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31 El Proceso de Germinacion y Emergencia del Maiz

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Los Procesos de Germinación y 
 Emergencia en el Cultivo de Maíz 
 
El maíz es uno de los tres principales cereales producidos en el mundo junto con el trigo y el arroz, 
además es un cultivo cosmopolita, lo cual le ha permitido desarrollarse en una infinidad de condiciones 
climáticas, edáficas, sociales y ecológicas. Muchos son los factores que influyen sobre la productividad 
del maíz, iniciando propiamente desde la planeación del cultivo hasta su cosecha. En este sentido, al 
contar con una rápida y uniforme germinación y emergencia del maíz, se establece el primer escenario 
para lograr el rendimiento potencial al final del ciclo de producción. 
 
 
Proceso de germinación en maíz 
La germinación no es más que la reanudación de la actividad enzimática bajo condiciones favorables de 
humedad y temperatura, lo cual promueve una aceleración en la división y elongación celular hasta que 
finalmente emerge el embrión a través de la cubierta de la semilla de maíz. El proceso de germinación 
se desencadena como consecuencia de la absorción de agua a través de la cubierta de la semilla, a dicha 
etapa se le da el nombre de imbibición, durante la cual la semilla absorbe un 30 % de su peso seco en 
agua antes de comenzar a germinar. Una absorción menor a la indicada puede ocasionar que se detenga 
o retrase el proceso germinativo a causa de un secado rápido de la zona en donde se encuentra la 
semilla. 
 
 
 
Figura 1. Plántula de maíz en pre-emergencia en donde se aprecian los indicadores visuales de 
la germinación. 
Fuente: Nielsen, 2000. 
Radícula 
 
 
 
 
 
Los indicadores visuales de la germinación son: 1) emergencia de la radícula, este fenómeno tarda de 2 a 
3 días en lugares cálidos y con una adecuada humedad, pero puede también tardar hasta una o dos 
semanas cuando se tienen suelos secos y/o más frescos (<10 °C); 2) emergencia del coleóptilo, puede 
ocurrir en uno o varios días dependiendo de la temperatura del suelo, esta estructura vegetal rígida es la 
encargada de abrir paso a través del suelo para la emergencia de la planta, en virtud de la elongación del 
mesocotilo ; 3) emergencia de las raíces seminales laterales. Cuando las condiciones de temperatura (32 
a 35 °C) y humedad son adecuadas, las tres estructuras pueden emerger casi el mismo día. En suelos 
frescos la aparición del coleóptilo y las raíces seminales laterales se puede retrasar hasta por más de una 
semana después de que emerge la radícula. 
 
Proceso de emergencia del maíz 
La etapa VE dentro de la fenología del maíz 
está referida a la emergencia a través del suelo 
del coleóptilo u hojas (Abendroth et al., 2011). 
Una adecuada germinación no garantiza la 
emergencia exitosa del cultivo de maíz, para 
ello el coleóptilo debe alcanzar la superficie 
del suelo antes de que las hojas que tiene en 
su interior se expandan. Normalmente el maíz 
requiere de 100 a 120 GDD (grados días de 
desarrollo o suma térmica) para emerger, es 
entonces que la emergencia bajo condiciones 
favorables puede tomar de 5 a 7 días o hasta 
cuatro semanas en suelos con temperaturas 
muy frías. 
La elongación del mesocotilo permite la elevación del coleóptilo hacia la superficie del suelo, su 
capacidad para elongarse puede llegar aproximadamente hasta los 15 cm. El mesocotilo es blanco y 
tubular, responsable de la conexión entre la semilla y el coleóptilo; técnicamente es el primer entrenudo 
del tallo. Por otro lado, cuando el coleóptilo está cercano a la superficie del suelo comienza a estar 
expuesto a longitudes de onda corta (infrarrojo), las cuales provocan que se dé un cambio en la oferta 
de una o más hormonas de crecimiento del coleóptilo al mesocotilo, ocasionando que se detenga en 
este último su crecimiento (Vanderhoef y Briggs, 1978). Dado que la profundidad a la que la planta 
detecta la luz infrarroja es bastante constante, la profundidad de la corona o base del coleóptilo es 
similar, encontrándose entre 1.3 a 1.9 cm, a pesar de ser siembras de 2.5 cm de profundidad o mayores. 
 
Figura 2. Emergencia del coleóptilo del maíz en donde 
se aprecia el inicio de la expansión de la primera hoja 
verdadera. 
Foto: Kieran O’Keeffe. 
 
 
 
 
 
 
La continua expansión de las hojas dentro del coleóptilo termina en algún momento determinado por 
romperlo en su punta, permitiendo que la primera hoja verdadera pueda emerger. Si el alargamiento 
del mesocotilo ha sido el adecuado se tendrá la punta del coleóptilo, así como la emergencia de las 
hojas por encima de la superficie del suelo. 
Requisitos para una adecuada germinación y emergencia del maíz 
Humedad adecuada y uniforme. La 
humedad del suelo puede estar cerca de la 
capacidad de campo. La distribución de la 
humedad estará en función de las 
características físico-químicas del suelo, 
patrones de labranza, condiciones 
climáticas e irregular profundidad de 
siembra. Para la mayoría de las condiciones 
se recomienda una profundidad de 3 a 5 
cm, pero la siembra puede realizarse aún 
más profunda (6.5 a 7. 5 cm), si es donde 
encontramos la humedad uniforme. 
Temperatura adecuada y uniforme. 
Temperaturas menores a 10 °C provocan 
una lenta y/o irregular germinación, por lo 
que es esencial evitar en lo máximo las 
posibilidades de sembrar bajo estas 
condiciones de temperatura. Por el contrario, las temperaturas altas son responsables de una 
germinación rápida (5 a 7 días), siempre y cuando cuenten con la humedad adecuada. La 
desuniformidad de temperaturas en la zona donde se deposita la semilla puede ser a causa de la 
textura, color y drenaje del suelo, la cobertura de residuos en el terreno o la profundidad de siembra. 
Contacto adecuado y uniforme de la semilla con el suelo. Un contacto uniforme entre el suelo y la 
semilla permite de manera rápida y uniforme la imbibición o absorción de agua. Se debe evitar que se 
tengan terrones, piedras y una excesiva cantidad de residuos que obstruyan el contacto de la humedad. 
Superficie del suelo libre de costra. La formación de costra o compactación de la capa superficial 
restringe la aparición del coleóptilo, causando que emerjan las hojas por debajo del suelo e incluso ser 
causante de su muerte. Es recomendable evitar labranzas excesivas, sobre todo si se prevén lluvias 
antes de la emergencia del cultivo, además de no ejercer presiones excesivas con la rueda 
compactadora que limite la emergencia del coleóptilo. 
 
Figura 3. Plántula que no emergió por problemas de 
encostramiento del suelo. 
Foto: Lafitte. 
 
 
 
 
 
Fuentes consultadas 
Nielsen, R. L. 2014. The Emergence Process in Corn. Purdue University. EE. UU. 
Nielsen, R. L. 2015. Requirements for Uniform Germination and Emergence of Corn. Purdue University. 
EE. UU. 
Nielsen, R. L. 2000. Visual Indicators of Germination in Corn. Purdue University. EE. UU. 
O’Keeffe, K. 2009. Maize: Growth & Development. PROCROP. EE. UU. 50 p.

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