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1696 SECCIÓN XIV Hematología Enfermedades del sistema mononuclear fagocítico INTRODUCCIÓN El sistema mononuclear fagocítico incluye los monocitos, maduros e inmaduros, y los histiocitos de los tejidos. Hay dos grandes grupos de histiocitos: el macrófago, que fagocita y procesa antígenos, y la célula dendrítica, que presenta antígenos. Las células dendríticas incluyen las células de Langerhans, las células dendríticas interdigitantes, los dendrocitos dérmicos y las células dendríticas foliculares. Las enfermedades de los monocitos de sangre y médula ósea se tratan en otros capítulos. Las afecciones de los histiocitos pueden corresponder a enfermedades acumulativas, inflamatorias o neoplásicas (cuadro 213-1). En este capítulo se describen las proliferaciones de his- tiocitos (histiocitosis) de origen inflamatorio y neoplásico más relevantes. HISTIOCITOSIS NO NEOPLÁSICAS Las lisosomopatías genéticas se tratan en otras secciones (v. cap. 223, Enfermedades por depósito en los lisosomas). Síndrome del histiocito azul marino Es una rara enfermedad sistémica de probable transmisión recesiva, aunque hay casos esporádicos, en la que se acumulan fosfoesfingo- lípidos y glucoesfingolípidos en los histiocitos formando gránulos intracitoplasmáticos de color azul marino o verdoso con las tinciones de May-Grünwald-Giemsa o de Wright. Hay un déficit parcial de esfingomielinasa y para algunos autores es una variante de la enferme- dad de Niemann-Pick. Predomina ligeramente en el sexo femenino y puede descubrirse a cualquier edad, siendo más frecuente antes de los 20 años. Los histiocitos infiltran hígado, bazo y médula ósea, lo que da lugar a hepatoesplenomegalia y púrpura trombocitopénica. Se pueden observar neumopatía intersticial crónica, trastornos neurológicos y oculares, lesiones cutáneas, cirrosis y malabsorción. La evolución es benigna, con supervivencia prolongada, aunque la afección de hígado, pulmón o corazón puede causar la muerte. Por el momento carece de terapia. El TPH puede ser efectivo en casos graves. Los histiocitos azul marino no son patognomónicos de esta enfer- medad, ya que puede observarse en otras gangliosidosis, en hiperlipe- mias y en hemopatías malignas con destrucción celular acelerada, como la leucemia mieloide crónica o la anemia hemolítica crónica. Histiocitosis por depósito generalizado de cristales de inmunoglobulinas En pacientes con gammapatía monoclonal, muy infrecuentemente, pueden acumularse histiocitos con depósito intralisosómico de para- proteína. Afecta a la médula ósea, aunque los histiocitos pueden infiltrar otros órganos del sistema mononuclear fagocítico y el riñón. El pronós- tico depende de la enfermedad de base, de la extensión e intensidad de la acumulación histiocitaria y del grado de disfunción orgánica. HISTIOCITOSIS PROLIFERATIVAS E INFLAMATORIAS La Histiocyte Society ha actualizado la clasificación de las histiocitosis según la célula de origen y las características clínicas, radiológicas, his- tológicas, fenotípicas y genéticas. Se trata de un grupo heterogéneo de entidades agrupadas en relacionadas con la célula de Langerhans, que Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en junio 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. y alguno de los síndromes característicos de amiloidosis. En el 90% de los pacientes existe un componente M sérico o urinario, o bien se puede demostrar una población monoclonal de células plasmáticas en médula ósea. El procedimiento diagnóstico inicial consistirá en una biopsia de la grasa subcutánea, que es positiva en el 80% de los casos. Si esta exploración es negativa, el siguiente paso es la práctica de una biopsia rectal, que resulta positiva en el 70% de los casos. Si estas biopsias son negativas, se practicará una biopsia del órgano presumiblemente afecto. Pronóstico La mediana de supervivencia de los pacientes con amiloidosis AL se sitúa entre 2 y 3 años y depende fundamentalmente del síndrome asociado. Así, es inferior a 6 meses en los pacientes con insuficiencia cardíaca, mientras que supera los 5 años cuando el síndrome asociado es la polineuropatía. Los factores pronósticos fundamentales son la afección cardíaca medida por los biomarcadores cardíacos (troponina y NT-Pro- BNP) o por técnicas de imagen como el ecocardiograma o la resonancia magnética cardíaca y la cuantía de cadenas ligeras libres en suero. Tratamiento La asociación de melfalán y prednisona produce una tasa de respuestas del 20%. En los pacientes con síndrome nefrótico, sin insuficiencia renal ni afección cardíaca, la tasa de respuestas se incrementa al 40%. La asociación quimioterápica con la que se han referido mejores resultados ha sido la de melfalán/dexametasona (tasas de respuesta del 70% con un 30% de RC). Cabe destacar que, en pacientes tratados con