Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
Senos venosos Vellosidades aracnoideas Espacio subdural Espacio subaracnoideo Duramadre Cerebro Corteza Piamadre Aracnoides Duramadre Hueso Figura 7-16. Localización y relaciones entre las meninges. zación pone en contacto la sangre del territorio vertebral con la que proviene de las carótidas. La vascularización encefálica profunda se produce a partir de ramificaciones que parten de estas arterias en dirección hacia las zonas más profundas del encéfalo. 7.3.3. Membranas meníngeas del encéfalo Recubriendo todo el encéfalo y la médula hay tres capas de tejido conjuntivo denominadas meninges (Fig. 7-16). La duramadre es la más externa y contacta con el pe- riostio de los huesos del cráneo. Sale de la cabeza atrave- sando el agujero magno del hueso occipital y rodea la médula. Al cubrir todo el encéfalo penetra por las distintas cisuras que separan las estructuras encefálicas. Así, al pene- trar por la cisura interhemisférica del cerebro forma la hoz del cerebro y al introducirse por la cisura interhemisférica del cerebelo forma la hoz del cerebelo. La porción de duramadre que penetra entre el cerebelo y el lóbulo occipi- tal del cerebro recibe el nombre de tienda del cerebelo. El espacio entre esta membrana y la aracnoides se denomina espacio subdural. Otra característica anatómica es la exis- tencia de desdoblamientos de la duramadre al fijarse al hueso, que forman los senos venosos (Fig 7.16) encargados de drenar la sangre que irriga el encéfalo hacia la vena yugular interna. A través de las paredes durales de los senos venosos penetran las vellosidades aracnoideas o granula- ciones de Pacchioni, encargadas de drenar el LCR. La aracnoides es la siguiente membrana meníngea, y se encuentra por debajo de la duramadre. Entre la aracnoides y la capa más interna, la piamadre, se forma un espacio deno- minado subaracnoideo que está ocupado por el líquido cefalorraquídeo (LCR). Este líquido se distribuye por todo el encéfalo y la médula espinal. Por otro lado, hay diversas zonas en las que el espacio subaracnoideo se ensancha. Dichas zonas reciben el nombre de cisternas subaracnoideas (Fig. 7-17) y entre ellas destacan la cisterna magna (situada entre el cerebelo y el bulbo raquídeo), las cisternas basales (que se encuentran entre el diencéfalo y la protuberancia) y la cisterna lumbar (situada en la zona lumbar de la médula). La piamadre es la membrana meníngea más interna, es muy fina y recubre toda la superficie del encéfalo y la médula. Penetra en los surcos, cisuras o accidentes anatómi- cos que existen en ambos y contiene los plexos coroideos, que producen el líquido cefalorraquídeo. La función de las meninges es proteger el SNC y propor- cionarle, gracias al LCR, un sistema de amortiguamiento, para evitar que el encéfalo golpee contra los huesos del cráneo durante los movimientos de la cabeza. 7.3.4. Circulación del líquido cefalorraquídeo. Sistema ventricular El LCR se forma en los plexos coroideos, capilares que se encuentran en la piamadre y que se proyectan al sistema ventricular. Este sistema está formado por un conjunto de cuatro cavidades o ventrículos (Fig. 7-18). Éstos se locali- zan en el interior de los hemisferios cerebrales (I y II ventrículos o ventrículos laterales), en el diencéfalo y por debajo del cuerpo calloso (el III ventrículo) y en la parte posterior del tronco cerebral y por delante del cerebelo (IV ventrículo). El LCR se produce de forma lenta pero conti- nua (0.3 mL/minuto) en los plexos coroideos de los ven- trículos laterales. Desde allí pasa por el agujero interven- tricular de Monro al III ventrículo, atraviesa un conducto angosto denominado acueducto de Silvio (por detrás está el mesencéfalo), llegando al IV ventrículo, desde donde pasa al conducto ependimario, que recorre toda la médula. En la pared posterior de este IV ventrículo hay dos agujeros (de Luschka y de Magendie) que permiten el paso del LCR hacia la cisterna magna y su libre circulación por todo el encéfalo (véase Fig. 7-17). Finalmente, el LCR retorna a la sangre a través de los senos venosos de la duramadre tras ser reabsorbido por las vellosidades aracnoideas. La produc- ción, circulación y reabsorción del LCR es un proceso diná- mico y contínuo. La cantidad de LCR contenido en los ventrículos y en el espacio subaracnoideo del encéfalo y la médula es de 150 mL, aproximadamente. 172 Estructura y función del cuerpo humano
Compartir