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Haemophilus y bacterias relacionadas

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296 © 2014. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos
31Haemophilus y bacterias relacionadas
Los miembros de la familia Pasteurellaceae son un grupo heterogéneo de pequeños bacilos 
gramnegativos.
1. ¿Cuál es la infección que se asocia con más frecuencia a Haemophilus influenzae tipo b, 
Actinobacillus, Aggregatibacter y Pasteurella?
2. ¿Por qué es infrecuente en los Estados Unidos la enfermedad por Haemophilus influenzae tipo b?
3. ¿Por qué la detección del polisacárido capsular (es decir, polirribitol fosfato, o PRP) 
en H. influenzae tiene un valor limitado?
4. ¿Cuál es el tratamiento de elección de las infecciones por Pasteurella?
Las respuestas a estas preguntas están disponibles en www.StudentConsult.es 
Los cuatro géneros más importantes de la familia Pasteure-llaceae son Haemophilus, Actinobacillus, Aggregati-
bacter y Pasteurella (tabla 31-1) y son responsables de una 
amplia gama de enfermedades (cuadro 31-1). Los miembros 
de esta familia son bacilos gramnegativos pequeños (0,2 a 
0,3 por 1 a 2 mm) anaerobios facultativos. La mayoría tiene 
necesidades de crecimiento exigentes y precisan de medios 
enriquecidos para su aislamiento. Las especies pertenecientes 
al género Haemophilus constituyen el patógeno humano 
más frecuente y relevante y es el centro de interés de este 
capítulo (tabla 31-2).
haemophiluS (cuadro 31-2)
Los microorganismos de Haemophilus son bacilos gramnega-
tivos pequeños, en ocasiones pleomórficos, que se encuen-
tran en las mucosas de las personas (fig. 31-1). Haemophilus 
influenzae es la especie que se asocia con mayor frecuencia a 
enfermedad, aunque la introducción de la vacuna frente 
a H. influenzae tipo b ha reducido espectacularmente la 
incidencia de la enfermedad, en particular en la población 
pediátrica. Haemophilus aegyptius es una causa importante 
de conjuntivitis aguda purulenta. Haemophilus ducreyi 
es el agente etiológico bien conocido de la enfermedad de 
transmisión sexual chancro blanco o chancroide. Los res-
tantes miembros del género se suelen aislar en las muestras 
clínicas (p. ej., Haemophilus parainfluenzae representa la 
especie más frecuente en la cavidad bucal), aunque rara vez 
son patógenos y fundamentalmente originan infecciones 
oportunistas.
Fisiología y estructura
La mayoría de las especies de Haemophilus necesita medios 
complementados con los siguientes factores de crecimiento: 
1) hemina (también conocida como factor X por «factor
desconocido») y 2) nucleótido de nicotinamida y adenina
(NAD, también llamado factor V por «vitamina»). Aunque
estos dos factores están presentes en los medios enriquecidos
con sangre, el agar sangre de carnero se debe calentar ligera-
mente con el fin de destruir los inhibidores del factor V. Por
este motivo, el agar sangre calentado («chocolate») se usa in
vitro para el aislamiento de H. influenzae.
La estructura de la pared celular de Haemophilus es la típica 
de otros bacilos gramnegativos. La pared celular posee un 
lipopolisacárido con actividad de endotoxina, y la membrana 
externa presenta proteínas específicas de cepa y específicas de 
especie. El análisis de estas proteínas específicas de cepa resulta 
de utilidad en los estudios epidemiológicos. La superficie de 
muchas de las cepas de H. influenzae está recubierta de una 
cápsula de polisacárido, y se han identificado seis serotipos 
antigénicos (a-f). Con anterioridad a la introducción de la 
vacuna frente a H. influenzae tipo b, este microorganismo era 
el responsable de más del 95% de las infecciones invasivas por 
Haemophilus. Tras la introducción de la vacuna, la mayor parte 
de las enfermedades ocasionadas por este serotipo desaparecie-
ron y más de la mitad de las enfermedades invasivas se deben 
ahora a cepas no encapsuladas (no susceptibles de tipado).
Además de la diferenciación serológica de H. influen­
zae, la especie se subdivide en ocho biotipos (I hasta VIII) 
de acuerdo con las tres reacciones bioquímicas siguientes: 
producción de indol, actividad ureasa y actividad ornitina 
descarboxilasa. La separación de estos biotipos es útil con 
fines epidemiológicos.
Patogenia e inmunidad
Las especies de Haemophilus, en especial H. parainfluenzae y 
H. influenzae no encapsulado, colonizan el tracto respiratorio
superior en prácticamente todos los individuos durante los
primeros meses de vida. Estos microorganismos se pueden
diseminar localmente y producir enfermedad en los oídos
(otitis media), los senos (sinusitis) y el tracto respiratorio
inferior (bronquitis, neumonía). Sin embargo, la enfermedad
diseminada es relativamente infrecuente. Por el contrario, H.
influenzae con cápsula (principalmente el serotipo b [biotipo
I]) aparece de forma infrecuente o en un número muy bajo
en el tracto respiratorio superior, si bien constituye una causa
frecuente de enfermedad en niños no vacunados (p. ej.,
meningitis, epiglotitis [laringitis obstructiva], celulitis). Los
pili y las adhesinas no relacionadas con los pili intervienen
en la colonización de la bucofaringe por H. influenzae. Los
componentes de la pared celular bacteriana (p. ej., lipopoli-
sacáridos y glucopéptidos de bajo peso molecular) alteran la
función ciliar y ocasionan daños en el epitelio respiratorio.
