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PRINCIPIOS • Herencia compleja. • Alelos de predisposición y de resistencia en varios loci. • Interacción entre genes y ambiente (tabaco). CARACTERÍSTICAS FENOTÍPICAS PRINCIPALES • Edad de inicio: >50 años. • Pérdida gradual de la visión central. • Drusas en la mácula. • Cambios en el epitelio pigmentario de la retina. • Neovascularizaciones (en la forma «húmeda»). 7 de 402 pacientes con esa enfermedad se identifi caron varias mutaciones heterocigotas de cambio de sentido en el gen FBLN5, que codifi ca la fi bulina 5, un componente de la matriz extrace- lular implicada en la formación de las fi bras de elastina. Todos los pacientes presentaban pequeñas drusas circulares y despren- dimiento de retina. También se ha encontrado AMD en familia- res de pacientes con la enfermedad de Stargardt, una forma de degeneración macular recesiva de inicio temprano verifi cada en individuos homocigotos para las mutaciones en el gen ABCA4. Los familiares afectados eran heterocigotos para esas mutacio- nes. Las mutaciones en cada uno de esos loci son responsables únicamente por una pequeña proporción del gran número de in- dividuos con AMD. Patogénesis La patobiología de la AMD se caracteriza por la infl amación. Según la hipótesis actual, los traumas infl amatorios caracte- rísticos del envejecimiento tienen un mayor impacto en la re- tina de los individuos con predisposición a la AMD, debido a una menor actividad de la vía alternativa del complemento en la limitación de la respuesta infl amatoria. Ésta última daña los fotorreceptores de la mácula y causa la atrofi a retiniana. La AMD se divide en dos tipos, «seca» (atrófi ca) y «húmeda» (neovascular o exudativa). La AMD temprana suele ser seca. Esta variedad se caracteriza por grandes drusas blandas, el signo clínico y patológico distintivo de la AMD. Las drusas son depósitos localizados de material extracelular detrás de la retina, en la región de la mácula. Aunque las drusas pequeñas y «duras», pequeños depósitos granulares frecuentes en retinas normales, no se asocian con la degeneración macular, las drusas grandes y blandas tienen una fuerte asociación con la AMD y presagian daño retiniano. A medida que la AMD avanza existe un adelgazamiento y pérdida de tejido retiniano en áreas foca- les o parcheadas. Ocurre remodelación del epitelio pigmentario retiniano en el lugar de las drusas grandes y blandas en un 10% de los pacientes. Se produce una invasión del espacio subrreti- niano por vasos sanguíneos neoformados (neovascularización), que provienen de la coroides. Como esos vasos son frágiles, se rompen y producen hemorragias en la retina, ocasionando la forma húmeda de la AMD. Las drusas contienen factores del complemento, entre ellos el CFH. Dado que éste es un regulador negativo de la cascada alternativa del complemento y que la variante Tyr- 402His tiene una menor capacidad de inhibir la activación del complemento, es probable que Tyr402His sea una variante funcional que predispone a la AMD. Es importante notar que las variantes de CFH producen un aumento del riesgo tanto para la forma seca como para la húmeda, lo que sugiere que esas dos manifestaciones de la enfermedad tienen una base común. Las variantes Leu9His y Arg32Gln en el factor B y las va- riantes Glu318Asp y intrón 10 del componente 2 reducen de manera sustancial el riesgo de AMD (puntuación de razones de probabilidad de 0,45 y 0,36, respectivamente). Todavía no se co- noce el mecanismo por el cual las variantes de los genes del factor B y del componente 2 del complemento disminuyen el riesgo de AMD, pero también es probable que se produzca a través de su efecto en la activación del complemento. Aunque no está claro que los factores ambientales contribu- yan a la AMD, el único factor de riesgo no genético identifi cado hasta el momento es el tabaco. Resulta interesante mencionar 2. Degeneración macular relacionada con la edad (Variantes del factor H del complemento) Multifactorial BASES Etiología e incidencia de la enfermedad La degeneración macular asociada con la edad (AMD, MIM 603075) es una enfermedad degenerativa y progresiva de la má- cula, la región de la retina responsable por la visión central, fun- damental para la visión precisa (p. ej., para leer). Es una de las causas más frecuentes de ceguera en las personas mayores. El 30% de todos los individuos mayores de 75 años muestra signos iniciales de ese trastorno, y un cuarto de éstos tienen la forma grave de la enfermedad, con una pérdida de visión signifi cativa. Es raro en menores de 55 años. Alrededor del 50% del riesgo ge- nético atribuible a la población se debe a una variante polimór- fi ca, la Tyr402His, del gen del factor H del complemento (CFH). Por otra parte, las variantes polimórfi cas situadas en otros dos genes de la vía alternativa del complemento, el factor B (CFB) y el componente 2 del complemento (C2), ocasionan una reducción signifi cativa del riesgo de AMD (v. cap. 10). Además de los polimorfi smos de los tres genes de factores del complemento, en un pequeño porcentaje de casos de pacien- tes con AMD han sido implicadas mutaciones en otros