Logo Studenta

EVALUACION DEL RIESGO DE COMPLICACIONES RESPIRATORIAS TRAS LA CIRUGIA

¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

841
CAPÍTULO
© 2017. Elsevier España, S.L.U. Reservados todos los derechos
Evaluación del riesgo 
de complicaciones respiratorias 
tras la cirugía
INTRODUCCIÓN
Las complicaciones postoperatorias pulmonares juegan un 
papel importante en la morbilidad y la mortalidad que se 
produce tras la cirugía. Por ejemplo, son más comunes que 
las complicaciones cardíacas y se asocian con unas estancias 
hospitalarias más prolongadas. No son habituales en las per­
sonas sanas, pero su incidencia aumenta en las personas con 
enfermedades respiratorias y en determinadas intervenciones 
quirúrgicas de alto riesgo. La frecuencia de las complicacio­
nes postoperatorias descrita en la literatura es muy variable 
como consecuencia de la distinta manera de seleccionar a los 
individuos en cada uno de los estudios y del diferente concepto 
que puede tenerse sobre lo que es una «complicación». Eso 
hace que a veces sea difícil extrapolar los datos a la práctica 
clínica o comparar los resultados de los diversos trabajos publi­
cados. Cuando se emplean definiciones estrictas, como por 
ejemplo «aparición de anomalías pulmonares que ocasionan 
una enfermedad o una disfunción evidente y que afectan el 
curso clínico del paciente», la tasa de prevalencia global de las 
complicaciones respiratorias está en torno al 7% (cuadro 99.1).
FISIOLOGÍA PULMONAR PERIOPERATORIA
Los principales mecanismos que propician las complica­
ciones postoperatorias son la disminución del volumen 
pulmonar y los cambios que puedan existir en el patrón res­
piratorio (disminución del volumen corriente y del número 
de suspiros). Ambos fenómenos se deben, sobre todo, por la 
disfunción del diafragma, el dolor y la inmovilización post­
operatoria (cuadro 99.2), y ambos son más acusados tras la 
cirugía torácica y abdominal superior, se observan en menor 
medida en la cirugía abdominal inferior y en principio no 
se producen en la cirugía de las extremidades. A los citados 
cambios de volumen hay que añadir los efectos residuales de 
la anestesia y, en el caso de que se usen, los de los opiáceos 
postoperatorios. Estas sustancias, aunque sean imprescindibles 
para controlar el dolor, deprimen el impulso ventilatorio y la 
tos, y reducen la eficacia de los mecanismos que propician la 
eliminación del moco de las vías aéreas.
Cuando, como consecuencia de los mecanismos referidos 
más arriba, la capacidad residual funcional (FRC) baja más allá 
del volumen de cierre, aparecen microatelectasias y desajustes 
en la relación entre la ventilación y la perfusión (V/Q) en el 
pulmón, lo que da lugar a una hipoxemia. Las microatelec­
tasias pueden llevar a atelectasias más extensas e, incluso, a 
infecciones locales, produciendo pequeños focos neumónicos 
o auténticas neumonías.
FACTORES DE RIESGO
Los factores de riesgo que predisponen a la aparición de com­
plicaciones respiratorias postoperatorias pueden agruparse en 
dos categorías fundamentales: los propios del paciente y los 
relacionados con el procedimiento quirúrgico.
Riesgos propios del paciente
Los factores de riesgo propios del paciente son muchos, pero 
los más importantes son los que se enumeran a continuación.
EDAD
La edad es un factor de riesgo conocido desde hace tiempo. Se 
dudaba, sin embargo, de que fuese un factor independiente 
si se eliminan otras variables de confusión, como la situación 
funcional o las comorbilidades. Una revisión sistemática de 
la literatura, promovida por el American College of Chest Physi-
cians, ha puesto de manifiesto que ya en edades relativamente 
tempranas el riesgo aumenta de manera independiente, en 
comparación con lo que ocurre con los pacientes menores de 
50 años. De este modo, los grupos de edad que se encuentran 
entre los 50 y los 59 años, los 60 y los 69 años, los 70 y los 
79 años o tienen más de 80 años muestran unas razones de 
probabilidad (OR u odds ratio) de 1,50 (intervalo de confianza 
99
Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016.
Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
http://booksmedicos.org
SECCIÓN XVI
Situaciones especiales y otras alteraciones del aparato respiratorio
842
[IC] al 95%: 1,31­1,71), 2,28 (IC al 95%: 1,86­2,80), 3,9 (IC al 
95%: 2,7­5,65) y 5,63 (IC al 95%: 4,63­6,85), respectivamente.
ENFERMEDAD PULMONAR OBSTRUCTIVA CRÓNICA
La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) es un 
conocido factor de riesgo de complicaciones. El riesgo relativo 
no ajustado varía entre el 2,7 y el 6%. Sin embargo, la informa­
ción de más calidad disponible al respecto sugiere que, cuando 
la presencia de este proceso se ajusta para otras variables de 
confusión, el riesgo es menor de lo que se venía considerando 
hasta ahora, con una OR de complicaciones postoperatorias de 
2,36 (IC al 95%: 1,90­2,93). No parece que haya ningún nivel 
de gravedad crítico que contraindique la cirugía de manera 
absoluta y hay estudios, generalmente pequeños, que han 
encontrado unas tasas de complicación admisibles, con una 
morbilidad comprendida entre el 7 y el 20% y una mortalidad 
del 6,5% en enfermos graves (volumen espiratorio forzado 
en el primer segundo [FEV
1] menor de 1 L). Está claro que en 
estos pacientes debe evaluarse con cuidado la relación entre 
el riesgo y el beneficio de cualquier intervención quirúrgica, 
pero sabiendo que, si el beneficio es importante, la cirugía no 
debe contraindicarse.
ASMA
Cuando el asma está bien controlada, no se asocia con una 
mayor incidencia de complicaciones pulmonares postoperato­
rias graves, como atestigua un trabajo basado en el estudio de 
más de 700 asmáticos controlados y en los que, tras efectuar 
una operación de cirugía general, no se observó ningún caso 
de muerte, neumotórax ni neumonía, pero sí se produjeron 
algunas complicaciones leves, como episodios de broncoes­
pasmo o de laringoespasmo.
TABAQUISMO
Los fumadores tienen un mayor riesgo de complicaciones 
pulmonares postoperatorias, incluso en ausencia de enferme­
dad pulmonar previa alguna. Las personas con el antecedente 
de un tabaquismo que supere un índice paquete­año de 20 
tienen una mayor incidencia de complicaciones respiratorias 
(OR entre 1,17 y 1,68). Parece que el riesgo de aparición de 
complicaciones respiratorias se relaciona, sobre todo, con el 
consumo de tabaco en los meses previos a la intervención. 
En los sujetos que han fumado en los 2 meses anteriores a la 
cirugía, el riesgo es cuatro veces mayor que el que se observa 
de la población general. Sin embargo, en los individuos que 
dejan de fumar 6 meses antes, las tasas de riesgo son similares 
a las de los que no han fumado nunca.
OBESIDAD
La obesidad mórbida produce, por sí misma, una disminu­
ción de los volúmenes pulmonares y un desequilibrio en la 
relación V/Q pulmonar, lo que puede causar una hipoxemia. 
Como esta alteración es similar a la que se origina tras la ciru­
gía, podría esperarse un efecto aditivo que aumentase el riesgo. 
