Logo Studenta

Ascariasis

¡Estudia con miles de materiales!

Vista previa del material en texto

28Capítulo
Jorge Tay Zavala
Marco Antonio Becerril Flores
Contenido
■ Introducción
■ Características generales del parásito
■ Ciclo biológico
■ Mecanismos patogénicos 
y manifestaciones clínicas
■ Diagnóstico
■ Tratamiento
■ Prevención
■ Epidemiología
■ Caso clínico
Características generales 
del parásito
Ascaris lumbricoides es un gusano que atraviesa por la fase 
de huevo, cuatro fases larvarias y el adulto, macho o hem-
bra, pues es dioico (sexos separados, macho o hembra). En 
su cuerpo existen sistemas urinario, nervioso, digestivo y 
reproductor, este último maduro cuando alcanza el estadio 
adulto. En fase adulta, la hembra alcanza una longitud de 15 
a 45 cm. Los genitales consisten en vulva de localización 
medioventral, vagina cónica que se bifurca para formar un 
par de tubos genitales que se diferencian en útero, recep-
táculo seminal, oviducto y ovario. Pueden contener hasta 27 
millones de huevos y se estima que su oviposición es de 
200 000 huevos diarios. Las hembras presentan una forma 
recta en su terminación posterior, en tanto que los machos 
tienen forma curva, donde se presenta su espícula copula-
triz. En su extremo anterior se encuentra la boca, provista 
de tres labios con bordes dentados; los labios tienen papilas 
gemelas en los bordes laterales, continúan en el esófago e 
intestino tubular, y terminan en la cloaca sexual en el ma-
cho, y en el ano en la hembra.
El macho es más pequeño que la hembra, y mide de 15 
a 30 cm de longitud (fi gura 28-1); los genitales son túmulos 
diferenciados en testículos, conducto deferente, vesícula se-
minal, conducto eyaculador y cloaca, de localización sub-
terminal junto con el recto y las espículas copulatrices.
Preguntas de evaluación inicial
 1. ¿Cuál es la fase infectiva de Ascaris lumbricoides para el hu-
mano?
 2 . ¿Dónde se establece el parásito en el humano?
 3 . ¿De qué edad es la población más infectada?
 4 . ¿Por qué se dice que es un geohelminto?
 5 . ¿Cómo se diagnostica la ascariasis?
Ascariasis
Introducción
La ascariasis es una geohelmintiasis, ya que el agente causal 
requiere de la tierra para que se forme la fase infectiva para 
el humano; en este caso, la fase es el huevo larvado que con-
tiene a la larva de segundo estadio. Es una infección produci-
da por el nematodo Ascaris lumbricoides, uno de los parásitos 
descritos desde la antigüedad (véase capítulo 1, Historia de 
la parasitología). Esta parasitosis tiene enorme importancia 
epidemiológica, pues las zonas donde se presenta con mayor 
frecuencia son las de gran pobreza, donde la gente acostum-
bra defecar a ras del suelo, pues no tiene el recurso económico 
necesario para construir baños, ni dispone de agua potable. 
Esta parasitosis afecta de 25 a 35% de la población mundial.
Se pueden observar dos tipos de huevos: los fecunda-
dos y los no fecundados. Los primeros son ovoides, de cáp-
sula gruesa y transparente formada por tres capas, que son 
la interna o membrana vitelina, de naturaleza lipoide; la 
media, derivada del glucógeno, y la externa o albuminoide, 
con mamelones múltiples de 50 a 65 μm de largo por 45 a 50 
μm de ancho (fi gura 28-2). Las hembras que no se aparearon 
con machos depositan los huevos sin fecundar. A este fenó-
meno se le denomina partenogénesis, y lo que ponen son 
óvulos, más largos y estrechos, sin membrana vitelina, cu-
bierta muy delgada, y en general carecen de mamelones; mi-
den 85 a 90 μm de longitud por 30 a 40 μm de ancho.
Ciclo biológico