A continuación, las bacterias se pueden traslocar a través de
células epiteliales y endoteliales para ingresar en el torrente
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circulatorio. En ausencia de anticuerpos opsonizantes es-
pecíficos dirigidos contra la cápsula polisacárida, se puede 
producir una bacteriemia con un gran número de bacterias y 
diseminación a las meninges u otros focos distales.
El principal factor de virulencia de H. influenzae tipo b 
es la cápsula antifagocítica polisacárida, la cual contiene 
 ribosa, ribitol y fosfato (conocido normalmente como fosfato 
de polirribitol [PRP]). Los anticuerpos frente a la cápsula 
suponen un estímulo importante de la fagocitosis bacteriana 
y de la actividad bactericida mediada por el complemento. 
Estos anticuerpos se desarrollan por la infección natural, la 
vacunación con PRP purificado o la transferencia pasiva de 
anticuerpos maternos. La gravedad de la enfermedad sistémi-
ca se relaciona de forma inversa con la tasa de eliminación de 
las bacterias del torrente sanguíneo. El riesgo de meningitis y 
epiglotitis es significativamente mayor en los pacientes caren-
tes de anticuerpos frente a PRP, aquéllos con reducción del 
complemento o los sometidos a una esplenectomía. El com-
ponente lipopolisacárido lípido A ha inducido inflamación 
meníngea en un modelo animal y podría desencadenar esta 
respuesta en el ser humano. H. influenzae (tanto las cepas en-
capsuladas como las no encapsuladas) produce proteasas de 
inmunoglobulina IgA1 que pueden facilitar la colonización 
de las superficies mucosas por parte de los microorganismos 
al interferir con la inmunidad humoral.
Epidemiología
Las especies de Haemophilus aparecen en casi todos los 
individuos, y colonizan principalmente las mucosas res-
piratorias. H. parainfluenzae es la especie de Haemophilus 
predominante en la boca. Las cepas no encapsuladas de H. in­
fluenzae se suelen encontrar en el aparato respiratorio supe-
rior; sin embargo, las cepas encapsuladas se detectan sólo en 
pequeñas cantidades y cuando se emplean medios de cultivo 
altamente selectivos. Antes de la introducción de la vacuna 
frente al H. influenzae, aunque el tipo b era el que con más 
frecuencia ocasionaba enfermedad sistémica, era raro aislar 
este microorganismo en niños sanos (un dato que confirma 
la virulencia de esta bacteria).
La epidemiología de la enfermedad por Haemophilus 
se ha modificado drásticamente. Antes de la introducción 
de las vacunas conjugadas frente a H. influenzae tipo b, se 
estimaba que cada año ocurrían alrededor de 20.000 casos 
Tabla 31-1 Pasteurellaceae relevantes
Microorganismo Origen histórico
Haemophilus haemo, sangre; philos,amante («amante 
de la sangre»; requiere sangre para 
crecer en los medios de agar)
H. influenzae Inicialmente se pensó que producía gripe
H. aegyptius aegyptius, egipcio (observado por Robert 
Koch en el año 1883 en exudados 
de sujetos egipcios afectados por 
conjuntivitis)
H. ducreyi Recibe su nombre del microbiólogo 
Ducrey, quien aisló por primera vez 
este microorganismo
Actinobacillus actinis, rayo; bacillus, pequeño bastón o 
barra (la denominación «bacilo rayo» 
se refiere al desarrollo de formas 
filamentosas [rayos])
Aggregatibacter aggregare, juntarse; bacter, bacilo 
bacteriano: bacteria en forma de 
bacilo que forma agregados
A. actinomycetemcomitans comitans, acompañante («acompañando 
a un actinomiceto»; las cepas se 
asocian con frecuencia a Actinomyces)
A. aphrophilus aphros, espuma; philos, amante 
(«amante de la espuma»)
Pasteurella Recibe su nombre de Louis Pasteur
P. multocida multus, muchos; cidus, matar («que mata 
a muchos»; patógeno para un gran 
número de especies de animales)
P. canis canis, perro (aislado de la cavidad bucal 
del perro)
Tabla 31-2 Especies de Haemophilus asociadas 
a enfermedad en el ser humano
Especies
Enfermedades 
fundamentales Frecuencia
H. influenzae Neumonía, sinusitis, 
otitis, meningitis, 
epiglotitis, celulitis, 
bacteriemia
Frecuente en 
todo el mundo; 
infrecuente en 
Estados Unidos
H. aegyptius Conjuntivitis Infrecuente
H. ducreyi Chancroide Infrecuente en 
Estados Unidos
H. parainfluenzae Bacteriemia, 
endocarditis, 
infecciones 
oportunistas
Rara
H. haemolyticus Infecciones oportunistas Rara
H. parahaemolyticus Infecciones oportunistas Rara
CUADRO 31-1
Pasteurellaceae: resúmenes clínicos
Haemophilus influenzae
Meningitis: enfermedad que afecta principalmente a niños 
no vacunados; se caracteriza por fiebre, cefalea intensa 
y signos sistémicos
Epiglotitis: proceso que afecta fundamentalmente a niños 
no vacunados; se caracteriza por una fase inicial con 
faringitis, fiebre y dificultades respiratorias que evoluciona 
a celulitis e inflamación de los tejidos supraglóticos, y es 
posible la obstrucción del tracto respiratorio
Neumonía: inflamación y consolidación de los pulmones 
observada principalmente en ancianos con un trastorno 
pulmonar crónico de base; suele deberse a cepas no 
tipables
Haemophilus aegyptius
Conjuntivitis: una conjuntivitis purulenta aguda («ojo rosa»)