Sin embargo, la evidencia empírica no apoya esta hipótesis o, 
como mínimo, es contradictoria. En una revisión de 10 series 
de pacientes obesos sometidos a un bypass gástrico se encon­
tró que la incidencia de neumonías y de atelectasias era del 
3,9%, similar a la de la población general. Por tanto, a la luz 
de la evidencia actual, no puede considerarse que la obesidad 
sea un factor de riesgo de complicaciones pulmonares post­
operatorias per se.
SÍNDROME DE APNEAS E HIPOPNEAS DEL SUEÑO
El síndrome de apneas e hipopneas del sueño (SAHS) es un 
importante factor de riesgo de complicaciones respiratorias tras 
cualquier intervención quirúrgica. En la literatura se encuentra 
bien reflejado que el SAHS incrementa la posibilidad de tener 
problemas respiratorios (hipoxemia, reintubaciones). También 
existen datos que indican que el SAHS aumenta la frecuencia de 
algunas complicaciones concretas, como neumonías, episodios 
de insuficiencia respiratoria o ingresosno programados en la 
unidad de cuidados postoperatorios. También prolonga la estan­
cia hospitalaria del enfermo. En un reciente estudio, en el que 
se evaluaron, a partir de una base de datos administrativa, nada 
menos que 3,4 millones de enfermos sometidos a una interven­
ción de cirugía general y 2,6 millones de pacientes que habían 
sufrido una cirugía ortopédica, se observó que los pacientes con 
un SAHS tenían un riesgo más alto de desarrollar una insuficien­
cia respiratoria y una neumonía por broncoaspiración que los 
individuos que no lo padecían (OR: 1,95, IC al 95%: 1,91­1,98; 
OR: 1,37, IC al 95%: 1,33­1,41, respectivamente). La American 
Society of Anesthesiologists (ASA) ha elaborado un sistema de 
puntuación, aún no validado, para ayudar a evaluar el riesgo 
de complicaciones perioperatorias que tienen los pacientes con 
un SAHS (tabla 99.1). En los enfermos en los que los síntomas 
persisten o han reaparecido, no cumplen o tienen dificultades 
técnicas con el tratamiento, o en los que ha aumentado o dis­
minuido el peso de manera significativa, debe reevaluarse, antes 
de indicar la intervención quirúrgica, la gravedad y la eficacia del 
tratamiento del SAHS que se padece en cada caso.
Cuadro 99.1 PRINCIPALES 
COMPLICACIONES RESPIRATORIAS 
QUE PUEDEN APARECER TRAS 
UN PROCEDIMIENTO QUIRÚRGICO
Atelectasias
Infecciones, incluyendo bronquitis y neumonías
Insuficiencia respiratoria y necesidad de una ventilación 
mecánica prolongada
Exacerbación de las enfermedades respiratorias crónicas 
existentes
Broncoespasmo
Cuadro 99.2 DISMINUCIÓN DE LOS 
VOLÚMENES PULMONARES QUE SE 
PRODUCE TRAS UNA INTERVENCIÓN 
QUIRÚRGICA TORÁCICA O ABDOMINAL 
SUPERIOR
Capacidad vital: reducción de un 50-60%, a veces hasta 
durante 1 semana
Capacidad residual funcional: reduccion de un 30%
Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016.
Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
http://booksmedicos.org
CAPÍTULO 99
Evaluación del riesgo de complicaciones respiratorias tras la cirugía
843
©
 E
ls
ev
ie
r. 
Fo
to
co
pi
ar
 s
in
 a
ut
or
iz
ac
ió
n 
es
 u
n 
de
lit
o.
Otro problema es el del SAHS no diagnosticado. Es bien 
conocido que las manifestaciones cardinales de este síndrome 
(ronquidos, somnolencia diurna, pausas respiratorias noctur­
nas observadas, obesidad, hipertensión arterial sistémica) son 
muy comunes e inespecíficas. También lo es que las pruebas 
diagnósticas tienen importantes implicaciones económicas y 
organizativas. El antecedente de una intubación previa difícil 
o la sospecha, por las características morfológicas del sujeto, 
de que esa dificultad va a ser posible en el acto quirúrgico 
deben llevar a pensar en la posibilidad de un SAHS. Esto es 
especialmente cierto en las personas que son tributarias a una 
cirugía bariátrica, en las que este síndrome es especialmente 
frecuente (alrededor de un 80% de los casos).
En los últimos años se han publicado varios cuestionarios 
útiles en el escrutinio clínico del SAHS. Por ejemplo, son muy 
conocidos los propuestos por la American Academy of Sleep 
Medicine (AASM) o la ASA. También el cuestionario Berlín o los 
denominados Stop (snore [sí o no], tired [sí o no], obstruction [sí 
o no], pressure [sí o no]) y Stop­Bang (snore, tired, obstruction, 
pressure­body mass index [> 35 kg/m2], age [> 50 años], neck 
[circunferencia del cuello > 40 cm], gender [sexo masculino]). 
La precisión de estos cuestionarios en la identificación del 
SAHS se reseña en la tabla 99.2. La decisión de llevar a cabo 
las pruebas necesarias para llegar al diagnóstico del SAHS debe 
basarse en la aplicación sistemática de las herramientas que 
acaban de mencionarse.
HIPERTENSIÓN PULMONAR
La hipertensión pulmonar también aumenta el riesgo de com­
plicaciones perioperatorias, incluso cuando es leve o modera­
da y con independencia de cuál sea su causa. Los elementos 
capaces de predecir el riesgo son varios. Por ejemplo, el origen 
tromboembólico de la hipertensión pulmonar, una clase fun­
cional de la New York Heart Association (NYHA) igual o superior 
a 2, una duración de la anestesia superior a 3 horas o que la 
intervención quirúrgica sea de riesgo intermedio o alto.
INSUFICIENCIA CARDÍACA
El riesgo de complicaciones pulmonares es mayor en los indi­
viduos que tienen una insuficiencia cardíaca que en los que 
padecen una EPOC, con una OR ajustada de 2,93 (IC al 95%: 
1,02­8,43). El índice de riesgo cardiovascular original de 
TABLA 99.1 Gravedad del síndrome de apneas e hipopneas del sueño (SAHS) según el sistema 
de puntuación de la American Society of Anesthesiologists (ASA)
Variable Puntos
A. Gravedad del SAHS basada en el estudio respiratorio del sueño (utilice índices clínicos 
si no dispone de este estudio)
Ninguna (IAH de 0 a 5 en los sujetos adultos o de 0 en los niños) 0
Leve (IAH de 6 a 20 en los sujetos adultos o de 1 a 5 en los niños) 1
Moderada (IAH de 21 a 40 en los sujetos adultos o de 6 a 10 en los niños) 2
Grave (IAH mayor de 40 en los sujetos adultos o mayor de 10 en los niños) 3
Puntuación del apartado De 0 a 3
B. Invasividad de la intervención quirúrgica y profundidad de la anestesia realizada
Cirugía superficial bajo anestesia local o bloqueo nervioso periférico sin sedación 0
Cirugía superficial con sedación moderada o anestesia general 1
Cirugía periférica con anestesia espinal o epidural, con sedación no mayor que moderada 1
Cirugía periférica con anestesia general 2
Cirugía de la vía aérea con sedación moderada 2
Cirugía mayor con anestesia general 3
Cirugía de la vía aérea con anestesia general 3
Puntuación del apartado De 0 a 3
C. Utilización de opiáceos en el período postoperatorio
Ninguno 0
Opiáceos orales en dosis bajas 1
Opiáceos orales en dosis altas, parenterales o neuroaxiales 3
Puntuación del apartado De 0 a 3
D. Estimación del riesgo perioperatorio
Puntuación total. Se calcula sumando la puntuación obtenida en el apartado A con la puntuación mayor que se 
obtenga en el apartado B o en el apartado C, para un total máximo posible de 6 puntos
Estimación del riesgo. A) Puntuación de 4: posible incremento del riesgo perioperatorio debido al SAHS. B) Puntuación 
de 5 o 6: incremento significativo del riesgo perioperatorio debido al SAHS
Comentario. A) Puede restarse 1 punto si el paciente utilizaba una presión positiva continua en la vía aérea (CPAP) 
antes de la intervención quirúrgica y va a seguir empleándola en el período postoperatorio. B) Hay que añadir un 
punto si, con un SAHS leve o moderado, la presión arterial de anhídrido carbónico en reposo es superior a 50 mm Hg
IAH, índice de apneas e hipopneas.
Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016.
Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
http://booksmedicos.org
SECCIÓN XVI
Situaciones especiales y otras alteraciones del aparato respiratorio
844
Goldman sirve, asimismo, para predecir las complicaciones 
pulmonares postoperatorias. En el momento actual aún no 
se dispone de estudios de validación que permitan saber si el 
denominado índice cardíaco revisado, hoy en día el de mayor 
uso como índice de riesgo cardiovascular, puede aplicarse tam­
bién para la predicción de posibles complicaciones pulmonares 
posquirúrgicas (tabla 99.3).
ESTADO DE SALUD
El estado general de salud es uno de los principales determi­
nantes del riesgo respiratorio posquirúrgico. Así, por ejemplo, 
la puntuación obtenida en la clasificación de la ASA es un buen 
índice pronóstico de posibles complicaciones postoperatorias 
(tabla 99.4).
INFECCIÓN DEL TRACTO RESPIRATORIO SUPERIOR
No hay información sobre el riesgo que supone operar a los 
pacientes cuando padecen una infección del tracto respiratorio 
superior. Es costumbre posponer la cirugía electiva cuando se 
padecealguno de estos procesos.
FACTORES METABÓLICOS
Tanto la concentración de albúmina (< 3 g/dL) como la de 
la urea séricas (> 60 mg/dL) sirven para predecir, de manera 
independiente, el riesgo de sufrir alguna complicación res­
piratoria posquirúrgica (OR: 2,53 y 2,29, respectivamente).
Riesgos relacionados con la intervención 
quirúrgica
ZONA DE LA INTERVENCIÓN QUIRÚRGICA
La región o área anatómica en la que se lleva a cabo la inter­
vención quirúrgica es el factor de riesgo más importante en 
cuanto a las posibles complicaciones respiratorias que pueden 
aparecer posteriormente. Las diferencias existentes entre unas 
zonas y otras parecen deberse al efecto de la incisión sobre 
los músculos respiratorios y el diafragma. En una amplísima 
revisión sistemática de 83 estudios, las complicaciones respira­
torias fueron más comunes en la cirugía torácica y abdominal 
TABLA 99.2 Precisión de los cuestionarios 
Stop, Stop-Bang, Berlín y de la ASA para 
identificar a los enfermos que padecen un 
síndrome de apneas e hipopneas del sueño
Stop
Stop-
Bang Berlín ASA
IAH > 5
Sensibilidad (%) 65,6 83,6 68,9 72,1
Especificidad (%) 60 56,4 56,4 38,2
VPP (%) 78,4 81 77,9 72,1
VPN (%) 44 60,8 44,9 38,2
Odds ratio 2,857 6,587 2,855 1,559
IAH > 15
Sensibilidad (%) 74,3 92,9 78,6 78,6
Especificidad (%) 53,3 43 50,5 37,4
VPP (%) 51 51,6 50,9 45,1
VPN (%) 76 90,2 78,3 72,7
Odds ratio 3,293 9,803 3,736 2,189
IAH > 30
Sensibilidad (%) 79,5 100 87,2 87,2
Especificidad (%) 48,6 37 46,4 36,2
VPP (%) 30,4 31 31,5 27,9
VPN (%) 89,3 100 92,8 90,9
Odds ratio 3,656 > 999,999 5,881 3,862
ASA, American Society of Anesthesiologists; IAH, índice 
de apneas e hipopneas; Stop, snore (sí o no), tired 
(sí o no), obstruction (sí o no), pressure (sí o no); 
Stop-Bang, snore, tired, obstruction, pressure-body 
mass index (> 35 kg/m2), age (> 50 años), neck 
(circunferencia del cuello > 40 cm), gender (sexo 
masculino); VPN, valor predictivo negativo; VPP, valor 
predictivo positivo.
TABLA 99.3 Índice de riesgo cardiopulmonar 
derivado del índice de riesgo cardíaco 
de Goldman
Variable Puntos
Riesgo cardíaco
Insuficiencia cardíaca congestiva 
(tercer tono, distensión venosa 
yugular, fracción de eyección 
ventricular izquierda < 40%)
11
Infarto de miocardio en los 6 meses 
previos
10
Más de cinco extrasístoles 
ventriculares/minuto (en cualquier 
momento)
7
Otros ritmos distintos del sinusal 
o de la extrasistolia auricular
7
Edad superior a los 70 años 5
Estenosis aórtica importante 3
Mal estado general 3
Puntuación cardíaca (sobre un 
total de 4 puntos posibles)
1 = 3-5 puntos
2 = 6-12 puntos
3 = 12-25 puntos
4 = > 25 puntos
Riesgo pulmonar
Obesidad (IMC > 27 kg/m2) 1
Fumar en las 8 semanas previas a la 
intervención quirúrgica
1
Roncus o sibilancias difusas en los 
5 días previos a la intervención 
quirúrgica
1
Tos productiva en los 5 días previos 
a la intervención quirúrgica
1
FEV1/FVC < 70% 1
PaCO2 > 45 mm Hg (7,5 kPa) 1
Puntuación pulmonar (sobre un 
total de 6 puntos posibles)
Puntuación total = puntuación cardíaca + puntuación 
pulmonar (sobre un total de 10 puntos posibles)
FEV1, volumen espiratorio forzado en el primer segundo; 
FVC, capacidad vital forzada; IMC, índice de masa corporal; 
PaCO2, presión arterial de anhídrido carbónico.
Adaptado de Epstein et al., 1993.
Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016.
Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
http://booksmedicos.org
CAPÍTULO 99
Evaluación del riesgo de complicaciones respiratorias tras la cirugía
845
©
 E
ls
ev
ie
r. 
Fo
to
co
pi
ar
 s
in
 a
ut
or
iz
ac
ió
n 
es
 u
n 
de
lit
o.
superior que en los procedimientos que incidían en cualquier 
otro lugar del organismo. De este modo, pudo observarse 
que la incidencia de complicaciones en la cirugía abdominal 
superior, la abdominal inferior y la esofágica fue del 19,7, del 
7,7 y del 18,9%, respectivamente. También tienen más riesgo 
de complicaciones respiratorias las intervenciones de cabeza 
y cuello, las neuroquirúrgicas y, sobre todo, las de reparación 
de aneurismas aórticos.
