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© E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. 202 19 Osteoporosis en el adulto Alicia Yolanda Dorantes Cuéllar, Arturo Valencia Conchas, Victoria Mendoza Zubieta La osteoporosis es una enfermedad silenciosa hasta que se complica con fracturas por fragilidad. Las fracturas son comunes en personas que envejecen, y representan un problema de salud muy grande. Se puede prevenir y es fundamental diagnosticar y tratar antes de que ocurran fracturas. Es importante destacar que, incluso después de haberse producido la primera fractura, hay tratamientos eficaces para reducir el riesgo de otras. La prevención, detección y tratamiento de la osteoporosis debe ser una prioridad para los médicos del primer nivel de atención. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y des- pués los Institutos Nacionales de Salud han definido la osteoporosis como una enfermedad esquelética genera- lizada, crónica, progresiva, caracterizada por reducción de la masa ósea, deterioro de la microarquitectura, com- promiso de la resistencia ósea e incremento del riesgo de fractura. La osteoporosis se diagnostica con un estudio de densitometría ósea y se define, como densidad mineral ósea (DMO) en la cadera o la columna lumbar menor o igual de 2.5 desviaciones estándar (DE) por debajo de la DMO media de una población de referencia de adultos jóvenes (cuadro 19-1). La osteoporosis es un factor de riesgo para fractura y es mayor en quienes la DMO es más baja; sin embargo, casi todas las fracturas se producen en pacientes con os- teopenia debido a que en un gran número de individuos la masa ósea está en ese rango. EPIDEMIOLOGÍA La osteoporosis es una de las enfermedades más frecuen- tes, se considera un grave problema de salud pública. En la actualidad se estima que más de 200 millones de per- sonas en todo el mundo sufren esta enfermedad. Afecta a los dos sexos de todas las razas y su prevalencia aumenta a medida que la población envejece. En EUA, con la En- cuesta Nacional de Salud y Nutrición III (NAHANES III) se ha estimado que más de 9.9 millones de ciudada- nos tienen osteoporosis y 43.1 tienen densidad mineral ósea baja. Casi 1 de cada 2 mujeres caucásicas y 1 de cada 5 hombres tendrá una fractura en algún momento de su vida. Se ha demostrado que una fractura inicial es un factor de riesgo importante para otra nueva. Las personas que han sufrido una fractura previa tienen un riesgo de hasta 86% para sufrir cualquier otra. Los pacientes con frac- tura vertebral tienen un riesgo de 2.3 veces de sufrir fractura de cadera y 1.4 veces de distal del antebrazo. Las fracturas vertebrales rara vez las informan los médicos y permanecen la mayor parte del tiempo sin diagnosticar. Sólo 10% de éstas requieren hospitalización por dolor o incapacidad. En Europa la prevalencia de fractura vertebral, por criterios radiológicos, es de 12% tanto en hombres como en mujeres. La incidencia de Cuadro 19-1. Clasificación de los valores de la densidad mineral ósea (DMO) según el comité de expertos de la OMS T-score (DE)* Riesgo de fractura (RF) Normal Osteopenia Osteoporosis Osteoporosis grave Hasta -1 -1 a - 2.5 Inferior a - 2.5 Inferior a - 2.5 más Fx** Normal Doble Cuádruple Cada DE x 2 * DE = desviación estándar. El estándar de referencia para calcular el T-score es la mujer caucásica entre 20 y 29 años de la base de datos del NHANES III (National Nutricion Examination Survey III). ** Fractura por fragilidad: caída de su altura o por mínimo traumatismo. http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org © E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. Osteoporosis en el adulto 203 fractura morfométrica es de 10.7 y 5.7 por cada 1 000 personas al año en mujeres y hombres, respectivamente. Estas cifras aumentan en proporción con la edad. La fractura de cadera se asocia a discapacidad grave y mortalidad elevada. Las mujeres que han sufrido esta lesión tienen una mortalidad de 10 a 20% más del espe- rado para su edad. La incidencia anual mundial de fractu- ra de cadera es de cerca de 1.7 millones. Las tasas de esta fractura varían entre poblaciones y género, la proporción mujer/hombre es de 4:5; 90% ocurren en personas ma- yores de 50 años de edad. La incidencia de fracturas distales de antebrazo en mujeres caucásicas entre 45 y 60 años de edad se ha in- crementado. La incidencia en Europa es de 1.7 y 7.3 cada 1 000 personas por año en hombres y mujeres, respecti- vamente. Sólo 15% de las fracturas distales de antebrazo ocurren en hombres. EPIDEMIOLOGÍA EN MÉXICO Igual que en otras regiones del mundo, en México, la población está envejeciendo. La expectativa de vida al nacimiento aumentó en las últimas décadas de 36.2 a 75 años de edad. La población mayor de 60 años en la actua- lidad asciende a 10.7 millones y se estima que aumentará a 36.4 millones, por lo que la expectativa de vida se in- crementará a 82 años para el 2050. La osteoporosis y el incremento de las fracturas por fragilidad son enfermedades asociadas al envejecimiento, por eso se espera que su incidencia se incremente en for- ma proporcional. Delezé et al., realizaron el primer estudio epidemio- lógico sobre prevalencia de osteoporosis en México en tres zonas geográficas. Compararon la densidad mineral ósea femoral y de la columna lumbar de 4 460 muje- res entre 20 a 69 años de edad en tres zonas urbanas. Encontraron una variación significativa en las diferentes regiones, las mujeres del norte tenían una DMO más alta en la columna lumbar que las mujeres del centro o del sur. Un segundo estudio se basó en una muestra alea- toria del estudio LAVOS (The Latin American Vertebral Osteoporosis Study) en mujeres mexicanas y el de pre- valencia de fracturas vertebrales en hombres. Se invitó a una muestra al azar de 807 hombres y mujeres a que se realizaran una densitometría ósea de columna lumbar y fémur. Los resultados de columna lumbar mostraron que 9% de hombres y 17% de mujeres tenía osteoporosis; y 30% de hombres y 43% de mujeres desarrolló osteope- nia. Los resultados totales en fémur mostraron que 6% de hombres y 16% de mujeres tenían osteoporosis, y os- teopenia 56% de hombres y 41% de mujeres. Con respecto a la incidencia de fracturas de cadera en México, se ha reportado que 169 mujeres y 98 hom- bres por cada 100 000 individuos al año las sufren y estas cifras aumentan en forma exponencial con la edad, en ambos sexos. El riesgo de sufrir fractura de cadera a los 50 años de edad fue de 8.5% en las mujeres y 3.8% en hombres. Es decir, 1 de cada 12 mujeres y 1 de cada 20 hombres mayores de 50 años sufrirán una fractura de ca- dera en algún momento de su vida. Un informe reciente mostró que las tasas de esta fractura aumentaron en 1% al año entre los años de 2000 a 2006 y para el año 2050 los cambios demográficos de México indican que la frac- tura de cadera se incrementará de 29 373 a 155 874 en el 2005, esto es, 46%. Con relación a los costos directos de la atención mé- dica especializada para 2006 fue de USD 97 millones, siendo el individual de USD 4 365 509. Para las fracturas vertebrales, y otras por fragilidad, el estudio LAVOS informó la prevalencia radiográfica de las primeras en mujeres de cinco países de América La- tina de 50 años o más. La incidencia general en mujeres mexicanas fue de 19.2%, la tasa más alta entre