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226 CAPÍTULO © 2017. Elsevier España, S.L.U. Reservados todos los derechos Enfermedades pulmonares intersticiales difusas: etiología, clasificación y aproximación diagnóstic DEFINICIÓN Las enfermedades pulmonares intersticiales difusas (EPID) son un grupo de afecciones con manifestaciones clínicas, radiológi- cas y funcionales respiratorias similares, en las que las princi- pales alteraciones anatomopatológicas afectan a las estructuras alveolointersticiales. El término EPID no describe realmente el sustrato anatomopatológico de esas enfermedades, puesto que estas implican no solo a las estructuras alveolointersticiales, sino también, en muchas ocasiones, a las pequeñas vías aéreas, así como a las arterias y las venas pulmonares. ETIOLOGÍA Y CLASIFICACIÓN Las causas de las EPID son muy variadas. En la actualidad se conocen más de 150 orígenes diferentes, aunque solo en aproximadamente el 35% de los casos es posible identificar el agente causal. La clasificación de las EPID se modificó a raíz de los consensos elaborados por la American Thoracic Society (ATS) y la European Respiratory Society (ERS) de los años 2000 y 2002, con la introducción de una nueva denominación, neumonías intersticiales idiopáticas, en la que se incluyen siete entidades clínico-patológicas diferentes. Aparte de las neumonías inters- ticiales idiopáticas, se distinguen otras dos clases de EPID: las de causa conocida o asociadas con otras entidades clínicas bien definidas, y las primarias o asociadas con otras enfermedades no bien definidas (cuadro 29.1). Recientemente se han descrito entidades clínico-patológicas con manifestaciones clínicas, radiológicas y funcionales res- piratorias propias de las neumonías intersticiales idiopáticas, pero con alteraciones histopatológicas caracterizadas por la existencia de una fibrosis bronquiolar y una fibrosis intersticial localizada alrededor de las vías aéreas. Estas entidades son la fibrosis intersticial centrada en las vías aéreas, la neumonía intersticial bronquiolocéntrica idiopática y la fibrosis cen- trolobular. En algunos casos son idiopáticas y en otros son consecuencia de la inhalación de sustancias tóxicas o de la exposición a productos orgánicos o inorgánicos. En todo caso, no se ha determinado si estas entidades son enfermedades bien diferenciadas, representan una respuesta fibrótica secundaria a agresiones diversas, son distintos estadios de un mismo proceso o son estadios iniciales de otras enfermedades fibrosantes. Por otra parte, también se han referido casos con los datos clínicos propios de una EPID en los que la única alteración histopato- lógica es la metaplasia peribronquiolar. Otra entidad clínica de reciente descripción es la fibroelastosis pleuroparenquimatosa idiopática, que cursa, asimismo, con manifestaciones típicas de las neumopatías intersticiales. En la actualidad, estas entidades no se incluyen aún en la clasificación de las EPID. EPIDEMIOLOGÍA La EPID más estudiada es la fibrosis pulmonar idiopática. Se esti- ma que su incidencia oscila entre 4,6 y 7,4 casos/100.000 habi- tantes/año y que su prevalencia alcanza la cifra de 20 casos/ 100.000 habitantes en los hombres y de 13 casos/100.000 habi- tantes en las mujeres. En varios países (España, Alemania, Bélgica, Italia) se han realizado registros nacionales de las EPID, generalmente mediante encuestas dirigidas a los servicios de neumología hospitalarios, por lo que quizá no se han tenido en cuenta las enfermedades diagnosticadas por los servicios clínicos de otras especialidades médicas, ni por los médi- cos de atención primaria. No obstante, estos registros han permitido tener una estimación aproximada de la situación epidemiológica de estas enfermedades. Las EPID más fre- cuentes son, en este orden, la fibrosis pulmonar idiopática, la sarcoidosis, la neumonía organizada criptogénica, las EPID asociadas con enfermedades del colágeno y las neumonitis por hipersensibilidad. En la tabla 29.1 se reflejan los resultados de los registros de EPID más importantes en la actualidad. 