Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
841 CAPÍTULO © 2017. Elsevier España, S.L.U. Reservados todos los derechos Evaluación del riesgo de complicaciones respiratorias tras la cirugía INTRODUCCIÓN Las complicaciones postoperatorias pulmonares juegan un papel importante en la morbilidad y la mortalidad que se produce tras la cirugía. Por ejemplo, son más comunes que las complicaciones cardíacas y se asocian con unas estancias hospitalarias más prolongadas. No son habituales en las per sonas sanas, pero su incidencia aumenta en las personas con enfermedades respiratorias y en determinadas intervenciones quirúrgicas de alto riesgo. La frecuencia de las complicacio nes postoperatorias descrita en la literatura es muy variable como consecuencia de la distinta manera de seleccionar a los individuos en cada uno de los estudios y del diferente concepto que puede tenerse sobre lo que es una «complicación». Eso hace que a veces sea difícil extrapolar los datos a la práctica clínica o comparar los resultados de los diversos trabajos publi cados. Cuando se emplean definiciones estrictas, como por ejemplo «aparición de anomalías pulmonares que ocasionan una enfermedad o una disfunción evidente y que afectan el curso clínico del paciente», la tasa de prevalencia global de las complicaciones respiratorias está en torno al 7% (cuadro 99.1). FISIOLOGÍA PULMONAR PERIOPERATORIA Los principales mecanismos que propician las complica ciones postoperatorias son la disminución del volumen pulmonar y los cambios que puedan existir en el patrón res piratorio (disminución del volumen corriente y del número de suspiros). Ambos fenómenos se deben, sobre todo, por la disfunción del diafragma, el dolor y la inmovilización post operatoria (cuadro 99.2), y ambos son más acusados tras la cirugía torácica y abdominal superior, se observan en menor medida en la cirugía abdominal inferior y en principio no se producen en la cirugía de las extremidades. A los citados cambios de volumen hay que añadir los efectos residuales de la anestesia y, en el caso de que se usen, los de los opiáceos postoperatorios. Estas sustancias, aunque sean imprescindibles para controlar el dolor, deprimen el impulso ventilatorio y la tos, y reducen la eficacia de los mecanismos que propician la eliminación del moco de las vías aéreas. Cuando, como consecuencia de los mecanismos referidos más arriba, la capacidad residual funcional (FRC) baja más allá del volumen de cierre, aparecen microatelectasias y desajustes en la relación entre la ventilación y la perfusión (V/Q) en el pulmón, lo que da lugar a una hipoxemia. Las microatelec tasias pueden llevar a atelectasias más extensas e, incluso, a infecciones locales, produciendo pequeños focos neumónicos o auténticas neumonías. FACTORES DE RIESGO Los factores de riesgo que predisponen a la aparición de com plicaciones respiratorias postoperatorias pueden agruparse en dos categorías fundamentales: los propios del paciente y los relacionados con el procedimiento quirúrgico. Riesgos propios del paciente Los factores de riesgo propios del paciente son muchos, pero los más importantes son los que se enumeran a continuación. EDAD La edad es un factor de riesgo conocido desde hace tiempo. Se dudaba, sin embargo, de que fuese un factor independiente si se eliminan otras variables de confusión, como la situación funcional o las comorbilidades. Una revisión sistemática de la literatura, promovida por el American College of Chest Physi- cians, ha puesto de manifiesto que ya en edades relativamente tempranas el riesgo aumenta de manera independiente, en comparación con lo que ocurre con los pacientes menores de 50 años. De este modo, los grupos de edad que se encuentran entre los 50 y los 59 años, los 60 y los 69 años, los 70 y los 79 años o tienen más de 80 años muestran unas razones de probabilidad (OR u odds ratio) de 1,50 (intervalo de confianza 99 Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org SECCIÓN XVI Situaciones especiales y otras alteraciones del aparato respiratorio 842 [IC] al 95%: 1,311,71), 2,28 (IC al 95%: 1,862,80), 3,9 (IC al 95%: 2,75,65) y 5,63 (IC al 95%: 4,636,85), respectivamente. ENFERMEDAD PULMONAR OBSTRUCTIVA CRÓNICA La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) es un conocido factor de riesgo de complicaciones. El riesgo relativo no ajustado varía entre el 2,7 y el 6%. Sin embargo, la informa ción de más calidad disponible al respecto sugiere que, cuando la presencia de este proceso se ajusta para otras variables de confusión, el riesgo es menor de lo que se venía considerando hasta ahora, con una OR de complicaciones postoperatorias de 2,36 (IC al 95%: 1,902,93). No parece que haya ningún nivel de gravedad crítico que contraindique la cirugía de manera absoluta y hay estudios, generalmente pequeños, que han encontrado unas tasas de complicación admisibles, con una morbilidad comprendida entre el 7 y el 20% y una mortalidad del 6,5% en enfermos graves (volumen espiratorio forzado en el primer segundo [FEV 1] menor de 1 L). Está claro que en estos pacientes debe evaluarse con cuidado la relación entre el riesgo y el beneficio de cualquier intervención quirúrgica, pero sabiendo que, si el beneficio es importante, la cirugía no debe contraindicarse. ASMA Cuando el asma está bien controlada, no se asocia con una mayor incidencia de complicaciones pulmonares postoperato rias graves, como atestigua un trabajo basado en el estudio de más de 700 asmáticos controlados y en los que, tras efectuar una operación de cirugía general, no se observó ningún caso de muerte, neumotórax ni neumonía, pero sí se produjeron algunas complicaciones leves, como episodios de broncoes pasmo o de laringoespasmo. TABAQUISMO Los fumadores tienen un mayor riesgo de complicaciones pulmonares postoperatorias, incluso en ausencia de enferme dad pulmonar previa alguna. Las personas con el antecedente de un tabaquismo que supere un índice paqueteaño de 20 tienen una mayor incidencia de complicaciones respiratorias (OR entre 1,17 y 1,68). Parece que el riesgo de aparición de complicaciones respiratorias se relaciona, sobre todo, con el consumo de tabaco en los meses previos a la intervención. En los sujetos que han fumado en los 2 meses anteriores a la cirugía, el riesgo es cuatro veces mayor que el que se observa de la población general. Sin embargo, en los individuos que dejan de fumar 6 meses antes, las tasas de riesgo son similares a las de los que