El mismo humano actúa como huésped de Ascaris lumbri-
coides, para que de ahí surjan los huevos y para que regre-
sen. Es decir, es un parásito monoxeno, pues requiere de un 
mismo huésped para completar el ciclo biológico. El sitio de 
establecimiento preferencial y defi nitivo del parásito es el 
intestino delgado. Macho y hembra copulan en la luz intes-
tinal y después de varios días la hembra ovipone; los huevos 
caen a la luz intestinal y son arrojados hacia el exterior junto 
con la materia fecal durante la defecación de la persona in-
fectada. Los huevos no son infectivos en esos momentos; 
requieren 15 a 21 días para que se larve en su interior, y para 
ello requiere de suelo arcilloso-arenoso, humedad y tempe-
ratura ambiental entre 21 y 35 °C, y media de 25 °C. En la 
tierra el huevo sufre una transformación: en su interior se 
forma una larva de primer estadio; 5 a 10 días después la 
larva muda y se transforma en larva de segundo estadio, 
todo esto dentro del huevo. En ese momento adquiere fase 
infectante para el humano: huevo larvado, con larva de se-
gundo estadio (fi gura 28-3). En condiciones adecuadas pue-
Figura 28-1 Hembras y machos colocados longitudinalmente para co-
nocer sus dimensiones y forma. Figura 28-2 Huevo de Ascaris lumbricoides fecundado pero sin larva.
Figura 28-3 Ciclo biológico de Ascaris lumbricoides.
Capítulo 28 Ascariasis216
además de eosinofi lia local y sanguínea, acompañados de 
fi ebre elevada, tos y estertores bronquiales por la presen-
cia de exudado bronquioalveolar; a este cuadro se le cono-
ce como síndrome de Löffl er o neumonía eosinófi la, y 
dura alrededor de una semana. En las reinfecciones conti-
nuas, y sobre todo en los niños, hay sensibilización con 
manifestaciones alérgicas, infi ltración pulmonar, ataques 
asmáticos y edema labial.
 2. Fase o periodo de estadio. El parásito adulto muestra 
distintos tipos de acción patógena en el humano, como 
mecánica, tóxica, expoliatriz, infl amatoria, traumática o 
irritativa. Se sabe que Ascaris lumbricoides produce pe-
queñas equimosis de la mucosa en los sitios de su im-
plantación junto con infección bacteriana y desarrollo 
de abscesos; cuando el paciente es sensible o hay parasi-
tosis masivas se aprecia marcada acción que irrita la mu-
cosa intestinal, y que clínicamente se manifi esta por 
síndrome diarreico, anorexia, palidez, pérdida de peso y 
malestar general.
Los gusanos consumen carbohidratos y alimen-
tos que el paciente ingiere. Esta situación y la sustancia 
inhibidora de la tripsina que produce A. lumbricoides 
interfi eren con la digestión y aprovechamiento de las 
proteínas que el huésped ingiere en su dieta. De esta 
forma los gusanos contribuyen a la desnutrición e im-
piden un desarrollo normal, sobre todo en los niños.
En ocasiones hay complicaciones con cuadros clí-
nicos que requieren intervención quirúrgica, sobre todo 
en pacientes que presentan parasitosis masivas; los más 
frecuentes son suboclusión y oclusión intestinal debidas 
a la acumulación de parásitos en una porción del tubo 
digestivo, vólvulo, invaginación, perforación, apendici-
tis, diverticulitis, abscesos hepáticos y obstrucción la-
ríngea.
 3. Migraciones erráticas. Se producen alteraciones graves y a 
veces fatales cuando Ascaris lumbricoides, tanto en forma 
de larva como de adulto, se desplaza en forma errática, por 
lo que pueden ser regurgitados y salir por la boca, escapar 
por las narinas, invadir las vías biliares, vesícula, hígado, 
riñón, apéndice, conducto lagrimal, conducto auditivo ex-
terno, cicatriz umbilical y vejiga, entre otros.
Diagnóstico