esos paí- ses (Argentina, Brasil, Colombia, México y Puerto Rico). Otro estudio difundió que la prevalencia de fracturas vertebrales con morfometría digital en una muestra alea- toria de hombres mexicanos de 50 años de edad o más, fue de 9.8%. En ambos sexos las fracturas aumentaban con la edad. Fue notorio el subdiagnóstico que se rea- liza de las fracturas vertebrales en los diversos centros, es probable que se informen como espondiloartrosis o lumbago. Las fracturas de muñecason el tipo de fracturas comunicadas con más frecuencia seguida por las fractu- ras de cadera, húmero y pelvis. CLASIFICACIÓN Se ha considerado como: • Osteoporosis primaria o involutiva. Es la más fre- cuente en el adulto. Se produce con el transcurso de los años, en especial, en la mujer después de la menopausia (osteoporosis posmenopáusica o tipo I) como resultado del cese de la función ovárica, la pér- dida ósea se acelera y afecta principalmente al hue- so trabecular siendo las fracturas vertebrales y de la porción distal del antebrazo (fractura de Colles) las más frecuentes. Por efecto del envejecimiento, tanto en la mujer como en el hombre por encima de los 70 años, se desarrolla osteoporosis senil o tipo II, es la consecuencia de la pérdida de la densidad como de la calidad ósea debido a factores crónico-degene- rativos, así como de masa muscular. Ambas formas de osteoporosis muestra momentos distintos de un mismo proceso que evoluciona a lo largo de los años. • Osteoporosis secundarias que ocurren entre 20 y 30% de todos los casos. Se asocian a diversas enfer- medades endocrinas, hematológicas, gastrointestina- les y medicamentosas (cuadro 19-2). FISIOPATOLOGÍA DE LA OSTEOPOROSIS A lo largo de la vida, en diversos sitios, el hueso se reab- sorbe periódicamente por los osteoclastos y es reempla- zado por hueso nuevo por los osteoblastos. Este proceso se conoce como remodelación y está dirigido por la ne- cesidad de reparación percibida por los osteocitos con http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org © E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. 204 • Endocrinología clínica de. . . (Capítulo 19) la participación sistémica de factores de crecimiento, in- munoglobulinas y hormonas calciotrópicas. Un desequi- librio de este proceso con una mayor resorción y menor formación ósea es la alteración fisiopatológica seminal de la osteoporosis. Masa ósea máxima La cantidad de masa ósea lograda por un individuo al- canza su pico máximo en la tercera década de la vida, posterior a eso se produce una pérdida gradual más in- tensa en la menopausia. Una masa ósea pico baja puede contribuir al desarrollo de osteoporosis en el futuro. Genética Se han identificado hasta el momento más de 80 locus genéticos que influyen en la DMO en los seres humanos. Se han descrito un número notable de mutaciones en genes que regulan las vías de señalización de Wnt, Wnt/β catenina, RANKL/RANK/osteoprotegerina que partici- pan en la diferenciación y activación de osteoblastos y osteoclastos. Sólo una proporción muy pequeña de los casos de osteoporosis se explica por variantes de genes identificados (osteoporosis familiar). Variación étnica Los afroamericanos tienen mayor densidad mineral ósea y los asiaticoamericanos menor que los caucásicos. Los hispanos y los asiaticoamericanos tienen tasas de fractura de cadera más bajas que los caucásicos, y la diferencia con los hispanos depende del sitio esquelético. La varia- ción étnica se puede relacionar con factores ambientales y variaciones antropométricas propias, como la longitud y diámetro de los huesos. Factores ambientales La obtención del pico máximo de masa ósea es en gran parte un reflejo del aumento del tamaño corporal y las cargas esqueléticas derivadas principalmente de la fuerza muscular y su efecto en el esqueleto. A medida que cre- cen los niños, aumentan el peso y la masa muscular con incremento de su fuerza. La actividad física durante la infancia optimiza la resistencia ósea y aumenta la DMO; sin embargo, la preservación requiere de la actividad fí- sica continua. Las enfermedades crónicas y la adminis- tración de algunos medicamentos, como glucorticoides y anticonvulsivos en la infancia, plantean numerosas ame- nazas para la salud ósea y puede causar una masa ósea pico subóptima. Vejez El equilibrio entre formación y resorción ósea se vuel- ve progresivamente negativa con la edad. La pérdida de Cuadro 19-2. Situaciones, enfermedades y medicamentos que causan osteoporosis Factores del estilo de vida (factores modificables) - Abuso de alcohol - Excesiva delgadez - Tabaquismo (activo o pasivo) - Caídas frecuentes - Insuficiencia de vitamina D - Inmovilización - Falta de actividad física - Poca ingesta de calcio Enfermedades genéticas - Fibrosis quística - Enfermedad de Ehlers- Gau- cher Danlos - Porfiria - Hemocromatosis - Enfermedad por depósito de glucógeno - Osteogénesis imperfecta - Hipofosfatasia - Síndrome de Marfan - Hemocistinuria Hipogonadismo - Menopausia prematura(< 40 años) - Síndrome de Turner - Panhipopituitarismo - Anorexia nervosa - Hiperprolactinemia (prolacti- noma) - Síndrome de Klinefelter - Amenorrea atlética - Insensibilidad a andrógenos Enfermedades endocrinas - Síndrome de Cushing - Tirotoxicosis - Hiperparatiroidismo - Diabetes mellitus tipo 1 y 2 Enfermedades gastrointestinales - Enfermedad celiaca intesti- nal - Enfermedad pancreática - Bypass gástrico (cirugía ba- riátrica) - Enfermedad inflamatoria - Cirrosis biliar primaria - Malabsorción intestinal Enfermedades hematológicas - Mieloma múltiple - Talasemia - Enfermedad de células falci- formes - Hemofilia - Leucemia y linfomas - Mastocitosis sistémica Enfermedades reumatológicas - Esclerosis múltiple - Enfermedad de Parkinson - Sección del cordón espinal - Epilepsia - Distrofia muscular - Enfermedad cerebrovascular Otras alteraciones y/o enfermedades - SIDA/HIV - Amiloidosis - Sarcoidosis - Pérdida de peso - Insuficiencia cardiaca con- gestiva - Alcoholismo - Hipercaliuria - Enfermedad ósea postras- plante - Enfermedad pulmonar obs- tructiva crónica (EPOC) - Enfermedad renal crónica terminal Medicamentos - Anticonvulsivos y litio - Glucocorticoides ≥ 5 mg ped- nisona ≥ 3 mg - Medroxiprogesterona - Agonistas de GnRH - Tiazolidinedionas - Anticuagulantes (heparina) - Inhibidores de aromatasa - Quimioterapia e inmunosu- presores - Antirretrovirales - Inhibidores de la bomba de protones http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org © E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. Osteoporosis en el adulto 205 masa ósea relacionada con la edad comienza de inme- diato después del pico de masa ósea, la mayor pérdida se produce después de los 65 años. Los hombres tienen menor riesgo de osteoporosis debido a que ganan más hueso durante la pubertad y pierden menos hueso du- rante el envejecimiento ya que a diferencia de las muje- res no tienen una pérdida abrupta de estrógenos. El 85% de las ancianas mayores de 80 años de edad y que habi- tan en los asilos tienen osteoporosis con un incremento en la porosidad cortical. El envejecimiento aumenta el riesgo de fractura independiente de la masa ósea por dis- minución de la fuerza muscular y de la resistencia ósea (10 a 20% por cada década después de los 50 años). La influencia de la fuerza muscular depende de la actividad física que se realice. Estrés