) examinar la función del ventrículo izquierdo (VI). La seguridad de la prueba de esfuerzo temprana de un paciente con SCA-SEST se encuentra debatida, pero la práctica de una prueba de esfuerzo limitada por los síntomas o de tipo farmacológico resulta aparentemente segura si el paciente lleva, al menos, 24 h estable sin síntomas de isquemia aguda ni signos de inestabilidad hemodinámica o eléctrica. Las ventajas de las distintas modalidades de la prueba de esfuerzo se han comparado entre sí (v. capítulo 13). La prueba de esfuerzo mediante la perfusión miocárdica de isótopos nucleares y la ecocardiografía de esfuerzo con dobutamina ofrecen una sensibilidad mayor que las pruebas de esfuerzo electrocardiográficas sin imágenes (v. capítulos 14 y 16). En la práctica, la modalidad de la prueba se escoge en función de las características y preferencias de cada paciente y de la disponibilidad y pericia locales. A la mayoría de los enfermos se les recomienda pruebas de esfuerzo electrocardiográficas si el ECG en reposo no revela ninguna anomalía basal importante (p. ej., depresión del ST, bloqueo de rama, estimulación con marcapasos). Cuando aparecen anomalías ECG basales importantes, se requiere una prueba de esfuerzo isotópica o ecocardiográfica antes e inmediatamente después del ejercicio. Si el paciente no puede alcanzar una carga significativa durante el ejercicio, se aconseja una prueba farmacológica con técnicas de imagen. Los signos de alto riesgo en la prueba de esfuerzo (p. ej., isquemia intensa, reflejada por una depresión del segmento ST ≥ 0,2 mV antes de la etapa 3, hipotensión con el ejercicio, taquiarritmia ventricular, disfunción reciente o progresiva del VI) constituyen una indicación para efectuar una angiografía coronaria rápida y proceder, si es posible, a la revascularización coronaria. La ecocardiografía ayuda a examinar la función sistólica y diastólica del VI y también a detectar la dilatación de la aurícula izquierda, la insuficiencia mitral funcional, las excursiones sistólicas en el plano del anillo tricúspide, la disfunción diastólica, la disincronía mecánica ventricular y las «colas de cometa» pulmonares ecográficas (líquido pulmonar extravascular detectado en la ecografía torácica). Cada uno de estos signos comporta un pronóstico desfavorable en el SCA-SEST. La ATC con contraste (ATCC) de los pacientes con SCA-SEST o sos- pecha de este síndrome permite: 1) reconocer o descartar la presencia de CI epicárdica; 2) identificar el o los vasos con ateroesclerosis coronaria, y 3) estratificar el riesgo y el pronóstico (v. capítulo 18). En tres grandes estudios aleatorizados se ha comprobado que la ATCC, comparada con la evaluación habitual, agiliza el cribado de los pacientes que acuden a los SU con dolor torácico y acorta, de esta manera, la estancia.27-29 Otras ventajas son la reducción de costes30,31 y de nuevas visitas al SU.31 En un estudio aleatorizado se comparó la asistencia habitual con ATCC, frente a la ausencia de ATCC, en 4.146 pacientes con probable angina y se comprobó que la ATCC facilita el diagnóstico de la angina secundaria a CI y reduce la necesidad de las pruebas de esfuerzo, pero aumenta el uso de la angiografía coronaria.32 Estos estudios y otros llevaron al American College of Radiology y al American College of Cardiology a recomendar el uso de la ATCC en los SU ante pacientes con dolor torácico y sospecha de SCA cuya presentación revele un riesgo bajo33,34 (tabla 60-3). En los hospitales que disponen de análisis de hsTn no está tan clara la ventaja de la ATCC,35 pero algunos estudios indican que la ATCC podría mejorar la estratificación del riesgo de los pacientes cuyos valores de hsTn no descartan ni confirman de una manera concluyente el IM.36,37 Los beneficios de la ATCC podrían extenderse más allá del SU y facilitar una detección más rápida y exacta delos pacientes de alto riesgo que pueden beneficiarse de un tratamiento intensivo temprano.32,38 La resonancia magnética cardíaca (RMC) con un protocolo de barrido rápido aporta mediciones precisas de los volúmenes y de la función de los ventrículos, detecta el edema de la pared ventricular, reconoce las áreas de miocardio infartado frente al miocardio en hibernación, establece la presencia de perfusión miocárdica, cuantifica la motilidad parietal y reconoce el miocardio en riesgo de los pacientes con SCA-SEST.39 Estas evaluaciones pormenorizadas ayudan a guiar la revascularización coronaria en algunos escenarios clínicos habituales, como cuando existe una estenosis limítrofe, la lesión culpable no resulta segura por la presencia de enfermedad en varios vasos o la viabilidad del miocardio en un territorio de riesgo parece dudosa (v. capítulo 17). Pruebas de imagen invasivas La angiografía coronaria invasiva ha sido la técnica de referencia para visualizar el árbol arterial coronario durante casi seis décadas. La lesión responsable del SCA-SEST suele mostrar una estenosis excéntrica con bordes festoneados o colgantes y un cuello estrecho (v. capítulo 20). TABLA 60-2 Causas de elevación de la troponina que reflejan un daño miocárdico directo y se diferencian del infarto de miocardio espontáneo (de tipo 1) CARDÍACA NO CARDÍACA O SISTÉMICA Taquiarritmias Embolia pulmonar, hipertensión pulmonar Insuficiencia cardíaca congestiva Traumatismo (p. ej., descarga eléctrica, quemaduras, contusión de la pared torácica) Urgencias hipertensivas Hipo- o hipertiroidismo Infecciones, inflamación (p. ej., miocarditis, pericarditis) Toxicidad (p. ej., antraciclinas, veneno de serpiente) Miocardiopatía de estrés (miocardiopatía takotsubo) Insuficiencia renal Cardiopatía estructural (p. ej., estenosis aórtica) Shock séptico Disección de aorta Accidente cerebrovascular u otro episodio neurológico agudo Espasmo coronario Esfuerzos de resistencia extrema (p. ej., ultramaratón) Intervenciones cardíacas (biopsia endomiocárdica, ablación, injerto de derivación arterial coronaria, intervención coronaria percutánea) Rabdomiólisis Enfermedades infiltrantes (p. ej., amiloidosis, hemocromatosis, enfermedades malignas) Modificado de Newby LK et al. JACC 2012;60:2427-63; y Roffi M et al. 2015 ESC guidelines for the management of acute coronary syndromes in patients presenting without persistent st-segment elevation. Task Force for the Management of Acute Coronary Syndromes in Patients Presenting without Persistent ST-Segment Elevation of the European Society of Cardiology. Eur Heart J 2016;37:267-315. Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en enero 13, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 1186 EN FE RM ED A D ES C A RD IO VA SC U LA RE S AT ER O ES CL ER Ó TI CA S VII Estos signos angiográficos pueden indicar una desestructuración de la placa de ateroma o un trombo. Los signos a favor del trombo son masas intraluminales globulosas de forma redonda o polipoidea; la «opacidad» de la lesión hace sospechar un trombo, pero no resulta específica. Alrededor del 85% de los pacientes con el diagnóstico clínico de SCA-SEST muestran una obstrucción coronaria significativa (es decir, estenosis > 50% del diámetro luminal en, al menos, una arteria coronaria importante). La mayoría sufren una enfermedad obstructiva, de varias arterias epicárdicas –aproximadamente el 10% en el tronco de la arteria coronaria izquierda, el 35% en tres vasos y el 20% en dos vasos– y solo cerca del 20% muestran enfermedad de un vaso. El 15% restante no tienen una obstrucción coronaria importante, dato más habitual entre las mujeres y minorías étnicas. En estos casos, el SCA-SEST podría relacionarse con una obstrucción coronaria microvascular, una dis- función endotelial o un espasmo arterial coronario y su pronóstico resulta más favorable. La tasa de mortalidad o de IM a los 30 días de 37.101 pacientes reclutados en ocho estudios clínicos sobre SCA-SEST alcanzó el 2,2% en aquellos sin enfermedad arterial coronaria (EAC) obstructiva, frente al 13,3% en los que sufrían obstrucción.40 La ecografía intravascular y la tomografía de coherencia óptica son dos técnicas invasivas con imágenes transversales que proporcionan detalles de la forma de la placa (v. fig. 60-3). En el entorno clínico, ambas se suelen utilizar para guiar la colocación de endoprótesis (v. capítulo 20). Esta y otras técnicas (p. ej., espectroscopia en el infrarrojo cercano, resonancia magnética intravascular, angioscopia) dan una idea detallada de la forma de la placa y establecen la fisiopatología del SCA, por más que la utilidad clínica de esta información adicional no esté clara. Evaluación del riesgo Riesgo residual El riesgo de episodios isquémicos recidivantes después de un SCA depende tanto de la presencia y estabilidad de las lesiones multifocales como de la lesión responsable del síndrome inicial.41 Para prevenir recidivas se requiere un tratamiento conservador radical de las placas restantes y la evitación de nuevas.41 El porcentaje de pacientes con más de una placa activa en la angiografía se correlaciona con la concen- tración de la CRP de alta sensibilidad (CRPas). Estos signos establecen un importante vínculo fisiopatológico entre la inflamación, la EAC activa más difusa y los episodios cardíacos recidivantes durante los meses o años que siguen a un episodio clínico de SCA. Evolución natural Los pacientes con AI tienen una mortalidad menor a corto plazo (< 2% a los 30 días) que aquellos con IMSEST o IMEST. Sin embargo, gracias al uso creciente de la hsTn, la fracción de pacientes con SCA-SEST diagnosticada de AI está disminuyendo.6 El riesgo temprano de mortalidad del IMSEST depende de la extensión del daño miocárdico y del compromiso hemodinámico resultante y resulta menor que en los casos de IMEST, con infartos generalmente mayores.42 En cambio, la evolución a largo plazo, por lo que a la mortalidad y a los episodios no mortales respecta, resulta peor en el SCA-SEST. Posiblemente, este dato guarde relación con la mayor edad, la extensión de la EAC, los IM previos, las enfermedades concomitantes (p. ej., diabetes, insuficiencia renal) y la probabilidad de recidiva del SCA entre los pacientes con SCA-SEST en relación con aquellos con IMEST. Puntuaciones de riesgo Se han elaborado una serie de puntuaciones de riesgo para los pacientes con SCA-SEST que integran las variables clínicas y los signos del ECG más los marcadores séricos.43-45 La puntuación de riesgo Thrombolysis in Myocardial Ischemia (TIMI) de la AI/IMSEST recoge siete factores independientes de riesgo, cuya suma se correlaciona directamente con la mortalidad o las recidivas isquémicas43 (fig. 60-5). Esta herramienta rápida y sencilla para la evaluación inicial identifica a los enfermos de alto riesgo que se pueden beneficiar de una estrategia invasiva temprana y de un tratamiento antitrombótico más intensivo. La puntuación de riesgo Global Registry of Acute Coronary Events (GRACE)45 se basa en un número mayor de factores ponderados de riesgo que predicen la mortalidad después del SCA-SEST; sin embargo, es más complejo que el índice de riesgo TIMI y no es fácil de calcular a mano. Para el pronóstico a un plazo más largo de los casos de SCA, se emplea un índice de riesgo basado en nueve predictores clínicos independientes que detectan el gradiente de riesgo de los episodios aterotrombóticos recidivantes, el índice de riesgo de EAC isquémica y estable TIMI (fig. 60-6). Este índice diferencia a los pacientes que alcanzan un beneficio absoluto mayor con los tratamientos antitrombóticos hipolipidemiantes más radicales.46,47 TRATAMIENTO El tratamiento de los pacientescon SCA-SEST consiste en una fase aguda, centrada en los síntomas clínicos y la estabilización de la o las lesiones responsables, y en otra más larga para prevenir la pro- gresión de la enfermedad y la rotura/erosión futura de la placa. Los estudios angiográficos retrospectivos48 y un estudio prospectivo sobre la evolución natural del SCA-SEST tratado mediante intervención coronaria percutánea (ICP)41 han revelado que las placas que causan una estenosis más intensa corren más riesgo de rotura, con el consiguiente episodio de SCA. Sin embargo, como las placas con una estenosis menos grave resultan más prevalentes, estas lesiones menos obstructivas dan cuenta de casi la mitad de los futuros episodios de SCA. Medidas generales Los pacientes con un dolor torácico reciente o progresivo o un síntoma de equivalente anginoso compatible con SCA deben ser trasladados de inmediato, si es posible, en ambulancia a un SU y evaluados al instante.49 La exploración