29 Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org CAPÍTULO 29 Enfermedades pulmonares intersticiales difusas: etiología, clasificación y aproximación diagnóstica 227 © E ls ev ie r. F ot oc op ia r si n au to riz ac ió n es u n de lit o. APROXIMACIÓN DIAGNÓSTICA Antecedentes personales Con una correcta anamnesis y una buena exploración física puede orientarse el diagnóstico en una tercera parte de las EPID. La historia clínica debe ser detallada, al objeto de identificar posibles factores de riesgo, tanto pasados como actuales. Los aspectos que han de considerarse son los que se describen a continuación. ● Edad y sexo. Entre los 20 y los 40 años son más frecuentes la sarcoidosis, la granulomatosis de células de Langerhans, las EPID asociadas con enfermedades del colágeno y la linfangioleiomiomatosis. La fibrosis pulmonar idiopática suele diagnosticarse en individuos mayores de 50 años de edad. Casi todas las EPID son más frecuentes en los varones, aunque existen algunas excepciones. La linfangioleiomio- matosis es propia del sexo femenino. Las EPID asociadas con enfermedades del colágeno también son más comunes en el sexo femenino. La neumonía intersticial no específica idiopática es más habitual en las mujeres de mediana edad no fumadoras. ● Antecedentes familiares. Pueden proporcionar informa- ción muy útil. Hasta el 5% de los pacientes con fibrosis pulmonar idiopática puede tener algún otro miembro de la familia afectado (fibrosis pulmonar familiar). La microlitia- sis alveolar, la neurofibromatosis múltiple y la sarcoidosis también son entidades clínicas con una historia hereditaria y en ellas puede encontrarse una EPID asociada. ● Consumo de tabaco. La neumonía intersticial descamativa, la bronquiolitis respiratoria asociada con una EPID y las gra- nulomatosis de células de Langerhans son propias de sujetos fumadores. Ocurre lo contrario con la sarcoidosis y la neumo- nitis por hipersensibilidad. La fibrosis pulmonar idiopática es más frecuente, asimismo, en los individuos que fuman. ● Historia ocupacional y laboral. La exposición a agentes orgánicos puede ser causa de una neumonitis por hipersen- sibilidad y la exposición a polvos inorgánicos de una neu- moconiosis. La anamnesis laboral debe ser extensa e incluir las actividades laborales y, respecto a ellas, en especial, la fecha y la duración en las que tuvo lugar la exposición. Debe averiguarse si hay contacto con aves, uno de los motivos principales de neumonitis por hipersensibilidad. ● Fármacos. Los fármacos son causa frecuente de una EPID. Deben anotarse todos los medicamentos que toma o ha tomado el paciente, así como la dosis y la duración del tra- tamiento. En la página web www.pneumotox.com pueden TABLA 29.1 Registros de enfermedades pulmonares intersticiales difusas Datos registrados España Bélgica Alemania Italia Duración del registro, meses 12 48 12 30 N.° de casos 511a 362a 234a 1.382b Fibrosis pulmonar idiopática, n (%) 197 (38,6) 72 (19,8)c 76 (32,4)c 520 (37,6)c Sarcoidosis, n (%) 76 (14,9) 112 (30,9) 83 (35,4) 403 (29,2) Neumonía organizada criptogénica, n (%) 53 (10,4) —d 16 (6,8) 69 (5) Enfermedades del colágeno, n (%) 51 (9,9) 27 (7,4) 5 (2,1) —d Neumonitis por hipersensibilidad, n (%) 34 (6,6) 47 (12,9) 31 (13,2) 50 (4,3) Por fármacos, n (%) 17 (3,3) 12 (3,3) 6 (2,5) 23 (1,7) Granulomatosis de células de Langerhans, n (%) 15 (2,9) 13 (3,5) 0 91 (6,6) Eosinofilias pulmonares, n (%) 9 (1,7) —d 0 26 (1,9) No clasificables, n (%) 26 (5,1) 33 (9,1) 12 (5,1) —d aIncidentes. bPrevalentes. cProbablemente incluya otros tipos de neumonías intersticiales idiopáticas. dNo especificado. Cuadro 29.1 CLASIFICACIÓN DE LAS ENFERMEDADESPULMONARES INTERSTICIALES DIFUSAS 1. Neumonías intersticiales idiopáticas: ● Fibrosis pulmonar idiopática ● Neumonía intersticial aguda ● Neumonía intersticial no específica ● Bronquiolitis respiratoria asociada con una neumopatía intersticial difusa ● Neumonía intersticial descamativa ● Neumonía organizada criptogénica ● Neumonía intersticial linfoide o linfocítica 2. Enfermedades pulmonares intersticiales de causa conocida o asociadas con entidades bien definidas: ● Asociadas con enfermedades del colágeno ● Causadas por polvos inorgánicos (neumoconiosis) ● Inducidas por fármacos y radioterapia ● Causadas por polvos orgánicos (neumonitis por hipersensibilidad o alveolitis alérgicas extrínsecas) ● Asociadas con enfermedades hereditarias 3. Enfermedades pulmonares intersticiales primarias o asociadas con procesos no bien