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295 © E di to ri al E l m an ua l m od er no Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. INTRODUCCION Que una mujer padezca dolores severos durante su tra- bajo de parto, incluso en aquellos casos clínicamente complejos que pudiesen presentarse, resulta incongruen- te con la variedad de recursos técnicos, farmacológicos y no farmacológicos que la medicina moderna dispone para conseguir su alivio.1, 2 Sin embargo, y a pesar de la evidencia acumulada sobre los beneficios que proporcio- na el alivio sistemático del dolor, son múltiples las refe- rencias bibliográficas que reflejan una alta incidencia de este síntoma.3 La evolución normal del trabajo de parto no es una experiencia placentera para la mayoría de las gestantes, no obstante se carece de información científi- ca rigurosa que avale la hipótesis sobre una función benéfica del dolor del trabajo del parto sobre la madre o el feto; todo lo contrario, el dolor no controlado desenca- dena una cascada de respuestas medulares, supramedula- res y corticales reflejas, que pueden ser potencialmente nocivas para el binomio madre-feto.4, 5 Las respuestas reflejas mencionadas son: 1. Respuestas reflejas segmentarias: a) Por hiperactividad de neuronas motoras del asta dorsal: espasmo muscular. b) Por estimulación de neuronas simpáticas pre- ganglionares: vasoconstricción, con hipoxemia y acidosis, sensibilizando nociceptores. c) Por reflejo cutáneo-visceral: disminución de la motilidad gastrointestinal y vesical. Íleo y reten- ción urinaria. 2. Respuestas reflejas suprasegmentarias: a) Respiratorias: hiperventilación. b) Incremento en el tono simpático: taquicardia y vasoconstricción, con aumento de la resistencia vascular periférica y del volumen minuto. Por lo tanto, hay mayor consumo de oxígeno. c) Liberación de hormonas y mediadores del estrés: catecolaminas, adrenocorticotropina (ACTH), cortisol. 3. Respuestas reflejas corticales: a) Mecanismos de procesamiento, de integración y de percepción del dolor. b) Interpretación de las características del dolor de acuerdo con la estructura psíquica de cada persona. c) Efecto de la respuesta dolorosa sobre otros componentes del sistema nervioso. d) Reacción característica individual y propia de la parturienta ante el dolor. A menudo el dolor del parto está influenciado por temo- res, ansiedades y creencias culturales que modifican su percepción, el miedo produce tensión muscular que difi- culta la dilatación, con el aumento subsiguiente del dolor provocado por las contracciones uterinas, estableciéndo- se el círculo miedo-tensión-dolor.14 Por ello, las interven- ciones terapéuticas destinadas a disminuir el miedo, la tensión y el dolor deberían ser encaradas de manera interdisciplinaria, antes, durante y después del parto, resultando primordial para el anestesiólogo actuante, evaluar cada situación en particular y seleccionar aque- llas técnicas farmacológicas, no farmacológicas e invasi- vas que mejor se adecuen a esa paciente. Se reconoce que existe un incremento de la percepción dolorosa en las parturientas primíparas, mayormente si no han reci- bido alguna acción de psicoprofilaxis previa al parto. Los factores que modifican la percepción dolorosa son: a) Respuesta habitual de la paciente ante situaciones de dolor y estrés. b) Existencia de trastornos psiquiátricos o del estado de ánimo, como ansiedad, depresión, etc. c) Experiencia dolorosa y como afectó esto a la paciente. Capítulo Vías y mecanismos del dolor en la paciente obstétrica d) Tipos de analgesia utilizados previamente y resul- tados según la evaluación de la paciente. e) Antecedentes de abuso de sustancias, incluyendo alcohol, tabaco u ansiolíticos. f) Creencias, miedos o conceptos erróneos con res- pecto al parto. g) Expectativas y creencias con respecto a la evolu- ción del dolor y las técnicas de alivio disponibles. h) Características de la paciente con respecto al umbral de tolerancia al dolor. i) Tamaño y posición del feto. j) Dimensiones de la pelvis. k) Fuerza de la contracción. El dolor referido por la parturienta es clasificado como agudo, de aparición inmediata y autolimitado, pudiendo ser de origen visceral o somático, dependiendo de la etapa en que se encuentre el trabajo de parto. El cuadro 29–1 agrupa las características principales del dolor agudo. NOCICEPTORES Los receptores para el dolor o nociceptores son termi- naciones nerviosas libres heterogéneas que se diferen- cian por: a) Los neurotransmisores que contienen. b) Los canales iónicos que expresan en su membrana. c) Su velocidad de conducción. d) Su respuesta a estímulos nocivos. e) Su capacidad de ser sensibilizados ante procesos inflamatorios o nocivos. Los nociceptores se clasifican en dos tipos: 1) Fibras A-δ: que poseen axones ligeramente mielini- zados, conducen de forma rápida los potenciales de acción, sus cuerpos celulares tienen un tamaño mediano o grande y participan en las respuestas dolorosas rápidas del tipo pinchazo bien localizado. 