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cerrar el circuito en la región frontal de movimien- tos oculares. 3. Circuito prefrontal dorsolateral. Se origina en la región dorsolateral prefrontal, proyecta a la por- ción dorsolateral de la cabeza del núcleo caudado, al globo pálido y a los núcleos talámicos ventral anterior y dorsomedial, para volver a cerrar el cir- cuito en la corteza de origen. La lesión produce problemas ejecutivos, con dificultades de organiza- ción, memorias de trabajo y de acción. 4. Circuito lateral-orbitofrontal. Se origina en la porción inferior y lateral de la corteza prefrontal, y de ahí proyecta a las regiones ventromediales del núcleo caudado y la región dorsomedial del globo pálido, para regresar a la corteza por medio de las vías que van de los núcleos del tálamo ventral ante- rior y dorsomedial. Este circuito es especialmente relevante para funciones de personalidad, sociali- zación, restricción de impulsos, empatía, y autoob- servación. La lesión de este circuito tiene como consecuencia irritabilidad, impulsividad y desinhi- bición. Todo lo anterior puede observarse en las etapas tempranas de la enfermedad de Huntington. 5. Circuito del cíngulo anterior. Éste se origina en la región del cíngulo anterior, y proyecta al núcleo accumbens (porción anterior del estriado), a los tubérculos olfatorios, a regiones del caudado ventro- medial y putamen. Regresa a la corteza a través del globo pálido rostrolateral y el tálamo dorsomedial al cíngulo anterior. La lesión de alguno de los compo- nentes de este circuito produce apatía, reduce la ini- ciativa y ocasiona el llamado mutismo acinético. La corteza prefrontal dorsolateral La corteza prefrontal dorsolateral es el punto de unión entre la sensación y el movimiento. En ese sitio se hace una integración con las estructuras encargadas de la memoria a largo plazo de estructuras del lóbulo temporal (hipocampo) y la corteza pariental (integración espacial y de praxias). Ahí se establece una memoria activa y de tra- bajo y se tienen, a manera de programas y mapas, planes de acción para movimientos actuales y futuros. En la Tabla11.2 se muestra una serie de funciones propuestas para la corteza prefrontal. La corteza orbitofrontal lateral Las lesiones de este tipo de corteza dan como resulta- do alteraciones en las áreas cognitivas y sociales. En las personas que presentan lesiones en esta corteza se ha observado un conjunto de síntomas: irritabilidad, labilidad emocional, aumento en el habla, risas inmotivadas, eufo- ria, hipomanía, respuestas inapropiadas en contextos sociales, hipersexualidad, brotes de violencia y agresión, sociopatía y trastorno obsesivo-compulsivo. La corteza orbitofrontal, con fines de estudio fisioló- gico, puede ser dividida en dos regiones: la medial y la lateral. Estas dos regiones están involucradas en lo que se conoce como las conductas significativas, para resaltar el aspecto motivacional y la forma en la que este área ejerce de puente entre las informaciones sensoriales, límbicas (emocionales) y motoras. Las cuatro funciones que se han observado en esta región son: 1. Reconocimiento y reforzamiento de estímulos. Los animales que son lesionados en esta área presentan las siguientes alteraciones: hiperoralidad, es decir, aumento de la conducta de llevarse a la boca y pro- bar una serie de alimentos y objetos sin propieda- des alimenticias. Esta región está involucrada en un circuito con la amígdala y el hipotálamo lateral. Este tipo de conducta se observa también en el sín- drome de Klüver-Bucy. Esta región tiene una amplia inervación de células dopaminérgicas, por lo que los antagonistas dopaminérgicos (antipsicó- ticos), inyectados directamente en la región, modi- fican la estimulación intracraneal en un esquema dependiente de la dosis. 2. Aprendizaje estímulo-respuesta. Algunas células de la región orbitofrontal, en animales de laborato- rio, muestran cambios en la frecuencia de su acti- vidad, dependiendo del significado del estímulo detectado. Las lesiones de la amígdala, la corteza orbitofrontal o el núcleo medio dorsal del tálamo afectan a la capacidad para reconocer estímulos asociados con características apetitivas. 3. Codificación para modificaciones en el contingen- te de reforzamiento. Las células de la región orbi- tofrontal cambian su frecuencia de activación cuando el contingente reforzado cambia. 4. Aspectos relacionados con la capacidad para emo- cionarse, la personalidad y las funciones autonó- 192 N E U R O F I S I O L O G Í A Tabla 11.2. Funciones propuestas para la corteza prefrontal • Capacidad para conductas autónomas sin guía externa. • Capacidad para perseverar en ausencia de dirección externa. • Dirigir la conducta cuando la meta es remota y aun abstracta. • Autodirección, autoobservación y autorregulación. • Habilidad para organizar una respuesta conductual para resolver problemas complejos y novedosos. • Síntesis mental para acciones que no son rutinarias. • Planificación y regulación de conductas adaptativas y con metas dirigidas. • Capacidades para resolver problemas, espontaneidad, jui- cio, planificación, autocrítica, elaboración de estrategias de decisión. • Espontaneidad y fluidez en los pensamientos y acciones. • Flexibilidad cognitiva. • Habilidad para buscar en la memoria de manera sistemática y eficaz. • Habilidad para cambiar y mantener rumbos de acciones. • Habilidad para inhibir respuestas hasta el momento apropiado. • Habilidad para enfocar y mantener la acción.
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