Aunque la recuperación tras una colecistectomía laparos­
cópica es más rápida y produce menos dolor y menos efectos 
sobre los volúmenes pulmonares que la colecistectomía reali­
zada mediante una laparotomía, los eventuales beneficios 
que pudieran obtenerse, con respecto a las complicaciones 
pulmonares, no han podido demostrarse con claridad hasta la 
fecha. En una revisión de 12 trabajos en los que se comparaba 
la cirugía laparoscópica con la cirugía del cáncer de colon no 
se evidenció que existieran diferencias significativas en cuanto 
a dichas complicaciones (OR: 0,65, IC al 95%: 0,28­1,49).
DURACIÓN DE LA INTERVENCIÓN QUIRÚRGICA
Las intervenciones que duran más de 3­4 horas tienen luego 
más complicaciones respiratorias. Por ejemplo, la frecuencia 
de las neumonías aumenta del 8 al 40% cuando la cirugía dura 
más de 4 horas.
TIPO DE ANESTESIA EMPLEADA
En la literatura médica de los últimos años se ha producido 
cierta controversia respecto a si la anestesia espinal y epidural 
es capaz de reducir las complicaciones respiratorias periope­
ratorias. Un metaanálisis de los distintos trabajos realizados 
hasta ahora sugiere que en los pacientes que se someten a 
un bloqueo neuroaxonal (anestesia epidural o espinal), el 
riesgo de padecer una neumonía postoperatoria se reduce en 
un 39% y el de sufrir una depresión respiratoria en un 59%, 
en comparación con lo que ocurre en los individuos que se 
someten a una anestesia general. En conclusión, parece claro 
que el bloqueo nervioso regional se asocia con una menor tasa 
de complicaciones después de la cirugía, por lo que es una 
opción que debe siempre tenerse en cuenta en los enfermos 
de alto riesgo.
TIPO DE BLOQUEO NEUROMUSCULAR UTILIZADO
El pancuronio, un relajante de acción prolongada, produce un 
bloqueo neuromuscular más intenso y su empleo se relaciona 
con una mayor frecuencia de complicaciones que la que se 
observa cuando se usan agentes bloqueantes de acción más corta.
EVALUACIÓN GENERAL DEL RIESGO 
QUIRÚRGICO
Los factores de riesgo más relevantes pueden identificarse si 
se hace una anamnesis bien orientada y se lleva a cabo un 
examen físico cuidadoso. Debe indagarse sobre la existencia 
de enfermedades respiratorias crónicas diagnosticadas con 
anterioridad y sobre la presencia de síntomas (intolerancia al 
ejercicio, disnea de causa desconocida, tos, expectoración, etc.) 
que sugieran algún proceso no identificado hasta ese momento. 
Como complemento a la evaluación clínica, a veces pueden ser 
necesarias algunas pruebas complementarias, como una espi­
rometría forzada, una gasometría arterial basal, una radiografía 
de tórax o una prueba de esfuerzo respiratoria (incluyendo, si 
fuera necesario, una ergometría). Actualmente se desconoce si 
el despistaje del SAHS puede afectar a la tasa de complicaciones 
posquirúrgicas. No obstante, parece razonable preguntar a 
todos los sujetos obesos, antes de cualquier cirugía mayor, si 
tienen alguno de los síntomas que caracterizan al SAHS. En 
este sentido, puede recurrirse a los cuestionarios antes men­
cionados (v. tabla 99.2). Por ejemplo, el cuestionario Stop, 
fácil de aplicar, solo consta de cuatro preguntas y ofrece una 
buena sensibilidad (entre un 65 y un 79%, según la gravedad 
del SAHS). El cuestionario Stop­Bang, con cuatro variables más, 
tiene una sensibilidad que se encuentra entre un 83 y un 100%.
Espirometría forzada
La utilidad de la espirometría forzada realizada antes de la 
intervención quirúrgica es motivo de debate en los últimos 
años. Algunos autores han señalado que un FEV1 o una capaci­
dad vital forzada (FVC) inferiores a un 70% o un cociente FEV1/
FVC inferior a un 65% podrían considerarse como criterios 
de riesgo posquirúrgico. Sin embargo, apenas hay evidencia 
científica que sirva parasustentar estos puntos de corte. La 
revisión de la literatura sugiere que, aunque las variables espi­
rométricas son elementos de valor pronóstico importante, otros 
datos clínicos más fácil de conseguir, como el antecedente de 
una expectoración crónica o una puntuación de la ASA de 3, 
son factores de riesgo con un mejor poder predictivo. Parece, 
pues, que en la mayoría de las ocasiones la espirometría no 
tiene más utilidad que la de confirmar la impresión clínica de 
TABLA 99.4 Clasificación del riesgo quirúrgico según la American Society of Anesthesiologists (ASA)
Puntuación 
de la ASA Alteración funcional Mortalidad
1 Individuo sano sin otras enfermedades, salvo el proceso del que va a operarse < 0,03%
2 Individuo con una enfermedad sistémica leve o moderada, causada por el proceso 
quirúrgico del que va a operarse o por otros procesos patológicos bien controlados
0,2%
3 Individuo con una enfermedad grave que limita su actividad, pero que no es incapacitante 1,2%
4 Individuo con un proceso grave incapacitante, que es una amenaza vital constante para el 
enfermo
8%
5 Individuo moribundo que se espera que sobreviva unas 24 horas con o sin intervención 
quirúrgica
34%
6 Sufijo que indica una intervención quirúrgica practicada de urgencia de cualquier tipo Aumentada
Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016.
Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
http://booksmedicos.org
SECCIÓN XVI
Situaciones especiales y otras alteraciones del aparato respiratorio
846
gravedad de la enfermedad respiratoria que obtiene el médico, 
sumando poco a la estimación del riesgo operatorio y, por el 
contrario, añadiendo coste y tiempo. La conclusión podría ser, 
según algunos autores, que la espirometría no debe solicitarse 
de manera sistemática, ni siquiera en el caso de las cirugías 
de alto riesgo. El FEV
1 y la FVC tampoco deben usarse como 
criterios primarios para desechar la posibilidad quirúrgica 
(salvo en el caso de la resección pulmonar). Sin embargo, sí 
parece razonable, incluso obligado, pedir una espirometría 
forzada en los siguientes supuestos:
●	 En los candidatos a una resección pulmonar (véase más ade­
lante, en este mismo capítulo, el apartado específicamente 
dedicado a este aspecto).
●	 En la caracterización objetiva de los enfermos en los que el 
riesgo de la cirugía propuesta puede no justificar el teórico 
beneficio que va a conseguirse.
●	 En los individuos con una EPOC o un asma cuando, por 
la anamnesis y el examen físico, no puede determinarse si 
están en situación óptima; de este modo pueden identifi­
carse los sujetos que podrían beneficiarse de una intensifi­
cación del tratamiento.
●	 En las personas con disnea e intolerancia al ejercicio cuya 
causa no queda clara con la anamnesis y la exploración 
física, y en los que los resultados de las pruebas funcionales 
respiratorias pueden cambiar el tratamiento perioperatorio. 
Esto ocurre, por ejemplo, cuando están presentes, de forma 
simultánea, una enfermedad cardíaca y una respiratoria, 
y no está clara la contribución de cada una de ellas a la 
situación funcional del paciente.
