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RUBIN Patología Fundamentos clinicopatológicos en medicina S E X T A E D I C I Ó N Raphael Rubín David S. Strayer Emanuel Rubín Editor fundador y consultor C é Wolters Kluwer Lippincott Health W illiam s & Wilkins ÍNDICE Colaboradores........................................................................................ v i P refacio ................................................................................................................ix Agradecim ientos ............................................................................................. xi C A P Í T U L O 1: Adaptación celular, lesión celular y muerte celu lar.............................................. 1 David S. Strayer, Emanuel Rubin C A P Í T U L O 2: Inflamación......................................................47 Hedwig S. Murphy C A P Í T U L O 3: Reparación, regeneración y fibrosis .............83 Gregory C. Sephei, Jeffrey M. Davidson C A P Í T U L O 4: Inmunopatología.......................................... 115 Jeffrey S. Warren, David S. Strayer C A P Í T U L O 5: Neoplasias...................................................... 157 David S. Strayer, Emanuel Rubin C A P Í T U L O 6: Transtornos de desarrollo y de origen genético ........................................ 213 Stephen Peiper, David S. Strayer C A P Í T U L O 7: Trastornos hemodinámicos........................ 267 Bruce M. McManus, Michael F. Allard, RobertYanagawa C A P Í T U L O 8: Patología ambiental y nutricional.............. 293 David S. Strayer, Emanuel Rubin C A P Í T U L O 9: Enfermedades infecciosas y parasitarias . . . 329 David A. Schwartz C A P Í T U L O 10: Vasos sanguíneos..........................................435 Avrum I. Gotlieb, Amber Liu C A P Í T U L O 11: El corazón............................................. 479 Jeffrey E. Saffitz C A P Í T U L O 12: El aparato respiratorio ................................537 Mary Beth Beasley, William D. Travis, Emanuel Rubin C A P Í T U L O 13: El aparato digestivo......................................605 Raphael Rubin C A P Í T U L O 14: El hígado y el sistema de vías biliares 677 Steven K. Herrine, Víctor J. Navarro, Raphael Rubin C A P Í T U L O 15: El páncreas ....................................................737 David S. Klimstra, Edward B. Stelow C A P Í T U L O 16: El r iñ ó n ..........................................................753 J. Charles Jennette C A P Í T U L O 17: Las vías urinarias inferiores y el aparato reproductor m asculino................................809 ivan Damjanov, Peter A. McCue x ii www.elsolucionario.org ÍNDICE xiii C A P Í T U L O 18: Sistema reproductor femenino, peritoneo y embarazo.................................... 847 George L. Mutter, Jaime Prat, David A. Schwartz C A P Í T U L O 19: La mama ........................................................923 Anna Marie Mulligan, Francés P. O'Malley C A P Í T U L O 20: Hematopatología ..........................................947 Ricardo Valdez, Mary Zutter, Alina Dulau Florea, Raphael Rubín C A P Í T U L O 21: El sistema endocrino.................................. 1037 Marta J. Merino, Martha Quezado C A P Í T U L O 22: Obesidad, diabetes mellitus y síndrome metabólico.................................. 1081 Kevin Jon Williams, Elias S. Siraj C A P Í T U L O 23: Las amiloidosis............................................ 1099 Philip Flawkins, Robert Kisilevsky C A P Í T U L O 24: La p ie l............................................................1111 Craig A. Storm, David E. Eider C A P Í T U L O 25: Cabeza y cuello ............................................1169 Diane L. Carlson, Bruce M. Wenig C A P Í T U L O 26: Huesos y articulaciones............................1199 Roberto A. García, Michael J. Klein, Alan L Schiller C A P Í T U L O 27: Músculo esquelético....................................1273 Lawrence C. Kenyon C A P Í T U L O 28: El sistema nervioso ....................................1295 Gregory N. Fuller (Sistema Nervioso Central), J. Clay Goodman (Sistema nervioso central), Thomas W. Bouldin (Sistema nervioso periférico) C A P Í T U L O 29: El ojo ............................................................1393 Gordon K. Klintworth Agradecimiento por las fig u ra s .................................................... 1415 índice alfabético ..................................................................... 1417 www.elsolucionario.org Adaptación celular, lesión celuar y muerte celular David S. Strayer • Emanuel Rubin Reacciones al estrés persistente y a la lesión celular Atrofia Mecanismos activos de la atrofia Hipertrofia Mecanismos de la hipertrofia Renovación de las células posmitóticas Proteasomas y homeostasis celular Autofagia Chaperonas moleculares y chaperonopatías Hiperplasia Metaplasia Displasia Calcificación Hialino Mecanismos y morfología de la lesión celular Tumefacción hidrópica Lesión celular isquémica Estrés oxidativo Defensas antioxidantes celulares Mutaciones que alteran el funcionamiento de las células sin ocasionar su muerte Almacenamiento intracelular Lesión por isquemia y reperfusión Muerte celular Anatomía patológica de la muerte celular necró- tica Procesos celulares de la muerte celular Importancia de la acumulación de lesiones en la muerte celular Necrosis como proceso activo Apoptosis Eliminación de las células apoptósicas Apoptosis en el desarrollo y la fisiología Apoptosis y células obsoletas Apoptosis y células mutantes Apoptosis e infección Vías de señalización de la apoptosis Interacciones ligando-receptor que desencadenan la apoptosis Granzimas y apoptosis Función del citocromo C en la señalización de la apoptosis La membrana mitocondrial como regulador de la apoptosis Liberación de Ca2* del retículo endoplasmático y apoptosis Apoptosis en las enfermedades Autofagia y muerte celular Radiación ionizante y estrés oxidativo Citotoxicidad vírica Lesión celular inducida por sustancias químicas Envejecimiento biológico Esperanza de vida máxima Cambios funcionales y estructurales en el envejecimiento Modelos experimentales de envejecimiento Factores genéticos y medioambientales en el envejecimiento El envejecimiento acelerado se asocia al metabolismo acelerado La “anatomía patológica” es el estudio de las alteraciones estructurales y funcionales que se manifiestan en form a de enfermedades de órganos y aparatos. Las teorías clásicas atribuían las enfermedades a desequilibrios o efectos nocivos de los humores en determinados órga nos. En el siglo XIX, Rudolf Virchow, a menudo reconocido como el padre de la anatomía patológica moderna, propuso que la base de todas las enfermedades está en la lesión a la unidad viviente más pequeña del cuerpo: la célula. Hasta la fecha, la anatomía patológica, tanto clínica como experimental, sigue enraizada en este concepto. La teleología el estudio del diseño o el propósito en naturaleza hace tiempo que ya no forma parte de la investigación científica. Aunque los hechos sólo se puedan demostrar mediante la observación, con el fin de apreciar los mecanismos de la lesión celular el pensamiento teleo- lógico puede servir para estructurar algunas cuestiones. Recurriendo a una analogía, sería imposible saber cómo funciona un ordenador que juega al ajedrez sin conocer los objetivos de este juego ni saber de antemano que un ordenador determinado está programado para jugar al ajedrez: sería inútil buscar las fuentes de los defectos del programa específico o del sistema operativo sin conocer los objetivos del dispo sitivo. En este sentido, resulta útil comprender los problemas a los que se enfrenta la célula y las estrategias que han ido apareciendo a lo largo de la evolución para afrontarlos. Una célula viva debe mantener la capacidad de generar energía. Por lo tanto, la necesidad más acuciante de las células que viven en libertad,tanto procariotas como eucariotas, consiste en establecer una barrera estructural y funcional entre su medio interno y un entorno 1 1 j A da pt ac ió n ce lu la r, les ión ce lu la r y m ue rte ce lu l www.elsolucionario.org 2 PATOLOGÍA DE RUBIN hostil. La membrana plasmática sirve para este propósito de varias formas: ■ Mantiene una composición iónica interna constante frente a ios muy extensos gradientes químicos entre los compartimentos interno y externo. ■ Deja pasar selectivamente algunas moléculas al mismo tiempo que excluye o expulsa otras. ■ Proporciona una envoltura estructural para alojar los componentes encargados de la información, síntesis y catabolismo de la célula. ■ Proporciona un ambiente en el que albergar las moléculas de la transducción de señales que establecen la comunicación entre los medios externo e interno. Al mismo tiempo, para sobrevivir, una célula debe ser capaz de adaptarse a las condiciones ambientales adversas, tales como los cam bios de temperatura, de concentración de algunos solutos o de aporte de oxígeno, la presencia de agentes nocivos, etc. La evolución de los organismos multicelulares reduce la carga de peligrosidad de cada célula al establecer un ambiente extraceiuiar controlado en el que la tem peratura, la oxigenación, el contenido iónico y el aporte de nutrientes se mantienen relativamente constantes. Esto también per mitió el lujo de que las células se diferenciaran en una enorme varie dad de funciones distintas, como el almacenamiento de energía (hepatocitos con glucógeno y adipocitos), la comunicación (neuro nas), la actividad contráctil (músculo cardíaco), la síntesis de proteí nas o de péptidos para la exportación (células hepáticas, pancreáticas y endocrinas), la absorción (intestino) y la defensa frente a invasores extraños (leucocitos polimorfonucleares, linfocitos y macrófagos). Las células se enfrentan a muchas agresiones debidas a los cam bios de su ambiente interno y externo. Los patrones de