melfalán, la probabilidad actuarial de presentar un síndrome mielodisplásico o una leucemia aguda a los 3 años y medio de seguimiento es del 21%. Los nuevos fármacos que ya se están utilizando en el MM, en especial el bor- tezomib y en menor medida la lenalidomida y la pomalidomida, pueden ser de gran utilidad en el tratamiento de los pacientes con amiloidosis primaria. En este sentido, la combinación más empleada es CyBorD (ciclofosfamida, bortezomib y dexametasona). Otro fármaco muy prome- tedor en el tratamiento de la amiloidosis primaria es el daratumumab. De hecho, se está efectuando un estudio aleatorizado en el que se compara la eficacia de CyBorD frente a CyBorD más daratumumab. Otra opción, en pacientes no candidatos a trasplante autólogo es la asociación de melfalán, dexametasona y bortezomib. En pacientes de menos de 65 años sin afección cardíaca grave, el tratamiento con dosis elevadas de melfalán seguido de TPH autogénico constituye el tratamiento de elección. BIBLIOGRAFÍA ESPECIAL Bladé J. Clinical practice. Monoclonal gammapathy of undetermined signifi- cance. N Engl J Med 2006;355:2765-70. Bladé J, Rosiñol L, Fernández de Larrea C. How I treat relapsed myeloma. Blood 2015;125:1532-40. Kyle RA, Larson DR, Therneau TM, Dispenzieri A, Kumar S, Cerhan JR, et al. Long term follow-up of monoclonal gammopathy of undetermined significance. N Engl J Med 2018;378:241-9. Morean P, San Miguel J, Sonneveld P, Mateos MV, Zamagni E, Avet-Loiseau H, et al. Multiple Myeloma: ESMO Clinical Practice Guidelines for diagnosis, treatment and follow-up. Ann Oncol 2017;28(Suppl 4):iv52-61. Merlini G, Dispenzieri A, Sanchorawala V, Schönland SO, Palladini G, Haw- kins PN, et al. Systemic inmunoglobulina light chain amyloidosis. Nature Reviews/Disease Primers 2018;4:38. https://booksmedicos.org CAPÍTULO 213 Enfermedades del sistema mononuclear fagocítico © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. S E C C IÓ N X IV 1697 incluye la histiocitosis de células de Langerhans (HCL), la enfermedad de Erdheim-Chester (EEC) y otras, histiocitosis cutánea y mucosa, his- tiocitosis malignas, enfermedad de Rosai-Dorfman y linfohistiocitosis hemofagocítica. El grupo mucocutáneo no será tratado en este capítulo. Histiocitosis de células de Langerhans Concepto La HCL es debida a la proliferación de las células de Langerhans y tiene una clínica muy variable según la localización y el número de lesiones. Su incidencia es de 8-9 casos por millón de habitantes y año, puede observarse a cualquier edad con pico máximo en individuos de 1-3 años. Etiología La mayoría de los pacientes presentan mutaciones somáticas activantes de la vía MAPK en las células de Langerhans. Anatomía patológica La lesión histológica está constituida por células de Langerhans acom- pañadas en distinto grado por macrófagos, eosinófilos, linfocitos T y células gigantes multinucleadas. Las células de Langerhans son ovales, denúcleo periférico característicamente hendido y con poca atipia, citoplasma ligeramente eosinófilo sin prolongaciones y son positivas para CD1a, S-100 y CD207 (langerina), que reconoce los gránulos de Birbeck. Etiopatogenia En la HCL se observan mutaciones y alteraciones genéticas, mutua- mente excluyentes, en genes de la vía MAPK (BRAF, 50% de los pacien- tes, y MAP2K, 25%) que activan dicha vía de forma constitutiva. Se detecta también en la HCL pulmonar, típica de individuos jóvenes fumadores. En la HCL de bajo riesgo la mutación ocurre en precursores tisulares o en células más comprometidas que en la HCL de alto riesgo, donde se detecta en precursores hematopoyéticos y precursores de célula dendrítica de sangre. En la HCL hay hipercitocinemia que participa en la inflamación y en la proliferación clonal. Cuadro clínico El cuadro clínico es muy variable según la extensión de la proliferación y del territorio afectado, de los que dependerá la gravedad de la enfer- medad y el tratamiento a administrar. El espectro clínico oscila desde una lesión única, generalmente indolente, a una afección multisis- témica con riesgo vital. La afección ósea, uni- o multifocal, es la más frecuente (70%-80% de los pacientes) y afecta sobre todo a cráneo, mandíbula, costillas, porción proximal de huesos largos y pelvis. Los pacientes refieren dolor óseo que se puede acompañar de tumefacción de partes blandas, sin afección del estado general. La lesión osteolítica no acostumbra a tener reacción perióstica. La afección orbitaria puede causar exoftalmos con pérdida de visión o estrabismo por alteraciones en el nervio óptico o la musculatura orbitaria. La infiltración del SNC, que se observa en el 5%-50% de los pacientes, se manifiesta en forma de diabetes insípida a la que se pueden asociar otros déficits hormonales hipotalá- mico-hipofisarios. La lesión cutánea y mucosa, en forma de pápulas, vesículas, eccema o úlceras, se