Haemophilus ducreyi
Chancroide: enfermedad de transmisión sexual 
caracterizada por una pápula dolorosa a la palpación 
con una base eritematosa que se transforma 
en una ulceración dolorosa con linfadenopatía asociada
Aggregatibacter actinomycetemcomitans
Endocarditis: responsable de una forma subaguda 
de endocarditis en sujetos con lesiones subyacentes 
en la válvula cardíaca
Aggregatibacter aphrophilus
Endocarditis: idéntico a A. actinomycetemcomitans
Pasteurella multocida
Herida por mordedura: la manifestación más frecuente 
es la infección de una mordedura por un gato o perro; 
resulta especialmente frecuente en las mordeduras 
producidas por el gato, ya que las heridas son profundas 
y difíciles de desinfectar
298 MICROBIOLOGÍA MÉDICA
de enfermedad invasiva por este patógeno en niños meno-
res de 5 años en Estados Unidos. Las primeras vacunas polisa-
cáridas frente a H. influenzae tipo b no conferían protección a 
los niños menores de 18 meses (la población con mayor riesgo 
de enfermedad), dado que existe un retraso natural en la ma-
duración de la respuesta inmune a los antígenos polisacáridos. 
Cuando en diciembre de 1987 se introdujeron las vacunas 
que contenían antígenos PRP purificados conjugados con una 
molécula transportadora de proteínas (p. ej., toxoide difté-
rico, toxoide tetánico, proteína de la membrana externa del 
meningococo) se obtuvo una respuesta humoral protectora en 
niños de 2 o más meses de edad y prácticamente desapareció 
la enfermedad sistémica en pacientes menores de 5 años en 
los Estados Unidos, con tan sólo 23 casos descritos en el año 
2010. La mayoría de las infecciones por H. influenzae tipo b 
se producen actualmente en niños que no son inmunes (como 
consecuencia de una vacunación incompleta o una respuesta 
deficiente a la vacuna) y en ancianos con una disminución de 
la inmunidad. Asimismo, la enfermedad invasiva causada por 
otros serotipos con cápsulas o cepas no encapsuladas de H. in­
fluenzae se ha tornado proporcionalmente más frecuente que 
la originada por el serotipo b. Se debe tener en cuenta que el 
éxito de la eliminación de la enfermedad por H. influenzae 
tipo b en Estados Unidos no se ha disfrutado en numerosos 
países en vías de desarrollo en los que las campañas de vacu-
nación no se han llevado a cabo de forma satisfactoria. Por 
consiguiente, H. influenzae tipo b continúa representando el 
principal patógeno pediátrico en muchos países. Se estima 
que cada año se registran 3 millones de casos de enfermedad 
grave y hasta 700.000 muertes en niños a nivel mundial, lo 
CUADRO 31-2
Resumen de Haemophilus
Biología, virulencia y enfermedad
Bacilos o cocobacilos gramnegativos pleomorfos 
de pequeño tamaño
Anaerobios facultativos, fermentadores
La mayoría de las especies necesita factor X y/o V para 
su crecimiento
H. influenzae se subdivide en grupos serológicos (tipos 
a hasta f) y bioquímicos (biotipos I a VIII)
H. influenzae tipo b es el más virulento desde el punto 
de vista clínico (su cápsula contiene fosfato 
de polirribitol [PRP])
Haemophilus se adhiere a las células hospedadoras a través 
de pili y de estructuras no pilosas
Consulte en la tabla 31-2 el resumen de las enfermedades
Epidemiología
Haemophilus coloniza normalmente al ser humano, aunque 
las especies encapsuladas, en especial H. influenzae tipo b, 
son componentes poco frecuentes de la microflora 
normal
La enfermedad producida por H. influenzae tipo b 
representaba fundamentalmente un proceso pediátrico; 
se ha erradicado en las poblaciones vacunadas
La enfermedad por H. ducreyi es infrecuente 
en Estados Unidos
A excepción de H. ducreyi, que se transmite por 
contacto sexual, la mayor parte de las infecciones 
por Haemophilus se produce a partir de la propia flora 
bucofaríngea del individuo (infecciones endógenas)
Los pacientes con mayor riesgo de padecer la enfermedad 
son aquéllos con concentraciones inadecuadas 
de anticuerpos protectores, los que presentan 
una reducción del complemento y los que se han 
sometido a una esplenectomía
Diagnóstico
La microscopia es una prueba sensible para detectar 
H. influenzae en el líquido cefalorraquídeo, el líquido 
sinovial y las muestras del tracto respiratorio inferior, 
pero no en otras localizaciones
El cultivo se lleva a cabo en agar chocolate
Las pruebas antigénicas son específicas para H. influenzae 
de tipo b; por tanto, estas pruebas son arreactivas 
en las infecciones por otros microorganismos
Tratamiento, prevención y control
Las infecciones por Haemophilus se tratan 
con cefalosporinas de amplio espectro, amoxicilina, 
azitromicina, doxiciclina o fluoroquinolonas; se debe 
documentar la sensibilidad a la amoxicilina
La vacunación activa con vacunas conjugadas con PRP 
permite prevenir la mayoría de las infecciones 
por Haemophilus tipo b
Figura 31-1 tinciones de Gram de Haemophilus influenzae. A, Peque-
ños cocobacilos observados en el esputo de un paciente aquejado de 
neumonía. B, Formas pleomorfas delgadas observadas en un niño 
de África de 1 año no vacunado con una meningitis abrumadora.
