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S E C C IÓ N I II Cardiopatías congénitas Las cardiopatías congénitas son defectos estructurales del corazón y de los grandes vasos resultantes de un desarrollo embrionario alterado. Aunque se presentan desde el nacimiento, sólo el 40%-50% serán sintomáticas durante el primer año de vida e incluso algunas son de desarrollo posnatal. EPIDEMIOLOGÍA Con una prevalencia estimada entre 4 y 10 casos por cada 1.000 naci- dos vivos, constituyen las malformaciones más frecuentes y, al menos, 6 de cada 1.000 afectados presentan una cardiopatía moderada o grave. La figura 60-1 A muestra la frecuencia relativa de las cardiopatías con- génitas más habituales. El pronóstico de estos pacientes ha cambiado durante las últimas décadas y actualmente se estima que el 85% de los niños nacidos vivos alcanzan la edad adulta. Algunos sobreviven espontáneamente. Es el caso de cardiopatías más benignas que no requieren intervención (37%) o que la necesitarán sólo en la fase adulta (18%), o de cardiopatías cianóticas inoperables (5%). Sin embargo, la mayoría sobreviven gracias a procedimientos correctores o paliativos realizados en la infancia (40%), aunque presentarán residuos, secuelas o complicaciones específicas a lo largo de su evolución. La tabla 60-1 muestra los factores clínicos relacionados con el exceso de mortalidad en la vida adulta, y la figura 60-1 B las causas de muerte. https://booksmedicos.org 542 SECCIÓN II I Cardiología ETIOLOGÍA La mayor parte de las cardiopatías congénitas tienen una etiología multifactorial, con una compleja interacción entre factores genéticos y ambientales. Síndromes genéticos y herencia Las anomalías genéticas pueden afectar a varios genes y causar enfer- medades con trastornos múltiples, de varios sistemas y órganos, que constituyen síndromes fenotípicos (tabla 60-2). Debe sospecharse origen genético en individuos con una cardiopatía congénita asociada a dismorfias faciales, anomalías esqueléticas y otras malformaciones viscerales, en casos con retrasos del crecimiento o con alteraciones del desarrollo neuropsiquiátrico y retrasos intelectuales o en casos con una historia familiar positiva. En términos generales, el riesgo de recurrencia entre hermanos oscila entre el 1% y el 3% y entre hijos de un padre afectado entre el 4% y el 10%. Factores maternos y ambientales Se reconoce una probable relación entre el déficit de ácido fólico y la incidencia de cardiopatías congénitas graves. También fetos expues- tos al alcohol, cocaína y otras drogas, así como a medicamentos (talidomida, litio, glucocorticoides, antiepilépticos, warfarina o análogos de la vitamina A) y a algunas infecciones víricas (rubéola, toxoplasmosis, virus de Coxsackie B o virus de Epstein-Barr), sobre todo durante el primer trimestre de la gestación, tienen mayor incidencia de cardiopatías congénitas. La exposición fetal a algunas enfermedades maternas, como diabetes mellitus y LES, y las explo- raciones radiológicas sin protección adecuada también aumentan el riesgo de malformaciones. Circulación fetal y transición a la circulación posnatal Durante la vida fetal, ambos ventrículos funcionan en paralelo gracias a la existencia de cortocircuitos: el conducto venoso une la vena umbilical con la cava inferior y el foramen oval drena la sangre de la vena cava inferior a la aurícula izquierda. A través de ellos, la sangre procedente de la circulación placentaria llega a la aorta ascendente y asegura una circulación cerebral y coronaria con un alto contenido en oxígeno. Las resistencias pulmonares están elevadas y las arterias poseen una gruesa capa muscular, por lo que sólo una mínima parte de la sangre que llega al ventrículo derecho pasa al pulmón. El resto se dirige, a través del conducto arterioso, desde la arteria pulmonar a la aorta descendente. Esta circulación explica la supervivencia durante la vida fetal de algunas malformaciones congénitas graves. En el momento de nacer, al desaparecer la circulación placentaria y producirse la expansión pulmonar, las resistencias vasculares sis- témicas aumentan y se reducen las resistencias pulmonares, el flujo pulmonar aumenta y se cierran las tres comunicaciones que desviaban la sangre venosa al corazón izquierdo. Ello explica que puedan descom- pensarse cardiopatías que han sido bien toleradas durante la vida fetal. TABLA 60-1 Factores clínicos EXCESO DE MUERTE RME 95% IC p Función ventricular Disfunción del ventrículo subpulmonar 6,7 5,1-8,8 < 0,001 Disfunción del ventrículo subaórtico 6,0 4,7-7,5 < 0,001 Fisiología de ventrículo único 28,6 18-46 < 0,001 Cortocircuito persistente Cianosis 26,1 19-35 < 0,001 Sobrecarga del ventrículo derecho Obstrucción de la salida pulmonar 16,3 11-24 < 0,001 Hipertensión pulmonar 7,11 5,4-9,3 < 0,001 Sobrecarga del ventrículo izquierdo Obstrucción del tracto de salida del VI 1,8 1,3-2,5 < 0,001 Insuficiencia de la válvula AV subaórtica 7,02 4,7-10,0 < 0,001 Arritmias Flutter/fibrilación auricular 3,3 2,6-4,2 < 0,001 Complicaciones Aneurismas aórticos 2,6 1,8-3,9 < 0,001 Cardiopatía isquémica 3,79 2,4-6,0 < 0,001 Endocarditis 10,7 6,8-17 < 0,001 RME: ratio de mortalidad estandarizada; VI: ventrículo izquierdo. A. Frecuencia relativa de las cardiopatías congénitas más habituales. B. Causas de muerte en pacientes con cardiopatías congénitas. CIA: comunicación interauricular; CIV: comunicación interventricular. https://booksmedicos.org 543 CAPÍTULO 60 Cardiopatías congénitas S E C C IÓ N I II ANOMALÍAS DEL DESARROLLO EMBRIOLÓGICO La formación del corazón puede alterarse en cualquiera de sus etapas (fig. 60-2), dando lugar a anomalías cuya repercusión hemodinámica o clínica es muy variable. Malposiciones cardíacas La posición o situs del corazón se fija precozmente al definirse: a) la situación de la aurícula derecha, que depende de la localiza- ción del hígado (situs visceral), y b) la posición del ápex, que está relacionada, entre otros factores, con la torsión del asa a la derecha o a la izquierda. Anomalías de la torsión del tubo primitivo (inversión auriculoventricular) Si la torsión se realiza hacia la izquierda (asa-levo) en vez de hacia la derecha, el ventrículo anatómicamente derecho, identificado por el infundíbulo anterior, queda situado a la izquierda y en conexión con la aurícula arterial y produce la inversión o discordancia auriculoven- tricular (AV). Defectos de la tabicación cardíaca: alteraciones del desarrollo de los cojinetes endocárdicos y anomalías en la partición del tronco-cono El tronco común queda dividido en dos por un tabique espiral que separa los dos grandes vasos: uno que nace por delante del infundí- bulo del ventrículo derecho y otro por detrás, la aorta (grandes vasos en posición normal). Si no se produce la espiralización del tabique, el vaso que nace del infundíbulo del ventrículo derecho es la aorta, ambos vasos ascienden paralelamente, sin entrecruzarse (en cañón de escopeta), y adoptan la configuración clásica de la transposición de los grandes vasos o dextrotransposición. Si al mismo tiempo se produce