inicial comprende una anamnesis y exploración física TABLA 60-3 Pertinencia de la angiografía coronaria por tomografía computarizada (ATC) en los pacientes con un síndrome de dolor torácico agudo Indicaciones pertinentes Electrocardiograma negativo o indeterminado para isquemia miocárdica Probabilidad baja o intermedia antes de la prueba según las herramientas de estratificación del riesgo La puntuación de riesgo TIMI de 0-2 (riesgo bajo) es la ideal o, en algunos casos, la puntuación TIMI de 3-4 (riesgo intermedio) Índice HEART < 3 ≥ 1 valor negativo de troponina, incluido el análisis en el punto asistencial Pruebas funcionales anteriores equívocas o insuficientes durante la estancia índice en el SU o en los 6 anteriores Indicaciones equívocas Probabilidad clínica alta de SCA de acuerdo con la exploración clínica y los criterios habituales de riesgo (p. ej., puntuación TIMI > 4) Enfermedad arterial coronaria previa conocida Índice conocido de calcio ≥ 400 Contraindicaciones relativas Antecedentes de reacción alérgica al contraste yodado Filtración glomerular estimada (FGe) de 30 a < 60 ml/min/1,73 m2 Factores que probablemente motivarán un estudio no diagnóstico de imagen; los factores concretos dependerán de la tecnología de la imagen y de las capacidades del centro Frecuencia cardíaca superior a la máxima para un estudio diagnóstico de imagen fidedigno después de administrar β-bloqueantes (de ordinario, 70-80 lpm) Contraindicaciones para los β-bloqueantes y frecuencia cardíaca no controlada Fibrilación auricular u otro ritmo muy irregular Índice de masa corporal > 39 kg/m2 Contraindicaciones absolutas Síndrome coronario agudo conocido FGe < 30, salvo diálisis a largo plazo Anafilaxia previa tras la administración de contraste yodado Episodio previo de alergia al contraste tras una preparación adecuada con esteroides/antihistamínicos Embarazo o estado desconocido de embarazos de una mujer premenopáusica FGe, filtración glomerular estimada; lpm, latidos por minuto; SCA, síndrome coronario agudo; SU, servicio de urgencia; TIMI, Thrombolysis in Myocardial Infarction. Modificado de Hollander JE, Than M, Mueller C. State-of-the-art evaluation of emergency department patients presenting with potential acute coronary syndromes. Circulation 2016;134:547-64. Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en enero 13, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 1187 Sín d ro m es co ro n ario s ag u d o s sin elevació n d el seg m en to ST 60 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n d el ito . dirigidas y un ECG que se realizarán en los primeros 10 min desde la llegada.23 El ECG se registrará, si es posible, dentro de la ambulancia. Hay que extraer muestras de sangre para analizar la cTn o, si fuera posible, la hsTn de manera acelerada a través de un analizador en el punto asistencial o en el laboratorio del centro (los resultados se obtienen antes de 60 min). Los demás estudios de laboratorio, como el péptido natriurético, un hemograma completo, los electrólitos séricos, la creatinina y la glucosa permiten orientar los tratamientos y las estrategias iniciales. Los pacientes con elevación de cTn o nuevas anomalías del segmento ST o con un riesgo supuestamente moderado o alto, de acuerdo con una puntuación de riesgo validada, precisan ingreso en una unidad de cuidados intensivos (UCI) cardiovasculares especializada. Los pacientes con AI pero sin elevación de cTn y cambios electrocardiográficos isqué- micos requieren ingreso en una cama monitorizada, a ser posible de una unidad intermedia.11 En estos entornos, la monitorización electrocardio- gráfica continua mediante telemetría detecta las taquiarritmias, las alteraciones en la conducción auriculoventricular (AV) e intraventricular y los cambios en la desviación del segmento ST. El paciente necesita reposo en cama y oxígeno inhalado si la saturación arterial de oxígeno (Sao2) es inferior al 90% o si sufre IC con crepitantes pulmonares. La deambulación, según la tolerancia, se autorizará a los pacientes que hayan permanecido estables sin dolor torácico recurrente y sin cambios ECG durante al menos 12 a 24 h. Aquellos con síntomas atípicos y un riesgo bajo o cuyos síntomas revelen otra causa extracardíaca pueden permanecer en observación en el SU o en una unidad de estancia corta. Se efectuará un segundo análisis de la cTn de 3 a 6 h después del primero y se continuará la evaluación con estudios no invasivos de imagen o una prueba de esfuerzo para excluir con rapidez el SCA. Tratamiento de la isquemia Las directrices subrayan la administración temprana de tratamiento antiisquémico para mejorar el equilibrio entre aporte y demanda de oxígeno.11,23 Los objetivos de este tratamiento son el alivio de los síntomas y la prevención de las secuelas tempranas del SCA, como IM recidivante, IC, arritmias y muerte. En la tabla 60-4 se resumen los tratamientos antiisquémicos farmacológicos tradicionales y más recientes/experimentales. Nitratos Los nitratos son vasodilatadores que aumentan el flujo sanguíneo del miocardio (vasodilatación coronaria de los vasos ateroescleróticos y de los vasos sanos), reducen la demanda miocárdica de oxígeno al disminuir la precarga cardíaca (venodilatación sistémica), disminuyen la poscarga cardíaca (dilatación arterial sistémi- ca) y, con ello, la tensión de la pared ventricular y pueden surtir un ligero efecto antiagregante. El incremento reflejo de la frecuencia cardíaca (FC) y de la contractilidad, que aumenta la demanda miocárdica de oxígeno, se puede mitigar con la administración concomitante de un β-bloqueante. En estudios clínicos bien controlados no se ha demostrado que los nitratos disminuyan los episodios cardíacos, pero la justificación para el uso de nitratos en el SCA-SEST deriva de principios fisiopatológicos y de amplias observaciones clínicas, según los cuales surten eficacia clínica para el alivio del dolor y de otro tipo de molestias causados por la isquemia cardíaca. Ante un paciente sintomático sin hipotensión, se aconseja administrar inicialmente nitro- glicerina de acción rápida (por vía sublingual o vestibular: 0,3 a 0,6 mg en intervalos de 5 min), comenzando antes de la llegada al hospital si es posible. La nitroglicerina por vía