respuesta a tales situaciones de estrés constituyen la base celular de la enferme dad. Si una lesión supera la capacidad de adaptación de la célula, ésta morirá. Una célula expuesta a una lesión subletal persistente dispone de un repertorio limitado de respuestas, cuya expresión interpretare mos como prueba de lesión celular. Por lo general, las células de los mamíferos se adaptan a las lesiones mediante la salvaguarda de los recursos: disminuyen o interrum pen las funciones específicas y se centran exclusivamente en su propia supervivencia. Desde esta pers pectiva, la anatomía patológica consiste en el estudio de la lesión celular y de la expresión de la capacidad que una célula tiene para adaptarse a esa lesión. Una orientación de este tipo deja poco espacio para el concepto de biologías paralelas (normales y patológicas). Reacciones al estrés persistente y a la lesión celular El estrés persistente a menudo conduce a una lesión celular crónica. En general, la lesión permanente de un órgano se relaciona con la muerte de cada una de sus células. Por el contrario, la respuesta celular a la lesión subletal persistente, tanto física como química, refleja la adapta ción de dicha célula a un entorno hostil. De nuevo, la mayoría de los cambios revierten cuando desaparece la situación de estrés. La respuesta al estrés persistente sólo puede ser la muerte o la adaptación de la célula. Por lo tanto, nuestra opinión es que en el plano celular es más adecuado hablar de adaptación crónica que de lesión crónica. Las respuestas adap- tativas principales son la atrofia, la hipertrofia, la hiperplasia, la meta- plasia, la displasia y las acumulaciones intracelulares. Además, las respuestas adaptativas podrían llevar asociada la aparición de algunas formas de neoplasias. Figura 1-1. Atrofia cerebral. Fotografía del cerebro con una atrofia notable del lóbulo frontal. Las circunvoluciones son más delgadas y los surcos muestran un ensanchamiento prominente. La atrofia es una respuesta activa a un ambiente alterado que acaba reduciendo la función o el tamaño de las células o de los órganos Desde el punto de vista clínico, a menudo se considera que la atrofia es una disminución del tamaño o una pérdida de función de un órgano, que se puede producir en circunstancias tanto patológicas como fisiológicas. Así, por ejemplo, la atrofia puede deberse a la falta de uso del músculo esque lético o a la pérdida de las señales hormonales que siguen a la menopausia. También puede ser una respuesta adaptativa para que la célula se amolde a los cambios en el ambiente, al mismo tiempo que se retiene la viabilidad. No obstante, la atrofia mas frecuente se debe a fenómenos perjudiciales, como los de algunas enfermedades crónicas y el envejecimiento biológico (v. más adelante). Hay que distinguir la atrofia de un órgano de la atrofia celular. La reducción del tamaño de un órgano puede tener su origen en una atrofia celular reversible o en la pérdida irreversible de células. Por ejemplo, si una extremidad inmovilizada vuelve a realizar actividad física, las células del músculo atrofiado podrían recuperar su tamaño y funcionamiento habi tuales. En cambio, la atrofia cerebral de la enfermedad de Alzheimer'1 se debe a la muerte de muchas células: no se puede restaurar el tamaño de) órgano (fig. 1-1). La atrofia se produce en diferentes circunstancias, como se describe a continuación (tabla 1-1). Reducción de la demanda funcional Una forma habitual de atrofia es la que aparece después de reducir la demanda funcional. Por ejemplo, tras la inmovilización de una extremi dad con una férula de escayola como parte del tratamiento de una frac tura ósea, o después de permanecer mucho tiempo en cama, se atrofian las células musculares de la extremidad y se pierde potencia muscular. Aporte insuficiente de oxígeno La fa lta de riego sanguíneo de los tejidos se denomina "isquemia". La ausencia de oxígeno que se deriva de dicha falta de riego podría no ser suficiente para acabar con las células, en cuyo caso seguirían siendo ’ Una nota sobre los epónimos de las enfermedades (o sea, enfermedades que reciben el nombre de una persona) en inglés. Aunque las enfermedades que llevan los nombres de Alzheimer, Parkinson, Cushing, etc., se nombrar con frecuencia como posesivos (p. ej., Alzheimer’s diseeise, Parkinsom disease), la convención médica indica que estas enferme dades se identificarán sin dicho posesivo (“Classification and nomendature of morpholo- gical defeets” Lancet 1975; 1:513). En este texío se sigue dicha convención. www.elsolucionario.org CAPÍTULO 1: ADAPTACIÓN CELULAR. LESIÓN CELULAR Y MUERTE CELULAR | REACCIONES AL ESTRÉS PERSISTENTE Y A LA LESIÓN CELULAR 3 T abla 1-1 m m á Afecciones asociadas a la atrofia Enfermedad o afección Ejemplos de afecciones con atrofia Envejecimiento La mayoría de los órganos no están en continuo recambio; la situación más fre cuente para que se produzca una atrofia Enfermedad crónica El prototipo para que se produzca la atro fia en una enfermedad crónica es el cán cer; también aparece en la insuficiencia cardiaca congestiva, en la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, en la cirro sis hepática y en el SIDA Isquemia Hipoxia, disminución de la disponibilidad de los nutrientes, estenosis de la arteria renal Desnutrición Atrofia generalizada Disminución de la demanda funcional Inmovilización de una extremidad, como en el caso de las fracturas Interrupción de las señales tróficas Atrofia por desnervación tras una lesión del nervio; efecto de la menopausia sobre el endometrio y otros órganos Aumento de la presión Ulceras de decúbito, congestión pasiva del hígado viables, aunque su funcionamiento sí se vería afectado. En tales circuns tancias, lo normal es que se produzca una atrofia celular. Se puede observar con frecuencia alrededor los bordes mal perfundidos de la necrosis isquémica (infarto) del corazón, del cerebroy de los riñones tras la oclusión vascular de estos órganos. Insuficiencia de nutrientes La inanición y una desnutrición conducen al desgaste del músculo esquelético y del tejido adiposo, lo que se manifiesta al microscopio como atrofia celular. Resulta llamativo que la reducción de la masa sea particularmente notable en las células que no resultan vitales para la supervivencia del organismo. No se puede descartar la posibilidad de que una parte de la atrofia celular atribuida a la isquemia parcial sea el reflejo de una falta de nutrientes. Interrupción de las señales tróficas Las funciones de muchas células dependen de las señales transmitidas por mediadores químicos. Los mejores ejemplos son el sistema endo crino y la transmisión neuromuscular. Las acciones de las hormonas o, en el caso del músculo esquelético, de la transmisión sináptica, infor man de lo que se pide a las células. Se pueden eliminar al retirar la fuente de la señal (p. ej„ por extirpación de una glándula endocrina o por desnervación). Si se extirpa quirúrgicamente la adenohipófisis, la pér dida de la tirotropina (TSH), de la hormona adrenocorticotropa (ACTH, también denominada corticotropina) y de la folitropina (FSH) provoca la atrofia del tiroides, de la corteza suprarrenal y de los ovarios, respectivamente. La atrofia que sigue a la insuficiencia endocrina no se limita a afecciones patológicas: el endometrio se atrofia cuando la con centración de estrógenos disminuye después de la menopausia (fig. 1-2). Incluso las células cancerosas podrían atrofiarse hasta cierto punto si no reciben señales hormonales; el cáncer de próstata dependiente de andrógenos remite parcialmente después de administrar antagonistas de la testosterona; algunos tipos de cáncer tiroideos pueden dejar de crecer si se inhibe la secreción de la TSH hipofisaria mediante la admi nistración de tiroxina. Si el daño neurológico (p. ej., por poliomielitis o por lesión traumática de la médula espinal) conduce a la desnervación del músculo, se pierde la transmisión neuromuscular que mantiene su tono y se atrofian los músculos afectados. Lesión celular persistentes La lesión celular persistente suele deberse con mucha frecuencia a la inflamación crónica asociada a las infecciones víricas o bacterianas prolongadas. La inflamación crónica también aparece en muchas otras circunstancias, que incluyen los trastornos inmunitarios y granulomatosos. Un buen ejemplo es la atrofia de la mucosa gástrica que aparece con la gastritis crónica (v. cap. 13). De igual forma, la inflamación crónica de la enfermedad celíaca desencadena la atrofia de las vellosidades de la mucosa del intestino delgado. Figura 1-2. Atrofia del endometrio. A. Corte del útero normal de una mujer en edad fértil que revela un endometrio grueso formado por glándulas proliterativas en un estroma abundante. B. El endometrio de una mujer de 75 años ¡mostrado con el mismo aumento) es delgado y contiene sólo unas pocas glándulas atrofiadas y quísticas. | A da pt ac ió n ce lu la r, les ió n ce lu la r y m ue rte ce lu la r www.elsolucionario.org 4 PATOLOGÍA DE RUBIN Aumento de la presión La atrofia puede deberse incluso a una lesión física, como la presión prolongada en puntos inadecuados. El reposo prolongado en cama puede conllevar una presión continua de la piel, que la atrofia y genera las consiguientes úlceras o escaras de decúbito. La insuficiencia cardíaca hace aumentar la presión en los sinusoides del hígado porque el corazón no es capaz de bombear con eficacia el retorno venoso del órgano. En consecuencia, se atrofian las células del centro del lobulillo del hígado, que están expuestas a la mayor presión. Envejecim iento Además de la pérdida prominente del músculo esquelético y del tejido adiposo, uno de lo» distintivos tfd envejecimiento (v. más adelante) es 1a disminución del tamaño y del número de células que no se dividen, como las del cerebro y las del corazón. El tamaño de todos los órganos