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737© Ed ito ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. 69 Hiperandrogenismo Ma. de Lourdes Morato Hernández El exceso de andrógenos o hiperandrogenismo (HA) es la anormalidad endocrina más común en las mujeres en etapa reproductiva. Las tasas de prevalencia fluctúan en- tre 10 y 15% en población mundial. El HA se manifiesta en forma diversa dependiendo de varios factores, como tiempo de aparición o exposi- ción, sexo, edad, intensidad del hiperandrogenismo, cau- sa o etiología, asociación a otros factores hormonales y susceptibilidad individual. En mujeres en etapa repro- ductiva se relaciona con anovulación, manifestaciones dermatológicas, como hirsutismo, acné, seborrea, olor corporal intenso y alopecia androgénica; hallazgos fí- sicos de defeminización, como reducción de volumen mamario, redistribución del tejido adiposo, y en casos más graves y persistentes, virilización, como crecimiento del clítoris, ganancia de masa muscular y engrosamiento de la voz (cuadro 69-1). Se ha observado que tampoco existe correlación entre la anormalidad bioquímica del hiperandrogenismo y la manifestación clínica; existen algunos casos de hiperandrogenemia grave sin traducción o expresión clínica, que algunos estudiosos la han denominado como hiperandrogenismo críptico. La minoría de las pacientes con HA tienen un diagnóstico definido, como una neoplasia secretora de andrógenos, hiperplasia suprarrenal no clásica/clásica por deficiencia de 21-hidroxilasa, 11β-hidroxilasa, 3β-hidroxiesteroide-deshidrogenasa, una combinación de éstas y los muy raros casos de resistencia insulínica hiper- androgénica asociada a lipodistrofia, como síndrome de HAIR-AN (del inglés, HyperAndrogenic-Insulin-Resistant- Acantosis Nigricans). En más de 85% de mujeres que sufren HA se debe al síndrome de ovarios poliquísticos. Las manifestaciones hiperandrogénicas del síndrome de ovarios poliquísticos afecta de 6 a 12% de las mujeres en el mundo, y es la causa única más común de irregula- ridades menstruales, subfertilidad, hirsutismo y alopecia androgénica, y un factor potencial de riesgo para el de- sarrollo de diabetes mellitus tipo 2 y patología cardio- vascular. EL HA se debe diferenciar entre pacientes femeni- nas hirsutas o con acné que no tienen exceso en los valo- res de andrógenos. La raza y la herencia son importantes. La asociación de hirsutismo y acné o la aparición de pubarca precoz o prematura incrementan de manera no- table la posibilidad de haber un exceso de andrógenos circulantes. DEFINICIÓN De acuerdo con las guías terapéuticas de la American Association of Clinical Endocrinologists (AACE), hiperan- drogenismo es el término usado para describir los signos clínicos en mujeres con hiperandrogenemia: hirsutismo, acné y alopecia. En un término más amplio es el exceso de la acción biológica de andrógenos (endógenos o exó- genos), que se manifiesta en diferentes etapas de desarro- llo en varones y mujeres. EPIDEMIOLOGÍA Las causas del HA son variadas. Puede producirse por exposición hiperandrogénica prenatal y posnatal. En el periodo posnatal, puede ser prepuberal o pospuberal. La causa más común de HA es el síndrome de ovarios poliquísticos (SOP), seguida de hiperplasia suprarrenal no clásica, tumores secretores de andrógenos, hirsutismo idiopático, uso y abuso, o ambos, de andrógenos en mu- jeres. http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org © E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. 738 • Endocrinología clínica de. . . (Capítulo 69) en forma notable (cuadro 69-1). Al producirse la meno- pausia hay una disminución moderada de la producción ovárica total de andrógenos. Los andrógenos ováricos los producen las células de la teca. Estas células tienen re- ceptores para hormona luteinizante (LH) durante todas las etapas del ciclo menstrual. La LH estimula, de ma- nera principal, la producción de androstenediona y en menor grado la de testosterona. La androstenediona es transportada a las células de la granulosa en el folículo en desarrollo para ser aromatizada y convertirse en estrona, y ésta en estradiol; y así contribuir al incremento de es- tradiol en el pico