no han fumado nunca. OBESIDAD La obesidad mórbida produce, por sí misma, una disminu ción de los volúmenes pulmonares y un desequilibrio en la relación V/Q pulmonar, lo que puede causar una hipoxemia. Como esta alteración es similar a la que se origina tras la ciru gía, podría esperarse un efecto aditivo que aumentase el riesgo. Sin embargo, la evidencia empírica no apoya esta hipótesis o, como mínimo, es contradictoria. En una revisión de 10 series de pacientes obesos sometidos a un bypass gástrico se encon tró que la incidencia de neumonías y de atelectasias era del 3,9%, similar a la de la población general. Por tanto, a la luz de la evidencia actual, no puede considerarse que la obesidad sea un factor de riesgo de complicaciones pulmonares post operatorias per se. SÍNDROME DE APNEAS E HIPOPNEAS DEL SUEÑO El síndrome de apneas e hipopneas del sueño (SAHS) es un importante factor de riesgo de complicaciones respiratorias tras cualquier intervención quirúrgica. En la literatura se encuentra bien reflejado que el SAHS incrementa la posibilidad de tener problemas respiratorios (hipoxemia, reintubaciones). También existen datos que indican que el SAHS aumenta la frecuencia de algunas complicaciones concretas, como neumonías, episodios de insuficiencia respiratoria o ingresosno programados en la unidad de cuidados postoperatorios. También prolonga la estan cia hospitalaria del enfermo. En un reciente estudio, en el que se evaluaron, a partir de una base de datos administrativa, nada menos que 3,4 millones de enfermos sometidos a una interven ción de cirugía general y 2,6 millones de pacientes que habían sufrido una cirugía ortopédica, se observó que los pacientes con un SAHS tenían un riesgo más alto de desarrollar una insuficien cia respiratoria y una neumonía por broncoaspiración que los individuos que no lo padecían (OR: 1,95, IC al 95%: 1,911,98; OR: 1,37, IC al 95%: 1,331,41, respectivamente). La American Society of Anesthesiologists (ASA) ha elaborado un sistema de puntuación, aún no validado, para ayudar a evaluar el riesgo de complicaciones perioperatorias que tienen los pacientes con un SAHS (tabla 99.1). En los enfermos en los que los síntomas persisten o han reaparecido, no cumplen o tienen dificultades técnicas con el tratamiento, o en los que ha aumentado o dis minuido el peso de manera significativa, debe reevaluarse, antes de indicar la intervención quirúrgica, la gravedad y la eficacia del tratamiento del SAHS que se padece en cada caso. Cuadro 99.1 PRINCIPALES COMPLICACIONES RESPIRATORIAS QUE PUEDEN APARECER TRAS UN PROCEDIMIENTO QUIRÚRGICO Atelectasias Infecciones, incluyendo bronquitis y neumonías Insuficiencia respiratoria y necesidad de una ventilación mecánica prolongada Exacerbación de las enfermedades respiratorias crónicas existentes Broncoespasmo Cuadro 99.2 DISMINUCIÓN DE LOS VOLÚMENES PULMONARES QUE SE PRODUCE TRAS UNA INTERVENCIÓN QUIRÚRGICA TORÁCICA O ABDOMINAL SUPERIOR Capacidad vital: reducción de un 50-60%, a veces hasta durante 1 semana Capacidad residual funcional: reduccion de un 30% Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org CAPÍTULO 99 Evaluación del riesgo de complicaciones respiratorias tras la cirugía 843 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. Otro problema es el del SAHS no diagnosticado. Es bien conocido que las manifestaciones cardinales de este síndrome (ronquidos, somnolencia diurna, pausas respiratorias noctur nas observadas, obesidad, hipertensión arterial sistémica) son muy comunes e inespecíficas. También lo es que las pruebas diagnósticas tienen importantes implicaciones económicas y organizativas. El antecedente de una intubación previa difícil o la sospecha, por las características morfológicas del sujeto, de que esa dificultad va a ser posible en el acto quirúrgico deben llevar a pensar en la posibilidad de un SAHS. Esto es especialmente cierto en las personas que son tributarias a una cirugía bariátrica, en las que este síndrome es especialmente frecuente (alrededor de un 80% de los casos). En los últimos años se han publicado varios cuestionarios útiles en el escrutinio clínico del SAHS. Por ejemplo, son muy conocidos los propuestos por la American Academy of Sleep Medicine (AASM) o la ASA. También el cuestionario Berlín o los denominados Stop (snore [sí o no], tired [sí o no], obstruction [sí o no], pressure [sí o no]) y StopBang (snore, tired, obstruction, pressurebody mass index [> 35 kg/m2], age [> 50 años], neck [circunferencia del cuello > 40 cm], gender [sexo masculino]). La precisión de estos cuestionarios en la identificación del SAHS se reseña en la tabla 99.2. La decisión de llevar a cabo las pruebas necesarias para llegar al diagnóstico del SAHS debe basarse en la aplicación sistemática de las herramientas que acaban de mencionarse. HIPERTENSIÓN PULMONAR La hipertensión pulmonar también aumenta el riesgo de com plicaciones perioperatorias, incluso cuando es leve o modera da y con independencia de cuál sea su causa. Los elementos capaces de predecir el riesgo son varios. Por ejemplo, el origen tromboembólico de la hipertensión pulmonar, una clase fun cional de la New York Heart Association (NYHA) igual o superior a 2, una duración de la anestesia superior a 3 horas o que la intervención quirúrgica sea de riesgo intermedio o alto. INSUFICIENCIA CARDÍACA El riesgo de complicaciones pulmonares es mayor en los indi viduos que tienen una insuficiencia cardíaca que en los que padecen una EPOC, con una OR ajustada de 2,93 (IC al 95%: 1,028,43). El índice de riesgo cardiovascular original de TABLA 99.1 Gravedad del síndrome de apneas e hipopneas del sueño (SAHS) según el sistema de puntuación de la American Society of Anesthesiologists (ASA) Variable Puntos A. Gravedad del SAHS basada en el estudio respiratorio del sueño (utilice índices clínicos si no dispone de este estudio) Ninguna (IAH de 0 a 5 en los sujetos adultos o de 0 en los niños) 0 Leve (IAH de 6 a 20 en los sujetos adultos o de 1 a 5 en los niños) 1 Moderada (IAH de 21 a 40 en los sujetos adultos o de 6 a 10 en los niños) 2 Grave (IAH mayor de 40 en los sujetos adultos o mayor de 10 en los niños) 3 Puntuación del apartado De 0 a 3 B. Invasividad de la intervención quirúrgica y profundidad de la anestesia realizada Cirugía superficial bajo anestesia local o bloqueo nervioso periférico sin sedación 0 Cirugía superficial con sedación moderada o anestesia general 1 Cirugía periférica con anestesia espinal