paren- quimatosos disminuye con la edad. El tamaño encefálico disminuye inva riablemente y, en las personas muy ancianas, el tamaño del corazón podría reducirse tanto que ha recibido el nombre de atrofia senil. Enfermedad crónica A menudo, las personas afectadas con enfermedades crónicas debilitan tes, como el cáncer, la insuficiencia cardíaca congestiva o el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), muestran una atrofia generalizada de muchos tejidos. La pérdida de tejido supera lo esperable debido a una simple disminución de la ingesta calórica y es el reflejo de las alteraciones de las citocinas y de otros mediadores. La atrofia es un proceso activo El tamaño de las células y los órganos es un reflejo del equilibrio entre los procesos anabólicos y catabólicos e implica cambios tanto en la producción como en la destrucción de los componentes celulares. En su sentido más básico, la atrofia consiste en una reestructuración rever sible de las actividades de la célula para facilitar su propia supervivencia y adaptación a los estados en los que se use menos. Los mecanismos moleculares se explican con más detalle en este capítulo y en otros capítulos en relación con los distintos órganos. La atrofia se ha estudiado más detalladamente en el tejido adiposo y en el músculo esquelético, que responden rápidamente a los cambios de la demanda de almacenamiento energético y de fuerza contráctil, respectivamente. Las células del músculo estriado permiten estudiarla atrofia y la hipertrofia (v. más adelante) sin la influencia de la prolifera ción celular, que ocasiona errores de interpretación. Cuando un mús culo se inmoviliza y disminuye la necesidad de contracción (“descarga”), los miocitos instauran mecanismos de adaptación selectivos: ■ Síntesis de proteínas: poco después de la descarga, la síntesis de proteínas disminuye porque se reduce la elongación de éstas en el ribosoma. Se trata de un efecto específico: al disminuir la síntesis de algunas proteínas, se puede aumentar la producción de otras que son importantes para esta adaptación. ® Degradación de proteínas: se activan determinadas vías de degra dación de proteínas específicas, relacionadas con la ubicuitina (v. más adelante). Éstas intervienen en la respuesta de atrofia de varias maneras: hacen disminuir la cantidad de algunas proteínas contrác tiles y de los factores de transcripción específicos que conducen la expresión de los genes de las proteínas contráctiles. Esta mayor eli minación de proteínas específicas es transitoria. Si se mantuviera el estado de atrofia, las células alcanzarían un nuevo equilibrio en el que seguiría habiendo poca masa y el ritmo de la síntesis de proteínas se volvería a coordinar con el de su degradación. ■ Expresión génica: se disminuye la transcripción de determinados genes, entre ellos los relacionados con actividad contráctil. En cam bio se induce la transcripción de otros, en particular los que codifi can componentes de la degradación de las proteínas. • Señalización: se cambian las comprobaciones y los equilibrios que controlan el nivel de activación y de represión de los responsables de la señalización intracelular. • Utilización de la energía: durante la respuesta a la descarga se ha observado que disminuye selectivamente el uso de ácidos grasos libres como fuente de energía en el músculo. Por eso, la atrofia es una respuesta adaptativa activa y específica, y no una mera desactivación pasiva de los procesos celulares. Además, es reversible: al restaurar el ambiente que existía antes de que se desa rrollase la atrofia, se permite que las células recuperen el tamaño y el funcionamiento normales. La hipertrofia consiste en un aumento del tamaño celular y de su capacidad funcional Cuando aumentan las señales tróficas o la demanda funcional, los cam bios adaptativos que satisfacen estas necesidades hacen aumentar el tamaño de las células (hipertrofia) y, en algunos casos, aumentarla cantidad de células (hiperplasia; v. más adelante). En algunos órganos (p. ej., corazón, músculo esquelético), tales res puestas adaptativas se consiguen principalmente aumentando el tamaño de las células (fig. 1-3). En otros órganos (p. ej., riñón, tiroides), pueden aumentar el número de células y su tamaño. En este apartado se abor dan los mecanismos por los que las células se agrandan para satisfacer una mayor demanda funcional, y las consecuencias que esto tiene. Aígunos mecanismos implicados en la respuesta hipertrófica son espe cíficos del tipo celular, mientras que otros son más generales. Asimismo, las células con capacidad de división estimulan la mitosis mediante algunos de los mecanismos que las células que no se dividen usan para aumentar su tamaño. Figura 1-3. Hipertrofia del miocardio. Corte transversal del corazón de un paciente con hipertensión de larga duración, que muestra una importante hi pertrofia concéntrica del ventrículo izquierdo. www.elsolucionario.org CAPÍTUL01: ADAPTACIÓN CELULAR, LESIÓN CELULAR Y MUERTE CELULAR | REACCIONES AL ESTRÉS PERSISTENTE Y A LA LESIÓN CELULAR 5 M ecanism os de la hipertrofia celular Si bien el estímulo para crecer en tamaño consiste en aumentar la carga de trabajo o los mediadores endocrinos o neuroendocrinos, hay una serie de procesos que normalmente contribuyen a generar hipertrofia celular. Remodelación celular en la hipertrofia Cuando se estimula a las células para que aumenten su masa, una de las primeras actividades es el aumento de la degradación proteasómica de determinadas proteínas celulares. Así pues, se degradan las proteínas que no contribuyen a las necesidades específicas de la hipertrofia, al mismo tiempo que tiende a aumentar la producción de las que favore cen la hipertrofia. Mecanismos de señalización de la hipertrofia Aunque varien las señales que desencadenan las respuestas hipertrófi cas, según el tipo celular y las circunstancias, el ejemplo de hipertrofia del músculo esquelético ilustra algunos principios generales críticos. Así, muchos tipos de señalización pueden conducir a una hipertrofia celular: ■ Estimulación de factores de crecimiento: cada tejido responde a diferentes señales. En muchos casos, determinados factores de cre cimiento hacen de iniciadores clave de la hipertrofia. Por ejemplo, el factor de crecimiento insulinoide I (IGF-I) aumenta en la hipertrofia muscular inducida por la carga, y en las situaciones experimentales puede desencadenar hipertrofia incluso aunque la caiga no aumente. ■ Estimulación neuroendocrina: en algunos tejidos, la señalización adrenérgica puede ser importante para iniciar o facilitar la hipertro fia. B Canales iónicos: los flujos de iones pueden activar la adaptación a una mayor demanda. La actividad del canal del calcio, en particular, podría estimular numerosas enzimas posteriores (p. ej„ calcineu- rina) para que generen la hipertrofia. ■ Otros mediadores químicos; según el tejido, factores como el óxido nítrico (NO*), la angiotensina II y la bradicinina mantendrían las respuestas hipertróficas celulares. ■ A porte de oxígeno: claramente, al aumentar la demanda funcional de las células, se requiere un mayor aporte de energía. La angiogé- nesis se estimula cuando se percibe un déficit de oxígeno en los tejidos y podría ser un componente indispensable de la hipertrofia adaptativa. ■ Antagonistas de la hipertrofia: al igual que algunos mecanismos fomentan la hipertrofia celular, otros la inhiben. Los factores natriu- réticos auriculares, una concentración elevada de NO* y muchos otros factores frenan o impiden la adaptación celular mediante hipertrofia. Vías efectoras Cualquiera que sea el mecanismo que inicie la señalización que estimu lará la hipertrofia, pocas son las vías que transmiten los efectos de tal señalización: ■ Aumento de la degradación de proteínas: ya se ha explicado. ■ Aumento de la traducción de proteínas: poco después de que se reciba una señal prohipertrófica, aumenta la producción de determi nadas proteínas. Esto se produce muy rápidamente y sin cambios en la cantidad de ARN, a través del aumento de la eficacia traductora. En ¡as primeras fases de ¡a hipertrofia, a menudo se estimula la acti vidad de los iniciadores de la traducción y de los factores de elonga ción para que aumente rápidamente la cantidad de proteínas necesarias para satisfacer el incremento de la demanda funcional. Bi Aumento de la expresión génica: la concentración de las proteínas clave también aumenta por la activación de la transcripción de sus correspondientes genes. Muchas de las vías de señalización activadas por las citocinas, los neurotransmisores, etc., activan a su vez un abanico de factores de transcripción. Así, por ejemplo, la fosfatasa calcineurina desfosforila el factor de transcripción NFAT (nuclear factor of activated T cells, ‘factor nuclear de linfocitos T activados”), con lo que se facilita su traslado al núcleo. Como resultado, aumenta la transcripción de los genes diana. La hipertrofia también puede conllevar un aumento de los genes que codifican los factores de transcripción que estimulan el crecimiento, como Fos y Myc. ® Superviviencia: entre las funciones activadas durante la hipertrofia se encuentra la inhibición de la muerte celular. Por eso, la estimula ción de varios receptores hace aumentar la actividad de varias cinasas (Akt, PI3K y otras; v. más adelante), las cuales, a su vez, favorecen la supervivencia celular, en buena parte al inhibir la muerte celular programada (apoptosis; v. más adelante). ■ Funciones auxiliares: en algunas situaciones, la hipertrofia puede implicar cambios en la relación de una célula con su entorno, como la reorganización de la matriz extracelular. B Atracción de células satélite: la hipertrofia del músculo esquelético atrae a las células satélite perimusculares para que se fusionen con los sinarios del músculo y proporcionen más núcleos, ya que se necesitan