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S E C C IÓ N V I Nefropatías intersticiales CONCEPTO Las nefropatías intersticiales o tubulointersticiales son enfermedades que afectan de forma predominante al intersticio renal. El término nefropatía tubulointersticial refleja la frecuente coexistencia de lesión tubular histológica o funcional. Las enfermedades renales suelen afectar a todos los integrantes del parénquima (glomérulos, túbulos, inters- ticio, vasos), pero se requiere que el insulto patogénico y el mayor daño estructural se localicen en el intersticio para calificarlas como intersticiales. Las nefropatías intersticiales pueden ser agudas o crónicas. La etiología es diversa (cuadro 107-1). La insuficiencia renal aguda es la manifestación más destacada de las formas agudas. Las crónicas presentan un cuadro clínico generalmente poco expresivo hasta el desarrollo de insuficiencia renal crónica avanzada. NEFROPATÍAS INTERSTICIALES AGUDAS La presentación habitual es la insuficiencia renal aguda, que puede requerir diálisis en los casos graves. Las nefropatías intersticiales agudas suponen el 15%-30% de las biopsias realizadas por fracaso renal agudo. Suele existir oliguria, aunque la diuresis puede estar conservada. La presión arterial suele ser normal, al menos en las fases iniciales, antes de que el deterioro de función renal sea grave. La hematuria macros- cópica es rara, aunque la microhematuria es frecuente. La cuantía de la proteinuria, cuando existe, es moderada y siempre en rango inferior al nefrótico (menos de 3,5 g/24 h) salvo en la nefritis intersticial por AINE. Es frecuente la leucocituria estéril (cultivo de orina negativo); a veces se observan cilindros leucocitarios en el sedimento urinario. El tamaño renal es normal o discretamente aumentado, salvo si hay infiltración por células tumorales, en los que el aumento de tamaño renal puede ser llamativo. Una historia clínica detallada (nuevos fár- macos, infecciones o tumores), la exploración física (erupción cutánea, signos de infección o neoplasia) y los datos analíticos (eosinofilia, hiperuricemia desproporcionada o hipercalcemia) son claves para la sospecha diagnóstica. El diagnóstico definitivo se establece por biopsia renal, que muestra infiltrados celulares masivos en el intersticio, compuestos por linfoci- tos, células plasmáticas, leucocitos polimorfonucleares y eosinófilos. Además pueden observarse datos específicos de la causa. Fármacos Los fármacos causan el 60%-70% de las nefropatías intersticiales agudas. Casi cualquier fármaco puede desencadenar una nefritis intersticial inmunoalérgica (v. cuadro 107-1). Suele existir un intervalo de varias semanas entre el inicio del fármaco y la aparición de la insuficiencia renal. En casos de segunda exposición al fármaco, el intervalo puede ser mucho más corto. La patogenia parece relacionada con la hipersensibili- dad mediada por células. Los inhibidores del checkpoint inmune pueden activar respuestas autoinmunes frente a varios órganos, pudiendo causar nefropatías intersticiales agudas. La biopsia renal muestra infiltrados celulares de macrófagos, células plasmáticas, eosinófilos y linfocitos T CD4 y tubulitis (invasión de túbulos renales por linfocitos). Los glomérulos no suelen presentar anomalías relevantes. La IF no muestra depósitos de inmunocomplejos. No obstante, se han descrito casos (sobre todo, asociados a meticilina) con IF lineal en túbulos, debida a la presencia de anticuerpos contra la membrana basal tubular. Se suele tratar de un fracaso renal agudo asociado a fiebre o febrícula (75% de los casos), erupción cutánea maculopapular (30%-50%) y eosinofilia (superior a 500 eosinófilos/µL), que se observa en más del https://booksmedicos.org 898 SECCIÓN VI Nefrología 80% de los pacientes. La tríada fiebre, erupción cutánea y eosinofilia tiene una alta especificidad diagnóstica, pero los tres componentes sólo coexisten en menos de un 30% de los casos. La presión arterial suele ser normal hasta que el deterioro de función renal es grave y prolongado. Puede haber hematuria macroscópica, pero en estudios recientes fue infrecuente. Suele observarse microhematuria, leucocituria y cilindros leucocitarios. Más de la mitad de los pacientes presentan eosinofiluria. La proteinuria