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que constituye una tragedia considerando que la vacunación 
podría eliminar prácticamente todas las enfermedades. La 
epidemiología de la enfermedad causada por H. influenzae 
no encapsulado y otras especies del género Haemophilus es 
diferente. Las infecciones de oído y los senos nasales pro-
ducidas por estos microorganismos son fundamentalmente 
enfermedades pediátricas, sibien pueden afectar también 
a adultos. La enfermedad pulmonar afecta más a menudo a 
los ancianos, en especial a aquéllos con antecedentes de una 
enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o afec-
ciones que predispongan a la aspiración (p. ej., alcoholismo, 
enfermedades mentales).
H. ducreyi es una causa importante de úlceras genitales 
(chancroide) en África y Asia, pero es menos frecuente en 
Europa y Norteamérica. La incidencia de la enfermedad 
en Estados Unidos es cíclica. En 1988 se describió una in-
cidencia máxima de más de 5.000 casos que disminuyó a 
24 casos en 2010. A pesar de esta tendencia favorable, los 
Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades 
(CDC) han documentado que la enfermedad pasa de modo 
significativo sin ser reconocida y es infranotificada, por lo que 
se desconoce su verdadera incidencia.
Enfermedades clínicas (v. tabla 31-2)
Las enfermedades clínicas observadas en pacientes con in-
fecciones por H. influenzae se recogen en la figura 31-2. 
A continuación se describen las enfermedades producidas 
por el género Haemophilus.
Meningitis
H. influenzae tipo b ha constituido la causa más frecuente 
de meningitis pediátrica, aunque esta situación se modificó 
rápidamente al generalizarse el uso de las vacunas conju-
gadas. La enfermedad en los pacientes no inmunizados se 
debe a la diseminación bacteriémica de los microorganis-
mos desde la nasofaringe y no se puede distinguir desde 
el punto de vista clínico de otras causas de meningitis 
bacteriana. La presentación inicial corresponde a un cuadro 
respiratorio leve de vías altas de 1 a 3 días de duración, des-
pués del cual aparecen los signos y los síntomas caracterís-
ticos de la meningitis. La mortalidad es inferior al 10% 
en los pacientes que reciben un tratamiento precoz y los 
estudios de diseño correcto han demostrado una baja inci-
dencia de secuelas neurológicas (en contraposición al 50% 
de daño residual grave observado en niños no inmunizados 
en los primeros trabajos). Se ha demostrado la disemina-
ción horizontal en la población no inmunizada, por lo que 
se deben adoptar medidas epidemiológicas adecuadas de 
prevención.
Epiglotitis
La epiglotitis, caracterizada por la celulitis y la inflamación 
de los tejidos supraglóticos, representa una urgencia con 
riesgo vital. Aunque se trata de una enfermedad pediátrica, 
su incidencia máxima durante la era previa a la vacunación 
se observaba en niños de edades comprendidas entre 2 y 
4 años; por el contrario, la incidencia máxima de la menin-
gitis se registraba entre los 3 y los 18 meses de edad. Los 
niños aquejados de epiglotitis presentan faringitis, fiebre y 
dificultad respiratoria, la cual puede progresar con rapidez a 
una obstrucción completa del tracto respiratorio y la muerte. 
Desde la introducción de la vacuna, la incidencia de esta 
entidad ha disminuido de forma espectacular en la población 
pediátrica y sigue siendo infrecuente en adultos.
Celulitis
Al igual que la meningitis y la epiglotitis, la celulitis es una 
enfermedad pediátrica producida por H. influenzae que ha 
sido eliminada en gran parte por la vacunación. Los pacientes 
tienen fiebre y una celulitis que se caracteriza por la aparición 
de placas azul-rojizas en las mejillas o las zonas periorbitarias. 
La presentación clínica típica, la celulitis proximal a la mucosa 
bucal y la ausencia de vacunación documentada en el niño 
son indicativas de este diagnóstico.
Artritis
Con anterioridad a la aparición de las vacunas conjugadas, 
la forma más frecuente de artritis en los niños menores de 
2 años era una infección de una sola gran articulación derivada 
de la diseminación bacteriémica de H. influenzae tipo b. La 
Figura 31-2 Infecciones producidas por Haemophilus influenzae. Con 
la introducción de la vacuna conjugada, la mayoría de las infecciones 
en el adulto afecta a zonas contiguas a la bucofaringe (p. ej., tracto res-
piratorio inferior, senos, oídos). Las infecciones sistémicas graves (p. ej., 
meningitis, epiglotitis) pueden darse en sujetos no vacunados. LCR, líquido 
cefalorraquídeo.
300 MICROBIOLOGÍA MÉDICA
enfermedad aparece en niños mayores y adultos, aunque es 
muy rara y suele afectar a pacientes inmunodeprimidos o 
sujetos con articulaciones dañadas previamente.