definidos: ● Sarcoidosis ● Proteinosis alveolar ● Microlitiasis alveolar ● Linfangioleiomiomatosis ● Eosinofilias pulmonares ● Granulomatosis de células de Langerhans (histiocitosis X) ● Amiloidosis ● Asociadas con enfermedades inflamatorias del intestino Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org SECCIÓN IV Enfermedades pulmonares parenquimatosas difusas 228 consultarse los compuestos y las sustancias que son capaces de ocasionar una EPID. ● Radioterapia. La radioterapia torácica puede ser causa de una EPID. ● Enfermedades sistémicas. Debe indagarse sobre los sín- tomas y signos de las enfermedades sistémicas (colage- nosis, sarcoidosis) que pueden asociarse con una EPID. En algunos casos, la EPID puede preceder en años a las manifestaciones extrapulmonares de las enfermedades del colágeno. Manifestaciones clínicas Las manifestaciones clínicas más frecuentes son la disnea de esfuerzo y la tos. El síntoma cardinal es la disnea de esfuerzo progresiva, que suele acompañarse de alteraciones diversas en la radiografía de tórax. No obstante, los pacientes pueden tener disnea y una radiografía de tórax normal o bien estar asintomáticos y descubrirse la enfermedad gracias a un estudio radiológico realizado por cualquier otro motivo. En general, la disnea es lentamente progresiva y durante un tiempo puede ser el único síntoma. La mayoría de los pacientes presentan tos seca. La hemoptisis es rara, pero puede observarse en la linfangioleiomiomatosis. Los individuos con una neumoco- niosis del carbón pueden referir una melanoptisis. Algunas enfermedades pueden cursar con síntomas respiratorios de aparición subaguda o aguda, en ocasiones asociados con fiebre y otras manifestaciones sistémicas. Ello ocurre en la neumonía intersticial no específica, la neumonía intersticial aguda, la neumonitis por hipersensibilidad, las neumonitis por fárma- cos, la neumonía organizada criptogénica y las eosinofilias pulmonares, por lo que en muchos casos estas entidades se confunden con infecciones respiratorias. El dolor pleurítico agudo, producido por un neumotórax, puede ser la forma de aparición de una granulomatosis de células de Langerhans o de una linfangioleiomiomatosis. Los datos más relevantes en la exploración física son los estertores crepitantes y la acropaquia, aunque no están pre- sentes en todas las EPID. Pueden auscultarse sibilancias en la neumonitis por hipersensibilidad y en las eosinofilias pul- monares. A medida que la neumopatía progresa, se desarrolla una hipertensión pulmonar, que da lugar a los signos y los síntomas típicos de un cor pulmonale. Un aspecto esencial son las manifestaciones clínicas extrapulmonares, que pueden estar presentes en diferentes enfermedades asociadas con las EPID (cuadro 29.2). Análisis sanguíneos Los datos que se encuentran en los análisis sanguíneos tienen gran interés en el diagnóstico de algunas EPID (tabla 29.2). Aun en ausencia de los signos o los síntomas específicos de una conectivopatía, deben realizarse estudios séricos sobre la autoinmunidad, en especial ante el posible diagnóstico o la sospecha clínica de una neumonía intersticial no específica, ya que las colagenosis se asocian con frecuencia con este tipo de EPID. También deben determinarse los anticuerpos anti- citoplasma de los neutrófilos (ANCA), ya que ciertas EPID (fibrosis pulmonar idiopática, neumonía intersticial no espe- cífica) pueden asociarse con una vasculitis. Asimismo, debe valorarse de manera sistemática la presencia en el suero de inmunoglobulinas G (IgG) específicas frente a los antígenos que, con más frecuencia, pueden causar una neumonitis por hipersensibilidad, dado que las manifestaciones radiológicas de estas neumonitis son similares a las de la neumonía inters- ticial no específica y a las de la fibrosis pulmonar idiopática. Cuadro 29.2 POSIBLES ALTERACIONES SISTÉMICAS EN LAS ENFERMEDADES PULMONARES INTERSTICIALES DIFUSAS Afección dérmica: ● Eritema nodoso: sarcoidosis, enfermedades del colágeno ● Neurofibromas y manchas café con leche: neurofibromatosis múltiple (enfermedad de von Recklinghausen) ● Nódulos subcutáneos: artritis reumatoide, neurofibromatosis múltiple, sarcoidosis ● Exantema (rash) heliotropo: dermatomiositis ● Albinismo: síndrome de Hermansky-Pudlak Afección ocular: ● Escleritis: lupus