Gasometría arterial basal
No se han publicado trabajos que describan el valor de la 
hipercapnia para identificar, de manera independiente, a los 
individuos que tienen un riesgo quirúrgico alto y que no se 
pueden reconocer por otros medios más sencillos. Algunas 
series pequeñas de sujetos con una EPOC han encontrado que 
una presión arterial de anhídrido carbónico (PaCO
2) mayor 
de 45 mm Hg (6 kPa) puede asociarse con una mayor tasa 
de complicaciones. El riesgo que acompaña a la hipercapnia 
no siempre es exagerado, aunque sí puede justificar el que se 
reevalúe el equilibrio existente entre el riesgo y el beneficio y 
que, en su caso, se lleve a cabo un tratamiento agresivo. Por 
otro lado, algunos datos recientes sugieren que la hipoxemia 
se relaciona con una mayor incidencia de complicaciones 
en las operaciones de alto riesgo, si bien no ha podido com­
probarse que, en términos generales, sea un factor de riesgo 
independiente. La información disponible en el momento 
actual no apoya, por tanto, la realización sistemática de una 
gasometría arterial preoperatoria para estratificar el riesgo de 
complicaciones respiratorias posquirúrgicas. Y ello aún más si 
se tiene en cuenta que la monitorización de la saturación trans­
cutánea de oxígeno es, hoy en día, práctica habitual en todas 
las actuaciones que se llevan a cabo con sedación o anestesia.
Radiografía de tórax
No está claro cuál es su papel en la evaluación del riesgo 
quirúrgico. Un metaanálisis reciente, que incluyó un total 
de 14.390 pacientes, en todos los cuales se realizó una radio­
grafía de tórax antes de la cirugía, ha puesto de manifiesto que 
en alrededor de un 10% de los sujetos se encuentra alguna 
anomalía inesperada. Sin embargo, solo en 1 de cada 100 
casos ese hallazgo modifica la actitud médica o quirúrgica. 
La frecuencia con la que se aprecian alteraciones radiográficas 
significativas aumenta con la edad (el 21% en las personas 
con más de 50 años y el 4,9% en las que tienen menos de 
esa edad), así como también en los casos en los que existe el 
antecedente de alguna enfermedad cardíaca o respiratoria (el 
22% en los pacientes que lo tenían y el 0,3% en los que no lo 
tenían y eran menores de 60 años). Puesto que la información 
disponible no permite identificar con precisión cuál es el 1% 
de individuos que puede beneficiarse de la realización de una 
radiografía de tórax preoperatoria, parece razonable solicitar 
esta exploración siempre que se sospeche que puede haber 
alguna anomalía cardíaca o respiratoria y, asimismo, en todas 
las personas que tienen más de 50 años de edad y que van a 
someterse a una cirugía de alto riesgo.
Pruebas de esfuerzo y ergometría respiratorias
La prueba de esfuerzo cardiorrespiratoria se emplea desde hace 
años para valorar el riesgo operatorio en la cirugía esofágica 
y en la abdominal alta (véase también, más adelante, cuál es 
su importancia en la evaluación de la cirugía con resección 
pulmonar). En el momento actual no hay evidencias suficientes 
como para establecer que la prueba de esfuerzo aporta, en la 
cirugía no pulmonar, ventajas adicionales sobre la historia 
clínica y el electrocardiograma basal. Por tanto, su indicación 
estaría esencialmente en relación con casos seleccionados, por 
ejemplo cuando se sospecha la existencia de una cardiopatía 
isquémica, no diagnosticada hasta ese momento, o se trata de 
una disnea grave sin causa aparente.
Índice multifactorial de riesgo de insuficiencia 
respiratoria
Con los datos obtenidos de más de 81.000 sujetos atendidos en 
los centros médicos de los soldados veteranos de Estados Uni­
dos se definió un índice multifactorial de riesgo de insuficiencia 
respiratoria y neumonía para los enfermos que iban a estar más 
de 48 horas intubados (tabla 99.5). La principal limitación de 
este índice, denominado de Arozullah, está en que muchos de 
los factores de riesgo analizados no son modificables.
Recomendaciones
Las complicaciones pulmonares pueden ser causa de morta­
lidad y morbilidad posquirúrgicas tanto en las intervencio­
nes alejadas de la cavidad torácica como en las que, siendo 
intratorácicas, no implican al pulmón ni conllevan resección 
pulmonar alguna. Al respecto, son factores de riesgo bien esta­
blecidos los siguientes:
●	 Una edad superior a los 50 años.
●	 La EPOC y la insuficiencia cardíaca.
●	 Una puntuación de la ASA mayor de 2.
●	 La existencia de una dependencia funcional.
●	 Una concentración de albúmina sérica inferior a 3 g/dL.
Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016.
Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
http://booksmedicos.orgCAPÍTULO 99
Evaluación del riesgo de complicaciones respiratorias tras la cirugía
847
©
 E
ls
ev
ie
r. 
Fo
to
co
pi
ar
 s
in
 a
ut
or
iz
ac
ió
n 
es
 u
n 
de
lit
o.
●	 Una cirugía abdominal superior, torácica, aórtica, de cabeza y 
cuello, neuroquirúrgica o de un aneurisma aórtico abdominal.
●	 Una cirugía que dura más de 3 horas.
●	 Una cirugía practicada de urgencia.
●	 El uso de pancuronio como relajante muscular.
En la misma línea, son factores de riesgo probable los siguientes:
●	 El síndrome de apnea e hipopneas obstructivas del sueño.
●	 La anestesia general (en comparación con el riesgo de la 
anestesia epidural o espinal).
●	 Una PaCO2 mayor de 45 mm Hg (6 kPa).
●	 Una radiografía de tórax anormal.
●	 Un tabaquismo activo en las 8 semanas previas.
●	 Una infección del tracto respiratorio superior presente en 
el acto operatorio.
Las herramientas más importantes para evaluar el riesgo post­
operatorio siguen siendo la anamnesis y el examen físico, 
que se aúnan en un buen juicio clínico. Debe prestarse espe­
cial atención a los síntomas y a los signos de una eventual 
enfermedad respiratoria previa y, asimismo, a la existencia de 
intolerancia al ejercicio, una tos crónica o una disnea de causa 
no explicada (fig. 99.1).
EVALUACIÓN DEL RIESGO 
EN LA RESECCIÓN PULMONAR
El tratamiento quirúrgico es, en el cáncer de pulmón, la mejor 
opción terapéutica, siempre que sea posible, y la que ofrece la 
mayor expectativa de supervivencia a los afortunados pacien­
tes en los que la enfermedad es resecable en el momento del 
diagnóstico. El porcentaje de candidatos a la cirugía (alrededor 
de un 30%) ha ido aumentando en los últimos años y ello, 
en gran medida, por la aplicación de métodos objetivos en la 
valoración del riesgo quirúrgico. De esta forma han podido 
ampliarse las indicaciones del tratamiento quirúrgico a enfer­
mos en los que, hace tan solo 15 años, no se hubiese operado 
en modo alguno. Y esto se ha conseguido sin que se incremente 
la mortalidad global (1­7%), gracias a la realización sistemática 
de una evaluación objetiva de la suficiencia funcional respira­
toria. Esta evaluación se basa en la utilización de los criterios 
que se describen a continuación.
