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38 INFLAMACIÓN, DOLOR Y FIEBRE ■ Inflamación ■ Dolor ■ Fiebre FÁRMACOS ANTIINFLAMATORIOS NO ESTEROIDEOS ■ Mecanismo de acción ■ Usos terapéuticos ■ Efectos adversos de la terapia con NSAID ■ Interacciones farmacológicas ■ Uso pediátrico y geriátrico PROPIEDADES ESPECÍFICAS DE LOS NSAID INDIVIDUALES ■ Ácido acetilsalicílico y otros salicilatos ■ Paracetamol ■ Derivados de ácido acético ■ Derivados de ácido propiónico ■ Fenamatos ■ Ácidos enólicos (oxicams) ■ Propósito de NSAID desarrollados selectivos de COX-2 FÁRMACOS ANTIRREUMÁTICOS MODIFICADORES DE LA ENFERMEDAD FARMACOTERAPIA DE LA GOTA ■ Colchicina ■ Alopurinol ■ Febuxostat ■ Uricasa ■ Agentes uricosúricos Este capítulo describe los fármacos antiinflamatorios no esteroideos (NSAID) utilizados para tratar la inflamación, el dolor y la fiebre y los medicamentos para hiperuricemia y gota. Los NSAID primero se consi- deran por clase, luego por grupos de agentes químicamente similares descritos con más detalle. Muchas de las propiedades básicas de estos medicamentos se resumen en las tablas 38-1, 38-2 y 38-3. Los NSAID actúan mediante la inhibición las enzimas prostaglandina (PG) G/H sintasa, coloquialmente conocidas como ciclooxigenasas (COX) (véase capítulo 37). Hay dos formas, COX-1 y COX-2. Se piensa que la inhibición de la COX-2 es mediadora de gran parte de las acciones antipiréticas, analgésicas y antiinflamatorias de los NSAID. Las reaccio- nes adversas son, sobre todo, causadas por la inhibición de COX-1 y COX-2 en los tejidos en los que cumplen funciones fisiológicas, como en el tracto gastrointestinal, el riñón y el sistema cardiovascular. El ácido acetilsalicílico es el único inhibidor irreversible de las enzimas COX en el uso clínico. Todos los demás NSAID se unen a las COX de manera rever- sible y actuan compitiendo directamente con el ácido araquidónico (AA) en el sitio activo de COX-1 y COX-2 o al cambiar su confirmación estérica de una manera que altera su capacidad para unir el ácido araquidónico. El acetaminofén (paracetamol) es efectivo como agente antipirético y analgésico en dosis típicas que inhiben parcialmente la COX; es un anti- inflamatorio débil. Los inhibidores selectivos diseñados a propósito de COX-2 (celecoxib, etoricoxib) son una subclase de NSAID; muchos de los NSAID tradicionales más antiguos, como diclofenaco y meloxicam (véase figura 38-1) también inhiben selectivamente COX-2 a dosis tera- péuticas. Inflamación, dolor y fiebre Inflamación El proceso inflamatorio es la respuesta protectora del sistema inmune a un estímulo perjudicial. Puede ser provocada por agentes nocivos, infec- ciones y lesiones físicas, que liberan moléculas asociadas a daños y pató- genos que se reconocen por células encargadas de la vigilancia inmune (Tang et al., 2012). La capacidad de organizar una respuesta inflamatoria es esencial para la supervivencia frente a patógenos y lesiones ambientales. En algunas situaciones y enfermedades, la inflamación se acentúa y per- siste sin beneficio aparente e incluso con graves consecuencias adversas Capítulo Farmacoterapia de inflamación, fiebre, dolor y gota PERSPECTIVA HISTÓRICA La historia del ácido acetilsalicílico proporciona un ejemplo interesante de la traducción de un compuesto del ámbito del folclore herbolario a la tera- péutica contemporánea. El uso de corteza de sauce y hojas para aliviar la fiebre ha sido atribuido a Hipócrates, pero fue documentado con más cla- ridad por Edmund Stone en una carta de 1763 al presidente de la Royal Society. Propiedades similares se atribuyeron a las pociones de reina de los prados (Spiraea ulmaria), de donde se derivó el nombre de ácido acetil- salicílico. La salicilina fue cristalizada en 1829 por Leroux, y Pina aisló el ácido salicílico en 1836. En 1859, Kolbe sintetizó el ácido salicílico, y en 1874, fue producido industrialmente. Muy pronto fue utilizado para la fie- bre reumática, la gota y como un antipirético general. Sin embargo, su sabor desagradable y los efectos GI adversos lo hicieron difícil de tolerar por más de cortos periodos. En 1899, Hoffmann, un químico de los Labo- ratorios Bayer, buscó mejorar las características de los efectos adversos del ácido salicílico (que su padre estaba tomando para la artritis). Hoffmann se encontró con el trabajo reciente del químico francés Gerhardt, quien había acetilado el ácido salicílico en 1853, y mitigado, aparentemente, su perfil de efectos adversos, pero sin mejorar la eficacia, razón por la cual había abandonado el proyecto. Hoffmann reanudó la búsqueda, y Bayer comenzó, en 1899, a probar el ácido acetilsalicílico (ASA) en animales y poco después procedió a desarrollar estudios en seres humanos y a la comercialización del ácido acetilsalicílico. El paracetamol se usó por primera vez en medicina por von Mering en 1893. Sin embargo, ganó popularidad sólo después de 1949, cuando se reconoció como el principal metabolito activo de la acetanilida y la fenace- tina. La acetanilida es el miembro principal de este grupo de fármacos. Fue introducida en la medicina en 1886 bajo el nombre de antifebrina por Cahn y Hepp, quienes habían descubierto, por accidente, su acción anti- pirética. Sin embargo, la acetanilida demostró ser excesivamente tóxica. Se desarrollaron y estudiaron diversos derivados químicos. Uno de los más satisfactorios de estos fue la fenacetina. Se introdujo en la terapia en 1887 y fue empleada de manera generalizada en mezclas analgésicas hasta que estuvo implicada en nefropatía por abuso de analgésicos, anemia hemolítica y cáncer de vejiga; por lo que fue retirada en la década de 1980. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 686 Farm acoterap ia d e in flam ación , fieb re, d olor y gota CA PÍTU LO 38 Ácido acetilsalicílico Salicilato de sodio Diflunisal Ketorolaco Indometacina Tolmetina Nabumetona Sulindaco Etodolaco Diclofenaco Lumiracoxib Flurbiprofeno Ketoprofeno Fenoprofeno Naproxeno Ibuprofeno Meclofenamato Celecoxib Valdecoxib Rofecoxib Etoricoxib Piroxicam Meloxicam Paracetamol Ácidos salicílicos Ácidos acéticos Ácidos fenilacéticos Negro: tNSAID Rojo: Inhibidores de COX-2 Ácidos propiónicos Ácidos fenámicos Diarilheterocilícos Sulfonas Sulfona- midas Ácidos enólicos Otros Ketorolaco Flurbiprofeno Ketoprofeno Indometacina Tolmetina Ácido acetilsalicílico Nabumetona Fenoprofeno Meclofenamato Sulindaco Naproxeno Piroxicam Ibuprofeno Paracetamol Salicilato de sodio Diflunisal NSAID selectivos de COX-2 Meloxicam Diclofenaco Celecoxib Valdecoxib Etodolaco Rofecoxib Etoricoxib Lumiracoxib Más selectivos COX-1 no selectivos Más selectivos de COX-2 Diclofenaco Ketoprofeno Fenoprofeno Paracetamol Indometacina Ácido acetilsalicílico Meclofenamato Ibuprofeno Ketorolaco Tolmetina Flurbiprofeno Salicilato de sodio Sulindaco Etodolaco Valdecoxib Celecoxib Diflunisal Rofecoxib Etoricoxib Lumiracoxib Naproxeno Meloxicam Nabumetona Piroxicam Breve 1 h 10 h Prolongado 60 h A Similitud química (escala arbitraria) B Selectividad de isoforma COX (escala logarítmica) C t1/2 plasmática (escala logarítmica) Figura 38-1 Clasificación de los NSAID por similitud química (A), selectividad para isoforma de COX (B) y t1/2 en plasma (C). El gráfico de selectividad para COX se traza a partir de datos publicados en Warner T, et al. Nonsteroid drug selectivities for cyclooxygenase-1 rather than cyclooxygenase-2 are associated with human gastrointes- tinal toxicity: a full in vitro analysis. Proc Natl Acad Sci USA 1999;96:7563–7568; y FitzGerald GA, Patrono C. The coxibs, selective inhibitors of cyclooxyge- nase-2. N Engl J Med 2001;345:433-442. Abreviaturas AA: (arachidonic acid) Ácido araquidónico ACE: (angiotensin-converting enzyme) Enzima convertidora de angiotensina ASA: (acetylsalicylic acid/aspirin) Ácido acetilsalicílico/aspirina AUC: (area under the curve) Área debajo de la curva COX: (cyclooxygenase)Ciclooxigenasa CSF: (cerebrospinal fluid) Líquido cefalorraquídeo G6PD: (glucose-6-phosphate dehydrogenase) Glucofosfato de deshidrogenasa GSH: (glutathione) Glutatión 15(R)-HETE: (15[R]-hydroxyeicosatetraenoic acid) Ácido 15(R)–hidroxieicosatetraenoico 5-HIAA: (5-hydroxyindoleacetic acid) Ácido 5-hidroxiindolacético 5HT: (5-hydroxytryptamine/serotonin) 5-hidroxitriptamina/serotonina Ig: (immunoglobulin) Inmunoglobulina IL: (interleukin) Interleucina IM: (intramuscular) Intramuscular IV: (intravenous) Intravenoso LOX: (lipooxygenase) Lipooxigenasa LT: (leukotriene) Leucotrieno MI: (myocardial infarction) Infarto de miocardio NAC: (N-acetylcysteine) N-acetilcisteína NAPQI: (N-acetyl-p-benzoquinone imine) Imina N-acetil-p-benzoquinona NSAID: (nonsteroidal anti-inflammatory drug) Medicamento antiinflamatorio no esteroideo OAT: (organic anion transporter) Transportador de aniones orgánicos OTC: (over the counter) Medicinas sin receta médica PAF: (platelet-activating factor) Factor activador de plaquetas PG: (prostaglandin) Prostaglandina PGI2: (prostacyclin) Prostaciclina PPI: (proton pump inhibitor) Inhibidor de la bomba de protones TNF: (tumor necrosis factor) Factor de necrosis tumoral Tx: (thromboxane) Tromboxano UGT: (uridine diphosphate glucuronosyltransferase) Uridina difosfato glucuronosiltransferasa URAT: (urate transporter) Transportador de urato XO: (xanthine oxidase) Xantina oxidasa (p. ej., hipersensibilidad, enfermedades autoinmunes, inflamación cróni- ca). La respuesta inflamatoria se caracteriza mecánicamente por: • Vasodilatación local transitoria y aumento de la permeabilidad capilar. • Infiltración de leucocitos y células fagocíticas. • Resolución con o sin degeneración tisular y fibrosis. Muchas moléculas intervienen en la promoción y resolución del pro- ceso inflamatorio. Histamina, bradicinina, 5HT, prostanoides, LT, PAF y una serie de citocinas son mediadores importantes (véanse capítulos 34, 37 y 39). La biosíntesis de prostanoide aumenta significativamente en el