suele ser moderada o incluso normal. En los casos inducidos por AINE puede haber proteinuria masiva con síndrome nefrótico y ausencia de eosinofilia y eosinofiluria. En las causadas por rifampicina se puede observar anemia hemolítica autoinmune. Otra causa de fracaso renal agudo con eosinofilia es la ateroembolia. Los antecedentes permiten el diagnóstico de sospecha, pero el diagnós- tico diferencial definitivo requiere biopsia renal. El tratamiento consiste en suspender el fármaco implicado. Puede ser difícil identificarlo en pacientes polimedicados. En estos casos se recomienda una suspensión amplia de fármacos, cambiándolos por otros de acción similar. La función renal suele mejorar tras retirar el fármaco responsable, pero en muchos pacientes la recuperación es incompleta y puede evolucionar a fibrosis renal residual. Estudios observacionales sugieren que los glucocorticoides aceleran y mejoran la recuperación de la función renal, sobre todo si se inician en la pri- mera semana (1 mg/kg de peso al día de prednisona) y se mantienen 4-6 semanas; reduciendo la dosis progresivamente desde la segunda semana. Si hay sospecha clínica fundada (insuficiencia renal aguda con eosinofilia relacionado con algún fármaco) pero no se puede realizar biopsia renal, es recomendable tratar con glucocorticoides aun sin confirmación diagnóstica. Casos resistentes a los glucocorticoides pueden mejorar con micofenolato. Infecciones En las pielonefritis agudas graves pueden existir infiltrados intersticiales extensos con insuficiencia renal aguda. También en las infecciones bac- terianas sistémicas (estreptococos, estafilococos, Salmonella, Brucella, Legionella, E. coli, Yersinia y Campylobacter) se puede desarrollar una nefritis intersticial aguda por hipersensibilidad celular ante antígenos microbianos. Determinadas infecciones víricas (hantavirus, citomegalo- virus, EBV, poliomavirus) pueden producir nefritis intersticial, y el virus invade células intersticiales y tubulares. Los hantavirus causan la fiebre hemorrágica con síndrome renal o nefropatía epidémica (fiebre, hemo- rragias, insuficiencia renal) que se presenta en brotes epidémicos ligados a roedores en Eurasia y se caracteriza por hemorragia intersticial en la biopsia renal. Los poliomavirus, fundamentalmente el BK, infectan las células tubulares y causan una nefritis intersticial en inmunodeprimidos, sobre todo en trasplantados con inmunodepresión intensa. La leptos- pirosis produce una insuficiencia renal por nefritis intersticial junto con fiebre, hemorragias, ictericia y afección pulmonar. En infecciones por Rickettsia y Mycoplasma puede existir afección intersticial renal. Se tratan con antimicrobianos y, en el poliomavirus, reduciendo la inmunodepresión. Neoplasias En las leucemias y los linfomas (sobre todo en los linfomas no hodg- kinianos) puede observarse insuficiencia renal aguda por infiltración masiva del intersticio renal por células neoplásicas con aumento del tamaño renal. El tratamiento de la enfermedad primaria puede mejorar la función renal. En autopsias más de la mitad de los pacientes con lin- fomas y leucemias presentan focos de infiltración intersticial por células tumorales, aunque no suele tener repercusión funcional. Además, en leucemias, linfomas y mieloma, el riñón puede verse afectado por complicaciones metabólicas (hipercalcemia, hiperuricemia) causadas directamente por el tumor o por su terapia. Alteraciones metabólicas La hipercalcemia aguda puede producir insuficiencia renal aguda a través de una incapacidad para concentrar la orina, con la consiguiente poliuria y depleción de volumen. Además del tratamiento específico del proceso primario se debe expandir el volumencirculante con suero salino fisiológico y administrar furosemida (que aumenta la eliminación urinaria de calcio) en los casos graves, pero sólo tras una adecuada expansión de volumen. La hiperuricemia aguda grave, como la que se observa en las lisis tumorales tras quimioterapia de tumores hematológicos, puede causar un depósito masivo de ácido úrico en los túbulos y el intersticio renal. En hiperuricemias por alteraciones enzimáticas, como el síndrome de Lesch-Nyhan, pueden observarse cuadros similares desencadenados por deshidratación. La prevención y el