Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
451 Ca pí tu lo 6 5 anestesia intradural o subaraCnoidea 1. ¿Cuáles son las ventajas de la anestesia intradural en comparación con la anes tesia general? La respuesta metabólica de estrés frente a la cirugía y la anestesia se reduce debido al blo- queo subaracnoideo (BSA). Especialmente en la cirugía programada de cadera, puede haber una reducción del 20-30% en el volumen de pérdida sanguínea. El BSA reduce la incidencia de complicaciones tromboembólicas venosas hasta en un 50%. La afectación pulmonar parece ser menor. Se evita la intubación endotraqueal. Puede realizarse un seguimiento del estado mental. 2. ¿Cuáles son las dosis habituales de los anestésicos locales utilizados con ma yor frecuencia en la anestesia intradural, y cuál es la duración de su efecto? Véase la Tabla 65-1. 3. ¿Dónde se localiza principalmente el efecto de los anestésicos locales por vía intradural? Los principales lugares donde se obtiene el efecto son las raíces de los nervios raquídeos y la médula espinal. Curiosamente, las raíces nerviosas pueden presentar diferentes configuraciones anatómicas (ramificaciones en lugar de raíces), y puede existir variabilidad en la compartimenta- lización de la fascia de dichas raíces, en especial entre las raíces dorsales y las ventrales, lo cual justifica en parte las diferencias existentes entre el bloqueo motor y el sensitivo. 4. ¿Cuáles son los factores que determinan la finalización del efecto? La reabsorción del fármaco desde el líquido cefalorraquídeo (LCR) hacia la circulación sistémica limita la duración de su efecto. La adición de un vasoconstrictor que reduzca dicha reabsorción Capítulo 65 © 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos ta b l a 6 5 - 1 . d o s i s d e l o s a n e s t é s i C o s l o C a l e s u t i l i z a d a s pa r a l a a n e s t e s i a i n t r a d u r a l Concentración habitual Dosis habituales (mg) Duración del efecto (min) extremidades inferiores y zona perineal Abdomen inferior Abdomen superior sin adrenalina Con adrenalina Lidocaína 5% en dextrosa 30-50 75-100 60-75 75-90 Bupivacaína 0,75% en dextrosa 5-10 12-17 90-120 100-150 Ropivacaína 0,25-1% 8-12 16-18 90-120 90-120 Tetracaína 1% en dextrosa 4-8 10-16 90-120 120-240 Ropivacaína 0,5% en dextrosa 12-18 18-25 80-110 — Levobupivacaína 8-10 12-20 90-120 100-150 Capítulo 65 anestesia intradural o subaraCnoidea452 Capítulo 65 anestesia intradural o subaraCnoideaCapítulo 65 anestesia intradural o subaraCnoidea Capítulo 65 anestesia intradural o subaraCnoidea aumenta la duración del efecto. La eficacia vasoconstrictora disminuye con anestésicos locales que poseen una duración del efecto intrínsecamente larga. 5. Describa los factores implicados en la distribución (y extensión) del bloqueo de conducción. Las características del paciente son su altura, posición, presión intraabdominal, configuración anatómica del canal medular y embarazo. Existe una gran variabilidad interindividual en el volumen de LCR de la zona lumbosacra; en los estudios de resonancia magnética (RM) se ha observado un intervalo de volumen de entre 28 y 81 ml. El volumen de LCR lumbar se corre- laciona con la altura y con la regresión del bloqueo. Con la excepción de una relación inversa con el peso, no existe ninguna medición física externa que pueda estimar de forma fiable el volumen de LCR lumbar. Dicho volumen también se encuentra reducido en el embarazo. Dirección y localización de la aguja de punción cuando se inyecta el anestésico. La dosis total de anestésico local inyectada es importante, mientras que su volumen o con- centración son irrelevantes. La baricidad de la solución anestésica local. La baricidad se define por la relación entre la densidad de la solución anestésica local frente a la densidad del LCR. Una solución con una relación mayor de 1 es hiperbárica y tiende a localizarse en las zonas declives del LCR. Una solución isobárica tiene una baricidad igual a 1, y tiende a permanecer en la zona de alrededor del lugar de inyección. Una solución con una relación inferior a 1 es hipobárica, y tiende a ascender en el LCR. 6. ¿A qué niveles de la columna lumbar debe realizarse la anestesia intradural? ¿Qué estructuras se atraviesan cuando se realiza un bloqueo subaracnoideo? El nivel seleccionado debe situarse por debajo de L1 en el adulto, y por debajo de L3 en los niños para evitar que la aguja lesione la médula espinal. El punto anatómico de elección es el espacio intervertebral L3-L4, que se localiza en la línea de intersección con el borde superior de las crestas ilíacas. Puede utilizarse un abordaje en la línea media o paramedial. Las capas anatómicas que se atraviesan incluyen: piel, estructuras subcutáneas, ligamento supraespinoso, ligamento interespinoso, ligamento amarillo, duramadre y membrana aracnoides. 