2) Fibras C: sus axones no están cubiertos de mielina, conducen sus potenciales de acción más lentamen- te, sus cuerpos celulares son pequeños e intervie- nen en las respuestas dolorosas que se perpetúan (lentas), parecidas a quemazón. Las fibras C repre- sentan 70% de todos los nociceptores y se han identificado dos clases, que se diferencian por los tipos de neurotransmisores que contienen y por el área medular a la cual envían proyecciones sus neu- ronas.15 Las cuadros 29–2 y 29–3 muestran las características de los nociceptores y las propiedades de cada uno de los tipos de fibras C respectivamente. Se define nocicepción, como el procesamiento de los estímulos dolorosos nocivos o potencialmente nocivos, e involucra a cuatro procesos fisiológicos sucesivos: a) Transducción. b) Transmisión. c) Percepción. d) Modulación. El evento iniciador de esta cascada es un estímulo noci- vo o potencialmente nocivo que activa al nociceptor. La acumulación de sustancias químicas proalgógenas en la biofase (sustancia P, ácido láctico, fosfatos, histamina, serotonina, prostaglandinas, leucotrienos, hidrogeniones e iones potasio, entre otros), estimula a otros nocicepto- res ampliando su campo receptivo. Los receptores des- polarizan fibras nerviosas (A-δ y C). Las proyecciones centrales (fibras) que transmiten estímulos nociceptivos viscerales están menos definidas que las correspondien- tes a los estímulos somáticos; se conoce que estas fibras nociceptivas viscerales siguen el trayecto de los nervios simpáticos y parasimpáticos. Este podría ser el soporte fisiológico de la activación de los reflejos autonómicos cuando el dolor no es controlado. Los cuerpos celulares de las fibras aferentes prima- rias A-δ y C se localizan en el ganglio de las raíz dorsal, de ellos parten prolongaciones centrales que penetran en la médula espinal, liberando diferentes sustancias (neu- romediadores) en el hasta dorsal estimulando a diferen- tes grupos neuronales. Estos grupos neuronales, al despo- larizarse o repolarizarse (excitarse o inhibirse) modulan la información que se envía a través de proyecciones 296 • Anestesia obstétrica (Capítulo 29) Cuadro 29–1. Características del dolor agudo Somático Visceral Tipo Superficial: cutáneo Profundo: osteoar- ticular Localizado o refe- rido Superficial o pro- fundo Localización Bien localizado Pobremente loca- lizado Irradiación Distribución del nervio somático Difuso a distancia Carácter Brusco y bien definido Vago, tipo cólico o continuo, a veces sordo, mal definido Relación con el estímulo Localizado Referido Cuadro 29–2. Características de los nociceptores Tipos Mielina Velocidad de con- ducción Diámetro celular Calidad del dolor Fibras A-δ Si Rápida Grande o medio Pinchazo Fibras C (70%) No Lenta Pequeño Quemante específicas, a centros superiores para su integración y percepción como dolor. La intensidad de estos eventos es influenciada (modulada) por razón de un interjuego de estímulos facilitadoreso inhibidores que descienden por vías excitatorias e inhibitorias y neuromediadores especí- ficos, cuyo origen se encuentra en regiones cerebrales superiores (corteza, cerebro límbico, sustancia gris peria- cueductal) y que implica a los sistemas adrenérgico, sero- toninérgico y opioide (figura 29–1). EVOLUCIÓN DEL DOLOR CON LA PROGRESIÓN DEL TRABAJO DE PARTO El dolor que la paciente refiere durante el primer estadio de su trabajo de parto es de origen visceral, causado por la dilatación del cuello y del segmento uterino. Los estí- mulos nociceptivos provenientes del útero y del cuello (impulsos viscerales aferentes) son transmitidos por las fibras A-δ y C. Las fibras sensoriales provenientes del cuerpo uterino, el cuello y la parte superior de la vagina transitan a través del ganglio de Frankenhauser que se encuentra localizado lateralmente en la proximidad del cuello uterino, dirigiéndose luego hacia el plexo pélvico y después en dirección a los plexos ilíacos internos supe- rior y medio. Más adelante, estas fibras se dirigen por las cadenas simpáticas lumbares y torácicas inferiores hacia la médula espinal conducidas por los nervios torácicos10-12 y los primeros nervios lumbares. En la fase temprana del trabajo de parto, sólo parti- cipan las raíces nerviosas de T11 y T12, en la medida que las contracciones se intensifican se reclutan asimismo los segmentos T10 y L1. El descenso de la cabeza fetal en la pelvis causa la distensión de sus estructuras y presiona sobre las raíces del plexo lumbosacro produciendo un dolor referido a los segmentos L2 e inferiores. El segun- do estadio del parto se caracteriza porque se agrega a la estimulación nociceptiva antes descrita, un dolor más intenso causado por la distensión