para mantener la incesante síntesis de proteínas que requiere el músculo en crecimiento. Los mecanismos de la hipertrofia varían según el estímulo La hipertrofia del músculo esquelético y del corazón puede seguir dife rentes caminos, según los requisitos impuestos por el aumento de la demanda funcional. Por ejemplo, el aumento de la resistencia del mús culo esquelético conlleva un incremento de la actividad aerobia (aumento del consumo de oxígeno). Por el contrario, la respuesta al aumento de la resistencia (p. ej., levantamiento de pesas) estimula la señalización que no necesita un aumento del aporte de oxígeno (fig. 1-4). De igual forma, la hipertrofia cardíaca se puede producir en res puesta al ejercicio (hipertrofia fisiológica) o al aumento de la resisten cia vascular (hipertrofia patológica). Cada estímulo conlleva diferentes mediadores solubles que, a su vez, activan distintas vías de señalización celular, de consecuencias muy diferentes (v. cap. 11). En resumen, los diversos estímulos que conducen a la hipertrofia de las células estimulan la reorganización celular adaptativa, aumen tan la síntesis de proteínas, facilitan la función celular y fom entan la supervivencia celular. Renovación de las células posmitóticas Históricamente se consideraba que las neuronas, los miocitos cardíacos y las células del músculo esquelético no podían realizar la mitosis, por lo que durante toda su vida permanecerían en su estado diferenciado original. Esta visión suele conllevar que las neuronas y los miocitos no se pueden reemplazar y, por lo tanto, que el cerebro, el corazón y el músculo esquelético no pueden responder a la pérdida de células ni añadir células cuando aumenta la demanda. El concepto de células posmitóticas y la diferenciación term inal Hoy en día se considera que estos paradigmas son sólo parcialmente correctos. Mientras que las neuronas y los miocitos cardíacos no se pueden dividir por mitosis, los estudios recientes han demostradoque existen células progenitoras comprometidas que proliferan y se diferen cian en respuesta a la muerte celular y a la lesión o, en el caso del mús culo estriado, al aumento de la demanda funcional. www.elsolucionario.org m i U L U ü lA U t RUBIN f A M P : A T P --------------------------► f A M P c in a s a f [C a 2+] , --------------------------------► t M o lé c u la s s e ñ a liz a d o ra s - > f Activación del peroxisoma t R e p llc a c ió n d e l A D N m t t T ra n s c r ip c ió n d e l A D N m t t P ro d u c c ió n m ito c o n d r ia l d e e n e rg ía M ito c o n d r ia S in h ip e r t r o f i a m u s c u la r f C a d e n a H d e la m io s in a le n ta f P r e p a r a c ió n p a r a r e s is t e n c ia f m io s in a rá p id a H ip e rtro fia m u s c u la r < < S ín te s is de p ro te ín a s N ú c le o Figura 1-4. Mecanismos de la hipertrofia muscular. A. Preparación para el aguante. El fortalecimiento muscular para el aguante conlleva el ejercicio repetido o prolongado con cargas pequeñas y conduce a un aumento de la proporción de monofosfato de adenosina por trifosfato de adenosina (AMP:ATP), lo que desemboca en un aumento de la actividad AMP cinasa. Tal entrenamiento también incrementa la concentración citosólica de calcio ([Ca2+]¡), que hace aumentar una serie de intermediarios de la señalización celular. La consecuente activación del peroxisoma incrementa la cantidad de TFAM (el factor de transcripción que activa la producción de energía mitocondrial). A su vez, el aumento de TFAM activa la replicación y la transcripción del ADN mitocondrial (AONmt). La consecuencia es que aumenta en la cadena H de la miosina lenta del músculo y mejora el aguante sin que haya hipertrofia de las células musculares. B. Preparación para la resistencia. El fortalecimiento del músculo mediante el levantamiento de pesas (donde lo que aumenta es la carga, no la repetición) conduce a hipertrofia de las células musculares. Se produce por el aumento del factor de crecimiento insulinoide I (IGF-I) y de otros factores de crecimiento (como la hormona del crecimiento), que actúan a través de una serie de Intermediarios celulares como el factor de elongación de la transcripción (elF2), la proteína cinasa B (AKT) y la diana de la rapamlci- na en los mamíferos (mTOR). Cada uno de ellos provoca cambios de expresión génica y del metabolismo. La AKT fosforila e inactiva el factor de transcripción forkhead FOXO. que lo hace salir del núcleo y provocar una disminución de la transcripción de los genes que intervienen en la degradación de las proteínas (p. ej„ atrogina-1). Simultáneamente, el aumento de la actividad de elF2 activa la transcripción de los genes que inhiben la degradación de proteínas. La consecuencia es que aumenta la cadena H de la miosina rápida y aumenta el tamaño de los miocitos (hipertrofia). f IG F -I y o tro s fa c to re s d e c re c im ie n to ' . f P ro d u c c ió n d e p ro te ín a s m e d ia n te f t ra d u c c ió n T ra n s d u c c ió n d e s e ñ a le s t mTOR T B io g é n e s is d e l r ib o s o m a www.elsolucionario.org C A P ÍTU L01: ADAPTACIÓN CELULAR, LESIÓN CELULAR Y MUERTE CELULAR | REACCIONES AL ESTRÉS PERSISTENTE V A LA LESIÓN CELULAR 7 Estos conceptos más nuevos también sugieren una tasa natural, aunque baja, de pérdida y reemplazo de células en los órganos que previamente se habían considerado “posmitóticos” o “diferenciados terminalmente” Si este equilibrio se inclina hacia la pérdida de células, puede atrofiarse el órgano, como se observa en el corazón, los múscu los y el cerebro de las personas muy ancianas. El equilibrio también puede inclinarse hacia la predominancia de la actividad de las células progenitores, como ocurre en la hipertrofia muscular. Los proteasomas son participantes clave en la homeostasis celular, en la respuesta a las situaciones de estrés y en la adaptación a ambientes extracelulares alterados La respuesta celular a las alteraciones de su medio se estudiaban exclu sivamente mediante el análisis de los cambios de la expresión génica y de la producción de proteínas. El problema de la degradación de las proteínas se ignoró o bien se relegó a la actividad proteolítica inespecífica de los lisosomas. No obstante, hoy resulta evidente que la homeostasis celular requiere mecanismos que permitan que ia célula destruya selec tivamente determinadas proteínas. Aunque hay pruebas de que parece existir más de una vía de este tipo, el mecanismo más conocido mediante el cual las células seleccionan las proteínas que eliminarán es el aparato proteasómico y la ubicuitina (Ub). Proteasomas Hay dos tipos diferentes de orgánulos proteasómicos, el 20S y el 26S. La unidad degradativa es el núcleo 20S, al cual se le anexan dos "tapas” 19S para formar el proteasoma 26S. El complejo proteasómico consta de al menos 32 proteínas diferentes que se organizan, como se mues tra en la figura 1 -5, con una subunidad 19S en la entrada y otra en la salida de la estructura barriloide, en la que la subunidad 20S forma el centro proteolitico. Las proteínas que se marcan para su destrucción se modifican como se describirá más adelante, y son reconocidas por la subunidad 19S. Entonces se degradan en un proceso que requiere trifosfato de adeno- sina (ATP) mediante las adenosina-trifosfatasas (ATPasas) de la unidad 19S superior y un único núcleo proteolitico que se localiza dentro de la subunidad 20S. Este proceso produce péptidos de un tamaño de 3 a 25 aminoácidos, que se liberan a través de la subunidad 19S inferior. Estos péptidos son finalmente degradados por las proteasas citosólicas. La importancia de los proteasomas resulta más evidente cuando se comprueba que llegan a suponer del 1 al 2% de la masa total de la célula. Estas estructuras están muy conservadas evolutivamente y se han des crito en todas las células eucariotas. La mutación de cualquier proteína clave que introduzca una interferencia en el funcionamiento normal del proteasoma resultará mortal. Los proteasomas 20S son importantes para degradar las proteínas oxidadas (v. más adelante). En los proteasomas 26S se degradan las proteínas ubicuitinadas. En respuesta a la síntesis celular del interferón y (IFN-y) se forma otro tipo de proteasoma: el inmunoproteasoma. Los inmunoproteasomas suelen situarse cerca del retículo endoplasmático y son importantes para que las proteínas se procesen en péptidos de ocho o nueve aminoácidos que se unirán al complejo principal de his- tocompatibilidad de tipo I y se presentarán como antígenos al sistema inmunitario (v. cap. 4). Ubicuitina y ubicuitinación Las proteínas a degradar se etiquetan con la unión de cadenas pequeñas de moléculas de ubicuitina. La Ub es una proteína de 76 aminoácidos que resulta clave para la eliminación selectiva de las proteínas a las que se conjuga, como un distintivo para identificar qué proteínas se van a Figura 1-5. Vías de la ubicuitina y el proteasoma. Se muestran los meca nismos mediante los cuales la ubicuitina (Ub) marca las proteínas para su eli minación específica en los proteasomas. La Ub se activa (Ub*) mediante E1 ¡la enzima activadora de la ubicuitina), luego se transfiere a una E2 (enzima de conjugación de la ubicuitina). El complejo E2-Ub* interacciona con una E3 (ubicuitina ligasa) para fijarse a una proteína en particular. El proceso se puede repetir varias veces para adjuntar una cadena de moléculas de Ub. Estos com plejos se pueden desubicuitinar por medio de las enzimas de desubicuitinación (DUB). Si se debe degradar, los proteasomas 26S reconocerán la proteína conjugada a la pol¡-Ub a través de la subunidad 19S y la degradarán en oligo- péptidos, a la vez que los restos de Ub se devuelven al reservorio celular de monómeros de ubicuitina. destruir. El proceso por el que se une la Ub a las proteínas se denomina ubicuitinación (o ubicuitilación). Interviene en él una cascada de enzimas (fig.1-5). La enzima acti vadora