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ESTRUCTURA Y FUNCIÓN DEL CUERPO HUMANO (380)

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Senos venosos
cerebrales
Seno cavernoso
Vena facial
Vena yugular externa
Vena yugular interna
Vena
braquiocefálicaVena subclavia
Figura 15-19. Venas de la cabeza.
fácil acceso para análisis o cateterismo del territorio ve-
noso.
15.6.3.3. Venas de la cabeza (Fig. 15-19)
La sangre que riega el sistema nervioso central es recogi-
da en unos grandes colectores venosos situados en la parte
externa del cerebro, que se denominan senos venosos supe-
rior, recto y transverso. Éstos, junto con las venas menín-
geas, forman la vena yugular interna. Dicha vena se hace
extracraneal y recoge además la sangre de la cara, y después
desciende por el cuello para acabar formando junto con la
vena subclavia la vena braquiocefálica. Existen anastomosis
venosas entre las venas de la cara y las venas intracraneales,
sobre todo en la zona cutánea que rodea la nariz, cuyas
venas drenan en un colector venoso intracraneal denomina-
do seno cavernoso. Por eso, las infecciones cutáneas de esta
zona se pueden diseminar a la región intracraneal con el
riesgo de aparición de una meningitis. La sangre de la
región cutánea del cuello es recogida por una vena de
pequeño calibre denominada vena yugular externa que
drena en la subclavia. Esta vena, aunque poco importante en
cuanto a flujo, es muy superficial y fácilmente abordable
para la infusión de líquidos.
15.6.3.4. Venas del territorio esplácnico
(Fig. 15-20)
La sangre procedente de las vísceras abdominales del
aparato digestivo es recogida por las venas correspondien-
tes, que tienen la misma denominación que las arterias ya
explicadas (mesentérica superior, mesentérica inferior y
gástrica). Sin embargo, no drenan en la cava inferior, sino
que se juntan en una gran vena que se dirige hacia el hígado
(vena porta). La vena porta también recibe la sangre de la
vena esplénica que procede del páncreas y del bazo. Una
vez alcanzado el hígado, la vena porta se subdivide en
numerosas ramas que riegan los capilares hepáticos. De
esta forma, las sustancias recogidas en el tubo digestivo
pasan por los sinusoides hepáticos antes de incorporarse a
la circulación general. Dado que la vena porta lleva sangre
con un bajo contenido en oxígeno, se requiere además una
arteria con sangre oxigenada para la supervivencia de las
células hepáticas. Ésta es una función de la arteria hepáti-
ca, de manera que los capilares hepáticos tienen un doble
aporte de sangre en su extremo arterial. Su extremo venoso
está constituido por las venas centrolobulillares, que al
confluir forman las venas suprahepáticas. Estas últimas
drenan en la vena cava inferior.
15.6.3.5. Formación de la vena cava inferior
La vena cava inferior se forma por la unión de las gran-
des venas ilíacas procedentes de las extremidades inferio-
res. En su trayecto hacia la aurícula derecha, la cava inferior
recibe la sangre de la región posterior del abdomen a través
de las venas lumbares, la procedente de las gónadas a
través de las venas respectivas (venas ováricas o espermá-
ticas), la procedente de los riñones a través de las venas
renales y la procedente de las vísceras digestivas y del
hígado a través de las venas suprahepáticas.
15.6.3.6. Venas de las extremidades inferiores (Fig. 15-21)
Al igual que pasa en la extremidad superior, existe un
doble sistema venoso. Las venas del sistema profundo
acompañan a las arterias y reciben el mismo nombre que
éstas: venas tibiales y peronea, vena poplítea, y venas
femorales superficial y profunda. El sistema venoso super-
ficial recoge la sangre de la zona subcutánea, tiene múltiples
Parte IV. Intercambio gaseoso y circulación 361

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