7. ¿Cuáles son las complicaciones más habituales de la anestesia intradural? Las complicaciones más habituales son: hipotensión, bradicardia, aumento de la sensibilidad a los fármacos sedantes, náuseas y vómitos (posiblemente secundarios a la hipotensión), cefalea pospunción dural, y lumbalgia y parestesia residuales (normalmente asociadas al uso de lido- caína). Complicaciones menos frecuentes pero más graves son: lesiones nerviosas, síndrome de cola de caballo, meningitis y formación de absceso/hematoma intradural total. Los efectos específicos de estas complicaciones se comentan a continuación. 8. ¿Cuáles son las modificaciones fisiológicas y los factores de riesgo asociados con la hipotensión secundaria al bloqueo subaracnoideo? La hipotensión aparece por la pérdida de la resistencia vascular periférica mediada por el sistema simpático. La presión arterial y la presión venosa central disminuyen, mientras que la frecuencia cardíaca, el volumen sistólico y el gasto cardíaco se reducen sólo de forma leve. Factores como la hipovolemia, la edad superior a 40 años, nivel sensitivo superior a D5, presión arterial sistó- lica basal inferior a 120 mmHg y realización del bloqueo en L3-L4 o por encima, aumentan la incidencia de hipotensión. Dicha hipotensión y, posiblemente, la disminución del flujo sanguíneo cerebral, son los responsables de las náuseas y vómitos observados en el BSA. El paciente debe recibir una carga de solución cristaloide o de coloide (250-1.000 ml) previamente al BSA. Debido al patrón de distribución, la solución coloidea es más eficaz, aunque su coste es mayor. La hipotensión suele revertir con la expansión de volumen y la administración de fármacos sim- paticomiméticos por vía intravenosa. La posición de Trendelenburg puede aumentar el nivel del bloqueo, y debe aplicarse con precaución. La sobrecarga de volumen también debe efectuarse con precaución en pacientes que presenten una reserva cardíaca limitada. En éstos, a medida que el bloqueo revierte, el tono vascular aumenta, y con ello el volumen sanguíneo central, lo que puede desencadenar una insuficiencia cardíaca. Las maniobras destinadas a que el bloqueo sea unilateral también pueden reducir la incidencia de hipotensión asociada con el BSA. Capítulo 65 anestesia intradural o subaraCnoidea Capítulo 65 anestesia intradural o subaraCnoideaCapítulo 65 anestesia intradural o subaraCnoidea Capítulo 65 anestesia intradural o subaraCnoidea 453 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iza ci ón e s un d el ito 9. ¿Cuál es la causa y los factores de riesgo asociados con la bradicardia se cundaria a bloqueo subaracnoideo? La bradicardia aparece de forma secundaria a un tono vagal sin oposición por una simpatec- tomía alta, un bloqueo de las fibras cardioaceleradoras (D1-D4) y el reflejo de Bezold-Jarisch (enlentecimiento de la frecuencia cardíaca secundario a disminución del retorno venoso). El riesgo es mayor en pacientes que presentan un aumento del tono vagal de base (niños y adultos con frecuencia cardíaca de reposo <60). La bradicardia puede tratarse con fármacos anticoli- nérgicos(atropina) o con agonistas adrenérgicos b, como la efedrina. 10. ¿Por qué los pacientes que reciben anestésicos por vía intradural son especial mente sensibles a los sedantes? ¿Qué es la desaferenciación? Caplan et al. (1998) publicaron una revisión fundamental sobre pacientes sanos que, al ser some- tidos a cirugía programada con anestesia intradural, experimentaron un estado similar al sueño sin verbalización espontánea, y que fue seguido por un paro cardiorrespiratorio. A pesar de que se trató de episodios de paro presenciado, estos pacientes fueron difíciles de reanimar, y fallecieron o presentaron secuelas neurológicas graves. Posteriormente, se ha demostrado que los pacientes que reciben anestésicos por vía intradural son especialmente sensibles a los fármacos sedantes. Ello puede ser debido a una pérdida de estimulación periférica en el sistema reticular activador (SRA). Esa parte del tronco encefálico es la responsable de mantener el estado de vigilia. Parece ser que las fibras raquídeas motoras y el estímulo sensitivo aferente en el SRA contribuyen al estado de vigilia, y la información que aportan está reducida en la anestesia intradural, lo que deja al paciente en una situación propensa a la sobresedación. La anestesia intradural (y epidural) aumenta los efectos hipnóticos de fármacos como el midazolam, el isoflurano, el sevoflurano y el tiopental. 