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ESTRUCTURA Y FUNCIÓN DEL CUERPO HUMANO (113)

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Carilla articular
ApófisisEpífisis
Metáfisis
Metáfisis
Epífisis
Diáfisis
Figura 6-7. Partes de un hueso largo. Se aprecian los diferentes
segmentos óseos, epífisis, metáfisis y diáfisis, así como las carillas
articulares y las protuberancias óseas o apófisis.
incluye lo que pueda estar cogiendo (Fig. 6-6C). La con-
tracción del bíceps provoca un movimiento al lado del codo
de pocos centímetros, pero la longitud del antebrazo y de la
mano (brazo de resistencia) multiplica este desplazamiento
y permite una amplia movilidad de la mano.
6.2.3. Origen de las estructuras que componen
el sistema osteomuscular
Aunque en el sistema osteomuscular se puede identificar
tejido epitelial, así como terminaciones nerviosas que tienen
un papel muy importante en el control del movimiento, la
mayor parte de las estructuras de este sistema derivan del
tejido conjuntivo o del tejido muscular. Del tejido conjun-
tivo proceden los tendones, los ligamentos, el tejido cartila-
ginoso y el tejido óseo.
Los tendones están formados por haces longitudinales de
tejido conjuntivo denso, distribuidos en estructuras cilín-
dricas con una gran resistencia a la tracción longitudinal.
Los ligamentos que refuerzan las articulaciones también
están formadas por tejido conjuntivo, no tan fuerte como el
de los tendones, y con una distribución aplanada en forma
de bandas que cubren una mayor superficie.
Los huesos y los cartílagos proceden de una célula del
tejido conjuntivo modificada que se denomina célula osteó-
gena. De esta célula deriva la serie ósea formada por osteo-
blastos, osteocitos y osteoclastos, y también la serie celular
cartilaginosa formada por condroblastos y condrocitos.
La principal característica de estos tejidos derivados del
tejido conjuntivo es su riqueza en fibras y materia extracelular.
El tejido muscular es, considerando la masa, el principal
componente del sistema osteomuscular y está formado en su
totalidad por músculo estriado con control voluntario de la
contracción.
En los próximos capítulos y antes de describir la anato-
mofisiología de los principales movimientos del organismo
se estudiará cada uno de estos componentes del sistema
osteomuscular.
6.3. HUESOS
6.3.1. Estructura y clasificación general
Los huesos son las estructuras más duras (con la excep-
ción de los dientes) del cuerpo humano y los principales
condicionantes de la talla del individuo, así como de otras
características de la constitución general de una persona,
como el tamaño de la cabeza o la anchura de la espalda. Los
huesos se clasifican principalmente por su forma, que evi-
dentemente está determinada por la función que desempe-
ñan. Los huesos pueden ser:
a) Largos. Son aquellos en los que predomina de for-
ma importante una sola dimensión del espacio. Se localizan
en las extremidades y determinan la talla del individuo o la
capacidad de actuar a cierta distancia del eje del cuerpo. Su
función principal es la de actuar como palancas transmiso-
ras de fuerza y multiplicadoras de desplazamiento.
b) Planos. Son aquellos en los que predominan dos
dimensiones del espacio. Sirven para formar cavidades que
contienen órganos delicados, como sucede con el cráneo o
la pelvis. Otros huesos planos sirven como lugar de inser-
ción de numerosos músculos, como los huesos de la cara o
el omóplato. Las costillas, que consideradas individualmen-
te son huesos largos, están sujetas entre sí por medio de
cartílagos y en su conjunto se comportan funcionalmente
como un hueso plano que protege los órganos intratorácicos.
c) Cortos. Son aquellos en los que no hay predominio
de ninguna de las dimensiones del espacio. Son cuboideos y
actúan como huesos de relleno que si bien no permiten
movimientos articulares muy amplios, sirven para la inser-
ción de numerosos músculos y ligamentos. Son típicos hue-
sos cortos los de las muñecas y tobillos (carpo y tarso,
respectivamente). Las vértebras del raquis son huesos cor-
tos, pero están colocados junto con los discos intervertebra-
les y los ligamentos, de forma que constituyen la columna
vertebral, que en su conjunto se comporta como un hueso
largo con capacidad de curvarse.
En un hueso largo se pueden distinguir diferentes partes
(Fig. 6-7): a) la diáfisis es la porción más larga y central del
94 Estructura y función del cuerpo humano

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