observa en un tercio de los casos y afecta principalmente al cráneo. Las lesiones ulceradas pueden sobreinfectarse y ser el origen de cuadros sépticos. Las formas cutáneas generalizadas cursan con afección del estado general y fiebre. La forma pulmonar localizada, relacionada con el tabaquismo, cursa con tos y disnea y puede asociarse a neumotórax. Radiológicamente puede ir desde un infiltrado intersticial hasta una lesión en panal de abeja. Las formas diseminadas de HCL pueden afectar a hígado, bazo, ganglios, pulmón y otros órganos y cursan con afección del estado general y fiebre. Se observan signos y síntomas derivados de la infil- tración como tos, disnea, diarrea, adenopatías, hepatoesplenomegalia, anemia y trombocitopenia, alteraciones de la función hepática y de la coagulación. Diagnóstico Se realiza por la presencia de una histología e inmunofenotipo típico en un contexto clínico adecuado, ya que se pueden observar células de Langerhans en otros procesos como linfomas y otras neoplasias. A me- nudo, el diagnóstico se retrasa por la variable presentación clínica. La detección histoquímica de BRAF V600E es útil en el diagnóstico. El diagnóstico diferencial es amplio e incluye dermatitis seborreica, infecciones o psoriasis, tumores óseos, traumas o infecciones con colapso vertebral, sarcoidosis e infecciones víricas pulmonares. La diabetes insípida con lesión pituitaria única debe diferenciarse de linfoma o germinoma. Pronóstico Es muy variable y viene dado por el número de órganos afectos (peor si son más de cuatro), el tipo de órganos afectos y su grado de dis- función, y la respuesta al tratamiento de inducción. Debe efectuarse un estudio de extensión de la enfermedad y la PET/TC puede ser más sensible en identificar lesiones y valorar la respuesta al tratamiento. La afección de pulmón, hígado, médula ósea y bazo identifica a pacientes de riesgo. La cuantificación de BRAF V600E en sangre podría ser útil para establecer el pronóstico de los pacientes. En los pacientes de bajo riesgo las principales complicaciones son la recidiva de la enfermedad, que puede observarse en el 50% de los casos, y las secuelas orgánicas secundarias. En los pacientes de riesgo la mortalidad puede llegar al 20% a los 5 años, incluso con la administración de quimioterapia intensiva. En la mitad de los pacientes de riesgo se observan compli- caciones tardías que incluyen diabetes insípida, problemas ortopédicos y lesiones neurológicas, sobre todo en relación con la recidiva de la enfermedad. La refractariedad o la recaída de la enfermedad confieren muy mal pronóstico. Tratamiento El tratamiento depende de la presentación clínica de los pacientes. En la HCL localizada y única debe basarse en la sintomatología clínica y la localización de la misma. En las lesiones óseas puede tomarse una actitud expectante. Si hay dolor, signos de compresión neural, riesgo • CUADRO 213-1 Clasificación de las principales enfermedades del sistema mononuclear fagocítico Trastornos de los monocitos Monocitopenia: anemia aplásica, tricoleucemia, síndrome MonoMAC, síndrome Emberger, tratamiento con glucocorticoides Monocitosis: Reactiva: infecciones, colagenosis, neoplasias, postesplenectomía Maligna: leucemia monoblástica aguda, leucemia monocítica aguda, leucemia mielomonocítica aguda, leucemia mielomonocítica crónica Trastornos de los histiocitos Déficit de macrófagos: osteopetrosis (déficit aislado de osteoclastos) Trastornos acumulativos: Lisosomopatías genéticas: enfermedades de Gaucher, Niemann-Pick, Tay-Sachs, Fabry, Wolman y Tangier Síndrome del histiocito azul marino Histiocitosis por depósito generalizado de cristales de inmunoglobulinas Trastornos proliferativos e inflamatorios: Histiocitosis grupo L (Langerhans): histiocitosis de células de Langerhans, enfermedad de Erdheim-Chester, histiocitosis mixta de células de Langerhans y Erdheim-Chester Histiocitos grupo M (malignas): primaria, secundaria y según célula de origen Histiocitosis grupo R (Rosai-Dorfman): familiar, clásica, extranodal, asociada a otras condiciones Histiocitosis grupo H (hemofagocitosis). Primaria de herencia mendeliana por: 1) defecto de linfocito citotóxico; 2) defecto de inflamasoma, y 3) otras alteraciones mendelianas y desconocidas. Secundaria (aparentemente no mendeliana) asociada a: 1) infección; 2) neoplasia maligna/quimioterapia; 3) enfermedad reumatológica, y 4) inmunosupresión Histiocitosis grupo C (cutánea y mucosa) Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en junio 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org 1698 SECCIÓN XIV Hematología de fractura o restricción de movilidad, se pueden emplear radioterapia local, glucocorticoides intralesionales o tratamiento sistémico con indometacina, bisfosfonatos o quimioterapia. Las lesiones cutáneas únicas se tratan mediante exéresis o corticoides