la torsión del tubo primario a la izquierda (asa-levo), la inversión de los ventrículos corrige la transposición y se produce la levotransposición o transposición corregida. Si no se produce la partición del tronco, persiste un gran vaso o tronco común que nace a caballo de un gran defecto septal interventricular. TABLA 60-2 Anomalías cromosómicas Síndrome Malformaciones cardíacas CC (%) Otras malformaciones asociadas Trisomía 13 CIA, CIV, DAP, SCIH 80% Microcefalia, discapacidad intelectual grave, polidactilia, paladar hendido, microftalmía, anomalías genitourinarias, onfalocele, holoprosencefalia Trisomía 18 CIA, CIV, DAP, tetralogía de Fallot, doble salida de VD, coartación aórtica, bloqueo AV 90%-100% Polihidramnios, discapacidad intelectual grave, hipertonía, atresia biliar, hernia diafragmática, onfalocele Trisomía 21 (síndrome de Down) Canal AV, CIA,CIV, tetralogía de Fallot 35%-50% Facies mongoloide, discapacidad intelectual, bradicardia, clinodactilia Turner (monosomía X) Coartación aórtica, válvula bicúspide, estenosis aórtica, SCIH 25%-35% Baja estatura, pterigion colli, amenorrea primaria, infantilismo sexual, linfedema, tórax en escudo Klinefelter (47 XXY) DAP, CIA, prolapso mitral 50% Alta estatura, testículos hipoplásicos, pubertad retrasada, variable retraso del desarrollo DiGeorge (microdeleción 22q11) Tetralogía de Fallot, truncus, anomalías del arco aórtico 75% Hipoplasia de timo y de paratiroides, hipocalcemia, inmunodeficiencia, orejas de implantación baja, alteraciones intelectuales y del lenguaje, anomalías renales Williams Beuren (microdeleción 7q11) Estenosis supravalvular aórtica, estenosis de ramas pulmonares 50%-85% Hipercalcemia infantil, cara de duende, sociabilidad, retraso del desarrollo, contracturas auriculares, pérdida de audición Anomalías hereditarias de un solo gen Síndrome Malformaciones cardíacas Gen causal Otras malformaciones asociadas Noonan Estenosis valvular pulmonar, canal AV, coartación aórtica PTPN11, KRAS, RAF1, SOS1 Baja estatura, cuello palmeado, tórax en escudo, retraso en el desarrollo, criptorquidia, facies anormal Costello Estenosis pulmonar, alteraciones de la conducción HRAS Baja estatura, retraso del desarrollo, facies tosca, Papillomata nasolabial, alto riesgo de carcinomas sólidos Marfan Aneurisma aórtico y disección, prolapso valvular mitral FBLN, TGFBR1, TGFBR2 Alta estatura, aracnodactilia, escoliosis, ectopia lentis, neumotórax espontáneo, ectasia dural Alagille Estenosis pulmonar, tetralogía de Fallot, CIA, estenosis de ramas pulmonares JAG1, NOTCH2 Anomalías de la vía biliar, colestasis, facies típica, vértebras en mariposa, anomalías oculares, retraso del crecimiento, pérdida de audición, riñones en herradura Leopard Estenosis pulmonar, alteraciones de conducción PTPN11, RAF1 Hipertelorismo, anomalías genitales, retraso de crecimiento, sordera neurosensorial Holt-Oram CIA, CIV, canal AC, alteraciones progresivas del sistema de conducción TBX5 Displasia del radio, anomalías del pulgar Heterotaxia Doble entrada de VI, doble salida de VD, TGA, canal AV ZIC3, CFC1 Malrotación intestinal AV: auriculoventricular; CIA: comunicación interauricular; CIV: comunicación interventricular; DAP: ductus arterioso persistente; SCIH: síndrome de corazón izquierdo hipoplásico; TGA: transposición de grandes arterias; VD: ventrículo derecho; VI: ventrículo izquierdo. https://booksmedicos.org 544 SECCIÓN II I Cardiología Lesiones obstructivas y cortocircuitos Anomalías en la embriogénesis pueden dar lugar a la presencia de este- nosis más o menos graves (atresias), a uno o varios niveles de los circuitos pulmonar y/o sistémico, y a hipoplasia de cavidades. El fallo de los mecanismos normales de cierre de los cortocircuitos entre la circulación sistémica y la pulmonar determina la persistencia de comunicaciones anómalas después del nacimiento. En condiciones normales, las pre- siones en la circulación sistémica son mayores que en la circulación pulmonar. Por tanto, la dirección del cortocircuito será de izquierda a derecha (I-D). Para que ocurra un cortocircuito de derecha a izquierda (D-I) debe existir: a) obstrucción al flujo pulmonar (estenosis pulmonar —EP— o resistencias vasculares pulmonares —RVP— elevadas); b) mezcla total entre la sangre venosa y arterial (aurícula o ventrículo únicos), o c) circulación sistémica y pulmonar en paralelo sin mezcla (transposición de las grandes arterias). La principal consecuencia clínica de un cortocircuito de D-I es la cianosis. La tabla 60-3 muestra una clasificación clínica basada en aspectos fisiopatológicos que agrupa las cardiopatías desde un punto de vista sindrómico. La tabla 60-4 resume el análisis secuencial segmentario que permite clasificar todas las cardiopatías, sin superposición entre grupos. Representación esquemática de la formación del corazón a partir del tubo cardíaco (A). El tubo cardíaco se torsiona a la derecha (vista sagital) (B) y continúa plegándose hasta que el tracto de salida se dispone en una posición anterior y se acuña entre las dos aurículas (vista ventral) (C). I, II, III, IV y V: arcos aórticos. TABLA 60-3 Acianóticas Cianóticas Flujo pulmonar aumentado Comunicación interauricular Drenaje venoso anómalo parcial Comunicación interventricular Canal AV Ductus arterioso persistente Ventana aortopulmonar Transposición de grandes arterias Tronco arterial común (truncus) Doble salida de ventrículo derecho Mezcla total: Atresia tricuspídea sin estenosis pulmonar Ventrículo único sin estenosis pulmonar Drenaje venoso anómalo total Aurícula única Síndrome de corazón izquierdo hipoplásico: Atresia mitral Atresia aórtica Flujo pulmonar reducido o normal Obstructivas Corazón izquierdo: Coartación aórtica Estenosis aórtica valvular Estenosis aórtica subvalvular Estenosis aórtica supravalvular Corazón derecho: Estenosis pulmonar valvular Estenosis pulmonar subvalvular Estenosis pulmonar supravalvular Estenosis de ramas pulmonares Obstrucción de la salida ventricular Tetralogía de Fallot Atresia pulmonar con CIV Anomalía de Ebstein con estenosis pulmonar Ventrículo único con estenosis pulmonar Doble salida de VD con estenosis pulmonar TGA con estenosis pulmonar Truncus de tipo IV No obstructivas Insuficiencia aórtica Insuficiencia mitral Anomalía de Ebstein Insuficiencia pulmonar aislada Aumento de resistencias pulmonares: síndrome de Eisenmenger AV: arteriovenoso; CIV: comunicación interventricular; TGA: transposición de grandes arterias; VD: ventrículo derecho. https://booksmedicos.org 545 CAPÍTULO 60 Cardiopatías congénitas S E C C IÓ N I II CARDIOPATÍAS CONGÉNITAS ACIANÓTICAS Concepto Incluyen las cardiopatías con cortocircuito de izquierda a derecha, y otras que afectan a la salida de la sangre del VI, a la aorta y a la válvula pulmonar. El cortocircuito de I-D puede ocurrir: a) en aurículas, como en la comunicación interauricular (CIA) y en el drenaje venoso pulmonar anómalo parcial; b) en ventrículos (comunicación interven- tricular, CIV); c) en aurículas y ventrículos, como en el canal AV, o d) en grandes arterias, como en el ductus arterioso