o epidural, con sedación no mayor que moderada 1 Cirugía periférica con anestesia general 2 Cirugía de la vía aérea con sedación moderada 2 Cirugía mayor con anestesia general 3 Cirugía de la vía aérea con anestesia general 3 Puntuación del apartado De 0 a 3 C. Utilización de opiáceos en el período postoperatorio Ninguno 0 Opiáceos orales en dosis bajas 1 Opiáceos orales en dosis altas, parenterales o neuroaxiales 3 Puntuación del apartado De 0 a 3 D. Estimación del riesgo perioperatorio Puntuación total. Se calcula sumando la puntuación obtenida en el apartado A con la puntuación mayor que se obtenga en el apartado B o en el apartado C, para un total máximo posible de 6 puntos Estimación del riesgo. A) Puntuación de 4: posible incremento del riesgo perioperatorio debido al SAHS. B) Puntuación de 5 o 6: incremento significativo del riesgo perioperatorio debido al SAHS Comentario. A) Puede restarse 1 punto si el paciente utilizaba una presión positiva continua en la vía aérea (CPAP) antes de la intervención quirúrgica y va a seguir empleándola en el período postoperatorio. B) Hay que añadir un punto si, con un SAHS leve o moderado, la presión arterial de anhídrido carbónico en reposo es superior a 50 mm Hg IAH, índice de apneas e hipopneas. Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org SECCIÓN XVI Situaciones especiales y otras alteraciones del aparato respiratorio 844 Goldman sirve, asimismo, para predecir las complicaciones pulmonares postoperatorias. En el momento actual aún no se dispone de estudios de validación que permitan saber si el denominado índice cardíaco revisado, hoy en día el de mayor uso como índice de riesgo cardiovascular, puede aplicarse tam bién para la predicción de posibles complicaciones pulmonares posquirúrgicas (tabla 99.3). ESTADO DE SALUD El estado general de salud es uno de los principales determi nantes del riesgo respiratorio posquirúrgico. Así, por ejemplo, la puntuación obtenida en la clasificación de la ASA es un buen índice pronóstico de posibles complicaciones postoperatorias (tabla 99.4). INFECCIÓN DEL TRACTO RESPIRATORIO SUPERIOR No hay información sobre el riesgo que supone operar a los pacientes cuando padecen una infección del tracto respiratorio superior. Es costumbre posponer la cirugía electiva cuando se padecealguno de estos procesos. FACTORES METABÓLICOS Tanto la concentración de albúmina (< 3 g/dL) como la de la urea séricas (> 60 mg/dL) sirven para predecir, de manera independiente, el riesgo de sufrir alguna complicación res piratoria posquirúrgica (OR: 2,53 y 2,29, respectivamente). Riesgos relacionados con la intervención quirúrgica ZONA DE LA INTERVENCIÓN QUIRÚRGICA La región o área anatómica en la que se lleva a cabo la inter vención quirúrgica es el factor de riesgo más importante en cuanto a las posibles complicaciones respiratorias que pueden aparecer posteriormente. Las diferencias existentes entre unas zonas y otras parecen deberse al efecto de la incisión sobre los músculos respiratorios y el diafragma. En una amplísima revisión sistemática de 83 estudios, las complicaciones respira torias fueron más comunes en la cirugía torácica y abdominal TABLA 99.2 Precisión de los cuestionarios Stop, Stop-Bang, Berlín y de la ASA para identificar a los enfermos que padecen un síndrome de apneas e hipopneas del sueño Stop Stop- Bang Berlín ASA IAH > 5 Sensibilidad (%) 65,6 83,6 68,9 72,1 Especificidad (%) 60 56,4 56,4 38,2 VPP (%) 78,4 81 77,9 72,1 VPN (%) 44 60,8 44,9 38,2 Odds ratio 2,857 6,587 2,855 1,559 IAH > 15 Sensibilidad (%) 74,3 92,9 78,6 78,6 Especificidad (%) 53,3 43 50,5 37,4 VPP (%) 51 51,6 50,9 45,1 VPN (%) 76 90,2 78,3 72,7 Odds ratio 3,293 9,803 3,736 2,189 IAH > 30 Sensibilidad (%) 79,5 100 87,2 87,2 Especificidad (%) 48,6 37 46,4 36,2 VPP (%) 30,4 31 31,5 27,9 VPN (%) 89,3 100 92,8 90,9 Odds ratio 3,656 > 999,999 5,881 3,862 ASA, American Society of Anesthesiologists; IAH, índice de apneas e hipopneas; Stop, snore (sí o no), tired (sí o no), obstruction (sí o no), pressure (sí o no); Stop-Bang, snore, tired, obstruction, pressure-body mass index (> 35 kg/m2), age (> 50 años), neck (circunferencia del cuello > 40 cm), gender (sexo masculino); VPN, valor predictivo negativo; VPP, valor predictivo positivo. TABLA 99.3 Índice de riesgo cardiopulmonar derivado del índice de riesgo cardíaco de Goldman Variable Puntos Riesgo cardíaco Insuficiencia cardíaca congestiva (tercer tono, distensión venosa yugular, fracción de eyección ventricular izquierda < 40%) 11 Infarto de miocardio en los 6 meses previos 10 Más de cinco extrasístoles ventriculares/minuto (en cualquier momento) 7 Otros ritmos distintos del sinusal o de la extrasistolia auricular 7 Edad superior a los 70 años 5 Estenosis aórtica importante 3 Mal estado general 3 Puntuación cardíaca (sobre un total de 4 puntos posibles) 1 = 3-5 puntos 2 = 6-12 puntos 3 = 12-25 puntos 4 = > 25 puntos Riesgo pulmonar Obesidad (IMC > 27 kg/m2) 1 Fumar en las 8 semanas previas a la intervención quirúrgica 1 Roncus o sibilancias difusas en los 5 días previos a la intervención quirúrgica 1 Tos productiva en los 5 días previos a la intervención quirúrgica 1 FEV1/FVC < 70% 1 PaCO2 > 45 mm Hg (7,5 kPa) 1 Puntuación pulmonar (sobre un total de 6 puntos posibles) Puntuación total = puntuación cardíaca + puntuación pulmonar (sobre un total de 10 puntos posibles) FEV1, volumen espiratorio forzado en el primer segundo; FVC, capacidad vital forzada; IMC, índice de masa corporal; PaCO2, presión arterial de anhídrido carbónico. Adaptado de Epstein et al., 1993. Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org CAPÍTULO 99 Evaluación del riesgo de complicaciones respiratorias tras la cirugía 845 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. superior que en los procedimientos que incidían en cualquier otro lugar del organismo. De este modo, pudo observarse que la incidencia de complicaciones en la cirugía abdominal superior, la abdominal inferior y la esofágica fue del 19,7, del 7,7 y del 18,9%, respectivamente. También tienen más riesgo de complicaciones respiratorias las intervenciones de cabeza y cuello, las neuroquirúrgicas y, sobre todo, las de reparación de aneurismas aórticos. Aunque la recuperación tras una colecistectomía laparos cópica es más rápida y produce menos dolor y menos efectos sobre los volúmenes pulmonares que la colecistectomía reali zada mediante una laparotomía, los eventuales beneficios que pudieran obtenerse, con respecto a las complicaciones pulmonares, no han podido demostrarse con claridad hasta la fecha. En una revisión de 12 trabajos en los que se comparaba la cirugía laparoscópica con la cirugía del cáncer de colon no se evidenció que existieran diferencias significativas en cuanto a dichas complicaciones (OR: 0,65, IC al 95%: 0,281,49). DURACIÓN DE LA INTERVENCIÓN QUIRÚRGICA Las intervenciones que duran más de 34 horas tienen luego más complicaciones respiratorias. Por ejemplo, la frecuencia de las neumonías aumenta del 8 al 40% cuando la cirugía dura más de 4 horas. TIPO DE ANESTESIA EMPLEADA En la literatura médica de los últimos años se ha producido cierta controversia respecto a si la anestesia espinal y epidural es capaz de reducir las complicaciones respiratorias periope ratorias. Un metaanálisis de los distintos trabajos realizados hasta ahora sugiere que en los pacientes que se someten a un bloqueo neuroaxonal (anestesia epidural o espinal), el riesgo de padecer una neumonía postoperatoria se reduce en un 39% y el de sufrir una depresión respiratoria en un 59%, en comparación con lo que ocurre en los individuos que se someten a una anestesia general. En conclusión, parece claro que el bloqueo nervioso regional se asocia con una menor tasa de complicaciones después de la cirugía, por lo que es una opción que debe siempre tenerse en cuenta en los enfermos de alto riesgo. TIPO DE BLOQUEO NEUROMUSCULAR UTILIZADO El pancuronio, un relajante de acción prolongada, produce un bloqueo neuromuscular más intenso y su empleo se relaciona con una mayor frecuencia de complicaciones que la que se observa cuando se usan agentes bloqueantes de acción más corta. EVALUACIÓN GENERAL DEL RIESGO QUIRÚRGICO Los factores de riesgo más relevantes pueden identificarse si se hace una anamnesis bien orientada y se lleva a cabo un examen físico cuidadoso. Debe indagarse sobre la existencia de enfermedades respiratorias crónicas diagnosticadas con anterioridad y sobre la presencia de síntomas (intolerancia al ejercicio, disnea de causa desconocida, tos, expectoración, etc.) que sugieran algún proceso no identificado hasta ese momento. Como complemento a la evaluación clínica, a veces pueden ser necesarias algunas pruebas complementarias, como una espi rometría forzada, una gasometría arterial basal, una radiografía de tórax o una prueba de esfuerzo respiratoria (incluyendo, si fuera necesario, una ergometría). Actualmente se desconoce si el despistaje del SAHS puede afectar a la tasa de complicaciones posquirúrgicas. No obstante, parece razonable preguntar a todos los sujetos obesos, antes de cualquier cirugía mayor, si tienen alguno de los síntomas que caracterizan al SAHS. En este sentido, puede recurrirse a los cuestionarios antes men cionados (v. tabla 99.2). Por ejemplo, el cuestionario Stop, fácil de aplicar, solo consta de cuatro preguntas y ofrece una buena sensibilidad (entre un 65 y un 79%, según la gravedad del SAHS). El cuestionario StopBang, con cuatro variables más, tiene una sensibilidad que se encuentra entre un 83 y un 100%. Espirometría forzada La utilidad de la espirometría forzada realizada antes de la intervención quirúrgica es motivo de debate en los últimos años. Algunos autores han señalado que un FEV1 o una capaci dad vital forzada (FVC) inferiores a un 70% o un cociente FEV1/ FVC inferior a un 65% podrían considerarse como criterios de riesgo posquirúrgico. Sin embargo, apenas hay evidencia científica que sirva parasustentar estos puntos de corte. La revisión de la literatura sugiere que, aunque las variables espi rométricas son elementos de valor pronóstico importante, otros datos clínicos más fácil de conseguir, como el antecedente de una expectoración crónica o una puntuación de la ASA de 3, son factores de riesgo con un mejor poder predictivo. Parece, pues, que en la mayoría de las ocasiones la espirometría no tiene más utilidad que la de confirmar la impresión clínica de TABLA 99.4 Clasificación del riesgo quirúrgico según la American Society of Anesthesiologists (ASA) Puntuación de la ASA Alteración funcional Mortalidad 1 Individuo sano sin otras enfermedades, salvo el proceso del que va a operarse < 0,03% 2 Individuo con una enfermedad sistémica leve o moderada, causada por el proceso quirúrgico del que va a operarse o por otros procesos patológicos bien controlados 0,2% 3 Individuo con una enfermedad grave que limita su actividad, pero que no es incapacitante 1,2% 4 Individuo con un proceso grave incapacitante, que es una amenaza vital constante para el enfermo 8% 5 Individuo moribundo que se espera que sobreviva unas 24 horas con o sin intervención quirúrgica 34% 6 Sufijo que indica una intervención quirúrgica practicada de urgencia de cualquier tipo Aumentada Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org SECCIÓN XVI Situaciones especiales y otras alteraciones del aparato respiratorio 846 gravedad de la enfermedad respiratoria que obtiene el médico, sumando poco a la estimación del riesgo operatorio y, por el contrario, añadiendo coste y tiempo. La conclusión podría ser, según algunos autores, que la espirometría no debe solicitarse de manera sistemática, ni siquiera en el caso de las cirugías de alto riesgo. El FEV 1 y la FVC tampoco deben usarse como criterios primarios para desechar la posibilidad quirúrgica (salvo en el caso de la resección pulmonar). Sin embargo, sí parece razonable, incluso obligado, pedir una espirometría forzada en los siguientes supuestos: ● En los candidatos a una resección pulmonar (véase más ade lante, en este mismo capítulo, el apartado específicamente dedicado a este aspecto). ● En la caracterización objetiva de los enfermos en los que el riesgo de la cirugía propuesta puede no justificar el teórico beneficio que va a conseguirse. ● En los individuos con una EPOC o un asma cuando, por la anamnesis y el examen físico, no puede determinarse si están en situación óptima; de este modo pueden identifi carse los sujetos que podrían beneficiarse de una intensifi cación del tratamiento. ● En las personas con disnea e intolerancia al ejercicio cuya causa no queda clara con la anamnesis y la exploración física, y en los que los resultados de las pruebas funcionales respiratorias pueden cambiar el tratamiento perioperatorio. Esto ocurre, por ejemplo, cuando están presentes, de forma simultánea, una enfermedad cardíaca y una respiratoria, y no está clara la contribución de cada una de ellas a la situación funcional