11. Describa las características clínicas de un bloqueo subaracnoideo alto o total. Este tipo de anestesia se debe a la depresión de la médula espinal cervical y del tronco encefáli- co, producida por el anestésico local. Los síntomas y signos son: disfonía, disnea, debilidad de las extremidades superiores, pérdida de conciencia, dilatación pupilar, hipotensión, bradicardia y paro cardiorrespiratorio. La detección precoz es clave para su tratamiento, que consiste en asegurar la vía aérea, instaurar ventilación mecánica y administrar infusión de volumen y fár- macos vasopresores. El paciente debe recibir sedación una vez se ha instaurado la ventilación y las constantes hemodinámicas son estables. Los efectos del bloqueo subaracnoideo alto o total suelen estar ya resueltos al finalizar el procedimiento quirúrgico y, a menos que esté con- traindicado, el paciente puede ser desintubado. 12. Si un paciente sufre un paro cardíaco mientras está sometido a un bloqueo subaracnoideo, ¿cómo difieren las medidas de reanimación del protocolo es tándar de soporte cardíaco vital avanzado? Debido a que estos pacientes presentan una pérdida del tono simpático y disminución de la resistencia vascular periférica, será necesario administrar dosis rápidamente progresivas de adrenalina para aumentar la resistencia periférica y la perfusión coronaria. Hasta que estas medi- das no sean eficaces, debe considerarse doblar la dosis siguiente de adrenalina que se administre cada vez (o sea, 1 mg, a continuación 2 mg, a continuación 4 mg, etc.). 13. ¿Cuáles son las características clínicas de la cefalea pospunción dural y su tratamiento? Después de la punción dural, puede aparecer una cefalea potencialmente grave, presumiblemente de forma secundaria al desgarro de la duramadre y a la extravasación resultante de LCR, lo que pue- de provocar la tracción de las meninges y de los pares craneales. La cefalea, de forma característica, aparece poco después de la punción. Habitualmente es intensa, localizada en la región cervical y occipital, y empeora en posición erecta. Puede aparecer diplopía o visión borrosa. Las nuevas agu- jas en punta de lápiz han reducido la incidencia de este tipo de cefalea a, aproximadamente, el 1%. La incidencia es mayor en mujeres, pacientes jóvenes, parturientas y obesos. La hidratación, los analgésicos y la cafeína constituyen el tratamiento básico, mientras que el parche hemático epidural (administración de, aproximadamente, 20 ml) tiene un índice de éxito superior al 75%. Antes de asumir que un paciente sufre una cefalea pospunción dural, es importante descartar la hipertensión grave u otras enfermedades del sistema nervioso central como causas de los síntomas. Capítulo 65 anestesia intradural o subaraCnoidea454 Capítulo 65 anestesia intradural o subaraCnoideaCapítulo 65 anestesia intradural o subaraCnoidea Capítulo 65 anestesia intradural o subaraCnoidea 14. ¿Cuál es el riesgo de lesión neurológica tras la anestesia intradural? La aguja intradural puede producir un traumatismo directo sobre las fibras nerviosas, lo que viene anunciado por la aparición de parestesias, ante las que debe cambiarse la dirección de la aguja. La aparición de déficits neurológicos persistentes o raquialgia grave sugieren la existencia de un hematoma por hemorragia venosa epidural (por traumatismo directo o por coagulopatía), o bien la aparición de un absceso. La detección y el tratamiento precoces son vitales para evitar secuelas neurológicas permanentes. En los pacientes que han recibido medicación con efectos anticoagulantes es importante no atribuir los déficits neurológicos persistentes al efecto residual de la anestesia local. Se ha descrito la aparición de una aracnoiditis adhesiva, presumiblemente debida a la inyección de una sustancia irritante en el espacio subaracnoideo. 