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ESTRUCTURA Y FUNCIÓN DEL CUERPO HUMANO (98)

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5.1. INTRODUCCIÓN
En el cuerpo humano existe una gran especialización en
los diferentes órganos y sistemas, lo cual se traduce en la
presencia de múltiples tipos de células con forma, metabo-
lismo y propiedades muy diferentes. Existe un grado supe-
rior de organización de la materia viva por encima de las
células, que es el representado por los tejidos. Los tejidos
son estructuras orgánicas que agrupan células con un origen
común junto con los posibles productos elaborados por
ellas. El término tejido fue acuñado por Bichat para clasifi-
car todas las capas que encontraba en la disección de cadá-
veres; inicialmente (siglo xvii) describió más de 25 tejidos
diferentes. La aparición del microscopio pronto demostró
que sólo existían cuatro tejidos básicos y que de ellos se
derivaban todos los demás. A partir de estos tejidos se
forman todos los órganos y sistemas del cuerpo humano.
Los cuatro tejidos básicos son el tejido epitelial, el tejido
conjuntivo, el tejido muscular y el tejido nervioso.
La clasificación en estos cuatro tejidos viene determinada
por su diferente función global, y también por su origen
embriológico. El conocimiento de su estructura simplifica
en gran medida el estudio de los diferentes sistemas del
organismo, ya que todos los órganos y partes importantes
del cuerpo están formados por dos, tres, o, frecuentemente,
los cuatro tejidos básicos.
5.2. TEJIDO EPITELIAL
5.2.1. Origen embrionario y función
global del tejido epitelial
El tejido epitelial forma las envolturas que recubren o
tapizan órganos y sistemas, o incluso todo el cuerpo en el
caso de la piel. Siempre que haya un tejido cuya función sea
recubrir una estructura (por dentro o por fuera de ella), será
un tejido epitelial. El tejido epitelial puede derivarse tanto
del ectodermo como del endodermo, o incluso del meso-
dermo. El epitelio de la piel proviene del ectodermo, mien-
tras que el epitelio que tapiza la luz intestinal y los pulmo-
nes proviene del endodermo. El epitelio que forma el
peritoneo, al que se conoce en ocasiones con el nombre de
mesotelio, tiene origen mesodérmico. También procede del
mesodermo la capa epitelial que tapiza el interior de los
vasos sanguíneos y el corazón, y que recibe el nombre más
específico de endotelio.
Las células epiteliales tienen dos grandes rasgos caracterís-
ticos. En primer lugar, son capaces de establecer unas fuertes
uniones laterales con las células vecinas, lo que da a este
tejido una gran resistencia frente a la tracción y permite
que, aunque en un sentido existan pocas capas celulares (a
veces sólo una), en el sentido lateral el tejido pueda ser muy
extenso, lo que le confiere la forma de «sábana» o envoltu-
ra. En segundo lugar, las células del tejido epitelial son
capaces de secretar sustancias al exterior del tejido. Esta
característica secretora explica que del tejido epitelial se
deriven también todas las glándulas del organismo.
5.2.2. Clasificación de las glándulas
Las células secretoras del tejido epitelial pueden verter al
exterior su secreción de forma directa, tal y como lo hacen
las células caliciformes del epitelio respiratorio o digestivo,
pero con frecuencia se organizan en estructuras más com-
plejas que profundizan en la pared del órgano en forma de
glándulas (Fig. 5-1).
Las glándulas se pueden clasificar en dos grandes grupos:
glándulas exocrinas y glándulas endocrinas.
Las glándulas exocrinas son cúmulos de células secretoras
que profundizan en el órgano correspondiente, pero mantie-
nen el contacto con la superficie exterior a través de un
conducto excretor por donde sale el producto secretado.
Ejemplos de glándulas exocrinas son las glándulas sebáceas,
las glándulas sudoríparas de la piel, las glándulas salivales de
la boca, o incluso órganos enteros, como el páncreas exocrino
o el hígado. Las glándulas exocrinas se clasifican a su vez en
merocrinas (o simplemente ecrinas), apocrinas y holocri-
nas. Esta clasificación se basa en el origen de la secreción,
que puede ser un producto fabricado en unas vacuolas y
eliminado al exterior sin pérdida del citoplasma, caso de las
glándulas ecrinas, o bien una porción del propio citoplasma
celular, lo que sucede en las glándulas apocrinas. Incluso
puede ocurrir que la secreción sea toda la célula, para lo cual
es necesario que ésta se necrose y se abra al exterior, tal y
como ocurre en las glándulas holocrinas.
Las glándulas endocrinas también son cúmulos celulares
que se separan de la superficie epitelial y profundizan en el
tejido subyacente, aunque pierden el contacto con la super-
ficie y no tienen conducto excretor. La sustancia fabricada
por estas glándulas se vierte a la sangre a través de la red
Tejidos
	ESTRUCTURA Y FUNCIÓN DEL CUERPO HUMANO
	CONTENIDO
	PARTE I EL CUERPO HUMANO COMO UNIDAD ORGANIZADA
	5 Tejidos

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