Aspectos clínicos
Varios aspectos de naturaleza clínica sirven para predecir la 
mortalidad posquirúrgica. Entre ellos, sobre todo, los siguientes: 
el tamaño de la resección, en especial si se trata de una neumo­
nectomía, la puntuación de la ASA, el estado físico valorado con 
la escala Zubrod, la existencia de una insuficiencia renal previa, 
la radio­ o la quimioterapia realizadas antes de la intervención 
quirúrgica, el uso de corticoesteroides, una edad avanzada, la 
cirugía practicada de urgencia, el sexo masculino y el índice de 
masa corporal (cuadro 99.3). En Francia se ha desarrollado un 
sistema de puntuación del riesgo de mortalidad hospitalaria 
ideado a partir de los datos retrospectivos de más de 15.000 
pacientes operados. Los factores de mortalidad incluidos en el 
modelo fueron la edad, el sexo, el grado de disnea medido por la 
escala de la MRC modificada (modified Medical Research Council 
dyspnea scale), la puntuación de la ASA, el estado funcional res­
piratorio, la prioridad de la cirugía, la benignidad o malignidad 
del diagnóstico, el tipo de intervención que va a realizarse (neu­
monectomía o lobectomía) y la comorbilidad existente. Con 
estas premisas pudo observarse que el pronóstico era mucho 
peor en los pacientes sometidos a una neumonectomía. Convie­
ne señalar, no obstante, que la edad media del grupo analizado 
era de 56 años, muy inferior a la de los sujetos que se operan 
hoy en día, y que la fiabilidad del estudio está limitada por el 
gran número de enfermos en los que no se produjeron com­
plicaciones fatales. Estos enfermos son, justamente, los que 
más influyen en el poder predictivo del sistema de puntuación.
Función ventilatoria
Desde un punto de vista histórico, la primera variable para 
la que se encontró una relación con el riesgo posquirúrgico 
de la resección pulmonar fue el volumen voluntario máximo 
(MVV) medido en 12 segundos. Otras variables investigadas 
con posterioridad, para las que también se halló una importan­
te relación, fueron algunos volúmenes que expresan la reserva 
funcional, como el FEV
1, la FVC o la capacidad vital inspiratoria 
(VCin), o el cociente FEV1/FVC, que habla de la intensidad 
de la obstrucción. En la práctica clínica, la prueba que más se 
TABLA 99.5 Índice multifactorial del riesgo 
postoperatorio de padecer una insuficiencia 
respiratoria o una neumonía
Factor de riesgo preoperatorio Puntos
Tipo de cirugía
● Aneurisma de la aorta abdominal 27
● Cirugía torácica 21
● Cirugía abdominal superior, neurocirugía 
o cirugía vascular periférica
14
● Cirugía cervical 11
Cirugía practicada de urgencia 11
Albúmina sérica < 30 g/L (3 g/dL) 9
Urea > 0,6 g/L (60 mg/dL) 8
Dependencia funcional total o parcial 7
Historia de enfermedad pulmonar obstructiva 
crónica
6
Edad
● ≥ 70 años 6
● 60-69 años 4
Clase Puntos
Riesgo de insuficiencia 
respiratoria
1 ≤ 10 0,5%
2 11-19 2,2%
3 20-27 5%
4 28-40 11,6%
5 ≥ 40 30,5%
Clase Puntos Riesgo de neumonía
1 0-15 0,2%
2 16-25 1,2%
3 26-40 4%
4 41-55 9,4%
5 ≥ 55 15,3%
Tomado de Arozullah et al., 2000, y de Arozullah et al., 2001.
Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016.
Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
http://booksmedicos.org
SECCIÓN XVI
Situaciones especiales y otras alteraciones del aparato respiratorio
848
utiliza es la espirometría forzada, dado que su coste es muy 
bajo, que proporciona los resultados casi inmediatamente y 
que es de fácil acceso. La variable que más se aplica es el FEV1. 
Ya a principios de la década de los ochenta se demostró que 
las neumonectomías, las lobectomías y las segmentectomías o 
resecciones en cuña pueden llevarse a cabo con un riesgo acep­
table (menos de un 5% de mortalidad) si el FEV
1 es superior 
a 2, 1,2 y 0,6 L, respectivamente. No obstante, hay que señalar 
que el FEV1 expresado en valores absolutos no es, a pesar de 
emplearse de manera habitual, un buen criterio para evaluar 
la resección, pues no traduce una misma reserva funcional en 
personas de distintas características antropométricas. En casi 
todas las recomendaciones se considera que cualquier indivi­
duo con una espirometría anormal deber ser estudiado con 
mayor detalle. Cabe señalar, sin embargo, después de analizar 
dos series importantes, una retrospectiva de 1.222 casos, con 
186 sujetos cuyo FEV
1 era menor de un 60%, y otra prospectiva, 
que parece que es seguro operar a enfermos si el FEV1 es mayor 
del 60%, siempre que la perfusión de la zona que se va a resecar 
no supere el 30% del total pulmonar.
FIGURA 99.1
Algoritmo de evaluación preoperatoria en las intervenciones quirúrgicas en las que no va a hacerse resección pulmonar alguna. ASA, American Society 
of Anesthesiologists.
Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016.
Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
http://booksmedicos.org
CAPÍTULO 99
Evaluación del riesgo de complicaciones respiratorias tras la cirugía
849
©
 E
ls
ev
ie
r. 
Fo
to
co
pi
ar
 s
in
 a
ut
or
iz
ac
ió
n 
es
 u
n 
de
lit
o.
Además del FEV1, también se ha valorado el interés que 
pudieran tener, a este respecto, otros volúmenes pulmonares. 
En este sentido, destaca un trabajo en el que se ha señalado 
que la lobectomía, realizada en pacientes con una capacidad 
pulmonar total (TLC) elevada, disminuye muy poco la fun­
ción pulmonar o, incluso, la aumenta, quizás porque en estos 
casos se producen cambios similares a los que ocurren en la 
cirugía de reducción de volumen pulmonar.
Capacidad de difusión para el monóxidode carbono
El FEV1 y la capacidad de difusión o, mejor, de transferencia 
alveolocapilar para el monóxido de carbono (DLCO) son 
medidas que reflejan dos componentes diferentes de la función 
pulmonar (flujo, o mejor, ventilación e intercambio gaseo­
so), que no tienen por qué estar siempre relacionados. Una 
DLCO menor del 60% identifica a los sujetos en los que la 
probabilidad de complicaciones tras la resección pulmonar es 
alta. Así, por ejemplo, en un estudio reciente se analizó una 
serie de enfermos sometidos a una resección por un cáncer de 
pulmón. Un 43% de los que tenían un FEV
1 mayor del 80% 
sufrió un deterioro posquirúrgico de la DLCO. El 7% de estos 
últimos, con un valor predicho postoperatorio (ppo) crítico 
(DLCO < 40%), tuvo una mortalidad casi tres veces superior 
que la que tenían los pacientes en los que la DLCO­ppo estaba 
por encima del 40%, a pesar de que en todos ellos el FEV1 era 
normal.
En los enfermos que han recibido una quimioterapia previa 
a la cirugía, el FEV1 y la FVC pueden aumentar algo, si bien, en 
sentido contrario, la DLCO suele reducirse, y las complicacio­
nes posquirúrgicas guardan mayor relación con los cambios 
en la difusión que con la mejora en los datos espirométricos. 