Otitis, sinusitis e infecciones del tracto respiratorio 
inferior (caso clínico 31-1)
Las cepas no encapsuladas de H. influenzae son patógenos 
oportunistas que pueden producir infecciones en los trac-
tos respiratorios superior e inferior. La mayor parte de los 
estudios ha demostrado que H. influenzae y Streptococcus 
pneumoniae constituyen las dos causas más comunes de otitis 
crónica y aguda y de sinusitis. La neumonía primaria es in-
frecuente en los niños y adultos con una función pulmonar 
normal. Estos microorganismos suelen colonizar a sujetos 
aquejados de una enfermedad pulmonar crónica (como la 
fibrosis quística) y se asocian con frecuencia a la exacerbación 
de la bronquitis y la neumonía franca.
Conjuntivitis
H. aegyptius, también llamado bacilo de Koch-Weeks, puede 
producir conjuntivitis aguda purulenta. Este microorganismo 
contagioso se asocia a diversas epidemias, especialmente a lo 
largo de los meses más templados.
Chancroide
El chancroide es una enfermedad de transmisión sexual que 
se diagnostica con mayor frecuencia en el hombre, supues-
tamente debido a que las mujeres pueden presentar una 
enfermedad asintomática o latente. Se forma una pápula 
dolorosa a la palpación con una base eritematosa en la región 
perianal o genital entre 5 y 7 días después de la exposición. 
La lesión se ulcera y torna dolorosa en un plazo de 2 días, 
y con frecuencia aparece una linfadenopatía inguinal. Para 
diagnosticar chancroide se deben excluir otras causas de 
úlceras genitales, como la sífilis y el herpes simple.
Otras infecciones
Otras especies de Haemophilus pueden producir infecciones 
oportunistas, como otitis media, conjuntivitis, sinusitis, en-
docarditis, meningitis y abscesos dentales.
Diagnóstico de laboratorio
Recogida y transporte de muestras
Dado que la mayor parte de las infecciones por Haemo­
philus en individuos vacunados se originan en la bucofaringe 
y se limitan a las vías respiratorias altas y bajas, se debería 
evitar que la muestra se contamine por secreciones orales. 
Se debería realizar una punción-aspiración directa con aguja 
para el diagnóstico microbiológico de sinusitis y otitis y em-
plear el esputo procedente de la vía respiratoria baja para el 
diagnóstico de la neumonía. El hemocultivo puede ser útil en 
pacientes con neumonía, pero cabe suponer que sea negativo 
en pacientes con infecciones respiratorias altas. Se deben 
obtener muestras de sangre y líquido cefalorraquídeo (LCR) 
de pacientes diagnosticados de meningitis. Dado que existen 
unas 107 bacterias por ml de LCR en pacientes con meningitis 
no tratadas, en general será suficiente con 1-2 ml de líquido 
para realizar pruebas de microscopia, cultivo y detección de 
antígenos. Los estudios microscópicos y el cultivo resultan 
menos sensibles si el paciente ha estado expuesto a antibióti-
cos antes de la obtención del LCR. Los hemocultivos se deben 
realizar también para el diagnóstico de epiglotitis, celulitis y 
artritis. No se deben obtener muestras de la parte posterior 
de la faringe en pacientes con sospecha de epiglotitis, dado 
que esta maniobra puede estimular la tos y obstruir la vía 
aérea. Las muestras para detectar H. ducreyi se deberían 
obtener con una torunda humedecida de la base o el margen 
de la úlcera. Se puede cultivar el pus obtenido mediante 
punción-aspiración de un ganglio aumentado de tamaño, pero 
en general se considera menos sensible que el cultivo de la 
úlcera. Se debe avisar al laboratorio de que se sospecha H. du­
creyi porque se deben realizar técnicas especiales de cultivo 
para poder recuperar este microorganismo.
Microscopia
Si el examen microscópico se realiza de manera cuidadosa, 
la detección del género Haemophilus en lasmuestras clínicas 
dispone de sensibilidad y especificidad. En una proporción 
superior al 80% de las muestras de LCR procedentes de pa-
cientes con meningitis por Haemophilus que no han recibido 
tratamiento se puede detectar la presencia de bacilos gramne-
gativos de morfología comprendida entre cocobacilos y largos 
filamentos pleomorfos (v. fig. 31-1). El examen microscópico 
de muestras teñidas mediante la tinción de Gram también 
es útil para el diagnóstico rápido de este microorganismo en 
la artritis y las infecciones del tracto respiratorio inferior.
Detección de antígenos
La detección inmunológica del antígeno de H. influenzae, es-
pecíficamente del antígeno capsular PRP, es un método rápido 
y sensible para diagnosticar la enfermedad por H. influenzae 
de tipo b. El PRP puede detectarse mediante la prueba de 
aglutinación de partículas, la cual puede detectar menos 
de 1 ng/ml de PRP en una muestra clínica. En esta prueba, las 
partículas de látex recubiertas con el anticuerpo se mezclan 
con la muestra clínica; la aglutinación se produce si el PRP 
está presente. El antígeno puede detectarse en el LCR y la 
orina (en la que el antígeno se elimina intacto). Sin embargo, 
esta prueba tiene un uso limitado, puesto que sólo puede de-
tectar H. influenzae de tipo b, el cual es poco frecuente en la 
actualidad en Estados Unidos y otros países con un programa 
de vacunación establecido. Otros serotipos capsulares y cepas 
no encapsuladas no reaccionan positivamente a la prueba.