ovulatorio. Los andrógenos de origen suprarrenal se secretan en respuesta a la hormona adrenocorticotrópica (ACTH). La síntesis y secreción de ACTH la regula primariamen- te la hormona liberadora de corticotropina (CRH) y en menor grado la vasopresina-arginina, ambas producidas en el núcleo paraventricular del hipotálamo. El cortisol y los andrógenos adrenales se secretan de forma sincrónica con ritmo circadiano, es decir, disminución en la noche y alcanzan su pico máximo seis a ocho horas después de dormir, para luego declinar antes de despertar. Existen otros co-reguladores en la síntesis de andrógenos adre- nales. Entre ellos están prolactina, factor de crecimien- to epidérmico, estrógenos, prostaglandinas, hormona de crecimiento, β-endorfinas, angiotensina y β-lipotropina. Las glándulas suprarrenales poseen receptores para pro- lactina. Se ha demostrado que prolactina tiene un efec- to directo en la esteroidogénesis y ésto es de particular relevancia en casos de hiperprolactinemia. La hormona liberadora de corticotropina placentaria parece favorecer el mantenimiento glandular y la secreción adrenal en el feto. Los andrógenos adrenales se producen en pequeñas cantidades durante la infancia y su secreción se incre- menta, de manera gradual con la edad, en forma parale- Cuadro 69-1. Manifestaciones del hiperandrogenismo • En el feto - Fetos masculinos • Aumento del tamaño del pene • Aceleración del crecimiento - Fetos femeninos presentan pseudohermafroditismo femenino • Virilización de los genitales externos en grado variable • Desarrollo variable de los conductos de Wolff • Aceleración del crecimiento • En la etapa prepuberal - Aceleración del crecimiento - Aceleración de la edad ósea y cierre prematuro de epífisis - Hipertrofia muscular - En varones: crecimiento peneano - En mujeres: crecimiento del clítoris - Pubarquia precoz - Cambios en el olor corporal - Acné - Seborrea - Aumento del pelo corporal - Engrosamiento de la voz • En la etapa puberal o pospuberal - En mujeres • Hirsutismo • Acné • Seborrea • Alopecia androgénica • Redistribución androgénica de la grasa corporal • Atrofia mamaria o reducción mamaria • Irregularidad menstrual e infertilidad • Aumento de la libido - En varones • Aceleración en la maduración y crecimiento • Acné • Aumento de la libido Cuadro 69-2. Principales causas de hiperandrogenismo posnatal • Origen suprarrenal - Síndrome de ovarios poliquísticos - Tumores benignos y malignos - Síndrome de Cushing - Deficiencias enzimáticas de 21-hidroxilasa, 11β-hidroxilasa y 3β-hidroxiesteroide deshidrogenasa, de aparición tardía • Origen ovárico - Síndrome de ovarios poliquísticos - Tumores virilizantes • Origen testicular - Tumores - Testotoxicosis • Origen placentario - Deficiencia de P-450 aromatasa en el feto • Aumento en la producción periférica - Obesidad - Hiperandrogenismo idiopático • Exógeno - Administración de corticoides sintéticos, andrógenos y este- roides anabólicos, levonorgestrel y progestágenos sintéticos a dosis altas. En el periodo prenatal la causa más importante es la hiperplasia suprarrenal congénita fetal. En el niño prepuberal debe considerarse hiperplasia suprarrenal congénita, resistencia a glucocorticoides y tumores suprarrenales. En el cuadro 62-2 se indican las principales causas de hiperandrogenismo posnatal de acuerdo a su origen. FISIOLOGÍA NORMAL DE ANDRÓGENOS Y FISIOPATOLOGÍA Biosíntesis Desde de la pubertad, es normal que las mujeres man- tengan una producción androgénica constante, y así permanece hasta ocurrir el climaterio. En la mujer con ciclos ovulatorios, el 50% de la testosterona proviene de la conversiónperiférica de otros esteroides, 25% de la producción ovárica y 25% de producción suprarrenal. La contribución adrenal y ovárica se modifica de acuerdo a la fase del ciclo ovárico. En la fase folicular, los precurso- res suprarrenales constituyen las dos terceras partes de la producción de testosterona y la mitad de la producción de 5a-dihidrotestosterona (DHT), mientras que en la fase periovulatoria, la contribución ovárica se incrementa http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org © E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. Hiperandrogenismo 