intravenosa (i.v.) (5 a 10 µg/min, ajustando hasta un máximo de 200 µg/min, según la necesidad) se admi- nistrará a todo paciente con hipertensión o con síntomas isquémicos persistentes o recidivantes o con IC, siempre que la PA sistólica (PAS) alcance, como mínimo, 90-100 mmHg. La tole- rancia a los nitratos puede establecerse en un plazo de 12 a 24 h y se mitiga estableciendo intervalos libres de nitratos (si los síntomas lo permiten) o incrementandola dosis (si los síntomas persisten). No se aconseja la retirada FIGURA 60-5 Puntuación de riesgo Thrombolysis in Myocardial Infarction (TIMI) para la AI/IMSEST-IM (SCA-SEST). Se cuentan los factores de riesgo presentes. AAS, ácido acetilsalicílico; EAC, enfermedad arterial coronaria; M/IM/RU, muerte, infarto de miocardio o revascularización urgente. (Modificado de Antman EM, Cohen M, Bernink PJ, et al: The TIMI risk score for unstable angina/ non-ST elevation MI: a method for prognos- tication and therapeutic decision making. JAMA 2000;284:835.) FIGURA 60-6 Estratificación del riesgo a largo plazo después de un infarto de miocardio (IM) con la puntuación de riesgo TIMI para la EAC isquémica y estable. Los nueve factores independientes, combinados en una puntuación simple del riesgo a largo plazo, reconocen una amplia gama del riesgo futuro de la combinación siguiente: mortalidad cardiovascular (CV), IM o accidente cerebrovascular (ACV) isquémico. CI, cardiopatía isquémica; DM, diabetes mellitus; EAP, enfermedad arterial periférica; FGe, filtración glomerular estimada; HT, hipertensión; IDAC, injerto de derivación arterial coronaria. (Tomado de Bohula EA, Bonaca MP, Braunwald E, et al: Atherothrombotic risk stratification and the efficacy and safety of vorapaxar in patients with stable ischemic heart disease and prior myocardial infarction. Circulation 2016;134(4):304-313.) Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en enero 13, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 1188 EN FE RM ED A D ES C A RD IO VA SC U LA RE S AT ER O ES CL ER Ó TI CA S VII brusca de los nitratos i.v. en dosis altas porque pueden precipitar una isquemia recidivante, hipertensión de rebote, o ambas; hay que reducir paulatinamente la dosis de los nitratos i.v. a lo largo de varias horas. Constituyen contraindicaciones importantes de los nitratos la hipertensión y el uso reciente de inhibidores de la fosfodiesterasa de tipo 5 (PDE-5), como sildenafilo o vardenafilo (durante las 24 h previas), o tadalafilo (durante las 48 h previas). Como el sitio catalítico de la PDE-5 degrada, en condiciones normales, el monofosfato de guanosina cíclico GMPc, los inhibidores de la PDE-5 potencian los valores endógenos del GMPc y posiblemente exageran, prolongan o potencian los efectos vasodilatadores de los nitratos. Las contraindicaciones relativas de los nitratos comprenden hipotensión (PAS < 90 mmHg), obstrucción grave al flujo de salida por el VI, infarto extenso del ventrículo derecho o embolia pulmonar con repercusión hemodinámica. En todos estos casos, los nitratos deben administrarse, en el mejor de los casos, con enorme prudencia. Bloqueantes de los receptores β-adrenérgicos Los β-bloqueantes inhiben de manera competitiva los efectos miocárdi- cos de las catecolaminas liberadas por las neuronas y de las circulantes y reducen el consumo miocárdico de oxígeno al disminuir la FC, la PA y la contractilidad miocárdica. La evidencia a favor de los β-bloqueantes deriva, sobre todo, de estudios antiguos de pacientes con IM agudo (en general, IMEST) o un nuevo bloqueo de rama izquierda (BRI), antes de la actual era de reperfusión. En los estudios clínicos sobre pacientes con IM agudo, los β -bloqueantes reducen el reinfarto, las arritmias ventriculares y la mortalidad. Los hallazgos de estos estudios, algunos de los cuales incluían a pacientes sin elevación del ST, se han extrapolado a los pacientes con AI e IMSEST. En una revisión sistemática, en la que se agruparon datos de unos 4.700 pacientes con AI de cinco estudios efectuados antes de 1986, se comprobó que los β -bloqueantes reducían el riesgo de progresión hacia el IM.50 No está claro que los β -bloqueantes desplieguen una eficacia similar en esta era moderna de farmacoterapia intensiva con una estrategia invasiva inicial. En dos análisis no aleatorizados más recientes de registros amplios de enfermos con SCA-SEST se han observado descensos de la supervivencia antes del alta51 y en plazos más largos52 (después de ajustar el riesgo) entre los pacientes tratados con un β-bloqueante. Los β-bloqueantes por vía oral en las dosis administradas frente a la angina estable crónica (v. capítulo 61) se deben iniciar en las primeras 24 h11,23 salvo en estos casos: 1) IC aguda o grave; 2) gasto cardíaco bajo; 3) hipotensión, y 4) contraindicaciones para los β -bloqueantes (p. ej., bloqueo AV de alto grado, broncoespasmo activo). Hay que revisar a los enfermos con alguna contraindicación inicial para los β-bloqueantes para saber si, en un momento posterior, podrían recibir un medicamento de estos. Si la isquemia persiste a pesar del tratamiento i.v. con nitratos, se pueden administrar con prudencia β-bloqueantes i.v. (5 mg durante 1 a 2 min, repitiendo cada 5 min hasta completar una dosis inicial de 15 mg), en general después de iniciar el tratamiento por vía oral. Los β-bloqueantes i.v. se evitarán en los pacientes hipotensos.53 También se evitarán si el enfermo sufre un vasoespasmo coronario o una intoxicación aguda por cocaína o metanfetamina, ya que puede aparecer una vasoconstricción coronaria desinhibida mediada por los receptores α, que empeoraría el espasmo coronario. Los β-bloqueantes con actividad simpaticomimética intrínseca (p. ej., acebutolol, pindolol) se suelen evitar, ya que a veces aumentan el riesgo de taquicardia ven- tricular (TV) y fibrilación ventricular (FV). Morfina Si no existen contraindicaciones (p. ej., hipotensión, alergia), parece razonable administrar morfina i.v. (1-5 mg) si persiste la molestia o el dolor isquémicos a pesar del tratamiento con la medicación antiisquémica máxima tolerada (nitratos, β -bloqueantes); conviene recordar que la morfina puede retrasar la absorción intestinal de los antiagregantes administrados por vía oral. La dosis de