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AMIBIASIS Es una infección intestinal causada por el parásito Entamoeba histolytica. Es una parasitosis monoxénica y el hombre es el único hospedador conocido. Es importante destacar que existe otra especie no patógena, pero morfológicamente indiferenciable, Entamoeba dispar, al ser posible la diferenciación de ambas especies sólo a través de métodos moleculares, la presencia de la misma en un examen de heces se reporta como E. histolytica/dispar y debe ser tratada como E. histolytica para evitar complicaciones de la amibiasis intestinal. En el mundo: - Amplia distribución mundial, aunque se encuentra con mayor frecuencia en los trópicos, donde haya condiciones deficientes de higiene. - Se calcula que el 10% de la población mundial podría albergar quistes del parásito, pero en vista de la alta frecuencia de E. dispar (hasta 10 veces más frecuente), la prevalencia de E. histolytica está exageradamente valorada. - La incidencia de morbilidad para el 2010 fue calculada en 104 millones - Con una mortalidad de 5.450 En Venezuela: - No hay distribución geográfica específica - Se hace difícil establecer la prevalencia ya que los diagnósticos de casos agudos no son confiables y las encuestas coprológicas en estudios epidemiológicos no diferencian entre E. histolytica y E. dispar. - En estos estudios, ambas protozoosis muestran una prevalencia entre 6.8-42% de la población estudiada, habitualmente en áreas marginales o rurales. - No es una enfermedad de notificación obligatoria y no existe un programa de control específico para ella. • Taxonomía: o Subphylum Sarcodina: parásitos que se mueven e incorporan alimentos por medio de pseudópodos. ▪ Clase Lobosea: emiten pseudópodos de tipo lobópodo, gruesos, de extremidades redondeadas. • Orden Amoebida: presentan un solo núcleo en fase vegetativa. o Familia Endamoebidae: agrupa todas las amibas presentes en el aparato digestivo de los animales, existiendo en el hombre los géneros: Entamoeba, Endolimax y Dientamoeba, de los cuales Entamoeba histolytica, es patógena para el hombre, las demás son consideradas comesales. Dentro del orden Amoebidae existen amibas de vida libre como: Naegleria, Hartmanella, Acanthamoeba, parásitos facultativos cuando el hombre se infecta con ellos. • Morfología: o Trofozoíto: (forma vegetativa): es la forma más activa debido a que está alimentándose y multiplicándose constantemente. Tiene una membrana plasmática que se observa como una estructura limitante entre el medio interno y el externo. El citoplasma se divide en: ectoplasma, la zona más externa, aspecto claro, es la mayor área de emisión de pseudópodos; endoplasma, es el citoplasma propiamente dicho, aspecto granuloso, aquí se encuentra el núcleo. El núcleo, es esférico, presenta una membrana nuclear y gránulos de cromatina pequeños en su periferia. Poseen un cariosoma, que es una estructura de cromatina, puntiforme, intensamente coloreada, en el centro del núcleo. El espacio entre el cariosoma y la cromatina periférica es el nucleoplasma. o Prequiste: estadio intermedio entre la forma vegetativa y la quística, es redondeado, membrana más gruesa que envuelve el cuerpo celular, ausencia de vesículas y vacuolas alimenticias en el interior del citoplasma. Un núcleo que puede ser más grande que el del trofozoíto. o Quiste (forma de resistencia): esféricos, la membrana quística es refringente, en el citoplasma se pueden observar vacuolas de glucógeno (formas inmaduras) y los llamados cuerpos cromatoidales, en número de 1-3, que son estructuras en forma de bastón típicas de la especie. Tiene de 1 a 2 núcleos para las formas inmaduras, y hasta 4 en las formas maduras (los núcleos de los quisten inmaduros son de mayor tamaño). o Metaquiste: se presenta como una masa protoplasmática de 4 núcleos, con