tópicos, aunque un 50% de las mismas remiten de forma espontánea. En formas cutáneas más diseminadas se emplean mostaza nitrogenada, PUVA, talidomida o quimioterapia sistémica con prednisona, vimblastina o etopósido. La diabetes insípida aislada se considera irreversible, pero se recomienda el uso de dosis bajas de quimioterapia para evitar la aparición de otros déficits hormonales hipotalámico-hipofisarios. En la HCL pulmonar aislada, la primera opción terapéutica es dejar el tabaco y la adminis- tración de glucocorticoides. El tratamiento de la HCL multisistémica (afección de dos o más órganos) está orientado a reducir la mortalidad y prevenir secuelas tar- días. Los pacientes de bajo riesgo tienen una supervivencia excelente. El tratamiento consiste en un período de inducción, con reinducción si la respuesta es insatisfactoria, con prednisolona y vimblastina seguido de 1 año de mantenimiento con mercaptopurina y tandas de prednisolona y vimblastina. En losadultos, el tratamiento con Ara-C ofrece buenos resultados. Los casos refractarios deben recibir tratamiento de rescate, aunque no existe ninguno reglado. Se ha ensayado la administración de ATG, CsA, Ara-C, cladribina, antraciclínicos, ciclofosfamida, e incluso la realización de TPH. La inhibición de BRAF con vemurafenib ha dado resultados esperanzadores. No hay un tratamiento establecido para la HCL del SNC, pero se ha empleado Ara-C. Enfermedad de Erdheim-Chester Concepto La enfermedad de Erdheim-Chester (EEC) es una histiocitosis poco frecuente que se observa predominantemente en pacientes adultos (edad mediana en el momento del diagnóstico de 50 años) carac- terizada por lesiones cutáneas de tipo xantogranuloma y dolor en extremidades inferiores. Etiología En la mayoría de los pacientes se identifican mutaciones activantes en la vía MAPK (BRAF, 65%, y MAP2K1, 16%). Anatomía patológica La biopsia es obligatoria para el diagnóstico, aunque no es específica. Se observa infiltración tisular por macrófagos espumosos acompañados de agregados linfoides, células multinucleadas, granulomas, xantogra- nulomatosis y fibrosis. Los histiocitos son positivos para CD8, CD163 y FXIIIa, ocasionalmente para S100 y negativos para CD1a y CD207. Etiopatogenia La activación de la vía de MAPK y la hipercitocinemia (aumento de IFN-α, IL-2 y MCP1 con disminución de IL-4 e IL-7) producen la infiltración histiocítica acompañada por una reacción fibroblástica que conlleva la disfunción orgánica de diversos sistemas corporales. Cuadro clínico Es muy variado y debido a la infiltración por histiocitos clonales y la inflamación descontrolada, yendo de formas asintomáticas a afección del estado general y sintomatología por infiltración tisular e incluso a formas fulminantes con infiltración multisistémica masiva. La osteos- clerosis se observa principalmente en huesos largos y se manifiesta como dolor, sobre todo de las extremidades inferiores. En la mitad de los pacientes se observa afección extraesquelética: pulmón, con frecuencia como lesión radiológica asintomática, sistema cardiovascular (manifestándose como infarto, valvulopatía, insuficiencia congestiva o derrame pericárdico), retroperitoneo y riñón (riñón peludo en la TC), observándose hidronefrosis, HTA e insuficiencia renal, piel (xantelas- mas), SNC y órbita. La infiltración del SNC cursa con diabetes insípida y exoftalmos no doloroso. Los síntomas neurológicos pueden ser muy variados; entre ellos, ictus, convulsiones e hipertensión endocraneal. Las pruebas de imagen permiten ver las lesiones características en fémur y tibia, perirrenales y cardíacas. La PET/TC permite valorar la actividad de la enfermedad postratamiento. El diagnóstico se basa en el hallazgo de una histología compatible en el contexto clínico-radiológico adecuado. El diagnóstico diferencial se debe realizar con otras histiocitosis, sarcoidosis, enfermedad de Paget, metabolopatías, neoplasias y amiloidosis. Se han descrito pacientes que presentan simultáneamente una HCL. Pronóstico Es variable y peor si hay afección cardiovascular, pulmonar o del SNC. La principal causa de mortalidad es el fallo renal, cardíaco o pulmonar. Más de la cuarta parte de los pacientes fallecen antes de los 5 años. Tratamiento La primera línea es IFN-α, que mejora la supervivencia de los pacientes. Se han ensayado tratamientos con inhibidores de BRAF (vemurafenib, dabrafenib), ERK (cobimetinib), con resultados esperanzadores, IL-1 (anakinra), IL-6 (tocilizumab) y TNF-a (infliximab). Los glucocor- ticoides, la quimioterapia, la cirugía y la radioterapia son terapias adyuvantes en ciertas situaciones. Histiocitosis sinusal con linfoadenopatía masiva (enfermedad de Rosai-Dorfman) Es una enfermedad muy infrecuente, de origen desconocido y buen pronóstico, que afecta a individuos jóvenes que presentan grandes adenopatías indoloras debidas a la proliferación