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FISIOLOGÍA HUMANA-186

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Procesamiento de la información sensorial
La información que ingresa del mundo exterior y del
cuerpo (interna) procedente de los receptores sensoriales
correspondientes, consciente e inconsciente, puede ser de
diferente calidad en cuanto a su significado e importancia,
y es potencialmente, aunque no necesariamente, “desper-
tadora”. Esta forma de información pone al individuo en
relación con el ambiente y lo mantiene, además, en estre-
cho contacto con su medio interno, sus vísceras, músculos
y articulaciones. 
Durante el sueño las reacciones psicomotoras a estí-
mulos del ambiente están claramente disminuidas. Nos
encontramos relativamente aislados del ambiente. Sin
embargo, desde el punto de vista electrofisiológico, la
reactividad de los sistemas sensoriales a estímulos especí-
ficos, medida con los potenciales provocados (evoked
potentials) o las respuestas neuronales unitarias, es com-
parativamente mayor durante el SL que durante la vigilia.
Este hecho, en apariencia paradójico, se demostró en rela-
ción con la información visual y auditiva. Los potenciales
provocados auditivos talámicos y corticales tienen más
amplitud en el SL, mayor que en la vigilia y que en el SP.
El sistema auditivo es un sistema telerreceptor relati-
vamente “abierto” durante el sueño. Esta posibilidad de
entrar en contacto auditivo con el mundo exterior puede
significar desde el punto de vista filogenético una adecua-
da defensa o una reacción frente a un depredador. 
Datos experimentales derivados del estudio de la
entrada al sistema auditivo a nivel del receptor y de la pri-
mera neurona, apoyan la idea de que existe un ingreso pro-
bablemente facilitado durante el SL. 
Cuando estudiamos la segunda y tercera neuronas de
la vía auditiva clásica, núcleos coclear y de la oliva supe-
rior, se obtienen cambios en las descargas neuronales
seguramente consecuencia de procesamientos o modula-
ciones realizadas a través del sistema auditivo descenden-
te córtico-subcórtico-receptorial. Más aún, todo el sistema
auditivo ascendente muestra variaciones porcentuales en
su actividad neuronal unitaria durante el sueño, esto es, en
el colículo inferior, en el núcleo geniculado medial y en la
corteza primaria (Fig. 9.6). Es importante destacar que,
hasta el presente, no hemos encontrado ninguna neurona
auditiva que cesara sus descargas al pasar de la vigilia al
sueño. Como se muestra en la Figura 9.6, las neuronas
pueden aumentar sus descargas, disminuirlas o mantener-
las similares a la vigilia.
El SNC condiciona el ingreso de información senso-
rial durante el sueño, y, a la inversa, la falta total de la
entrada auditiva (animal sordo) produce alteraciones del
sueño y la vigilia, incrementando ambas formas de sueño
en detrimento de la vigilia (Pedemonte y cols., 1996). 
Consideramos que el cerebro dormido impone condi-
ciones para el ingreso y el procesamiento de la informa-
ción sensorial auditiva; más aún, nuestra hipótesis es que
lo observado en el sistema auditivo puede ser válido para
todos los sistemas sensoriales. La información sensorial
procesada en estado de sueño durante el período temprano
de la vida (días, meses) debe participar en la maduración
del SNC, dado que en el sueño también ingresan –en gran
medida– datos sensoriales. De esta manera, la actividad
sensorial que llega al SNC durante el desarrollo ontogéni-
co temprano y que ocurre mayoritariamente durante el
sueño en un neonato, es un hecho relevante para comenzar
a “esculpir” (madurar) el cerebro.
SUEÑO Y ENSUEÑO
Los estudios fisiológicos actuales demuestran que los
ensueños aparecen regularmente durante todos los estadios
del sueño (SL y SP). Seguramente, aquellos que se recuer-
dan más fácilmente y, por lo tanto, se relatan con mayor
frecuencia, son los correspondientes a los últimos SP de la
mañana, previos al despertar. En el 85-90% de los desper-
tares provocados durante un SP se obtienen relatos de
ensueños, aunque lo mismo se observa en el 50% de los
despertares desde las etapas del SL.
La idea de que los ensueños del SP son extraños, aje-
nos a la realidad, etc., parece provenir del escaso número
de estudios en los que se basaba esta suposición. Los aná-
lisis bien controlados realizados en laboratorios de sueño
demuestran que durante el SP también existen ensueños
relacionados con experiencias comunes de la vida diaria.
Investigaciones recientes sostienen que el contenido de los
ensueños que se registran en SL y SP es igual, siempre que
tengan la misma duración. Para demostrar este hecho se
han comparado ensueños de duración equivalente, y se ha
observado que este factor cuantitativo es determinante:
cuando el relato de un ensueño en SL y otro en SP tienen
la misma duración, no se observan diferencias de conteni-
do entre ellos. Estos conceptos llevan a postular la exis-
tencia de un solo sistema generador de ensueños que
funciona a través de las diversas etapas del sueño. Por otra
parte, es preciso resaltar la coherencia y la organización
temática de cada ensueño, que dejan pocas dudas de que
los ensueños son realmente productos de un cerebro 
que funciona organizadamente.
Los contenidos temáticos de los ensueños cuentan con
imágenes visuales en un 100% de los relatos, en tanto que
el 65% poseen sensaciones auditivas, y en menores pro-
porciones se asocian a otras modalidades sensoriales (Fig.
9.7). En algunas ocasiones, dependiendo del sistema sen-
sorial involucrado, las informaciones del ambiente pueden
“entrar” en un ensueño y formar parte del relato. La impor-
tancia del sistema auditivo, permaneciendo siempre
“abierto”, es la posibilidad de controlar continuamente el
ambiente sonoro. La Figura 9.7 también da cuenta porcen-
tual de los componentes afectivos presentes en los relatos
de ensueños.
Aunque las fuentes de ensueños específicos son aún
un enigma, podemos decir en general que éstos se forman
a partir de: 1) posible información genéticamente trasmiti-
da, 2) aquello que posee el individuo ya almacenado en su
memoria, y 3) posibles intrusiones de información senso-
rial desde el mundo exterior o desde el propio cuerpo, en
F I S I O L O G Í A D E L A V I G I L I A Y E L S U E Ñ O 157

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