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ESTRUCTURA Y FUNCIÓN DEL CUERPO HUMANO (191)

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Senos venosos
Vellosidades
aracnoideas
Espacio subdural
Espacio subaracnoideo
Duramadre
Cerebro
Corteza
Piamadre
Aracnoides
Duramadre
Hueso
Figura 7-16. Localización y relaciones entre las meninges.
zación pone en contacto la sangre del territorio vertebral
con la que proviene de las carótidas. La vascularización
encefálica profunda se produce a partir de ramificaciones
que parten de estas arterias en dirección hacia las zonas más
profundas del encéfalo.
7.3.3. Membranas meníngeas del encéfalo
Recubriendo todo el encéfalo y la médula hay tres capas
de tejido conjuntivo denominadas meninges (Fig. 7-16).
La duramadre es la más externa y contacta con el pe-
riostio de los huesos del cráneo. Sale de la cabeza atrave-
sando el agujero magno del hueso occipital y rodea la
médula. Al cubrir todo el encéfalo penetra por las distintas
cisuras que separan las estructuras encefálicas. Así, al pene-
trar por la cisura interhemisférica del cerebro forma la hoz
del cerebro y al introducirse por la cisura interhemisférica
del cerebelo forma la hoz del cerebelo. La porción de
duramadre que penetra entre el cerebelo y el lóbulo occipi-
tal del cerebro recibe el nombre de tienda del cerebelo. El
espacio entre esta membrana y la aracnoides se denomina
espacio subdural. Otra característica anatómica es la exis-
tencia de desdoblamientos de la duramadre al fijarse al
hueso, que forman los senos venosos (Fig 7.16) encargados
de drenar la sangre que irriga el encéfalo hacia la vena
yugular interna. A través de las paredes durales de los senos
venosos penetran las vellosidades aracnoideas o granula-
ciones de Pacchioni, encargadas de drenar el LCR.
La aracnoides es la siguiente membrana meníngea, y se
encuentra por debajo de la duramadre. Entre la aracnoides y
la capa más interna, la piamadre, se forma un espacio deno-
minado subaracnoideo que está ocupado por el líquido
cefalorraquídeo (LCR). Este líquido se distribuye por todo
el encéfalo y la médula espinal. Por otro lado, hay diversas
zonas en las que el espacio subaracnoideo se ensancha.
Dichas zonas reciben el nombre de cisternas subaracnoideas
(Fig. 7-17) y entre ellas destacan la cisterna magna (situada
entre el cerebelo y el bulbo raquídeo), las cisternas basales
(que se encuentran entre el diencéfalo y la protuberancia) y
la cisterna lumbar (situada en la zona lumbar de la médula).
La piamadre es la membrana meníngea más interna, es
muy fina y recubre toda la superficie del encéfalo y la
médula. Penetra en los surcos, cisuras o accidentes anatómi-
cos que existen en ambos y contiene los plexos coroideos,
que producen el líquido cefalorraquídeo.
La función de las meninges es proteger el SNC y propor-
cionarle, gracias al LCR, un sistema de amortiguamiento,
para evitar que el encéfalo golpee contra los huesos del
cráneo durante los movimientos de la cabeza.
7.3.4. Circulación del líquido cefalorraquídeo.
Sistema ventricular
El LCR se forma en los plexos coroideos, capilares que
se encuentran en la piamadre y que se proyectan al sistema
ventricular. Este sistema está formado por un conjunto de
cuatro cavidades o ventrículos (Fig. 7-18). Éstos se locali-
zan en el interior de los hemisferios cerebrales (I y II
ventrículos o ventrículos laterales), en el diencéfalo y por
debajo del cuerpo calloso (el III ventrículo) y en la parte
posterior del tronco cerebral y por delante del cerebelo (IV
ventrículo). El LCR se produce de forma lenta pero conti-
nua (0.3 mL/minuto) en los plexos coroideos de los ven-
trículos laterales. Desde allí pasa por el agujero interven-
tricular de Monro al III ventrículo, atraviesa un conducto
angosto denominado acueducto de Silvio (por detrás está el
mesencéfalo), llegando al IV ventrículo, desde donde pasa
al conducto ependimario, que recorre toda la médula. En
la pared posterior de este IV ventrículo hay dos agujeros (de
Luschka y de Magendie) que permiten el paso del LCR
hacia la cisterna magna y su libre circulación por todo el
encéfalo (véase Fig. 7-17). Finalmente, el LCR retorna a la
sangre a través de los senos venosos de la duramadre tras
ser reabsorbido por las vellosidades aracnoideas. La produc-
ción, circulación y reabsorción del LCR es un proceso diná-
mico y contínuo. La cantidad de LCR contenido en los
ventrículos y en el espacio subaracnoideo del encéfalo y la
médula es de 150 mL, aproximadamente.
172 Estructura y función del cuerpo humano

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