de histiocitos en los sinusoides ganglionares. Se desconoce la causa y se ha sugerido un origen infeccioso o una respuesta inmunológica a un antígeno des- conocido. Se han detectado mutaciones en MAP2K1, KRAS, NRAS y ARAF en casi el 50% de los pacientes. Los ganglios tienen dilatación sinusoidal por la proliferación de histiocitos y numerosas células plasmáticas en los cordones medulares. Los histiocitos no tienen atipias y son de núcleo redondo con un nucléolo evidente y de citoplasma amplio y pálido. La emperipolesis de abundantes linfocitos y células plasmáticas es un hecho distintivo de la enfermedad, pero no es necesario ni patognomónico. Los his- tiocitos expresan FXIIIa y S100 y son negativos para CD1a y CD207. El cuadro clínico se caracteriza por la presencia de grandes masas adenopáticas indoloras en territorios laterocervicales y, con menor frecuencia, en otras localizaciones. El cuadro puede ir acompañado de síntomas B. Existe afección extraganglionar en el 40% de los pacientes, preferentemente en piel, tracto respiratorio superior, hueso y SNC. Los pacientes suelen tener anemia y VSG elevada. Esta histiocitosis se asocia a entidades con mutaciones germinales de SLC29A3, al síndrome autoinmune linfoproliferativo, a enfermedades autoinmunes (AHAI, LES) y al síndrome IgG4. El diagnóstico requiere de una histología compatible en el contexto clínico y radiológico adecuado, excluyendo tumores malignos. El diagnóstico diferencial es amplio debido a la amplitud de manifes- taciones clínicas y a la presencia de histiocitosis ganglionar en otros procesos reactivos, infecciosos y neoplásicos. La mayoría de los pacientes no necesitan tratamiento, ya que se produce una resolución espontánea en el 20%-50% de los casos, sobre todo en lesiones localizadas. No hay tratamiento estándar y se adapta a la clínica individual requiriéndolo la afección de órganos vitales, órbita y SNC. Los corticoides, el sirolimus con o sin prednisona y los inmu- nomoduladores (lenalidomida, talidomida) han demostrado eficacia y se están ensayando inhibidores de MEK (cobimetinib). Las masas loca- lizadas se pueden resecar. La quimioterapia ha dado resultados variados en casos con riesgo vital o refractarios/recaídos. El pronóstico empeora con la afección renal, hepática, pulmonar y la extranodal múltiple. Un 7% de los pacientes mueren por causas debidas a la enfermedad. Linfohistiocitosis hemofagocítica Concepto La linfohistiocitosis hemofagocítica (LHH) es un síndrome producido por un cuadro hiperinflamatorio que tiene una alta mortalidad. Las formas primarias son de herencia autosómica recesiva y suelen aparecer en la infancia (LHH familiar [LHHF]). Las formas adquiridas aparecen en edades más avanzadas y en situaciones predisponentes, principalmente Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en junio 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org CAPÍTULO 213 Enfermedades del sistema mononuclear fagocítico © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. S E C C IÓ N X IV 1699 infecciones, enfermedades autoinmunes, neoplasias e inmunodeficien- cias. La incidencia es de 1,2 a 8 casos por millón de habitantes por año. Etiopatogenia La LHH se caracteriza por un estado de hiperinflamación dentro de una res- puesta inmune infectiva primaria o adquirida. Los casos primarios presentan mutaciones (más del 70% de los casos) en genes implicados en la función de los gránulos de los linfocitos NK y T citotóxicos, como perforina (PFR1), sintaxina-11 (STX11) o Munc13-3 (UNDC13D), entre los más frecuentes. La LHH forma parte del cuadro clínico de otras enfermedades genéticas que afectan a la función de dichos gránulos como la enfermedad de Chédiak- Higashi, el síndrome de Griscelli, el síndrome de Hermansky-Pudlak y el síndrome linfoproliferativo ligado al cromosomaX. En pacientes con causas predisponentes se han hallado polimorfismos y mutaciones heterocigotas en los mismos genes observados en la LHH primaria y en otros genes de la inmunidad. En los pacientes con LHH existe una disminución de la acti- vidad natural killer y una hiperactivación de linfocitos CD8+ y macrófagos que proliferan e infiltran cualquier órgano (especialmente, hígado, bazo, médula ósea, pulmón y SNC) y que provocan hipercitocinemia. La infil- tración orgánica por linfocitos y macrófagos y la hipercitocinemia explican todos los signos y síntomas de la enfermedad. Las infecciones víricas son el principal desencadenante de la reacción inmune. Cuadro clínico La principal sintomatología es la presencia de fiebre prolongada, pancito- penia y hepatoesplenomegalia. Además, se pueden observar adenopatías, alteraciones neurológicas, de la coagulación, de la función hepática y del metabolismo férrico y lipídico. En el LCR se observan proteinorraquia y pleocitosis con ocasionales macrófagos. El curso de la LHHF es