las mismas características morfológicas de los quistes tetranucleados. La diferencia radica en su forma irregular. Estas formas darán origen a los trofozoítos metaquísticos, de morfología semejante a los trofozoítos verdaderos, pero de menor tamaño. • Biología: - Hábitat definitivo: pared y luz del intestino grueso, con preferencia por regiones cecoascendente y rectosigmoidea ya que son espacios con mayor éstasis fecal. En estas regiones viven en forma de trofozoíto, alimentándose y multiplicándose por fisión binaria. - El hombre sano se infecta al ingerir quistes maduros tetranucleados - Estos pasan el TGI sin sufrir modificaciones, y al llegar a la válvula ileocecal, gracias a la presencia de bacterias como Clostridium perfrigens, sufren un proceso de desenquistamiento. - La forma parasitaria que abandona el quiste se llama metaquiste y sufre un proceso de multiplicación que dará origen a 4 trofozoítos metaquísticos - Estos se multiplican por fisión binaria, colonizando colon y continuando su crecimiento hasta transformarse en trofozoítos. - Estos pasarán a formar prequistes, el cual dará lugar a quistes inmaduros y por multiplicación de sus núcleos pasará a quistes maduros tetranucleados, estos últimos constituyen la forma parasitaria de eliminación, muy resistentes a condiciones ambientales. - Los trofozoítos pueden ser eliminados con las heces al exterior, pero son rápidamente destruidos. - Período prepatente: 1-44 días. • Patología: son primariamente intestinales y secundariamente extraintestinales (hígado, pulmón, cerebro, piel). - Lesiones intestinales: se dan principalmente en ciego, sigmoides y recto. La primera lesión que se produce es lisis celular. La amiba invade mucosa, atraviesa la muscularis mucosae y se instala en la submucosa. Allí se multiplica activamente determinando reacciones inflamatorias que llevan a aparición de edema, isquemia y necrosis, de esta manera se produce la ruptura de los tejidos y la formación de úlceras. La úlcera en botón de camisa (abertura pequeña y fondo ancho), es una denominación anatomopatológica. Macroscópicamente se caracteriza por una elevación nodular de la mucosa que presenta una pequeña abertura, comunicándose con la submucosa, presentándose esta como una cavidad en cuyo fondo se puede encontrar una masa gelatinosa de color amarilla-grisácea de aspecto fibrinoide. La cual al ser analizada microscópicamente revela la presencia de moco, células lisadas y trofozoítos de E. histolytica. Esta lesión está rodeada por tejido hemorrágico o congestivo. Debido a la necrosis de la mucosa, se forman úlceras que van aumentando de tamaño, pudiendo llegar incluso a la capa muscular del colon y perforándola. Cuando las lesiones se vuelven crónicas, las capas submucosas y musculares se hacen espesas, adquiriendo apariencia gelatinosa. La lesión puede evolucionar a cura espontánea o medicamentosa, en este caso, si las lesiones son grandes, el tejido cicatricial sustituye la mucosa y en consecuencia se producen retracciones que pueden alterar el tránsito del bolo fecal, lo que lleva a saculaciones intestinales. El sitio de localización de los trofozoítos es: los bordes de la lesión, las criptas de las glándulas de Lieberkühn o en el tejido interglandular. Además de la lisis celular, se produce trombosis en los capilares, que determinan hemorragias petequiales conjuntamente con infiltración celular local, siendo escasa la respuesta leucocitaria, pero cuando la hay, es predominantemente linfocitaria, apareciendo algunos eosinófilos de manera tardía. Cuando hay infiltración celular importante, es debida a la acción secundaria de las bacterias, ya que la E. histolytica es considerada como un elemento no piógeno. Debido a esto, consideramos la amebiasis como un proceso necrótico-degenerativo, más que como un proceso inflamatorio, el