tratamiento de estos cuadros se basan en la administración de alopurinol en dosis altas para reducir la síntesis de ácido úrico, la uricasa recombinante (rasburicasa), la expansión del volumen circulante con líquidos intravenosos y la alca- linización de la orina con bicarbonato intravenoso. La nefropatía aguda por fosfatos suele ser consecuencia de una hiper- fosfatemia aguda a raíz de una preparación para colonoscopia con • CUADRO 107-1 Etiología de las nefropatías intersticiales Nefropatías intersticiales agudas Fármacos Antibióticos (penicilinas, cefalosporinas, rifampicina, etambutol, vancomicina, eritromicina), diuréticos, AINE, anticonvulsionantes, omeprazol, ranitidina, alopurinol, 5-aminosalicilatos Inhibidores del checkpoint inmune (nivolumab, ipilimumab) Infecciones Bacterianas (Streptococcus, Staphylococcus, Salmonella, Brucella, Legionella, E. coli) Víricas (hantavirus, citomegalovirus, Epstein-Barr, poliomavirus) Varias (Leptospira, Mycoplasma, Rickettsia) Neoplasias Linfoma no hodgkiniano, leucemias, mieloma Alteraciones metabólicas Hipercalcemia, hiperuricemia, hiperfosfatemia Enfermedades autoinmunes sistémicas y procesos de base inmunológica Sarcoidosis, nefropatía tubulointersticial con uveítis (TINU), nefropatías por anticuerpos antimembrana basal tubular Nefropatías intersticiales crónicas Fármacos Analgésicos, litio, anticalcineurínicos (ciclosporina, tacrolimus), atazanavir, inhibidores de la bomba de protones (en duda) Tóxicos Plomo, cadmio, mercurio, ácido aristolóquico (hierbas chinas, nefropatía de los Balcanes), hongos (Cortinarius) Neoplasias Mieloma, leucemias Alteraciones metabólicas Hipercalcemia, hipopotasemia, hiperuricemia, hiperoxaluria, cistinosis Procesos de base inmunológica Sarcoidosis, Sjögren, LES, IgG4 Infecciones Tuberculosis Nefropatía por radiación Nefropatías hereditarias Nefropatía intersticial crónica autosómica dominante: mutaciones de UMOD, REN, HNF1B, MUC1 Nefritis intersticial cariomegálica: mutaciones de FAN1 Amiloidosis hereditaria apolipoproteína A-I (AApoAI) Deficiencia de adenina fosforribosiltransferasa (APRT) Porfiria aguda intermitente (mutaciones de HMBS) Citopatías mitocondriales Nefropatía mesoamericana y otras nefropatías crónicas de causa desconocida (CKDu) Secundaria a otra enfermedad renal o de la vía urinaria Uropatía obstructiva crónica: hipertrofia prostática, litiasis coraliforme, anomalías congénitas, otras Reflujo vesicoureteral Nefropatía glomerular AINE: antiinflamatorios no esteroideos; LES: lupus eritematoso sistémico. Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en junio 11, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org S E C C IÓ N V I 899 CAPÍTULO 107 Nefropatías intersticiales © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. soluciones de fosfato sódico oral como Fosfosoda® o del uso repetido de enemas de fosfatos (p. ej., Casen®) en pacientes con factores de riesgo (insuficiencia renal previa, mujer, deshidratación, diabetes, uso de IECA o ARA-II). La incidencia de nefropatía después de esta preparación se ha estimado en el 1%-4%. Histológicamente se trata de una nefrocalcinosis, una nefritis tubulointersticial por depósito intratubular de fosfato cálcico. Cursa con fracaso renal agudo que suele dejar una insuficiencia renal crónica residual. Es imprescindible una anamnesis dirigida para la sospecha clínica y evitar el uso de estas soluciones en pacientes con factores de riesgo, lo que implica medir la creatinina sérica basal. El diagnóstico definitivo es por biopsia renal. Enfermedades autoinmunes sistémicas y procesos de base inmunológica De un 5% a un 40% de los pacientes con sarcoidosis presentan nefropatía y el 10%-50% presentan hipercalcemia y/o hipercalciu- ria por exceso de síntesis de calcitriol por los macrófagos activados. La hipercalcemia puede causar insuficiencia renal aguda. Algunos pacientes desarrollan insuficiencia renal de rápida instauración por nefritis intersticial con granulomas sarcoideos. Las manifestaciones de la sarcoidosis en otros órganos (pulmón, piel, ojos) suelen preceder a la afección renal, pero puede haber afección renal aislada. En estos casos debe descartarse la existencia de granulomatosis con poliangitis, tuberculosis o histoplasmosis antes de diagnosticar