eritematoso diseminado, esclerodermia, sarcoidosis ● Queratoconjuntivitis seca: síndrome de Sjögren ● Uveítis: sarcoidosis ● Aumento de las glándulas lacrimales: sarcoidosis, síndrome de Sjögren Afección musculoesquelética: ● Miositis: enfermedades del colágeno ● Artritis: sarcoidosis, enfermedades del colágeno ● Afección ósea: granulomatosis de células de Langerhans, sarcoidosis Afección neurológica: ● Sarcoidosis, neurofibromatosis múltiple, esclerosis tuberosa, enfermedades del colágeno Afección renal: ● Angiolipomas: linfangioleiomiomatosis ● Síndrome nefrótico: amiloidosis, lupus eritematoso diseminado ● Glomerulonefritis: enfermedades del colágeno Afección digestiva: ● Hepatoesplenomegalia: sarcoidosis, enfermedades del colágeno, amiloidosis ● Diarrea crónica: enfermedad inflamatoria intestinal ● Disfagia: esclerosis sistémica, dermatomiositis/polimiositis Afección cardíaca: ● Miocarditis: sarcoidosis ● Pericarditis: enfermedades del colágeno Afección endocrina: ● Diabetes insípida: sarcoidosis, granulomatosis de células de Langerhans Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org CAPÍTULO 29 Enfermedades pulmonares intersticiales difusas: etiología, clasificación y aproximación diagnóstica 229 © E ls ev ie r. F ot oc op ia r si n au to riz ac ió n es u n de lit o. En la fibrosis pulmonar idiopática pueden encontrarse alte- raciones inespecíficas, como un aumento de los marcadores de inflamación sistémica (proteína C reactiva, velocidad de sedimentación globular, gammaglobulina) o en la aparición de anticuerpos antinucleares y de factor reumatoide (10-20% de los casos, aunque a títulos bajos). La enzima convertidora de la angiotensina (ECA) ocasionalmente se halla elevada en la sarcoidosis. Su cuantificación sérica se ha utilizado para estimar la actividad de la enfermedad, aunque hasta la fecha los resultados son controvertidos. Este hecho y el que la ECA puede estar elevada en otras EPID han hecho que esta determinación tenga un valor relativo en el diagnóstico de la sarcoidosis, en particular, y en el de las EPID, en general. Marcadores séricos El análisis de los marcadores séricos en las EPID ha sido el objeto de numerosos estudios con el fin optimizar el diagnós- tico y de valorar el pronóstico y la respuesta al tratamiento mediante métodos no invasivos.Los marcadores estudiados son mediadores proinflamatorios y profibróticos con relevancia en la patogenia de las EPID. Su concentración sérica se eleva como consecuencia de las alteraciones existentes en la inte- gridad de la membrana alveolointersticial. Los marcadores no son específicos de una EPID determinada y pueden aumentar en enfermedades de otro origen. Aunque todavía no tienen validez suficiente como para incorporarlos en el seguimiento de las EPID, se ha insistido en que el incremento sérico de algunas proteínas implicadas en la patogenia de la fibrosis pulmonar idiopática pueden ser útiles para predecir la mortalidad. Entre estas proteínas se incluyen marcadores de daño de las células epiteliales alveolares (p. ej., KL-6/MUC1, o Krebs von den Lungen/mucina; SP-A, o proteína surfactante A, o MMP-7, o metaloproteinasa de matriz 7), marcadores de activación de los macrófagos alveolares (p. ej., CCL-18, o ligando de quimosina 18) y de los neutrófilos (p. ej., S100A12 o interleucina 8) y marcadores de estrés oxidativo (p. ej., ICAM-1, o molécula de adhesión intercelular 1, o VCAM-1, o molécula de adhesión celular vascular 1). El aumento de los fibrocitos circulantes sugiere que el pronóstico es peor y que la muerte puede antici- parse. No obstante, es difícil que la determinación de un único mediador sea útil para estimar la evolución de las EPID, sobre todo si se tiene en cuenta que son múltiples los mediadores implicados en la patogenia de estas enfermedades. La medición en el plasma del péptido natriurético B y de la prohormona N-terminal del péptido natriurético B es útil para detectar la existencia de una hipertensión pulmonar. Estudios radiológicos La radiografía de tórax sigue siendo un método insustituible en la evaluación radiológica inicial y en el seguimiento de los pacientes que padecen una EPID por varios motivos: a) el 90% de los enfermos tiene alteraciones radiográficas en el momento del diagnóstico; b) la localización del patrón intersticial