15. ¿Cuál es el efecto de la anestesia intradural sobre la regulación de la tempera tura? Debido a la vasodilatación y a que el paciente no puede producir contracciones musculares (escalofríos) en respuesta a la disminución de la temperatura corporal, la hipotermia constituye un riesgo. Curiosamente, el paciente puede no sentir frío porque las extremidades vasodilatadas están calientes. Además, el médico puede no detectar la hipotermia porque la monitorización de la temperatura no es una práctica habitual en pacientes sometidos a anestesia regional, y porque sería necesario monitorizar un punto que reflejara la temperatura corporal central, como la membrana timpánica. Los pacientes que reciben anestésicos locales deben recalentarse con dispositivos de aire caliente forzado. 16. ¿Cuáles son las contraindicaciones de la anestesia intradural? Las contraindicaciones absolutas son: infección local en el punto de inyección, bacteriemia, hipovolemia importante, coagulopatía, estenosis valvular grave, infección en el lugar del proce- dimiento e hipertensión intracraneal. Las contraindicaciones relativas son: enfermedad neuroló- gica (desmielinizante) degenerativa progresiva (esclerosis múltiple), lumbalgia y sepsis. 17. Describa las recomendaciones actuales para la administración de anestesia re gional en pacientes con alteración de la coagulación debida a fármacos. La American Society of Regional Anesthesia and Pain Medicine ha definido los riesgos de la anestesia regional en el paciente anticoagulado. Esta pregunta y las dos siguientes resumen las cuestiones clave: Los pacientes sometidos a tratamiento trombolítico/fibrinolítico no deben ser expuestos a anestesia regional, excepto en las circunstancias más extremas. Los pacientes sometidos a anestesia regional, previamente a la instauración de dicho tratamiento deben ser sometidos a exploraciones neurológicas seriadas. Los anticoagulantes orales deben retirarse 4-5 días antes del procedimiento programado, y el tiempo de protrombina/índice normalizado internacional (TP/INR) debe estar norma- lizado. La administración concomitante de fármacos que afectan a la hemostasia a través de dife- rentes mecanismos (antiagregantes, ácido acetilsalicílico, heparina) complica la decisión de realizar una anestesia regional, por lo que las decisiones deben tomarse de forma indi- vidualizada. Los pacientes que toman únicamente antiinflamatorios no esteroideos (AINE) pueden recibir anestesia regional en punción única o mediante catéter, al igual que los que toman ácido acetilsalicílico en dosis inferiores a 300 mg/día. La existencia de trombocitopenia y las alteraciones en la cascada de la coagulación son, probablemene, contraindicaciones para la anestesia regional. 18.¿Debe realizarse anestesia intradural (o epidural) cuando se administra heparina no fraccionada? Si se va a administrar heparina, la coexistencia de trombocitopenia, administración de fárma- cos antiagregantes o anticoagulantes orales y otras discrasias hemorrágicas deben hacer que se eviten las técnicas de anestesia regional. La administración subcutánea de dosis bajas de heparina no fraccionada no constituye una contraindicación, pero lo mejor es realizar el bloqueo cuando el efecto de la heparina sea Capítulo 65 anestesia intradural o subaraCnoidea Capítulo 65 anestesia intradural o subaraCnoideaCapítulo 65 anestesia intradural o subaraCnoidea Capítulo 65 anestesia intradural o subaraCnoidea 455 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iza ci ón e s un d el ito mínimo. De forma parecida, no se administrará la dosis de heparina si está programada para poco después del bloqueo. En pacientes vasculares que reciben dosis anticoagulantes intravenosas de heparina deben evitarse las técnicas regionales cuando están presentes otras coagulopatías; debe retrasarse la administración de heparina hasta un mínimo de 1 hora después de la punción de anestesia regional, y se retirará el catéter cuando el efecto de la heparina haya disminuido (1 hora antes de la siguiente dosis o 2-4 horas después de la última). No existen datos sobre la pauta que se debe seguir en caso de que se produzca una punción hemorrágica. El tratamiento anticoagulante prolongado con heparina no fraccionada aumenta el riesgo de hematoma espinal, especialmente cuando coexisten otras alteraciones de la coagulación. 