oxidativo Este mecanismo es compartido en la patogénesis con otros trastornos degenerativos asociados con el envejeci- miento. Un aumento en las especies reactivas de oxígeno (ROS) se ha relacionado con menor formación ósea con la edad, así como el aumento de la resorción ósea con la deficiencia de estrógenos. El aumento de la pro- ducción de ROS en los osteoblastos produce elevación de la apoptosis y reducción de la formación ósea. Asimis- mo la ROS participa en la activación de osteoclastos vía RANKL. Esteroides sexuales La deficiencia de estrógenos o andrógenos causa la pér- dida de hueso asociada con un aumento en la tasa de remodelación ósea. Por el contrario, ambas hormonas disminuyen la resorción ósea, restringen la tasa de remo- delación ósea y ayudan a mantener un equilibrio focal entre la formación y resorción ósea. La pérdida de hueso cortical en las mujeres se vincula con la deficienciade estrógeno, lo que demuestra el efecto adverso de la deficiencia de los estrógenos en la homeostasis del esqueleto. La pérdida de hueso trabecu- lar (perforaciones y pérdida de conectividad) se relacio- na con la edad y se acelera después de la menopausia al igual que la tasa de fracturas en la muñeca, columna y cadera. La fase de pérdida acelerada de hueso trabecular por la menopausia es seguida más tarde por la de hueso cortical. Esta última, es una fase más lenta, se produce en hombres y mujeres, y se caracteriza por una reduc- ción en el número de osteoblastos y formación ósea, con reducción del número de trabéculas e incremento de la porosidad cortical. La deficiencia de estrógenos también contribuye en el desarrollo de osteoporosis en el hombre. Los estróge- nos derivados de la aromatización de los andrógenos, y que actúan a través del receptor de estrógenos (ER), son importantes para la homeostasis ósea, como se evidencia por las anormalidades en los huesos con mutaciones en el ER o de la aromatasa. Los andrógenos son críticos para la homeostasis del esqueleto masculino en los seres humanos, como se evi- dencia la baja masa ósea de los hombres con hipogona- dismo que no se sustituyen. Los andrógenos, como la di- hidrotestosterona no aromatizable, previenen la pérdida de hueso trabecular. Linfocitos y citosinas El incremento de ROS por el envejecimiento y la de- ficiencia de estrógenos en la menopausia, producen expansión del linfocitos T y B, activación del factor ac- tivador nuclear kapa beta (NF-κB), aumento de la pro- ducción de citosinas osteoclastogénicas; incluyendo las interleucinas: IL-1, IL-6, IL-7, TNF, prostaglandina E2, factor estimulante de colonias de macrófagos (M-CSF) y RANKL. Los estrógenos y andrógenos no aromatizables disminuyen todos estos factores con efecto antirresortivo que caracteriza a los esteroides sexuales. Disminución de los osteocitos Los estrógenos y los andrógenos inhiben la apoptosis de los osteoblastos y de los osteocitos. Los osteocitos son exosteoblastos enterrados en la matriz mineralizada, es- tán desplegados a lo largo de todo el esqueleto, son 1 000 veces más abundantes que los osteoclastos y 10 veces más que los osteoblastos, tienen una vida más larga y su muerte depende de la edad del hueso y no de la edad del sujeto. Son las células que detectan los sitios que nece- sitan remodelación ósea (mecanorreceptoras) regulan la remodelación ósea mediante la producción de RANKL. Además de controlar y modificar la mineralización de la matriz ósea producida por los osteoblastos, los osteocitos secretan factores como MEPE y la hormona fosfatúrica FGF23 que regulan la homeostasis del fósforo. La muerte de los osteocitos va seguida de hipermi- neralización perilacunar, después del llenado de sus cana- lículos por tejido conectivo mineralizado. La reducción de osteocitos se acompaña de disminución de la resisten- cia ósea, que se encuentra en relación con incremento de la remodelación ósea en el hueso trabecular, reducción de las señales de reparación de las microlesiones, dismi- nución de la vascularización e hidratación del hueso. El estrés oxidativo, la hipoxia, el exceso de glucocorticoides, la pérdida de estrógenos, los cambios en la matriz perica- nalicular y el incremento de las citosinas están entre los factores implicados con la muerte de los osteocitos con la edad. La reducción o falta de tensión mecánica incre- menta la apoptosis de los osteocitos seguido de un in- cremento en la resorción ósea, pérdida del mineral óseo y la fuerza. Así, la reducción de la actividad física en la tercera edad, el reposo prolongado en cama y los vuelos espaciales, incrementan la pérdida de masa ósea. Exceso de glucocorticoides El exceso de glucocorticoides endógenos o exógenos es una causa común de osteoporosis con incremento de http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org © E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. 206 • Endocrinología clínica de. . . (Capítulo 19) fractura de la columna vertebral, costillas y cadera. Los glucocorticoides, a partir de los tres meses siguientes del inicio de una terapia a largo plazo, producen disminu- ción desproporcionada de su fuerza en el hueso; poste- riormente una reducción en la DMO, de manera similar al envejecimiento. Los efectos deletéreos de los gluco- corticoides son el resultado de su efecto directo sobre los osteoblastos, osteocitos y osteoclastos. Suprime directa- mente la osteoblastogénesis y estimula la apoptosis de los osteoblastos y osteocitos y prolonga la vida útil de los osteoclastos. La pérdida de la resistencia ósea inducida por los glucocorticoides se debe en parte a los cambios que siguen a la muerte de los osteocitos. La producción endógena de glucocorticoides y la sensibilidad a los efec- tos de los glucocorticoides están incrementados con la edad por aumento de la expresión de la 11 β esteroide deshidrogenasa ósea (11 β-HSD) tipo 1, enzima que ac- tiva a los glucocorticoides, esto contribuye a la fragilidad del esqueleto en la vejez. Lípidos oxidados Estudios clínicos y epidemiológicos, así como en anima- les, indican una relación entre la osteoporosis, ateroscle- rosis y enfermedad cardiovascular. La pérdida de hueso y el progreso de las calcificaciones vasculares y aórticas que ocurren en paralelo con la edad avanzada, está inversa- mente asociada con la densidad mineral ósea en mujeres posmenopáusicas. Las pacientes con aterosclerosis mues- tran más pérdida de masa ósea. La oxidación de lípidos juega un papel crítico en el desarrollo de la aterosclerosis, su efecto en el estrés oxidativo se relaciona con la señali- zación anormal de la vía osteoblastogénica (Wnt). DIAGNÓSTICO Evaluación clínica Es importante detectar a las personas con mayor riesgo de sufrir una fractura por fragilidad y que se beneficiará con las medidas terapéuticas. Se recomienda evaluar los factores de riesgo en todos los adultos, en especial en mu- jeres posmenopáusicas y hombres mayores de 60 años de edad, y en cualquier individuo que sufra una fractura por traumatismo leve. La evaluación inicial consiste en realizar una historia clínica completa, estudios bioquímicos, biometría hemá- tica (cuadro 19-3) y medición de la masa ósea. Los marcadores bioquímicos de remodelación ósea de formación y de resorción (cuadro 19-4) predicen la rapidez de la pérdida ósea y el riesgo de fractura en pa- cientes no tratados, asimismo puede ayudar a