cual aparece posteriormente gracias a la invasión bacteriana secundaria. Los granulomas amebianos (amebomas), son masas nodulares, de consistencia firme, dolorosos y no adheridos,que podemos observar en pequeño porcentaje de las infecciones a nivel cecal o sigmoidal. Suele confundirse con tumores, TBC intestinal o granulomas actinomicóticos. Finalmente existe el megacolon tóxico de etiología amebiana, sumamente grave con alta mortalidad. Las complicaciones de la amebiasis intestinal son: apendicitis, granulomas, pseudopoliposis, perforación intestinal y hemorragias, sobre todo a nivel cecal. - Lesiones extraintestinales: pueden producirse por diseminación hematógena o por contigüidad. o Absceso hepático: antes de instalarse el absceso se produce una hepatitis amibiana, que es una respuesta hepática a la acción de bacterias, detritos y materiales tóxicos producto de las úlceras en colon. El absceso amebiano, más que un verdadero absceso, corresponde a una necrosis de tipo colicuativa y se ubica usualmente en la superficie del órgano. Histopatológicamente se observa una extensa área de necrosis, en la cual la estructura del órgano ha desaparecido, siendo sustituido por tejido amorfo, eosinofílico. En la periferia, existe una capa de tejido conjuntivo fibroso, conteniendo numerosos canalículos neoformados. Este tejido está infiltrado por elementos linfoides. Existen áreas de extravasación sanguínea y en la periferia se nota el tejido hepático comprimido. Los espacios interlobulillares presentan fibrosis y evidente infiltración de linfocitos y plasmocitos. El absceso presenta contenido marrón, achocolatado, aumenta de tamaño progresivamente, la pared se hace más gruesa, el contenido se liquefacta y se vuelve viscoso. Este tipo de lesión tiende a ser única, pero puede ser múltiple, de evolución aguda o crónica. o Localización pulmonar: usualmente se produce por contigüidad con lesión hepática. Por ende, con mayor frecuencia se producen en la base del pulmón derecho, y se caracteriza por necrosis del tejido afectado, con reacción vascular alrededor y exudado fibrinoso. La masa puede delimitarse o llegar hasta los bronquios sobreviniendo infección bacteriana secundaria. o Localización cerebral: también se pueden formar abscesos, por diseminación hematógena, siendo una complicación rara y siempre secundaria a la lesión del hígado. o Localización dérmica: proceso ulcerativo que se extiende rápidamente, con contorno irregular, acompañado de dolor y sensibilidad extrema, se ve más frecuentemente en región peneal, perianal, perineal y pared abdominal. • Sintomatología: o Amibiasis intestinal: el período de incubación varía entre 20-95 días. En los casos agudos de la enfermedad, hay una invasión rápida y violenta de la mucosa intestinal, presentando heces de aspecto disentérico franco. En los casos crónicos, se presentan evacuaciones con moco y sangre de manera ocasional. ▪ Casos asintomáticos: o portadores sanos, son los casos más frecuentes, responsables en gran parte de la diseminación de la infección. ▪ Amibiasis intestinal aguda: corresponde a formas disentéricas, el paciente manifiesta dolor abdominal y evacuaciones de carácter disentérico, desde el comienzo de la enfermedad. Estos síntomas disentéricos aparecen después de un ataque de diarrea, y el moco y la sangre se van sumando al cuadro, concomitantemente cólicos abdominales, tenesmo rectal, vómitos, malestar general. La fiebre NO es frecuente, y si se presenta es debido a una sobreinfección bacteriana; este es un dato que nos ayuda a diferenciar entre un cuadro de disentería bacteriana o amibiana, ya que, en la primera, la fiebre aparece al inicio, no así en la segunda, como ya se explicó. La frecuencia de síntomas en amibiasis intestinal aguda es: disentería 80%, moco solo 20%, constipación 30%, nauseas 