19. ¿Debe realizarse anestesia intradural (o epidural) cuando se administra hepari na de bajo peso molecular? Los pacientes que han recibido heparina de bajo peso molecular (HBPM) debe considerarse que presentan una coagulación alterada, y la técnica intradural de punción única es el pro- cedimiento más seguro para esta población. Al igual que con la heparina no fraccionada, la existencia de otros factores que aumenten la probabilidad de hemorragia aumenta el riesgo de hematoma intrarraquídeo cuando se administra la HBPM. El momento de realización de la anestesia neuroaxial y el de la administración de la HBPM son extremadamente importantes, al igual que la dosis de HBPM. La punción con la aguja debe rea - lizarse por lo menos 10-12 horas después de una dosis de HBPM. La punción se pospondrá durante 24 horas cuando el paciente esté recibiendo dosis altas de HBPM: enoxaparina, 1 mg/kg cada 12 horas o 1,5 mg/kg/día de enoxaparina; 120 U/kg cada 12 horas o 200 U/kg/día de dalteparina, o 175 U/kg de tinzaparina. Una punción intradural hemorrágica no obliga a suspender la cirugía, pero debe posponerse la administración de HBPM durante 24 horas. Si se va a colocar un catéter epidural a un paciente para el tratamiento del dolor postopera- torio y, además, va a recibir HBPM, una dosis doble diaria tiene mayor riesgo de provocar un hematoma espinal que una sola dosis diaria, por lo que deben sopesarse los beneficios del catéter epidural en los pacientes que reciben dos dosis al día. Aunque la opinión de algunos expertos es más agresiva, una práctica segura consiste en posponer la primera dosis durante, por lo menos, 24 horas en el postoperatorio, y retirar el catéter como mínimo 10-12 horas tras la última dosis de HBPM. 20. ¿Cuáles son los beneficios y los efectos secundarios de los opioides adminis trados por vía intradural? Los opioides producen una analgesia visceral intensa, y pueden prolongar el bloqueo sensitivo sin afectar a la función motora o simpática. Los lugares principales de acción son los receptores de opioides en la segunda y tercera lámina de la sustancia gelatinosa del asta dorsal de la médula espinal. Los agentes liposolubles, como el fentanilo y el sufentanilo, presentan un efecto mucho más localizado que los fármacos hidrosolubles, como la morfina. El fentanilo y el sufentanilo tienen un inicio de acción rápido, con una duración del efecto superior a las 6 horas. El efecto de la morfina dura 6-24 horas. Los efectos secundarios son: depresión respiratoria (que puede aparecer de forma tardía con los agentes hidrosolubles), náuseas, vómitos, prurito y retención urinaria. Los antagonistas o agonistas/antagonistas de los opioides revierten las complicaciones, pero si se administran en dosis mayores también pueden revertir la analgesia. 21. ¿Qué es el síndrome neurológico transitorio y cuál es su causa? El síndrome neurológico transitorio se describió por primera vez en 1993. Los hallazgos habituales incluyen dolor o disestesias en las nalgas, que irradian hacia la cara posterolateral de muslos y pan- torrillas. Este dolor se ha descrito como agudo y lancinante, y también como sordo, con sensación de calambre o quemazón. Habitualmente, los síntomas mejoran con el movimiento, empeoran por la noche y responden a los AINE. El dolor es de moderado a intenso en, por lo menos, el 70% de los pacientes; disminuye con el tiempo y desaparece espontáneamente en, aproximadamente, una semana en el 90% de los casos. Es extremadamente raro que el dolor se prolongue más allá de dos semanas. De forma característica, no se encuentran hallazgos neurológicos objetivos. Capítulo 65 anestesia intradural o subaraCnoidea456 Capítulo 65 anestesia intradural o subaraCnoidea En la mayoría de los casos, el síndrome neurológico transitorio se ha asociado con la adminis- tración de lidocaína intradural, y su incidencia, si bien varía en función de los estudios, proba- blemente es del 15% como promedio. Se ha asociado de forma mucho más esporádica a la ad- ministración de bupivacaína, prilocaína, procaína y mepivacaína. La concentración de lidocaína no parece ser un factor asociado (el síndrome se ha observado con lidocaína hiperbárica al 5% e isobárica al 2%). No existe asociación con la presencia de glucosa, opioides, adrenalina o la baricidad u osmolaridad de la solución. Además, tampoco son factores que influyan el sexo, el peso, la edad, el tipo de aguja, la dificultad con la punción o la aparición de parestesias durante la realización del bloqueo, aunque la posición de litotomía puede constituir un factor de riesgo. La bupivacaína no se asocia con el síndrome. Curiosamente, el embarazo protege frente al síndrome neurológico transitorio asociado con la administración de lidocaína. 