y las características de las imágenes tienen valor en la orientación diagnóstica, y c) la comparación de radiografías de tórax seria- das es útil para estimar la evolución de la enfermedad. Los hallazgos radiográficos relacionados con las EPID son el vidrio deslustrado, los patrones nodulillar, reticular y reticulonoduli- llar, y el pulmón en panal de abeja. Suelen implicar de manera difusa a ambos hemitórax y suelen acompañarse de una dismi- nución del tamaño de los campos pulmonares. Algunas EPID pueden cursar con un patrón alveolar (neumonía intersticial aguda, neumonía intersticial no específica, neumonía inters- ticial descamativa, neumonía organizada criptosémica, neu- monía intersticial linfocítica, proteinosis alveolar, neumonitis por hipersensibilidad, neumonitis por fármacos y eosinofilias pulmonares). La distribución de las opacidades pulmonares y la presencia de otras alteraciones radiográficas pueden orientar hacia un diagnóstico determinado (cuadro 29.3). La tomografía computarizada de alta resolución (TCAR) torácica es más sensible que la radiografía de tórax en el aná- lisis de las alteraciones intersticiales pulmonares. Permite la detección de la neumopatía incluso en estadios muy iniciales en individuos ya sintomáticos y que tienen una radiografía de tórax normal. Además, resulta útil para valorar la extensión de las lesiones parenquimatosas y su naturaleza, ya que las imágenes reticulares son indicativas de una fibrosis y el vidrio deslustrado lo es de una inflamación. No obstante, cuando el patrón en vidrio deslustrado se acompaña de imágenes reticu- lares, puede ser que lo que exista sean, en realidad, conglome- rados de fibrosis y no una auténtica reacción inflamatoria. En la fibrosis pulmonar idiopática, la granulomatosis de células de Langerhans, la asbestosis y la linfangioleiomiomatosis, los hallazgos de la TCAR torácica se consideran un criterio diagnóstico. En otras entidades clínicas (neumonía organizada criptogénica, neumonitis por hipersensibilidad, sarcoidosis, TABLA 29.2 Análisis sanguíneos en las enfermedades pulmonares intersticiales difusas (EPID) Alteración analítica Enfermedad Eosinofilia Eosinofilias pulmonares Aumento de la lactato deshidrogenasa sérica Proteinosis alveolar y otras EPID Hipercalciuria, hipercalcemia Sarcoidosis Aumento de las enzimas musculares séricas (creatina cinasa, aldolasa) Dermatomiositis/polimiositis Anticuerpo anti-Jo-1 Dermatomiositis/polimiositis Factor reumatoide Artritis reumatoide Anticuerpo anticitrulina Artritis reumatoide Anticuerpos antitisulares Lupus eritematoso diseminado Anticuerpos anti-ENA, anti-Scl 70, anticentrómero Esclerosis sistémica progresiva Precipitinas séricas Neumonitis por hipersensibilidad ENA, antígeno nuclear extraíble; Scl, topoisomerasa I (en la esclerodermia). Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org SECCIÓN IV Enfermedades pulmonares parenquimatosas difusas 230 proteinosis alveolar, bronquiolitis respiratoria asociada con una EPID, neumonía intersticial no específica), los hallazgos de la TCAR de tórax son útiles en la orientación diagnóstica. Además, la TCAR torácica permite seleccionar el lugar más adecuado para realizar un lavado broncoalveolar (LBA) y para tomar, en su caso, las biopsias transbronquiales y quirúrgicas. No obstante, conviene recordar que una TCAR torácica normal no excluye el diagnóstico de una EPID. El interés clínico de la resonancia magnética, a pesar de las posibilidades que ofrece en la valoración del tórax, no pasa de ser puramente especulativo. Las radiografías óseas pueden ser de interés en la valoración de las enfermedades del colágeno, la sarcoidosis y la granulomatosis de células de Langerhans. La gammagrafía pulmonar con galio 67 (67Ga) no debe utilizarse en el estudio de las EPID por su falta de especificidad y sensibilidad. El rastreo corporal con ese isótopo es útil en algunos casos, muy poco frecuentes, de sarcoidosis de diagnós- tico difícil, ya que muestra dos imágenes típicas de la enfer- medad: a) la «lambda» (captación de las adenopatías hiliares y paratraqueales derechas), y b) el «oso panda» (captación de las glándulas lacrimales y salivares). Exploración funcional respiratoria Es un elemento básico para cuantificar la gravedad y conocer la evolución de la