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Protección, sostén y movimiento 845 El esqueleto hidrostático más sofi sticado de los gusanos anélidos les permite moverse con más fl exibilidad. El cuerpo de una lombriz de tierra consta de una serie de segmentos divididos por particiones transversales o septos (vea la fi gura 31-19). Los septos aíslan porciones de la cavidad del cuerpo y el fl uido celómico que contiene. Esta disposición permite que los esqueletos hidrostáticos de cada segmento sean bastante inde- pendientes entre sí. Por tanto, la contracción del músculo circular en el extremo anterior que se elonga no interfi ere con la acción del músculo longitudinal en el segmento ubicado en el extremo posterior. Es posible encontrar algunos ejemplos de esqueletos hidrostáticos en invertebrados equipados con conchas o endoesqueletos, e inclusive en vertebrados con endoesqueletos de cartílago o hueso. Por ejemplo, las estrellas de mar y los erizos de mar poseen un endoesqueleto, aunque mueven sus patas tubulares por medio de una ingeniosa adaptación de un esqueleto hidrostático (vea el capítulo 32). Y el pene humano se erecta y pone rígido debido a la turgencia de la sangre a presión presente en sus espacios interiores. Los moluscos y artrópodos poseen exoesqueletos no vivos En la mayoría de los animales, el esqueleto es una concha sin vida, o exoesqueleto, depositada sobre el revestimiento epitelial externo. En los moluscos, el exoesqueleto es una concha de carbonato de calcio secre- tado por el manto, una lámina delgada de tejido epitelial que se extiende desde la pared del cuerpo. El exoesqueleto proporciona protección, un refugio usado en emergencias, con la mayor parte del cuerpo desnudo y expuesto en otras ocasiones. Los exoesqueletos de los artrópodos no sólo sirven como protec- ción sino también para transmitir fuerzas. En este sentido son compa- rables con los esqueletos de los vertebrados. El exoesqueleto artrópodo es una cutícula inerte que contiene el polisacárido quitina. Aunque es una pieza continua que cubre todo el cuerpo, el exoesqueleto artrópodo varía bastante en grosor y fl exibilidad. Grandes placas gruesas y rígidas están separadas entre sí por articulaciones delgadas y fl exibles dispuestas por segmentos. Hay sufi cientes articulaciones para que el cuerpo del ar- trópodo sea tan fl exible como el de muchos vertebrados. El exoesqueleto artrópodo está adaptado a una gran variedad de estilos de vida, y algunas de sus partes están modifi cadas para funcionar como herramientas o ar- mas especializadas. Una desventaja del exoesqueleto artrópodo rígido es que para dar paso al crecimiento, un artrópodo debe mudar; es decir, deshacerse de su esqueleto y sustituirlo con uno nuevo más grande (FIGURA 40-3). Recuerde del capítulo 31 que este proceso, también denominado ec- disis, es característico de los ecdisozoos, una rama fundamental de los invertebrados. Durante la ecdisis, el animal es débil y vulnerable a depredadores. Los esqueletos internos son capaces de crecer Los equinodermos y los cordados poseen endoesqueletos. Este es- queleto interno consta de placas o ejes de tejido impregnado de calcio (como el cartílago y el hueso). Compuesto de tejido vivo, el endoesque- leto crece junto con el animal como un todo. El endoesqueleto equi- nodermo consta de espinas y placas de sales de calcio incrustadas en la pared del cuerpo, bajo la epidermis que cubre el cuerpo. Este endoesque- leto forma lo que equivale a una concha interna que proporciona sostén y protección (FIGURA 40-4). Muchos endoesqueletos equinodermos cuentan con espinas que se proyectan al exterior de la superfi cie. brices, tienen esqueletos hidrostáticos que trabajan en forma semejante a un globo lleno de agua. El fl uido dentro de un compartimiento cerrado del cuerpo es mantenido a presión. Cuando los músculos en la pared del compartimiento se contraen, empujan contra el tubo de fl uido. Ya que los fl uidos son incompresibles, la fuerza se transmite a través del fl uido, cambiando la forma y el movimiento del cuerpo. En las especies del género Hydra y otros cnidarios, las células de las dos capas del cuerpo pueden contraerse. Las células contráctiles en la capa epidérmica externa están en posición longitudinal, mientras que las células contráctiles de la capa interna (la gastrodermis) están dispuestas en forma circular alrededor del eje central del cuerpo (FIGURA 40-2). Los dos grupos de células trabajan de manera antagónica; lo que hace uno, el otro puede deshacerlo. Cuando la capa epidérmica (longitudi- nal) se contrae, la hidra se acorta. Debido al fl uido en la cavidad gastro- vascular, se transmite fuerza de modo que también la hidra se vuelve más gruesa. Por el contrario, cuando la capa interna (circular) se contrae, la hidra se vuelve más delgada y su contenido de fl uido la obliga a alargarse. Mecánicamente, la hidra es una bolsa de fl uido. El fl uido actúa como un esqueleto hidrostático porque transmite fuerza cuando las cé- lulas contráctiles ejercen presión contra él. (Aunque técnicamente no es un compartimiento cerrado, la cavidad gastrovascular funciona como un esqueleto hidrostático porque su apertura es pequeña). Los esqueletos hidrostáticos permiten sólo movimientos burdos de masas del cuerpo o sus apéndices. Los movimientos delicados son difíciles de realizar por- que la fuerza tiende a ser transmitida en forma equitativa en todas direc- ciones por todo el cuerpo lleno de fl uido del animal. Por ejemplo, no es fácil para la hidra engrosar una parte de su cuerpo mientras adelgaza otra. (a) La contracción de las fibras contráctiles circulares alarga el cuerpo. (b) La contracción de las fibras contráctiles longitu- dinales acorta el cuerpo. Fibras contráctiles longitudinales de la capa epidérmica Fibras contráctiles circulares de la gastroepidermis FIGURA 40-2 Esqueleto hidrostático En las especies del género Hydra, el fl uido en la cavidad gastrovascular transmite fuerza cuando las células contráctiles en la pared del cuerpo se contraen contra él. Las células contráctiles dispuestas longitudinalmente son antagónicas a las células dispuestas en círculo alrededor del eje del cuerpo. 40_Cap_40_SOLOMON.indd 84540_Cap_40_SOLOMON.indd 845 13/12/12 15:5113/12/12 15:51 Parte 7 Estructura y procesos vitales en animales 40 Protección, sostén y movimiento 40.2 Sistemas óseos Los moluscos y artrópodos poseen exoesqueletos no vivos Los esqueletos internos son capaces de crecer
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