de Ub (El) se fija a la Ub y luego la transfiere a una de las doce nas de enzimas de conjugación de la Ub (E2), que actúan iunto a una de las 500 a 1000 Ub-ligasas (E3) diferentes que unen la Ub a un grupo Am inoácidos P ro te ína d e g radada ck É? A ntígenos para presentación P ro te ina 19S A TP asas 20S P eptidasas U b icu itina (Ub) O q ° u QEnz im as de con jugac ión de la Ub Ub ligasas A ctivador d e la P ro te ina ub icuitinada D esub icu itinac ión Enzimas'^ (D U B) P ro te ína + Ub O Ad ap ta ci ón ce lu la r, les ió n ce lu la r www.elsolucionario.org 8 PATOLOGIA DE RUBIN e-amino de una lisina en la proteína sentenciada. Los restos de Ub poste riores se añaden al grupo €-amino de la Ub original, formando una cadena de poliubicuitinas (al menos 4 Ub). La especificidad del proceso reside en las combinaciones de las enzimas E2 y E3. Las proteínas que se degradarán tienen unas estructuras específicas denominadas degrones, que son espacios de reconocimiento para las combinaciones de E2-E3. La complejidad del sistema de la ubicuitina Algunas enzimas de desubicuitinación pueden invertir el proceso del etiquetado. Si se han añadido sólo uno o dos restos de Ub, la ubicui- tinación sirve para otras funciones celulares, que incluyen la gema ción de la m em brana celular y la interiorización del receptor tras la un ión del ligando, el transporte vesicular y la clasificación de las proteínas en los com partim entos celulares. Además, las cadenas de poli-Ub pueden adquirir diferentes configuraciones, que correspon den a diversas funciones celulares. Algunas modificaciones de las proteínas pueden protegerlas de la ubicuitinación. Por ejemplo, cuando p53, la proteína supresora de tumores, se fosforila en respuesta a una lesión en el A D R se protege de la degradación desencadenada por la Ub. Hay una serie de proteinas que se parecen a la Ub, pero cuya estruc tura y función son bien distintas, y que resultan útiles para otros proce sos. Tales proteínas (p. ej., SUMO y NEDD8) participarían en la formación de algunos complejos de E3. Sus cadenas poliméricas pueden dirigir la localización de proteínas y ayudar directamente a diversas actividades de las proteínas. Por qué es tan importante la ubicuitinación La ubicuitinación y la eliminación específica de proteínas no sólo son importantes para la homeostasis celular normal, sino que también son fundamentales para la adaptación celular al estrés y a las lesiones, como se mostrará en los próximos apartados. En algunos casos, las mutaciones en los constituyentes de la vía de la Ub son la causa principal de determinadas enfermedades, mientras que en muchos casos la alteración de la actividad del sistema ubicuitina-proteasoma resulta clave para la patogenia de algunas enfermedades (tabla 1-2). Por ejemplo, en varias enfermedades neurodegenerativas importantes aparece una ubicuitinación defectuosa. Las mutaciones en la parkina, una ubicuitina-ligasa, están implicadas en la patogenia de la enfermedad de Parkinson, en la cual se acumula la par kina sin degradar como cuerpos de Lewy (v. cap. 28). La regulación de la ubicuitinación puede ser importante para el desarrollo tumoral. Por este motivo, las cepas del virus del papiloma humano que están asociadas al cáncer cervical humano (v. caps. 5 y 18) producen la proteína E6, que inactiva el supresor tumoral p53, lo que se encuentra en el origen del cáncer cervical. La E6 lleva a cabo este objetivo ai fijarse a una E3 (ubicuitina-ligasa) y facilitar su asociación con la p53. Como resultado, el aumento de la ubicuitinación de p53 acelera su degradación. Finalmente, cada vez hay más resultados que sugieren que la alteración de la ubicuitinación puede ser la responsable de algunos cambios degenerativos celulares que se producen en el envejecimiento y en numerosas tesaurísmosis. La ubicuitinación también es importante para la expresión génica. El factor nuclear kB (NFk B) es un importante activador transcripcional que I T a b la 1 -2 I Im p l ic a c ió n d e l s is te m a u b ic u it in a -p r o te a s o m a en c ie r ta s e n fe rm e d a d e s Actividad del sistema ifbfcuitina-proteasomft Efecto anatómicoluouetu Enfermedades neurológicas (enfermedades asociadas a la pérdida de neuronas) Enfermedad de Parkinson Disminuye Cuerpos de Lewy Enfermedad de Alzheimer Disminuye Placas amiloides, ovillos neurofibrilares Esclerosis lateral amiotrófica Disminuye Agregados de superóxido-dismutasas en las neuronas motoras Enfermedad de Huntington Disminuye Inclusiones de poliglutamina Enfermedades autoinmunitarias Síndrome de Sjügren Disminuye Inflamación crónica Enfermedades metabóticas Diabetes mellitus de tipo II Aumenta Insensibilidad a la insulina Formación de cataratas Disminuye Agregados de proteinas oxidadas Agotamiento muscular Envejecimiento Aumenta Atrofia Cáncer y otras ánformariarioc nr/tninof Aumenta Atrofia Cardiovascular Isquemia/reperfusión Disminuye Apoptosis de miocitos Sobrecarga de presión Disminuye Apoptosis de miocitos www.elsolucionario.org CAPÍTUL01: ADAPTACIÓN CELULAR. LESIÓN CELULAR Y MUERTE CELULAR | REACCIONES AL ESTRÉS PERSISTENTE Y A LA LESIÓN CELULAR 9 se activa de dos modos diferentes por el sistema ubicuitina-proteasoma. Primero, las formas precursoras inactivas de las dos subunidades de NFkB se ubicuitinan y se escinden en sus formas activas. Se trata de un ejemplo de degradación incompleta de las proteínas por el sistema ubi cuitina-proteasoma. Igualmente, el inhibidor de NFkB, denominado IkB, se degrada por ubicuitinación. Esta etapa libera el NFkB, que interviene en la expresión de ios genes que favorecen la supervivencia celular. La inhibición del proteasoma permite la persistencia del complejo IkB- NFkB y, por lo tanto, disminuye la activación transcripdonal inducida por NFkB. En el caso de las células cancerosas, inhibir el funcionamiento del proteasoma menoscabaría la supervivencia de las células tumorales y, en consecuencia, es una diana para la manipulación farmacéutica. La autofagia es un sistema autodigestivo celular multifacético que es importante para la adaptación celular y la patogenia de enfermedades La autofagia (del griego auto, ‘por sí mismo’, y phagia, ‘comer’) abarca vías degradativas que funcionan mediante la transferencia de los cons tituyentes citoplasmáticos a los lisosomas para que se degraden. Este proceso, que elimina de las células los materiales como las proteínas mal plegadas, los microorganismos y los orgánulos dañados, es una de las funciones celulares más conservadas desde el punto de vista evolutivo. El material destinado al autocanibalismo se aísla en vesículas (autofa- gosomas) que se fusionan con un lisosoma. Se reconocen tres tipos de autofagia, que se ilustran en la figura 1-6. La autofagia suele actuar como una “señora de la limpieza” celu lar: se activa cuando la célula está en una situación de estrés (p. ej., en ayuno, hipoxia, privación de factores de crecimiento, etc.). En estas condiciones, representa una fuente alternativa de nutrientes para producir energía y reconstruir las estructuras que garanticen la supervivencia celular. No obstante, la vía autofágica también se puede utilizar para destruir células, en cuyo caso se produce una forma de muerte celular independiente de las caspasas (m uerte celular auto fágica). Además de intervenir en la adaptación celular ante tal adver sidad, la autofagia también sirve para que las células sean capaces de eliminarlos microorganismos intracelulares,como las micobacterias. Autofagia en las enfermedades Las proteínas oiigoméricas y agregadas se degradan mal por la vía del proteasoma. En este contexto, la autofagia se vuelve importante para eli minar las proteínas mutantes o alteradas que forman agregados. Tales proteínas están particularmente implicadas en las enfermedades neurode generativas como la enfermedad de Huntington,la enfermedad de Parkin- son y la enfermedad de Alzheimer. Así pues, se cree que la autofagia defectuosa se encuentra en la base de estos trastornos. También se cree que la interferencia con la autofagia contribuye a desarrollar muchas enferme dades, que incluyen las enfermedades degenerativas e inflamatorias, el cáncer y el envejecimiento (tabla 1-3). En la regulación de la autofagia interviene una gran familia de genes, denominados genes ATG, cuyas mutaciones se cree que contribuyen a muchas de estas enfermedades. H id ro la s a s lis o s ó m ic a s A u to lis o s o m a A M a c ro a u to fa g ia M ito c o n d r ia O rg á n u lo s s e c re to re s A u to fa g o s o m a L a m a y o r p a rte d e l c ito s o l y c o n s titu y e n te s Retículo e n d o p la s m á tic o B M ic ro a u to fa g ia R e c e p to r lls o s ó m ic o -O rg á n u lo s c e lu la re s -H id ro la s a s lis o s ó m ic a s © C h a p e ro n a P ro te ín a d e s p le g a d a C A u to fa g ia m e d ia n te c h a p e ro n a s Figura 1-6. Tipos de autofagia. A. Macroautofagia, en la que un autofagosoma rodea la mayor parte del citosol y los orgánulos citoplasmáticos. B. Microautofagia, en la que los lisosomas engullen los orgánulos seleccionados o los materiales extraños (por ejemplo, patógenos microbianos). C. Autofagia mediante chaperonas, en la que las chaperonas (por ejemplo, hsc70) encauzan las macromoléculas celulares seleccionadas hacia los lisosomas. donde las proteínas receptoras lisosómicas (por ejemplo, LAMP-2A) las reconocen. El material marcado se destruye mediante la degradación iisosómica. Ad ap ta ci ón ce lu la r, les ió n ce lu la r www.elsolucionario.org 10 PATOLOGÍA DE RUBIN Enfermedad Cáncer Autofagia normal Enfermedad cardíaca Enfermedades neurodegenerativas Elimina los orgánulos dañados y las proteínas anómalas Ayuda a mantener la estabilidad de los cromosomas Puede ayudar a que las células del cáncer sobrevivan a la cito- toxicidad de la quimioterapia y a la escasez general de nutrientes Facilita la