valorar la respuesta terapéutica cuando se determinan después de 3 a 6 meses del tratamiento. En la actualidad no se re- comienda medir en forma sistemática en pacientes con osteoporosis, pero es de gran utilidad en casos específicos y para la evaluación de la respuesta terapéutica. Durante la historia clínica se deben indagar los fac- tores de riesgo y las posibles causas secundarias de la pérdida de masa ósea, como el uso de medicamentos con efectos potenciales en la salud ósea, datos clínicos de enfermedades que causan osteoporosis, como hipo- gonadismo, hipertiroidismo, trastornos de malabsorción intestinal, así como la historia familiar de osteoporosis. Muchos de estos trastornos tienen tratamiento específi- co y pueden mejorar o revertir su efecto sobre el esque- leto (cuadro 19-2). FACTORES DE RIESGO PARA OSTEOPOROSIS Edad y género La incidencia de osteoporosis y fracturas es más frecuen- te en la mujer. La fractura de Colles (radio distal) es más común en la perimenopausia; las vertebrales siguen una tendencia a la pérdida de la DMO, por el contrario, la fractura de cadera se duplica cada cinco años después de los 70 años de edad. Menopausia prematura y deficiencia de estrógenos antes de la menopausia La menopausia prematura es el cese de la producción de estrógenos antes de los 40 años de edad, con frecuencia es Cuadro 19-3. Estudios de laboratorio básicos durante la evaluaciónde osteoporosis • Biometría hemática completa • Calcio sérico (corregido con albúmina) • Fósforo • Creatinina • Pruebas de función hepática • Fosfatasa alcalina • Calcio urinario • 25 hidroxivitamina D • Electroforesis de proteínas (en pacientes con múltiples fracturas por fragilidad) • De acuerdo a la sospecha clínica pueden ser necesarios otros estudios: cortisol libre urinario, TSH, PTHi, LH/FSH, estróge- nos/testosterona, anticuerpos contra transglutaminasa tisular IgG e IgA Cuadro 19-4. Otros métodos para determinar la masa ósea Técnica Ventajas y desventajas - Tomografía computarizada cuantitativa (QCT) - Absorciometría periférica dual de rayos X (pDXA) - Densitometría de ultrasonido cuantitativo (QUS) - Cuantificación de hueso tra- becular (TBS)* - Mayor exposición a radia- ción, mayor costo - En antebrazo, dedo o talón. Para cribado - No hay exposición a radia- ción. En talón, tibia o rótula. Portátil, útil para cribado - Está integrado en los últimos densitómetros * Recientemente aprobado por la FDA. http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org © E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. Osteoporosis en el adulto 207 secundaria a enfermedad autoinmunitaria (anticuerpos contra el ovario), o en forma abrupta, como sucede en la ooferectomía bilateral que causa un efecto significativo de envejecimiento prematuro en todo el esqueleto con una pérdida importante de masa ósea. En esta situación está indicado el tratamiento temprano con terapia hor- monal de reemplazo hasta la edad fisiológica de la me- nopausia (50 años). Otras circunstancias en relación con amenorrea prolongada, como ocurre en el prolactinoma, la anorexia nerviosa o la amenorrea atlética, también producen un deterioro de la masa ósea. El diagnóstico y el tratamiento de la enfermedad o trastorno que causa el hipoestrogenismo reestablece la homeostasis ósea. Excesiva delgadez o bajo índice de masa corporal La pérdida de peso corporal excesiva se considera un ín- dice de masa corporal (IMC) inferior a 19, el individuo delgado representa un factor de riesgo para osteoporo- sis, en mujeres se considera un indicador de riesgo un peso inferior a 55 kg. Durante el interrogatorio se debe descartar trastornos de la conducta alimentaria, de ma- labsorción intestinal e hipoestrogenismo ya que pueden incrementar la pérdida de la masa ósea. Fractura osteoporótica previa El antecedente de fractura con mínimos traumatismos incrementa el riesgo de sufrir nuevas fracturas osteopo- róticas en el futuro. Las fracturas vertebrales se producen en forma silenciosa, la disminución de 3 cm o más en la talla del sujeto y aumento de la cifosis dorsal, o ambas, deben sugerir realizar estudios para descartar aplasta- mientos vertebrales. El antecedente de fractura por fra- gilidad en vértebras o en huesos largos duplica o triplica el riesgo de sufrir una nueva en los siguientes cinco años. Antecedente familiar de fractura de cadera Los pacientes con antecedente de fractura, principal- mente, de cadera, vertebral o muñeca en familiares cer- canos (madre o abuela) tienen mayor riesgo de desarro- llar osteoporosis. Sedentarismo, alcoholismo y tabaquismo El ejercicio físico influye de manera favorable durante la etapa de crecimiento para lograr una masa ósea máxima y en la vida adulta participa en el mantenimiento de la DMO. En los ancianos mejora el tono y fuerza muscular, mejora los reflejos y reduce la incidencia de caídas. El re- poso prolongado en cama o la parálisis produce pérdida de masa ósea significativa. El tabaquismo pasivo y activo incrementa el riesgo de osteoporosis. Los fumadores suelen tener menor acti- vidad física y menor peso corporal. La nicotina tiene un efecto deletéreo sobre la homeostasis ósea, y en forma indirecta modifica el metabolismo de los estrógenos. Las fumadoras alcanzan la menopausia de 1 a 2 años antes que la población general. Causa enfermedad pulmonar obstructiva crónica complicando su efecto en el tejido óseo. La ingesta de más de tres copas al día incrementa la pérdida de la DMO. El consumo excesivo de alcohol se asocia con incremento del riesgo de fractura, las fracturas osteoporóticas son frecuentes en alcohólicos. El mecanis- mo por el cual el alcohol incrementa la osteoporosis se desconoce, parece relacionarse con una reducción de la formación ósea que puede asociarse a alteraciones en la función gonadal y deficiencias nutritivas. Glucocorticoides El uso de glucocorticoides incrementa el riesgo de frac- turas y es en gran parte independiente de la DMO. El riesgo es proporcional a la dosis, tiempo de administra- ción y tipo de glucocorticoide. El riesgo disminuye en forma progresiva después de la interrupción del gluco- corticoide; sin embargo, permanecen con mayor riesgo comparado con personas de la misma edad y sexo que no ha recibido glucocorticoides. Calcio y vitamina D El aporte insuficiente de calcio y de otros nutrientes (ca- lorías y proteínas) en la niñez y adolescencia modifica negativamente la masa ósea máxima. Durante la vida adulta el aporte insuficiente de calcio (o pérdida renal de calcio) produce hiperparatiroidismo secundario y los efectos a largo plazo tienen un efecto deletéreo sobre el tejido óseo que se encuentran en función de la gravedad de esta deficiencia. Las cantidades recomendadas diarias del aporte de calcio son de 1 000 a 1 200 mg. La deficiencia grave de vitamina D causa raquitis- mo en el niño y osteomalacia en el adulto. La falta de exposición al sol y un aporte deficiente de alimentos ri- cos en vitamina D son causa frecuente de deficiencia de ésta en los ancianos. Sin embargo, pueden coexistir otros factores que incrementan la deficiencia de la vitamina, como malabsorción intestinal, enfermedades hepática y renal crónicas, así como otras deficiencias nutricionales. La recomendación es conservar concentraciones iguales o mayores de 30 ng/mL (75 nmol/L), este valor se logra con un aporte de 800 a 1 000 UI diarias de vitamina D. Su insuficiencia produce también hiperparatiroidismo secundario compensatorio con efecto deletéreo en la densidad mineral ósea. La vitamina D se asocia con otros efectos no óseos de procesos infecciosos intracelulares, enfermedades autoinmunitarias, neoplasias y diabetes. MÉTODOS DE EVALUACIÓN DE LA MASA ÓSEA Existen varias herramientas o métodos que permiten evaluar la masa ósea y el riesgo de fractura, aunque nin- http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org © E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. 