tejido inflamado. La PGE2 y la prostaciclina (PGI2) son los principales prostanoides que median la inflamación. Aumentan el flujo sanguíneo local, la permeabilidad vascular y la infiltración de leucocitos mediante la activación de sus respectivos receptores, EP2 e IP. La PGD2, un producto principal de mastocitoma contribuye a la inflamación en las respuestas alérgicas, de forma muy particular en el pulmón. La activación de las células endoteliales desempeña un papel clave en el reclutamiento de células circulantes a sitios inflamatorios (Muller, 2011). La activación endotelial da como resultado la laminación y adhe- sión de leucocitos a medida que los leucocitos reconocen las recién expre- sadas selectinas, integrinas y moléculas de adhesión. La PGE2 y TxA2 mejoran la quimioatracción de leucocitos y la adhesión endotelial. El reclutamiento de células inflamatorias a los sitios de la lesión tam- bién implica las interacciones concertadas de los factores del comple- mento PAF y eicosanoides como LTB4 (véase capítulo 37). Todos pueden actuar como agonistas quimiotácticos. Las citocinas desempeñan un pa- pel esencial en la organización del proceso inflamatorio, en especial TNF e IL-1. Varias terapias antiinflamatorias biológicas dirigen estas ci- tocinas o sus vías de señalización (véase capítulo 35). Otras citocinas y factores de crecimiento (p. ej., IL-2, IL-6, IL-8, factor estimulante de co- lonias de granulocito y macrófagos) contribuyen a las manifestaciones de la respuesta inflamatoria. Las concentraciones de muchos de estos factores aumentan en la sinovia de pacientes con artritis inflamatoria. Los glucocorticoides interfieren con la síntesis y las acciones de las cito- cinas, como IL-1 o TNF-α (véase capítulo 35). Aunque algunas de las ac- ciones de estas citocinas son acompañadas de la liberación de PG y TxA2, los inhibidores de COX parecen bloquear principalmente sus efec- tos pirogénicos. https://booksmedicos.org 687 In flam ación , in m un om od ulación y h em atop oyesis SECCIÓ N IV Dolor Los nociceptores, las terminaciones periféricas de fibras aferentes prima- rias que detectan dolor, pueden activarse por varios estímulos, como ca- lor, ácidos o presión. Los mediadores inflamatorios liberados desde las células no neuronales durante la lesión del tejido aumentan la sensibili- dad de los nociceptores y potencian la percepción del dolor. Entre estos mediadores están la bradicinina, H+, 5HT, ATP, neurotrofinas (factor de crecimiento nervioso), LT y PG. Las PGE2 y PGI2 reducen el umbral a la estimulación de nociceptores, lo cual causa sensibilización periférica. La reversión de la sensibilización periférica se considera para representar la base mecanicista del componente periférico de la actividad analgésica de los NSAIDs. Los NSAID también pueden ser importantes en acciones centrales en la médula espinal y el cerebro. Tanto la COX-1 como la COX-2 se expresan en la médula espinal en condiciones basales y liberan PG en respuesta a estímulos de dolor periféricos. La PGE2 centralmente activa y quizás también la PGD2, PGI2 y PGF2α contribuyen a la sensibilización central, un aumento en la excitabilidad de las neuronas de la espina dorsal que causan hiperalgesia y alodinia en parte por desinhibición de las vías glicinérgicas (Chen et al., 2013). La sensibilización central refleja la plasticidad del sistema nociceptivo que se invoca por la lesión. Esto es reversible en cuestión de horas o días des- pués de las respuestas adecuadas del sistema nociceptivo (p. ej., en el dolor posoperatorio). Sin embargo, las enfermedades inflamatorias cró- nicas pueden causar una modificación persistente de la arquitectura del sistema nociceptivo, que puede conducir a cambios duraderos en su re- ceptividad. Estos mecanismos contribuyen al dolor crónico. Fiebre El hipotálamo regula el punto de equilibrio en el que se mantiene la tempe- ratura corporal. Este punto de equilibrio está elevado en fiebre, lo que re- fleja una infección o como resultado del daño del tejido, inflamación, rechazo del injerto o malignidad. Todas estas condiciones mejoran la for- mación de citocinas tales como IL-1β, IL-6, TNF-α e interferones, que actúan como pirógenos endógenos. La fase inicial de la respuesta termo- rreguladora a tales pirógenos puede estar mediada por la liberación de ceramida en las neuronas del área preóptica en el hipotálamo anterior (Sánchez-Alavez et al., 2006). La segunda fase está mediada por la induc- ción coordinada de COX-2 y la formación de PGE2 (Engblom et al., 2003). La PGE2 puede cruzar la barrera hematoencefálica y actúa sobre los re- ceptores EP3 y quizás en neuronas EP1 termosensibles. Esto activa el hi- potálamo para elevar la temperatura corporal al promover un aumento en la generación de calor y una disminución en la pérdida de calor. Los NSAID suprimen esta respuesta al inhibir la COX-2 dependiente de la síntesis de PGE2. Fármacos antiinflamatorios no esteroideos Los NSAID se clasifican mecánicamente como NSAID no selectivos de iso- forma, que inhiben la COX-1 y la COX-2, y los NSAID selectivos de COX-2 (FitzGerald y Patrono, 2001). Por lo general los NSAID son competitivos, no competitivos o inhibidores reversibles combinados de las enzimas COX. El ácido acetilsalicílico (ASA) es un inhibidor no competitivo e irre- versible porque acetila las isozimas en el canal de unión al AA. El aceta- minofén, que es antipirético y analgésico pero en gran parte desprovisto de actividad antiinflamatoria, actúa como un inhibidor reversible no competitivo mediante la reducción del sitio de peróxido de las enzimas. La mayoría de los NSAIDs son ácidos orgánicos con valores de pKa re- lativamente bajos. Como ácidos orgánicos, los compuestos suelen absor- berse bien por vía oral, se unen en alto grado a proteínas plasmáticas, y son excretados por filtración glomerular o por secreción tubular. También se acumulan en sitios de inflamación, donde el pH es más bajo,lo que puede confundir la relación entre las concentraciones plasmáticas y la du- ración del efecto del fármaco. La mayoría de los NSAID selectivos de COX-2 tienen un grupo lateral relativamente voluminoso, que se alinea con una gran bolsa lateral el canal de unión AA de COX-2, pero dificulta su orientación óptima en el canal de enlace más pequeño de COX-1 (Smith et al., 2011). Ambos NSAID no selectivos de isoforma y los NSAID selecti- vos de COX-2 en general son fármacos hidrofóbicos, una característica que les permite acceder a la canal fóbico de unión a AA y da como resul- tado una caraterística compartida con la farmacocinética. Nuevamente, el ácido acetilsalicílico y el paracetamol son excepciones a esta regla. Mecanismo de acción Inhibición de la ciclooxigenasa Los principales efectos terapéuticos de los NSAID derivan de su capacidad para inhibir la producción de PG. La primera enzima en la ruta sintética de la PG es la COX, también conocida como PG G/H sintasa. Esta enzi- ma convierte AA en los intermediarios inestables PGG2 y PGH2 y condu- ce a la producción de los prostanoides, TxA2 y una variedad de PG (véase capítulo 37). La COX-1, expresada constitutivamente en la mayoría de las células, es la fuente dominante de prostanoides para funciones de man- tenimiento, como la hemostasia. Por el contrario, la COX-2, inducida por citocinas, tensión por cizallamiento y promotores tumorales, es la fuente más importante de formación de prostanoides en la inflamación y tal vez en el cáncer (véase capítulo 37). Sin embargo, ambas enzimas contribu- yen a la generación de prostanoides autorreguladores y homeostáticos con funciones principales en la fisiología normal (véase capítulo 37). La indiscriminada inhibición de prostanoides inflamatorios y homeostáticos por los NSAID explica mecánicamente la mayoría de las reacciones ad- versas a esta clase de fármacos. Por ejemplo, la inhibición de las cuentas COX-1 en gran parte para eventos adversos gástricos y sangrados que complican la terapia porque la COX-1 es la isoforma citoprotectora domi- nante en las células epiteliales gástricas y forma TxA2 en plaquetas, lo cual amplifica la activación plaquetaria y contrae los vasos sanguíneos en el sitio de la lesión. Del mismo modo, los productos derivados de COX-2 juegan un papel importante la regulación de la presión arterial y actúan como inhibidores endógenos de hemostasia. La inhibición de la COX-2 puede causar o agravar la hipertensión y aumenta la probabilidad de eventos trombóticos. Mientras que las enzimas COX funcionales son homodímeros de se- cuencia, se configuran como heterodímeros conformacionales en los que una de las funciones de monómeros como la subunidad catalítica con hemo unido y el otro sin hemo, sirve como la subunidad alostérica. La mayoría de los NSAID inhiben las subunidades catalíticas de COX-1 y COX-2. Sin embargo, la inhibición de COX-2 por naproxeno y flurbipro- feno se produce principalmente en la subunidad alostérica (Dong et al., 2011; Zou et al., 2012). Inhibición irreversible de la ciclooxigenasa por el ácido acetilsalicílico El ácido acetilsalicílico acetila covalentemente las subunidades catalísticas de los dímeros de la COX-1 y de la COX-2, que inhiben irreversiblemente la actividad de la COX. Ésta es una importante distinción de todos los de- más NSAID porque la duración de los efectos del ácido acetilsalicílico se relaciona con la tasa de rotación de COX en diferentes objetivos histícos. La importancia del cambio enzimático en la recuperación de la acción del ácido acetilsalicílico es más notable en las plaquetas, que, al ser anu- cleadas, tienen una limitada capacidad para la síntesis de las proteínas. Por tanto, las consecuencias de la inhibición de COX-1 de la plaqueta per- sisten durante la vida de la misma. La inhibición de la formación de TxA2 dependiente de la COX-1 de la plaqueta es acumulativa con dosis repeti- das de ácido acetilsalicílico (apenas 30 mg/d) y toma 8-12 