739 la con el crecimiento de la zona fascicular y la zona re- ticular de la glándula. Las anormalidades en la actividad enzimática de la zona fascicular y reticular o sus regula- dores (como hormona adrenocorticotrópica o prolacti- na) pueden causar hirsutismo o virilización en mujeres o feminización en varones (exceso de andrógenos trans- formados a estrógenos por aromatización periférica). Es normal que la corteza suprarrenal secrete andróge- nos en cantidades crecientes desde los seis o siete años en las mujeres y siete u ocho años de edad en varones. La adrenarquia (incremento en la secreción de andró- genos adrenales) ocurre unos años antes de la pubertad (secreción de los esteroides sexuales gonadales). La pu- barquia es la aparición del vello púbico que resulta de incremento de la secreción de andrógenos. También se observa aparición del vello axilar. El hallazgo bioquímico clave de la adrenarquia es aumento en la producción de dehidroepiandrosterona (DHEA) debido a reducción en la actividad de 3β-hidroxiesteroide deshidrogenasa. Los factores de crecimiento insulinoide potencian la capaci- dad de sintetizar andrógenos al aumentar la fosforilación de P450c17. Este hallazgo pudiera ser clave en el desa- rrollo de una adrenarquia prematura en niñas con con- centraciones elevadas de insulina e hiperandrogenismo en pacientes con síndrome de ovarios poliquísticos, que se tratará en el capítulo 70. Hasta ahora se desconocen con certeza los mecanis- mos que provocan el inicio en el desarrollo de la zona fascicular y reticular adrenal, y los cambios en la activi- dad enzimática que conducen a adrenarquia. Se define pubarquia precoz o prematura a la aparición de vello pu- biano antes de los ocho años de edad en la niña y de los nueve en el varón, en ausencia de otros signos puberales, como botón mamario o aumento del volumen testicular. CIRCULACIÓN, CONVERSIÓN PERIFÉRICA Y METABOLISMO DE ANDRÓGENOS Los andrógenos suprarrenales se secretan en la corteza suprarrenal en forma libre, y al unirse a proteínas se vuel- ven biológicamente inactivos. La ∆4-androstendiona, dehidroepiandrosterona (DHEA) y sulfato de dehidroe- piandrosterona (DHEAS) se unen 90% a albúmina y 3% a la globulina fijadora de hormonas sexuales (SHBG). La SHBG tiene gran afinidad con estos esteroides pero tiene poca capacidad, mientras que la albúmina tiene baja afi- nidad pero gran capacidad de unión. Ésta es una manera de controlar la disponibilidad de los andrógenos, siendo independiente de su origen, ovárico o suprarrenal. Los andrógenos adrenales pueden seguir dos vías metabólicas diferentes al entrar a la circulación, degra- dación e inactivación o conversión periférica a deri- vados más potentes, como testosterona y 5a-dihidrotes- tosterona . Los andrógenos adrenales y sus metabolitos se inac- tivan o degradan en varios tejidos, incluyendo hígado y riñones. Las rutas bioquímicas para sufrir inactivación o excreción es formando residuos sulfato o glucurónidos que son hidrofílicos y son excretados por la orina. La DHEA, DHEAS y ∆4-androstendiona se convier- ten en andrógenos potentes, como testosterona y DHT en los tejidos periféricos. Las principales conversiones son de ∆4-androstendiona a testosterona y de testostero- na a DHT. Los sitios periféricos más importantes para la conversión se localizan en los folículos pilosos, glándulas sebáceas, próstata, genitales externos y tejido adiposo. El sulfato de DHEA es la versión sulfatada de DHEA. Su conversión la cataliza la sulfotransferasa (SULT2A1) lo- calizada en las glándulas suprarrenales, hígado, riñones e intestino delgado. Los valores de DHEAS son 300 veces más altos que las concentraciones de DHEA y, a diferen- cia de ésta, no muestra variación diurna o circadiana. La DHEA, que se produce en la glándula adrenal, puede convertirse también a ∆4-androstendiona. La DHEA y DHEAS se metabolizan también por hidroxilación en 7a y 16a o reducción en 17β. La ∆4-androstendiona se convierte a testosterona, etiocolanolona o androsterona. La testosterona se convierte en DHT por la acción de 5a-reductasa. Los metabolitos de estos andrógenos se conjugan como glucurónidos o sulfatos y se excretan en la orina. Otra vía