del paciente. Gasometría arterial basal No se han publicado trabajos que describan el valor de la hipercapnia para identificar, de manera independiente, a los individuos que tienen un riesgo quirúrgico alto y que no se pueden reconocer por otros medios más sencillos. Algunas series pequeñas de sujetos con una EPOC han encontrado que una presión arterial de anhídrido carbónico (PaCO 2) mayor de 45 mm Hg (6 kPa) puede asociarse con una mayor tasa de complicaciones. El riesgo que acompaña a la hipercapnia no siempre es exagerado, aunque sí puede justificar el que se reevalúe el equilibrio existente entre el riesgo y el beneficio y que, en su caso, se lleve a cabo un tratamiento agresivo. Por otro lado, algunos datos recientes sugieren que la hipoxemia se relaciona con una mayor incidencia de complicaciones en las operaciones de alto riesgo, si bien no ha podido com probarse que, en términos generales, sea un factor de riesgo independiente. La información disponible en el momento actual no apoya, por tanto, la realización sistemática de una gasometría arterial preoperatoria para estratificar el riesgo de complicaciones respiratorias posquirúrgicas. Y ello aún más si se tiene en cuenta que la monitorización de la saturación trans cutánea de oxígeno es, hoy en día, práctica habitual en todas las actuaciones que se llevan a cabo con sedación o anestesia. Radiografía de tórax No está claro cuál es su papel en la evaluación del riesgo quirúrgico. Un metaanálisis reciente, que incluyó un total de 14.390 pacientes, en todos los cuales se realizó una radio grafía de tórax antes de la cirugía, ha puesto de manifiesto que en alrededor de un 10% de los sujetos se encuentra alguna anomalía inesperada. Sin embargo, solo en 1 de cada 100 casos ese hallazgo modifica la actitud médica o quirúrgica. La frecuencia con la que se aprecian alteraciones radiográficas significativas aumenta con la edad (el 21% en las personas con más de 50 años y el 4,9% en las que tienen menos de esa edad), así como también en los casos en los que existe el antecedente de alguna enfermedad cardíaca o respiratoria (el 22% en los pacientes que lo tenían y el 0,3% en los que no lo tenían y eran menores de 60 años). Puesto que la información disponible no permite identificar con precisión cuál es el 1% de individuos que puede beneficiarse de la realización de una radiografía de tórax preoperatoria, parece razonable solicitar esta exploración siempre que se sospeche que puede haber alguna anomalía cardíaca o respiratoria y, asimismo, en todas las personas que tienen más de 50 años de edad y que van a someterse a una cirugía de alto riesgo. Pruebas de esfuerzo y ergometría respiratorias La prueba de esfuerzo cardiorrespiratoria se emplea desde hace años para valorar el riesgo operatorio en la cirugía esofágica y en la abdominal alta (véase también, más adelante, cuál es su importancia en la evaluación de la cirugía con resección pulmonar). En el momento actual no hay evidencias suficientes como para establecer que la prueba de esfuerzo aporta, en la cirugía no pulmonar, ventajas adicionales sobre la historia clínica y el electrocardiograma basal. Por tanto, su indicación estaría esencialmente en relación con casos seleccionados, por ejemplo cuando se sospecha la existencia de una cardiopatía isquémica, no diagnosticada hasta ese momento, o se trata de una disnea grave sin causa aparente. Índice multifactorial de riesgo de insuficiencia respiratoria Con los datos obtenidos de más de 81.000 sujetos atendidos en los centros médicos de los soldados veteranos de Estados Uni dos se definió un índice multifactorial de riesgo de insuficiencia respiratoria y neumonía para los enfermos que iban a estar más de 48 horas intubados (tabla 99.5). La principal limitación de este índice, denominado de Arozullah, está en que muchos de los factores de riesgo analizados no son modificables. Recomendaciones Las complicaciones pulmonares pueden ser causa de morta lidad y morbilidad posquirúrgicas tanto en las intervencio nes alejadas de la cavidad torácica como en las que, siendo intratorácicas, no implican al pulmón ni conllevan resección pulmonar alguna. Al respecto, son factores de riesgo bien esta blecidos los siguientes: ● Una edad superior a los 50 años. ● La EPOC y la insuficiencia cardíaca. ● Una puntuación de la ASA mayor de 2. ● La existencia de una dependencia funcional. ● Una concentración de albúmina sérica inferior a 3 g/dL. Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.orgCAPÍTULO 99 Evaluación del riesgo de complicaciones respiratorias tras la cirugía 847 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. ● Una cirugía abdominal superior, torácica, aórtica, de cabeza y cuello, neuroquirúrgica o de un aneurisma aórtico abdominal. ● Una cirugía que dura más de 3 horas. ● Una cirugía practicada de urgencia. ● El uso de pancuronio como relajante muscular. En la misma línea, son factores de riesgo probable los siguientes: ● El síndrome de apnea e hipopneas obstructivas del sueño. ● La anestesia general (en comparación con el riesgo de la anestesia epidural o espinal). ● Una PaCO2 mayor de 45 mm Hg (6 kPa). ● Una radiografía de tórax anormal. ● Un tabaquismo activo en las 8 semanas previas. ● Una infección del tracto respiratorio superior presente en el acto operatorio. Las herramientas más importantes para evaluar el riesgo post operatorio siguen siendo la anamnesis y el examen físico, que se aúnan en un buen juicio clínico. Debe prestarse espe cial atención a los síntomas y a los signos de una eventual enfermedad respiratoria previa y, asimismo, a la existencia de intolerancia al ejercicio, una tos crónica o una disnea de causa no explicada (fig. 99.1). EVALUACIÓN DEL RIESGO EN LA RESECCIÓN PULMONAR El tratamiento quirúrgico es, en el cáncer de pulmón, la mejor opción terapéutica, siempre que sea posible, y la que ofrece la mayor expectativa de supervivencia a los afortunados pacien tes en los que la enfermedad es resecable en el momento del diagnóstico. El porcentaje de candidatos a la cirugía (alrededor de un 30%) ha ido aumentando en los últimos años y ello, en gran medida, por la aplicación de métodos objetivos en la valoración del riesgo quirúrgico. De esta forma han podido ampliarse las indicaciones del tratamiento quirúrgico a enfer mos en los que, hace tan solo 15 años, no se hubiese operado en modo alguno. Y esto se ha conseguido sin que se incremente la mortalidad global (17%), gracias