sarcoidosis. La respuesta al tratamiento con glucocorticoides es rápida y a menudo espectacular, con recuperación de función renal y desaparición de la hipercalcemia-hipercalciuria. Algunos casos precisan tratamiento prolongado con glucocorticoides, por recurrencia de la enfermedad al suspenderlos. En estas situaciones pueden ser útiles la cloroquina, la azatioprina, la ciclofosfamida o el micofenolato. Existe un cuadro clínico e histológico superponible al de las nefritis intersticiales por fármacos sin que exista el antecedente de exposición a un fármaco. En algunos de estos casos se han detectado anticuerpos antimembrana basal tubular circulantes y depósito linear de los anti- cuerpos en la membrana basal tubular en la IF. El síndrome TINU (tubulointerstitial nephritis and uveitis) es más frecuente en jóvenes (edad media, 15 años), especialmente mujeres, y se caracteriza por nefritis intersticial aguda, uveítis, afección del estado gene- ral y granulomas en la médula ósea. La nefritis intersticial puede contener eosinófilos y granulomas. La uveítis puede preceder, acompañar o seguir a la nefropatía. La etiopatogenia es probablemente autoinmune. Se han descrito diversos autoanticuerpos (ANA, ANCA, anticélulas tubulares) e hipocomplementemia. Puede ser idiopática o asociarse a sarcoidosis o Sjögren. Se ha sugerido que la elevación de Krebs Von Den Lunge-6 (KL-6) circulante puede diferenciar TINU de otras causas de nefritis intersticial con uveítis. En muchos casos responden a glucocorticoides con rápida recuperación de función renal. Los pacientes que empeoran al suspender o reducir los glucocorticoides pueden responder a dosis bajas de glucocorticoides o inmunodepresores (azatioprina, ciclofosfamida, micofenolato de mofetilo) de forma prolongada. NEFROPATÍAS INTERSTICIALES CRÓNICAS Las nefropatías intersticiales crónicas suelen presentar una evolución lenta y poco expresiva clínicamente. Con frecuencia se diagnostican cuando la insuficiencia renal está avanzada. Los síntomas suelen ser inespecíficos (astenia, anorexia) y sólo un interrogatorio dirigido o determinados datos analíticos orientan hacia estos trastornos. Es muy frecuente y relativamente precoz la pérdida de la capacidad de concentración de la orina, que se manifiesta por poliuria, polidipsia y nicturia. La reabsorción tubular del sodio puede estar alterada. Cuando el trastorno es muy acusado se habla de «nefropatías pierde-sal» y puede conducir a hipotensión arterial, astenia, hiponatremia y predis- posición a los episodios de insuficiencia renal aguda funcional ante eventos precipitantes: vómitos, diarreas o dietas hiposódicas estrictas. La alteración de la capacidad de acidificación urinaria puede manifes- tarse como acidosis tubular renal, habitualmente de tipo IV. Algunos pacientes presentan síndrome de Fanconi, una alteración global de las funciones reabsortivasdel túbulo proximal. La anemia puede ser más grave y de aparición más precoz que en otras nefropatías, proba- blemente por estar más afecta la producción de eritropoyetina en las células tubulares e intersticiales. El volumen de diuresis suele ser normal, o incluso estar aumen- tado si hay incapacidad de concentrar la orina. La mayoría de los casos tienen presión arterial normal hasta que la insuficiencia renal es grave. La proteinuria es casi siempre moderada, inferior al rango nefrótico, y en el sedimento urinario es habitual la leucocituria. La progresión de la insuficiencia renal es generalmente lenta, aunque varía de unas etiologías a otras. En la biopsia renal predomina la atro- fia tubular y la fibrosis intersticial. Los infiltrados celulares inters- ticiales son menos llamativos que en las formas agudas. Las lesiones más avanzadas se asocian a fibrosis periglomerular y glomerulos- clerosis global secundarias. Los vasos presentan un engrosamiento fibrointimal progresivo. Nefropatía por analgésicos Los consumidores de analgésicos en grandes cantidades y durante períodos de tiempo prolongados (generalmente más de 5 años y con cantidades acumuladas de más de 3 kg) pueden desarrollar una nefro- patía intersticial crónica con necrosis papilar. La principal responsa- ble fue la fenacetina (que se metaboliza a paracetamol), y su retirada del mercado disminuyó los casos. Las mezclas