rápi- damente fatal sin tratamiento y los pacientes fallecen por hemorragia, sepsis o alteraciones neurológicas en el transcurso de pocas semanas. Las LHH adquiridas pueden aparecer en el transcurso de infecciones víricas (preferentemente EBV y otros herpesvirus) y, con menor fre- cuencia, bacterianas, fúngicas, parasitarias (leishmanias y otros) y otras infecciones, neoplasias (sobre todo, linfomas y leucemias agudas T), enfermedades autoinmunes (preferentemente, LES y artritis idiopática juvenil) y otras situaciones (inmunodepresión, trasplante, fármacos, nutri- ción parental prolongada y otras). La LHH que aparece en enfermedades autoinmunes, especialmente en pacientes con artritis idiopática juvenil sistémica, se conoce como síndrome de activación macrofágica (SAM), que cursa con citopenias no tan profundas y mayor insuficiencia cardíaca. Diagnóstico El diagnóstico se basa en los criterios de la Histiocytic Society y consisten en la identificación de una anomalía genética compatible con LHHF o síndrome linfoproliferativo ligado al cromosoma X. Las anomalías en la expresión de perforina, CD107a, XIAP o SAP por citometría de flujo permiten orientar el diagnóstico de forma más rápida. En ausencia de mutaciones genéticas específicas, el diagnóstico se realiza por la presencia de cinco de los siguientes ocho datos: fiebre, esplenomegalia, bi- o pan- citopenia, hemofagocitosis (que puede estar ausente en fases iniciales), hiperferritinemia, aumento de IL-2Ra soluble, actividad NK ausente o muy disminuida e hipertrigliceridemia y/o hipofibrogenemia. La confir- mación de una infección o la presencia de una situación predisponente no excluyen una LHHF y se recomienda realizar un estudio genético. El diagnóstico diferencial en pacientes graves con sepsis o síndrome de respuesta inflamatoria sistémica puede ser difícil. Pronóstico El pronóstico de la LHHF es infausto, con una mediana de superviven- cia de 1 mes y con menos del 5% de los pacientes vivos al año del inicio de los síntomas si no se instaura tratamiento de forma precoz. La LHH adquirida de origen vírico puede alcanzar un 30%-40% de mortalidad y el SAM hasta el 20%. Los casos por infección bacteriana suelen cursar favorablemente una vez instaurado el tratamiento antibiótico apropiado. En la LHH secundaria a neoplasias, el pronóstico viene dado por la res- puesta al tratamiento y por si el desencadenante es una infección vírica. Tratamiento El tratamiento está orientado a controlar la disfunción del sistema inmune mediante el empleo de etopósido y dexametasona. Los pacientes con LHHF o aquellos con recidiva o persistencia de enfermedad deben recibir un TPH alogénico, único tratamiento curativo. Deben tratarse las infecciones coexistentes y la enfermedad de base en las LHH adquiridas. En las LHH adquiridas desencadenadas por sepsis bacteriana se pue- de iniciar sólo terapia antibiótica y de soporte y esperar a la evolución del cuadro. En la LHH con infección por EBV se ha empleado rituximab. En el SAM se inicia tratamiento con glucocorticoides y se evalúa la respuesta antes de pasar a quimioterapia. También se ha reducido la inmunode- presión y administrado ATG, Igs i.v. e inhibidores de TNF e IL-1. ENFERMEDADES MALIGNAS DE LOS HISTIOCITOS Este término incluye las proliferaciones malignas derivadas de his- tiocitos y de las células dendríticas. En el cuadro 213-2 se expone la clasificación de la OMS. Son tumores infrecuentes que aparecen generalmente en la edad adulta. Los más comunes son el sarcoma histiocítico, el sarcoma de células de Langerhans, el sarcoma de célula folicular dendrítica y el sarcoma de célula dendrítica interdigitante. La inmunohistoquímica es imprescindible para el diagnóstico. Los tumores deben expresar más de un marcador monocítico (CD68, CD163, lisozima, CD4) y deben descartarse otras neoplasias agresivas. Estos tumores son negativos para antígenos linfoides B, T y NK, mieloides, de inmadurez, epiteliales, estromales y melanocíticos. La expresión de S100, CD1a y CD207 permite subclasificar las histiocitosis malignas. Hay histiocitosis malignas asociadas a otras hemopatías y transdife- renciadas de estas, sobre todo de linfoma folicular y leucemia linfática crónica, con las que se debe demostrar su relación genética clonal. El estadiaje de la enfermedad permite diferenciar las formas localizadas, que se tratan con cirugía y son de mejor pronóstico, de las formas dise- minadas, que tienen mal pronóstico a pesar de recibir quimioterapia. La radioterapia se puede emplear en formas localizadas. El sarcoma histiocítico es una proliferación maligna de células con morfología y fenotipo de macrófago maduro. En general, es de locali- zación extraganglionar (intestino, piel, bazo y tejidos blandos). Ocasio- nalmente se presenta como linfadenopatía y de forma diseminada. Las células, monótonas o pleomórficas