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ESTRUCTURA Y FUNCIÓN DEL CUERPO HUMANO (198)

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A)
Lóbulo
posterior
Lóbulo
anterior
Vermis
Hemisferio
Medio
Inferior
Superior
Pedúnculo
cerebeloso
IV ventriculo
Circunvoluciones
cerebelosas
Vermis
Lóbulo anterior
Lóbulo medio
Lóbulo
posterior
B)
Figura 7-24. Características macroscópicas del cerebelo. A) Visto por la cara superior. B) Visto por la cara inferior.
7.5. CEREBELO
Es la segunda estructura en volumen del encéfalo, des-
pués del cerebro. Está situado en la parte posterior e inferior
del encéfalo y ocupa la fosa craneal posterior. Por encima se
encuentra el cerebro y por delante el IV ventrículo y el
tronco encefálico (Fig. 7-14).
7.5.1. Estructura macroscópica
En él se pueden diferenciar dos hemisferios cerebelosos
y una parte intermedia que los une denominada vermis.
Ambos hemisferios presentan unos surcos que los dividen
en lóbulos (anterior, medio y posterior). En su superficie
se distinguen unas circunvoluciones, que se diferencian de
las del cerebro por ser más pequeñas y superficiales. La
unión con el cerebro y el tronco encefálico se hace a partir
de los pedúnculos cerebelosos superiores, medios e inferio-
res (Fig. 7-24). Los superiores lo unen con el tálamo y el
mesencéfalo, los medios unen el cerebelo con la protuberan-
cia, y los inferiores con el bulbo raquídeo.
Todo el cerebelo está cubierto por la duramadre de las
meninges.
7.5.2. Estructura microscópica
El examen de un corte del cerebelo muestra la presencia
de sustancia gris en la parte externa (corteza cerebelosa) y
de sustancia blanca en la parte interna, y en el interior de
esta última, varios núcleos formados por sustancia gris. La
sustancia gris de la corteza del cerebelo adopta una forma
que recuerda a las hojas de las plantas y la sustancia blanca
se dispone de manera similar a su nervadura, razón por la
cual los primeros anatomistas lo denominaron el «árbol de
la vida» (Fig. 7-25).
Entre la sustancia blanca se encuentran los núcleos grises,
de los que cabe destacar: el dentado, el globoso, el emboli-
forme y el del techo (Fig. 7-25). La sustancia blanca está
formada por fascículos, entre los que se diferencian los
fascículos cortos, unas fibras de asociación entre la corteza
cerebral y los núcleos del cerebelo, y los fascículos largos,
que conectan el cerebelo con el tronco encefálico y la
médula. Los principales fascículos largos son (Fig. 7-26):
Los pedúnculos cerebelosos superiores. Unen el cerebe-
lo (desde el núcleo dentado) con el mesencéfalo (el núcleo
rojo) y el tálamo, y reciben el nombre de fascículos dento-
rrubrotalámicos.
Los pedúnculos cerebelosos medios. Son proyecciones
fasciculares que llegan al cerebelo desde la protuberancia, y
se denominan fascículos pontocerebelosos.
Los pedúnculos cerebelosos inferiores. Están formados
por varios fascículos que llevan impulsos al cerebro prove-
nientes de la médula espinal (fascículo espinocerebeloso),
del vestíbulo del oído interno (fascículo vestibulocerebelo-
so) y del bulbo raquídeo (fascículo reticulocerebeloso).
Todo este entramado de fascículos permite que los impul-
sos ascendentes y descendentes mantengan una intercone-
xión entre el cerebro, el cerebelo, el tronco encefálico y el
órgano del equilibrio, lo cual resulta indispensable para
efectuar correctamente los movimientos complejos.
Parte II. Sistemas de relación 179

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