morfina se puede repetir cada 5 a 30 min para aliviar los síntomas y mantener al paciente cómodo. La morfina actúa como analgésico y también como ansiolítico; sus efectos venodilatadores resultan beneficiosos porque reducen la precarga (sobre todo, de los enfermos con un edema pulmonar agudo) y descienden ligeramente la FC y la PA al incrementar el tono vagal. La morfina puede ocasionar hipotensión; para restablecer la PA se puede recurrir al decúbito supino y a la administración de suero salino i.v. La naloxona (0,4-2 mg i.v.) se administra en caso de sobredosis de morfina con depresión respiratoria circulatoria. Si el enfermo es alérgico a la morfina, se puede dar petidina en su lugar. Antagonistas del calcio Los antagonistas del calcio (AC) poseen efectos vasodilatadores y disminuyen la PA. Algunos, como el verapamilo y el diltiacem, también reducen la FC y la contractilidad del miocardio; en definitiva, la demanda miocárdica de oxígeno. Estos fármacos disminuyen de manera eficaz la isquemia de los pacientes con SCA-SEST y la isquemia persistente a pesar del tratamiento con dosis plenas de nitratos y β -bloqueantes, y también se administran a pacientes con contraindicaciones para los β-bloqueantes o con hipertensión.10,25 Estos pacientes deben recibir un AC no dihidropiridínico que reduzca la FC. La formulación de corta acción de la dihidropiridina nifedipino, que acelera la FC, puede causar daño a los enfermos con SCA si no se coadministra un β-bloqueante. No se ha apreciado ningún daño tras el tratamiento a largo plazo con TABLA 60-4 Tratamiento farmacológico antiisquémico del síndrome coronario agudo sin elevación del ST (SCA-SEST) CLASE DE FÁRMACO MECANISMO DE ACCIÓN EFECTOS CLÍNICOS EN EL SCA-SEST Tratamientos tradicionales β-bloqueantes Disminuyen la frecuencia cardíaca, la presión arterial y la contractilidad antagonizando los receptores β1 Disminuyen la mortalidad51Nitratos Disminuyen la precarga a través de la venodilatación; dilatan las arterias coronarias Ningún beneficio sobre la mortalidad Antagonistas del calcio Pueden provocar vasodilatación, reducir la frecuencia cardíaca o disminuir la contractilidad, dependiendo del fármaco concreto Ningún beneficio claro sobre la mortalidad o el reinfarto Aumenta la tasa de reinfartos si solo se administra nifedipino de corta acción Tratamientos nuevos y empíricos Ranolacina Inhibe la corriente tardía de entrada de sodio Disminuye la isquemia recidivante y las arritmias Trimetacidina Desplaza el metabolismo miocárdico desde los ácidos grasos hacia el consumo de glucosa Disminuye la mortalidad a corto plazo Nicorandil Activa los canales de K+ sensibles al ATP y dilata las arteriolas; puede tener un efecto de preacondicionamiento isquémico Disminuye las arritmias y la isquemia transitoria Ciclosporina Inhibidor del poro de transición de la permeabilidad mitocondrial que intervienen en el daño por reperfusión Ha reducido el tamaño del infarto en pequeños estudios*; estudio clínico más amplio en marcha *Mewton N, Croisille P, Gahide G, et al. Effect of cyclosporine on left ventricular remodeling after reperfused myocardial infarction. J Am Coll Cardiol 2010;55(12):1200-5. Tomado de la American Heart Association; Soukouli V, Boden WE, Smith SC Jr, O’Gara PT. Nonantithrombotic medical options in acute coronary syndromes: old agents and new lines on the horizon. Circ Res 2014;114:1944-58. Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en enero 13, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 1189 Sín d ro m es co ro n ario s ag u d o s sin elevació n d el seg m en to ST 60 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n d el ito . las dihidropiridinas de larga acción –amlodipino y felodipino– entre pacientes con disfunción confirmada del VI y EAC, lo que indica que estos fármacos resultan seguros en caso de SCA-SEST y disfunción VI. Si el enfermo sufre una angina vasoespástica probable o confirmada (v. más adelante), hay que plantearse los AC y los nitratos y evitar los β-bloqueantes. Las contraindicaciones para los AC no dihidropiridínicos son la disfunción importante del VI, el mayor riesgo de shock cardiógeno, el intervalo PR superior a 0,24 s y el bloqueo AV de alto grado. Tratamiento antiagregante Véanse la figura 60-7 y la tabla 60-5. Antiagregantes orales Ácido acetilsalicílico (AAS) El AAS acetila la ciclooxigenasa 1 (COX-1) plaquetaria, bloqueando la síntesis y la liberación de tromboxano A2 (TxA2), un activador de las plaquetas, y reduciendo la agregación de las plaquetas y la formación de trombo arterial. Como la inhibición de COX-1 por AAS resulta irre- versible, los efectos antiagregantes duran toda la vida de las plaquetas (aproximadamente de 7 a 10 días). En varios estudios controlados con placebo se ha comprobado la utilidad del AAS para los pacientes con SCA-SEST.54 Además de reducir los episodios clínicos adversos en las fases iniciales del tratamiento, el AAS también disminuye la frecuencia de episodios de isquemia en la prevención secundaria. Es un pilar del tratamiento antiagregante para los pacientes con todo tipo de SCA y para aquellos con CI crónica.11 Las dosis de AAS han variado entre 50 y 1.300 mg/día en los estudios aleatorizados, pero no parece que exista un efecto dosis-respuesta, sino que la HD ocurre más con las dosis superiores.54 En el estudio Clopidogrel and Aspirin Optimal Dose Usage to Reduce Recurrent Events-Seventh Organization to Assess Strategies in Ischemic Symptoms (CURRENT OASIS-7)55 se asignó al azar AAS en dosis altas (300 a 325 mg/día) o bajas (75 a 100 mg/día) durante 30 días (y también dosis altas frente a dosis habituales de clopidogrel; v. más adelante) a 25.086 pacientes. No se advirtió ninguna diferencia en el riesgo de mortalidad CV, IM o accidente cerebrovascular (ACV) entre las dos dosis de AAS, pero la HD aumentó con la dosis superior. Las directrices recomiendan a los pacientes con SCA-SEST que no estuvieran tomando AAS una dosis inicial de carga de 162 a 325 mg de una formulación sin recubrimiento entérico seguida de una dosis de mantenimiento de 75 a 100 mg/día.11 El AAS con recubrimiento entérico ha de evitarse al principio porque retrasa y reduce la absorción.56 Los datos del Study of Platelet Inhibition and Patient