de la vagina, la vulva y el periné, dando comienzo el segundo período del traba- jo de parto. Se considera que la estimulación nociceptiva de estas estructuras provoca un dolor agudo somático.16 La vía aferente de transmisión del dolor en este estadio es el nervio pudendo que transita por la superficie pos- terior del ligamento sacroespinoso, justo por donde éste ligamento se adhiere a la espina isquiática, este filete ner- vioso inerva el periné, el ano y las partes mediales e infe-© E di to ri al E l m an ua l m od er no Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o Vías y mecanismos del dolor en la. . . • 297 Cuadro 29–3. Propiedades de las fibras C Tipo Neuro- péptidos Expresión en membrana Proyección medular 1 Sustancia P. Pép- tido relacionado con el gen de la calcitonina Factor de cre- c im ien to ner - vioso Láminas I y I I (superficie) 2 Otros Isolecitina B4 Lámina II (pro- funda) Médula Fibras A-β Fibras A-δ y C Médula espinal Asta dorsal Tracto espinoreticular Tracto espinotalámico Cerebro medio Tálamo Circunvolución postcental Proyecciones difusas Figura 29�1. Vías del dolor. Trabajo de parto Primer estadio Trabajo de parto Segundo estadio Fibras C Fibras A-δ Baja concentración Anestésico local Concentraciones más altas Anestésico local Nivel metamérico T10, T11, T12, L1 Nivel metamérico S2, S3, S4 Figura 29�2. Características de las diferentes etapas del trabajo de parto. 1. Fernández Torres B et al.: Analgesia obstétrica en una pa- ciente con tres cirugías previas de columna. Rev. Esp. Anestesiol. Reanim. 2006;53:446-449. 2. Roche S, Hughes EW: Pain problems associated with preg- nancy and their management. Pain Reviews 1999;6:239- 261. 3. Bonica J et al.: Textbook of pain, 3th ed. Churchill Livings- tone. 1994:615. 4. World Health Organization. Care in normal birth, a prac- tical guide. 1999, http://www.who.int/ 5. Alehagen S et al.: Fear, pain and stress hormones during childbirth. Journal of Psychosomatic Obstetrics & Gyneco- logy. 2005;26(3):153-165. 6. Giustini D: How Google is changing medicine. BMJ. 2005; 331:1487-1488. 7. Melzack R: The McGill pain questionnaire: major proper- ties and scoring methods. Pain. 1975;1:277-299. 8. Leeman L et al.: The Nature and Management of Labor Pain: Part I. Nonpharmacologic Pain Relief. Am Fam Physi- cian. 2003;68:1109-1112. 9. Leeman L et al.: The Nature and Management of Labor Pain: Part II. Pharmacologic Pain Relief. Am Fam Physician. 2003;68:1115-1120. 10. Gómez Sancho M: Dolor y sufrimiento. El problema del sentido. Rev. Soc. Esp. del Dolor. 1998;5:44-158. 11. Steer P, Flint C: ABC of labour care: Physiology and mana- gement of normal labour. BMJ. 1999;318:793-796. 12. Merskey H: Pain terms: a list with definitions and a note on usage. Recommended by the International Association for the Study of Pain (IASP) Subcom-mittee on Taxonomy. Pain. 1979;6:249-252. 13. Melzack R: Labour pain as a model of acute pain. Pain. 1993;53:117-120. 14. Hurtado F et al.: La mujer ante la experiencia del parto y las estrategias de afrontamiento. C. Med. Psicosom. 2003; 66:32-45. 15. Stucky CL, Gold MS, Zhang X: Mechanisms of pain. PNAS. 2001;98(21)11845–11846. 16. Bonica J. Labor pain. In: Melzack, R Textbook of pain. Churchill Livingstone. 1984;377-392. 17. Polley LS et al.: Dosedependent reduction of the mini- mum local analgesic concentration of bupivacaine by sufentanil for epidural analgesia in labor. Anesthesiology. 1998;89:626-632. riores de la vulva y el clítoris. Sus fibras sensoriales deri- van de las ramas de los nervios S2, S3 y S4. Los impulsos nociceptivos producidos por la distensión de la vagina y del periné durante la expulsión fetal, son mediados por los nervios genito-femoral (L1-L2), ilioinguinal (L1) y el nervio cutáneo posterior de los muslos (S2-S3). CONSIDERACIONES DE ÍNDOLE PRÁCTICA El conocimiento de que las vías de transmisión del dolor durante la primera y segunda etapa del trabajo de parto son distintas, y difieren en sus características anatómicas, sensibilidad a los anestésicos locales y que su ingreso en el asta dorsal de la medula se efectúa a diferentes nive- les, es la piedra angular para poder realizar con eficacia una correcta analgesia. La transmisión de los estímulos nociceptivos durante primer período del trabajo del parto, vehiculizados por fibras C, es bloqueada utilizando bajas concentraciones de anestésicos locales y esto es debido a dos factores: 17 1. No poseen cobertura mielínica. 2. Su reducido diámetro. Por el contrario, durante el segundo período del trabajo del parto, el bloqueo de las aferencias nociceptivas somá- ticas, fibras mielinizadas A-δ de mayor calibre, requerirán concentraciones más elevadas de anestésicos locales. La figura 29–2 resume las características reseñadas. 298 • Anestesia obstétrica (Capítulo 29) REFERENCIAS
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