de otros analgésicos que contienen paracetamol, AAS, AINE y cafeína también podrían causarla. El AAS solo no parece provocar nefropatía por analgésicos. El uso concomitante de AAS y AINE, a través de la inhibición en la síntesis de prostaglandinas, puede potenciar la nefrotoxicidad de los analgésicos. No está claro que la toma continuada de AINE sin otros analgésicos pueda causar daño intersticial crónico, aunque algunos estudios así lo sugieren. En la patogenia se han implicado metabolitos tóxicos de los analgé- sicos, que generan radicales de oxígeno e inducen isquemia y toxicidad celular directa. Estos metabolitos se concentrarían en la médula renal, donde se localiza el daño inicial, para provocar la lesión papilar. No obstante, el paracetamol a altas concentraciones es un tóxico directo para células tubulares. Las lesiones histológicas más precoces consisten en una esclerosis de los capilares peritubulares y de las vías urinarias. En la médula renal y en las papilas se observan lesiones isquémicas, fibrosis intersticial, atrofia tubular y focos de infiltrados celulares, que se extienden progresivamente a todo el intersticio renal. La enfermedad es más frecuente en mujeres, con una proporción de hasta 6:1 con respecto a los varones. Es frecuente una historia de cefaleas, dolores osteomusculares o molestias gástricas. La anemia des- proporcionada con el grado de insuficiencia renal, la poliuria y nicturia, la HTA y la presencia de leucocituria persistente con urocultivos nega- tivos son los datos clínicos y analíticos más frecuentes. Los episodios de necrosis papilar pueden ser asintomáticos o cursar con hematuria y cólico renoureteral al expulsar la papila necrosada, o con insuficiencia renal aguda y grave afección general cuando se necrosan varias papilas o hay sobreinfección bacteriana. El riesgo de tumores uroteliales está elevado a largo plazo. Algunos pacientes ocultan el consumo de analgésicos, por lo que hay que sospechar esta entidad ante pacientes con nefropatía inters- ticial crónica de causa no clara. La TC sin contraste tiene un alto valor diagnóstico cuando muestra riñones de tamaño reducido y contornos irregulares, con calcificaciones papilares. La progresión de la insuficiencia renal es muy lenta. El pronós- tico es favorable si se logra erradicar el consumo de analgésicos en las fases iniciales del proceso, antes de que aparezcan grados avanzados e irreversibles de fallo renal. Nefropatía intersticial por plomo La intoxicación aguda por plomo (plumbemia superior a 100 µg/dL [4,8 µmol/L]), habitualmente en niños, puede causar un síndrome de Fanconi agudo y reversible. Se observan cuerpos de inclusión intranu- cleares con plomo en células tubulares proximales que suelen estar ausentes en la nefropatía crónica por plomo. La intoxicación crónica (plumbemia persistentemente superior a 60 µg/dL [2,9 µmol/L] duran- te años) produce una nefropatía intersticial crónica, con insuficiencia Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en junio 11, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org 900 SECCIÓN VI Nefrología renal lentamente progresiva, HTA, hiperuricemia y gota, habitualmente sin la clínica extrarrenal de las intoxicaciones agudas. Existe discusión sobre el potencial nefrotóxico de una exposición ambiental de menor nivel. Las pinturas ricas en plomo o el consumo de alcohol destilado ilegalmente han sido causas frecuentes de la intoxicación en algunos países. Ciertas profesiones (soldadores, trabajadores en fundiciones, fabricación de baterías, municiones, placas de radiografías, material de pintura) presentan un alto riesgo de exposición continuada al plomo. La población general de áreas industrializadas o de casas antiguas (tuberías de plomo) también podría padecer este problema por conta- minación ambiental. Ante la sospecha se debe buscar exposición actual o pasada al plomo, medir la plumbemia y, si procede, determinar la plumburia tras administrar 1 g de EDTA cálcico. La plumbemia superior a 10 µg/dL (0,48 µmol/L) obliga a estudiar y evitar fuentes actuales de exposición al plomo. La plumbemia puede ser normal si la exposición fue lejana. El EDTA moviliza el plomo acumulado en los huesos: una excreción urinaria de plomo mayor que 600 µg en las 72 h siguientes