El dato más alarmante se refi ere a la eliminación de lombri-
ces al defecar. En ocasiones el paciente le lleva al médico un 
espécimen de Ascaris. Las características morfológicas 
permiten sospechar la infestación. Los huevos se detectan 
mediante CPS directo o por concentración cualitativa o 
cuantitativa; los métodos cuantitativos son los de elección 
porque correlacionan las parasitosis con los síntomas y 
orientan acerca del tratamiento a seguir por el pronóstico.
Mediante rayos X se detectan las sombras de los gusa-
nos en los intestinos, aún más cuando en dicho estudio se 
emplea material de contraste. Los estudios serológicos son 
de permanecer viable durante varios meses. Después que el 
humano ingiere los huevos infectivos junto con los alimen-
tos o mediante otros mecanismos, los huevos pasan por el 
estómago; el jugo gástrico y las enzimas que están en con-
tacto con el nematodo no lo afectan,pero cuando llega al 
duodeno, la larva de segundo estadio eclosiona alcanzando 
la segunda porción del duodeno. Dicha larva mide 200 a 300 
μm, penetra la pared intestinal, alcanza los vasos mesentéri-
cos y en 24 horas llega por vía corta al hígado, donde perma-
nece de 3 a 5 días (fi gura 28-4). Aquí aumenta de tamaño y 
llega a tener 900 μm de longitud; ahora es larva de tercer 
estadio. Esta larva de tercer estadio sigue migrando por las 
venas suprahepáticas, cava inferior, aurícula y ventrículo 
derechos, arterias pulmonares, atraviesa la membrana al-
veolocapilar y cae en los alvéolos, donde permanece en este 
estadio, o bien muda y se transforma en larva de cuarto es-
tadio. La larva de tercer estadio mide ahora 1.5 cm de longi-
tud, lo que ocasiona sintomatología. Esta fase del parásito 
asciende por bronquíolos, bronquios, tráquea y laringe, y es 
deglutida, pasa a esófago y estómago; por último llega al in-
testino delgado, donde se convierte en cuarto estadio y lue-
go en adulto. Se desarrolla hasta alcanzar la madurez sexual 
en 50 días después de la infección; luego se efectúa la fecun-
dación entre machos y hembras que están alojados en el in-
testino, y 10 días más tarde se pueden encontrar huevos en 
las heces, con lo que se cierra el ciclo biológico.
Mecanismos patogénicos 
y manifestaciones clínicas
Ascaris lumbricoides produce alteraciones anatomopatoló-
gicas en su fase de migración (larvas), así como en la fase de 
estado (adulto); también se presentan alteraciones como re-
sultado de migraciones erráticas de larvas y de adultos.
 1. Fase o periodo larvario. Las formas larvarias de Ascaris 
lumbricoides que atraviesan la membrana alveolocapilar y 
llegan al parénquima pulmonar producen lesiones mecá-
nicas con procesos congestivos e infl amatorios fugaces, 
Figura 28-4 Huevo larvado de A. lumbricoides en el momento de la 
eclosión.
Diagnóstico 217
de mucho valor, sobre todo en la etapa de migración larva-
ria, para efectuar el diagnóstico diferencial contra proble-
mas pulmonares; sin embargo, no es común la serología 
para el diagnóstico de esta infección. La eosinofi lia es un 
dato muy importante en la fase extraintestinal.
Tratamiento
Existen varios medicamentos efi caces contra esta parasito-
sis (cuadro 28-1). Los más adecuados son piperazina, piran-
tel, mebendazol, albendazol y nitazoxanida. La oclusión y 
perforación intestinales, así como la penetración a apéndices 
y obstrucción de conductos biliares, se tratan quirúrgica-
mente. El albendazol se administra en dosis de 400 mg/día, 
única dosis. Si no hay cura se recomienda repetir la dosis a 
la tercera semana. En niños menores de dos años se aplica 