días (el tiempo de recambio plaquetario) para recuperarse por completo una vez que se ha detenido la terapia. Es importante destacar que incluso un grupo de plaquetas recuperado de forma parcial, sólo unos días después de la últi- ma dosis de ácido acetilsalicílico puede permitir la recuperación de la integridad hemostática suficiente para realizar algunos tipos de cirugía electiva. Sin embargo, tal función parcial de las plaquetas también puede predisponer a pacientes no cumplidores en dosis bajas de ácido acetilsa- licílico para la terapia antiplaquetaria a eventos trombóticos. La única sensibilidad de las plaquetas a la inhibición por dosis bajas de ácido ace- tilsalicílico está relacionada con su inhibición presistémica en la circula- ción portal antes de que el ácido acetilsalicílico sea desacetilada a salicilato en el primer lugar a través del hígado (Pedersen y FitzGerald, 1984). A diferencia del ácido acetilsalicílico, el ácido salicílico no tiene capacidad de acetilación. Es un inhibidor reversible relativamente débil de COX. Los derivados del ácido salicílico, así como el ácido, están dispo- nibles para uso clínico. Las COX se configuran de modo que el acceso al sitio activo del sustra- to AA es a través de un canal hidrófobo. El ácido acetilsalicílico acetila serina 529 de la COX-1, ubicada en lo alto del canal hidrófobo. El residuo de acetilo voluminoso impide la unión de AA al sitio activo de la enzima y por tanto impide la capacidad de la enzima para hacer PG. El ácido acel- tilsalicílico acetila una serina homóloga en la posición 516 en la COX-2. A pesar de que la modificación covalente de la COX-2 por el ácido acetilsa- licílico también bloquea la actividad de la COX de esta isoforma, una pro- piedad interesante no compartida por COX-1 es que COX-2 acetilado sintetiza 15(R)-HETE. Esto puede ser metabolizado, al menos in vitro, me- diante 5-LOX para producir epilipoxin-15 A4, que tiene propiedades anti- inflamatorias en sistemas modelos (véase capítulo 37). Inhibición selectiva de la ciclooxigenasa 2 El uso crónico de los NSAID está limitado por su poca tolerancia GI. Los inhibidores selectivos de COX-2 se desarrollaron para proporcionar una https://booksmedicos.org 688 Farm acoterap ia d e in flam ación , fieb re, d olor y gota CA PÍTU LO 38 eficacia similar a los tradicionales NSAID con mejor tolerancia GI (Fitz- Gerald y Patrono, 2001). Seis de estos inhibidores de COX-2, los coxibs, fueron aprobados inicialmente para uso clínico: celecoxib, rofecoxib, val- decoxib (aprobado en Estados Unidos) y profármaco parecoxib, etorico- xib y lumiracoxib. La mayoría de los coxibs han sido restringidos en su uso o retirado del mercado en vista de su perfil adverso de riesgo cardio- vascular (Grosser et al., 2010). El celecoxib es actualmente el único inhi- bidor de COX-2 autorizado para su uso en Estados Unidos. Algunos compuestos más antiguos de NSAID como el diclofenaco, etodolaco, me- loxicam y la nimesulida (este último no disponible en Estados Unidos) muestra la selectividad para la COX-2 que está cerca del celecoxib (con- súltese figura 38-1). ADME (absorción, distribución, metabolismo y excreción) Absorción. Los NSAID se absorben muy rápido después de la ingestión oral, y las concentraciones plasmáticas máximas se alcanzan dentro de las 2-3 h. La escasa solubilidad acuosa de la mayoría de los NSAID a me- nudo se refleja por un aumento menos proporcional en el AUC de las curvas de tiempo de concentración plasmática, debido a la disolución incompleta, cuando se aumenta la dosis. El consumo de alimentos puede retrasar la absorción y la disponibilidad sistémica (es decir, fenoprofeno, sulindaco). Los antiácidos, comúnmente prescritos a pacientes en terapia de NSAID, varían el retraso de la absorción. Algunos compuestos (p. ej., diclofenaco, nabumetona) se someten al primer paso o a la eliminación presistémica. El ácido acetilsalicílico comienza a acetilar las plaquetas mi- nutos después de alcanzarla circulación presistémica (Pedersen y FitzGe- rald, 1984). Distribución. La mayoría de los NSAID están extensamente unidos a las proteínas sanguíneas (95-99%), por lo general albúmina. Las condiciones que alteran las concentraciones de las proteínas sanguíneas pueden dar como resultado una mayor fracción de fármaco libre con efectos poten- ciales tóxicos. Los NSAID altamente unidos a proteínas tienen el poten- cial de desplazar a otros medicamentos si compiten por los mismos sitios de unión. La mayoría de los NSAID son distribuidos ampliamente por todo el cuerpo y penetran muy fácil en las articulaciones artríticas, pro- duciendo concentraciones de líquido sinovial en el orden de la mitad de la concentración plasmática (p. ej., ibuprofeno, naproxeno, piroxicam) (Day et al., 1999). Muchos de los NSAID alcanzan concentraciones sufi- cientes en el CNS para tener un efecto analgésico central. El celecoxib es en particular lipófilo y se mueve muy fácil en el CNS. Múltiples NSAID se comercializan en fórmulas para la aplicación epecífica en articulacio- nes inflamadas o lesionadas. Sin embargo, el transporte directo de los NSAID aplicados específicamente en articulaciones y tejidos inflamados parece ser mínimo y las concentraciones detectables en el líquido sino- vial de algunos agentes (p. ej., el diclofenaco) después del uso en el área específica se logra principalmente mediante la absorción dérmica y la circulación sistémica. Los métodos diseñados para mejorar la administra- ción dérmica, como iontoforesis o potenciadores de la penetración quí- mica, están bajo investigación. La aplicación tópica también se está explorando como una vía de administración para la combinación de me- dicamentos que contienen narcóticos y NSAID. Metabolismo y excreción. La biotransformación hepática y la excreción renal son las principales vías de metabolismo y eliminación de la mayoría de los NSAID. La t1/2 plasmática varía de manera considerable entre estos fármacos. El ibuprofeno, el diclofenaco y el paracetamol tienen una t1/2 de 1-4 h, mientras que la del piroxicam es de casi 50 h en estado estacio- nario. El naproxeno tiene una duración comparativamente larga, pero una t1/2 muy variable que está entre 9 a 25 h. La variación genética en las principales enzimas metabolizantes y la variación en la composición de la microbiota intestinal puede contribuir a la variabilidad en el metabolis- mo y la eliminación. Las vías de eliminación con frecuencia implican oxi- dación o hidroxilación. El paracetamol, en dosis terapéuticas, se oxida sólo en un grado pequeño para formar trazas del metabolito NAPQI alta- mente reactivo. Sin embargo, después de una sobredosis se saturan las principales vías metabólicas y pueden formarse concentraciones de NA- PQI hepatotóxicas (véase figura 4-5). Varios NSAID o sus metabolitos son glucuronizados o conjugados. En algunos casos, como los derivados del ácido propiónico, naproxeno y ketoprofeno, los metabolitos glucuróni- dos pueden hidrolizarse de nuevo para formar el fármaco original activo cuando el metabolito no se elimina eficientemente debido a la insuficien- cia renal o la competencia por la excreción renal con otros fármacos. Esto puede prolongar la eliminación de los NSAID de manera significativa. En general, los NSAID no se recomiendan en el contexto de enfermedad he- pática o renal avanzada debido a sus efectos farmacodinámicos adversos. Los NSAID no suelen eliminarse mediante hemodiálisis debido a la unión de las proteínas sanguíneas; el ácido salicílico es una excepción a esta regla. Usos terapéuticos Los NSAID son antipiréticos, analgésicos y antiinflamatorios, con excep- ción del paracetamol, que es antipirético y analgésico, pero está despro- visto en gran medida de actividad antiinflamatoria. Inflamación Los NSAID proporcionan un alivio sintomático del dolor y la inflamación asociada con trastornos musculoesqueléticos, como la artritis reumatoide y la osteoartritis. Algunos NSAID están aprobados para el tratamiento de espondilitis anquilosante y la gota. Los pacientes con una enfermedad más debilitante no pueden responder adecuadamente a dosis terapéuti- cas completas de NSAID y requieren de una terapia agresiva con agentes de segunda línea. Dolor Los NSAIs son efectivos contra el dolor inflamatorio de intensidad baja a moderada. Aunque su eficacia máxima es generalmente menor que la de los opiáceos, los NSAID carecen de los efectos adversos no deseados de aquellos en el CNS, incluyendo la depresión respiratoria y el potencial para el desarrollo de la dependencia física. La coadministración de NSAID puede reducir la dosis de opiáceos necesaria para controlar el do- lor y reducir la probabilidad de los efectos adversos de los opiaceos. Por ejemplo, el paracetamol se puede prescribir en combinación con hidroco- dona. Los NSAID no cambian la percepción de modalidades sensoriales distintas del dolor. Son en particular efectivos cuando la inflamación ha causado la sensibilización de la percepción del dolor (véase en este apar- tado otra discusión sobre inflamación, dolor y fiebre). Por ello, el dolor posoperatorio o el que se origina por inflamación, como el dolor artrítico, se controla bien con NSAID, mientras que el dolor que surge de las vísce- ras huecas no suele aliviarse. Una excepción a esto es el dolor menstrual. El tratamiento para el dolor menstrual con NSAID ha tenido un éxito considerable porque los calambres y otros síntomas de dismenorrea se producen por el lanzamiento de PGs por el endometrio durante la mens- truación. Los NSAID se usan comúnmente para tratar los ataques de mi- graña y se pueden combinar con medicamentos como los triptanos o con antieméticos para ayudar al alivio de las náuseas asociadas. En general, los NSAID carecen de eficacia en el dolor neuropático. Fiebre La terapia antipirética está reservada para pacientes en quienes la fiebre en sí misma puede ser perjudicial y para aquellos que