208 • Endocrinología clínica de. . . (Capítulo 19) guna es muy específica. Uno de los métodos más anti- guos fue el estudio histopatológico, sin embargo, al ser un método cruento, costoso y prolongado se ha relegado al campo de la investigación. Las técnicas cuantitativas de- terminan la masa ósea con absorciometría fotónica, esto ha permitido el desarrollo de métodos que cuantifican la DMO en distintas áreas del esqueleto con mayor exacti- tud (cuadro 19-4). Radiografía La radiografía simple es útil para detectar fracturas ver- tebrales cuando los datos clínicos lo sugieren (pérdida de estatura de 4 cm). El hallazgo de, por lo menos, una deformidad vertebral es un indicador de osteoporosis y debe considerarse un factor de riesgo para otras fractu- ras, es una indicación para el inicio del tratamiento far- macológico. Este método también es útil para descartar espondiloartrosis y calcificaciones vasculares. Las radio- grafías se deben solicitar de perfil de la región dorsal y lumbar. Morfometría vertebral por absorciometría dual de rayos X Se realiza con el mismo equipo para DXA (Dual-ener- gy x-ray absorptiometry; VFA, evaluación de la fractura vertebral, del inglés, Vertebral Fracture Assessment). La radiografía debe leerla un observador entrenadosiguien- do un método de clasificación conocido (de Genant). El programa de computación analiza las alturas de cada una de las vértebras para poder detectar deformaciones. Muchas veces las fracturas vertebrales son asintomá- ticas y a menudo están sin diagnosticar durante muchos años. Los estudios de imagen vertebrales pueden ser la única forma de diagnosticar estas fracturas y se debe con- siderar que para ser percibida la pérdida de masa ósea debe ser de aproximadamente 30%. Las pruebas de imagen vertebral se deben consi- derar en mujeres mayores de 70 años y hombres de 80 años de edad o más si presentan DMO < -1.0 o -1.5 en menores de esta edad. También en mujeres posmenopáu- sicas y hombres mayores de 50 años con antecedente de fractura, pérdida de la estatura de 4 o 2 cm en forma prospectiva y tratamiento con glucorticoides reciente o a largo plazo. Densitometría ósea (DMO) Es una herramienta clínica disponible para diagnosticar osteoporosis, predecir el riesgo de fractura y vigilancia de la respuesta al tratamiento. Si bien, la determina- ción de la DMO en cualquier sitio del esqueleto por di- versos métodos pueden predecir el riesgo de fractura, la determinación de DMO por absorciometría dual de ra- yos X, DXA de la columna vertebral, la cadera y el ante- brazo es el único método para el diagnóstico de osteopo- rosis en ausencia de fractura por fragilidad y es el mejor método para vigilar los cambios en la DMO en el tiempo. El tercio distal del antebrazo se utiliza para valorar el efecto a la exposición prolongada de la paratohormona en el hueso cortical. El diagnóstico de osteoporosis se establece median- te la determinación de la DMO utilizando los criterios de la OMS desde 1994 cuadro 19-1. La OMS ha establecido una clasificación de la DMO de acuerdo a T-score que es el estándar mundial para el diagnóstico de osteoporosis. Recomienda realizar el diagnóstico de osteoporosis en el cuello femoral. Sin embargo, otras organizaciones como la NOF (National Osteoporosis Foundation) y la ISCD (International Socie- ty Clinical Densitometry) sugieren realizar el diagnóstico de osteoporosis utilizando el puntaje T determinada por DXA en la columna lumbar (L1-L4), el fémur proximal total, el cuello femoral o en el tercio distal del radio. Tan- to la OMS como la ISCD recomiendan el uso de la base de datos del SHANES III (National Health and Nutri- tion Examination Survey III) de población caucásica para adultos jóvenes para el cálculo del T-score en la cadera para mujeres y para hombres. Los criterios de la OMS se utilizan para la clasifica- ción diagnóstica en mujeres posmenopáusicas, perime- nopáusicas y en hombres mayores de 50 años de edad. La interferencia de osteofitos y calcificaciones vascu- lares en la medición de la DMO en la columna vertebral son comunes en mujeres de edad avanzada e interfieren con la evaluación de la DMO en este sitio. En este con- texto, la medición de sólo la cadera o cadera y tercio dis- tal del antebrazo es suficiente. Los criterios de la OMS no se deben utilizar para mujeres premenopáusicas, hombres menores de 50 años de edad o en niños y adolescentes. En estas poblaciones se emplean los valores Z en lugar de T-score. Un Z-score menor o igual a -2.0 se define como DMO por debajo del rango esperado para la edad, y un Z-score mayor a -2.0 como dentro del rango esperado para la edad. Herramienta FRAX La Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2008 difundió la herramienta FRAX, que actualmente está disponible mediante un sitio de internet (www.shef. ac.uk/ FRAX/) y como aplicación para iPhone. Es un medio auxiliar para los médicos de todo el mundo para la identificación de los pacientes mayores de 50 años de edad con riesgo de fractura en los siguientes 10 años y pueden necesitar tratamiento. La IOF (International Os- teoporosis Fundation) ha respaldado este instrumento y está disponible en 46 países, incluidos Argentina, Chile, Colombia, Ecuador y México, y se basa en datos epide- miológicos de cada país; se puede consultar en más de 20 idiomas, entre estos, el español. El FRAX calcula el riesgo de fractura osteoporótica de cadera y otras fracturas mayores a 10 años (clínica vertebral, cadera, antebrazo o proximal del húmero). Utiliza factores clínicos de riesgo independientes de la http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org © E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. Osteoporosis en el adulto 209 DMO: sexo, edad, peso, talla, antecedentes personales de fractura, fractura en padres, uso de corticoides, tabaquis- mo, alcoholismo, otras causas de osteoporosis secundarias y es opcional la DMO del cuello femoral (cuadro 19-5). En los países con acceso limitado o nulo a DMO por DXA, con el algoritmo FRAX se puede identificar a las personas susceptibles a tratamiento farmacológico. Una probabilidad, calculada por FRAX, del riesgo de fractura de cadera a 10 años > de 3% o para otra fractura mayor > 20% debe valorarse administrar tratamiento farmaco- lógico. La herramienta FRAX no se ha validado en pacien- tes con tratamiento farmacológico para osteoporosis, los pacientes sin tratamiento durante uno o más años pue- den considerarse sin tratar. El juicio clínico es fundamental durante la valora- ción e interpretación de las puntuaciones de FRAX, se deben considerar factores individuales incluyendo las preferencias del paciente, comorbilidades de riesgo no consideradas por FRAX, como el riesgo de caídas. Tratamiento de osteoporosis Cuenta con dos recomendaciones: 1) las