a la realización sistemática de una evaluación objetiva de la suficiencia funcional respira toria. Esta evaluación se basa en la utilización de los criterios que se describen a continuación. Aspectos clínicos Varios aspectos de naturaleza clínica sirven para predecir la mortalidad posquirúrgica. Entre ellos, sobre todo, los siguientes: el tamaño de la resección, en especial si se trata de una neumo nectomía, la puntuación de la ASA, el estado físico valorado con la escala Zubrod, la existencia de una insuficiencia renal previa, la radio o la quimioterapia realizadas antes de la intervención quirúrgica, el uso de corticoesteroides, una edad avanzada, la cirugía practicada de urgencia, el sexo masculino y el índice de masa corporal (cuadro 99.3). En Francia se ha desarrollado un sistema de puntuación del riesgo de mortalidad hospitalaria ideado a partir de los datos retrospectivos de más de 15.000 pacientes operados. Los factores de mortalidad incluidos en el modelo fueron la edad, el sexo, el grado de disnea medido por la escala de la MRC modificada (modified Medical Research Council dyspnea scale), la puntuación de la ASA, el estado funcional res piratorio, la prioridad de la cirugía, la benignidad o malignidad del diagnóstico, el tipo de intervención que va a realizarse (neu monectomía o lobectomía) y la comorbilidad existente. Con estas premisas pudo observarse que el pronóstico era mucho peor en los pacientes sometidos a una neumonectomía. Convie ne señalar, no obstante, que la edad media del grupo analizado era de 56 años, muy inferior a la de los sujetos que se operan hoy en día, y que la fiabilidad del estudio está limitada por el gran número de enfermos en los que no se produjeron com plicaciones fatales. Estos enfermos son, justamente, los que más influyen en el poder predictivo del sistema de puntuación. Función ventilatoria Desde un punto de vista histórico, la primera variable para la que se encontró una relación con el riesgo posquirúrgico de la resección pulmonar fue el volumen voluntario máximo (MVV) medido en 12 segundos. Otras variables investigadas con posterioridad, para las que también se halló una importan te relación, fueron algunos volúmenes que expresan la reserva funcional, como el FEV 1, la FVC o la capacidad vital inspiratoria (VCin), o el cociente FEV1/FVC, que habla de la intensidad de la obstrucción. En la práctica clínica, la prueba que más se TABLA 99.5 Índice multifactorial del riesgo postoperatorio de padecer una insuficiencia respiratoria o una neumonía Factor de riesgo preoperatorio Puntos Tipo de cirugía ● Aneurisma de la aorta abdominal 27 ● Cirugía torácica 21 ● Cirugía abdominal superior, neurocirugía o cirugía vascular periférica 14 ● Cirugía cervical 11 Cirugía practicada de urgencia 11 Albúmina sérica < 30 g/L (3 g/dL) 9 Urea > 0,6 g/L (60 mg/dL) 8 Dependencia funcional total o parcial 7 Historia de enfermedad pulmonar obstructiva crónica 6 Edad ● ≥ 70 años 6 ● 60-69 años 4 Clase Puntos Riesgo de insuficiencia respiratoria 1 ≤ 10 0,5% 2 11-19 2,2% 3 20-27 5% 4 28-40 11,6% 5 ≥ 40 30,5% Clase Puntos Riesgo de neumonía 1 0-15 0,2% 2 16-25 1,2% 3 26-40 4% 4 41-55 9,4% 5 ≥ 55 15,3% Tomado de Arozullah et al., 2000, y de Arozullah et al., 2001. Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org SECCIÓN XVI Situaciones especiales y otras alteraciones del aparato respiratorio 848 utiliza es la espirometría forzada, dado que su coste es muy bajo, que proporciona los resultados casi inmediatamente y que es de fácil acceso. La variable que más se aplica es el FEV1. Ya a principios de la década de los ochenta se demostró que las neumonectomías, las lobectomías y las segmentectomías o resecciones en cuña pueden llevarse a cabo con un riesgo acep table (menos de un 5% de mortalidad) si el FEV 1 es superior a 2, 1,2 y 0,6 L, respectivamente. No obstante, hay que señalar que el FEV1 expresado en valores absolutos no es, a pesar de emplearse de manera habitual, un buen criterio para evaluar la resección, pues no traduce una misma reserva funcional en personas de distintas características antropométricas. En casi todas las recomendaciones se considera que cualquier indivi duo con una espirometría anormal deber ser estudiado con mayor detalle. Cabe señalar, sin embargo, después de analizar dos series importantes, una retrospectiva de 1.222 casos, con 186 sujetos cuyo FEV 1 era menor de un 60%, y otra prospectiva, que parece que es seguro operar a enfermos si el FEV1 es mayor del 60%, siempre que la perfusión de la zona que se va a resecar no supere el 30% del total pulmonar. FIGURA 99.1 Algoritmo de evaluación preoperatoria en las intervenciones quirúrgicas en las que no va a hacerse resección pulmonar alguna. ASA, American Society of Anesthesiologists. Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org CAPÍTULO 99 Evaluación del riesgo de complicaciones respiratorias tras la cirugía 849 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. Además del FEV1, también se ha valorado el interés que pudieran tener, a este respecto, otros volúmenes pulmonares. En este sentido, destaca un trabajo en el que se ha señalado que la lobectomía, realizada en pacientes con una capacidad pulmonar total (TLC) elevada, disminuye muy poco la fun ción pulmonar o, incluso, la aumenta, quizás porque en estos casos se producen cambios similares a los que ocurren en la cirugía de reducción de volumen pulmonar. Capacidad de difusión para el monóxidode carbono El FEV1 y la capacidad de difusión o, mejor, de transferencia alveolocapilar para el monóxido de carbono (DLCO) son medidas que reflejan dos componentes diferentes de la función pulmonar (flujo, o mejor, ventilación e intercambio gaseo so), que no tienen por qué estar siempre relacionados. Una DLCO menor del 60% identifica a los sujetos en los que la probabilidad de complicaciones tras la resección pulmonar es alta. Así, por ejemplo, en un estudio reciente se analizó una serie de enfermos sometidos a una resección por un cáncer de pulmón. Un 43% de los que tenían un FEV 1 mayor del 80% sufrió un deterioro posquirúrgico de la DLCO. El 7% de estos últimos, con un valor predicho postoperatorio (ppo) crítico (DLCO < 40%), tuvo una mortalidad casi tres veces superior que la que tenían los pacientes en los que la DLCOppo estaba por encima del 40%, a pesar de que en todos ellos el FEV1 era normal. En los enfermos que han recibido una quimioterapia previa a la cirugía, el FEV1 y la FVC pueden