persistente (DAP) y en la ventana aortopulmonar. Fisiopatología La sangre recircula por los pulmones sin entrar en la circulación arterial sistémica periférica. Las consecuencias fisiopatológicas del cortocircuito de I-D, que dependerán de la magnitud de este y del lugar anatómico en que ocurre, son hiperflujo pulmonar, sobrecarga de volumen y dilatación de cavidades cardíacas. Así, en los cortocircuitos que afectan a las aurículas, se dilatan las cavidades derechas y la arteria pulmonar y, en los que afectan a los ventrículos y las grandes arterias, se dilatan la arteria pulmonar y las cavidades auricular y ventricular izquierdas. En general, las cardiopatías con cortocircuito de I-D son sintomáticas cuando el 50% o más del flujo que llega al lado izquierdo del corazón se desvía hacia el derecho, es decir, cuando el flujo pulmonar es 2 o más veces el flujo sistémico ( ! !Qp/Qs ≥ 2/1). Comunicación interauricular La CIA corresponde al 10% de las cardiopatías congénitas y predomina en mujeres. La forma anatómica más común es la tipo ostium secundum (70%), situada en la fosa oval, en la parte media del tabique. Menos frecuentes son las de tipo ostium primum o canal AV parcial (20%) y la de seno venoso (10%), superior o inferior, próxima a la desembocadura de las venas cava superior e inferior, respectivamente, que se acompaña de un drenaje venoso anómalo parcial. Finalmente, la CIA del seno coronario, próxima a la desembocadura del mismo y asociada a la persis- tencia de la vena cava superior izquierda, representa menos del 1% de los casos. El foramen oval permeable (FOP), que permite el paso de un catéter, pero no da lugar a cortocircuito,no debe considerarse una CIA. En el drenaje venoso anómalo parcial, una o más de las venas pulmonares, con frecuencia las venas de los lóbulos superior y medio derechos, se conectan a la aurícula derecha o a una o más de sus venas tributarias. Cuadro clínico Los defectos pequeños no tienen prácticamente repercusión clínica. Su único riesgo, como ocurre con el FOP, es la embolia paradójica. Los defectos grandes o medianos suelen ser asintomáticos hasta que aparece la insuficiencia cardíaca derecha o la fibrilación auricular, alrededor de los 40-50 años. Con frecuencia se descubre una historia de infecciones bronquiales repetidas debidas a la retención de secreciones provocada por la compresión de las ramas bronquiales más pequeñas por los vasos distales dilatados. El diagnóstico suele sospecharse por: a) la auscultación de un desdoblamiento amplio y fijo del segundo ruido; b) un bloqueo incompleto de rama derecha en el electrocardiograma (90% de los casos), o c) la radiografía de tórax (fig. 60-3 A). La ecocardiografía trans- torácica Doppler en color constituye el método diagnóstico de elección e informa sobre el tamaño y la localización del defecto, las lesiones asociadas y la repercusión en cavidades derechas. La ecocardiografía transesofágica es la ventana más adecuada para estudiar los bordes y la localización del defecto en los candidatos a cierre percutáneo. En el 5%-10% de los pacientes puede aparecer hipertensión pulmonar por enfermedad vascular pulmonar (EVP), de forma preferente en mujeres. El cateterismo cardíaco puede ser necesario en estos pacientes. Pronóstico y tratamiento El cierre quirúrgico o percutáneo está indicado en CIA de gran tamaño ( ! !Qp/Qs > 1,5) con RVP menores de 5 UW. Puede considerarse el cierre si se sospecha embolia paradójica o cuando, con RVP mayor de 5 UW, la presión pulmonar es menor que 2/3 de la presión sis- témica. La mortalidad quirúrgica no supera el 2% y los resultados son excelentes, incluso en la quinta o sexta década de la vida. En la actualidad, es posible el cierre percutáneo del defecto «tipo ostium secundum» mediante la colocación de dispositivos de doble disco o paraguas autoexpandibles. La historia posquirúrgica muestra que la expectativa de vida es normal si la intervención quirúrgica se realizó antes de los 25 años y la presión pulmonar era normal en aquel momen- to. Los pacientes operados después de los 40 años, sin embargo, pueden presentar arritmias auriculares (la prevalencia de fibrilación auricular es del 50% pasados los 60 años), embolia cerebral (causa del 30% de los fallecimientos tardíos), insuficiencia cardíaca debida a la persistencia de la disfunción ventricular o a defectos residuales (disfunción de la válvula mitral, drenajes anómalos). Comunicación interventricular La CIV es el defecto cardíaco congénito más frecuente (25%-30% de las cardiopatías congénitas como defecto aislado). En los lactantes son más frecuentes las CIV musculares, que se cierran espontáneamente. Sin embargo, en adultos son más frecuentes los defectos perimem- branosos (fig. 60-4). Fisiopatología En una CIV pequeña se transmite muy poca o nada de la presión sis- tólica ventricular izquierda al ventrículo derecho, por lo que existe un importante gradiente sistólico de presión interventricular (CIV restric- tiva). Si el defecto es amplio, la presión sistólica ventricular izquierda se transmite totalmente al ventrículo derecho (CIV no restrictiva), y, como ocurre también en el nivel arterial, la RVP es generalmente el regulador más importante de la magnitud del cortocircuito de I-D. Cuando la presión sistólica se transmite a los vasos pulmonares, puede ocurrir un engrosamiento de la túnica media y de la íntima arteriolar que provoca Q˙p/Q˙s Q˙p/Q˙s TABLA 60-4 Objeto de análisis Anomalía Posición del ápex Levocardias Dextrocardias Mesocardias Situs auricular Situs solitus Situs inverso Situs ambiguo (isomerismo derecho o izquierdo) Conexión auriculoventricular Concordancia AV Discordancia AV Doble entrada Ausencia de una conexión Ventrículo Dos ventrículos bien diferenciados Dominante izquierdo con cámara rudimentaria anterosuperior (derecha) Dominante derecho con cámara rudimentaria posteroinferior (izquierda) Indeterminado Relación ventriculoarterial Concordancia VA Discordancia VA Doble salida Salida arterial única (tronco común) Grandes vasos Normal en situs solitus Normal en situs inverso D-transposición L-transposición https://booksmedicos.org 546 SECCIÓN II I Cardiología un aumento de la RVP. Este proceso puede progresar a hialinización y fibrosis y eventualmente a trombosis arteriolar que lleva a la EVP. La RVP alcanza valores tan elevados que minimiza e, incluso, invierte la dirección del cortocircuito, para producir cianosis, lo que constituye el síndrome de Eisenmenger. Cuadro clínico La CIV restrictiva es asintomática. Su diagnóstico se basa en la auscul- tación de un soplo pansistólico rudo, intenso, con frémito en el tercer y el cuarto espacio intercostal, que se irradia horizontalmente. La CIV no restrictiva puede provocar insuficiencia cardíaca grave, sobre todo durante el segundo o el tercer mes de vida. Cuando el cortocircuito es relevante, aparece en el ECG la imagen típica del crecimiento biven- tricular, con R altas o bloqueo incompleto de rama derecha en precor- diales derechas y qR altas en izquierdas. La aparición de hipertensión pulmonar acentúa el