Outcomes (PLATO), un gran ensayo sobre ticagrelor, un antiagregante oral que inhibe el receptor P2Y12, aportan otro argumento favorable a las dosis bajas de AAS.57 El AAS en dosis altas (≥ 160 mg) se asoció a un mayor riesgo de HD que las dosis bajas (< 160 mg), sin que los resultados mejoraran.58 La mayoría de los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) se une de manera reversible a COX-1, impidiendo que el AAS inhiba esta enzima, de manera que pueden ocasionar efectos protrombóticos; en resumen, hay que evitar los AINE. FIGURA 60-7 Las dianas en el SCA-SEST de los fármacos antitrombóticos comercia- lizados se utilizan para inhibir la coagulación de la sangre y la agregación plaquetaria durante y después de la formación del trombo. AAS, ácido acetilsalicílico; ADP, difosfato de adenosina; FXa, factor Xa; GP, glucoproteína; HBPM, heparina de bajo peso molecular; HNF, heparina no fraccionada; Tx, tromboxano; el vorapaxar es un bloqueante del receptor 1 activado por la proteasa (PAR-1). (Tomado de Roffi M, Patrono C, Collet JP, et al. 2015 ESC guidelines for the management of acute coronary syndromes in patients presenting without persistent ST-segment elevation, Eur Heart J 2016;37:267-315.) TABLA 60-5 Recomendaciones de la guía de 2014 para el uso de los antitrombóticos en pacientes con síndromes coronarios agudos sin elevación del ST Tratamiento antiagregante Se administrará AAS sin recubrimiento entérico masticable (162-325 mg) a todos los pacientes que no muestren contraindicaciones durante la presentación y se continuará de manera indefinida con una dosis de mantenimiento (81-325 mg/día) Si el paciente no puede tomar AAS por hipersensibilidad o intolerancia digestiva importante, se aplicará una dosis de carga de clopidogrel (300 o 600 mg) seguida de una dosis diaria de mantenimiento de 75 mg Se pueden utilizar clopidogrel o ticagrelor desde el principio con una estrategia invasiva temprana o guiada por la isquemia (CDR I, NDE: B). El ticagrelor se prefiere a veces al clopidogrel como tratamiento inicial (CDR IIa, NDE: B) En los pacientes tratados con ticagrelor, la dosis de mantenimiento de elección de AAS es de 81 mg/día El prasugrel solo se utiliza si el paciente recibe una endoprótesis coronaria (CDR I, NDE: B) El uso de inhibidores de los receptores de la glucoproteína IIb/IIIa se reserva sobre todo para el momento de la ICP de pacientes de alto riesgo que no recibieron pretratamiento adecuado con inhibidores de P2Y12 (CDR I, NDE: A) o de pacientes que recibieron un pretratamiento adecuado con inhibidores de P2Y12, pero tenían un perfil de alto riesgo (CDR IIa, NDE: B) El clopidogrel y el ticagrelor se suspenderán durante al menos 5 días (CDR I, NDE: B) y el prasugrel durante al menos 7 días (CDR I, NDE: C) antes de la cirugía mayor Tratamiento anticoagulante En el momento de la presentación se recomienda enoxaparina (CDR I, NDE: A); otra opción es la heparina no fraccionada (HNF) (CDR I, B) y el fondaparinux (CDR I, NDE: B). Si se planificó una estrategia intensiva, la bivalirudina (CDR I, NDE: B) también representa otra posibilidad Si se usa al principio fondaparinux, añadir HNF o bivalirudina justo antes o durante la ICP para evitar la trombosis asociada al catéter (CDR I, NDE: B) La bivalirudina se prefiere a la HNF más un inhibidor de GP IIb/IIIa en lospacientes sometidos a ICP que corren alto riesgo de sangrado (CDR IIa, NDE: B) Parece razonable administrar enoxaparina durante el ICP si se utilizó como anticoagulante inicial (CDR IIb, NDE: B) AAS, ácido acetilsalicílico; CDR, clase de recomendación; ICP, intervención coronaria percutánea; NDE, nivel de la evidencia. Modificado de Eisen A, Giugliano RP. Antiplatelet and anticoagulation treatment in patients with non-ST-segment elevation acute coronary syndrome: comparison of the updated North American and European guidelines. Cardiol Rev 2016;24:170-6; y Amsterdam EA, Wenger NK, Brindis RG, et al. 2014 AHA/ACC guideline for the management of patients with non-ST-elevation acute coronary syndromes: a report of the American College of Cardiology/American Heart Association Task Force on Practice Guidelines. J Am Coll Cardiol 2014;64: e139-228. Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en enero 13, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 1190 EN FE RM ED A D ES C A RD IO VA SC U LA RE S AT ER O ES CL ER Ó TI CA S VII La denominada resistencia al AAS puede aparecer en tratamientos crónicos, pues del 2 al 8% de los enfermos mues- tran un efecto antiagregante limitado (es decir, cambio mínimo en la inhibición de la agregación plaquetaria). Estos enfermos tienden a mostrar un mayor riesgo de episodios cardíacos recidi- vantes. Las causas de la resistencia al AAS son variadas: escaso cumplimiento (seudorresistencia), absorción reducida, interacción con el ibuprofeno y otros AINE, sobreexpresión de la ARNm de COX-2 y uso de formulaciones con recu- brimiento entérico. Rara vez, se detecta una causa genética u otra intrínseca de la respuesta mínima al AAS. No hay ninguna evidencia que respalde la vigilancia sis- temática de los efectos antiagregantes si se ajusta la dosis de AAS.59 Las contraindicaciones para el AAS son alergia confirmada (p. ej., asma inducida por AAS), pólipos nasales, san- grado activo o un trastorno plaquetario conocido. La dispepsia y otros síntomas digestivos que ocurren con el trata- miento prolongado con AAS (es decir, intolerancia al AAS) no suelen impedir el tratamiento a corto plazo. Si el paciente sufre alergia al AAS, se aconseja la desen- sibilización o la sustitución del AAS por clopidogrel, prasugrel o ticagrelor.11 Se puede administrar clopidogrel, en lugar de AAS, a los pacientes que no toleren el AAS debido al sangrado digestivo. Inhibidores de P2Y12 Actualmente, el abordaje sistemático del SCA se realiza de forma rutinaria con tratamiento antiagregante doble (TAAD) con AAS y un inhibidor de P2Y12 (v. tabla 60-5). Estos últimos son las tienopiridinas orales (ticlopidina, clopidogrel, prasugrel), que bloquean de manera irreversible la unión del ADP a la superficie del receptor plaquetario P2Y12, y una ciclopentiltriazolopirimidina (ticagrelor), que inhibe de manera reversible el ADP. Las tienopiridinas son profármacos que