medidas ge- nerales, aplicables a todos los pacientes, cuya finalidad es la preservación de la densidad mineral ósea (DMO); 2) el tratamiento farmacológico con medicamentos que actúan en distintos niveles de la fisiopatología de la en- fermedad y que se seleccionan de acuerdo a las caracte- rísticas de cada paciente. Entre las recomendaciones generales se incluye una ingesta adecuada de calcio y vitamina D, realizar ejerci- cio (en el que el paciente soporte su propio peso e incre- mente la fuerza muscular), modificaciones en el estilo de vida (cese del alcoholismo y tabaquismo) y preven- ción de caídas. A continuación, se describirán cada una de ellas. MEDIDAS GENERALES Ingesta adecuada de calcio y vitamina D Se debe insistir al paciente con osteoporosis en la impor- tancia de una ingesta adecuada de calcio y vitamina D. La obtención de dichos nutrimentos a través de una dieta balanceada, rica en productos lácteos de bajo contenido graso, frutas y vegetales. Esta dieta constituye una medi- da segura y costo-efectiva para ayudar a reducir el riesgo de fractura. Sin embargo, en caso de que no se pueda obtener una cantidad suficiente de calcio y vitamina D de la dieta, se indica el uso de suplementos hasta lograr la ingesta diaria recomendada (IDR). La IDR recomendada por el Instituto de Medicina (IOM) de EUA es de 1 000 mg/día para hombres de 50 a 70 años y de 1 200 mg/día para mujeres de 51 años de edad en adelante, así como para hombres mayores de 71 años. No existen datos en la literatura que sustenten el consumo de mayores cantidades de calcio, así, se ha demostrado que el consumo de 1 200 a 1 500 mg/día o mayores de calcio incrementan el riesgo de desarrollar litiasis renal, enfermedad cardiovascular y enfermedad cerebrovascular. En cuanto a la vitamina D, que tiene un papel pre- ponderante en la absorción de calcio, el desempeño muscular, mantenimiento del equilibrio y prevención de caídas, la Fundación Nacional de Osteoporosis (NOF) de EUA recomienda una ingesta de 800 a 1 000 UI/día para adultos a partir de los 50 años. Debido a que los pacien- tes con osteoporosis constituyen una población de riesgo para desarrollar insuficiencia/deficiencia de vitamina D (personas sedentarias, residentes de casas hogar o asilos, enfermos crónicos o que consumen otros fármacos que aceleran la degradaciónde la vitamina D, como anticon- vulsivos) se recomienda determinar la concentración de 25-hidroxivitamina D [25(OH)-D], la cual debe mante- nerse por arriba de 30 ng/mL (75 nmol/L), para lo que podrían requerirse dosis de vitamina D superiores a las recomendadas para la población general. La dosis máxi- ma de vitamina D para la población adulta es de 4 000 UI/día. Ejercicio de soporte de peso y fortalecimiento muscular Dentro de los muchos efectos benéficos de la realización de ejercicio se encuentran: incremento de la agilidad y fortaleza del paciente, así como mejoría en el equilibrio y postura, lo que en conjunto puede reducir el riesgo de caídas. Asimismo, puede incrementar en forma modesta la densidad mineral ósea (DMO). Los ejercicios recomendados son aquellos en los que la persona soporta su propio peso, como caminata, trote, Tai-Chi, baile y tenis. En cuanto a los ejercicios recomen- dados para que el paciente incremente fuerza muscular se encuentran el levantamiento de pesas, yoga y pilates. El plan de ejercicio debe ser individualizado con base en Cuadro 19-5. Factores de riesgo clínico que incluye la OMS en el cálculo del riesgo de fractura por FRAX • Edad avanzada • Género • Fractura osteoporótica previa (incluyendo fractura vertebral asintomática) • Tratamiento con glucocorticoides a largo plazo prednisona ≥ 5 mg/dL > a 3 meses • Peso corporal bajo índice de masa corporal (IMC) inferior a 18 kg/m2 • Antecedente familiar de fractura de cadera • Tabaquismo actual • Exceso de consumo de alcohol (3 o más copas al día) • Artritis reumatoide • Osteoporosis secundarias: DM 1, osteogénesis imperfecta, hi- pertiroidismo prolongado, hipogonadismo, menopausia prema- tura (< 40 años de edad), malnutrición crónica, malabsorción y enfermedad hepática crónica • Densidad mineral ósea (DMO) de cuello femoral (opcional, no es indispensable para calcular el riesgo por FRAX) http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org © E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. 210 • Endocrinología clínica de. . . (Capítulo 19) la condición física actual del paciente, sus comorbilida- des y de preferencia, posterior a una evaluación médica. Prevención de caídas En el cuadro 19-6 se describen los factores de riesgo de caídas. Las intervenciones a este respecto son multifac- toriales y se basan en la individualización de cada caso. Incluyen programas de ejercicio, evaluación del grado de seguridad del domicilio del paciente, así como la realiza- ción de modificaciones en el mismo (retiro de tapetes, creación de áreas libres de obstáculos y bien iluminadas, así como uso de cuartos y baños en planta baja) y co- rrección de factores inherentes al paciente (uso de im- plementos auditivos y visuales, protectores de cadera y disminución gradual de medicamentos psicotrópicos). Modificaciones en el estilo de vida Se debe insistir, en cada una de las consultas de segui- miento del paciente con osteoporosis, en la importancia del cese del tabaquismo y el consumo excesivo de alco- hol (más de dos bebidas al día para mujeres y tres al día para hombres), ya que ambos tienen efectos deletéreos sobre la salud ósea. TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO A diferencia de las medidas generales descritas, la admi- nistración de fármacos para el tratamiento de la enferme- dad se reserva para pacientes con alguno de los siguientes criterios: • Antecedente de fractura de cadera o vertebral (clíni- camente aparente o detectada con estudios de ima- gen). • T-score inferior a -2.5 DE en el cuello femoral, cade- ra total o columna lumbar. • T-score de -1.0 a -2.5 DE en el cuello femoral, ca- dera total o columna lumbar con riesgo de fractura mediante FRAX mayor de 3% a 10 años para fractu- ra de cadera o mayor de 20% a 10 años para fractura osteoporótica mayor. Para el tratamiento farmacológico se deben emplear me- dicamentos aprobados para dicho fin por la FDA, como los bifosfonatos (ácido zoledrónico, alendronato, iban- dronato y risedronato), calcitonina, estrógenos, agonis- tas/antagonistas de estrógenos (raloxifeno), complejos estrogénicos específicos de tejido (bazedoxifeno), teripa- ratida e inhibidores del ligando de RANK (denosumab). Su eficacia se ha demostrado en el tratamiento de la os- teoporosis posmenopáusica con información limitada en cuanto a su efectividad en la enfermedad inducida por glucocorticoides y osteoporosis en hombres. Bifosfonatos Son análogos del pirofosfato. Contienen dos grupos de fosfonato unidos a un átomo de carbón central que reem- plaza al oxígeno del pirofosfato. Tienen una alta afinidad por el tejido óseo, especialmente en zonas de remodela- do. Con base en sus cadenas laterales pueden dividirse en bifosfonatos de primera, segunda y tercera genera- ción. Los de primera generación (clodronato, etidronato y medronato) contienen cadenas laterales mínimamente modificadas o un grupo clorafenilo y son los de menor potencia antirresortiva. Los de segunda generación, tam- bién conocidos como amino-bifosfonatos (alendronato, ibandronato y pamidronato) contienen un átomo de ni- trógeno en la cadena lateral, y son entre 10 y 100 veces más potentes que los de primera generación. Por último, los de tercera generación, como el ácido zoledrónico y el risedronato contienen un átomo de nitrógeno incluido en un anillo heterocíclico y son hasta 10 000 veces más potentes que los de primera generación. El ácido zoledrónico (Zometa) se encuentra aproba- do por la FDA para la prevención y el tratamiento de osteoporosis posmenopáusica (5 mg en infusión intrave- nosa para 15 min una vez al año [tratamiento] y cada dos años [prevención]), así como para su administración en osteoporosis en hombres y para pacientes que reciben glucocorticoides por más de un año. Además, su uso se encuentra indicado para la prevención de nuevas frac- turas en pacientes de ambos géneros que han sufrido de una de cadera relacionada con osteoporosis. Reduce el Cuadro 19-6. Factores de riesgo de caídas Factores ambientales – Falta de elementos de apoyo en los baños – Presencia de alfombras o tapetes – Iluminación inapropiada – Presencia de obstáculos en pasillos – Pisos resbaladizos Factores médicos – Edad – Agitación y ansiedad – Arritmias – Deshidratación – Depresión – Insuficiencia/deficiencia de vitamina D – Desnutrición – Medicamentos que provoquen sedación (narcóticos, anticon- vulsivos) – Hipotensión ortostática – Disminución de la agudeza visual – Caídas previas – Disminución de la capacidad resolutiva – Incontinencia urinaria Factores musculoesqueléticos y neurológicos – Cifosis – Pérdida del equilibrio – Disminución de la movilidad – Disminución de la propiocepción – Sarcopenia – Condiciones asociadas a pérdida de la densidad mineral ósea (DMO) http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org © E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. Osteoporosis en el adulto 211 riesgo de fractura vertebral hasta en 70%, de fractura de cadera en 40% y de fractura de sitios no vertebrales en 25% a tres años. El alendronato de sodio (Fosamax Plus, Kalosten) se encuentra aprobado por la FDA para la prevención (ta- bletas de 5 y 35 mg [para administración diaria y sema- nal, respectivamente]) y tratamiento (tabletas de 10 y 70 mg [para administración diaria y semanal, respectiva- mente]) de osteoporosis posmenopáusica. Está aprobado para incrementar la densidad mineral ósea en hombres con osteoporosis y mujeres que consumen glucocorticoi- des. Logra una reducción de la incidencia de fractura de cadera y columna de hasta 50% a tres años en pacientes sin antecedente de fractura. El ibandronato de sodio (Bonviva) aprobado por la FDA para el tratamiento (tabletas de 150 mg para ad- ministración mensual y dosis trimestral de 3 mg admi- nistración intravenosa) de osteoporosis posmenopáusica.Reduce la incidencia de fracturas vertebrales en 50% a tres años, aunque no se ha documentado disminución del riesgo de fractura no vertebral. El risedronato de sodio (solo: Actonel, Enospag, Nato- lox, Seralis, Tecnodron; en combinación: Actonel Trío) está aprobado por la FDA para la prevención y tratamiento de osteoporosis posmenopáusica (tabletas de 5 mg/día; tableta semanal de 35 mg), así como para el tratamien- to de la osteoporosis inducida por glucocorticoides y en hombres. Reduce el riesgo de fractura vertebral entre 40 a 50% y no vertebral en 35% a tres años. El alendronato y el risedronato deben ingerirse en ayuno, con un vaso de 250 mL de agua, y el paciente debe permanecer de pie al menos 30 min, así como abs- tenerse de tomar alimentos o medicamentos durante el mismo tiempo. El ibandronato debe tomarse en ayuno, y el periodo de tiempo en que el paciente debe permane- cer de pie y sin ingerir alimentos o bebidas es de 60 min. En cuanto al ácido zoledrónico, se debe diluir en 100 mL de solución salina al 0.9% y administrarse en un periodo de 15 min, cada 1 o 2 años. Puede producir una reacción de fase aguda consistente en artralgias, cefalea, fiebre y mialgias, que se previene con acetaminofeno; la reacción aparece principalmente después de la primera aplicación del fármaco (35% después de la primera dosis, 7% luego de la segunda y 3% en la tercera dosis). Los efectos adversos de los bifosfonatos orales son gastrointestinales principalmente (problemas en la de- glución del fármaco, inflamación esofágica y estomacal). Todos los bifosfonatos afectan la función renal y están contraindicados en pacientes con una tasa de filtrado glomerular (TFG) menor de 30 a 35 mL/min. Otros de sus efectos adversos son osteonecrosis de mandíbula y fracturas femorales atípicas, son poco comunes y por lo general se presentan después de periodos de prolongados de uso (más de cinco años). Ranelato de estroncio Se considera como un fármaco de acción dual con efecto antirresortivo y anabólico. El ranelato de estroncio con- tiene dos átomos de estroncio estable: un catión divalen- te similar al calcio unido al ácido ranélico. Se distribuye más en hueso trabecular que cortical y de preferencia en el hueso nuevo que en el viejo. Se administra en dosis de 2 g/día por vía oral, de preferencia antes de dormir, 2 h después de cenar. Mostró reducción de fracturas verte- brales en 49% al año de tratamiento y 41% a los tres años de tratamiento, la reducción de fracturas no vertebrales fue de 16% y las de cadera de 19%. En las mujeres con mayor riesgo de fractura (74 años de edad o más), con un T-score menor de -3.0 DE (-3.1, -3.2, etc.) redujo el riesgo de fractura de cadera en 36% y las fracturas verte- brales sin fractura previa en 45%. Los efectos adversos reportados son reacciones cutá- neas, enfermedad tromboembólica e infarto de miocar- dio. En 2014, la Agencia Europea de Medicamentos, por las últimas evidencias de los efectos adversos recomien- da la restricción en el uso de este medicamento. Sugiere su indicación sólo en los casos que no se pueden tratar con otros medicamentos disponibles para osteoporosis. Calcitonina La calcitonina es una hormona polipeptídica de cadena simple de 32 aminoácidos con un puente disulfuro que se produce en las células C de la tiroides. La calcitonina de salmón (Miacalcic), que difiere respecto a la huma- na en al menos la mitad de los residuos de aminoácidos, la aprobó la FDA para el tratamiento de la osteoporosis posmenopáusica (al menos cinco años posteriores a la menopausia) cuando otros tratamientos han fallado o existen contraindicaciones para su uso. Reduce la inci- dencia de fracturas vertebrales en 30% en pacientes con antecedente de fractura vertebral, pero no se ha demos- trado reducción de las fracturas en sitios no vertebrales. Se administra vía intranasal a dosis de 200 UI/día. Como efectos adversos puede producir rinitis, epistaxis y reac- ciones alérgicas. Estrógenos La terapia de reemplazo hormonal (HT, por sus siglas en inglés) está aprobada por la FDA para la prevención de osteoporosis, resolución de los síntomas vasomotores y atrofia vulvo-vaginal asociada a menopausia. Las mu- jeres que no han tenido histerectomía requieren terapia hormonal que también contenga progestina para prote- ger contra la hiperplasia endometrial. En el estudio WHI (Women’s Health Iniciative) encontró que cinco años con terapia de reemplazo redujo el riesgo de fracturas verte- brales clínicas y de cadera en 34% y otras fracturas os- teoporóticas 23%. Agonistas/antagonistas de estrógenos Como grupo farmacológico, los agonistas/antagonistas de estrógenos se unen a los receptores de estrógenos a y β inhibiendo en forma competitiva la unión del estradiol a http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org © E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. 