voltaje de las ondas R y la negatividad de las ondas T en las derivaciones derechas y suprime las ondas Q de las izquierdas. En la CIV grande hay cardiomegalia biventricular y plétora pulmonar en la radiografía de tórax. El ecocardiograma permite el diagnóstico e informa sobre número, localización y tamaño del defecto, sobrecarga de volumen del ventrículo izquierdo y presión sistólica pulmonar. El cateterismo cardíaco es útil para definir el estado de la circulación pulmonar: la presión arterial pulmonar, las RVP y la relación ! !Qp / Qs. En casos de indicación quirúrgica dudosa, es imperativo el estudio de reversibilidad de la hipertensión pulmonar. Historia natural y complicaciones En el 25% de los casos puede ocurrir cierre espontáneo del defecto septal antes de la pubertad. En ocasiones, la falta del soporte del tabique inter- ventricular facilita el prolapso de las sigmoides aórticas y la aparición de Q˙p/Q˙s Hallazgos radiológicos y electrocardiográficos en diferentes cardiopatías con supervivencia natural. A. Defecto del tabique inte- rauricular. Existe dilatación de la aurícula derecha y desplazamiento hacia arriba del ápex, dilatación de la arteria pulmonar y aumento de la trama vascular pulmonar (plétora). En el ECG, se observa bloqueo incompleto de rama derecha. B. Estenosis valvular pulmonar. El signo radiológico más llamativo es la convexidad del arco medio producida por la dilatación postestenótica del tronco de la arteria pulmonar (flecha), que, a diferencia de la dilatación debida al exceso del flujo pulmonar, se acompaña de una rama derecha de tamaño exiguo y unos campos pulmonares claros. En el ECG, se aprecia la sobrecarga de barrera del ventrículo derecho (onda R alta, única en V1 y V2, y onda T, negativa hasta V5). https://booksmedicos.org 547 CAPÍTULO 60 Cardiopatías congénitas S E C C IÓ N I II una insuficiencia aórtica progresiva que suele iniciarse en la adolescencia y puede ser grave a los 20 años (síndrome de Laubry). El impacto del jet en el endocardio del ventrículo derecho puede dar lugar a la aparición de un ventrículo derecho bicameral. Menos frecuentemente ocurre la estenosis subaórtica fija. Ambas lesiones se caracterizan por ser cardiopatías de desa- rrollo posnatal y curso clínico progresivo. Otro problema es el riesgo de endocarditis infecciosa, 6 veces más frecuente que en la población general. Tratamiento La intervención quirúrgica está indicada en niños mayores y en adultos con síntomas atribuibles al cortocircuito de I-D( ! !Qp / Qs de 1,5-2:1); en asintomáticos con sobrecarga de volumen del ventrículo izquierdo y siempre que la presión pulmonar o las RVP, basales o con vasodilatadores de tipo óxido nítrico, sean inferiores a los 2/3 de las sistémicas. Se contempla también el cierre en caso de una CIV com- plicada (insuficiencia aórtica, VD bicameral o endocarditis). Los casos de síndrome de Eisenmenger son inoperables. El cierre quirúrgico puede realizarse con una mortalidad quirúrgica muy baja y excelentes resultados a largo plazo. El bloqueo AV completo es una complicación postoperatoria que ocurre principalmente en pacientes añosos y puede requerir implantación de marcapasos definitivo. El cierre percutáneo puede reservarse para los casos con alto riesgo quirúrgico. Canal auriculoventricular completo Ocurre por una anomalía en el desarrollo embrionario de los cojinetes endocárdicos, que forman las válvulas AV y las porciones adyacentes de ambos tabiques. En la forma completa existe un defecto septal en la crux cordis, que se extiende al septo interauricular e interventricular; se caracteriza por la presencia de un anillo y una válvula AV común. En la forma parcial los dos orificios AV, derecho e izquierdo, se separan y el defecto septal puede afectar sólo al septo interventricular de entrada o al septo interauricular. En esta anomalía, existe una secuencia de activación anormal de los ventrículos. Esta se manifiesta en el ECG caracterís- ticamente como un hemibloqueo anterior izquierdo del haz de His y/o bloqueo AV de primer grado. El 35% de estos defectos corresponden a síndrome de Down, cifra que se eleva al 75% si se consideran sólo los casos de canal AV completo. También el desarrollo de hipertensión pul- monar y síndrome de Eisenmenger es más frecuente en esta población. Ductus arterioso persistente Si persiste tras el nacimiento, el conducto arterioso (DAP) se convier- te en una fístula arteriovenosa que manda la sangre a los pulmones durante todo el ciclo cardíaco. Constituye el 10% de las cardiopatías congénitas y es particularmente frecuente en los recién nacidos pretér- mino y en el 30%-40% de los de bajo peso. La coartación de la aorta, la CIV o la EP valvular o distal son anomalías asociadas frecuentes. Puede tratarse de un ductus silente o diagnosticarse por la auscultación de un soplo continuo o sistodiastólico típico (soplo de Gibson o «en maquinaria»), en la zona alta infraclavicular izquierda. Finalmente, un ductus de gran tamaño no reparado puede evolucionar hacia el sín- drome de Eisenmenger: aparece cianosis diferencial alrededor de los 5 años, que clásicamente se limita a los miembros inferiores. En estos casos, el cierre del defecto está contraindicado. Obstrucción congénita del corazón izquierdo Son aquellas lesiones que se extienden desde el tracto de salida ventri- cular izquierdo anatómico hasta la porción descendente del arco aórtico e impiden o dificultan la dinámica normal de la eyección ventricular izquierda. Pueden localizarse en el nivel valvular, subvalvular o supra- valvular y la obstrucción puede ser total (atresia) o parcial (estenosis). En casos de atresia o estenosis muy grave, los patrones de flujo aberrante que se producen durante la vida intrauterina alteran el desa- rrollo estructural y funcional normal del corazón izquierdo (síndrome del corazón izquierdo hipoplásico, SCIH). Por ejemplo, una atresia mitral puede impedir el desarrollo normal del ventrículo, la válvula aórtica y la aorta ascendente. Es absolutamente necesaria la presencia de un cortocircuito de I-D (CIA o ductus) para mantener un gasto cardíaco suficiente y garantizar la supervivencia posnatal. La historia natural se caracteriza por una rápida y alta mortalidad; es superior al 80% en el primer mes de vida. En estos pacientes, la reparación biventricular no es posible. La intervención de Norwood (fig. 60-5) establece una comunicación no restrictiva entre el ventrículo derecho (funcionalmente único) y una neoaorta creada con un gran parche, asegura el retorno venoso pulmonar, libre de obstrucción, a través de una CIA amplia, y establece una fístula sistémico-pulmonar que regula el flujo pulmonar. Esta operación permite que más pacientes con SCIH logren llegar a la derivación cavo-pulmonar (intervención de Fontan), que es la vía final común del ventrículo único. En el extremo opuesto del espectro está la válvula aórtica bicús- pide (VAB), que afecta al 1%-2% de la población general y que se ha relacionado con mutaciones en el gen NOTCH1. Se caracteriza por la fusión entre dos de los tres velos de la