Llama la atención, no obstante, que a pesar de que casi todos 
los trabajos muestran que la DLCO es un buen indicador inde­
pendiente y que sirve bien para predecir la morbilidad post­
operatoria, tan solo en un 25% de más de 3.400 resecciones 
pulmonares realizadas en 27 centros europeos distintos se 
había medido esta variable.
Estimación de la función ventilatoria 
postoperatoria
ESTIMACIÓN CUANTITATIVA CALCULADA 
EMPÍRICAMENTE POR SEGMENTOS
La función pulmonar postoperatoria o predicha postoperatoria 
(ppo), es decir, la que va a quedar tras la resección pulmonar 
que va a llevarse a cabo, se estima multiplicando la función 
pulmonar basal por la proporción de pulmón que va a per­
manecer después de la intervención quirúrgica (extirpación de 
un determinado volumen pulmonar). Por ejemplo, si el FEV
1 
preoperatorio es de 1 L y la operación conlleva la pérdida de 
un 25% de los segmentos broncopulmonares, el FEV1­ppo es 
de 750 mL. Como norma, este valor se estima basándose en 
un total de 19 segmentos y, por tanto, la ecuación que debe 
aplicarse es:
Función predicha postoperatoria
función inicial (1 0,056 número de segmentos pulmonares)
=
− ×
Con esta ecuación, aunque la correlación es buena, la 
concordancia puede no serlo, sobre todo en el caso de las 
neumonectomías. Otro método se basa en considerar la exis­
tencia de 42 subsegmentos. En tal caso, para hacer el cálculo 
se hace una corrección en atención a los segmentos que se han 
hallado obstruidos en la broncoscopia o en la radiografía de 
tórax. Los resultados que se consiguen con este sistema son 
similares a los que se alcanzan con el procedimiento clásico.
ESTIMACIÓN CUANTITATIVA CALCULADA 
CON RADIOISÓTOPOS
El cálculo se basa en la cuantificación de la perfusión de los 
lóbulos obtenida a partir de los resultados que proporciona 
una gammagrafía pulmonar de perfusión. Se identifican así 
las zonas del pulmón que tienen una función alterada. Este 
procedimiento puede mejorar la estimación, si se compara con 
los cálculos basados en el número de segmentos, en el caso 
de las neumonectomías y en el de los enfermos con tumores 
centrales.
OTROS MÉTODOS DE ESTIMACIÓN
Se han descrito métodos que basan su cálculo en una estima­
ción establecida a partir de una tomografía computarizada 
(TC) torácica, de una resonancia magnética o de las diferencias 
regionales existentes en los sonidos del tórax medidos con 
equipos especiales (Vibration response imaging).
Pruebas de esfuerzo y ergometría respiratorias
El consumo máximo de oxígeno (VO2máx) es una variable que 
predice la morbimortalidad peroperatoria y a largo plazo. La 
existencia de un VO2máx inferior a 10 mL/minuto/kg o al 35% 
del valor teórico predicho se asocia con un alto riesgo de com­
plicaciones postoperatorias, mientras que un VO2máx superior 
a 20 mL/minuto/kg o al 75% se asocia con un riesgo bajo. 
En los pacientes que tienen un FEV1­ppo o una DLCO­ppo 
Función predicha postoperatoria=­
función inicial(1−0,056×núme­
ro de segmentos pulmonares)
Cuadro 99.3 VARIABLES CLÍNICAS 
ASOCIADAS CON UN PEOR 
PRONÓSTICO EN LAS INTERVENCIONES 
QUIRÚRGICAS TORÁCICAS
Edad > 50 y, peor, 65 años
Sexo varón
Tamaño de la resección pulmonar
Estado general según el ECOG ≥ 3
Disnea según la escala del MRC ≥ 3
Puntuación de la ASA ≥ 3
Comorbilidades ≥ 3
Tumor benigno/maligno
Cirugía urgente/electiva
IMC > 30 kg/m2
Uso de corticoesteroides
Quimioterapia o radioterapia previas
ASA, American Society of Anesthesiologists; ECOG, Eastern 
Cooperative Oncology Group; ICM, índice de masa corporal; 
MRC, Medical Research Council.
Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016.
Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
http://booksmedicos.org
SECCIÓN XVI
Situaciones especiales y otras alteraciones del aparato respiratorio
850
menores de un 40%, pero en los que el VO2máx­ppo es mayor 
de 10 mL/minuto/kg (o del 35%), el riesgo perioperatorio es 
aceptable (12%) y la supervivencia a 2 años alcanza el 50%. 
Las directrices actuales de la European Respiratory Society (ERS) 
recomiendan medir el VO2máx en todos los sujetos que, siendo 
candidatos a una intervención quirúrgica por un cáncer de pul­
món, tienen un FEV1 o una DLCO inferior al 80% (fig. 99.2).
En lo que se refiere a las pruebas que pueden realizarse 
para calcular o medir el VO2máx, conviene saber que el shuttle 
walking test subestima este dato, sobre todo en los individuos 
que tienen una capacidad de esfuerzo más baja. Sin embargo, 
proporciona ciertas marcas groseras que pueden ser útiles cuan­
do no se puede medir directamente el VO
2máx. Por ejemplo, 
andar menos de 250 m en este test o subir menos de un piso 
de escaleras suele asociarse con un VO2máx inferior a 10 mL/
minuto/kg. Por el contrario, andar más de 400 m o subir dos 
pisos de escalera equivale a tener un VO2máx superior a 15 mL/
minuto/kg. En definitiva, el shuttle walking test puede emplearse 
como método de despistaje para identificar a los enfermos que 
tienen un VO2máx que supera los 15 mL/minuto/kg. Por últi­
mo, la prueba de la marcha de 6 minutos no parece que tenga 
utilidad alguna en la estratificación del riesgo perioperatorio.
También pueden hacerse estimaciones del VO2máx­ppo por 
el mismo procedimiento que sirve para calcular el FEV1­ppo 
o la DLCO­ppo. En este sentido, la ERS y la European Society 
of Thoracic Surgeons (ESTS) recomiendan que no se aconseje 
la cirugía en los individuos con un FEV1­ppo o una DLCO­
ppo menor de un 30%, y que se opte por una resección no 
anatómica cuando el VO2máx­ppo es menor de 10 mL/minuto/
kg o del 35% del valor teórico.
Estratificación del riesgo quirúrgico
La ERS y la ESTS recomiendan que, para estratificar el riesgo de 
los pacientes con un FEV1 basal o una DLCO basal menor del 
80% y con un VO2máx mayor de 10 mL/minuto/kg (el 35% 
del valor teórico) y menor de 20 mL/minuto/kg (el 75% del 
valor teórico), se usen las estimaciones postoperatorias del FEV1 
y de la DLCO. Estas directrices señalan que la primera estima­
ción de la función pulmonar residual se calcule por el número 
de segmentos, sin tener en cuenta los segmentos que se encuen­
tran obstruidos por completo. En los enfermos con una función 
límite debe predecirse la función postoperatoria basándose en 
una gammagrafía pulmonar de perfusión o en una TC torácica 
cuantitativa. La ERS y la ESTS indican que debe aconsejarse al 
paciente que no se opere o que se opte por una resección no 
anatómica cuando tanto el FEV
1­ppo como la DLCO­ppo son 
inferiores al 30% del valor teórico o cuando uno de los dos 
es menor de ese 30% y el VO2máx­ppo es inferior a 10 mL/
minuto/kg (35%) (v.fig. 99.2).