experimentan un alivio considerable cuando la fiebre está bajando. Los NSAID reducen la fiebre en la mayoría de las situaciones, pero no las variaciones circadia- nas en la temperatura o el aumento en respuesta al ejercicio o al aumento de la temperatura ambiente. Sistema circulatorio fetal Las PG están implicadas en el mantenimiento de la permeabilidad del conducto arterial y la indometacina, el ibuprofeno y otros NSAID han sido utilizados en neonatos para cerrar el conducto que no tiene permea- bilidad apropiada. A la inversa, la infusión de análogos de prostanoides mantiene la permeabilidad del conducto después del nacimiento (véase capítulo 37). Cardioprotección El consumo de ácido acetilsalicílico prolonga el tiempo de sangrado. Este efecto se debe a la acetilación irreversible de la COX de las plaquetas y a la consecuente inhibición de la función de las estas últimas. Se considera que la supresión permanente de la formación de TxA2 plaquetario es la base del efecto cardioprotector del ácido acetilsalicílico. El ácido acetilsalicílico reduce en 20-25% el riesgo de eventos vascula- res graves en pacientes de alto riesgo (p. ej., aquellos con infarto de mio- cardio previo). La reducción de los ictus trombóticos subsecuentes es de alguna forma menor, alrededor de 10-15% (Antithrombotic Trialists‘ Co- llaboration et al., 2009). La dosis baja de ácido acetilsalicílico (≤100 mg/d) se asocia con un menor riesgo de eventos adversos GI que en dosis más altas (p. ej., 325 mg/d) y se usa a menudo después de la intervención per- cutánea coronaria (Xian et al., 2015). Las dosis bajas de ácido acetilsalicíli- co están asociadas con un pequeño (casi el doble) pero detectable aumento de incidentes de hemorragias GI graves y hemorragias intracra- neales en ensayos controlados con placebo. El beneficio del ácido acetil- salicílico, sin embargo, supera estos riesgos en el caso de la prevención secundaria de las enfermedades cardiovasculares. La cuestión es mucho más problemática en pacientes que nuncahan tenido un evento atero- trombótico importante (primera prevención); aquí, la prevención de infar- to de miocardio por el ácido acetilsalicílico se equilibra en forma numérica con las hemorragias GI graves (Patrono, 2015). Dada su t1/2 relativamente https://booksmedicos.org 689 In flam ación , in m un om od ulación y h em atop oyesis SECCIÓ N IV TABLA 38-1 ■ Algunos efectos adversos de los NSAIDa SISTEMA MANIFESTACIONES Gastrointestinal Dolor abdominal, sangrado, estreñimiento, diarrea, dispepsia, disfagia, eructos,b estenosis esofágica/ulceración, esofagi- tis, flatulencia, gastritis, hematemesis,b melena,b náuseas, odinofagia, perforación, pirosis, estomatitis, úlceras, vómitos, xerostomíab Plaquetas Activación de la plaqueta inhibida,b propensión a hematomas,b aumento del riesgo de hemorragia,b disfunción de las pla- quetas,b trombocitopeniab Renal Azotemia,b cistitis,b disuria,b hematuria, hiponatremia, nefritis intersticial, síndrome nefrótico,b oliguria,b poliuria,b insufi- ciencia renal, necrosis papilar renal, proteinuria, retención de sal y agua, hipertensión, empeoramiento de la función renal en pacientes cardiacos/cirróticos, ↓ efectividad de antihipertensivos y diuréticos, hipercaliemia,b ↓ excreción de urato (especialmente con ácido acetilsalicílico) Cardiovascular Edema,b insuficiencia cardiaca,c hipertensión, MI,c palpitaciones,b cierre prematuro del conducto arterioso, taquicardia sinusal,b accidente cerebrovascular,b trombosis,c vasculitisb Neurológico La anorexia,b ansiedad,b meningitis aséptica, confusión, depresión, mareos, somnolencia,b dolor de cabeza, insomnio,b malestar general,b parestesias, tinnitus, convulsiones,b síncope,b vértigob Reproductivo Prolongación de la gestación, inhibición del trabajo de parto, retraso de la ovulación Hipersensibilidad Reacciones anafilactoides, angioedema, broncoespasmo grave, urticaria, rubor, hipotensión, choque Hematológico Anemia, agranulocitosis, anemia aplásica,b anemia hemolítica,b leucopeniab Hepático Enzimas elevadas, hepatitis, insuficiencia hepática,b ictericia Dermatológico Diaforesis,b dermatitis exfoliativa, fotosensibilidad,b prurito, púrpura,b erupción, síndrome de Stevens-Johnson, necrólisis tóxica de la epidermis, urticaria Respiratorio Disnea,b hiperventilación (salicilatos) Otro Alopecia,b visión borrosa,b conjuntivitis,b epistaxis,b fiebre,b pérdida de la audición,b pancreatitis,b parestesias, alteracio- nes visuales,b aumento de pesob a Consúltese la etiqueta del producto para mayor información. b Reportado para la mayoría, pero no para todos los NSAID. c Con la excepción de las dosis bajas de ácido acetilsalicílico. corta y la inhibición reversible de la COX, la mayoría de los otros NSAID no permiten la cardioprotección. Los datos sugieren que la cardioprotec- ción se pierde cuando se combinan dosis bajas de ácido acetilsalicílico con NSAID a través de una interacción medicamentosa en el sitio blanco del ácido acetilsalicílico en la COX-1 plaquetaria (Catella-Lawson et al., 2001; Farkouh et al., 2004; Li et al., 2014). Los NSAID selectivos para COX-2 carecen de actividad antiplaquetaria, ya que las plaquetas madu- ras no expresan COX-2. Otros usos clínicos Mastocitosis sistémica. La mastocitosis sistémica es una condición en la cual hay exceso de mastocitos en la médula ósea, el sistema reticuloendo- telial, el sistema GI, los huesos y en la piel (Theoharides et al., 2015). En pacientes con mastocitosis sistémica, la PGD2 liberada de los mastocitos es el principal mediador de episodios graves de rubor, vasodilatación e hipotensión; este efecto de la PGD2 es resistente a los antihistamínicos. La adición de ácido acetilsalicílico o ketoprofeno (uso fuera de etiqueta) puede ser beneficioso en pacientes con altos niveles de metabolitos uri- narios de PGD que tienen enrojecimiento y angioedema. Sin embargo, los NSAID pueden causar la desgranulación de los mastocitos, de mane- ra que antes de iniciar los NSAID se debe establecer el bloqueo con los antagonistas del receptor de histamina. Tolerabilidad a la niacina. Grandes dosis de niacina (ácido nicotínico) re- ducen de manera efectiva los niveles de colesterol sérico, disminuyen las lipoproteínas de baja densidad y aumentan la lipoproteína de alta densi- dad (véase capítulo 33). Sin embargo, la niacina induce el enrojecimiento facial intenso mediado en gran medida por la liberación de PGD2 de la piel, que puede inhibirse por el tratamiento con ácido acetilsalicílico (Song et al., 2012). Síndrome de Bartter. El síndrome de Bartter incluye una serie de trastor- nos raros (la frecuencia ≤1/100 000 personas) caracterizados por alcalosis metabólica hipoclorémica, hipocaliémica, con presión arterial normal e hiperplasia del aparato yuxtaglomerular. Los principales síntomas son fatiga, debilidad muscular, diarrea y deshidratación. Las variantes distin- tivas son causadas por mutaciones en un cotransportador Na+-K+-2Cl–, un canal K+ apical regulado por ATP, un canal basolateral de Cl–, una pro- teína (bartina) que interviene en el tráfico del cotransportador, y el recep- tor de detección extracelular Ca2+. La COX-2 renal se induce y aumenta la biosíntesis de PGE2. El tratamiento con indometacina, combinada con el potasio y la espironolactona, se asocia con una mejoría en los trastor- nos bioquímicos y de los síntomas. También se han usado inhibidores selectivos de COX-2 (Nusing et al., 2001). Quimioprevención del cáncer. Los estudios epidemiológicos sugieren que el uso diario de ácido acetilsalicílico se asocia con una deficiencia de 24% en la incidencia de cáncer de colon (Rothwell et al., 2010). Se han realiza- do observaciones similares con el uso de NSAID en este y otros tipos de cáncer. Los NSAID se han usado en pacientes con poliposis adenomato- so familiar, un trastorno hereditario que se caracteriza por múltiples pó- lipos adematosos del colon que se desarrollan durante la adolescencia y la aparición inevitable de cáncer de colon en la sexta década. Efectos adversos de la terapia con NSAID Los eventos adversos comunes al ácido acetilsalicílico y los NSAID se describen en la tabla 38-1. Para minimizar los posibles eventos adversos de los NSAID se debe utilizar la menor dosis efectiva durante el tiempo más corto posible. Por lo general, la edad se correlaciona con una mayor probabilidad de desarrollar reacciones adversas graves a los NSAID, y se debe tener precaución al elegir una dosis inicial más baja para los pacien- tes de edad avanzada. Los NSAID están etiquetados con una advertencia de caja negra relacionada con los riesgos cardiovasculares y están especí- ficamente contraindicados después de la cirugía de revascularización co- ronaria (CABG, coronary artery bypass graft). Gastrointestinal Los síntomas más comunes asociados con estos medicamentos son GI (∼40% de los pacientes), incluyendo dispepsia, dolor abdominal, anore- xia, náuseas y diarrea. Sin embargo, estos síntomas no son predictivos de lesiones gástricas o intestinales tales como hemorragias subepiteliales, erosiones y úlceras, que pueden ser detectadas por endoscopia en apro- ximadamente 30-50% de las personas que usan NSAID con regularidad, pero a menudo son asintomáticos y tienden a curarse espontáneamente. https://booksmedicos.org 690 Farm acoterap ia d e in flam ación , fieb re, d olor y gota CA PÍTU LO 38 Graves complicaciones de hemorragia, perforación u obstrucción ocu- rren a una tasa anual de 1-2% en usuarios regulares de NSAID. Muchos pacientes que desarrollan un evento adverso GI grave mientras reciben tratamiento con NSAID son asintomáticos antes del diagnóstico. El ries- go es alto en aquellos con infección por Helicobacter pylori, consumo de alcohol, u otros factores de riesgo por lesión de la mucosa, incluyendo el uso concurrente de glucocorticoides. Todos los inhibidores selectivos de COX-2 son menos propensos a inducir úlceras gástricas que las