Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
ocurre con la información muscular, las fibras viscerales no conectan con la sustancia gelatinosa del asta posterior (lámi- na II), lo que indica que este area está implicada solamente en el procesamiento de la información cutánea (Fig. 5.26). En relación con la recepción de información visceral, las neuronas espinales pueden clasificarse en somáticas, cuando responden solamente al estímulo de campos recep- tores cutáneos o subcutáneos y viscerosomáticas, que son las que, además de excitarse por la estimulación de estruc- turas somáticas, pueden evocarse mediante la estimulación natural de vísceras (por ejemplo, la vesícula biliar) o por aplicación de impulsos eléctricos en los nervios esplácni- cos. No se ha demostrado la existencia de neuronas espi- nales con aferencias exclusivamente viscerales. A pesar del escaso número de neuronas aferentes pri- marias viscerales, éstas se ramifican extensamente en la médula espinal, de manera que un 75% de las neuronas de ésta responden al estímulo del esplácnico y son por tanto somatoviscerales. Existe pues una gran divergencia de la información visceral en la médula espinal. Como era de esperar por la distribución de las aferencias viscerales en las láminas de la sustancia gris espinal, las neuronas soma- toviscerales se localizan fundamentalmente en las láminas I, V, VII y VIII, mientras que las somáticas se sitúan en las láminas II, III, IV y V. Las neuronas viscerosomáticas de la médula espinal ofrecen el sustrato funcional a la teoría de la convergencia- proyección propuesta por Ruch para explicar el dolor refe- rido. Según esta teoría, algunas aferentes viscerales convergen con aferencias cutáneas (o musculares) nocicep- toras en la misma neurona. La información se proyecta por los haces espinotalámicos hasta la corteza cerebral, donde se interpreta la activación resultante de la estimulación vis- ceral como originada en la piel, interpretación derivada de las experiencias previas, en las que esa misma vía había sido activada por estimulación cutánea. Las neuronas vis- cerosomáticas son previsiblemente las neuronas conver- gentes requeridas por esta teoría, ya que: 1) Reciben aferencias convergentes somáticas y viscerales. 2) Sus afe- rencias somáticas incluyen proyecciones de estructuras somáticas profundas tales como músculos, ligamentos y tendones. 3) Tienen entradas de nociceptores cutáneos. 4) La información visceral que les llega se activa sólo por niveles lesivos de estimulación. 5) Algunas de ellas pro- yectan sus axones al tálamo y a la formación reticular por los cordones anterolaterales del lado opuesto (Figura 5.26). El elevado grado de divergencia de las aferentes pri- marias viscerales se mantiene en otros niveles del sistema nervioso central. Ello da lugar a la activación de los siste- mas motor y autónomo, disparando las reacciones genera- les características de la nocicepción visceral: un dolor difuso y mal localizado referido a áreas somáticas, reflejos visceroviscerales que alteran el control vegetativo de las vísceras y reflejos viscerosomáticos que dan lugar a espas- mos musculares prolongados (Fig. 5.27). Modulación del mensaje sensorial en la médula espinal Modulación espinal segmentaria La transmisión de la información nociceptiva de la médula espinal a centros supraespinales se encuentra bajo mecanismos de control, algunos de los cuales están ente- ramente localizados en la misma médula espinal y a los que por lo tanto se les conoce como controles segmenta- rios. Entre ellos destacan los mecanismos de control presi- náptico mediante los cuales los impulsos que entran en la médula espinal conducidos por fibras aferentes primarias activan interneuronas en la sustancia gris, las cuales a su vez despolarizan las terminaciones de otras fibras aferen- tes. Esta despolarización ocasiona una liberación sináptica reducida del transmisor químico y, por tanto, una reduc- S I S T E M A S E N S O R I A L ( S E N S I B I L I D A D S O M Á T I C A Y V I S C E R A L ) 99 TÁLAMO SUSTANCIA GRIS CENTRAL GANGLIO RAQUÍDEO Aferentes somáticas Aferentes viscerales I V VI VII VIII IX IML A B X 250 �m Aferentes somáticas Aferentes viscerales Tracto de Lissauer Asta posterior IMLCanal medular Figura 5.26. Terminación de las aferentes viscerales y somáti- cas en el asta posterior. A. Esquema que muestra cómo las afe- rentes viscerales y somáticas convergen en las neuronas de las láminas I y V, que proyectan a su vez en regiones específicas del cerebro. B. Reconstrucción de las proyecciones de las aferentes somáticas (izquierda) y viscerales (derecha) al segmento toráci- co 9 de la médula espinal de gato, realizada a partir de cortes seriados transversales, tras marcar las fibras aferentes con pero- xidasa. Obsérvese la ausencia de proyecciones viscerales a la sustancia gelatinosa, cuyo borde ventral se ha señalado con una línea de puntos. IML, asta intermedio- lateral.
Compartir