Cultivo
Resulta relativamente sencillo aislar H. influenzae de las 
muestras clínicas inoculadas en medio complementado con 
factores de crecimiento adecuados. El agar chocolate o agar 
de Levinthal se emplea en un gran número de laboratorios. 
Sin embargo, el factor V se destruye cuando el agar chocolate 
CASO CLÍNICO 31-1
Neumonía causada por Haemophilus influenzae
Holmes y Kozinn (J Clin Microbiol 18:730-732, 1983) 
describieron el caso de una mujer de 61 años 
con neumonía causada por Haemophilus influenzae 
serotipo d. La paciente era fumadora de larga evolución 
con enfermedad pulmonar obstructiva crónica, diabetes 
mellitus e insuficiencia cardíaca congestiva. Presentó 
una neumonía en el lóbulo superior izquierdo asociada 
a la producción de un esputo purulento en el que 
se reconocieron múltiples cocobacilos gramnegativos. 
Los cultivos de esputo y los hemocultivos fueron positivos 
para H. influenzae serotipo d. Este microorganismo era 
susceptible a ampicilina, a la cual respondió la paciente. 
Este caso ilustra la susceptibilidad de los pacientes 
con una enfermedad pulmonar crónica de base a las 
infecciones por cepas de serotipo no b de H. influenzae.
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se calienta en exceso durante la preparación, lo que impide el 
crecimiento de las especies de Haemophilus que precisan del 
mismo para su desarrollo (p. ej., H. influenzae, H. aegyptius, 
H. parainfluenzae). Las bacterias aparecen como colonias 
opacas y lisas de 1 a 2 mm después de 24 horas de incubación. 
También pueden crecer alrededor de colonias de Staphy­
lococcus aureus en agar sangre no calentado (fenómeno de 
satelitismo; fig. 31-3). Los estafilococos aportan los factores 
de crecimiento necesarios al lisar los eritrocitos presentes 
en el medio, liberar el heme intracelular (factor X) y ex-
cretar NAD (factor V). Las colonias de H. influenzae en estos 
cultivos presentan un tamaño notablemente menor que en 
el agar chocolate, ya que no se han inactivado los inhibidores 
del factor V.
Por lo general, el crecimiento de Haemophilus en he-
mocultivos suele retrasarse, puesto que la mayoría de los 
caldos comercializados para hemocultivo no incluyen con-
centraciones óptimas de los factores X y V. Además, los 
factores de crecimiento solamente se liberan cuando las 
células sanguíneas se lisan, pero los inhibidores del factor V 
presentes en el medio pueden retrasar la recuperación de las 
bacterias. Las cepas de H. influenzae suelen crecer mejor en 
los hemocultivos que se cultivan en condiciones anaerobias, 
dado que en estas condiciones su desarrollo no precisa de 
factor X.
H. aegyptius y H. ducreyi son especies exigentes que 
requieren unas condiciones de crecimiento especiales. El 
primero crece mejor en agar chocolate complementado con 
el 1% de IsoVitaleX (mezcla de suplementos químicamente 
definidos); su crecimiento se observa tras su incubación en 
una atmósfera de dióxido de carbono durante 2-4 días. El 
cultivo de H. ducreyi es relativamente poco sensible (en 
condiciones óptimas el microorganismo se recupera en 
menos del 85% de los casos), aunque se ha descrito que 
es mejor en agar para cultivo de gonococos (GC) com-
plementado con un 1-2% de hemoglobina, un 5% de suero 
fetal bovino, enriquecimiento con IsoVitaleX, y vancomi-
cina (3 mg/ml). Los cultivos deben mantenerse a 33 oC en 
atmósfera con un 5-10% de dióxido de carbono durante 
al menos 7 días. Puesto que los medios de cultivo y las 
condiciones de incubación no se emplean para otros cultivos 
bacterianos, la recuperación satisfactoria de H. ducreyi 
requiere que el microbiólogo investigue específicamente 
esta bacteria.
Identificación
Es posible identificar H. influenzae a partir de la morfología en 
la tinción de Gram y la demostración de que necesita factores V 
y X. La clasificación posterior en subgrupos de H. influenzae se 
realiza mediante biotipado, caracterización electroforética de 
los antígenos de las proteínas de la membrana y por análisis 
de las secuencias de ácidos nucleicos específicas de cada cepa. 
Se realizan pruebas bioquímicas y análisis de los ácidos nu-
cleicos para identificar otras especies de este género.
Tratamiento, prevención y control
Los pacientes con infecciones sistémicas por H. influenzae 
precisan de un tratamiento antimicrobiano precoz, dado que 
la tasa de mortalidad de los sujetos con meningitis o epiglotitis 
no tratada se acerca al 100%. Las infecciones graves se tratan 
con cefalosporinas de amplio espectro. Las infecciones me-
nos graves, como las sinusitis y las otitis, se pueden tratar con 
amoxicilina (si es sensible a este antibiótico, ya que alrededor 
del 30% de las cepas es resistente), una cefalosporina activa, 
azitromicina, doxiciclina o una fluoroquinolona. La mayoría 
de las cepas de H. ducreyi son sensibles a eritromicina, el 
fármaco recomendado como tratamiento.