loci. En HISTORIA Y EXAMEN FÍSICO C.D, una mujer de 57 años, realiza una visita de rutina a su oftalmólogo. Hace 5 años que no se ha examinado. No refi ere modifi caciones en la acuidad visual, pero ha notado que tarda más en adaptarse a los cambios de luminosidad. Su madre se quedó ciega alrededor de los 70 años debido a la degeneración macular asociada con la edad. C.D. fuma un paquete de ciga- rrillos al día. En el examen de retina, se detecta que tienen muchas drusas, es decir, unos depósitos amarillos bajo el epi- telio pigmentario de la retina. Algunos son grandes y blandos. El médico le dice que presenta una degeneración macular aso- ciada con la edad en su fase inicial, que causa una pérdida de la visión central y puede progresar a ceguera completa con el tiempo. Si bien no existe un tratamiento específi co para esta dolencia, el oftalmólogo le recomienda que deje de fumar y tome cinc y antioxidantes por vía oral (vitaminas C y E y beta- caroteno), como medidas para retrasar la progresión de la enfermedad. 232 que fumar disminuye de manera signifi cativa los niveles séricos de CFH. Se desconoce la causa de la epidemia de AMD en los países desarrollados. Fenotipo e historia natural La AMD ocasiona cambios en la retina central que son fácil- mente identifi cables mediante la oftalmoscopia (fi g. C-2). Los pacientes se quejan de pérdida de visión central, lo que les difi - culta o impide la lectura y la conducción. En general, la pérdida de visión progresa con lentitud en la AMD seca. Por el contrario, las hemorragias debidas a la neovascularización pueden llevar a un desprendimiento de retina o a una hemorragia debajo de ésta y ocasionar la pérdida rápida de visión. Suele preservarse la visión periférica. Control y tratamiento No existe un tratamiento específi co del tipo seco de la AMD. Es muy aconsejable dejar de fumar. Grandes estudios clínicos sugieren que, en individuos con drusas generalizadas de tamaño intermedio o con drusas grandes, los antioxidantes (vitaminas A y E, betacaroteno) y cinc pueden retrasar el avance de la enfer- medad. Es probable que los fumadores no deban tomar betaca- roteno porque algunos estudios indican que éste incrementa el riesgo de cáncer de pulmón y de enfermedad coronaria. En el tipo húmedo de AMD, la fotocoagulación térmica con láser, la terapia fotodinámica y la inyección intravítrea del inhi- bidor del factor de crecimiento del endotelio vascular (pegapta- nib) pueden ralentizar la pérdida de visión. RIESGO DE HERENCIA El papel de las infl uencias genéticas y ambientales ha sido demos- trado mediante estudios de gemelos, que muestra una concor- dancia en los homocigotos del 37%, muy por debajo del 100% esperado para un rasgo únicamente genético, pero todavía así signifi cativamente mayor que el 19% de concordancia en hete- rocigotos,lo que indica que existe una contribución genética im- portante al trastorno. Los familiares de primer grado de los pa- cientes tienen un riesgo 4,2 veces mayor de la enfermedad que la población general. Así, la degeneración macular asociada con la edad entra en la categoría de las enfermedades con rasgos genéti- camente complejos. A pesar de la amplia evidencia de agregación familiar en la AMD, la mayoría de los individuos afectados no pertenecen a familias en las que exista una pauta clara de heren- cia mendeliana. B CA Figura C-2 ■ A: Imagen del fondo del ojo con gran número de drusas grandes y blandas en la región de la fóvea y alrededor de la misma (AMD seca). B: Neovascularización y lesiones cicatriciales en la región de la fóvea (fl echa). C: Área de adelgazamiento y pérdida del tejido normal de la retina en la fóvea («atrofi a geográ- fi ca»; fl echa), que tiende a servir como protec- ción ante la neovascularización. (Cortesía de Alan Bird, Moorfi elds Eye Hospital, Londres.) Case 2. Degeneración macular relacionada con la edad 233 BIBLIOGRAFÍA Arroyo JG: Age-related macular degeneration. UpToDate version 13.3, 2006. http://uptodate.com Kourlas H, Schiller DS: Pegaptanib sodium for the treatment of neovascular age-related macular degeneration: a review. Clin Ther 28:36-44, 2006. OMIM: Online Mendelian Inheritance in Man. McKusick-Nathans Institute for Genetic Medicine, Johns Hopkins University, and National Center for Biotechnology Information, National Library of Medicine. http://www. ncbi.nlm.nih.gov/entrez/query.fcgi?db=OMIM Pauleikhoff D: Neovascular age-related macular degeneration: natural history and treatment outcomes. Retina 25:1065-1084, 2005. Cuestiones para debatir 1. ¿Cómo es posible que mutaciones de un factor del complemento expliquen una enfermedad que se limita al ojo? 2. Sugiera otros tipos de proteínas que pueden estar implicadas en la AMD. 3. Argumente las posibles razones de que las mutaciones ABCR respondan por sólo una pequeña proporción de la AMD, cuando son la causa principal de la enfermedad de Stargardt. 4. ¿Cómo ayudan los anticuerpos contra el factor de crecimiento del endotelio vascular en el tipo húmedo de AMD? Sugiera otras enfermedades en las que este tratamiento puede ser efectivo, solo o unido a otras terapias.
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