enfermedad, y para valorar la respuesta al tratamiento. En el 15% de los casos, la alteración de la función pulmonar puede ser la primera manifestación de una EPID. No obstante, una exploración funcional respiratoria normal no excluye su diagnóstico. Las alteraciones funcionales se correlacionan con el grado de desestructuración del parén- quima pulmonar, aunque no permiten distinguir los trastor- nos ocasionados por la alveolitis o los debidos a una fibrosis. En la espirometría forzada, el patrón funcional se caracteriza por una anomalía no obstructiva o restrictiva. No obstante, algunas EPID pueden cursar con un trastorno ventilatorio obstructivo (neumonitis por hipersensibilidad, sarcoidosis, granulomatosis de células de Langerhans, eosinofilias pul- monares y linfangioleiomiomatosis). La capacidad pulmonar total (TLC) y las diferentes subdivisiones de los volúmenes pulmonares están reducidas. En las EPID asociadas con un enfisema pulmonar, la capacidad vital forzada (FVC) y los volúmenes pulmonares pueden ser normales. La capacidad de difusión (DLCO) está disminuida y es uno de los indicadores más sensibles de las EPID. El índice de Krogh (KCO) suele ser normal o estar moderadamente bajo. La gasometría arterial muestra un aumento del gradiente alveoloarterial de oxígeno con una discreta hipocapnia. La hipoxemia arterial solo aparece de forma evidente en las fases avanzadas de la enfermedad y la hipercapnia en las fasesfinales. En las pruebas de esfuerzo es característica la limitación de la tolerancia al ejercicio por una disnea que se asocia con la hipoxemia del esfuerzo. El valor diagnóstico de las técnicas ergométricas en las EPID se limita a la detección de la enfermedad en los pacientes con disnea y con una exploración radiológica y funcional respira- toria normal. La prueba de la marcha de 6 minutos es útil para evaluar la evolución y el pronóstico de las EPID. Las pruebas de provocación bronquial están indicadas en las neumonitis por hipersensibilidad y en las enfermedades ocupacionales o laborales de diagnóstico difícil. Lavado broncoalveolar El análisis celular e inmunocitoquímico del LBA es de gran interés en la valoración diagnóstica de las EPID. No obstante, en la normativa publicada por la American Thoracic Society (ATS) y la European Respiratory Society (ERS) en 2011 se especifica que el análisis del LBA es, por sí solo, insuficiente para diagnosticar un Cuadro 29.3 ALTERACIONES DE LA RADIOGRAFÍA DE TÓRAX EN LAS ENFERMEDADES PULMONARES INTERSTICIALES DIFUSAS Afección predominante de los campos pulmonares inferiores: ● Fibrosis pulmonar idiopática ● Neumonía intersticial no específica ● Asbestosis Afección predominante de los campos pulmonares superiores: ● Silicosis ● Neumonitis por hipersensibilidad ● Sarcoidosis ● Granulomatosis de células de Langerhans ● Eosinofilias pulmonares Adenopatías hiliares o mediastínicas: ● Sarcoidosis ● Beriliosis ● Afección pulmonar en la enfermedad de Whipple ● Adenopatías calcificadas en cáscara de huevo: silicosis, sarcoidosis Derrame o engrosamiento pleural: ● Linfangioleiomiomatosis ● Neumonitis por fármacos ● Sarcoidosis ● Neumonitis por radioterapia ● Enfermedades del colágeno (a excepción de la dermatomiositis) ● Asbestosis (engrosamientos y placas pleurales, derrame pleural) Campos pulmonares de tamaño normal o aumentado: ● Granulomatosis de células de Langerhans ● Linfangioleiomiomatosis ● Enfisema pulmonar asociado ● Sarcoidosis ● Neumonitis por hipersensibilidad Líneas B de Kerley: ● Linfangioleiomiomatosis Neumotórax: ● Granulomatosis de células de Langerhans ● Linfangioleiomiomatosis Calcinosis subcutánea: ● Esclerosis sistémica ● Dermatomiositis Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org CAPÍTULO 29 Enfermedades pulmonares intersticiales difusas: etiología, clasificación y aproximación diagnóstica 231 © E ls ev ie r. F ot oc op ia r si n au to riz ac ió n es u n de lit o. tipo específico de EPID, con la excepción de algunas enfermeda- des raras. No obstante, algunos hallazgos del LBA pueden ayudar a completar el diagnóstico diferencial. El estudio bioquímico y la cuantificación de las inmunoglobulinas y de los mediadores fibróticos e inflamatorios no aportan datos clínicos de interés. El análisis mineralógico y la determinación de los cuerpos de asbesto