tras la administración de EDTA sugiere intoxicación crónica. No obstante, esta prueba tiene efectos adversos y sólo debe realizarse en pacientes potencialmente candidatos al trata- miento quelante con EDTA. Mediante la prueba del EDTA, algunos estudios han sugerido que la prevalencia de intoxicación crónica por plomo en pacientes adultos con insuficiencia renal leve a moderada, hipertensión e hiperuricemia puede ser muy elevada. El tratamiento consiste en reducir o evitar la exposición al plomo, lo que puede evitar la progresión del daño renal en los casos no muy avanzados. En algunos estudios, el tratamiento prolongado con EDTA disminuyó el riesgo de progresión de la insuficiencia renal. Nefropatía por ácido aristolóquico El ácido aristolóquico es un tóxico tubular que se encuentra en las plantas del género Aristolochia y responsable del daño renal causado por determinadas hierbas chinas adelgazantes de curso ilegal, de la nefropatía de los Balcanes y, probablemente, de la alta incidencia de enfermedad renal crónica terminal en Taiwán. La llamada nefropatía por hierbas chinas se describió inicialmente en Bélgica, pero se han identificado casos en varios países. La nefropatía de los Balcanes es una forma de nefropatía intersticial crónica que se inicia a los 30-50 años de edad, tras más de 20 años de vivir en determinados valles de Serbia, Bosnia, Croacia, Bulgaria y Rumanía. La velocidad de progresión de la nefropatía hasta estadio terminal depende de la dosis y oscila desde 2-3 años (intoxicación subaguda por hierbas chinas) a décadas (nefropatía de los Balcanes). Cursa con proteinuria no nefrótica, ausencia de HTA y una nefropatía intersticial crónica. Hay una incidencia alta de tumores del tracto urinario, por lo que se debe valorar la nefroureterec- tomía bilateral preventiva. Aductos de DNA característicos permiten el diagnóstico de exposición. Otros fármacos y tóxicos El tratamiento crónico con litio, utilizado en trastornos psiquiátricos, puede producir una nefropatía intersticial con microquistes tubulares distales relacionada con la dosis yla duración del tratamiento. El litio causa una diabetes insípida nefrogénica (poliuria, polidipsia) en el 20%-40% de los pacientes e insuficiencia renal lentamente progresiva y habitualmente leve-moderada en el 10%-20%. La suspensión del litio no siempre evita la progresión de la insuficiencia renal. Los fármacos inmunodepresores ciclosporina A y tacrolimus, usados en los trasplantes de órganos, pueden producir nefrotoxicidad crónica, con fibrosis intersticial parcheada, atrofia tubular y lesiones vascula- res que afectan a las arteriolas aferentes de manera preferente. Estas lesiones pueden llegar a causar insuficiencia renal terminal. Se trata mediante reducción de la dosis o cambio a inmunodepresores menos nefrotóxicos, como inhibidores de mTOR. Metales pesados como el cadmio y el mercurio pueden causar nefropatías intersticiales crónicas en trabajadores expuestos. La intoxicación por hongos del género Cortinarius (síndrome orellánico) produce un fracaso renal agudo por nefropatía tubulointersticial irreversible. Se recomienda consultar el capítulo 108, Nefropatías tóxicas, para ampliar la información. Infecciones La tuberculosis puede producir una nefritis intersticial granulomatosa en la que muy ocasionalmente se visualizan los bacilos. Nefropatía del mieloma El riñón de mieloma es una nefropatía intersticial causada por la toxicidad tubular de las cadenas ligeras y precipitación en túbulos dis- tales de cilindros de cadenas ligeras. La presentación puede ser como insuficiencia renal aguda, que puede ser la primera manifestación de la enfermedad, precipitada por deshidratación, hipercalcemia, AINE o administración de contrastes yodados radiológicos. Las cadenas ligeras producidas en grandes cantidades por las células plasmáticas tumorales se filtran en el glomérulo en ausencia de lesión glomerular (proteinuria de Bence-Jones) y ejercen un efecto tóxico directo sobre las células tubulares. El mieloma es relativamente frecuente y debe descartarse siempre ante una insuficiencia renal aguda con proteinuria en perso- nas de edad avanzada, sobre todo si existen otros datos de sospecha (dolores óseos, hipercalcemia). Además, las cadenas ligeras también causan