FIGURA 99.2
Algoritmo alternativo para la valoración del riesgo funcional 
de una resección pulmonar, usando la prueba de esfuerzo 
en el segundo nivel, según el esquema de la European 
Respiratory Society (ERS) y la European Society of 
Thoracic Surgeons (ESTS). DLCO, capacidad de difusión 
alveolocapilar para el monóxido de carbono; FEV
1
, volumen 
espiratorio forzado en el primer segundo; ppo, valor 
predicho postoperatorio; VO
2
máx, consumo máximo 
de oxígeno. Reproduced with permission of the European 
Respiratory Society ©.
Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016.
Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
http://booksmedicos.org
CAPÍTULO 99
Evaluación del riesgo de complicaciones respiratorias tras la cirugía
851
©
 E
ls
ev
ie
r. 
Fo
to
co
pi
ar
 s
in
 a
ut
or
iz
ac
ió
n 
es
 u
n 
de
lit
o.
La particularidad de la fibrosis pulmonar
Muy pocos estudios han estudiado de manera particular el 
riesgo de la resección pulmonar en los individuos que padecen 
una fibrosis pulmonar. Sin embargo, este riesgo parece muy 
elevado (33%) en el caso de las neumonectomías, aunque 
quizás sea más aceptable si la resección que va a realizarse es 
una lobectomía (15%). La supervivencia a medio plazo pudiera 
ser razonable, aunque los sujetos que tienen una fibrosis pul­
monar idiopática corren el riesgo de sufrir una agudización de 
su proceso en el período postoperatorio.
RECOMENDACIONES FINALES
Conviene recordar que la herramienta más importante para 
evaluar el riesgo postoperatorio de un paciente que va a some­
terse a una intervención quirúrgica es, siempre y en todo caso, 
la historia clínica, que incluye, obviamente, la anamnesis y 
la exploración física. Como ya se ha señalado, debe prestarse 
especial atención a los síntomas y a los signos de una posible 
enfermedad respiratoria, con especial mención a la hipersom­
nia diurna en las personas obesas, la intolerancia al ejercicio, 
la expectoración y la disnea de causa no aclarada (v. fig. 99.1).
El índice de Arozullah, fácil de obtener, estima el riesgo 
pulmonar preoperatorio y es un indicador útil para ayudar a 
los pacientes a entender el riesgo que van a correr al operarse y 
para identificar a los que pueden beneficiarse de intervenciones 
con riesgos más reducidos.
En todos los enfermos en los que va realizarse una inter­
vención quirúrgica que conlleve una resección pulmonar, debe 
hacerse una evaluación respiratoria específica, en la que ha de 
incluirse una espirometría forzada, una prueba de difusión 
y, en algunos casos, una ergometría respiratoria. Asimismo, 
pueden ser necesarias las estimaciones de la función pulmonar 
postoperatoria (v. fig. 99.2).
Bibliografía
American Society of Anesthesiologists. Practice guidelines for the 
perioperative management of patients with obstructive sleep apnea: 
an updated report by the American Society of Anesthesiologists task 
force on perioperative management of patients with obstructive 
sleep apnea. Anesthesiology 2014;120:268­86. 
Archer C, Levy AR, McGregor M. Value of routine preoperative chest 
x­rays: a meta­analysis. Can J Anaesth 1993;40:1022­7. 
Arozullah AM, Daley J, Henderson WG, Khuri SF. Multifactorial risk 
index for predicting postoperative respiratory failure in men after 
major noncardiac surgery. Ann Surg 2000;232:242­53. 
Arozullah AM, Khuri SF, Henderson WG, Daley J. Development and 
validation of a multifactorial risk index for predicting postopera­
tive pneumonia after major noncardiac surgery. Ann Intern Med 
2001;135:847­57. 
Brunelli A, Charloux A, Bolliger CT, Rocco G, Sculier JP, Varela G, et al. 
European Respiratory Society and European Society of Thoracic 
Surgeons joint task force on fitness for radical therapy. ERS/ESTS cli­
nical guidelines on fitness for radical therapy in lung cancer patients 
(surgery and chemo­radiotherapy). Eur Respir J 2009;34:17­41. 
Brunelli A, Refai MA, Salati M, Sabbatini A, Morgan­Hughes NJ, Roc­
co G. Carbon monoxide lung diffusion capacity improves risk 
stratification in patients without airflow limitation: evidence for 
systematic measurement before lung resection. Eur J Cardiothorac 
Surg 2006;29:567­70. 
Chung F, Elsaid H. Screening for obstructive sleep apnea before surgery: 
why is it important? Curr Opin Anaesthesiol 2009;22:405­11. 
Chung F, Yegneswaran B, Liao P, Chung SA, Vairavanathan S, Islam S, 
et al. STOP questionnaire: a tool to screen patients for obstructive 
sleep apnea. Anesthesiology 2008;108:812­21. 
Epstein SK, Faling LJ, Daly BD, Celli BR. Predicting complication after 
pulmonary resection. Preoperative exercise testing vs a multifacto­
rial cardiopulmonary index. Chest 1993;104:694­700. 
Falcoz PE, Conti M, Brouchet L, Chocron S, Puyraveau M, Mercier M, 
et al. The thoracic surgery scoring system (thoracoscore): risk model 
for in­hospital death in 15.183 patients requiring thoracic surgery. 
J Thorac Cardiovasc Surg 2007;133:325­32. 
Goldman L, Caldera DL, Nussbaum SR, Southwick FS, Krogstad D, 
Murray B, et al. Multifactorial index of cardiac risk in noncardiac 
surgical procedures. N Engl J Med 1977;297:845­50. 
Memtsoudis S, Liu SS, Ma Y, Chiu YL, Walz JM, Gaber­Baylis LK, et al. 
Perioperative pulmonary outcomes in patients with sleep apnea 
after noncardiac surgery. Anesth Analg 2011;112:113­21. 
Olsen E. Surgical risk and the preoperative evaluation and management 
of adults with obstructive sleep apnea. En: Uptodate. Basner RC, 
Jones SB, eds. Philadelphia: Wolters Kluwer; 2013. 
Pasulka PS, Bistrian BR, Benotti PN, Blackburn GL. The risks of surgery 
in obese patients. Ann Intern Med 1986;104:540­54. 
Puente Maestu L, Ruiz Martín JJ. Las pruebas de esfuerzo en la cirugía 
resectiva pulmonar. Arch Bronconeumol 2003;39:126­32. 
Rodgers A, Walker N, Schug S, McKee A, Kehlet H, van Zundert A, et al. 
Reduction of postoperative mortality and morbidity with epidural 
or spinal anaesthesia: results from overview of randomised trials. 
Br Med J 2000;321:1493­506. 
Smetana GW, Lawrence VA, Cornell JE. Preoperative pulmonary risk 
stratification for noncardiothoracic surgery: systematic review for the 
American College of Physicians. Ann Intern Med 2006;144:581­95. 
Varela Simó G, Barberá Mir R, Cordovilla Pérez R, Duque Medina 
JL, López Encuentra A, Puente Maestu L. Valoración del riesgo 
quirúrgico en el carcinoma broncogénico. Arch Bronconeumol 
2005;41:686­97. 
Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016.
Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
http://booksmedicos.org
	Botón1:

Continuar navegando