válvula aórtica. La mayoría son normofuncionantes al nacer, pero pueden desarrollar a lo largo de la vida adulta complicaciones valvulares (estenosis, insuficiencia o endocarditis) o de la pared aórtica (aneurismas de aorta ascendente) que pueden obligar al tratamiento quirúrgico. La fisiopatología, la semiología clínica, el diagnóstico y la valoración de la gravedad de la estenosis valvular aórtica congénita son superponibles a los de etiología adquirida. El tratamiento en niños se realiza mediante valvuloplastia percutánea o comisurotomía quirúrgica, pero en adultos casi siempre es necesaria la sustitución valvular. Estenosis subaórtica Es una lesión de carácter fijo y etiología congénita, que puede ser localiza- da (membrana fibrosa o rodete fibromuscular) o tuneliforme. Se presenta como una lesión primaria o se asocia frecuentemente con otras malfor- maciones congénitas, entre ellas la CIV (35%). Constituye una car- diopatía singular por varias razones: a) se considera actualmente una cardiopatía adquirida de desarrollo posnatal, y b) se trata de una lesión de carácter progresivo durante la infancia, la adolescencia e incluso la vida adulta. El ritmo de progresión de la enfermedad es variable: la obstrucción es a menudo rápidamente progresiva en la infancia y tiene una clara tendencia a la recurrencia después de la intervención quirúr- Q˙p/Q˙s Tipos de comunicación interventricular (CIV) según su localización anatómica en el septo interventricular. Septo de entrada entre las válvulas tricúspide y mitral (3%-5% de las CIV); septo mus- cular o trabecular que separa los cuerpos de los ventrículos dere- cho e izquierdo (5%-20% de las CIV); septo de salida (3%-5% de las CIV); septo membranoso (∼80% de las CIV). El septo membranoso está dividido por la valva septal de la válvula tricúspide. Esta valva desempeña un papel importante en el cierre «espontáneo» de una CIV membranosa. AD: aurícula derecha; AI: aurícula izquierda; Ao: aorta; AP: arteria pulmonar. https://booksmedicos.org 548 SECCIÓN II I Cardiología gica. Al contrario que en los niños, progresa lentamente en el adulto joven y se acelera de nuevo después de la quinta década de la vida. La insuficiencia valvular aórtica constituye la complicación más frecuente de los pacientes con estenosis subaórtica, intervenidos o no, y se relacio- na con la gravedad de la obstrucción. La reparación quirúrgica se indica con gradientes superiores a 30-50 mm Hg, según la edad del paciente. Estenosis aórtica supravalvular Representa menos del 7% de todas las formas fijas de obstrucción del tracto de salida del VI. Se ha asociado con una mutación del gen de la elastina en el cromosoma 7q11.23. Suele ocurrir como parte del síndrome de Williams-Beuren y puede asociarse a hipoplasia de toda la aorta, afección del ostium coronario o estenosis de ramas princi- pales de la aorta o las arterias pulmonares. Puede presentar tres tipos anatómicos: a) diafragma fibroso localizado en la unión sinotubular; b) deformidad en reloj de arena, más frecuente, o c) estenosis difusa de la aorta ascendente. Las indicaciones de la reparación quirúrgica son similares a las de la estenosis aórtica valvular o subvalvular. Coartación de aorta La coartación de aorta (CoAo) es una constricción de la luz de la aorta, situada inmediatamente después del origen de la arteria subclavia izquier- da,en el punto de inserción del conducto arterioso. Supone el 7%-9% de las cardiopatías congénitas e incide más en varones. La asociación con VAB, valvulopatía mitral congénita o CIV es frecuente. Puede existir una aortopatía generalizada que continúa presente, y esto es muy importante, a pesar del tratamiento con éxito de una CoAo en la infancia. Cuadro clínico y diagnóstico En el primer año de vida, cuando la circulación colateral aún no está bien desarrollada, los pacientes pueden presentar insuficiencia cardíaca grave. La circulación colateral se desarrolla en las arterias subclavias, axi- lares, mamarias internas y sus ramas intercostales, y contribuye a man- tener la perfusión de la mitad inferior del organismo. Aunque algunos pacientes pueden tener cefaleas, epistaxis, frialdad y claudicación con el ejercicio en las extremidades inferiores, la mayoría pueden permanecer asintomáticos durante varias décadas y no ser diagnosticados hasta la vida adulta. En general, el adulto se presenta muy frecuentemente con hipertensión arterial en las extremidades superiores, refractaria al tratamiento médico. La sospecha clínica inicial basada en la existencia de pulsos femorales débiles y retrasados, diferencia tensional de los miembros superiores e inferiores mayor de 20 mm Hg y soplo, junto con grados variables de hipertrofia ventricular izquierda en el ECG y la radiología torácica, puede confirmarse mediante ecocardiografía. El estudio radiológico se caracteriza por: a) las erosiones de las cos- tillas (signo de Röesler) producidas por la circulación colateral, parti- cularmente en el arco posterior de la tercera a la quinta costillas, y b) un botón aórtico anormal, rectificado («imagen en chimenea») o en forma de doble arco producido por la dilatación pre- y postestenótica («signo del 3»). El ecocardiograma permite confirmar el diagnóstico y la gravedad de la obstrucción y comprobar si existe valvulopatía aórtica o mitral (insuficiencia, válvula en paracaídas) e hipertrofia ventricular. No obstante, la resonancia magnética se considera actualmente en el adulto el método de elección para planear el tratamiento quirúrgico y/o endovascular (fig. 60-6). Pronóstico La esperanza media de vida de un paciente con CoAo no reparada es de 35 años. Sin intervención se produce un progresivo aumento de la mortalidad a partir de la tercera década y sólo el 20% de los pacientes estarían vivos a partir de los 50 años. Las complicaciones cardiovas- Coartación de aorta. A. Flujo turbulento en el istmo aórtico con patrón «en mosaico» en color (observado desde ventana supraesternal). B. La ecocardiografía Doppler permite valorar la gravedad: una velocidad sis- tólica máxima de 3,2 m/s y la persistencia de flujo en diástole apuntan a una coartación grave. C. Angio-RM de aorta en tres dimensiones con contraste de gadolinio, que muestra la locali- zación y extensión de la estenosis (flecha), las dimensiones de la aorta pre- y poscoartación y la circulación colateral. Operación de Norwood clásica. A. Hipoplasia de corazón izquierdo con atresia mitral y aórtica, donde el flujo en la aorta (Ao) depende del ductus (D). B. Sección de arteria pulmonar (AP) con desconexión de ramas pulmonares. C. Ampliación del arco aórtico con un gran parche. D. Anastomosis entre la arteria pulmonar proximal, el ductus y la neoaorta, y construcción de shunt de Blalock-Taussig (SBT). P: parche de homoinjerto; VD: ventrículo derecho. https://booksmedicos.org 549 CAPÍTULO 60 Cardiopatías congénitas S E C C IÓ N I II culares tardías incluyen: a) las de la hipertensión arterial, que son hiper- trofia e insuficiencia cardíaca izquierda (28%) y enfermedad arterial coronaria prematura; b) accidentes cerebrovasculares (12%), facilitados por la frecuente asociación con aneurismas congénitos del polígono de Willis; c) complicaciones de la pared aórtica de tipo aneurismas o disección (21%), principalmente cuando se asocia una VAB; d) la endocarditis infecciosa (18%), y e) el desarrollo de estenosis valvular aórtica sobre una válvula bicúspide. Tratamiento Todos los pacientes deben ser intervenidos mediante resección qui- rúrgica o angioplastia percutánea, con o sin implantación de un stent. El momento ideal se sitúa entre 1 y 5 años, para evitar la persistencia de la hipertensión y reducir el riesgo de recoartación. La intervención quirúrgica tiene una mortalidad inferior al 2%, pero es del 5%-10% en los adultos y la hipertensión residual en reposo o durante el ejercicio es del orden del 30%-50%. El tratamiento endovascular es el de elección en las complicaciones, como en disección o aneurismas (5%) y recoarta- ción (persistencia de un gradiente mayor de 20 mm Hg o hipertensión arterial con estenosis angiográfica, es decir, una reducción del calibre del vaso superior al 50% con respecto al calibre del vaso normal). Estenosis valvular pulmonar La estenosis congénita de la válvula pulmonar tiene una forma muy característica en «cúpula» y se presenta preferentemente en las mujeres, con la embriopatía rubeólica y en el síndrome de Noonan. Fisiopatología La estenosis puede ser ligera (gradiente máximo menor de 36 mm Hg), moderada (36-60 mm Hg) o grave (superior a 60 mm Hg), y la presión del ventrículo derecho puede ser inferior, igual o superior a la sistémica, dado que el tabique interventricular se encuentra intacto. En presencia de CIA, puede aparecer cortocircuito D-I y cianosis (trilogía de Fallot). Cuadro clínico La mayoría de los pacientes son asintomáticos y la estenosis valvular pulmonar se descubre casualmente por la auscultación de un soplo sis- tólico de eyección, romboidal, parecido al de la estenosis aórtica, rudo, intenso, casi siempre con frémito, en los focos de la base y se irradia al cuello. Si la estenosis es grave, pueden aparecer disnea, fatiga y síncopes de esfuerzo o un cuadro de insuficiencia cardíaca. La aparición de un galope auricular y una onda a prominente en el pulso yugular, que refle- ja la contracción enérgica de la aurícula, es un signo de estenosis grave e hipertrofia ventricular. La radiología torácica es muy característica (v. fig. 60-3 B). El ECG orienta acerca de la gravedad de la estenosis. En los casos ligeros, la altura de la onda R en V1 es inferior a 10 mm o aparece un bloqueo incompleto de rama derecha con R-R’. Cuando la estenosis es importante, aparecen ondas R altas en precordiales derechas y ondas T negativas que pueden extenderse más allá de V1. Las ondas P son de tipo pulmonale (v. fig. 60-3 B). La ecocardiografía Doppler es el método de elección para estimar la gravedad de la obstrucción. Tratamiento La valvuloplastia percutánea con balón está indicada en pacientes sintomáticos con un gradiente superior a los 30 mm Hg y en los asin- tomáticos con gradiente superior a los 40 mm Hg. La recurrencia de la estenosis es muy rara en el adulto (inferior al 5%-10%). La insuficiencia valvular residual es frecuente y la sustitución valvular pulmonar puede ser necesaria a los 25-30 años de evolución posquirúrgica. CARDIOPATÍAS CONGÉNITAS CIANÓTICAS Cardiopatías congénitas cianóticas con flujo pulmonar aumentado (plétora) Transposición de grandes arterias La transposición de grandes arterias (TGA) se caracteriza por una discordancia ventriculoarterial. La sangre desaturada, que retorna por las venas cavas a la aurícula derecha, vuelve a la aorta, que se origina en el ventrículo derecho, sin haber pasado por la circulación pulmonar. La sangre oxigenada, que retorna por las venas pulmonares a la aurícula izquierda, vuelve a dirigirse a los pulmones a través de la arteria pulmonar, que se origina en el ventrículo izquierdo. Así se producen dos circuitos independientes y paralelos. Como lesiones más frecuentemente asociadas destacan la CIV, la EP, el ductus permeable y la CIA. Estas dos últimas son esenciales para la supervivencia inmedia- tamente después del nacimiento. En ausencia de EP, el flujo pulmonar está normal o aumentado,con lo que puede desarrollarse congestión e incluso edema pulmonar. Cuadro clínico y diagnóstico. Las manifestaciones clínicas son disnea y cianosis desde el nacimiento, retraso en el crecimiento e insufi- ciencia cardíaca congestiva. En la auscultación cardíaca el segundo ruido cardíaco es intenso en la base, debido a que la válvula aórtica está muy próxima a la pared torácica. Puede parecer único, debido a la situación posterior más lejana de la válvula pulmonar con escasa transmisión del componente pulmonar del segundo ruido. Existe un soplo sistólico corto, de intensidad II/IV en casos de septo intacto, y soplo sistólico largo de intensidad III-IV/IV, en casos de CIV o EP. El electrocardiograma suele ser normal al nacer, pero posteriormente se desarrollan signos típicos de hipertrofia del corazón derecho (fig. 60-7). En los pacientes con grandes CIV o ductus, se puede encontrar alguna manifestación de hipertrofia del ventrículo izquierdo. La radiografía de tórax muestra morfología ovoide de la silueta cardíaca con un pedículo vascular estrecho y aumento de la vascularización pulmonar. La eco-2D y Doppler es fundamental para el diagnóstico de la malposición de grandes arterias y la discordancia ventriculoarterial. El cateterismo diagnóstico en principio no es necesario hoy en día. Tratamiento. La creación o ampliación de una CIA con catéter balón (atrioseptostomía de Rashkind) aumenta la mezcla intracardíaca de sangre venosa y arterial en las primeras 48 h de vida. Existen varias correcciones quirúrgicas; en la reparación fisiológica (técnica de Mus- tard o Senning; v. fig. 60-7), hoy en desuso, el ventrículo anatómica- mente derecho permanece como ventrículo sistémico. El tratamiento de elección actualmente es la corrección quirúrgica anatómica (Jatene) en los primeros días de vida (de los 4 a los 12-15 días). Consiste en reconectar los grandes vasos con sus ventrículos correspondientes (la aorta con el VI y la pulmonar con el VD) y reimplantar las arterias coronarias en la neoaorta. Historia posquirúrgica. Sin intervención, la mayoría de los niños con TGA simple fallecen en los 3 primeros meses de vida, y el 90%, en el pri- mer año de vida. La asociación de CIV o, mejor, de una CIA o CIV + EP mejora algo más la evolución precoz. En la evolución postoperatoria de la reparación fisiológica, como en la transposición congénitamente corregida de grandes arterias (ccTGA), aparece dilatación y disfunción del ven- trículo derecho sistémico e insuficiencia de la válvula AV. Esto es causa de insuficiencia cardíaca y muerte súbita en el adulto joven. Además, pueden presentarse obstrucciones o cortocircuitos residuales en la septación de los canales creados quirúrgicamente en las aurículas, que pueden requerir en ocasiones intervenciones percutáneas y arritmias auriculares o disfunción del nodo sinusal