metabólica que actúa en los andrógenos sintetizados es la aromatización. La fuente principal de estrógenos en las mujeres premenopáusicas son los ovarios, mientras que en las posmenopáusicas la mayor parte de los estrógenos se producen vía la conversión de los andrógenos en estrógenos por medio de la enzima aromatasa en los tejidos periféricos (tejido adiposo, mama, cerebro). El aumento en la producción de andrógenos en la mujer, así como la disminución de sus transportadores (SHBG o albúmina), reducción en su metabolismo en el nivel hepático o reducción de su excreción renal puede causar aumento en su concentración y su manifestación clínica es hirsutismo, acné, irregularidades menstruales e infertilidad, o ambas. El hiperandrogenismo de origen suprarrenal es la se- gunda causa más frecuente de hiperandrogenismo. Las deficiencias enzimáticas en la síntesis de cortisol causan hiperplasia suprarrenal congénita. En algunas series re- presenta de 12 hasta 42% del hiperandrogenismo en mu- jeres. De acuerdo al defecto enzimático se reconocen tres formas clínicas de presentación graves o moderada, que causan hiperandrogenismo. En las formas graves o clási- cas el déficit es completo y sus manifestaciones inician en la etapa fetal o al nacimiento; en las formas moderadas, no-clásicas o de aparición tardía, el defecto es parcial y se manifiestan en la infancia tardía o hasta la adolescencia, o incluso, pueden pasar inadvertidas hasta la edad adulta. HIPERPLASIA SUPRARRENAL CONGÉNITA Deficiencia de 21-hidroxilasa Es la forma más frecuente de hiperplasia suprarrenal, pues ocurre en 95% de estas deficiencias. En las for- mas no clásicas se manifiesta como hiperandrogenismo de aparición posnatal. Los signos más frecuentes en la http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org © E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. 740 • Endocrinología clínica de. . . (Capítulo 69) infancia es pubarquia prematura, acné, aceleración del crecimiento y maduración ósea; y en las niñas puede ob- servarse hipertrofia del clítoris en algunos casos. En la adolescencia y en la etapa adulta las mujeres presentan con frecuencia irregularidades menstruales, hirsutismo, calvicie de tipo androgénico, ovario poliquístico en un examen por ultrasonido, acné e infertilidad; los varones afectados, en su mayoría son asintomáticos, sin embargo, en algunos puede aparecer acné, oligospermia e inferti- lidad. Deficiencia de 11β-hidroxilasa Es la segunda forma más frecuente de hiperplasia supra- rrenal, ya que se manifiesta entre 3 y 5% de los casos. La anormalidad hormonal se caracteriza por deficiente con- versión de 11-desoxicortisol y 11-desoxicorticosterona en cortisol y corticosterona, y por eso observa un incre- mento en plasma de 11-desoxicortisol y 11-desoxicorti- costerona. A diferencia de la deficiencia de 21-hidroxi- lasa, el acúmulo de estos metabolitos provoca elevación de la tensión arterial y por consecuencia, un bloqueo del eje renina-angiotensina. La forma no clásica es muy rara y se manifiestade manera muy similar a la deficiencia de 21-hidroxilasa. Deficiencia de 3β-hidroxiesteroide deshidrogenasa Es una forma muy poco frecuente de hiperplasia supra- rrenal que afecta la transformación de 3β -∆5 esteroides (pregnenolona, 17a-hidroxipregnenolona, dehidroepian- drosterona y ∆5 androstenediol) en ∆4-3cetoesteroides (progesterona, 17a-hidroxiprogesterona, ∆4-androsten- diona, y testosterona). En las formas clásicas, las muje- res manifiestan virilización intrauterina por acúmulo de DHEA. La forma no clásica es muy poco frecuente. HIPERANDROGENISMO INSULÍNICO La resistencia a la insulina puede causar hiperproduc- ción de andrógenos por el ovario, así como reducción en las concentraciones de SHBG. Aquí se incluyen estados graves de resistencia, como el síndrome HAIR-AN (hi- perandrogenismo, resistencia a la insulina y acantosis ni- gricans), resistencia insulínica tipo A de Kahn y tipo B. HIPERANDROGENISMO FUNCIONAL/IDIOPÁTICO Representa entre 5 y 15% de los casos de hirsutismo. En este grupo no se puede demostrar hiperproducción de andrógenos de origen ovárico o suprarrenal. EVALUACIÓN DIAGNÓSTICA En la mayor parte de los casos, los signos