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Cabeza del húmero Troquíter Corredera bicipital Epicóndilo Cóndilo Epitróclea Tróclea Fosa del olécranon Epicóndilo Troquín Tubérculo mayor Figura 6-48. Anatomía del húmero: A) cara anterior; B) cara posterior. la. Esta porción recibe el nombre de cabeza del húmero. Al lado de esta zona articular hay dos apófisis que reciben el nombre de tubérculo mayor o troquíter y tubérculo menor o troquín, y que sirven como lugar de inserción de múscu- los. Entre ambos tubérculos hay un surco llamado correde- ra bicipital (Fig. 6-48). A lo largo de la diáfisis, el húmero presenta unas rugosidades que sirven para la inserción de algunos de los músculos del hombro. La epífisis distal del húmero se describe posteriormente al explicar el codo. 6.10.3. Elementos articulares de la cintura escapular La carilla articular del extremo interno de la clavícula tiene una forma convexa que se corresponde con una leve concavidad existente en la parte superolateral del manubrio esternal. Para completar la congruencia entre ambos huesos, existe un menisco articular que hace que la articulación esternoclavicular (o cleidoesternal) sea funcionalmente una enartrosis, es decir, esté dotada de una gran amplitud de movimientos, incluida la rotación axial. Esta amplia movilidad está limitada por los importantes ligamentos y músculos que fijan la clavícula. Debido a que la clavícula tiene forma de S alargada, los movimientos del extremo esternal, que son muy reducidos, se amplifican en el hombro, lo que permite una buena movilidad en dicho extremo. La clavícula se une por su extremo distal al acromion de la escápula. Esta articulación es anatómicamente una condi- loartrosis, pero debido a los múltiples ligamentos existentes y a la presencia de algunos de ellos entre la apófisis coracoi- des y la clavícula no tiene casi movilidad y se comporta funcionalmente como una sinartrosis del tipo de las sindes- mosis. La articulación escapulohumeral es la que se establece entre la cavidad glenoidea de la escápula y la cabeza del húmero; es una clara enartrosis anatómica y funcional. Dado que la cavidad glenoidea es algo pequeña para conte- ner toda la cabeza del húmero, se completa con un reborde cartilaginoso que permite una perfecta adaptación geométri- ca entre ambos huesos (Fig. 6-49). El hombro, que es la articulación final resultante de la movilidad de la articulación esternoclavicular y de la esca- pulohumeral (las dos con características de enartrosis), está dotado de una movilidad que no se repite en todo el cuerpo, tanto en lo que se refiere a las posibilidades como a la amplitud de los movimientos. A pesar de los múltiples ligamentos que hay en el hombro, esta articulación es una de las que se luxa más fácilmente. Ello se debe a que al estar dotada de tan amplios movimientos la cabeza del húmero se puede salir con facilidad del receptáculo glenoi- deo. Finalmente, hay que revisar la interrelación entre la cintu- ra escapular de uno y otro lado. Si se observa el conjunto 126 Estructura y función del cuerpo humano
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