una nefropatía intersticial crónica con pérdida progresiva de función renal caracterizada por cilindros intratubulares de cadenas ligeras monoclonales (κ o λ) (myeloma cast nephropathy, en inglés), células gigantes multinucleadas, fibrosis intersticial y atrofia tubular. Nefropatía intersticial secundaria a alteraciones metabólicas La hipercalcemia crónica sostenida produce un daño intersticial crónico, con infiltrados celulares focales, fibrosis tubulointersticial y depósitos de calcio en intersticio, túbulos y vasos. Clínicamente se manifiesta por poliuria y nicturia, acidosis tubular distal, litiasis renal recurrente, nefrocalcinosis detectable radiológicamente, HTA e insuficiencia renal lentamente progresiva. La hipopotasemia crónica (más de 1 mes) produce lesiones reversibles de vacuolización en células tubulares proximales y también distales. Si la hipopotasemia persiste, puede evolucionar a fibrosis intersticial y atrofia tubular con quistes en la médula renal. La corrección de la hipopotasemia disminuye el tamaño de los quistes, pero no mejora la lesión tubulointersticial establecida. Las manifestaciones más frecuentes son poliuria, polidipsia y nicturia y, más raramente, la insuficiencia renal de lenta progresión. La nefropatía crónica por ácido úrico es una entidad controver- tida. Durante muchos años se aceptó que la hiperuricemia y la gota podían causar una nefropatía intersticial crónica por depósito de uratos en túbulos e intersticio. Otros estudios han mostrado que un alto porcentaje de pacientes con hiperuricemia/gota que presentan HTA o insuficiencia renal cumplen criterios de intoxicación crónica por plomo. Evidencias más recientes apoyan el potencial nefrotóxico y promotor de HTA del ácido úrico. La hiperoxaluria primaria, debida a anomalías enzimáticas de trans- misión autosómico recesiva, se caracteriza por hiperoxaluria, depósito intratubular de oxalato, litiasis, nefrocalcinosis e insuficiencia renal que requiere diálisis crónica generalmente en la segunda o tercera década de la vida. En la hiperoxaluria secundaria la absorción intestinal excesiva de oxalato (enfermedad inflamatoria del intestino crónica, resección intestinal extensa, intervención quirúrgica bariátrica para la obesidad mórbida) puede producir un cuadro similar. La forma infantil de cistinosis (defecto genético que origina un acúmulo intralisosomal de cistina) cursa con síndrome de Fanconi e insuficiencia renal progresiva por nefropatía intersticial que conduce a la insuficiencia renal terminal en la infancia. Se trata con cisteamina. Nefropatías intersticiales crónicas de base inmunológica Algunos casos de sarcoidosis tienen una presentación insidiosa, con insuficiencia renal lentamente progresiva. En el intersticio renal se observan granulomas no caseificantes. Esta afección inters- ticial puede ser totalmente silente. La frecuente hipercalciuria es la Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en junio 11, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org S E C C IÓ N V I 901 responsable de la elevada incidencia de litiasis renal recurrente o nefrocalcinosis. La respuesta a glucocorticoides es menos evidente en estos casos de presentación crónica, sobre todo si existe fibrosis intersticial avanzada. El micofenolato puede mejorar la respuesta y disminuir los efectos secundarios de una administración prolongada de glucocorticoides. En el síndrome de Sjögren pueden observarse defectos en la con- centración de la orina, síndrome de Fanconi, acidosis tubular renal, leucocituria estéril y proteinuria moderada. La causa es una infiltración intersticial por linfocitos similar a la observada en las glándulas sali- vales y lacrimales. En algunos pacientes con nefritis lúpica la afección tubulointersticial es particularmente llamativa, aunque en la mayoría de los casos es secundaria a brotes repetidos de afección glomerular grave y a la presencia de proteinuria sostenida. La nefritis intersticial asociada a IgG4 puede formar parte del com- plejo enfermedad sistémica por IgG4/pancreatitis autoinmune o pre- sentarse aislada. Cursa con concentraciones altas de IgG, IgG4, e IgE en suero, frecuente hipocomplementemia, infiltrado intersticial de células plasmáticas IgG4 que puede producir un efecto masa, depósito