son útiles en el diagnóstico de las neumoconiosis. Por otro lado, no se ha demostrado que la práctica seriada de lavados tenga interés en la valoración del pronóstico o de la respuesta al tratamiento de las EPID. Con el LBA se explora solamente una región del pulmón y, por tanto, es poco probable que los hallazgos que puedan encontrarse traduzcan los cambios inflamatorios de las neu- mopatías intersticiales, que afectan difusamente al parénquima pulmonar. Además, los resultados del LBA varían en la fibrosis pulmonar idiopática y en la sarcoidosis según el lóbulo en el que se realiza el lavado. Adicionalmente, mediante técnicas proteómicas se ha evidenciado que el perfil de las proteínas del LBA es diferente en la sarcoidosis, la fibrosis pulmonar idiopá- tica y las enfermedades intersticiales asociadas con la esclerosis sistémica. El interés clínico de todos estos hallazgos reside en que, en el futuro, es posible que puedan definirse perfiles especí- ficos proteínicos para cada enfermedad pulmonar intersticial. La utilidad actual del LBA en las EPID se resume en el cuadro 29.4. Electrocardiograma Es útil en la valoración de la hipertensión pulmonar, el cor pulmo- nale y la repercusión cardíaca de las enfermedades sistémicas que se asocian con una EPID (enfermedades del colágeno, sarcoidosis). Ecocardiograma La prevalencia de la hipertensión pulmonar en las EPID oscila entre el 30 y el40%. La ecocardiografía debe practicarse siempre que se sospeche la existencia de una hipertensión pulmonar. Es la técnica no invasiva más apropiada para su detección (cuadro 29.5). Una presión sistólica del ventrículo derecho (o presión sistólica de la arteria pulmonar) estimada superior a 25 mm Hg indica que existe una hipertensión pulmonar. La dimensión de la aurícula y la del ventrículo derechos son otro dato que debe tenerse en consideración. Sin embargo, la ecocardiografía tiene bastantes limitaciones. Por ejemplo, en el 30-50% de los casos no es posible determinar la existencia de una regurgitación tricuspídea. Cateterismo cardíaco Es la prueba de elección para el diagnóstico definitivo de la hipertensión pulmonar y para llevar a cabo el test de vaso- rreactividad pulmonar, que permite establecer el tratamiento más adecuado para cada enfermo. Debe practicarse en todos los casos en los que existe una hipertensión pulmonar identificada mediante una ecocardiografía. Biopsia pulmonar El diagnóstico definitivo y específico de las EPID requiere en muchos casos de un análisis histopatológico del parénquima pulmonar. Cuadro 29.4 VALOR CLÍNICO DEL LAVADO BRONCOALVEOLAR (LBA) EN LAS ENFERMEDADES PULMONARES INTERSTICIALES DIFUSAS (EPID) Enfermedades en las que el LBA posee un valor diagnóstico Proteinosis alveolar: material proteináceo PAS positivo y azul alciano negativo; cuerpos «lamelares» en la microscopia electrónica Granulomatosis de células de Langerhans: células CD1 positivas > 5%; gránulos de Birbeck en la microscopia electrónica Eosinofilias pulmonares: eosinofilia significativa (> 20%) Enfermedades en las que el LBA posee un valor orientativo Sarcoidosis: linfocitosis; cociente entre los linfocitos T CD4 positivo/CD8 positivo > 3,5 Neumonitis por hipersensibilidad: ● Linfocitosis, mastocitosis, inversión del cociente entre los linfocitos T CD4 positivo/CD8 positivo ● Linfocitos con fenotipo CD3 positivo/CD8/CD56/CD57 positivo y CD16 negativo Fibrosis pulmonar idiopática: neutrofilia con o sin eosinofilia Asbestosis: neutrofilia con o sin eosinofilia; cuerpos de asbesto Neumonitis por fármacos: fórmula citológica variable; inversión del cociente entre los linfocitos T CD4 positivo/CD8 positivo Neumonía organizada: ● Linfocitosis con moderada neutrofilia y eosinofilia ● Inversión del cociente entre los linfocitos T CD4 positivo/CD8 positivo Neumonía intersticial descamativa, bronquiolitis respiratoria asociada con una EPID: macrófagos hiperpigmentados Neumonía intersticial aguda: neutrofilia; neumocitos tipo II atípicos; fragmentos de membranas hialinas PAS, tinción del ácido peryódico de Schiff. Cuadro 29.5 INDICADORES DE LA EXISTENCIA DE UNA HIPERTENSIÓN PULMONAR Disminución de la capacidad de difusión (DLCO) alveolocapilar < 35% en presencia de unos volúmenes pulmonares estáticos poco alterados Hipoxemia grave Signos radiológicos de