dosis igualmente eficaces de NSAID noselectivos de isoforma (Sostres et al., 2013). Varios mecanismos contribuyen a las complicaciones GI inducidas por NSAID (véase capítulo 37). La inhibición de COX-1 en células epiteliales gástricas deprime las PG citoprotectoras de la mucosa, especialmente PGI2 y PGE2. Estos eicosanoides inhiben la secreción de ácido por el es- tómago, mejoran el flujo sanguíneo de la mucosa y promueven la secre- ción del moco citoprotector en el intestino. La COX-2 también contribuye a la formación constitutiva de estas PG por el epitelio gástrico del huma- no, y los productos de la COX-2 pueden contribuir a la curación de la úl- cera. Otro factor que puede jugar un papel en la formación de úlceras es la irritación local debido al contacto de los NSAID administrados por vía oral, la mayoría de los cuales son ácidos orgánicos, con la mucosa gástri- ca. Sin embargo, la incidencia de eventos adversos GI graves no se redu- ce significativamente con formulaciones diseñadas para limitar el contacto del fármaco con la mucosa gástrica, como cubierta entérica o soluciones eferentes, lo que sugiere que la contribución de la irritación directa al riesgo global es menor. La inhibición plaquetaria por NSAID aumenta la probabilidad de hemorragias cuando se producen daños en la mucosa. La administración de inhibidores de la bomba de protones o an- tagonistas de H2 en combinación con NSAID reduce la tasa de ulceración duodenal y gástrica (consúltense capítulo 49, figura 49-1). Cardiovascular Los NSAID selectivos para COX-2 se desarrollaron para mejorar la segu- ridad GI. Sin embargo, los inhibidores de COX-2 deprimen la formación de PGI2 pero no inhiben la formación de TxA2 en plaquetas catalizada por COX-1. La PGI2 inhibe la agregación de plaquetas y restringe el efec- to de los estímulos protrombótico y aterogénico por TxA2 (Grosser et al., 2006, 2010, 2017), y la PGI2 renal y la PGE2 formadas por COX-2 contri- buyen a la homeostasis de la presión arterial (véase capítulo 37). La elimi- nación genética del receptor PGI2, IP, en ratones aumenta la respuesta trombótica al daño endotelial, acelera la aterogénesis experimental, au- menta la proliferación vascular y e incrementa el efecto de los estímulos hipertensivos (Cheng et al., 2002, 2006; Egan et al. al., 2004; Kobayashi et al., 2004). La eliminación genética específica de tejido de COX-2 en la vasculatura acelera la respuesta a estímulos trombóticos y aumenta la presión sanguínea (Yu et al., 2012). Se esperaría que estos mecanismos juntos alteren el riesgo cardiovascular en seres humanos, ya que la inhi- bición de la COX-2 en humanos deprime la síntesis de PGI2 (Catella-Law- son et al., 1999; McAdam et al., 1999). De hecho, una mutación humana de IP, que interrumpe su señalización, se asocia con un mayor riesgo car- diovascular (Arehart et al., 2008). Los ensayos clínicos —con celecoxib, valdecoxib (suprimido) y rofeco- xib (suprimido)— revelaron un aumento en la incidencia de infarto del miocardio, ictus y muerte vascular en alrededor de 1.4 veces (Coxib and Traditional NSAID Trialists‘ Collaboration et al., 2013). El riesgo se ex- tiende al diclofenaco, que es casi tan selectivo para la COX-2 como el ce- lecoxib y para algunos de los otros NSAID más antiguos. Una excepción en algunas personas puede ser el naproxeno. Existe una considerable variación entre personas en cuanto a la t1/2 del naproxeno, y la inhibición plaquetaria podría anticiparse durante el intervalo de dosificación en al- gunos, pero no en todos, los individuos con naproxeno (Capone et al., 2005). Si bien esto se respalda por ensayos controlados aleatorios (Coxib y Traditional NSAID Trialists’ Collaboration et al., 2013), la identificación de individuos que pertenecen al grupo de acción prolongada en la actua- lidad no es práctica en la rutina clínica. La FDA ha determinado que los datos que diferencian el riesgo entre los distintos NSAID son insuficien- tes para distinguir entre los medicamentos en el nivel reglamentario; además, se incluye una advertencia de riesgo cardiovascular en la etique- ta de todos los NSAID (U.S. Food and Drug Administration, 2015). Del mismo modo, todos estos fármacos tienen una advertencia de recuadro negro que contraindica su uso para el tratamiento del dolor perioperato- rio en el contexto de la cirugía CABG. Los NSAID con selectividad para COX-2 deben reservarse para pa- cientes con alto riesgo de complicaciones GI. El riesgo cardiovascular aparece para estar condicionado por factores que influyen en la exposi- ción al fármaco, tales como dosis, t1/2, grado de selectividad COX-2, fuer- za y duración del tratamiento. Por tanto, se debe prescribir la dosis más baja posible durante el periodo más breve posible. Presión arterial y eventos adversos renales Todos los NSAID han sido asociados con eventos adversos renales y reno- vasculares. Se puede esperar que hasta 5% de los usuarios regulares con NSAID desarrollen hipertensión. Los estudios clínicos sugieren que las complicaciones hipertensivas son más comunes en pacientes tratados con COX-2 selectiva que con NSAID no selectivos. El riesgo de insufi- ciencia cardiaca es más o menos el doble. Los NSAID tienen poco efecto sobre la función renal o la presión arte- rial en humanos sanos debido a la cantidad de sistemas que regulan la función renal. En situaciones que desafían los sistemas de regulación, tales como la deshidratación, hipovolemia, insuficiencia cardiaca conges- tiva, cirrosis hepática, enfermedad renal crónica, y otros estados de acti- vación de los sistemas simpatoadrenales o renina-angiotensina, la regulación de la función renal por formación PG se vuelve crucial (véase capítulo 37). Los NSAID perjudican la inhibición inducida por PG tanto de la reabsorción de Cl- como de la acción de la hormona antidiurética, que puede resultar en la retención de sal y agua. La inhibición de PG de- rivadas de COX-2 que contribuyen a la regulación del flujo sanguíneo medular renal puede conducir a un aumento en la presión arterial, lo cual incrementa el riesgo de eventos trombóticos cardiovasculares y de insufi- ciencia cardiaca. Los NSAID promueven la reabsorción de K+ como resul- tado de la disminución de la disponibilidad de Na+ en los sitios tubulares distales y la supresión de la secreción inducida por PG de la renina. El último efecto puede considerar, en parte, la utilidad de los NSAID en el tratamiento del síndrome de Bartter (consúltese sección Síndrome de Bartter). Nefropatía analgésica. La nefropatía por analgésicos es una condición de insuficiencia renal lentamente progresiva, con disminución de la ca- pacidad de concentración del túbulo renal y piuria estéril. Los factores de riesgo son el uso crónico de altas dosis de combinaciones de NSAID y las infecciones frecuentes del tracto urinario. Si se reconoce a tiempo, la in- terrupción de los NSAID permitirá la recuperación de la función renal. El embarazo La expresión de COX-2 miometrial y los niveles de PGE2 y PGF2α aumen- tan en el miometrio durante el trabajo de parto. Está demostrada la pro- longación de la gestación por NSAID en humanos. Algunos NSAID, en particular la indometacina, se han utilizado fuera de etiqueta para dete- ner el trabajo de parto prematuro. Sin embargo, este uso está asociado con el cierre del conducto arterioso y alteración de la circulación fetal en el útero, en particular en los fetos que tienen más de 32 semanas de ges- tación. Se han usado inhibidores selectivos de la COX-2 fuera de etiqueta como agentes tocolíticos; este uso se ha asociado con estenosis del ductus arterioso y oligohidramnios. La aspiración en dosis baja (81 mg/d) redu- ce el riesgo de preeclampsia en 24% cuando se usa como medicamento preventivo (fuera de etiqueta) después de las 12 semanas de gestación en mujeres que están en alto riesgo (LeFevre y Force, 2014). Hipersensibilidad Los síntomas de hipersensibilidad al ácido acetilsalicílico y los NSAID van desde rinitis vasomotora, urticaria generalizaday asma bronquial hasta edema laríngeo, broncoconstricción, rubor, hipotensión y choque. La intolerancia al ácido acetilsalicílico (incluido el asma asociado a dicho fármaco) es una contraindicación para el tratamiento con cualquier otro NSAID debido a la sensibilidad cruzada. A pesar de que es menos común en los niños, dicha sensibilidad puede ocurrir en 10-25% de los pacientes con asma, pólipos nasales o urticaria crónica y en 1% de individuos que parecen sanos. Es provocada incluso por dosis bajas (<80 mg) de ácido acetilsalicílico y al parecer involucra a la inhibición de la COX. El trata- miento de la hipersensibilidad al ácido acetilsalicílico es similar al de otras reacciones de hipersensibilidad graves, con el apoyo de la función del órgano vital y la administración de epinefrina. Resistencia al ácido acetilsalicílico Todas las formas de ineficacia del tratamiento con ácido acetilsalicílico se han denominado en conjunto resistencia al ácido acetilsalicílico, pero la re- sistencia farmacológica al ácido acetilsalicílico es rara. La pseudorresis- tencia, que refleja la absorción retrasada y reducida del fármaco, complica la administración de ácido acetilsalicílico con cubierta entérica, pero no la de liberación inmediata (Grosser et al., 2013). Hepatotoxicidad La lesión hepática ocurre en 17% de los adultos con sobredosis accidental de paracetamol (Blieden et al., 2014). La toxicidad hepática a partir de do- sis terapéuticas de paracetamol es muy rara (consúltese sección “Parace- tamol”). Por el contrario, la dosificación terapéutica de diclofenaco puede complicarse por hepatotoxicidad. Mientras que la clase completa de NSAID https://booksmedicos.org 691 In flam ación , in m un om od ulación y h em atop oyesis SECCIÓ N IV tiene una tasa de menos de una lesión hepática por cada 100 000 pacien- tes, el consumo crónico de diclofenaco se asocia con un riesgo de 6-11 lesiones