y síntomas se asocian al tiempo de exposición al hiperandrogenismo (cuadro 69-1). Las manifestaciones más comunes que indican un exceso de andrógenos en las mujeres incluyen hirsutis- mo, acné e irregularidades menstruales. Antes de poder definir alguna anormalidad en las mujeres con HA habría que definir: ¿qué es normal? ¿Qué tanto es tener irregularidades menstruales? ¿Es normal este pelo terminal, constitucional o hirsutismo? Para poder definir estas anormalidades se han esta- blecido criterios aceptados en el ámbito internacional. Cabe mencionar que aún con estos criterios generales la variabilidad en la presentación de estos signos puede di- ferir de acuerdo a la raza. HIRSUTISMO Crecimiento de pelo terminal en zonas andrógeno-de- pendientes donde es habitual que la mujer no presente pelo. Para su diagnóstico aún se usa la evaluación de Fe- rriman-Gallway, publicada en 1961. Esta evaluación di- vide al cuerpo en nueve regiones que son andrógeno-de- pendientes. De acuerdo a la cantidad de pelo terminal observado en éstas se da una puntuación que fluctúa del 1 al 4 en función de la gravedad del crecimiento del pelo. Los valores mayores de 8 se considera hirsutismo. ACNÉ Se evalúa en forma independiente en cara y espalda, y se clasifica de leve a grave. La intensidad depende del número de lesiones observadas. Leve: microcomedones menores o iguales a 2 mm o menos de 20 comedones de más de 2 milímetros. Moderado: más de 20 comedones mayores o iguales a 2 mm pero con menos de 20 pústulas. Grave: más de 20 comedones de más de 2 mm de diámetro con más de 20 pústulas. Quístico: lesiones inflamatorias mayores o iguales a 5 mm en número variable. HIPERANDROGENEMIA Es la evidencia bioquímica de exceso de andrógenos que debe confirmarse en forma consistente. En la práctica clí- nica cotidiana demostrar esta anormalidad quizá no es tan útil, pues su medición no es de fácil acceso en todos los laboratorios, la medición puede ser variable de acuer- do al método o tienen un costo elevado. Los parámetros de mayor utilidad recomendados son: 1. Índice de andrógenos libres. Se calcula mediante la siguiente fórmula: (Testosterona total (ng/mL) × 3.47/SHBG nmol/L) × 100 http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org © E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. Hiperandrogenismo 741 Se considera que un valor mayor o igual a 4.5 hacen diagnóstico de hiperandrogenemia. 2. Cuantificación de testosterona libre. Es la cuantifi- cación de la testosterona no unida a proteínas. 3. Cuantificación de otros andrógenos. Como ∆4-an- drostendiona, sulfato de dehidroepiandrosterona y dehidropiandrosterona en suero. La evaluación mínima dependerá de la disponibilidad de los recursos, en especial con la medición de andróge- nos en sangre. La realización de un ultrasonido pélvico o transvaginal de alta resolución es capaz de detectar o confirmar una tumoración pélvica encontrada en la ex- ploración física como fuente productora de andrógenos. La historia clínica detallada genera un diagnóstico correcto en más de 90%. La exploración física debe co- rroborar si existen hallazgos de hirsutismo e hiperandro- genismo, y por supuesto descartar enfermedades relacio- nadas. LABORATORIO Y GABINETE Las mediciones hormonales tienen dos propósitos en la paciente con hiperandrogenismo: 1. Excluir enfermedades relacionadas o que provoquen incremento en los valores de andrógenos, como acné con concentraciones de andrógenos normales. 2. Detectar enfermedades que cursan con incremento en la producción de andrógenos, como síndrome de ovarios poliquísticos. Se debe señalar que en la actualidad existe un déficit de métodos sensibles, específicos y que sean accesibles para la cuantificación de testosterona de manera rutinaria. En fechas recientes la cuantificación de testosterona por es- pectrometría de masas se ha convertido en un método menos variable y con estándares de referencia, pero aún no muy accesible en la práctica clínica. En la evaluación de la hiperandrogenemia es útil contar con la determinación de testosterona total, hor- mona luteinizante, hormona foliculoestimulante, prolac- tina, cortisol en sangre matutina y vespertina o cortisol