80%. ▪ Colitis amibiana subaguda: los síntomas antes mencionados se atenúan, pudiendo llegara a la constipación, con períodos de diarrea con abundante moco y sangre. ▪ Forma gangrenosa: o fulminante, abundante hemorragia intestinal con tenesmo rectal insistente, fiebre y muerte en pocos días. ▪ Amibiasis intestinal crónica: si el paciente en etapa subaguda no se trata o cura espontáneamente, puede ser objeto de un ataque de disentería amibiana aguda, un período de latencia y una nueva recaída disentérica. Esta secuencia de acontecimientos constituye la forma crónica de la enfermedad. En esta fase se puede sumar la pérdida de peso, astenia, flatulencias, insomnio, irritabilidad. Esta fase es de duración variable y puede evolucionar a la curación espontánea o a complicaciones extraintestinales. o Amibiasis extraintestinal: ▪ Absceso hepático: dolor o sensación de peso en hipocondrio derecho, rigidez de los músculos abdominales de esta zona, náuseas y vómitos, fiebre irregular e intermitente, escalofrío, pérdida de peso. Al examen físico: hepatomegalia, dolor a la percusión en hipocondrio derecho que puede irradiarse al hombro. El examen radiológico revela elevación del hemidriafragma derecho. Usualmente hay leucocitosis con eosinofilia, y en pocos casos se ve ictericia. ▪ Amibiasis pulmonar: puntada de costado, escalofríos, fiebre, leucocitosis. Se revela mediante Rx de tórax, observándose además de los datos antes mencionados en hígado el absceso en el parénquima pulmonar. • Diagnóstico: - Clínico epidemiológico: la clínica nos orienta en el diagnóstico. Así como también datos epidemiológicos como: clase social, ocupación, hábitos alimenticios, tipo de agua que consume el paciente, etc. - Demostración directa del parásito: o Examen directo de heces: se observan trofozoítos en heces líquidas y quistes en heces pastosas. o Coloraciones: Quensel si las heces son diarreicas y Lugol si son blandas, pastosas o formadas o Método de Faust: en formas crónicas para ver quistes. o Ojo: en amibiasis intestinal aguda, en el examen de heces, se encuentran trofozoítos, nunca quistes. - Métodos inmunológicos: o ELISA o Hemaglutinación indirecta o Útiles cuando hay afectación extraintestinal o en amibiasis invasoras de intestino - Métodos auxiliares: o Leucograma fecal: nos orienta en el diagnóstico ya que en caso de amibiasis hay predominio de mononucleares, y en diarreas bacterianas predominan los PMN. o Cristales de Charcot Leyden o Endoscopia, ecografía, TC, RMN • Tratamiento: o Metronidazol VO (proceso agudo intestinal o absceso extraintestinal). Aunque hay quienes, en caso de abscesos, prefieren iniciar el tratamiento VEV y posteriormente pasar a VO o Tinidazol o Iodoquinol: para la eliminación de los quistes o Como alternativa para portadores: paromomicina. o Drenaje Qx de absceso hepático: Criterios: gran tamaño, cercanía a serosas, absceso de LHI. o Otros casos que puedan ameritar resolución quirúrgica: apendicitis, ameboma, colitis fulminante, complicaciones pleuropulmonares, pericarditis. • Epidemiología: • Profilaxis: ESLABÓN A RESERVORIO ESLABÓN B MECANISMO DE TRANSMISIÓN ESLABÓN C HOSPEDADOR SUSCEPTIBLE o Humano infectado o Principalmente los portadores sanos (eliminan quistes) o Antroponosis o Mecanismo de transmisión: oral pasivo. o Forma parasitaria de eliminación (FPE): trofozoítos (solo en infección aguda) y quistes maduros tetranucleados (en fase crónica) o Puerta de salida (PS) o vía de eliminación (VE): Ano o Medio de eliminación (MEI): Heces o Forma parasitaria infectante (FPI) o forma parasitaria de penetración (FPP): quistes maduros tetranucleados o Medio de penetración (MP): Ingestión de quistes maduros tetranucleados procedentes del suelo o aguas o alimentos contaminados o Puerta de entrada (PE) o vía de penetración (VP): Boca o Vector mecánico: moscas (no es indispensable en la transmisión) o Hombre sano ESLABÓN A RESERVORIO ESLABÓN B MECANISMO DE TRANSMISIÓN ESLABÓN C HOSPEDADOR SUSCEPTIBLE o Tratamiento de personas infectadas o Control de manipuladores de alimentoso Buena disposición de excretas o Agua potable para consumo humano (el agua clorada no elimina los quistes) o Control de manipuladores de alimentos o Lavar bien los vegetales crudos o Control de moscas o Adecuado lavado de manos o Evitar utilizar heces humanas como fertilizante o Educación sanitaria o Mejorar las condiciones socioeconómicas AMIBAS COMENSALES DEL HOMBRE Estas habitan el organismo humano sin causar efectos patógenos, por eso se les da el nombre de “comensales”. Su estudio es importante porque deben ser diferenciadas de la única amiba patógena: E. histolytica, adicionalmente, porque la presencia de cualquiera de estas amibas es un indicador epidemiológico de que la persona ha tenido contacto con alimentos o aguas contaminadas con materia fecal. Entamoeba coli La forma trofozoíta (vegetativa) teñida con hematoxilina férrica, tiene citoplasma gris azulado, núcleo prominente, revestido internamente de cromatina periférica, cariosoma grande, irregular y excéntrico, nucleoplasma sucio, se diferencia de E. histolytica porque no fagocita eritrocitos. El quiste, teñido con hematoxilina férrica, tiene de 1 a 8 núcleos, similares a los de la forma trofozoíta, tiene cuerpos cromatoides simulando astillas de vidrio en el 10% de los casos. Se diferencian de E. histolytica en que siempre tienen más de 4 núcleos. Entamoeba hartmanni Antes considerada como E. histolytica “enana”. Fagocita bacterias y hongos en intestino grueso. En el trofozoíto, se observa un núcleo pequeño, con cariosoma puntiforme excéntrico. En el quiste se observan cuerpos cromatoides con extremidades cuadradas. Entamoeba gingivalis Protozoario comensal de la cavidad bucal humana, se encuentra en encías, sarro, caries, abscesos y supuraciones dentales. Sólo se le conoce forma vegetativa, tiene membrana celular revestida de finos gránulos de cromatina, cariosoma central y pequeño y vacuolas de diferentes tamaños en el citoplasma. Iodamoeba bütshlii La forma vegetativa tiene un núcleo vesicular, sin cromatina periférica, cariosoma central que ocupa casi la totalidad del nucleoplasma. Forma quística, redondeada u oval, generalmente irregular, lo que permite su diferenciación con quistes de otros protozoarios. Posee un solo núcleo, se observa la presencia de un corpúsculo compacto de glucógeno Endolimax nana Forma vegetativa, la membrana nuclear está revestida internamente de gránulos de cromatina de forma intermitente, cariosoma único, de contornos irregulares, central o ligeramente excéntrico. Se pueden observar vacuolas alimenticias en el citoplasma. Forma quística, forma oval, 1-4 núcleos, cuerpos cromatoides pequeños, esféricos, baciliformes, dentro de las vacuolas (forma cocoide o de barras curvas). AMIBAS DE VIDA LIBRE COMO PATÓGENOS EVENTUALES Hartmannella (H. hialina, H. agrícola, H. glebae, H. rhyzoides) Pertenecen al orden Amoebida, suborden Acanthopodina. Presentan pseudópodos lobosos como E. histolytica, pero a partir de ellos emiten otros pseudópodos finos, filiformes. Los trofozoítos son discoides y producen quistes. Son causantes de meningoencefalitis. ACANTAMEBIASIS: Acanthamoeba (A. castellani, A. culbertsoni, A. polyphaga, A. astonyxis, A. palestinensis, A. healyi, A. hatchetti, A. rhysodes, A. divionensis, A. lugdunensis y A. lenticulata) Son protozoarios de vida libre. Tienen una forma trofozoíta con proyecciones finas de la membrana llamadas acanthopodia, la forma quística es poliédrica. Ambas formas se pueden encontrar en los tejidos y en la naturaleza. Es una parasitosis accidental del humano que causa encefalitis granulomatosa amibiana (EGA) e inflamación de