de atipia de moderada a grave, con núcleo redondo y citoplasma amplio con vacuolas, infiltran de forma difusa el tejido y los sinusoides. Las células neoplásicas son negativas para CD1a, S100, CD207 y otros marcadores de célula dendrítica. Los pacientes presentan una masa solitaria acompañada con frecuencia de fiebre y pérdida de peso. En la piel se observan desde rash hasta masas tumorales indoloras. La afección intestinal se presenta con dolor y clínica obstructiva. Puede haber hepatoesplenomegalia, pancitopenia y lesiones líticas en huesos. El sarcoma histiocítico primario del SNC puede remedar una lesión inflamatoria por los numerosos neutrófilos acompañantes y tiene muy mal pronóstico. El sarcoma de células de Langerhans es una proliferación maligna de alto grado derivada de células con características fenotípicas de célula de Langerhans. Es un tumor pleomórfico en el que sólo el inmunofe- notipo y/o la ultraestructura indican su origen celular. Los ganglios, la piel y el pulmón son los sitios más frecuentemente afectados, pero también puede afectar a hígado, bazo, hueso y tejido blando. Un tercio • CUADRO 213-2 Clasificación de la OMS de las principales neoplasias del sistema macrofágico Sarcoma histiocítico Tumores derivados de células de Langerhans Histiocitosis de células de Langerhans Sarcoma de células de Langerhans Tumor de célula dendrítica indeterminada Sarcoma de célula dendrítica interdigitante Sarcoma de célula folicular dendrítica Otros: tumor fibroblástico reticular, xantogranuloma juvenil diseminado, enfermedad de Erdheim-Chester Adaptado de Swerdlow SH, Campo E, Harris NL, et al. Histiocytic and dendritic cell neoplasms. En: WHO Classification of Tumours of Haematopoietic and Lymphoid Tissues, 4th ed. Vol. 2. Lyon: IARC Publications; 2017. p. 465. Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en junio 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechosreservados. https://booksmedicos.org 1700 SECCIÓN XIV Hematología © 2020. Elsevier España, S.L.U. Reservados todos los derechos Enfermedades del bazo E. FELIU FRASNEDO 214 INTRODUCCIÓN El bazo es el órgano linfoide de mayor tamaño del organismo; mide por término medio 10 cm de largo y pesa 150 g. En determinados procesos patológicos puede llegar a pesar más de 2.000 g y medir más de 30 cm de largo. Puede estar afectado por enfermedades de muy diversa etiolo- gía, de forma primaria o secundaria, como son: procesos malformativos (p. ej., asplenia), trastornos circulatorios (infartos, congestión), hiper- plasias (reactivas a infecciones, enfermedades de depósito, hemólisis), neoplasias malignas (en general, síndromes linfoproliferativos y mielo- proliferativos crónicos), metaplasias (hematopoyesis extramedular), procesos locales y neoplásicos benignos (quistes hidatídicos, quistes no parasitarios, hemangiomas, linfangiomas), traumatismos y otros. En determinadas enfermedades, el bazo puede aumentar o dis- minuir de tamaño, aunque en ciertos procesos puede ser normal a pesar de hallarse afectado. Desde el punto de vista funcional puede existir una hipofunción esplénica o hipoesplenismo y una hiperfunción esplénica o hiperesplenismo. La presencia de esplenomegalia no siempre implica la existencia de hiperesplenismo. De hecho, hiperesplenismo e hipoes- plenismo no son trastornos mutuamente excluyentes y pueden coexistir en un mismo paciente. HIPOESPLENISMO Concepto Se define como una alteración de las dos funciones básicas del bazo, la de filtración de hematíes viejos o alterados, bacterias, parásitos y otras partículas, y la de participación en la inmunidad celular y humoral, como órgano protector contra las infecciones. Los macrófagos esplé- nicos son fundamentales en la fagocitosis de bacterias capsuladas y de parásitos intraeritrocitarios. Por otra parte, el bazo desempeña una función muy importante tanto en el procesamiento de antígenos como en la producción de anticuerpos. Además, produce opsoninas como la tuftsina y la properdina, fundamentales en la fagocitosis de bacterias capsuladas. La causa más frecuente de hipoesplenismo es la esplenectomía realizada con fines terapéuticos y, en algunas ocasiones, diagnósticos. Cuando la esplenectomía se realiza como consecuencia de un traumatis- mo, es frecuente que se produzca la llamada esplenosis o autotrasplante heterotópico de tejido esplénico, la cual puede comportar cierta recupe- ración de la función esplénica. Causas frecuentes de hipoesplenismo son los infartos esplénicos repetidos (drepanocitosis, mielofibrosis primaria) que acaban por provocar una atrofia esplénica y anular funcionalmente el bazo («autoesplenectomía»), la trombosis de la arteria esplénica, la radioterapia esplénica, las enfermedades autoinmunes (LES, AR, forma sistémica de artritis idiopática juvenil, síndrome antifosfolipídico, vasculitis, glomerulonefritis, síndrome