El principal abordaje de prevención de la enfermedad por 
H. influenzae tipo b consiste en la inmunización activa con 
el antígeno PRP capsular purificado. Como se ha expuesto 
previamente, el uso de vacunas conjugadas ha tenido un gran 
éxito en la reducción de la incidencia de la enfermedad y 
la colonización por este patógeno. En la actualidad se reco-
mienda que los niños reciban tres dosis de la vacuna frente 
a H. influenzae tipo b antes de cumplir 6 meses, seguidas 
posteriormente de dosis de recuerdo.
La quimioprofilaxis antibiótica se emplea para eliminar el 
estado de portador de H. influenzae tipo b en niños que pre-
sentan un riesgo alto de padecer la enfermedad (p. ej., niños 
menores de 2 años en una familia o guardería en la que se 
haya documentado una infección sistémica). En estos casos 
se ha utilizado la profilaxis con rifampicina.
actinoBacilluS
El género Actinobacillus se compone de bacilos gramnegati-
vos anaerobios facultativos de pequeño tamaño que crecen 
lentamente (suelen precisar de 2 a 3 días de incubación). 
Actinobacillus actinomycetemcomitans es el patógeno humano 
más importante de este género; sin embargo, en 2006 se 
cambió esta especie y Haemophilus aphrophilus a un nuevo 
género, Aggregatibacter. Los demás miembros del género 
Actinobacillus colonizan la bucofaringe de las personas y 
los animales y son causas poco frecuentes de periodontitis, 
endocarditis, infecciones de las heridas por mordedura e 
infecciones oportunistas (tabla 31-3).
aggregatiBacter (casoclínico 31-2)
Dos miembros de este género son importantes patógenos 
humanos: A. actinomycetemcomitans y A. aphrophilus 
(tabla 31-4). Ambas especies colonizan la boca humana y 
pueden pasar de la boca a la sangre y después anclarse sobre 
una válvula cardíaca lesionada o una válvula artificial, con 
el desarrollo de una endocarditis. La endocarditis causada 
por estas bacterias plantea unas dificultades diagnósticas 
especiales, porque los signos y síntomas clínicos se desa-
rrollan lentamente (endocarditis subaguda) y las bacterias 
crecen lentamente en los hemocultivos. Ambas especies 
Figura 31-3 Fenómeno del satelitismo. Staphylococcus aureus excreta 
dinucleótido de nicotinamida y adenina (NAD o factor V) al medio de 
cultivo, de modo que aporta un factor de crecimiento necesario para el 
desarrollo de Haemophilus influenzae (pequeñas colonias que crecen 
alrededor de las colonias de S. aureus [flecha]).
302 MICROBIOLOGÍA MÉDICA
forman colonias adherentes que se pueden reconocer 
en la superficie de cristal de los frascos de hemocultivo 
o en las placas con agar. El tratamiento de elección de la 
endocarditis por estos microorganismos es una cefalos-
porina, como ceftriaxona.
paSteurella (caso clínico 31-3)
Pasteurella es un cocobacilo fermentador anaerobio facul-
tativo de pequeño tamaño (fig. 31-4) que se encuentra con 
frecuencia en la bucofaringe de los animales sanos. La mayor 
parte de las infecciones humanas se deben al contacto con 
animales (p. ej., mordeduras y arañazos de animales, comida 
compartida). Pasteurella multocida (la cepa más frecuente) 
y Pasteurella canis son patógenos humanos; las demás es-
pecies del género rara vez son responsables de infecciones 
en el ser humano (tabla 31-5). Se han descrito las siguientes 
tres formas de enfermedad: 1) celulitis localizada y lin-
fadenitis tras una mordedura o un arañazo de un animal 
(P. multocida por contacto con gatos o perros; P. canis por 
contacto con perros) 2) exacerbación de la enfermedad res-
piratoria crónica en sujetos con una alteración de base de la 
función pulmonar (supuestamente debida a la colonización 
de la bucofaringe del paciente seguida de la aspiración de 
secreciones orales) y 3) infección sistémica en individuos 
inmunodeprimidos, especialmente en los que presentan una 
hepatopatía subyacente. La producción de una cápsula poli-
sacárida compuesta por ácido hialurónico es un importante 
factor de virulencia en las cepas de Pasteurella responsables 
de enfermedades en los animales y probablemente en las 
infecciones humanas.
P. multocida crece adecuadamente en agar sangre y agar 
chocolate, pero tiene dificultades en agar MacConkey y otros 
medios selectivos para bacilos gramnegativos. Después de 
una noche de incubación en agar sangre se observan grandes 
colonias de aspecto mantequilloso, consecuencia de la cápsula 
polisacárida, con un característico olor rancio asociado a la 
producción de indol. P. multocida es sensible a diversos anti-
bióticos. La penicilina constituye el antibiótico de elección, 
mientras que las cefalosporinas de amplio espectro, los ma-
crólidos, las tetraciclinas y las fluoroquinolonas se consideran 
alternativas aceptables. Las penicilinas semisintéticas (como 
oxacilina), las cefalosporinas de primera generación y los 
aminoglucósidos poseen una escasa actividad.