precisan oxidación por el sistema del citocromo hepático P-450 (CYP) para dar los metabolitos activos. Así pues, los fármacos que inhiben el sistema CYP reducen la síntesis de la forma activa de las tienopiridinas, a diferencia del ticagrelor, que no depende del sistema CYP. Además de la inhibición de la activación y de la agregación plaquetaria, las tienopiridinas también reducen el fibrinógeno, la viscosidad sanguínea y la deformabilidad y agregabilidad de los eritrocitos a través de mecanis- mos que parecen independientes del ADP. Clopidogrel El clopidogrel evita en gran medida las complicaciones hematológicas (neutropenia y, rara vez, púrpura trombótica trombocitopénica) asociadas a la ticlopidina, la primera tienopiridina que se difundió. Cuando se absorbe el clopidogrel, cerca del 85% es hidrolizado por las esterasas circulantes y, en consecuencia, inactivado. El clopidogrel restante se debe oxidar por el sistema CYP hepático para generar los metabolitos activos que inhiben el receptor P2Y12. La adición de clopidogrel al AAS se investigó en el estudio Clopido- grel in Unstable Angina to Prevent Recurrent Events (CURE) sobre 12.562 pacientes con SCA-SEST que habían recibido tratamiento con AAS, heparina no fraccionada (HNF) o heparina de bajo peso molecular (HBPM) y otros tratamientos convencionales; a los pacientes se les asignó al azar una dosis de carga de 300 mg de clopidogrel, seguida de 75 mg/día o bien un placebo.60 La adición del clopidogrel a AAS redujo la mortalidad cardiovascular, los IM y los ACV un 20% en los pacientes con SCA-SEST de bajo riesgo y de alto riesgo, con independencia de que hubieran recibido tratamiento conservador, ICP o injerto de derivación arterial coronaria (IDAC) (fig. 60-8). El beneficio se advirtió ya a las 24 h y las curvas de Kaplan-Meier empezaron a divergir después de tan solo 2 h.61 Más aún, el descenso de los IM y de la mortalidad cardiovascular resultó similar antes y después de la ICP tras un seguimiento medio de 8 meses.62 La adición del clopidogrel produjo un ligero aumento del sangrado, incluido un incremento no significativo del sangrado gravísimo y mortal.60 Estos y otros datos similares de estudios adicionales llevaron a establecer una recomendación de categoría I en las directrices norteamericana11 y europea63 para la administración de clopidogrel antes de la ICP. En los pacientes sometidos a IDAC, quienes habían recibido clopidogrel en los 5 días siguientes a la cirugía mostraron un mayor riesgo de sangrado importante y necesidad de reoperación, lo que explica la recomendación de suspender, si es posible, el clopidogrel como mínimo 5 días antes de la cirugía mayor.11,63 Entre los pacientes con SCA-SEST, la dosis de carga inicial de 300 a 600 mg de clopidogrel debe seguirse de otra de mantenimiento de 75 mg/día. El uso de una dosis de saturación de 600 mg comporta una inhibición estable de las plaquetas después de tan solo 2 h y el efecto es más rápido que con la dosis de 300 mg. Así pues, la dosis de carga de elección para los pacientes con SCA-SEST sometidos a ICP es de 600 mg de clopidogrel.11,23 Se han establecido dos estrategias para comenzar el tratamiento con clopidogrel en caso de SCA-SEST: 1) comenzar con el clopidogrel a la llegada o al ingreso en un hospital, o 2) retrasar el tratamiento con clopidogrel hasta la angiografía coronaria y administrar luego el medicamento en la mesa de cateterismo si se efectúa la ICP. La estrategia temprana de tratamiento se prefiere porque se obtienen los beneficios derivados del descenso de los episodios isquémicos iniciales, a expensas de un aumento de la hemorragia en una minoría de pacientes, que se exponen luego a un IDAC en lugar de una ICP o a cirugía inmediatamente después de la ICP. Aunque el TAAD disminuye los episodios recidivantes de isquemia de los pacientes con SCA-SEST, en comparación con el AAS solo, hasta un 10% de los pacientes tratados con AAS más clopidogrel manifiestan episodios en el primer año del SCA, incluida una trombosis definitiva de la endoprótesis hasta del 2% al cabo de 1 año.64 Como sucede con el AAS, se han detectado casos de hiporrespuesta al clopidogrel, expuestos a un mayor riesgo de recidiva de los episodios cardíacos, como trombosis de la endoprótesis, IM o muerte.59 La incidencia de pacientes que no alcanzan la FIGURA 60-8 Utilidad del clopidogrel para reducir la mortalidad cardiovascular, los IM y los ACV de pacientes con SCA-SEST en el estudio CURE y de pacientes que recibieron tratamiento conservador o una intervención coronaria percutánea (ICP) o injerto de derivación arterial coronaria (IDAC). El valor P de la interacción entre los estratos es de 0,53. Tto., tratamiento; RR, riesgo relativo; RRR, razón entre riesgos relativos. (Tomado de Yusuf Set al. Effectsof clopidogrel in addition to aspirin in patients with acute coronary syndromes without ST-segment elevation. N Engl J Med 2001;345:494; y Fox KA et al. Benefits and risks of the combination of clopidogrel and aspirin in patients undergoing surgical revascularization for non-ST-elevation acute coronary syndrome. The Clopidogrel in Unstable Angina to Prevent Recurrent Ischemic Events (CURE) trial. Circula- tion 2004;110:1202.) Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en enero 13, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 1191 Sín d ro m es co ro n ario s ag u d o s sin elevació n d el seg m en to ST 60 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n d el ito . respuesta farmacológica esperada al clopidogrel oscila entre el 5 y el 30%, en función de la población y de la definición empleada de respuesta.59 La hiporrespuesta al clopidogrel se da más entre los enfermos diabéticos o con obesidad, edad avanzada y determinados polimorfismos genéticos del sistema CYP. Los pacientes con una respuesta antiagregante mínima al clopidogrel tienen concentraciones más bajas del metabolito activo, lo que indica una conversión insuficiente. Los diversos polimorfismos del gen que cifra la enzima CYP2C19 se asocian a una menor producción del metabolito activo del clopidogrel (v. capítulo 8). Estos polimorfismos (en particular, el alelo *C2 de función reducida) se dan en un tercio de las personas y hasta en la mitad de los asiáticos y se han