22. Debido a que la lidocaína se asocia con el síndrome neurológico transitorio, ¿cuál sería el anestésico local adecuado para una anestesia intradural en ci rugía ambulatoria? La administración de bupivacaína en dosis de 5-7,5 mg conseguirá un bloqueo sensitivo máxi- mo en la región torácica media, con una duración del bloqueo sensitivo de, aproximadamente, 2 horas, y una duración del bloqueo motor de, aproximadamente, 1 hora, y el intervalo hasta el alta no se prolongará significativamente respecto a cuando se utiliza lidocaína. Las dosis de bu- pivacaína superiores a 10 mg producen un retraso en la micción. Ello no supone necesariamente un retraso para el alta domiciliaria, si no existen antecedentes de dificultad en la micción y si la intervención no se realizó en el área pélvica. Se ha utilizado la ecografía para identificar a los pacientes que precisan sondaje. 23. ¿Puede realizarse una anestesia intradural continua? Esta técnica está recuperando su popularidad. A principios de la década de 1990 se notificaron muchos casos de síndrome de cola de caballo después de la administración de dosis inadecua- das con microcatéteres subaracnoideos. Aparentemente, la ausencia de turbulencia asociada a la inyección mediante microcatéter conduce a un remansamiento del anestésico local en la zona caudal a la desviación lordótica lumbar, lo que comporta la administración de dosis repetidas e inadecuadas de anestésicos locales. La anestesia intradural continua es segura y eficaz utilizando agujas y catéteres epidurales de calibre 18-22 G (y aunmejor, un equipo especialmente diseñado). La incidencia de hipotensión 1. La pérdida de estimulación sensitiva y motora aferente hace al paciente sensible frente a fárma- cos sedantes, por efecto de la desaferenciación. Por el mismo motivo, la anestesia neuroaxial reduce la concentración alveolar mínima de los anestésicos halogenados. 2. El predominio del sistema vagal sugiere un riesgo de colapso cardiovascular durante la aneste- sia nerviosa central. 3. Los pacientes con simpatectomía por anestesia regional precisan una reanimación enérgica, quizá con dosis mayores de vasopresores, para restablecer la perfusión miocárdica tras un paro cardíaco. 4. Deben sospecharse síntomas neurológicos transitorios en un paciente que ha recibido anestesia intradural con lidocaína y presenta dolor en las nalgas y en la cara posterior de las extremidades inferiores. No existen hallazgos neurológicos objetivos asociados con este síndrome. PUntos ClAVe: AnestesIA IntrADUrAl o sUbArACnoIDeA Capítulo 65 anestesia intradural o subaraCnoidea Capítulo 65 anestesia intradural o subaraCnoidea 457 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iza ci ón e s un d el ito es menor, al igual que la necesidad de rescate con vasopresores. Esta técnica permite ajustar la dosis del anestésico local para lograr el efecto deseado, y se ha utilizado satisfactoriamente en pacientes ancianos, con estenosis aórtica o traumatismos. Cabe destacar que se trata de una técnica atractiva para los ancianos, porque éstos no suelen presentar una cefalea pospunción dural aunque la punción dural se realice con agujas epidurales de gran calibre. bibliografía reComendada 1. Caplan RA, Ward RJ, Posner K, et al: Unexpected cardiac arrest during spinal anesthesia: a closed claims analysis of predisposing factors. Anesthesiology 68:5–11, 1988. 2. Zaric D, et al: Transient neurologic symptoms after spinal anesthesia with lidocaine versus other local anesthetics: a systematic review of randomized, controlled trials. Anesth Analg 100:1811–1816, 2005. 3. Hocking G, Wildsmilth JAW: Intrathecal drug spread. Br J Anaesth 93:568–578, 2004. 4. Moen V, Dahlgren N, Irestedt L: Severe neurological complications after central neuraxial blockades in Sweden 1990–1999. Anesthesiology 101:950–959, 2004. American Society of Regional Anesthesia and Pain Management http://www.asra.com PágInA web http://www.asra.com/
Compartir