postoperatorias. Con la corrección quirúrgica anatómica precoz el pronóstico es excelente para los casos con TGA simple y TGA más CIV, pero hay que vigilar la aparición de alteraciones coronarias, EP o dilatación de la neorraíz aórtica. Cardiopatías congénitas cianóticas con flujo pulmonar reducido (isquemia) En este grupo se encuentran todos los defectos cardíacos simples o com- plejos asociados a un aumento de las RVP o a una obstrucción valvular o subvalvular al flujo pulmonar en los que un defecto septal permite el cortocircuito de D-I. Así, esta fisiopatología es común tanto para un defecto simple como una CIA con estenosis valvular pulmonar grave como para un complejo ventrículo único con malposición de grandes arterias y atresia de la válvula pulmonar. Lesiones obstructivas a la salida ventricular: tetralogía de Fallot Es la cardiopatía cianótica más frecuente después del primer año de vida. Se caracteriza por la asociación de cuatro elementos (tetralogía): 1) obstrucción a la salida del ventrículo derecho (VD), generalmente https://booksmedicos.org 550 SECCIÓN II I Cardiología infundibular; 2) CIV amplia; 3) cabalgamiento de la aorta sobre el defecto interventricular, y 4) hipertrofia del VD. Puede acompañarse de otras malformaciones: a) arco aórtico a la derecha (25%); b) vena cava superior izquierda; c) CIA (pentalogía de Fallot); d) insuficiencia aórtica; e) agenesia e insuficiencia de la válvula pulmonar; f ) ausencia o estenosis de las ramas pulmonares, y g) anomalías de las arterias coronarias, que atraviesan el infundíbulo y pueden dificultar la corrección quirúrgica. Fisiopatología Los dos ventrículos presentan una amplia comunicación entre sí a través de la CIV y las presiones se igualan (ventrículo único funcional). Los ventrículos se vacían preferentemente en la aorta (cortocircuito venoarterial) o en la arteria pulmonar, según la importancia de la EP. Esto determina las manifestaciones clínicas. Se distinguen tres varieda- des de tetralogía de Fallot: a) rosada o acianótica, con estenosis ligera que no impide que exista cortocircuito de I-D; b) clásica o cianótica, con flujo pulmonar reducido y cortocircuito de D-I importante, y c) extrema o seudotruncus, con atresia pulmonar y cianosis intensa, cuya circulación pulmonar se mantiene gracias a la circulación bronquial. Cuadro clínico El paciente presenta cianosis y disnea de esfuerzo desde el nacimiento o antes del primer año de vida. Otras manifestaciones son hipodesa- rrollo físico y acropaquías. Después de un esfuerzo, es característico que adopten la posición en cuclillas. Con esta maniobra aumentan las resistencias sistémicas y reducen el cortocircuito D-I, con lo que mejora la saturación. Pueden presentar crisis hipóxicas, con gran ries- go para la vida. Es característica la auscultación de un segundo ruido intenso y único, un soplo sistólico de la estenosis infundibular y el soplo continuo de la circulación colateral bronquial. El ECG es similar al de la estenosis valvular, con ondas T negativas en precordiales derechas que se limitan a V1, pues la sobrecarga del ventrículo derecho nunca excede la presión sistémica. En la radiografía de tórax sorprende la ausencia de cardiomegalia. El arco medio pulmonar es normal o cóncavo, por falta de dilatación postestenótica de la pulmonar. El arco aórtico a la derecha es un signo adicional muy sugestivo. El ecocardiograma es diagnóstico y permite diferenciarla de otras malformaciones cianóticas. Tratamiento El tratamiento de elección es la corrección total temprana, preferente- mente durante el primer año. Esta consiste en cerrar la CIV y liberar la salida del ventrículo derecho, lo que puede requerir resección del infundíbulo y/o ampliación del anillo pulmonar con un parche. Esto último puede generar una insuficiencia pulmonar libre. En lactantes demasiado pequeños para reparación intracardíaca pueden ser necesa- rias intervenciones paliativas precoces para mantener el flujo pulmonar. La intervención paliativa incluye fístulas sistémico-pulmonares (entre la arteria subclavia y la arteria pulmonar) y valvulotomía pulmonar. Pronóstico Sólo el 11% de los pacientes sobreviven hasta los 20 años sin cirugía. Durante la vida adulta, en el paciente operado los problemas clínicos relacionados con la intervención quirúrgica más importantes son la insuficiencia valvular pulmonar, la disfunción del ventrículo derecho, las arritmias, auriculares y ventriculares y la muerte súbita. Otros problemas son estenosis residual de ramas pulmonares, dilatación de aorta ascendente e insuficiencia de la válvula aórtica. En ocasiones ocurre también disfunción del ventrículo izquierdo, cuyo origen es multifactorial. Aunque es de esperar una supervivencia del 90% a los 30 años, pueden ser necesarias reintervenciones, quirúrgicas o percutáneas, para tratar estas lesiones residuales y secuelas de la cirugía y las com- plicaciones postoperatorias. Aumento de resistencias vasculares pulmonares: síndrome de Eisenmenger Se define como una comunicación sistémico-pulmonar, con cortocircui- to bidireccional o predominante de derecha-izquierda,con ! !Qp / Qs infe- rior a 1, secundario a la aparición de hipertensión pulmonar (aumento de las RVP). En la actualidad es, junto con la tetralogía, la cardiopatía congénita cianótica más frecuente en los adultos. Su causa puede ser un defecto pretricuspídeo (CIA, drenaje venoso pulmonar anómalo total, aurícula única) o postricuspídeo (canal AV completo, CIV, duc- tus, truncus, ventrículo único o transposición de grandes vasos). La aparición del síndrome suele ser tardía en los defectos pretricuspídeos Q˙p/Q˙s Paciente adulto con transposi- ción de grandes arterias. El ECG (A) muestra una onda P sinusal de baja amplitud y una desviación marcada del eje QRS a la derecha. Hay una onda R dominante en derivaciones anteroseptales e inversión de onda T (V1-V3), reflejo de la locali- zación anterior del ventrículo derecho sistémico. B. Reconstrucción volumétrica mediante RM de un caso de transposición completa de grandes arterias, que pone de manifiesto la característica discordancia ventriculoarterial: la aorta, que se origina en el infundíbulo del ventrículo sistémico anatómicamente derecho, típicamente se sitúa en la posición anterior respecto a la arteria pulmonar que se sitúa posterior. C. Mapa elec- troanatómico de un caso de corrección fisiológica de tipo Senning en una vista anterior (1), lateral derecha (2) y posterior (3). En esta intervención se deriva el retorno venoso sistémico al ven- trículo izquierdo y el retorno venoso pulmonar al ventrículo derecho. En amarillo, la reconduc- ción del retorno venoso sistémico al ventrículo izquierdo (blanco), en posición subpulmonar. En rojo, reconducción del retorno venoso pulmo- nar al ventrículo derecho (verde), en posición subaórtica. En azul, la aorta, y en morado, la arteria pulmonar. Ao: aorta; AP: arteria pulmonar; VCI: vena cava inferior; VCS: vena cava superior; VD: ventrículo derecho. https://booksmedicos.org 551 CAPÍTULO 60 Cardiopatías congénitas S E C C IÓ N I II (alrededor de los 