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Anatomía clínica878 óseo (espondilodiscitis), el genitourinario (pielonefritis) y el gastrointestinal, en el que cobran gran importancia la enfermedad de Crohn, la apendicitis aguda y las neoplasias colónicas. A pesar de esto, se considera que sólo en un 20% de los casos se alcanza a identificar claramente el fac- tor causal. Por lo general el absceso primario ocurre en menores de 30 años y se asocia con Staphiloccocus aureus en el 85-90% de los casos, mientras que el 80% de los secundarios se origina a partir del tracto gastrointestinal, donde hasta en un 60% surgen como complicación de una enfermedad de Crohn, con otras causas que le siguen de lejos: apendicitis (16%), patologías del colon (11%), infecciones de discos intervertebrales y osteomielitis (10%), así como también la pionefrosis, las infecciones perirrenales, la tuberculosis y las complicaciones posquirúr- gicas. En el absceso secundario a infecciones entéricas, aunque se demuestra una variedad de organismos causa- les, es la Escherichia coli el agente más frecuentemente ais- lado. De forma individual, aún podemos considerar la os- teomielitis vertebral lumbar como la fuente más importan- te de diseminación del Mycobacterium tuberculosis para causar abscesos secundarios. El 75% de los casos informa- dos son hombres. Sólo en el 2-3% de los casos el absce- so se presenta de forma bilateral, con un compromiso del 57% en el lado derecho y del 40% en el izquierdo. La tríada sintomática clásica incluye dolor, cojera y fiebre, aun- que ésta se presenta en un pequeño porcentaje de casos. El dolor suele localizarse en la cadera ipsolateral, aunque en ocasiones se irradia a la pared abdominal, espalda, región inguinal, flanco, rodilla, o incluso a la región sural. La mayoría de los pacientes presentan malestar general, pérdida de peso, anorexia y masa palpable. La eco- grafía es una buena técnica inicial para el diagnóstico ante sospecha de un absceso del psoas; éste se comporta como una masa hipoecogénica; sin embargo, su sensibilidad Cresta ilíaca M. ilíaco M. psoas menor Espina ilíaca anterior inferior M. psoas mayor Sínfisis del pubis M. sartorio M. aductor largo M. semitendinoso M. grácil M. aductor mayor M. glúteo mayor M. obturador interno M. isquiococcígeo M. piriforme Sacro5a vértebra lumbar Fig. 9-37. Vista medial de la pared de la pelvis, desde el plano mediano. Músculo obturador interno y piriforme. M. obturador externo M. glúteo medio M. glúteo menor M. glúteo mayor M. iliopsoas M. glúteo mayor M. aductor largo M. aductor cortoM. bíceps femoral (cabeza larga) y m. semitendinoso M. gemelo superior M. gemelo inferior M. obturador interno M. aductor mayor Fig. 9-38. Vista posterior de la región glútea profunda dere- cha. Músculo obturador externo. b027-09.qxd 7/14/11 1:00 PM Page 878
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