hepáticas por cada 100 000 usuarios (Bjornsson et al., 2013; de Abajo et al., 2004) (consúltese sección “Diclofenaco”). Los NSAID no se recomiendan en la enfermedad hepática o renal avanzada. Síndrome de Reye Debido a la posible asociación con el síndrome de Reye, el ácido acetilsa- licílico y otros salicilatos están contraindicados en niños y en jóvenes me- nores de 20 años de edad con fiebre asociada a enfermedad viral (Schrör, 2007). El síndrome de Reye, una enfermedad grave y a menudo mortal, se caracteriza por el inicio agudo de encefalopatía, disfunción hepática e infiltración grasa del hígado y otras vísceras. Aunque no existe una com- prensión mecanicista, la asociación epidemiológica entre el uso del ácido acetilsalicílico y el síndrome de Reye es muy fuerte como para que las etiquetas de ácido acetilsalicílico y subsalicilato de bismuto indiquen el riesgo. Como el uso de ácido acetilsalicílico en niños ha disminuido drás- ticamente, también lo ha hecho la incidencia del síndrome de Reye. El paracetamol y el ibuprofeno no están implicados en el síndrome de Reye y son los agentes elegidos para la antipiresis en niños y jóvenes. Interacciones farmacológicas Deben consultarse las etiquetas de los productos individuales para obte- ner una lista completa de interacciones de medicamentos de NSAID. NSAID concomitantes y ácido acetilsalicílico de baja dosis Muchos pacientes consumen tanto NSAID para el dolor crónico como una dosis baja de ácido acetilsalicílico para la prevención cardiovascular. Los estudios epidemiológicos sugieren que esta terapia de combinación aumenta significativamente la probabilidad de eventos adversos GI sobre cualquier clase de NSAID. Además, la ocupación previa de la COX-1 pla- quetaria por el NSAID puede impedir el acceso del ácido acetilsalicílico a su objetivo de acetilación Ser 529 y prevenir la inhibición irreversible de la función de las plaquetas (Catella-Lawson et al., 2001). Está demostrado que esto ocurre con el ibuprofeno y el naproxeno y también puede afec- tar a otros NSAID no selectivos de isoforma (Li et al., 2014). Esta interac- ción medicamentosa puede socavar el efecto cardioprotector del ácido acetilsalicílico. Es poco probable que el celecoxib cause esta interacción in vivo, pero confiere un riesgo cardiovascular directo (Grosser et al., 2017). Por tanto, para el tratamiento de pacientes con enfermedad cardiovascu- lar preexistente sigue siendo un desafío particular debido a los efectos adversos cardiovasculares de los NSAID y el riesgo de interacciones de medicamentos que podrían socavar los efectos antiplaquetarios del ácido acetilsalicílico. Otras interacciones de medicamentos Los inhibidores de la ACE actúan, al menos en parte, al evitar la descom- posición de las quininas que estimulan la producción de PG (véase figura 39-4). Por tanto, los NSAID pueden atenuar la efectividad de los inhibi- dores de ACE al bloquear la producción de vasodilatadores y PG natriu- réticas. La combinación de NSAID e inhibidores de la ACE también puede producir hipercaliemia marcada, que conduce a la arritmia, en es- pecial en los ancianos y en pacientes con hipertensión, diabetes mellitus o cardiopatía isquémica. Los corticosteroides y los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina pueden aumentar la frecuencia o la gra- vedad de las complicaciones GI cuando se combinan con NSAID. Los NSAID pueden aumentar el riesgo de sangrado en pacientes que reciben warfarina porque casi todos estos medicamentos suprimen de forma temporal la función plaquetaria normal durante la administración de la dosis y, algunos, también aumentan los niveles de warfarina al in- terferir con su metabolismo. Por lo que debe evitarse la administración concurrente. Muchos NSAID están muy ligados a las proteínas sanguíneas, por lo que pueden desplazar a otros fármacos de sus sitios de unión. Dichas in- teracciones pueden ocurrir en pacientes que reciben salicilatos u otros NSAID junto con warfarina, agentes hipoglucémicos de sulfonilureas o metotrexato; la dosificación de tales agentes puede requerir un ajuste pa- ra prevenir la toxicidad. Se debe controlar a los pacientes que toman litio porque los NSAID, incluido el ácido acetilsalicílico, reducen la excreción renal de este fármaco y pueden provocar toxicidad. Uso pediátrico y geriátrico Usos terapéuticos en niños Los usos terapéuticos de NSAID en niños incluyen fiebre (paracetamol, ibuprofeno), dolor (paracetamol, ibuprofeno), dolor posoperatorio (in- yección de ketorolaco [dosis única]), trastornos inflamatorios, tales como artritis juvenil (celecoxib, etodolaco, meloxicam, naproxeno, oxaprozina, tolmetina) y la enfermedad de Kawasaki (dosis altas de ácido acetilsalicí- lico fuera de la etiqueta), y alivio de prurito ocular debido a rinitis alérgi- ca estacional e inflamación posoperatoria después de la extracción de catarata (solución oftálmica de ketorolaco). Enfermedad de Kawasaki. El ácido acetilsalicílico por lo general se evita en poblaciones pediátricas debido a su asociación potencial con el sín- drome de Reye (véase Síndrome de Reye). Sin embargo, se usan altas dosis de ácido acetilsalicílico (30-100 mg/kg/d) para tratar a los niños durante la fase aguda de la enfermedad de Kawasaki, a lo que sigue una terapia antiplaquetaria de dosis baja en la fase subaguda. Farmacocinética en niños Las recomendaciones de dosificación de NSAID con frecuencia se basan en la extrapolación de datos farmacocinéticos de adultos y niños mayores de 2 años, y a menudo los datos son insuficientes para la selección de do- sis en los lactantes más pequeños. Por ejemplo, la farmacocinética del NSAID más utilizado en niños, el paracetamol, difiere entre el periodo neonatal y niños mayores o adultos. La biodisponibilidad sistémica de las formulaciones del paracetamol rectal en neonatos y bebés prematuros es más alta que en pacientes mayores. La depuración del paracetamol se re- duce en neonatos prematuros, probablemente debido a su inmaduro sis- tema de conjugación de glucurónido (lasulfatación es la vía principal de biotransformación a esta edad). Por tanto, los intervalos de dosificación del paracetamol deben extenderse (8-12 h) o las dosis diarias deben redu- cirse para evitar la acumulación y la toxicidad hepática. La eliminación de ácido acetilsalicílico también se retrasa en los recién nacidos y niños pequeños en comparación con los adultos, lo que aumen- ta el riesgo de acumulación. La enfermedad también puede afectar la dis- posición de los NSAID en los niños. Por ejemplo, la concentración plasmática de ibuprofeno se reduce y la depuración aumenta (∼80%) en niños con fibrosis quística. Esto está muy relacionado con patologías GI y hepáticas asociadas con esta enfermedad. La cinética del ácido acetilsa- licílico se alteró notablemente durante la fase febril de la fiebre reumática o la vasculitis de Kawasaki. La reducción en la albúmina sérica asociada con estas condiciones causa una elevación de la concentración de salici- lato libre, que puede saturar la excreción renal y dar como resultado la acumulación de salicilato en niveles tóxicos. Además de la reducción de la dosis, en estas situaciones puede justificarse la vigilancia del medica- mento libre. Farmacocinética en ancianos La depuración de muchos NSAID se reduce en los ancianos debido a los cambios en el metabolismo hepático y la depuración de creatina. Los NSAID con una prolongada t1/2 y metabolismo oxidativo (es decir, piroxi- cam, tenoxicam, celecoxib) tienen concentraciones plasmáticas elevadas en pacientes de edad avanzada. Por ejemplo, las concentraciones plasmá- ticas después de la misma dosis de celecoxib pueden aumentar hasta dos veces más en pacientes mayores de 65 años que en pacientes menores de 50 años, lo que justifica el ajuste de la dosis. En pacientes mayores dismi- nuye la capacidad de la albúmina plasmática para unir fármacos y puede dar como resultado concentraciones más altas de NSAIDs no unidas. Por ejemplo, las concentraciones de naproxeno libre aumentan en pacientes de mayor edad, aunque las concentraciones plasmáticas totales permane- cen sin cambios, y la susceptibilidad más alta a complicaciones GI en los pacientes mayores se debe, en parte, a concentraciones elevadas de NSAID total o libre. Por lo general, es aconsejable comenzar la mayoría de los NSAID a una dosis baja en los ancianos e incrementar la dosifica- ción sólo si la eficacia terapéutica es insuficiente. Propiedades específicas de los NSAID individuales Las propiedades generales compartidas por los NSAID fueron considera- das en la sección “Fármacos antiinflamatorios no esteroideos”. En esta sección, se discuten características importantes de sustancias individua- les. Los NSAID se agrupan por su similitud química, como se muestra en la figura 38-1. Ácido acetilsalicílico y otros salicilatos Los salicilatos incluyen ácido acetilsalicílico, ácido salicílico, salicilato de metilo, diflunisal, salsalato (fármaco comercializado sin aprobación en Estados Unidos), olsalazina, sulfalazina, balsalazida, trisalicilato de coli- na y magnesio (fármaco comercializado sin aprobación en Estados Unidos), el silicato de magnesio, mesalamina y salicilamina (derivado carboxamida del ácido salicílico contenido como un ingrediente en algu- nas combinaciones de analgésicos OTC). El ácido alicíclico es tan irri- https://booksmedicos.org 692 Farm acoterap ia d e in flam ación , fieb re, d olor y gota CA PÍTU LO 38 ÁCIDO SALICÍLICO ÁCIDO ACETILSALICÍLICO COOH OH COOH OCOCH3 tante que sólo se puede utilizar de manera externa; por tanto, se han sintetizado diversos derivados de este ácido para uso sistémico. Por ejem- plo, el ácido acetilsalicílico es el éster de acetato del ácido salicílico (ASA). El ácido acetilsalicílico es un agente analgésico, antipirético y antiinfla- matorio ampliamente consumido. Debido a que el ácido acetilsalicílico está disponible, la