una dosis única de 200 mg/día, y en mayores de dos años es 
igual que para adultos; para mayores de dos años la adminis-
tración es como la de adultos. En embarazadas no es recomen-
dable, aunque no hay literatura que mencione experiencias y 
efectos indeseables. El mebendazol puede emplearse en do-
sis de 100 mg/día por tres días consecutivos. Si no hay cura 
se puede volver a administrar en 3 a 4 semanas. En menores 
de dos años no se ha establecido la dosis, y en mayores de 
dos años es igual a la del adulto. Tampoco hay documenta-
ción respecto de mujeres embarazadas, pero se aconseja no 
administrarlo. 
La piperazina es otro antiparasitario que puede em-
plearse. Se recomienda en casos de obstrucción biliar o gas-
trointestinal, pues ocasiona parálisis fl ácida del gusano; la 
dosis en adultos es de 3.5 g/día durante dos días. En edad 
pediátrica es de 75 mg/kg/día por dos días, sin exceder de 
3.5 g/dosis. No hay informes en relación con embarazadas, 
pero se recomienda no administrar. El pamoato de pirantel 
ocasiona parálisis espástica del gusano; no es recomendable 
en casos de ascariasis masiva, ya que puede ocasionar asfi xia. 
Se administra en dosis de 11 mg/kg en una simple dosis, sin 
exceder de 1 g/dosis. En edad pediátrica se administra igual 
que en adultos. Piperazina y pirantel son antagonistas, por 
lo que no deben usarse juntos. 
La ivermectina daña a las células musculares y nervio-
sas del parásito. Se administra en adultos en dosis de 150 a 
200 mg/kg, en una sola ocasión. En edad pediátrica igual 
que en adultos, y no se ha documentado en embarazadas. 
El levamisol inhibe la cópula entre machos y hembras. 
Se administra en dosis única de 2.5 mg/kg. En edad pediá-
trica es la misma dosis, y en embarazadas no hay datos, pero 
no se recomienda su administración.
Prevención
Se orienta a la eliminación adecuada de las excretas mediante 
la instalación de letrinas sanitarias o instalaciones similares, 
y observar medidas higiénicas personales adecuadas, tanto 
individuales como comunitarias, así como en el manejo de 
los alimentos. La ascariasis se puede controlar mediante qui-
mioterapia, en la que se administran periódicamente fárma-
cos, y por observación de las medidas anteriores con objeto 
de eliminar los parásitos adultos y luego los inmaduros, a tal 
grado que los huevos que permanecen en el suelo se tornen 
inviables a fi n de que si se ingieren no produzcan infección. 
Este mecanismo es válido sólo para comunidades cerradas, 
ya que en poblaciones abiertas se observa que al cabo de 
unos años las personas presentan de nuevo la parasitosis de-
bido a que existen las condiciones ideales para que continúe 
el ciclo biológico (fi gura 28-5).
Epidemiología
Ascaris lumbricoides es un parásito cosmopolita y el más co-
mún de los helmintos. Se distribuye en zonas tropicales y 
templadas del mundo, sobre todo en el medio rural, donde 
las condiciones socioeconómicas e higiénicas son defi cien-
tes. En todo el mundo hay 1 400 millones de personas infec-
tadas con Ascaris lumbricoides, cuyas prevalencias varían 
en diferentes países y van desde 4 hasta 90%. Las complica-
ciones secundarias varían de 11 a 67% de los infectados, y la 
complicación más común es la obstrucción intestinal y bi-
liar; ocurren 8 000 a 100 000 muertes por año en todo el 
Antiparasitario Dosis pediátrica Dosis en adulto
Albendazol (1a. elección) 400 mg/día, única dosis y 200 mg/día en menores de 2 años 400 mg/día, única dosis
Mebendazol (2a. elección) 100 mg/día, 3 días o 500 mg/día un solo día 100 mg/día, 3 días o 500 mg/día un solo día