urinario, perfil tiroideo, glucosa e insulina en ayunas y en algunos casos la cuantificación de globulina fijadora de hormonas sexuales, cuantificación de 17a-hidroxipro- gesterona en sangre u otros esteroides seleccionados. La cuantificación hormonal de preferencia se realiza en las mujeres en la fase folicular temprana (día 3 a 5 del ciclo) o en cualquier momento después de por lo menos dos meses sin ciclos. La clínica y las determinaciones basales son suficien- tes en la mayoría de los casos para hacer el diagnósti- co. Cifras muy elevadas de 17a-hidroxiprogesterona son propias de la deficiencia de 21-hidroxilasa. Valores mayores de 1.5 ng/mL de testosterona total pueden co- rresponder a tumores suprarrenales u ováricos. Si existe hiperandrogenemia asociada a concentraciones elevadas de cortisol deberá excluirse la posibilidad de síndrome de Cushing o tumor suprarrenal. Los valores moderados altos de DHEAS sugieren hiperandrogenismo de origen suprarrenal, mientras que la elevación de ∆4 androsten- diona, sugiere hiperandrogenismo ovárico. Las concen- traciones elevadas de LH y normales de FSH, en una relación LH/FSH mayor o igual a 2.5 apoyan el diagnós- tico de síndrome de ovarios poliquísticos. La elevación de prolactina puede asociarse o no a hipotiroidismo. La medición de glucosa e insulina se utiliza para calcular el valor HOMA (del inglés, Homeostatic Model Assesment) que refleja la sensibilidad a la insulina. La prueba de oro por excelencia para descartar resistencia a la insulina es el clamp euglucémico, pero este método no se realiza en forma rutinaria, sino sólo en investigación. La cuantificación del valor HOMA correlaciona con el clamp euglucémico y es fácil de determinar. Se considera resistencia a la insulina a un valor > a 2.5. PRUEBAS DINÁMICAS Las pruebas dinámicas sólo se realizan cuando la explo- ración física y las mediciones basales no son suficientes para establecer un diagnóstico, y en su defecto, la prueba terapéutica falla en revertir la anormalidad endócrina. Debido a que la realización de este tipo de pruebas pue- de ser altamente costosa y de poco acceso en la obten- ción de las hormonas liberadoras sólo se insistirá en ellas cuando la confirmación diagnóstica sea determinante en el abordaje terapéutico. Prueba de estimulación con ACTH Después de un ayuno mínimo de 6 horas y entre 8:00 y 10:00 horas se administran 0.25 mg de ACTH por vía intravenosa y en los tiempos 0 y +60 minutos se obtie- nen muestrasde suero para cuantificar hormonas. Una elevación anormal de 17a-hidroxiprogesterona, ∆4-an- drostendiona o una relación DHEA/∆4-androstendio- na mayor a 1 sugiere la realización de esta prueba para descartar hiperplasia suprarrenal no clásica. En niñas con pubarca prematura pudiera requerirse esta prueba para excluir algún bloqueo enzimático de aparición no-clási- co. De acuerdo a la sospecha clínica se cuantifica cortisol, desoxicortisol, 17a-hidroxipregnenolona, 17a-hidroxi- progesterona, DHEA, DHEAS y ∆4-androstendiona. En la deficiencia de 21-hidroxilasa no clásica se con- sidera una prueba positiva a un valor mayor de 15 ng/mL de 17a-hidroxiprogesterona después del estímulo. Si la glucosa basal es anormal, se recomienda realizar una curva de tolerancia oral a la glucosa para definir de manera clara el estado de sensibilidad a la insulina. TRATAMIENTO El enfoque terapéutico de las mujeres con HA está en función de la necesidad individual de la paciente (abor- daje individualizado). http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org © E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. 