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ESTRUCTURA Y FUNCIÓN DEL CUERPO HUMANO (246)

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Cuadro 9-5. Diferentes estadios en la regulación de la secreción de las hormonas del sistema endocrino
Hipotálamo
(factor liberador o factor inhibidor) Hipófisis Glándula o lugar de acción Hormonas en sangre
ADENOHIPÓFISIS
GRF o GIF GH Todas las células GH
TRF o TIF TSH Tiroides T3, T4,
Calcitonina
CRF o CIF ACTH Suprarrenales Glucocorticoides
Aldosterona
Andrógenos
LRF o LIF LH Ovario Progesterona
Estrógenos
FRF o FIF FSH Ovario Estrógenos
ICRF o ICIF ICSH Testículo Testoterona
PRF o PIF Prolactina Mama (exocrina) Prolactina
MRF o MIF MSH Piel Melaninotropa
NEUROHIPÓFISIS
N. Supraóptico ADH Riñón ADH
N. Paraventricular Oxitocina Útero, mama, vasos Oxitocina
En minúsculas, aquellos órganos que no son glándulas endocrinas.
ciendo la absorción del calcio de los alimentos. Su secre-
ción está influida por los niveles de calcio en sangre, por lo
que es complementaria de la calcitonina; ambas intervienen
en la homeostasis del calcio. El embarazo, la lactancia y el
raquitismo favorecen su secreción.
Mediante la calcitonina y la paratohormona se consigue
mantener los niveles de calcio en la sangre entre 2.20 y 2.70
mmol/L. El calcio es de vital importancia en la formación
del hueso e interviene en la coagulación sanguínea (véase
Capítulo 16) y en la contracción cardíaca y muscular. Ade-
más modifica la permeabilidad de las membranas neuro-
musculares.
9.4.4. Páncreas
Es una víscera situada en el abdomen, que se comporta
como una glándula mixta. Con el microscopio se ve que la
parte exocrina está formada por células pancreáticas que
producen un jugo que se secreta por el conducto de Wirsung
al duodeno (Fig. 9-10 y véase Capítulo 10). La parte endo-
crina está formada por los islotes pancreáticos o de Lan-
gerhans. Estos islotes, cuyo número es de 1 a 2 millones, se
encuentran distribuidos entre las células pancreáticas. Están
formados por dos tipos de células diferentes: las células a
(el 25 % y situadas en la periferia) que secretan a la sangre
la hormona glucagón, y las células b (el 75 % y situadas en
el centro, alrededor de los capilares), que son responsables
de la secreción de la insulina. Estas últimas tienen en su
interior unos gránulos llamados proinsulina donde se alma-
cenan unas 200 UI de insulina, que son liberados a la sangre
a través de la vena pancreática cuando la glucemia lo re-
quiere.
9.4.4.1. Insulina
El reconocimiento de la relación del páncreas con la
diabetes mellitus data de 1889. La insulina se descubrió en
1921 y en 1922 se obtuvo a partir del buey y del cerdo.
Luego, en la década de los ochenta, se obtuvo insulina
humana por recombinación genética. Esta hormona es una
proteína de 51 aminoácidos formada por dos cadenas (la A
con 30 aminoácidos y la B con 21) unidas entre sí por dos
puentes disulfuro (varían en muy pocos aminoácidos entre
las diferentes especies animales). La secreción de la hormo-
na obedece a los niveles de glucosa en la sangre. Cuando la
glucemia aumenta, la secreción aumenta proporcionalmen-
te, y cuando la glucemia desciende, la secreción se detiene.
Su misión es mantener las cifras de glucemia en los niveles
fisiológicos (entre 4.1 y 6.4 mmol/L). Aparte del nivel de
glucosa en sangre, hay otros factores que modifican su
secreción. Puede aumentar con la ingestión de proteínas, por
la acción de otras hormonas (glucagón, hormonas tiroideas,
paratohormona, estrógenos y progesterona), así como por
efecto de algunos fármacos (antidiabéticos orales). En los
obesos se encuentran cantidades elevadas de insulina en
sangre. Por el contrario, las situaciones de hipoglucemia y
algunos fármacos pueden inhibir la secreción de insulina.
La acción de la insulina consiste en aumentar la permea-
bilidad de las membranas celulares, permitir la entrada de
glucosa en su interior y estimular la síntesis intracelular.
Los efectos que se pueden observar son los siguientes:
— Efecto hipoglucemiante transitorio al entrar la glucosa
en la célula, que finaliza cuando la concentración de gluco-
sa intracelular se iguala con la de la glucosa extracelular.
— Estimulación de la síntesis de lípidos (lipogénesis),
que favorece el depósito de triglicéridos.
— Es anabólica. Aumento de la síntesis proteica, ya que
favorece la entrada de aminoácidos en la célula y acelera la
formación de ARN (véase el Capítulo 4).
— Potenciación de la acción de otras hormonas, en espe-
cial de la hormona del crecimiento (véase Cuadro 9-4). Se
ha demostrado experimentalmente que el crecimiento es
mayor cuando se inyecta insulina y hormona del crecimien-
to, e incluso últimamente se piensa que la talla de los niños
en los primeros meses de vida depende más de factores
hormonales placentarios y de la insulina fetal y neonatal
(denominados IGF, del inglés insulin growth factors) que
de la somatotropina hipofisaria.
Parte II. Sistemas de relación 227

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