adaptación a la isquemia y aí aumento de la resistencia vascular periférica Mantiene \s homeostasis mfacelular e impide que se acumulen las proteínas Autofagia deficiente Hepatopatía ^PermiTíría'Btimmar proteínas mal plegadasreirpam sfmrnandofos orgánulos en los que se acumulan Algunas neoplasias malignas están asociadas a genes mutantes de la autofagia El mulante de p53 disminuye la autofagia La adquisición de mutaciones que activan oncogenes, tales como AKT. PI3K y Bcl-2, inhibe la autofagia Una forma de miocardiopatía familiar puede deberse a una mutación ción en un gen que controla la fusión del autofagosoma con el lisosoma "La'acumulación de proteínas ó autofagosómás semifuncioñales con- duce a la acumulación tóxica de las proteínas Varias enfermedades hereditarias se deben a anomalías en la movili dad o fusión del autofagosoma la autofagia demasiado activa puede ocasionar lesiones de hígado Otras enfermedades Las mutaciones hereditarias o adquiridas en varios genes de la autofa gia pueden ser importantes en la esclerosis tuberosa, algunas formas de enfermedad de Crohn. enfermedad de Paget del hueso y otras enfer medades hereditarias PI3K, Fosfatidilinositol 3-cinasa. Las chaperonas moleculares son importantes para mantener la homeostasis celular Para garantizar que la actividad funcional es la adecuada, las proteínas deben plegarse correctamente con el fin de alcanzar una conformación tridimensional particular. Este proceso está controlado tanto por la secuencia de aminoácidos como por el ambiente celular. Las prediccio nes del plegamiento específico de las proteínas todavía resultan dema siado complejas, incluso para los superordenadores más potentes. Muchas proteínas requieren ayuda para plegarse correctamente. Esta ayuda la proporcionan otras proteínas, denominadas chaperonas (o carabinas) moleculares, la mayoría de las cuales son inducidas en situaciones de estrés, y muchas se denominan proteínas de choque térmico (hsp, de heat shock proteins). Además de intervenir en el ple- gamiento de las proteínas, algunas chaperonas moleculares también se encargan del "control de la calidad” celular al reconocer las proteí nas que están mal plegadas y dirigirlas a la degradación por la vía ubícuitina-proteasoma (v. más arriba). Chaperonopatías Hoy en día se sabe que las anomalías en las chaperonas moleculares provocan una serie de trastornos, denominados “chaperonopatías”. Las chaperonopatías genéticas, que se deben principalmente a mutaciones hereditarias en las células reproductoras que afectan a una serie de chaperonas moleculares, son responsables de algunos trastor nos del desarrollo, neuropatías, miocardiopatía dilatada y hepatopatía poliquística. Además, se han encontrado algunos genes mutantes de chaperonas en determinados tipos de cáncer. Las chaperonopatías adquiridas pueden surgir por varias razones. Por ejemplo, se pueden alterar las respuestas a las situaciones de estrés y sintetizar cantidades inadecuadas de chaperonas. Por el contrario, la cantidad de sustrato (proteínas mal plegadas o degradadas) puede supe rar la capacidad del sistema de chaperonas. Las moléculas de chapero nas también se pueden aislar en depósitos de proteínas o se pueden inactivar mediante toxinas exógenas (p. ej„ una enzima de una cepa virulenta de Escherichia coli escinde la Hsp70). Las chaperonas también pueden contribuir a la carcinogénesis al alterar las proteínas que regulan el ciclo celular y la muerte celular (v. más adelante). Las chaperonopatías adquiridas también intervienen en el envejecimiento biológico y en las enfermedades cardiovasculares y neurodegenerativas. La hiperplasia es el aumento del número de células de un órgano o tejido La hipertrofia y la hiperplasia no se excluyen mutuamente y a menudo se producen a ¡a vez. Los estímulos específicos que provocan la hiper plasia y ios mecanismos mediante los cuales actúan varían enorme mente entre los tejidos y entre los tipos de células. Muchos de los agentes que desencadenan respuestas hiperplásicas en un tejido lo con siguen por mecanismos totalmente diferentes. En esencia, incluso si se provoca, la hiperplasia implica la estimulación de las células en reposo (G0) para que entren en el ciclo celular (G l) y luego se multipliquen. Puede ser una respuesta a un medio endocrino alterado, un aumento de la demanda funcional o una lesión crónica. Estimulación hormonal Un cambio de concentración de las hormonas puede desencadenar la proliferación de las células pertinentes. Estos cambios pueden reflejar influencias del desarrollo, farmacológicas y patológicas. Así pues, el aumento normal de los estrógenos durante la pubertad o al comienzo del ciclo menstrual provoca un aumento del número de células del endo- metrio, así como del estroma uterino. La administración de estrógenos a las mujeres posmenopáusicas tiene el mismo efecto. El aumento de www.elsolucionario.org CAPÍTULO 1: ADAPTACIÓN CELULAR, LESIÓN CELULAR Y MUERTE CELULAR | REACCIONES AL ESTRÉS PERSISTENTE Y A LA LESIÓN CELULAR 11 tamaño de la mama del varón, denominado ginecomastia, puede apare cer con la insuficiencia hepática, cuando el hígado es incapaz de meta- bolizar los estrógenos endógenos, de manera que se acaban acumulando; también en los hombres a los que se ¡es administran estrógenos como tratamiento contra el cáncer de próstata. La producción ectópica de hormonas puede ser un primer síntoma de la aparición del tumor; por ejemplo, la secreción de eritropoyetina desde un cáncer de riñón con duce a hiperplasia de los eritrocitos de la médula ósea. Aumento de la demanda funcional La hiperplasia, al igual que la hipertrofia, puede constituir una res puesta al aumento de la demanda fisiológica. A gran altura, el menor contenido de oxígeno de la atmósfera ocasiona una hiperplasia com pensatoria de los precursores eritrocitarios en la médula ósea y unaumento del número de eritrocitos en la sangre (policitemia secunda ria) (fig. 1-7). De este modo, el aumento del número de células com pensa la disminución de la cantidad de oxígeno que lleva cada eritrocito. El número de eritrocitos cae inmediatamente a los valores normales al regresar al nivel del mar. De igual forma, la pérdida continua de sangre, como en las metrorragias, también provoca la hiperplasia de los ele mentos eritrocitarios. La capacidad de respuesta inmunitaria a muchos antígenos puede conducir a una hiperplasia linfocítica (p. ej., aumento de tamaño de las amígdalas y tumefacción de los ganglios linfáticos que tienen lugar con la faringitis estreptocócica). La hipocalciemia que se produce en la insu ficiencia renal crónica hace aumentar la demanda de la hormona para- tiroidea para que aumente la calciemia. El resultado es la hiperplasia de las glándulas paratiroideas. Lesión crónica La lesión persistente puede dar lugar a hiperplasia. La inflamación de larga duración o la lesión física o química continua a menudo vienen acompañadas de una respuesta hiperplásica. Por ejemplo, la presión de unos zapatos mal adaptados provoca la hiperplasia de la piel del pie, los llamados callos. Si se considera que una función principal de la piel es proteger las estructuras subyacentes, tal hiperplasia provoca su engrasamiento y potencia su capacidad funcional. La inflamación cró nica de la vejiga (cistitis crónica) a menudo produce una hiperplasia Figura 1-7. Hiperplasia. A. Médula ósea normal de adulto. B. Hiperplasia de la médula ósea. Ha aumentado la cantidad de células y ha disminuido la grasa. C. Epidermis normal. D. Hiperplasia epidérmica en la psoriasis a los mismos aumentos que en C. El engrasamiento de la epidermis se debe ai aumento del número de células escamosas. Ad ap ta ci ón ce lu la r, les ió n ce lu la r www.elsolucionario.org 12 PATOLOGÍA DE RUBIN del epitelio vesical, visible como manchas blanquecinas en el revesti miento del órgano. La hiperplasia desmesurada puede ser peligrosa por sí misma, como lo demuestran las consecuencias desagradables de la psoriasis, que se caracteriza por una hiperplasia cutánea prominente (fig. 1-7D). El exceso de estimulación con estrógenos, bien sean endógenos o por medio de medicamentos, podría conducir a la hiperplasia del endometrio. Los mecanismos celulares y moleculares responsables de la res puesta hiperplásica están claramente relacionados con el control de la proliferación celular. Estos temas se estudiarán en los capítulos 3 y 5 y en el apartado de regeneración del hígado del capítulo 14. La metaplasia es la conversión de un tipo celular diferenciado en otro La metaplasia suele ser una respuesta adaptativa a la lesión crónica persistente. Es decir, un tejido asumirá el fenotipo que le proporcione la mejor protección frente la agresión. Lo más frecuente es que el epitelio glandular sea reemplazado por un epitelio escamoso. Las células cilin dricas o cúbicas del revestimiento podrían estar destinadas a la produc ción de moco, pero serían incapaces de resistir convenientemente los efectos de la irritación crónica o de una sustancia química nociva. Por ejemplo, la exposición prolongada del epitelio bronquial al humo del tabaco conduce a una metaplasia escamosa. En el endocérvix se obtiene una respuesta similar cuando existe una infección crónica (fig. 1-8). En términos moleculares, la metaplasia representa la sustitución de la expre sión de una serie de genes de diferenciación por la expresión de otros genes. El proceso no se limita a la diferenciación escamosa. Cuando hay reflujo crónico del contenido gástrico muy ácido hacia el esófago infe rior, su epitelio escamoso puede verse reemplazado por una mucosa glandular de tipo gástrico (esófago de Barrett). Se puede considerar que se trata de una adaptación para proteger el esófago frente a las lesiones de los ácidos gástricos y de la pepsina, ya que la mucosa gástrica normal es resistente a ellos. La metaplasia también puede consistir en