25 años). En los postricuspídeos, habitualmente asociados a cardiopatías complejas, el cuadro puede aparecer ya en los primeros años de vida y la supervivencia es corta. Cuadro clínico Las manifestaciones principales son: a) cianosis de aparición gradual; b) disnea y angina de esfuerzo; c) síncopes de esfuerzo, dado que el gas- to cardíaco es fijo y no aumenta con el ejercicio; d) hemoptisis, causadas por la rotura de las pequeñas lesiones angiomatosas pulmonares o los infartos de pulmón por trombosis locales o embolias; e) síndrome de hiperviscosidad, secundario a la eritrocitosis compensadora, que puede producir cefaleas intensas cuando el hematocrito es muy alto, y f ) insuficiencia cardíaca derecha, rara antes de los 30 años. Debido a la cianosis crónica, los afectados son propensos a padecer problemas debidos a: a) poliglobulia progresiva y hematocrito elevado, con riesgo de trombosis pulmonar o cerebral; b) anemia ferropénica, que agrava la hipoxia; c) endocarditis infecciosa, y d) embolia paradójica, que puede originar un infarto o absceso cerebral. Pronóstico y tratamiento Dado que es un cuadro irreversible, el tratamiento es fundamental- mente sintomático. Si el síndrome de hiperviscosidad lo requiere y el hematocrito es superior al 65%, puede indicarse flebotomía. Deben evitarse la hipotensión, la hipovolemia, los cambios bruscos de tempe- ratura o altitud, los antiagregantes plaquetarios y los anticoagulantes, salvo que se esté en presencia de embolia o de fibrilación auricular, así como el embarazo. Los pacientes pueden tener una vida prolongada si están bien controlados y pueden sobrevivir hasta la cuarta o quinta década; la muerte súbita, las hemorragias y la insuficiencia cardíaca son las causas más frecuentes de muerte. Los vasomoduladores pulmonares han demostrado beneficio en la calidad de vida, la clase funcional y la supervivencia de los pacientes. Incluyen antagonistas de los receptores de la endotelina (bosentán), análogos de prostaciclina (epoprostenol y treprostinil) o inhibidores de la fosfodiesterasa (sildenafilo). Finalmen- te, existe la posibilidad del trasplante, ya sea cardiopulmonar o sólo pulmonar, con la concomitante reparación cardíaca del cortocircuito. Cardiopatías congénitas cianóticas con mezcla total Ventrículo único. Circulación de Fontan Hay varias anomalías que se engloban funcionalmente bajo la denomi- nación de ventrículo único: ventrículo único de doble entrada (ambas aurículas se conectan a un solo ventrículo a través de dos válvulas AV o una válvula AV común), atresia tricuspídea (la válvula tricúspide no existe y el VD es hipoplásico), estenosis o atresia mitral (SCIH), canal AV con ventrículos desequilibrados (en que uno de ellos es hipoplásico) y heterotaxias (síndromes complejos en que además del corazón están afectados las vísceras abdominales). RM en la atresia tricuspídea operada en la infancia con técnica de Fontan intracardíaco. A. Se observa un ventrículo único de morfología izquierda (VI) y una cámara rudimentaria anterosuperior que corresponde al ventrículo derecho (VD) hipoplásico conectado con el VI a través de una comunicación interventricular. Circulación de Fontan (F). B. En la imagen coronal se observa la conexión de la aurícula derecha con la arteria pulmonar. C y D. Imágenes ecocardiográficas y de RM de un paciente adulto con atresia tricuspídea intervenida con técnica de Fontan con trombosis intracavitaria (T). AI: aurícula izquierda; VCI: vena cava inferior; VCS: vena cava superior. Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en junio 11, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org 552 SECCIÓN II I Cardiología Existen varias situaciones posibles: Tracto de salida pulmonar no restrictivo. Al existir mezcla total sin obstrucción al flujo pulmonar existe hiperflujo pulmonar, que pro- voca mayor retorno pulmonar que sistémico, por lo que la mezcla entre los retornos venosos da lugar a saturaciones sistémicas sobre el 80% e incluso en torno al 90%. Las manifestaciones clínicas, además de la cianosis, son similares a las de un cortocircuito de I-D e, incluso, pueden desarrollar fisiología Eisenmenger. Tracto de salida pulmonar moderadamente restrictivo y circulación balanceada, ya sea por EP o por la realización de un cerclaje qui- rúrgico de la arteria pulmonar (banding). Ambas situaciones dis- minuyen la presión y el flujo pulmonar, pero incrementan el grado de cianosis. Tracto de salida muy restrictivo e intervención quirúrgica paliativa en la infancia (fístula sistémico-pulmonar), que mejore el flujo pulmonar cuando la EP es muy grave y la cianosis es demasiado acusada. Intervención quirúrgica paliativa en la infancia de tipo conexión de la vena cava superior con la arteria pulmonar derecha (operación de Glenn) y/o conexión total del retorno venoso sistémico, procedente de las venas cavas, a la arteria pulmonar (operación de Fontan o anastomosis cavopulmonar total) (fig. 60-8). Evolución posquirúrgica. La intervención quirúrgica permite una supervivencia del 54% a los 25 años, pero las complicaciones tardías de la circulación univentricular son frecuentes: a) obstrucciones o estenosis de las conexiones; b) cortocircuitos persistentes o neo- formados; c) arritmias supraventriculares por dilatación auricular y formación de trombos intracavitarios (v. fig. 60-8); d) disfunción ventricular e insuficiencia de la válvula AV, y e) enteropatía pierde- proteína. La mayoría son debidas a congestión venosa sistémica y/o bajo gasto. La insuficiencia cardíaca congestiva es la principal causa de muerte en estos pacientes y sólo el trasplante cardíaco es la alternativa terapéutica al fracaso de la circulación Fontan. BIBLIOGRAFÍA ESPECIAL Baumgartner H, Bonhoeffer P, De Groot NM, de Haan F, Deanfield JE, Galie N, et al. Task Force onthe Management of Grown-up Congenital Heart Disease of the European Society of Cardiology (ESC); Association for European Paediatric Cardiology (AEPC); ESC Committee for Practice Guidelines (CPG). ESC Guidelines for the management of grown-up congenital heart disease (new version 2010). Eur Heart J 2010;31:2915-57. Oliver JM, Gallego P, Gonzalez-Garcia AE, Garcia-Hamilton D, Peinado R, Avila P, et al. Risk factor for excess mortality in adults with congenital heart diseases. European Heart Journal 2017;38(16):1233-41. Perloff JK, Warnes CA. Challenges posed by adults with repaired congenital heart disease. Circulation 2001;103:2637-43. Stout KK, Daniels CJ, Aboulhosn JA, Bozkurt B1, Broberg CS, Colman JM, et al. 2018 AHA/ACC Guideline for the Management of Adults With Congenital Heart Disease: Executive Summary: A Report of the American College of Cardiology/American Heart Association Task Force on Clinical Practice Guidelines. Circulation 2019;139(14):e637-97. Webb GD, Smallhorn JF, Therrien J, Redington AN. Congenital heart disease. En: Zipes, Libby P, Bonow RO, Braunwald E, eds. Braunwald’s Heart Disease. Philadelphia: Elsevier/Saunders; 2005. p. 1489-552. https://booksmedicos.org Push Button0:
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