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Lóbulo derecho Vesícula biliar Ligamento hepático Lóbulo izquierdo Lóbulo caudado Vena cava inferior Vena porta Colédoco Cístico Lóbulo derecho Vesícula biliar Lóbulo cuadrado Ligamento hepático Conducto hepático Arteria hepática Lóbulo izquierdo VISIÓN ANTERIOR VISIÓN INFERIOR Figura 10-17. Anatomía macroscópica del hígado. procesos metabólicos. Las funciones más importantes del hígado son las siguientes: 1) es el principal laboratorio de síntesis, metabolización y degradación de productos del orga- nismo; 2) actúa como almacén de carbohidratos, especialmente en forma de glucógeno; 3) es el órgano «aduana» que recibe en primer lugar los productos absorbidos por el tubo digestivo; y 4) es el órgano secretor de la bilis. En este apartado nos ocuparemos básicamente de las dos últimas funciones, que son las que están más relacionadas con el aparato digestivo. Como órgano receptor de los alimentos absorbidos por el tubo digestivo, especialmente por el intestino delgado, el hígado actúa como una aduana y desempeña funciones de defensa, desintoxicación de sustancias potencialmente tóxi- cas, y almacenamiento de productos energéticos. Para en- tender mejor estas funciones, es preciso describir con un poco más de detalle la vascularización y la estructura mi- croscópica del hígado. 10.6.2. Vascularización intestinal y hepática Los intestinos reciben la sangre de las arterias mesentéri- cas, que son unas ramas de la aorta abdominal. La arteria mesentérica superior se encarga de irrigar el intestino delga- do y las porciones ascendente y transversa del intestino grueso. La arteria mesentérica inferior, de menor calibre, aporta sangre oxigenada a la porción descendente del intes- tino grueso, al sigma y a la parte superior del recto. La sangre procedente de estos órganos es rica en sustancias absorbidas desde la luz intestinal, pero también puede ser portadora de microorganismos y de sustancias potencialmen- te tóxicas. Recogida por las venas mesentéricas, esta sangre no drena directamente a la circulación venosa sistémica a través de la vena cava inferior, sino que junto con la sangre procedente del bazo y el páncreas (recogida en la vena esplénica) forma la vena porta, que irriga los capilares hepá- ticos. Además de la vena porta, que lleva sangre muy rica en nutrientes pero de tipo venoso, es decir, pobre en oxígeno, el hígado recibe sangre de la arteria hepática, una rama del tronco celíaco que es a su vez rama de la aorta abdominal y que por tanto contiene sangre rica en oxígeno. De esta forma, el hígado tiene una doble irrigación (arterial y venosa) que se vierte en los capilares hepáticos que reci- ben el nombre de sinusoides. La sangre de los sinusoides 250 Estructura y función del cuerpo humano
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