hipertensión pulmonar Necesidad de oxigenoterapia continua domiciliaria Elevación de los péptidos natriuréticos en el plasma Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org SECCIÓN IV Enfermedades pulmonares parenquimatosas difusas 232 La biopsia transbronquial realizadamediante una fibro- broncoscopia es el procedimiento de elección en las EPID en las que muestras histológicas pequeñas pueden ser suficientes para establecer el diagnóstico. Esto ocurre en el 29-79% de las ocasiones, en especial en las enfermedades con afección bron- cocéntrica. En cambio, no es rentable en la identificación de las neumonías intersticiales idiopáticas (excepto en la neumonía organizada criptogénica). Por otro lado, el hallazgo de un parénquima pulmonar normal no descarta la existencia de una EPID. En los últimos años se ha descrito la biopsia trans- bronquial efectuada mediante congelación (criobiopsia), que permite obtener muestras histológicas de mayor tamaño, por lo que parece que su rentabilidad es bastante elevada. La biopsia pulmonar abierta por minitoracotomía o por videotoracoscopia está indicada en todos los casos en los que no se ha alcanzado un diagnóstico específico con las exploraciones comentadas en los apartados anteriores. La videotoracoscopia conlleva un menor tiempo operatorio, una menor incidencia de complicaciones postoperatorias y una reducción de la estan- cia hospitalaria. Su indicación debe valorarse en cada caso en particular, ya que su realización depende del estado clínico del paciente y de las ventajas que se esperen desde un punto de vista diagnóstico y terapéutico. Las áreas que hay que biopsiar han de fijarse en atención a los hallazgos que se encuentren en la TCAR torácica. Deben tomarse muestras de, al menos, dos áreas diferentes, una con aspecto macroscópico patológico y otra con aspecto macroscópico normal. La biopsia pulmonar transparietal con aguja no debe emplearse en el diagnóstico de las EPID, ya que el tamaño de las muestras obtenidas es pequeño y la incidencia de com- plicaciones, como el neumotórax secundario, es grande. PAUTA Y PROGRAMACIÓN DIAGNÓSTICAS La orientación diagnóstica de una EPID se establece después de completar la anamnesis y la exploración física y de realizar una radiografía de tórax. Los análisis sanguíneos que deben efectuarse dependen de esa orientación diagnóstica. La siguien- te exploración que ha de practicarse es el estudio funcional respiratorio (espirometría forzada, volúmenes pulmonares estáticos, capacidad de transferencia del monóxido de carbo- no, gasometría arterial u oximetría, prueba de la marcha de 6 minutos). La ergometría respiratoria no es necesaria en todos los casos. Como pauta orientativa estaría indicada en la fibrosis pulmonar idiopática y en las EPID de evolución crónica que no responden al tratamiento inicial. La realización de otras exploraciones (examen ocular, electrocardiograma, etc.) depen- de de las manifestaciones clínicas existentes, de los datos que se encuentren en la radiografía de tórax y de los hallazgos que proporcionen los análisis sanguíneos. La TCAR torácica siempre debe llevarse a cabo antes de efectuar la fibrobroncoscopia. La ecocardiografía y el cateterismo cardíaco deben practicarse cuando se sospecha una hipertensión pulmonar. En los casos en los que no se ha conseguido establecer el diagnóstico debe recurrirse, siempre que sea posible, a una biopsia pulmonar abierta. En el seguimiento de los pacientes es aconsejable valo- rar la intensidad de la disnea y de la tos, y estimar la calidad de vida relacionada con la salud. Para medir la primera, existen varias escalas. Las más empleadas son la del Medical Research Council (MRC), la de Borg, y los índices de disnea inicial y de disnea de transición. El método más útil para cuantificar la intensidad de la tos es el test de Leicester. Finalmente, para determinar la calidad de vida se usan cuestionarios como el Short form-36 health survey (SF-36), el St. George respiratory ques- tionnaire y el Shortness of breath questionnaire de la Universidad de California, San Diego. Bibliografía American Thoracic Society, European Respiratory Society. International multidisciplinary consensus classification of idiopathic interstitial pneumonias. 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