asociado a un mayor número de resultados clínicos adversos entre los pacientes tratados con clopidogrel. En otros estudios, los alelos de función reducida se asocian a una mayor trombosis de la endoprótesis. El análisis de estos polimorfismos de pacientes aspirantes al tratamiento tienopiridínico permite reconocer a los que probablemente no respondan o apenas lo hagan a la dosis habitual de clopidogrel y, en consecuencia, a quienes necesitan un tratamiento antiagregante diferente. En tres estudios aleatorizados se han evaluado tratamientos antiagregantes más radicales para pacientes con una reactividad plaquetaria alta tras la administración de dosis convencionales de AAS y clopidogrel; sin embargo, no se ha observado un descenso significativo de los episodios cardiovasculares clínicos con las dosis más altas de los antiagregantes, en comparación con las convencionales.65-67 Los datos de un estudio sobre pacientes con AI sometidos a ICP revelaron que los portadores heterocigóticos del alelo CYP2C19*2 necesitan una dosis diaria de mantenimiento de 225 mg de clopidogrel o más (como mínimo, el triple de la habitual) para obtener la misma inhibición plaquetaria que los no portadores tratados con 75 mg/día.68 Así pues, los tres ensayos mencionados con anterioridad no han señalado ningún beneficio clínico de los tratamientos antiagregantes más intensivos para los pacientes con una reactividad plaquetaria alta, en parte porque no se administró una dosis suficientemente alta de clopidogrel. Los inhibidores de la bomba de protones (IBP) disminuyen de manera discreta el efecto antiagregante del clopidogrel en diversas pruebas de función plaquetaria69 debido a la competición por su metabolismo con la enzima CYP3A4. Sin embargo, en un estudio aleatorizado y doble ciego70 se señaló la escasa probabilidad de interacción clínica significativa entre el clopidogrel y los IBP. Prasugrel De manera análoga al clopidogrel, el prasugrel es un profármaco que requiere la oxidación hepática para convertirse en un metabolito activo que inhibe de manera irreversible el receptor plaquetario P2Y12. Sin embargo, a diferencia del clopidogrel, la formación del metabolito activo del prasugrel solo precisa de una etapa y se genera a los 30 min de su ingestión. Así como los metabolitos activos del clopidogrel y del prasugrel ejercen efectos antiplaquetarios equivalentes in vitro, el metabolito del prasugrel se forma casi 10 veces más que el del clopidogrel, lo que determina una potencia aproximadamente 10 veces mayor. El prasugrel (dosis de carga de 60 mg, dosis de mantenimiento de 10 mg/día) se comparó con el clopidogrel (dosis de carga de 300 mg, dosis de mantenimiento diaria de 75 mg) en 10.074 pacientes con SCA-SEST y una anatomía coronaria conocida en el Trial to Assess Improvement in Therapeutic Outcomes by Optimizing Platelet Inhibition with Prasu- grel-Thrombolysis in Myocardial Infarction 38 (TRITON-TIMI 38).71 La variable principal de mortalidad CV, IM o ACV se redujo un 19% entre los pacientes aleatorizados al prasugrel durante el seguimiento de 15 meses (fig. 60-9A). El beneficio derivado del descenso significativo del 24% de los IM resultó muy llamativo para los enfermos diabéticos (reducción del 30%).72 Además, el prasugrel disminuyó de manera considerable la tasa de trombosis definitiva o probable de la endoprótesis (52%), sobre todo entre aquellos con endoprótesis liberadoras de fármacos (64%);73 así pues, el prasugrel debe plantearse ante un paciente que presente trombosis de la endoprótesis a pesar de cumplir el tratamiento con clopidogrel.23 Las complicaciones hemorrágicas graves ocurrieron más veces con el prasugrel, incluidos los episodios de sangrado mayor sin IDAC (v. fig. 60-9A), tanto espontáneos como mortales. El prasugrel está contraindicado entre pacientes con antecedentes de ACV o ataque isquémico transitorio (AIT), dada la evidencia (de TRITON-TIMI 38) del daño neto para este grupo de enfermos. Las tasas de sangrado resultaron particularmente altas en los pacientes mayores (≥ 75 años) y en aquellos con un peso corporal reducido (< 60 kg). Así pues, el prasugrel debe evitarse en estos pacientes, a menos que exista un alto riesgo de trombosis, en cuyo caso se prefiere una dosis de mantenimiento de 5 mg. El prasugrel se ha asociado con un descenso del 26% de la variable principal entre los pacientes menores de 75 años, con un peso mínimo de 60 kg y sin antecedentes personales de ACV o de AIT –el grupo «central» de pacientes para el que la Food and Drug Administration (FDA) estadounidense aprobó su uso–.74 El prasugrel se debe suspender, en la medida de lo posible, como mínimo, 7 días antes de la cirugía cardíaca.11 El prasugrel (10 mg/día) se ha comparado con el clopidogrel (75 mg/ día) en 7.243 pacientes menores de 75 años con SCA-SEST que recibían AAS y otros tratamientos habituales de fondo y que fueron objeto de una estrategia guiada por la isquemia en el estudio aleatorizado TRILOGY ACS (Targeted Platelet Inhibition to Clarify the Optimal Strategy to Medically Manage Acute Coronary Syndromes).75 El tratamiento con prasugrel no ofreció ninguna ventaja sobre el clopidogrel y las tasas de sangrado FIGURA 60-9 Comparación de los inhibidores más potentes del difosfato de adenosina (ADP) frente al clopidogrel. A. Comparación de la eficacia y seguridad del prasugrel frente a las del clopidogrel en el estudio TRITON-TIMI 38 sobre pacientes con SCA sometidos a ICP. B. La variable principal del estudio PLATO –combinación de mortalidad de origen vascular, infarto de miocardio (IM) o accidente cerebrovascular (ACV)– ocurrió con una frecuencia significativamente más baja en el grupo de ticagrelor que en el de clopidogrel. CV, cardiovascular; HR, hazard ratio; K-M, curva de Kaplan-Meier; NNH, nú- mero de pacientes que es necesario tratar para producir daño (sangrado mayor TIMI); NNT, número de pacientes que es necesario tratar para prevenir un episodio de la variable principal. (A, tomado de Wiviott SD et al. Prasugrel versus clopidogrel in patients with acute coronary syndromes. N Engl J Med 2007;347:2001; B, tomado de Wallentin L et al. Ticagrelor versus clopidogrel in patients with acute coronary syndromes.
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