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Cuadro 9-5. Diferentes estadios en la regulación de la secreción de las hormonas del sistema endocrino Hipotálamo (factor liberador o factor inhibidor) Hipófisis Glándula o lugar de acción Hormonas en sangre ADENOHIPÓFISIS GRF o GIF GH Todas las células GH TRF o TIF TSH Tiroides T3, T4, Calcitonina CRF o CIF ACTH Suprarrenales Glucocorticoides Aldosterona Andrógenos LRF o LIF LH Ovario Progesterona Estrógenos FRF o FIF FSH Ovario Estrógenos ICRF o ICIF ICSH Testículo Testoterona PRF o PIF Prolactina Mama (exocrina) Prolactina MRF o MIF MSH Piel Melaninotropa NEUROHIPÓFISIS N. Supraóptico ADH Riñón ADH N. Paraventricular Oxitocina Útero, mama, vasos Oxitocina En minúsculas, aquellos órganos que no son glándulas endocrinas. ciendo la absorción del calcio de los alimentos. Su secre- ción está influida por los niveles de calcio en sangre, por lo que es complementaria de la calcitonina; ambas intervienen en la homeostasis del calcio. El embarazo, la lactancia y el raquitismo favorecen su secreción. Mediante la calcitonina y la paratohormona se consigue mantener los niveles de calcio en la sangre entre 2.20 y 2.70 mmol/L. El calcio es de vital importancia en la formación del hueso e interviene en la coagulación sanguínea (véase Capítulo 16) y en la contracción cardíaca y muscular. Ade- más modifica la permeabilidad de las membranas neuro- musculares. 9.4.4. Páncreas Es una víscera situada en el abdomen, que se comporta como una glándula mixta. Con el microscopio se ve que la parte exocrina está formada por células pancreáticas que producen un jugo que se secreta por el conducto de Wirsung al duodeno (Fig. 9-10 y véase Capítulo 10). La parte endo- crina está formada por los islotes pancreáticos o de Lan- gerhans. Estos islotes, cuyo número es de 1 a 2 millones, se encuentran distribuidos entre las células pancreáticas. Están formados por dos tipos de células diferentes: las células a (el 25 % y situadas en la periferia) que secretan a la sangre la hormona glucagón, y las células b (el 75 % y situadas en el centro, alrededor de los capilares), que son responsables de la secreción de la insulina. Estas últimas tienen en su interior unos gránulos llamados proinsulina donde se alma- cenan unas 200 UI de insulina, que son liberados a la sangre a través de la vena pancreática cuando la glucemia lo re- quiere. 9.4.4.1. Insulina El reconocimiento de la relación del páncreas con la diabetes mellitus data de 1889. La insulina se descubrió en 1921 y en 1922 se obtuvo a partir del buey y del cerdo. Luego, en la década de los ochenta, se obtuvo insulina humana por recombinación genética. Esta hormona es una proteína de 51 aminoácidos formada por dos cadenas (la A con 30 aminoácidos y la B con 21) unidas entre sí por dos puentes disulfuro (varían en muy pocos aminoácidos entre las diferentes especies animales). La secreción de la hormo- na obedece a los niveles de glucosa en la sangre. Cuando la glucemia aumenta, la secreción aumenta proporcionalmen- te, y cuando la glucemia desciende, la secreción se detiene. Su misión es mantener las cifras de glucemia en los niveles fisiológicos (entre 4.1 y 6.4 mmol/L). Aparte del nivel de glucosa en sangre, hay otros factores que modifican su secreción. Puede aumentar con la ingestión de proteínas, por la acción de otras hormonas (glucagón, hormonas tiroideas, paratohormona, estrógenos y progesterona), así como por efecto de algunos fármacos (antidiabéticos orales). En los obesos se encuentran cantidades elevadas de insulina en sangre. Por el contrario, las situaciones de hipoglucemia y algunos fármacos pueden inhibir la secreción de insulina. La acción de la insulina consiste en aumentar la permea- bilidad de las membranas celulares, permitir la entrada de glucosa en su interior y estimular la síntesis intracelular. Los efectos que se pueden observar son los siguientes: — Efecto hipoglucemiante transitorio al entrar la glucosa en la célula, que finaliza cuando la concentración de gluco- sa intracelular se iguala con la de la glucosa extracelular. — Estimulación de la síntesis de lípidos (lipogénesis), que favorece el depósito de triglicéridos. — Es anabólica. Aumento de la síntesis proteica, ya que favorece la entrada de aminoácidos en la célula y acelera la formación de ARN (véase el Capítulo 4). — Potenciación de la acción de otras hormonas, en espe- cial de la hormona del crecimiento (véase Cuadro 9-4). Se ha demostrado experimentalmente que el crecimiento es mayor cuando se inyecta insulina y hormona del crecimien- to, e incluso últimamente se piensa que la talla de los niños en los primeros meses de vida depende más de factores hormonales placentarios y de la insulina fetal y neonatal (denominados IGF, del inglés insulin growth factors) que de la somatotropina hipofisaria. Parte II. Sistemas de relación 227
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