Piperazina 3.5 g/día, 2 días 3.5 g/día, 2 días
Pamoato de pirantel 11 mg/kg en una simple dosis 11 mg/kg en una simple dosis
Ivermectina (3a. elección) 150-200 mg/kg, una dosis 150-200 mg/kg, una dosis
Levamisol 2.5 mg/kg una dosis 2.5 mg/kg una dosis
• Cuadro 28-1 Fármacos para el tratamiento de la ascariasis
Capítulo 28 Ascariasis218
mundo, sobre todo niños. Aunque varones y niños son los 
más frecuentemente parasitados, no hay predisposición 
hormonal o genética; más bien se debe a hábitos higiénicos, 
jugar con tierra y comerla. Se estima que 33% de la pobla-
ción en México tiene este parásito, aun cuando al parecer 
sólo 6% de los infectados presenta parasitosis masiva.
La ascariasis se presenta en todas las edades, pero es 
más frecuente en los niños debido principalmente a ciertos 
factores, como hábitos de jugar en el suelo, infección a tra-
vés de la boca por contacto con las manos sucias, práctica de 
geofagia, etc., además de la ingestión de verduras regadas 
con aguas negras, alimentos y bebidas contaminados con la 
forma infectiva, tanto por el humano como por vectores. El 
varón y la mujer pueden ser parasitados, pero los adultos 
que ya sufrieron la infección muestran cierto grado de resis-
tencia.
La longevidad del parásito adulto se calcula en 18 me-
ses. Desde el punto de vista epidemiológico, es muy impor-
tante evitar el fecalismo a ras del suelo.
Caso clínico*
En el año 2005 las doctoras Georgina Eutropia Pérez De la 
Torre y Moraima Irene Batista Carmona publicaron un caso 
de ascariasis masiva de una persona masculina de 60 años, 
jornalero, procedente de área rural, que acude al hospital 
por presentar antecedentes patológicos de hepatitis sin pre-
cisar el tipo, dolores abdominales localizadosa nivel de epi-
gastrio, vómitos y fi ebre. Recibe tratamiento con antibióticos 
por sepsis urinaria; el paciente no mejora su estado y acude 
con cuadro de dolor abdominal de dos meses de evolución 
aproximadamente acompañado de vómitos biliosos y ex-
pulsión de un áscaris por la boca. Comienza a tener falta de 
aire y dolor torácico en punta de costado. 
Al examen físico se demuestra murmullo vesicular en 
el hemitórax derecho con presencia de estertores crepitantes 
y subcrepitantes. Mediante Rx de tórax se observa absceso 
pulmonar derecho. El cuadro clínico del paciente empeoró 
y éste falleció. 
La necropsia reveló choque tóxico infeccioso; absceso 
pericolónico extenso a nivel de colon transverso con severa 
peripancreatitis aguda y esteatonecrosis masiva en la trans-
cavidad de los epiplones; ascariasis colónica masiva compli-
cada; adherencias interasas con abscesos pericólicos; perito-
nitis purulenta; colitis crónica agudizada con úlceras; 
apelotonamiento colónico por áscaris lumbricoides que lo 
ocupaban casi en su totalidad, predominantemente el ángu-
lo hepático y colon transverso con plastrón infl amatorio a 
estos niveles; bronconeumonía bilateral con bronquiecta-
sias abscedadas, la mayor en base pulmonar derecha con 
hemorragia, así como peritonitis fi brinopurulenta; esofagi-
tis aguda; gastritis crónica activa; hepatitis reactiva con 
congestión hepática. También se descubrió esteatosis; esple-
nitis reactiva; nefroangioesclerosis benigna y necrosis tubu-
lar aguda.
Figura 28-5 Condiciones epidemiológicas favorables para la disemina-
sión de ascariasis.
* Caso de ascariasis masiva por Pérez de la Torre y Batista Carmona, 2006; http://www.conganat.org/7congreso/vistaImpresion.asp?id_trabajo=227; 
obtenido en el 7o. Congreso Virtual Hispanoamericano de Anatomía Patológica.
Bibliografía