de inmunocomplejos tubulointersticiales y fibrosis renal. Se trata con glucocorticoides y si no responde a estos, con rituximab. Puede observarse nefritis intersticial crónica autoinmune en el síndrome de poliendocrinopatía autoinmune-candidiasis-distrofia ectodérmica (APECED). Nefropatía intersticial por radiación Una dosis acumulada alta de radiación puede causar HTA grave con insuficiencia renal progresiva a partir del primer año de la radiación. El daño vascular causado por la radiación produce fibrosis intersticial y atrofia tubular. La radioterapia moderna incluye protección renal. Otras nefropatías intersticiales crónicas La nefropatía intersticial crónica autosómica dominante cursa con insuficiencia renal progresiva y puede ser consecuencia de muta- ciones de los genes que codifican la uromodulina (UMOD), renina (REN), hepatocyte nuclear factor-1β (HNF1B) o mucina-1 (MUC1). Las mutaciones del gen UMOD son las más frecuentes nefropatías hereditarias tras la poliquistosis y cursan con gota precoz y las del gen REN, con anemia desde la niñez, hiperuricemia e hiperpotasemia leve (v. cap. 110, Malformaciones congénitas y enfermedades quísticas del riñón). La nefritis intersticial crónica cariomegálica se caracteriza por núcleos grandes de células tubularesy se debe a mutaciones del gen FAN1 que codifica una nucleasa de reparación del DNA. La amiloidosis hereditaria apolipoproteína A-I es fundamentalmente tubulointersticial. En las citopatías mitocondriales es frecuente el síndrome de Fanconi pero puede haber nefritis intersticial crónica sin tubulopatía proximal. Son frecuentes las manifestaciones extra- rrenales. Recientemente se ha descrito nefropatía intersticial crónica en pacientes con mutaciones de APRT y HMBS, esta última causante de la porfiria aguda intermitente. Nefropatía mesoamericana o enfermedad renal crónica de causa desconocida La nefropatía mesoamericana o enfermedad renal crónica de causa des- conocida (CKDu, chronic kidney disease of unknown etiology) es una nefro- patía intersticial idiopática que evoluciona a insuficiencia renal terminal y que predomina en trabajadores agrícolas expuestos a altas temperaturas ambientales de América Central, Sri Lanka, Egipto y la India. Nefropatía secundaria a otra enfermedad nefrourológica Se recomienda consultar el capítulo106, Nefropatía obstructiva y nefropatía del reflujo, para más información. Uropatía obstructiva En las uropatías obstructivas crónicas es muy frecuente el desarrollo de una nefropatía intersticial lentamente progresiva. Nefropatía por reflujo El término pielonefritis crónica está en desuso. Hace referencia a la presencia de cicatrices renales y cálices en porreta evidenciados radio- lógicamente. Se había atribuido a pielonefritis agudas de repetición usualmente en el contexto de reflujo vesicoureteral. Más recientemente se ha puesto en duda el papel de la infección y se ha sugerido que podría formar parte del espectro polimalformativo asociado al reflujo que incluiría hipogenesia renal. Nefropatía intersticial crónica secundaria a nefropatía glomerular En las nefropatías glomerulares crónicas se observa una afección tubu- lointersticial crónica que se ha relacionado con el efecto tóxico de la proteinuria de los procesos glomerulares sobre las células tubulares. BIBLIOGRAFÍA ESPECIAL Correa-Rotter R, Wesseling C, Johnson RJ. CKD of unknown origin in Cen- tral America: the case for a Mesoamerican nephropathy. Am J Kidney Dis 2014;63:506-20. Hara M, Suganuma A, Yanagisawa N, Imamura A, Hishima T, Ando M. Atazanavir nephrotoxicity. Clin Kidney J 2015;8:137-42. Kawano M, Saeki T. IgG4-related kidney disease-an update. Curr Opin Nephrol Hypertens 2015;24:193-201. Praga M, Sevillano A, Auñón P, González E. Changes in the aetiology, clinical presentation and management of acute interstitial nephritis, an increa- singly common cause of acute kidney injury. Nephrol Dial Transplant 2015;30:1472-9. Zhou W, Otto EA, Cluckey A, Airik R, Hurd TW, Chaki M, et al. FAN1 mutations cause karyomegalic interstitial nephritis, linking chronic kidney failure to defective DNA damage repair. Nat Genet 2012;44:910-5. CAPÍTULO 107 Nefropatías intersticiales https://booksmedicos.org Push Button0:
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