la sustitu ción de un epitelio glandular por otro. En la gastritis crónica, una enfermedad del estómago caracterizada por una inflamación crónica, las glándulas gástricas atrofiadas se reemplazan por células que se parecen a las del intestino delgado. No está claro el valor adaptativo de esta enfermedad, conocida como metaplasia intesti nal. La metaplasia del epitelio de transición en epitelio glandular se pro duce cuando la vejiga tiene una inflamación crónica (cistitis glandular). Aunque la metaplasia se puede considerar un proceso adaptativo, no es necesariamente inocua. Por ejemplo, la metaplasia escamosa puede proteger un bronquio frente a las agresiones del humo del tabaco, pero también altera la síntesis de moco y la limpieza ciliar. El epitelio meta- plásico puede sufrir una transformación neoplásica, y en estas áreas a menudo aparecen cánceres de pulmón, de cuello de útero, de estómago y de vejiga. Sin embargo, si la lesión deja de ser crónica, disminuirá el estímulo que hace que las células proliferen y el epitelio no se volverá neoplásico. La metaplasia suele revertir completamente. Si se elimina el estí mulo nocivo (p. ej., al dejar de fumar), el epitelio metaplásico acaba por volver a la normalidad. La displasia es un trastorno del crecimiento y de la maduración de los componentes celulares de un tejido Las células que comprenden un epitelio suelen presentar tamaños, formas y núcleos similares. Además, se disponen de un modo regular; por ejem plo, un epitelio escamoso progresa desde células basales redondeadas a células superficiales planas. En la displasia, este aspecto monótono se ve alterado por 1) variaciones del tamaño y de la forma de las células; 2) aumento de tamaño, irregularidad e hipercromatismo del núcleo, y 3) distribución desordenada de las células en el epitelio (fig. 1-9). La displa sia se produce más a menudo en el epitelio escamoso hiperplásico, como se observa en la queratosis actínica epidérmica (debida a la luz solar), y en áreas de metaplasia escamosa, como en el bronquio o en el cuello uterino, aunque no es exclusiva del epitelio escamoso. Por ejemplo, se producen cambios displásicos en las células cilindricas de la mucosa del colon de la colitis ulcerosa, en el epitelio metaplásico del esófago de Barrett (v. cap. 13), en la glándula prostática de la neoplasia intraepitelial prostática y en el urotelio de la vejiga (v. cap. 17), entre otros. Figura 1-9 Displasia. El epitelio displásico del cuello uterino ha perdido la polaridad normal y las distintas células muestran un núcleo hipercrómico y una proporción núcleo:citoplasma mayor de lo normal. El epitelio cervical normal se encuentra a la izquierda. Compárese, por ejemplo, el tamaño y la hipercro- micidad del núcleo en las células displásicas (flechas rectas) con las caracte rísticas de los equivalentes normales (flechas curvadas, izquierda) a una altura parecida en el cuello uterino normal adyacente. En la displasia. la disposición celular está desordenada y carece en buena parte de una maduración histoló gica apropiada, desde las capas basales a la superficie. Figura 1-8. M etaplasia escamosa. Corte del endocérvix que muestra el epitelio cilindrico normal a ambos lados y un foco de metaplasia escamosa en el centro. www.elsolucionario.org CAPÍTULO 1: ADAPTACIÓN CELULAR, LESIÓN CELULAR Y MUERTE CELULAR | MECANISMOS Y MORFOLOGÍA DE LA LESIÓN CELULAR 13 Al igual que la metaplasia, la displasia es una respuesta a estímulos nocivos persistentes y normalmente remitirá, por ejemplo, al dejar de fumar o al desaparecer el papilomavirus humano del cuello uterino. No obstante, la displasia comparte muchas características citológicas con el cáncer, por lo que la línea de separación entre ambos acaba siendo, de hecho, muy fina. Por ejemplo, puede resultar difícil distinguir entre la displasia grave y un cáncer precoz del cuello uterino. La displasia es unalesión preneoplásica, en el sentido de que constituye una de las etapas necesarias durante la evolución celular hacia el cáncer. De hecho, la displasia está incluida entre las clasificaciones morfológicas de las etapas de la neoplasia intraepitelial en numerosos órganos (p. ej., cuello uterino, próstata, vejiga). La displasia grave se considera una indicación para un tratamiento preventivo agresivo con el que curar la causa subyacente, eliminar el agente nocivo o retirar quirúrgicamente el tejido agresor. Al igual que en el desarrollo del cáncer (v. cap. 5), la displasia surge a raíz de mutaciones secuenciales en una población de células en proli feración. La fidelidad de la replicación del ADN no es total y resulta inevitable que a veces se produzcan mutaciones. Cuando una determi nada mutación confiere una ventaja de crecimiento o de supervivencia, tenderá a predominar la progenie de la célula afectada. A su vez, su proliferación continua da pie a nuevas mutaciones. La acumulación de tales mutaciones distancia progresivamente la célula de las restricciones reguladoras normales. La displasia es la expresión morfológica de una distorsión de la regulación del crecimiento. Sin embargo, a diferencia de las células cancerosas, las células displásicas no son completamente autónomas y, con un procedimiento intervencionista, la apariencia del tejido todavía podría recuperar su aspecto normal. La calcificación puede producirse como parte del desarrollo normal o como consecuencia de un proceso anómalo La sedimentación de sales minerales de calcio es, por supuesto, un proceso normal durante la formación del hueso a partir del cartílago. Como hemos aprendido, el calcio termina entrando en las células muer tas o moribundas porque son incapaces de mantener un gradiente del calcio pronunciado. Esta calcificación celular no se suele apreciar salvo que aparezcan inclusiones dentro de las mitocondrias. La calcificación "distrófica” se refiere a la sedimentación macroscó pica de sales de calcio en los tejidos lesionados. Este tipo de calcificación no aparece simplemente como consecuencia de una acumulación de cal cio procedente de los cuerpos de las células muertas, sino que también representa un depósito extracelular de calcio procedente del torrente sanguíneo o del líquido intersticial. La calcificación distrófica requiere aparentemente la existencia de tejido necrótico, suele resultar visible a simple vista y oscila de granos gruesos que parecen arena a material duro como una roca. En muchas localizaciones, como en los casos de necrosis caseosa tuberculosa del pulmón o de los ganglios linfáticos, la calcifica ción no tiene consecuencias funcionales. Sin embargo, la calcificación distrófica se puede producir también en lugares cruciales, tales como las válvulas mitral o aórtica (fig. 1-10), donde bloquea la circulación de la sangre porque sus valvas se vuelven rígidas y dejan orificios más estrechos (estenosis aórtica y mitral). La calcificación distrófica en las arterias coro narias ateroescleróticas contribuye a la estenosis de dichos vasos. Aunque las moléculas que intervienen en el depósito del calcio fisiológico en el hueso (p. ej., osteopontina, osteonectina y osteocalcina) parece que están asociadas a la calcificación distrófica, siguen sin conocerse los mecanis mos responsables de este proceso. Figura 1-10. Estenosis aórtica por calcificación. Visto desde arriba, resultan evidentes los grandes depósitos de sales de calcio en las valvas y en los bordes libres de la válvula aórtica engrosada. La calcificación distrófica también es importante para las radiogra fías diagnósticas. La mamografía se basa principalmente en la detección de calcificaciones en el cáncer de mama; la presencia de calcificación en el cerebro del lactante sugiere una toxoplasmosis congénita, que es una infección del sistema nervioso central. La calcificación “metastásica” aparece por la distorsión del meta bolismo del calcio, a diferencia de la calcificación distrófica, que tiene su origen en la lesión celular. La calcificación metastásica está asociada a un aumento déla concentración de calcio en el suero (hípercalciemia). Por lo general, casi cualquier trastorno que aumente la calciemia puede acabar con calcificación en lugares inapropiados, como los tabiques alveolares del pulmón, los túbulos renales y ios vasos sanguíneos. La calcificación metastásica se observa en distintos trastornos, que inclu yen la insuficiencia renal crónica, la intoxicación por vitamina D y el hiperparatiroidismo. La formación de cálculos de carbonato de calcio en lugares tales como la vesícula biliar, la pelvis renal, la vejiga y el conducto pancreático constituye otra forma de calcificación patológica. En determinadas cir cunstancias, las sales minerales se precipitan de la solución y cristalizan alrededor de focos de material orgánico. Quienes hayan padecido el dolor de un cólico biliar o nefrítico confirmarán que este tipo de calci ficación tiene unas consecuencias desagradables. Hialino hace referencia a cualquier material que tiene un aspecto rojizo homogéneo cuando se tiñe con hematoxilina y eosina Los estudiantes se encontrarán con el término hialino en las descripcio nes clásicas de lesiones diferentes sin conexión entre sí. La terminología estándar incluye la arterieesclerosis hialina, el hialino alcohólico en el hígado, las membranas hialinas del pulmón y gotitas hialinas en distin tas células. Las diferentes lesiones llamadas hialinas no tienen realmente nada en común. El hialino alcohólico está compuesto por filamentos citoesqueléticos; el hialino encontrado en las arteriolas del riñón pro cede de la membrana basal, y las membranas hialinas están formadas por proteínas plasmáticas depositadas en los alvéolos. El término es anacrónico y de valor cuestionable, aunque todavía se sigue utilizando como descriptor morfológico. | A da pt ac ió n ce lu la r, les ió n ce lu la r y m ue rte ce lu la r www.elsolucionario.org 