aumentar algo, si bien, en sentido contrario, la DLCO suele reducirse, y las complicacio nes posquirúrgicas guardan mayor relación con los cambios en la difusión que con la mejora en los datos espirométricos. Llama la atención, no obstante, que a pesar de que casi todos los trabajos muestran que la DLCO es un buen indicador inde pendiente y que sirve bien para predecir la morbilidad post operatoria, tan solo en un 25% de más de 3.400 resecciones pulmonares realizadas en 27 centros europeos distintos se había medido esta variable. Estimación de la función ventilatoria postoperatoria ESTIMACIÓN CUANTITATIVA CALCULADA EMPÍRICAMENTE POR SEGMENTOS La función pulmonar postoperatoria o predicha postoperatoria (ppo), es decir, la que va a quedar tras la resección pulmonar que va a llevarse a cabo, se estima multiplicando la función pulmonar basal por la proporción de pulmón que va a per manecer después de la intervención quirúrgica (extirpación de un determinado volumen pulmonar). Por ejemplo, si el FEV 1 preoperatorio es de 1 L y la operación conlleva la pérdida de un 25% de los segmentos broncopulmonares, el FEV1ppo es de 750 mL. Como norma, este valor se estima basándose en un total de 19 segmentos y, por tanto, la ecuación que debe aplicarse es: Función predicha postoperatoria función inicial (1 0,056 número de segmentos pulmonares) = − × Con esta ecuación, aunque la correlación es buena, la concordancia puede no serlo, sobre todo en el caso de las neumonectomías. Otro método se basa en considerar la exis tencia de 42 subsegmentos. En tal caso, para hacer el cálculo se hace una corrección en atención a los segmentos que se han hallado obstruidos en la broncoscopia o en la radiografía de tórax. Los resultados que se consiguen con este sistema son similares a los que se alcanzan con el procedimiento clásico. ESTIMACIÓN CUANTITATIVA CALCULADA CON RADIOISÓTOPOS El cálculo se basa en la cuantificación de la perfusión de los lóbulos obtenida a partir de los resultados que proporciona una gammagrafía pulmonar de perfusión. Se identifican así las zonas del pulmón que tienen una función alterada. Este procedimiento puede mejorar la estimación, si se compara con los cálculos basados en el número de segmentos, en el caso de las neumonectomías y en el de los enfermos con tumores centrales. OTROS MÉTODOS DE ESTIMACIÓN Se han descrito métodos que basan su cálculo en una estima ción establecida a partir de una tomografía computarizada (TC) torácica, de una resonancia magnética o de las diferencias regionales existentes en los sonidos del tórax medidos con equipos especiales (Vibration response imaging). Pruebas de esfuerzo y ergometría respiratorias El consumo máximo de oxígeno (VO2máx) es una variable que predice la morbimortalidad peroperatoria y a largo plazo. La existencia de un VO2máx inferior a 10 mL/minuto/kg o al 35% del valor teórico predicho se asocia con un alto riesgo de com plicaciones postoperatorias, mientras que un VO2máx superior a 20 mL/minuto/kg o al 75% se asocia con un riesgo bajo. En los pacientes que tienen un FEV1ppo o una DLCOppo Función predicha postoperatoria= función inicial(1−0,056×núme ro de segmentos pulmonares) Cuadro 99.3 VARIABLES CLÍNICAS ASOCIADAS CON UN PEOR PRONÓSTICO EN LAS INTERVENCIONES QUIRÚRGICAS TORÁCICAS Edad > 50 y, peor, 65 años Sexo varón Tamaño de la resección pulmonar Estado general según el ECOG ≥ 3 Disnea según la escala del MRC ≥ 3 Puntuación de la ASA ≥ 3 Comorbilidades ≥ 3 Tumor benigno/maligno Cirugía urgente/electiva IMC > 30 kg/m2 Uso de corticoesteroides Quimioterapia o radioterapia previas ASA, American Society of Anesthesiologists; ECOG, Eastern Cooperative Oncology Group; ICM, índice de masa corporal; MRC, Medical Research Council. Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org SECCIÓN XVI Situaciones especiales y otras alteraciones del aparato respiratorio 850 menores de un 40%, pero en los que el VO2máxppo es mayor de 10 mL/minuto/kg (o del 35%), el riesgo perioperatorio es aceptable (12%) y la supervivencia a 2 años alcanza el 50%. Las directrices actuales de la European Respiratory Society (ERS) recomiendan medir el VO2máx en todos los sujetos que, siendo candidatos a una intervención quirúrgica por un cáncer de pul món, tienen un FEV1 o una DLCO inferior al 80% (fig. 99.2). En lo que se refiere a las pruebas que pueden realizarse para calcular o medir el VO2máx, conviene saber que el shuttle walking test subestima este dato, sobre todo en los individuos que tienen una capacidad de esfuerzo más baja. Sin embargo, proporciona ciertas marcas groseras que pueden ser útiles cuan do no se puede medir directamente el VO 2máx. Por ejemplo, andar menos de 250 m en este test o subir menos de un piso de escaleras suele asociarse con un VO2máx inferior a 10 mL/ minuto/kg. Por el contrario, andar más de 400 m o subir dos pisos de escalera equivale a tener un VO2máx superior a 15 mL/ minuto/kg. En definitiva, el shuttle walking test puede emplearse como método de despistaje para identificar a los enfermos que tienen un VO2máx que supera los 15 mL/minuto/kg. Por últi mo, la prueba de la marcha de 6 minutos no parece que tenga utilidad alguna en la estratificación del riesgo perioperatorio. También pueden hacerse estimaciones del VO2máxppo por el mismo procedimiento que sirve para calcular el FEV1ppo o la DLCOppo. En este sentido, la ERS y la European Society of Thoracic Surgeons (ESTS) recomiendan que no se aconseje la cirugía en los individuos con un FEV1ppo o una DLCO ppo menor de un 30%, y que se opte por una resección no anatómica cuando el VO2máxppo es menor de 10 mL/minuto/ kg o del 35% del valor teórico. Estratificación del riesgo quirúrgico La ERS y la ESTS recomiendan que, para estratificar el riesgo de los pacientes con un FEV1 basal o una DLCO basal menor del 80% y con un VO2máx mayor de 10 mL/minuto/kg (el 35% del valor teórico) y menor de 20 mL/minuto/kg (el 75% del valor teórico), se usen las estimaciones postoperatorias del FEV1 y de la DLCO. Estas directrices señalan que la primera estima ción de la función pulmonar residual se calcule por el número de segmentos, sin tener en cuenta los segmentos que se encuen tran obstruidos por completo. En los enfermos con una función límite debe predecirse la función postoperatoria basándose en una gammagrafía pulmonar de perfusión o en una TC torácica cuantitativa. La ERS y la ESTS indican que debe aconsejarse al paciente que no se opere o que se opte por una resección no anatómica cuando tanto el FEV 1ppo como la DLCOppo son inferiores al 30% del valor teórico o cuando uno de los dos es menor de ese 30% y el VO2máxppo es inferior a 10 mL/ minuto/kg (35%) (v.fig. 99.2). FIGURA 99.2 Algoritmo alternativo para la valoración del riesgo funcional de una resección pulmonar, usando la prueba de esfuerzo en el segundo nivel, según el esquema de la European Respiratory Society (ERS) y la European Society of Thoracic Surgeons (ESTS). DLCO, capacidad de difusión alveolocapilar para el monóxido de carbono; FEV 1 , volumen espiratorio forzado en el primer segundo; ppo, valor predicho postoperatorio; VO 2 máx, consumo máximo de oxígeno. Reproduced with permission of the European Respiratory Society ©. Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org CAPÍTULO 99 Evaluación del riesgo de complicaciones respiratorias tras la cirugía 851 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. La particularidad de la fibrosis pulmonar Muy pocos estudios han estudiado de manera particular el riesgo de la resección pulmonar en los individuos que padecen una fibrosis pulmonar. Sin embargo, este riesgo parece muy elevado (33%) en el caso de las neumonectomías, aunque quizás sea más aceptable si la resección que va a realizarse es una lobectomía (15%). La supervivencia a medio plazo pudiera ser razonable, aunque los sujetos que tienen una fibrosis pul monar idiopática corren el riesgo de sufrir una agudización de su proceso en el período postoperatorio. RECOMENDACIONES FINALES Conviene recordar que la herramienta más importante para evaluar el riesgo postoperatorio de un paciente que va a some terse a una intervención quirúrgica es, siempre y en todo caso, la historia clínica, que incluye, obviamente, la anamnesis y la exploración física. Como ya se ha señalado, debe prestarse especial atención a los síntomas y a los signos de una posible enfermedad respiratoria, con especial mención a la hipersom nia diurna en las personas obesas, la intolerancia al ejercicio, la expectoración y la disnea de causa no aclarada (v. fig. 99.1). El índice de Arozullah, fácil de obtener, estima el riesgo pulmonar preoperatorio y es un indicador útil para ayudar a los pacientes a entender el riesgo que van a correr al operarse y para identificar a los que pueden beneficiarse de intervenciones con riesgos más reducidos. En todos los enfermos en los que va realizarse una inter vención quirúrgica que conlleve una resección pulmonar, debe hacerse una evaluación respiratoria específica, en la que ha de incluirse una espirometría forzada, una prueba de difusión y, en algunos casos, una ergometría respiratoria. Asimismo, pueden ser necesarias las estimaciones de la función pulmonar postoperatoria (v. fig. 99.2). Bibliografía American Society of Anesthesiologists. Practice guidelines for the perioperative management of patients with obstructive sleep apnea: an updated report by the American Society of Anesthesiologists task force on perioperative management of patients with obstructive sleep apnea. Anesthesiology 2014;120:26886. Archer C, Levy AR, McGregor M. Value of routine preoperative chest xrays: a metaanalysis. Can J Anaesth 1993;40:10227. Arozullah AM, Daley J, Henderson WG, Khuri SF. Multifactorial risk index for predicting postoperative respiratory failure in men after major noncardiac surgery. Ann Surg 2000;232:24253. Arozullah AM, Khuri SF, Henderson WG, Daley J. Development and validation of a multifactorial risk index for predicting postopera tive pneumonia after major noncardiac surgery. Ann Intern Med 2001;135:84757. Brunelli A, Charloux A, Bolliger CT, Rocco G, Sculier JP, Varela G, et al. European Respiratory Society and European Society of Thoracic Surgeons joint task force on fitness for radical therapy. ERS/ESTS cli nical guidelines on fitness for radical therapy in lung cancer patients (surgery and chemoradiotherapy). Eur Respir J 2009;34:1741. Brunelli A, Refai MA, Salati M, Sabbatini A, MorganHughes NJ, Roc co G. Carbon monoxide lung diffusion capacity improves risk stratification in patients without airflow limitation: evidence for systematic measurement before lung resection. Eur J Cardiothorac Surg 2006;29:56770. Chung F, Elsaid H. Screening for obstructive sleep apnea before surgery: why is it important? Curr Opin Anaesthesiol 2009;22:40511. Chung F, Yegneswaran B, Liao P, Chung SA, Vairavanathan S, Islam S, et al. STOP questionnaire: a tool to screen patients for obstructive sleep apnea. Anesthesiology 2008;108:81221. Epstein SK, Faling LJ, Daly BD, Celli BR. Predicting complication after pulmonary resection. Preoperative exercise testing vs a multifacto rial cardiopulmonary index. Chest 1993;104:694700. Falcoz PE, Conti M, Brouchet L, Chocron S, Puyraveau M, Mercier M, et al. The thoracic surgery scoring system (thoracoscore): risk model for inhospital death in 15.183 patients requiring thoracic surgery. J Thorac Cardiovasc Surg 2007;133:32532. Goldman L, Caldera DL, Nussbaum SR, Southwick FS, Krogstad D, Murray B, et al. Multifactorial index of cardiac risk in noncardiac surgical procedures. N Engl J Med 1977;297:84550. Memtsoudis S, Liu SS, Ma Y, Chiu YL, Walz JM, GaberBaylis LK, et al. Perioperative pulmonary outcomes in patients with sleep apnea after noncardiac surgery. Anesth Analg 2011;112:11321. Olsen E. Surgical risk and the preoperative evaluation and management of adults with obstructive sleep apnea. En: Uptodate. Basner RC, Jones SB, eds. Philadelphia: Wolters Kluwer; 2013. Pasulka PS, Bistrian BR, Benotti PN, Blackburn GL. The risks of surgery in obese patients. Ann Intern Med 1986;104:54054. Puente Maestu L, Ruiz Martín JJ. Las pruebas de esfuerzo en la cirugía resectiva pulmonar. Arch Bronconeumol 2003;39:12632. Rodgers A, Walker N, Schug S, McKee A, Kehlet H, van Zundert A, et al. Reduction of postoperative mortality and morbidity with epidural or spinal anaesthesia: results from overview of randomised trials. Br Med J 2000;321:1493506. Smetana GW, Lawrence VA, Cornell JE. Preoperative pulmonary risk stratification for noncardiothoracic surgery: systematic review for the American College of Physicians. Ann Intern Med 2006;144:58195. Varela Simó G, Barberá Mir R, Cordovilla Pérez R, Duque Medina JL, López Encuentra A, Puente Maestu L. Valoración del riesgo quirúrgico en el carcinoma broncogénico. Arch Bronconeumol 2005;41:68697. Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org Botón1:
Compartir