Logo Studenta

FISIOLOGÍA HUMANA-208

¡Estudia con miles de materiales!

Vista previa del material en texto

lamo (véase Fig. 10.4), es fácil aceptar el papel rector de la
amígdala para la correcta estructuración de los comporta-
mientos más adecuados en función de la información sen-
sorial disponible. Así pues, el estudio pionero de Klüver y
Bucy mostró la participación de la amígdala en numerosos
procesos de índole emocional, en los que se realiza una
compleja elaboración y asociación de estímulos proceden-
tes de diversas fuentes sensoriales.
La estimulación eléctrica de la amígdala produce
efectos sobre el sistema nervioso vegetativo parecidos a los
que induce la estimulación del hipotálamo. Principalmente,
la estimulación de la amígdala central produce aumento o
disminución de la presión arterial y de la frecuencia cardí-
aca, aumento o disminución de la motilidad y de las secre-
ciones gastrointestinales, midriasis, piloerección, etc. La
estimulación de la amígdala corticomedial produce un
aumento de la secreción de ACTH y de gonadotropinas,
mientras que la estimulación de la porción basolateral pare-
ce inhibirla. La estimulación de la amígdala también induce
fenómenos motores como giro contralateral de la cabeza,
movimientos masticatorios y de deglución, o movimientos
de tipo clónico y rítmico que pueden tomar un carácter
convulsivo si se prolonga el estímulo.
En el animal despierto, la estimulación eléctrica de la
amígdala a baja intensidad produce reacción de alerta
moderada, mirar a los lados, etc, con débiles alteraciones
de tipo vegetativo. Si se incrementa la intensidad del estí-
mulo, se producen los fenómenos vegetativos arriba indi-
cados más una reacción generalizada de ataque/huida.
Es característico que los efectos de la estimulación de
la amígdala dependen en grado sumo del estado funcional
del animal, de su entorno y de los niveles de variables
endocrinas, metabólicas y vegetativas. Así, un mismo estí-
mulo en un mismo animal puede aumentar los niveles de
ACTH si éstos están bajos, pero disminuirlos si previa-
mente estaban aumentados. El papel homeostático y no
predeterminado desde el punto de vista funcional de los
diversos núcleos amigdalinos queda así de manifiesto.
Los núcleos amigdalinos están altamente interconec-
tados entre sí y con el resto de las estructuras límbicas. Se
pueden, sin embargo, dividir en tres grupos diferentes des-
de el punto de vista funcional (véase Fig. 10.4). La amíg-
dala corticomedial participa sobre todo en la olfacción y
en funciones directamente relacionadas con el hipotálamo.
En esta región existen numerosos receptores para las hor-
monas corticoadrenales y gonadotróficas por lo que, pro-
bablemente, la amígdala corticomedial interviene en las
funciones endocrinas y conductuales relacionadas con el
cortejo y la actividad reproductora. La amígdala central
proyecta principalmente a núcleos troncoencefálicos,
como las sustancia gris periacueductal, el núcleo parabra-
quial, el núcleo del tracto solitario y el núcleo motor dor-
sal del vago, con funciones de carácter vegetativo. Esta
comunicación se realiza mediante neurotransmisores y
neuromoduladores de tipo peptídico (somatostatina, cole-
cistocinina, CRF, encefalinas, neurotensina), formando
parte de la red peptidérgica ya mencionada. Por último, la
amígdala basolateral recibe sus aferencias de la corteza
S I S T E M A L Í M B I C O 179
Medial Lateral
Colateral de Schaffer
Fimbria
CA 1
CA 3
Fisura
rinal
Capa granular
(circunvolución dentada)
Vía perforante
Subiculum Corteza
entorrinal
IIIIIIIV
1
2
3
4
Figura 10.14. Diagrama de la organización interna de la formación del hipocampo. Los números del 1 al 4 indican la secuencia de
activación del circuito. Los números romanos indican las capas de la corteza entorrinal.

Continuar navegando