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5 5.1. INTRODUCCIÓN En el cuerpo humano existe una gran especialización en los diferentes órganos y sistemas, lo cual se traduce en la presencia de múltiples tipos de células con forma, metabo- lismo y propiedades muy diferentes. Existe un grado supe- rior de organización de la materia viva por encima de las células, que es el representado por los tejidos. Los tejidos son estructuras orgánicas que agrupan células con un origen común junto con los posibles productos elaborados por ellas. El término tejido fue acuñado por Bichat para clasifi- car todas las capas que encontraba en la disección de cadá- veres; inicialmente (siglo xvii) describió más de 25 tejidos diferentes. La aparición del microscopio pronto demostró que sólo existían cuatro tejidos básicos y que de ellos se derivaban todos los demás. A partir de estos tejidos se forman todos los órganos y sistemas del cuerpo humano. Los cuatro tejidos básicos son el tejido epitelial, el tejido conjuntivo, el tejido muscular y el tejido nervioso. La clasificación en estos cuatro tejidos viene determinada por su diferente función global, y también por su origen embriológico. El conocimiento de su estructura simplifica en gran medida el estudio de los diferentes sistemas del organismo, ya que todos los órganos y partes importantes del cuerpo están formados por dos, tres, o, frecuentemente, los cuatro tejidos básicos. 5.2. TEJIDO EPITELIAL 5.2.1. Origen embrionario y función global del tejido epitelial El tejido epitelial forma las envolturas que recubren o tapizan órganos y sistemas, o incluso todo el cuerpo en el caso de la piel. Siempre que haya un tejido cuya función sea recubrir una estructura (por dentro o por fuera de ella), será un tejido epitelial. El tejido epitelial puede derivarse tanto del ectodermo como del endodermo, o incluso del meso- dermo. El epitelio de la piel proviene del ectodermo, mien- tras que el epitelio que tapiza la luz intestinal y los pulmo- nes proviene del endodermo. El epitelio que forma el peritoneo, al que se conoce en ocasiones con el nombre de mesotelio, tiene origen mesodérmico. También procede del mesodermo la capa epitelial que tapiza el interior de los vasos sanguíneos y el corazón, y que recibe el nombre más específico de endotelio. Las células epiteliales tienen dos grandes rasgos caracterís- ticos. En primer lugar, son capaces de establecer unas fuertes uniones laterales con las células vecinas, lo que da a este tejido una gran resistencia frente a la tracción y permite que, aunque en un sentido existan pocas capas celulares (a veces sólo una), en el sentido lateral el tejido pueda ser muy extenso, lo que le confiere la forma de «sábana» o envoltu- ra. En segundo lugar, las células del tejido epitelial son capaces de secretar sustancias al exterior del tejido. Esta característica secretora explica que del tejido epitelial se deriven también todas las glándulas del organismo. 5.2.2. Clasificación de las glándulas Las células secretoras del tejido epitelial pueden verter al exterior su secreción de forma directa, tal y como lo hacen las células caliciformes del epitelio respiratorio o digestivo, pero con frecuencia se organizan en estructuras más com- plejas que profundizan en la pared del órgano en forma de glándulas (Fig. 5-1). Las glándulas se pueden clasificar en dos grandes grupos: glándulas exocrinas y glándulas endocrinas. Las glándulas exocrinas son cúmulos de células secretoras que profundizan en el órgano correspondiente, pero mantie- nen el contacto con la superficie exterior a través de un conducto excretor por donde sale el producto secretado. Ejemplos de glándulas exocrinas son las glándulas sebáceas, las glándulas sudoríparas de la piel, las glándulas salivales de la boca, o incluso órganos enteros, como el páncreas exocrino o el hígado. Las glándulas exocrinas se clasifican a su vez en merocrinas (o simplemente ecrinas), apocrinas y holocri- nas. Esta clasificación se basa en el origen de la secreción, que puede ser un producto fabricado en unas vacuolas y eliminado al exterior sin pérdida del citoplasma, caso de las glándulas ecrinas, o bien una porción del propio citoplasma celular, lo que sucede en las glándulas apocrinas. Incluso puede ocurrir que la secreción sea toda la célula, para lo cual es necesario que ésta se necrose y se abra al exterior, tal y como ocurre en las glándulas holocrinas. Las glándulas endocrinas también son cúmulos celulares que se separan de la superficie epitelial y profundizan en el tejido subyacente, aunque pierden el contacto con la super- ficie y no tienen conducto excretor. La sustancia fabricada por estas glándulas se vierte a la sangre a través de la red Tejidos ESTRUCTURA Y FUNCIÓN DEL CUERPO HUMANO CONTENIDO PARTE I EL CUERPO HUMANO COMO UNIDAD ORGANIZADA 5 Tejidos
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