14 PATOLOGÍA DE RUBIN Mecanismos y morfología de la lesión celular Todas las células tienen mecanismos eficientes para afrontar los cam bios de las condiciones ambientales. Por ese motivo, con los canales iónicos abiertos o cerrados, se desintoxicarán de las sustancias químicas dañinas, se movilizarán las reservas metabólicas tales como la grasa o el glucógeno y los procesos catabólicos conducirán a la segregación de las partículas intracelulares. La lesión celular aguda se manifiesta cuando los cambios ambientales superan la capacidad de la célula para mantener la homeostasis normal. Si desaparece a tiempo la situación de estrés o si la célula puede resistir el envite, la lesión celular será reversi ble y se recuperará completamente la integridad funcional y estructural. Por ejemplo, cuando se interrumpe el riego sanguíneo del corazón durante menos de 30 minutos, se ha comprobado que todas las altera ciones estructurales y funcionales son reversibles. La célula también se puede ver expuesta a situaciones de estrés subletales persistentes, como la irritación mecánica de la piel o la exposición de la mucosa bronquial al humo del tabaco, en cuyo caso consigue adaptarse a la lesión reversi ble de muchas formas, cada una con su contrapartida morfológica. Por otra parte, si la situación de estrés se agrava, se producirá una lesión irreversible que conducirá a la muerte celular. El momento preciso en el cual la lesión reversible se convierte en irreversible, es decir, el “punto sin retorno”, no se puede identificar actualmente. La tumefacción hidrópica consiste en un aumento reversible del volumen celular La tumefacción hidrópica se caracteriza por un citoplasma grande y pálido y un núcleo de localización normal (fig, 1-11). El mayor volumen corresponde a un incremento del contenido de agua. La tumefacción hidrópica se debe a una lesión celular reversible aguda y puede tener orígenes tan diversos como sustanciasquímicas y toxinas biológicas, infecciones víricas o bacterianas, isquemia, exceso de calor o de frío. En la microscopía electrónica, el número de orgánulos no cambia, aunque aparecen dispersos en un volumen mayor. El exceso de líquido se acumula sobre todo en las cisternas de! retículo endoplasmático, que aparecen muy dilatadas, presuntamente debido a los cambios iónicos en este compartimento (fig. 1-12). La tumefacción hidrópica revierte completamente cuando se elimina la causa. Figura 1-11. Tumefacción hidrópica. Biopsía hepática por aspiración con aguja fina de un paciente con una lesión tóxica hepática que provocó una tumefacción hidrópica grave en la zona centrilobulillar. Los hepatocitos afecta dos presentan el núcleo en el centro y un citoplasma distendido (inflado) por exceso de liquido. La tumefacción hidrópica se debe a la alteración de la regulación del volumen celular, un proceso que controla la concentración de los iones en el citoplasma. En esta regulación, en particular para el sodio, inter vienen tres componentes: 1) la membrana plasmática; 2) la bomba de sodio de la membrana plasmática, y 3) el aporte de ATP. La membrana plasmática supone una barrera a la entrada de sodio (Na+) en la célula a favor del gradiente de concentración e impide la salida de potasio (K' ) desde la célula por los mismos motivos. La barrera frente al sodio es imperfecta y la permeabilidad relativa a ese ion le permite entrar pasi vamente en la célula. Para compensar esta intrusión, la bomba de sodio de la membrana plasmática dependiente de energía (Na+/K+-ATPasa), que obtiene la energía del ATP, lo expulsa de la célula. Los agentes per judiciales pueden interferir con este proceso regulado por la membrana 1) al aumentar la permeabilidad de la membrana plasmática al sodio, por lo que la bomba de sodio ve superada su capacidad de expulsión del ion; 2) por alteración directa de la bomba, o 3) por interferencia con la Figura 1-12. Ultraestructura de la tumefacción hidrópica de un hepatocito. A. Dos hepatocitos normales yuxtapuestos con el retículo endoplasmático rugoso ( flechas) dispuesto en cisternas paralelas perfectamente organizadas. B. Hepatocito tume facto en el que las cisternas del retículo endoplasmático se han dilatado por el exceso de líquido (flechas). www.elsolucionario.org CAPÍTULO 1: ADAPTACIÓN CELULAR. LESIÓN CELULAR Y MUERTE CELULAR ¡ MECANISMOS Y MORFOLOGÍA DE LA LESIÓN CELULAR 15 Figura 1-13. Disgregación de polirribosomas fijados a la membrana en la lesión hepática aguda reversible. A Hepatocito normal, en el que la superficie del retículo endoplasmático (flechas) está plagada de ribosomas. B. Un hepatocito alterado, en el que se observa que los ribosomas ya no están fijados a las membranas del retículo endoplasmático y se acumulan libres en el citoplasma. síntesis de ATP, con lo que la bomba se queda sin combustible. En cualquier caso, la acumulación intracelular de sodio hace aumentar la cantidad de agua, que mantiene las condiciones isosmóticas, con la consiguiente tumefacción de la célula. Cambios subcelulares de las células con lesiones reversibles ■ Retículo endoplasmático: en la tumefacción hidrópica, las cisternas del retículo endoplasmático se distienden por el líquido acumulado (fig. 1-12). En otras formas de lesión celular reversible aguda, los polisomas fijados a la membrana pueden disgregarse y desprenderse de la superficie del retículo endoplasmático rugoso (fig. 1 -13). ■ Mitocondrias: en algunas formas de lesión aguda, sobre todo en la isquemia, las mitocondrias se hinchan (fig. 1 -14). Este aumento del tamaño demuestra que se ha disipado el gradiente de energía y que, en consecuencia, se ha perdido el control del volumen mitocondrial. En su interior pueden aparecer cuerpos densos amorfos ricos en fosfolípidos, pero estos efectos desaparecerán completamente cuando la célula se recupere. fH Membrana plasmática: de vez en cuando se observa que la mem brana plasmática desprende burbujas, es decir, evaginaciones focales de citoplasma. Las burbujas se desprenden de ¡a membrana hacia el medio extracelular sin que la célula pierda viabilidad. W Núcleo: en el núcleo, la lesión reversible se manifiesta principal mente por la alteración del nucléolo, ya que sus componentes fibrilar y granular suelen separarse.Alternativamente, puede disminuir el componente granular, dejando sólo un centro fibrilar. Estas alteraciones de los orgánulos celulares (fig. 1-15) se manifies tan como trastornos funcionales (p. ej„ reducción de la síntesis de pro teínas y menor producción de energía). Después de que desaparezca la Figura 1-14. Tumefacción mitocondrial en la lesión celular isquémica aguda. A. Las mitocondrias normales son alargadas y contienen crestas bien visibles que cruzan la matriz mitocondrial. B. Las mitocondrias de una célula isquémica están hinchadas, son redondas y muestran una matriz menos densa. Las crestas se ven peor que en las mitocondrias normales. Ad ap ta ci ón ce lu la r, les ió n ce lu la r y m ue rte ce lu la r www.elsolucionario.org 16 PATOLOGIA DE RUBIN Envejecim iento biológico Tra ta m ie n to c o n 0 2j------------- ► Exceso de 0¡ PM N , m a c ró ta g o g f -------------------» Inflam ación PMN, xantina oxidasa — Función oxfdatlva m ixta, reacciones cíclicas de oxidorreduccíón R adioterapia j M utágenos — M etabolism o m itocondrial * . Lesión por reperfusión tras la isquem ia . Chem ical toxiclty . R adiación Ionizante . Carolnogénesls quím ica ■ E nvejecim iento biológico Bl i l U Figura 1-16. Participación de las especies activadas del oxígeno en las enfermedades humanas. Hfl?. peróxido de hidrógeno; NPM, neutrófilos Figura 1-15. Rasgos ultraestructurales de la lesión celu lar reversible. polimorfonucleados; 02, oxígeno; Of, superóxido; OH», radical hidroxilo. situación de estrés agudo que ha conducido a la lesión celular reversi ble, la célula recupera su estado normal, por definición. La lesión celular isquémica suele deberse a la interrupción del riego sanguíneo Cuando a los tejidos se les priva de oxígeno, el metabolismo aerobio no consigue sintetizar ATP, que pasa a generarse con poca eficacia por el metabolismo anaerobio. La isquemia pone en marcha una serie de des equilibrios químicos y de pH que van acompañados de una mayor generación de radicales libres nocivos. La lesión producida por una isquemia de corta duración tiende a ser reversible si se restaura el riego sanguíneo. Sin embargo, las células en episodios prolongados de isque mia sufrirán lesiones irreversibles y morirán. Los mecanismos de lesión celular se exponen más adelante. El estrés oxidativo desencadena lesiones celulares y respuestas adaptativas Para la vida de los seres humanos, el oxígeno es una bendición y una maldición. Sin él no existiría la vida, pero su metabolismo produce especies de oxígeno parcialmente reducido que reaccionan con prácti camente cualquier molécula que se encuentren. Especies reactivas del oxígeno Las especies reactivas del oxígeno (ERO) constituyen, según se ha observado, la causa más probable de las lesiones celulares de muchas enfermedades (fig. 1-16). El proceso inflamatorio, tanto agudo como crónico, puede ocasionar una considerable destrucción del tejido y, en estos casos, las especies con oxígeno parcialmente reducido producidas por las células fagocíticas intervienen claramente en la lesión celular. La alteración de las células debida a la formación de radicales de oxí geno en las células inflamatorias provoca enfermedades en las articu laciones y en muchos órganos, entre ellos los riñones, los pulmones y el corazón. La toxicidad de muchas sustancias químicas podría tener Mitocondria Figura 1-17. Mecanismos para generar radicales reactivos del oxí geno a partir de oxígeno m olecular y que luego se desintoxican mediante enzimas celulares. CoQ, coenzima Q; GPX. glutatión-peroxidasa; H*. ion de hidrógeno;
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