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Cuerpo celular de una neurona preganglionar Cuerpo celular de una motoneurona Neurona preganglionar simpática Motoneurona Efector muscular Ramo blanco Ganglio simpático Cadena simpática Neurona posganglionar simpática Efector visceral Ganglio simpático Figura 7-38. Representación esquemática de las vías de conducción de los impulsos a través de una vía somática o de una vía autónoma. Otras fibras vuelven al nervio espinal a través de los ramos comunicantes grises para dirigirse hacia los vasos sanguíneos, glándulas sudoríparas y músculos erectores del pelo, que se encuentran distribuidos por todo el organismo (Fig. 7-39). Finalmente, los efectores del sistema simpático son todas las vísceras toracoabdominales, la pupila, los músculos pi- loerectores, los vasos sanguíneos y las glándulas lagrimales, salivales y sudoríparas. En el sistema parasimpático o craneocaudal los recep- tores son también todas las vísceras. Las vías aferentes son nervios parasimpáticos que entran por la raíz posterior de los nervios espinales hasta la médula. Los centros nerviosos o núcleos parasimpáticos se encuentran en dos regiones diferentes: el primero se localiza en el tronco encefálico (parasimpático craneal) y está formado por los núcleos vegetativos de los pares III, VII, IX y X. El otro (parasim- pático sacro o caudal) se localiza en la sustancia gris del asta lateral de los segmentos sacros (S2 a S4) de la médu- la. Sus fibras eferentes salen de los núcleos parasimpáticos y llegan hasta los efectores viscerales a través de las fibras preganglionares y de las fibras posganglionares para- simpáticas. Las fibras preganglionares salen de cada uno de los pares craneales que forman el sistema parasimpático o de la zona sacra, y discurren hasta alcanzar un ganglio que está situado muy cerca de la víscera u órgano que inervan. Las fibras posganglionares son las que van desde el ganglio a la víscera u órgano (véase Fig. 7-37). Así, en el III par, las fibras autónomas preganglionares van a buscar el ganglio oftálmico y las posganglionares van a inervar los músculos de la pupila. En el VII par o facial las fibras autónomas pregangliona- res van al ganglio esfenopalatino y al ganglio submaxilar, mientras que las posganglionares inervan las glándulas la- grimales y la mucosa nasal, y las glándulas submaxilares y sublinguales respectivamente. En el IX par o glosofaríngeo, las fibras preganglionares van a buscar el ganglio ótico y las posganglionares inervan la glándula parótida. El X par o nervio vago tiene unas fibras autónomas preganglionares muy largas, que llegan hasta los ganglios situados muy cerca de todas las vísceras o en su propia pared. Las fibras posganglionares son muy cortas. En la zona sacra las fibras preganglionares salen forman- do el plexo pélvico, que posteriormente se divide para iner- var la mitad izquierda del colon y los órganos de la pelvis. 7.12.2. Fisiología y efectos del sistema autónomo En su conjunto el sistema vegetativo autónomo actúa sobre las diferentes vísceras del cuerpo, las cuales reciben de forma simultánea estimulación del sistema simpático y Parte II. Sistemas de relación 197
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