212 • Endocrinología clínica de. . . (Capítulo 19) dichos receptores. El raloxifeno (Evista, Zotralox) lo apro- bó la FDA para la prevención y tratamiento de osteopo- rosis posmenopáusica. La presentación es de tabletas de 60 mg para administrarse con o sin alimentos. Reduce el riesgo de fracturas vertebrales 30% en pacientes con una fractura vertebral previa y hasta en 55% a tres años en personas sin antecedente de fractura vertebral. No se ha documentado reducción del riesgo de fractura en sitios no vertebrales con el raloxifeno. En cuanto a la seguridad del fármaco, incrementa el riesgo de trombosis venosa profunda en magnitud similar a la del uso de estrógenos. Complejos estrogénicos tejido específicos La FDA aprobó el bazedoxifeno (Duavee) para mujeres posmenopáusicas con síntomas vasomotores moderados o graves y para la prevención de osteoporosis. Combina estrógenos conjugados con un agonista/antagonista de estrógenos (bazedoxifeno) con lo que se disminuye el riesgo de hiperplasia endometrial, y elimina la necesidad de emplear progestágenos. Está disponible en presenta- ción oral de 0.45/20 mg (estrógenos conjugados/bazedo- xifeno) para administración diaria. Sólo se indica su uso en el caso de mujeres posmenopáusicas que tienen útero. Los efectos secundarios incluyen espasmos musculares, náusea, diarrea, dispepsia, dolor epigástrico y orofarín- geo, mareo y lumbalgia. Teriparatide (hormona paratiroidea recombinante humana PTHrh1-34) Contiene los primeros 34 aminoácidos de la hormona paratiroidea (PTH) humana y se administra en forma subcutánea una vez al día (dosis de 20 μg/día). Estimu- la la formación ósea, incrementa la masa ósea y reduce el riesgo de fractura vertebral y no vertebral. Aprobado por la FDA para uso en osteoporosis posmenopáusica y en hombres con alto riesgo de fractura, así como en osteoporosis inducida por glucocorticoides. Reduce el riesgo de fractura vertebral en 65% y de fractura por fra- gilidad en sitio no vertebral 50% después de 18 meses de tratamiento. En caso de interrumpirse el tratamiento se produce una pérdida acelerada de densidad mineral ósea, y su uso se recomienda por un máximo de dos años. Entre sus efectos adversos están calambres, náuseas y mareo. Por su efecto anabólico se recomienda que luego de dos años de empleo de teriparatida se use un medi- camento con función antirresortiva, usualmente un bi- fosfonato, para mantener e incrementar la DMO. No se administre a niños, pacientes con antecedentes previos de radioterapia, enfermedad de Paget o elevaciones de la fosfatasa alcalina de causa no establecida. Inhibidores del ligando RANK (denosumab) El denosumab (Prolia) está aprobado por la FDA para el tratamiento de osteoporosis posmenopáusica con alto riesgo de fractura. El ligando de RANK es una proteí- na transmembranal que se expresa en gran cantidad en los osteoblastos. Su receptor, RANK se encuentra en la membrana celular de los osteoclastos y preosteoclastos. La unión del ligando deRANK a RANK estimula la formación, actividad y supervivencia de los osteoclastos con el consecuente incremento de la resorción ósea. La osteoprogeterina es un receptor falso para el ligando de RANK que se sintetiza en el osteoblasto. Al unirse al li- gando de RANK inhibe la resorción ósea. El denosumab es un anticuerpo monoclonal completamente humaniza- do del subtipo IgG2 con una alta afinidad y especificidad por el ligando de RANK, que actúa en forma similar a la osteoprogeterina. Se administra en forma subcutánea, con una dosis semestral de 60 mg. Reduce el riesgo de fractura vertebral 68%, de fractura de cadera en 40% y de fracturas en sitios no vertebrales 20% en un periodo de tres años. Entre sus efectos adversos se encuentra la hipo- calcemia, celulitis importante (incluso en zonas lejanas al sitio de aplicación del fármaco) y erupción. Duración del tratamiento Los bifosfonatos tienen efectos residuales que perduran después de su suspensión, a diferencia del resto de los medicamentos, cuyos efectos benéficos en el metabolis- mo óseo comienzan a decaer luego de discontinuarlos. En cuanto a la información disponible, no existe eviden- cia de un efecto benéfico del empleo de estos fármacos por un periodo mayor a cinco años, mientras que la inci- dencia de efectos adversos raros (como osteonecrosis de mandíbula y fracturas femorales atípicas) se incrementa a partir de ese de tiempo. Como no existe una evidencia clínica extensa, la duración del tratamiento deberá indi- vidualizarse. Se recomienda una reevaluación del riesgo de fractura después de 3 a 5 años de tratamiento, periodo durante el que el paciente puede tener un “periodo va- cacional” del tratamiento farmacológico si su riesgo de fractura no está incrementado. Terapia combinada La terapia combinada (por lo general un bifosfonato con un no-bifosfonato) proporciona pequeños aumentos adicionales en la densidad mineral ósea en comparación con la monoterapia; sin embargo, el impacto de la terapia combinada en la incidencia de fractura es desconocido. El costo adicional y los efectos secundarios potenciales se deben valorar con relación al costo y beneficio. INVESTIGACIÓN DE NUEVOS FÁRMACOS PARA EL TRATAMIENTO FUTURO DE OSTEOPOROSIS Inhibidores de esclerostina La esclerostina la producen los osteocitos e inhibe la for- mación de hueso. En ratones knock-out para esclerostina han incrementado la formación y masa ósea. En modelos http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org © E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. Osteoporosis en el adulto 213 animales, y en un ensayo en fase I en adultos sanos, la administración de anticuerpo monoclonal contra escle- rostina (romosozumab) incrementa la masa ósea. En un ensayo en fase 2, en mujeres posmenopáusicas demos- tró aumento de la densidad mineral ósea en columna y cadera. Antagonistas de integrinas Las integrinas median la adhesión de los osteoclastos a la superficie ósea, una etapa inicial importante durante la resorción ósea. Inhibidores de catepsina K Es una proteasa expresada en los osteoclastos que tie- nen participación en la resorción ósea mediada por los osteoclastos. La catepsina K degrada la matriz ósea or- gánica, principalmente de tipo 1 de colágeno. Los inhi- bidores de la catepsina K, como odanacatib, inhiben la disolución de la matriz, disminuyen la resorción ósea y mejoran la densidad mineral ósea en estudios en fase 1 y 2. BIBLIOGRAFÍA Anderson GL, Limacher M, Assaf AR et al.: Women’s Heal- th Initiative Steering Committee. Effects of conjugated equine estrogen in postmenopausal women with hysterec- tomy: the Women’s Health Initiative randomized contro- lled trial. JAMA 2004; 291:1701-1712. Arzac JP, Tamayo J, Garrido F, Zapata F, Altamirano E, Bori G et al.: Medica Sur Clinical Foundation, Mexico, City. Mexico. How many women have osteoporosis in Médica Sur Osteoporosis Clinic (México City). Cartel M717. 18ª Reunión de la American Society for Bone & Mineral Re-search. 7 a 12 de Sept -1996. 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