la córnea o queratitis amibiana (QA). En el caso de EGA la puerta de entrada parece ser heridas en la piel, por vía respiratoria o genitourinaria, y la diseminación a SNC por vía hematógena. En el caso de la QA, la infección habitual ocurre por higiene deficiente en el manejo de lentes de contacto, aunque se han dado casos en pacientes que no utilizan los mismos. La amiba habita en suelo, aguas naturales o artificiales, y se han encontrado sus quistes incluso en el aire. El parásito invade preferiblemente individuos con inmunodeficiencia. En la piel ocurren lesiones papulonodulares que pueden ulcerarse en tronco y extremidades. La EGA ocurre semanas o meses después de las lesiones granulomatosas primarias en piel o en pulmón. Los síntomas son: cefalea, trastornos motores, sensoriales, mentales, meníngeos. En el ojo puede causar queratitis y úlceras corneales crónicas. El diagnóstico clínico se complementa con la imagenología encefálica, donde se observan múltiples lesiones en la masa cerebral. Los parásitos NO se detectan en LCR, por lo que se requiere realizar biopsia de la lesión y estudio morfológico, inmunológico e inmunihistoquímico con Acs específicos marcados con fluoresceína y enzimas, y el Dx molecular. Las lesiones en piel se detectan de la misma forma. En el caso de QA se realiza raspado corneal al fresco o teñido con Giemsa, para detectar el parásito. En cuanto al tratamiento, los ensayos terapéuticos incluyen combinación de pentamidina, itraconazol, fluconazol, ketoconazol, paromomicina, polimixina, trimetoprim-sulfametoxazol, azitromicina, entre otros medicamentos. La mortalidad de los casos cutáneos cuando se combina con EGA es casi 100%. Las lesiones corneales se tratan con antisépticos catiónicos como clorhexidina, hexamidina, en combinación con propamidina y neomicina sistémica por períodos prolongados. No existen medidas particulares de control para la EGA. Para la QA, se recomienda adecuada higiene de lentes de contacto con solución salina esterilizada con calor o benzilconio, así como la no utilización de lentes de contacto cuando se está nadando. No existe distribución geográfica particular. NAEGLERIASIS: Naegleria fowleri El parásito tiene forma vegetativa con la peculiaridad de poseer una forma flagelada en agua destilada y quistes de forma esférica con una sola capa (lo que los diferencia de Acanthamoeba que posee 2 capas). Es un parásito termófilo, por ende, su hábitat se restringe a aguas tibias de hasta 45°C, que ocurre en veranos calientes en piscinas o en aguas de plantas termoeléctricas. Infecta a personas sanas usualmente niños y jóvenes. Una porción importante de los casos se ha reportado en Australia y USA. La penetración se hace a través de la membrana olfatoria, hacia el nervio olfatorio, espacio subaracnoideo y de allí al cerebro. Provoca lesiones necróticas, hemorrágicas e inflamatorias purulentas de corteza cerebral y meninges, similares a una meningitis bacteriana, pero “esteril”. La clínica de la meningitis amebiana primaria (MAP) es aguda y fulminante, con una incubación de días hasta 2 semanas. Comienza con distorsión del sentido del olfato y gusto, hasta evolucionar a meningoencefalitis aguda, coma y muerte en 1 semana. El diagnóstico clínico- etiológico es difícil, la presunción clínica debe sustentarse en el dato epidemiológico de contacto reciente con aguas tibias estancadas. Los trofofozoítos se detectan en LCR y así mismo, en los tejidos se detectan sólo trofozoítos. El LCR es purulento, sin bacterias. La inmunofluorescencia, la inmunohistoquímica y detección molecular, permiten el diagnóstico. El tratamiento es limitado y más del 95% de los pacientes fallecen. Se administra anfotericina B IV a dosis altas, incluyendo vía intratecal, con terapia adyuvante con rifampicina, miconazol y sulfisoxazol. BLASTOCISTOSIS: Blastocystis hominis Es una parasitosis monoxénica, y aparte del humano se ha localizado en animales mamíferos y aves. En el mundo: - Amplia distribución mundial en todos los climas - Existen varios subtipos y el más frecuente es el ST3 - Se estiman mil millones de personas infectadas En Venezuela: - Amplia distribución en elpaís - Se hace difícil establecer cifras nacionales de prevalencia dado que el examen directo de las heces no se realiza regularmente por el programa de control de parasitosis intestinales. - Un estudio coprológico realizado en la región centro norte costera en el período 2007-2010 reportó una prevalencia de 42.3% en la población urbana. • Morfología: Se presenta en 4 formas: trofozoítos avacuolares, univacuolares, multivacuolares; quistes, formar granulares y formas ameboides con pseudópodos. La forma más frecuentemente vista en las heces es la trofozoítica con una gran vacuola central y varios núcleos. • Biología: - Se adquiere por contaminación fecal de otros humanos o animales, posiblemente a través de la ingesta de la forma quística del parásito, que se encuentra en el agua, alimentos o manos contaminados con materia fecal. - Se conoce poco de su ciclo evolutivo - Los quistes liberan al trofozoíto en el duodeno por acción de los jugos digestivos - Se reproducen de manera asexual por: esquizogenia, endodiogenia y esquizogonia. • Patología y sintomatología: Su patología no está del todo clara. Se sabe que no invade la mucosa colónica y en algunos casos se ha detectado edema con infiltración linfo plasmocitaria. Se sugiere que el parásito fomenta un cambio en la permeabilidad y apoptosis de enterocitos con trastorno de la función de barrera, y la producción de proteasas que degradan la IgA. Así mismo promueve la liberación de citoquinas proinflamatorias en esos enterocitos. En general, el parásito subsiste en el individuo sin causar patología. Se habla de colonización intestinal. Y el individuo podría convertirse en sintomático cuando haya un cambio en la respuesta inmunológica o que haya cambios en la capacidad patogénica del parásito, presentando síntomas inespecíficos como diarrea, náuseas, dolor abdominal y flatulencias. • Diagnóstico: - Examen de heces directo - Método de fijación con MIF (Mertiolato-Yodo-Formol) - Métodos moleculares. • Tratamiento: - Metronidazol - Secnidazol - Trimetoprim-sulfametoxazol • Epidemiología: ESLABÓN A RESERVORIO ESLABÓN B MECANISMO DE TRANSMISIÓN ESLABÓN C HOSPEDADOR SUSCEPTIBLE o Humano infectado, primates, otros mamíferos, aves o Mecanismo de transmisión: oral pasivo. o Forma parasitaria de eliminación (FPE): quistes maduros o Puerta de salida (PS) o vía de eliminación (VE): Ano o Medio de eliminación (MEI): Heces o Forma parasitaria infectante (FPI) o forma parasitaria de penetración (FPP): quistes o Medio de penetración (MP): Ingestión de quistes procedentes del suelo o aguas o alimentos contaminados o Puerta de entrada (PE) o vía de penetración (VP): Boca o Hombre sano • Profilaxis: Referencias bibliográficas: 1. Incani R., 2000. Parasitología. 2da Edición. Valencia: Ediciones Delforn, C.A. 2. Incani, R., 2020. Epidemiologia de las Enfermedades Parasitarias. Su importancia en el mundo y en Venezuela. 1era Edición. Valencia: IPAPEDI. Dra. Antonietta A. Ramos Del Giaccio Profesora de la cátedra de parasitología de la Universidad de Carabobo. ESLABÓN A RESERVORIO ESLABÓN B MECANISMO DE TRANSMISIÓN ESLABÓN C HOSPEDADOR SUSCEPTIBLE o Tratamiento de personas infectadas o o Buena disposición de excretas o Agua potable para consumo humano (el agua clorada no elimina los quistes) o Lavar bien los vegetales crudos o Adecuado lavado de manos o Evitar utilizar heces humanas como fertilizante o Educación sanitaria o Mejorar las condiciones socioeconómicas
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