posibilidad de uso indebido y toxicidad grave no se ha evaluado suficientemente, y sigue siendo una causa de intoxicación mor- tal en los niños. tuadas en la pared intestinal, las células rojas de la sangre y el hígado. Los tres principales productos metabólicos son el ácido salicilúrico (el conju- gado de glicina, el éter o glucurónido fenólico y el éster o glucurónido de acilo). Los salicilatos y sus metabolitos se excretan en la orina. La excre- ción de salicilatos libre es variable y depende de la dosis y del pH urina- rio. Por ejemplo, la eliminación de salicilato es casi cuatro veces mayor a pH 8 que a pH 6, y está muy por encima de la tasa de filtración glomeru- lar a pH 8. Las tasas de flujo de orina disminuyen la reabsorción tubular, mientras que lo contrario es cierto en oliguria. La t1/2 en plasma para el ácido acetilsalicílico es de alrededor de 20 minutos, y para los salicilatos es de 2-3 horas en dosis antiplaquetarias, que aumenta a 12 horas en do- sis antiinflamatorias habituales. La t1/2 del salicilato puede aumentar a 15-30 h en dosis terapéuticas altas o cuando se trata de intoxicación. Esta eliminación dependiente de la dosis es el resultado de la capacidad limi- tada del hígado para formar ácido salicilúrico y glucurónido fenólico, lo que resulta en una mayor proporción de fármaco inalterado que se excre- ta en la orina en dosis más altas. El metabolismo del salicilato muestra una alta variabilidad interindividual debido a la contribución variable de diferentes vías metabólicas. Las mujeres con frecuencia muestran concen- traciones plasmáticas más altas, debido tal vez a una menor actividad in- trínseca de la esterasa y diferencias de género en el metabolismo hepático. La depuración de salicilato se reduce y su exposición aumenta significa- tivamente en los ancianos. La concentración de salicilato del plasma se incrementa por las condiciones que disminuyen la tasa de filtración glo- merular o reducen la secreción de túbulo, tales como la enfermedad re- nal, o la presencia de inhibidores que compiten por el sistema de transporte (p. ej., probenecid). En caso de sobredosis, la hemodiálisis y las técnicas de hemofiltración eliminan con eficacia el ácido salicílico de la circulación. Seguimiento de concentraciones de salicilato en plasma. El ácido ace- tilsalicílico es uno de los NSAID para los que el salicilato en plasma pue- de proporcionar un medio para controlar la terapia y toxicidad. Las dosis intermitentes analgésicas y antipiréticas del ácido acetilsalicílico suelen producir niveles de ácido acetilsalicílico en plasma de menos de 20 μg/ mL y niveles de salicilato en plasma de menos de 60 μg/mL. El consumo diario de dosis antiinflamatorias de 4-5 g de ácido acetilsalicílico produce niveles de salicilato en plasma en el rango de 120-350 μg/mL. Los efectos máximos antiinflamatorios para los pacientes con enfermedades reumá- ticas requieren concentraciones de salicilato en plasma de 150-300 μg/ mL. Se pueden observar efectos adversos significativos a niveles superio- res a 300 μg/mL. En concentraciones más bajas la eliminación del medi- camento es casi constante (a pesar de que se aborda la saturación de la capacidad metabólica) porque la fracción del fármaco que está libre, y por tanto disponible para el metabolismo o la excreción, aumenta a medida que los sitios de unión en proteínas sanguíneas están saturados. La con- centración total de salicilato en el plasma es una función relativamente lineal de la dosis a concentraciones más bajas. Sin embargo, a concentra- ciones más altas, como las vías metabólicas de disposición se saturan, pequeños incrementos en la dosis pueden aumentar de forma despropor- cionada la concentración del salicilato de plasma. La falta de anticipación a este fenómeno puede conducir a la toxicidad. Usos terapéuticos Usos sistémicos. Las dosis analgésicas y antipiréticas del ácido acetilsalicí- lico para adultos es 325-1 000 mg por vía oral cada 4-6 h. Rara vez se usa para enfermedades inflamatorias tales como la artritis, las espondiloartro- patías, y el lupuseritematoso sistémico; se recomiendan los NSAID con un mejor perfil de seguridad GI. Las dosis antiinflamatorias de ácido acetil- salicílico, como podrían administrarse en la fiebre reumática, varían de 4 a 8 g/d en dosis divididas. La dosis diaria máxima de ácido acetilsalicílico recomendada para adultos y niños de 12 años o más es de 4 g. En bebés, o en aquellos casos en los que no está disponible la vía oral, es preferible la administración rectal de supositorios de ácido acetilsalicílico. El ácido acetilsalicílico suprime los signos clínicos y mejora la inflamación tisular en la fiebre reumática aguda. Otros salicilatos disponibles para el uso sis- témico incluyen salsalato (ácido salicilsalicílico), salicilato de magnesio, diflunisal y una combinación de salicilato de colina y salicilato de magne- sio (trisalicilato de colina y magnesio). El diflunisal es un derivado difluorofenilo de ácido salicílico que no se convierte en ácido salicílico in vivo. Es un inhibidor competitivo de la COX y un fármaco antiinflamatorio potente, pero en gran medida des- provisto de efectos antipiréticos, tal vez debido a la poca concentración en el CNS. El fármaco se ha utilizado principalmente como analgésico en el tratamiento de la osteoartritis y distensiones o esguinces musculoes- queléticos; en estas circunstancias, es casi de tres a cuatro veces más poten- te que el ácido acetilsalicílico. Para la artritis reumatoide o la osteoartritis, se administran 250-1 000 mg/d en dos dosis divididas; la dosis de mante- nimiento no debe exceder 1.5 g/d. El diflunisal puede producir menos La tabla 38-2 resume las propiedades clínicas farmacocinéticas de dos salicilates, ácido acetilsalicílico y diflunisal. Mecanismo de acción Los efectos del ácido acetilsalicílico son causados en gran parte por la ca- pacidad de esta para acetilar proteínas, como se describe en Inhibición irreversible de la ciclooxigenasa por ácido acetilsalicílico. Otros salicilatos por lo general actúan en virtud de su ácido salicílico, que es un inhibidor relativamente débil de las enzimas COX purificadas. El ácido salicílico también puede suprimir la regulación inflamatoria de la COX-2 al inter- ferir con la unión del factor de transcripción al promotor de COX-2. ADME Absorción. Los salicilatos ingeridos por vía oral se absorben muy rápido, partiendo del estómago, pero sobre todo de la parte superior del intesti- no delgado. El nivel plasmático máximo se alcanza alrededor de 1 h. La velocidad de absorción se determina por la disgregación y las velocidades de disolución de las tabletas administradas, el pH en la superficie de la mucosa y el tiempo de vaciado gástrico. Aunque el salicilato está más io- nizado a medida que aumenta el pH, un incremento en el pH también aumenta la solubilidad del salicilato y, por tanto, la disolución de la table- ta. El efecto general es mejorar la absorción. La presencia de alimentos retrasa la absorción de salicilatos. La absorción rectal de salicilato suele ser más lenta que la absorción oral y es incompleta e inconsistente. El ácido salicílico se absorbe muy rápido de la piel intacta, especial- mente cuando se aplica en linimentos o pomadas aceitosas; se ha produ- cido envenenamiento sistémico por su aplicación a grandes áreas de la piel. El salicilato de metilo se absorbe de igual forma cuando se aplica en la piel; sin embargo, su absorción GI puede demorarse muchas horas, lo que hace que el lavado gástrico sea efectivo para la eliminación, incluso en envenenamientos que ocurren después de la ingestión oral. El recubri- miento entérico retrasa y reduce la biodisponibilidad del ácido acetilsali- cílico en casi la mitad y hace que la absorción sea más variable en presencia de alimentos (Bogentoft et al., 1978), lo cual es muy probable que sea la causa de la “pseudorresistencia” al ácido acetilsalicílico (véase “Resistencia al ácido acetilsalicílico”). Distribución. Después de la absorción, los salicilatos se distribuyen a lo largo de la mayoría de los tejidos corporales y fluidos transcelulares, prin- cipalmente por procesos de pH dependiente. Los salicilatos se transpor- tan de forma activa fuera del CSF a través del plexo coroideo. Los medicamentos atraviesan fácilmente la barrera placentaria. El ácido aceti- lsalicílico ingerido se absorbe como tal, pero algunos entran en la circula- ción sistémica como ácido salicílico después de la hidrólisis por esterasas en la mucosa GI y el hígado. Alrededor de 80-90% del salicilato en el plas- ma está unido a las proteínas, en especial albúmina; la proporción del to- tal que se une disminuye a medida que aumentan las concentraciones plasmáticas. La hipoalbuminemia, como puede ocurrir en la artritis reu- matoide, se asocia con un nivel más alto en proporción que el salicilato libre en el plasma. El salicilato compite con una variedad de compuestos para sitios de unión a proteínas plasmáticas; éstos incluyen tiroxina, triyo- dotironina, penicilina, fenitoína, sulfinpirazona, bilirrubina, ácido úrico y otros NSAID, como el naproxeno. El ácido acetilsalicílico se reduce en una medida más limitada; sin embargo, acetila el plasma humano albúmina in vivo por reacción con el grupo de la lisina ε-amino y puede suprimir la unión de otros fármacos a la albúmina. El ácido acetilsalicílico también acetila otras proteínas de plasma y tejido, pero no hay evidencia de que esto contribuya a la eficacia clínica o eventos adversos. Metabolismo y excreción. El ácido acetilsalicílico se desacetiliza muy rá- pido para formar ácido salicílico por hidrólisis espontánea o esterasas si- https://booksmedicos.org 693 In flam ación , in m un om od ulación y h em atop oyesis SECCIÓ N IV TABLA 38-2 ■ NSAID: salicilatos, paracetamol y derivados del ácido acético CLASE/ FÁRMACO FARMACOCINÉTICA DOSIFICACIÓN COMENTARIOS COMPARADO CON ÁCIDO ACETILSALICÍLICO