Albonico M, Ramsan M, Wright V et al. Soil-transmmitted nema-
tode infections and mebendazole treatment in Mafi a Island 
school children. Ann Trop Med Parasitol 96(7): 717-26. 
2002. 
Arya PK, Kukreti R, Arya M, Gupta SN. Magnetic resonance 
appearance of gall bladder ascariasis. Indian J Med Sci 
59(5):208-10. 2005. 
Garg D, Khurana M. Ascaris lumbricoides in the lacrimal passage. 
Indian J Ophtal 48(4):331. 2000.
González AH, Regalado VC, Van-den-Ende J. Non-invasive ma-
nagement of Ascaris lumbricoides biliary tract migration: 
a prospective study in 69 patients from Ecuador. Trop Me-
dicine Int Health 6(2):146-50. 2001.
Habbari K, Tiff nouti AG, Manddil A. Geohelminthic infections asso-
ciated with raw waste water reuse for agricultural purposes 
in Beni-Mella, Morocco. Parasitol Int 48(3):249-54. 2000.
Khuroo MS. Hepatobiliary and pancreatic ascariasis. Indian J 
Gastroenterol 20(1):C28-32. 2001.
Mackrell PJ, Lee K, García N et al. Pancreatitis secondary to Asca-
ris lumbricoides infestation. Surgery 129(4):511-2. 2001.
Mahmood T, Mansoor N, Quraishy S et al. Ultrasonographic 
appearance of Ascaris lumbricoides in the small bowel. J 
Ultr Medicine 20(3):269-74. 2001.
Nacher M, Garay F, Singhasivanon P et al. Ascaris lumbricoides 
infection is associated with protection from cerebral ma-
laria. Paras Immunol 22(3):10007-13. 2000.
Caso clínico 219
Osoegawa M, Matsumoto S, Ochi H et al. Localized myelitis cau-
sed by visceral larva migrans due to Ascaris suum mas-
querading as an isolated spinal cord tumor. J Neurol Neu-
rosurg Psychiatry 70(2):265-6. 2001.
Singh AK, Singh M. Ascaris psychosis: an unusual presentations 
of round worm infestation. J Ass Physicians India 
48(4):456. 2000.
Tay J, Navarrete F. Frecuencia de las parasitosis intestinales en 
Ometepec, estado de Guerrero (Méx). Medicina (Méx) 
40(843):200-203. 1960.
Tay J, Ruiz A, Sánchez VJT y cols. Las helmintiasis intestinales en 
la República Mexicana. Bol Chil Parasitol 50:10-16. 1996.
Tay J. Comparación al microscopio electrónico de los epitelios in-
testinales de Ascaris lumbricoides y Fasciola hepatica. Rev 
Latinoamer Microbiol 13:125-136. 1971.
Tiao MM, Liang CD, Huang SC et al. Pancreatitis with gallbladder 
ascariasis in child: case report. Chang Gung Medical J 
24(1):68-71. 2001.
 1. ¿A qué se debe que durante más de seis décadas no ha dis-
minuido de manera importante la prevalencia de ascariasis 
en México?
 2. ¿Qué medidas se pueden aplicar para eliminar la ascariasis?
 3. ¿Cómo infl uye la nutrición en la adquisición de esta infec-
ción en una comunidad?
Preguntas para refl exionar
Valentine CC, Hoff ner RJ, Henderson SO. Th ree common presen-
tations of ascariasis infection in an urban, Emergency De-
partment. J Emerg Medicine 20(2):135-9. 2001.
Vizer G, Patai A, Dobronte Z. Endoscopic treatment of cholestasis 
caused by Ascaris lumbricoides. Orvosi Hetilap, 142(13):
681-3. 2001.
 1. Huevo con larva de segundo estadio.
 2 . A lo largo del intestino delgado.
 3 . Los niños entre 2 y 6 años.
 4 . Porque requiere de la tierra para formar su fase infectiva.
 5 . Mediante exámenes coproparasitoscópicos.
Respuestas a las preguntas de evaluación inicial
Capítulo 28 Ascariasis220
	Capítulo 28. Ascariasis

Continuar navegando

Materiales relacionados

24 pag.
Estrongiloidiasis: Patología General

User badge image

Fernanda Romucho Aguilar

5 pag.
Tricocefalosis (trichuriosis)

SIN SIGLA

User badge image

Kerem Priscilla S. Quintana

8 pag.
Uncinariasis

SIN SIGLA

User badge image

Kerem Priscilla S. Quintana

18 pag.
Trabajo20 Grupo207

SIN SIGLA

User badge image

dpaterninamaussa28