742 • Endocrinología clínica de. . . (Capítulo 69) Si se ha identificado una causa específica de HA, así se resuelve, es decir, si existe un tumor productor de an- drógenos ovárico o suprarrenal su remoción es la correc- ción. Si se debe a hiperplasia suprarrenal debe corregirse la anormalidad suplementando con hidrocortisona o, en su defecto, con prednisona o dexametasona. Sin deseo de reproducción El objetivo en este grupo es restaurar los ciclos menstrua- les y corregir los efectos del exceso de andrógenos en piel y folículo pilosebáceo. Anovulatorios Son los compuestos más usados por ser accesibles y, en general, bien tolerados en la mayoría de las pacientes. Se usan con mucha frecuencia los anovulatorios hormonales (estrógeno más progestina por vía oral) pues reducen la secreción de gonadotropinas y la producción ovárica de andrógenos, aumentan SHBG y reducen el efecto de los andrógenos en órganos sensibles al disminuir su proporción libre. Las progestinas solas inyectables y los implantes subdérmicos son anovulatorios, pero no aumentan la globulina fijadora de hormonas sexuales. Estos tratamientos no revierten la anormalidad, por lo que al suspenderlos, recidiva el hiperandrogenismo, hirsutismo, acné y anovulación. Se usan combinaciones de etinilestradiol con pro- gestinas antiandrogénicas (acetato de ciproterona, dieno- gest y drospirenona) o androgénicas metabólicas neutras, como gestodeno, desogestrel o norgestimato. No hay evidencia de que alguna formulación sea superior a las demás. El acetato de ciproterona inhibe de manera com- petitiva al receptor de DHT, reduce la actividad de 5a reductasa e inhibe la secreción ovárica de andrógenos y la secreción de gonadotropinas, sobre todo de hormona luteinizante. Dienogest tiene una actividad antiandrogénica me- nos intensa que el acetato de ciproterona. Y drospireno- na es un derivado de 17a-hidroxiprogesterona que tiene una acción antimineralocorticoide. Al igual que dieno- gest se administra en combinación con etinilestradiol. Antiandrógenos Los antiandrógenos más usados son espironolactona y flutamida. Espironolactona es un agonista puro de aldosterona e inhibe p450c17 y receptores de DHT, o ambos. Flutamida es un compuesto que inhibe de manera competitiva a los andrógenos en su receptor periférico. Inhibe la actividad de 17-20 desmolasa suprarrenal e inhibe, en forma selectiva, la secreción de DHEAS. Re- quiere de anovulatorios adicionales para mantener ciclos regulares. Se ha asociado a daño hepático en algunos casos. Finasteride. Es un inhibidor de 5a-reductasa que bloquea la conversión de testosterona a 5a-dihidrotes- tosterona. Se asocia, por lo general, a anovulatorios para mantener ciclos regulares, y se utiliza sobre todo en mu- jeres con hirsutismo. TRATAMIENTO COSMÉTICO En general se utilizan los procesos de depilación tem- poral o definitiva, aunque siguen evaluándose produc- tos tópicos que se asocien a procedimientos eficaces de pérdida de pelo, que no sea dolorosos o costosos para las pacientes. El manejo del acné requerirá tratamiento tópico o sistémico según el caso. Es conveniente que un dermató- logo evalúe a las pacientes. TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO PARA HIPERPLASIA SUPRARRENAL CONGÉNITA NO CLÁSICA Las pacientes con hiperplasia suprarrenal congénita sin anormalidades hidroelectrolíticas se manejan de acuer- do a la anormalidad predominante, como irregularidad menstrual, hirsutismo o acné. Sólo las pacientes sinto- máticas deberán recibir tratamiento con suplementación mineralocorticoide. Se recomienda incrementar la dosis de mineralocorticoides en pacientes con hiperplasia su- prarrenal congénita en las siguientes situaciones: proceso infeccioso acompañado de fiebre (temperatura corporal mayor > 38.5°C), evento quirúrgico, traumatismo mo- derado a grave. Es recomendable administrar hidrocorti- sona en infusión continua cada seis a ocho horas. No se recomienda modificar la dosis de mineralocorticoides en situaciones como ejercicio, estrés emocional o mental, o procesos infecciosos sin fiebre. Con deseo de reproducción Una causa frecuente de consulta es la infertilidad o las irregularidades menstruales asociadas a hiperandrogenis- mo. En este grupo de mujeres se aborda la oligoovulación o anovulación de acuerdo a los esquemas aceptados en la actualidad. Reducir el estado hiperandrogénico por unos meses mediante anovulatorios orales puede mejorar la respuesta a la inducción de ovulación. En otro capítulo se expondrá con detalle el trata- miento de pacientes con síndrome de ovarios poliquís- ticos. http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org Endocrinología clínica de Dorantes y Martínez 5ª Edición Sección IX. Gónadas 69. Hiperandrogenismo booksmedicos.org Botón1:
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