Salicilatos Ácido acetilsalicílico Máximo Cp, 1 h Unión a proteínas, 80-90% Metabolito, ácido salicilúrico t1/2 terapéutica, 2-3 h t1/2 dosis tóxica, 15-30 h Antiplaquetario, 40-80 mg/día Dolor/fiebre, 325-650 mg 4-6 h Fiebre reumática, niños 1 g/4-6 h o 10 mg/kg 4-6 h Permanente inhibición de la COX-1 plaquetaria Efectos adversos: GL, ↑ hipersensibilidad a tiempo de coagulación Evitar en niños con enfermedad febril aguda (síndrome de Reye) Diflunisal Máximo Cp, 2-3 h Unión a proteínas, 99% Metabolito, glucurónido t1/2, 8-12 h 250-500 mg cada 8-12 h (máximo = 1 g/dosis y 4 g/d); niños <12 años: 10-15 mg/kg cada 4 h (máximo 5 dosis/24 h) IV (>50 kg): 1 000 mg cada 6 h o 650 mg cada 4 h; (<50 kg): 15 mg/ kg cada 6 horas o 12.5 mg/kg cada 4 horas No metabolizado a salicílico, inhibidor competitivo de COX, excretado en la leche materna Analgésico y antiinflamatorio, 4-5 × más potente Antipirético, más débil Menos efectos secundarios GI y plaquetarios Derivado de paraaminofenol Paracetamol Máximo Cp, 30-60 min Unión a proteínas, 20-50% Metabolitos, glucurónidos (60%); sulfatos (35%) t1/2, 2 h 650 mg o menos cada 4 h (máximo de 4 000 mg/24 h) Débil inhibidor no específico de la COX en dosis comunes La potencia puede modularse por peroxidasa Sobredosis ⇒ metabolito tóxico, (NAPQI) necrosis hepática Equivalente analgésico/ antipirético Antiinflamatorio, efectos plaquetarios y GI < ácido acetilsalicílico a 1 000 mg/día Derivados del ácido acético Indometacina Máximo Cp, 1-2 h Unión a proteínas, 99% Metabolitos, O-desmetilo (50%); sin cambios (20%) t1/2, 2 h 25 mg 2-3 veces/día; 75-100 mg por la noche Efectos secundarios (3-50%); cefalea frontal, neutropenia, trombocitopenia; 20% discontinuo 10-40 × más potente; la intolerancia suele limitar la dosis Sulindaco (sulfóxido profármaco) Máximo Cp 1-2 h; metabolito activo 8 h, circulación enterohepática extensiva Metabolitos, sulfona/conjugados (30%); sulindaco (25%) t1/2, 7 h; 18 h para metabolito de sulfona activo 150-200 mg dos veces/día20% de efectos secundarios GI; 10% de efectos secundarios en el CNS (dolor de cabeza, salpullido) Eficacia comparable Etodolaco Máximo Cp, 1 h Unión a proteínas, 99% Metabolismo, t1/2 hepática, 7 h 200-400 mg 3-4 veces/día, max: 1 200 mg/día o 1 000 mg/día (liberación prolongada) >6 años (versión extendida): 400 mg/d (20-30 kg); agregar 200 mg/15 kg más wgt Alguna selectividad de COX-2 in vitro Efectos adversos similares a sulindaco, pero ∼la mitad de frecuente Eficacia de 100 mg de etodolaco ≈650 mg de ácido acetilsalicílico, puede ser mejor tolerado Tolmetina Máximo Cp , 20-60 min Unión a proteínas, 99% Conjugados de metabolito, carboxilato t1/2, 5 h Adultos: 400-600 mg 3 veces/d Niños >2 años: 20 mg/kg/d en 3-4 dosis divididas Retrasos en los alimentos contra la disminución absorción máxima Puede persistir en fluido sinovial ⇒ eficacia biológica > t1/2 en plasma Eficacia similar; 25-40% desarrolla efectos secundarios; 5-10% suspende el medicamento Ketorolaco Máximo Cp, 30-60 min Unión a proteínas, 99% Metabolito, glucurónido (90%) t1/2, 4-6 h Véase prospecto de la FDA en el paquete Parenteralmente (60 mg IM, luego 30 mg cada 6 h, o 30 mg IV cada 6 h) Disponible como prepa- ración ocular Potente analgésico, pobre antiinflamatorio (continúa) https://booksmedicos.org 694 Farm acoterap ia d e in flam ación , fieb re, d olor y gota CA PÍTU LO 38 TABLA 38-2 ■ NSAID: salicilatos, paracetamol y derivados del ácido acético (continuación) CLASE/FÁRMACO FARMACOCINÉTICA DOSIFICACIÓN COMENTARIOS COMPARADO CON ÁCIDO ACETILSALICÍLICO Diclofenaco Máximo Cp, 1 h; versión exten- dida, 5 h Unión a proteínas, 99% Metabolito, glucurónido y sulfuro (renal 65%, bilis 35%) t1/2 1.2-2 h (tabletas de liberación inmediata); 12 h ( parche de epolamina tópica) 50 mg 3 veces/día o 75 mg dos veces al día Como gel tópico, solución ocular, tabletas orales combinado con misoprostol Efecto de primer paso; biodisponibilidad oral, 50% Más potente; 20%, efectos secundarios; 2% discontinua; 15%, enzimas hepáticas elevadas Sustrato para CYP 2C9 es 3A4 Nabumetona (ácido 6-metoxi-2- naftilacético) Máximo Cp, ∼3 h Unión a proteínas, 99% Metabolitos, conjugados t1/2, 19-26 h; 22-38 h (ancianos) 500-1 000 mg 1-2 veces/d (máximo 2 000 mg/d); Los pacientes <50 kg menos propensos a requerir más de 1 000 mg/d Efectos de primer paso, 35% conversión de profármaco al metabolito activo; inhibición preferencial de COX-2 en dosis bajas; efectos adversos (13%): malestar GI, dolor abdominal Menos pérdida de sangre fecal durante la terapia a corto plazo El tiempo para la concentración máxima del fármaco en plasma (Cp) es después de una dosis. En general, los alimentos retrasan la absorción pero no disminuyen la concentración máxima. La mayoría de los NSAID son sometidos a metabolismo hepático, y los metabolitos se excretan en la orina. Se enumeran los principales meta- bolitos o vías de eliminación. La t1/2 típica está listada para dosis terapéuticas; en caso de que la t1/2 sea muy diferente de la dosis tóxica, también se indica. Se enume- ran las dosis orales en adultos a menos que se indique lo contrario. Consúltese la etiqueta actual del producto para obtener información completa sobre la prescripción, incluidas las indicaciones pediátricas actualizadas. efectos secundarios auditivos (consúltese Efectos ototóxicos) y parece causar menos, y de menor intensidad, efectos antiplaquetarios y GI que el ácido acetilsalicílico. Usos locales. La mesalamina (ácido aminosalicílico-5) es un salicilato que se utiliza por sus efectos locales en el tratamiento de la enfermedad inflama- toria intestinal (véase figura 51-4). Las formulaciones orales que adminis- tran el medicamento al intestino delgado son eficaces en el tratamiento de la enfermedad inflamatoria intestinal (en particular, colitis ulcerosa). Es- tas preparaciones se basan en recubrimientos sensibles a pH y otros me- canismos de liberación retardada tales como el enlace a otra fracción para crear un compuesto original poco absorbido que debe escindirse por las bacterias en el colon para formar el fármaco activo. La mesalamina está disponible como enema rectal para el tratamiento de la colitis ulcerosa leve a moderada, la proctitis y la proctosigmoiditis, y como supositorio rectal para el tratamiento de la proctitis ulcerosa activa. Los derivados de la mesalamina de uso clínico incluyen balasalazida, sulfasalazina y olsalazi- na. La sulfasalazina (salicilazosulfapiridina) contiene mesalamina unida covalentemente a sulfapiridina, y la balsalazida contiene mesalamina unida a la molécula portadora inerte 4-aminobenzoil-β-alanina. La sulfa- salazina y la olsalazina se han usado en el tratamiento de la artritis reu- matoide y la espondilitis anquilosante. Algunos medicamentos OTC para aliviar la indigestión y los agentes de diarrea contienen subsalicilato de bismuto y tienen el potencial de causar intoxicación por salicilato, parti- cularmente en niños. La acción queratolítica del ácido salicílico libre se emplea para el trata- miento local de verrugas, callos, infecciones fúngicas y ciertos tipos de dermatitis eccematosas. Después del tratamiento con ácido salicílico, las células del tejido se hinchan, ablandan y descaman. El salicilato de metilo (aceite de gaulteria) es un ingrediente común de los ungüentos y los lini- mentos de calentamiento profundo utilizados en el tratamiento del dolor musculoesquelético; también está disponible en hierbas medicinales y como agente aromatizante. La aplicación cutánea de salicilato de metilo puede dar como resultado concentraciones de salicilato sistémico farma- cológicamente activas, e incluso tóxicas, y se ha informado que aumenta el tiempo de protrombina en pacientes que reciben warfarina. Efectos adversos y toxicidad Respiración. Los salicilatos aumentan el consumo de O2 y la producción de CO2 (en especial en el músculo esquelético) a dosis antiinflamatorias, como resultado del desacoplamiento de la fosforilación oxidativa. El au- mento de la producción de CO2 estimula la respiración. Los salicilatos también imitan el centro respiratorio directamente en la médula. La fre- cuencia respiratoria y la profundidad aumentan, la tensión de CO2 en plasma (Pco2) cae y se produce una alcalosis respiratoria. Equilibrio acidoábasico y electrolítico y efectos renales. Las dosis tera- péuticas de salicilato producen cambios definidos en el equilibrio acido- básico y el patrón de electrolitos. La compensación para el evento inicial, la alcalosis respiratoria, se consigue por el aumento de excreción renal de bicarbonato, que está acompañado por un aumento de la excreción de Na+ y K+; por tanto, el bicarbonato de plasma disminuye y el pH sanguí- neo se normaliza. Esta etapa de acidosis renal compensadora se observa a menudo en adultos que reciben terapia intensiva de salicilato antes del desarrollo de alternativas más seguras. Hoy en día, es un indicador de intoxicación (véase Intoxicación con salicilato). Los salicilatos pueden causar retención de sal y agua, así como reducción aguda de la función renal en pacientes con insuficiencia cardiaca congestiva, enfermedad re- nal o hipovolemia. Aunque el uso a largo plazo de salicilatos por sí solo no suele asociarse con nefrotoxicidad, la ingestión prolongada y excesiva de mezclas analgésicas que contienen salicilatos en combinación con otros NSAID puede producir necrosis papilar y nefritis intersticial (véase Nefropatía analgésica). Efectos cardiovasculares. El ácido acetilsalicílico en dosis baja (≤100 mg por día) reduce el riesgo cardiovascular y se recomienda para la prevención de infarto del miocardio y accidente cerebrovascular en pacientes con riesgo elevado (véase sección Cardioprotección) (Patrono, 2015). A dosis terapéuticas elevadas (≥3 g diarios), la retención de sal y agua puede con- ducir a un aumento (≤20%) en el volumen plasmático
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