de Sjögren, conectivopatía mixta, enfermedad de Graves, tiroiditis de Hashimoto, esclerosis múltiple), las enfermedades gastrointestinales (celiaquía, enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa, esprúe tropical, enfermedad de Whipple, linfangiectasia intestinal) y los procesos hematológicos (TPH alogénico, sobre todo si existe EICR crónica, leucemia aguda, leucemia linfática crónica, linfoma de Hodgkin y otros síndromes linfoproliferativos y mieloproliferativos agudos y crónicos con infiltración esplénica). Otras causas son amiloidosis sistémica, sarcoidosis, sida, sepsis neumocócica, hepatopatías crónicas, alcoholismo, exposición al Thorotrast® y deter- minados trastornos congénitos, como asplenia congénita, síndrome de Ivemark y síndrome de Stormorken. Se han descrito casos aislados de hipoesplenismo en el carcinoma de mama metastásico, el hemangio- sarcoma y el hemangioendotelioma esplénicos. La administración de glucocorticoides, de inmunoglobulinas endovenosas a dosis elevadas y la nutrición parenteral total puede provocar también hipoesplenismo. La función esplénica está también reducida en los neonatos. Por otra parte, la edad avanzada también puede ser causa de hipoesplenismo. La rotura espontánea del bazo es una rara pero bien conocida complicación de determinados procesos infecciosos como la mononucleosis infecciosa y el paludismo y de algunas hemopatías malignas, como los síndromes Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en junio 12, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. de los pacientes tiene una lesión única, y el resto, extendida. Algunos pacientes presentan pancitopenia. Es una enfermedad agresiva con mortalidad debida a progresión en la mayoría de los enfermos. El sarcoma de célula folicular dendrítica es una proliferación de célu- las con fenotipo compatible (S100− CD1a− CD21+ CD23+ CD35+ clusterina+ CD207–), originada en una célula dendrítica estromal. Se puede asociar a la enfermedad de Castleman. Afecta principalmente a ganglios, sobre todo cervicales e intraabdominales, y a territorios extraganglionares (amígdala, intestino, tejido blando, piel, mediastino, hígado, bazo y pulmón). Se desconoce la etiología, aunque la variante de seudotumor inflamatorio, que se observa en hígado o bazo, se asocia a la infección por EBV. Las células son fusiformes u ovoides formando fascículos, espirales, sábanas difusas o nódulos vagos con linfocitos acompañantes. Son frecuentes las seudoinclusiones nucleares. La forma de presentación más frecuente es una lesión única extranodal indolora, excepto las masas abdominales grandes, que pueden producir obs- trucción. Los síntomas sistémicos son poco habituales. El curso clínico es generalmente indolente y de larga evolución independientemente del estadio, pero con recaídas en el 50% de los casos. Los casos con mor- fología de alto grado pueden tener un curso rápidamente progresivo. El sarcoma de célula dendrítica interdigitante es una proliferación neoplásica de células con fenotipo compatible (S100+ fascina+ CD1a− CD21− CD35− lisozima+ CD207–) sin que se detecten desmosomas en el examen ultraestructural. Se presenta principalmente en ganglio, pero también puede afectar piel, médula, intestino y otros. La infil- tración es paracortical y constituida por espirales de células fusiformes con abundante citoplasma, acompañada de infiltración linfoide. Se asocia a linfomas B de bajo grado. Los pacientes presentan masas cervicales y axilares junto con síntomas generales. La mayoría de los pacientes tienen una afección única. El curso clínico es heterogéneo con un curso agresivo en los casos con mayor diseminación tumoral. Dada la rareza de estas enfermedades, la información sobre el tratamiento es escasa. En las formas localizadas, la terapia se basa en la cirugía y eventualmente la radioterapia. Para las formas diseminadas se utilizan diferentes pautas de poliquimioterapia bien basadas en antraciclínicos, bien en gencitabina. El papel de inhibidores de cinasas o de mTOR es experimental. BIBLIOGRAFÍA ESPECIAL Abbla O, Jacobsen E, Picarsic J, Krenova Z, Jaffe R, Emile JF, et al. Consensus recommendations for the diagnosis and clinical management of Rosai- Dorfman-Destombes disease. Blood 2018;131(26):2877-90. Allen CE, Merad M, McClain KL. Langerhans-cell Histiocytosis. New Engl J Med 2018;379(9):856-68. Al-Samkari H, Berliber N. Hemophagocytic lymphohistiocytosis. Annu Rev Pathol 2018;13:24-49. Diamond El, Dagna L, Hyman DM, Cavalli G, Janku F, Estrada-Veras J, et al. Consensus guidelines for the diagnosis and clinical management of Erdheim-Chester disease. Blood 2014;124:483-92. Emile JF, Abla O, Fraitag S, Horne A, Haroche J, Donadieu J, et al. Revised classification of histiocitosis and neoplasms of macrophage-dendritic cell lineages. 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