EStUDIO DE UN CASO y PREGUNtAS
Un hombre de 78 años que vivía en una residencia se despertó 
con una cefalea intensa y rigidez de nuca. El personal 
de la residencia lo trasladó al servicio de urgencias debido 
a que presentaba fiebre alta y signos de meningitis. La muestra 
de líquido cefalorraquídeo (LCR) tenía un aspecto turbio. 
El análisis reveló la presencia de 400 leucocitos por mm3 (95% 
de neutrófilos), una concentración de proteínas de 75 m/dl 
y una concentración de glucosa de 20 mg/dl. En la tinción 
de Gram del LCR se observaron bacilos gramnegativos de 
pequeño tamaño, y los cultivos del LCR y la sangre fueron 
positivos para Haemophilus influenzae.
1. Analice la epidemiología de la meningitis por H. influenzae 
y compárela con la de la meningitis producida por 
S. pneumoniae y Neisseria meningitidis.
2. Compare la biología de la cepa de H. influenzae que podría 
haber causado la enfermedad de este paciente con la de 
CASO CLÍNICO 31-2
Endocarditis causada por Aggregatibacter 
actinomycetemcomitans
Steitz y cols. (Clin Infect Dis 27:224-225, 1998) 
describieron el caso de una mujer de 54 años ingresada 
en el hospital por fiebre, sudoración nocturna y fatiga. 
La exploración física mostró un soplo sistólico tricuspídeo 
con esplenomegalia y la ecocardiografía encontró 
una vegetación en la válvula tricúspide. Los cultivos 
de la sangre obtenida en el momento del ingreso fueron 
positivos tras 5 días de incubación para Aggregatibacter 
(Actinobacillus) actinomycetemcomitans. La anamnesis fue 
incompleta, porque no se sabe el grado de cronicidad 
de su cuadro, pero este caso ilustra el lento crecimiento 
del microorganismo en cultivos habituales.
CASO CLÍNICO 31-3
Infección mortal por Pasteurella multocida
Chang y cols. (Scan J Infect Dis 39:167-192, 2007) 
describieron un caso mortal de bacteriemia por 
P. multocida con fascitis necrosante. Un varón 
de 58 años con antecedentes de insuficiencia renal crónica, 
artritis gotosa y síndrome de Cushing en tratamiento 
con corticosteroides acudió al hospital por eritema, calor 
y dolor en la mano izquierda con máculas rojizas a 
purpúricas en la superficie. En 2 días se desarrollaron 
ampollas, que se extendieron con rapidez por el brazo y 
la pierna izquierdos y el pie derecho y el paciente desarrolló 
signos sistémicos de shock y hemorragia digestiva. Los 
hemocultivos obtenidos en el momento del ingreso fueron 
positivos para P. multocida. A pesar de un tratamiento 
antibiótico y quirúrgico agresivo, las lesiones evolucionaron 
con rapidez y el paciente falleció. La anamnesis detallada 
en el momento del ingreso desveló que el paciente dejó 
a su perro lamerle las heridas no cicatrizadas. Es posible 
que este fuera el origen de las bacterias y los tratamientos 
esteroideos permitieran al microorganismo infiltrar la herida 
y extenderse con rapidez por los tejidos.
Tabla 31-3 Especies de Actinobacillus asociadas 
a enfermedad en el ser humano
Especies Enfermedades fundamentales Frecuencia
A. equuli Infección de herida por mordedura Rara
A. hominis Infecciones oportunistas (bacteriemia, 
neumonía)
Rara
A. lignieresii Infección de herida por mordedura Rara
A. ureae Infecciones oportunistas (bacteriemia, 
meningitis, neumonía)
Rara
Tabla 31-4 Especies de Aggregatibacter 
asociadas a enfermedad en el ser humano
Especies
Enfermedades 
fundamentales Frecuencia
A. actinomycetemcomitans Periodontitis, endocarditis, 
infecciones de las 
heridas por mordedura
Frecuente
A. aphrophilus Endocarditis, infecciones 
oportunistas
Infrecuente
HAEMOPHILUS y BACtERIAS RELACIONADAS 303
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Figura 31-4 Pasteurella multocida en una muestra respiratoria de un 
paciente con neumonía (flecha).
Tabla 31-5 Especies de Pasteurella asociadas 
a enfermedad en el ser humano
Especie Enfermedades fundamentales Frecuencia
P. multocida Infección de herida por mordedura, 
enfermedad pulmonar crónica, 
bacteriemia, meningitis
Frecuente
P. canis Infección de herida por mordedura Infrecuente
P. bettyae Infecciones oportunistas (abscesos, 
infección de herida por mordedura, 
infecciones urogenitales, bacteriemia)
Rara
P. dagmatis Infección de herida por mordedura Rara
P. stomatis Infección de herida por mordedura Rara
las cepas que históricamente han producido la enfermedad 
pediátrica (con anterioridad a la vacunación).
3. ¿Qué otras enfermedades produce este microorganismo? 
¿Qué otras especies de Haemophilus causan enfermedad 
y cuáles son estas entidades?
4. ¿Por qué se necesita agar chocolate para aislar 
los microorganismos de Haemophilus?5. ¿Qué enfermedades produce Aggregatibacter 
actinomycetemcomitans? ¿De dónde proviene este 
microorganismo?
6. ¿Qué enfermedades causa Pasteurella multocida? ¿Cuál 
es el origen de este microorganismo?
Las respuestas a estas preguntas están disponibles en 
www.StudentConsult.es
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